Por eso para Weil, a diferencia de Arendt, el solo arte de la política no pudo ni podrá jamás detener realmente la guerra. Solo una cosa, según ella, es capaz de vencerla: la transformación del alma de los contendientes. Como sucede cuando Aquiles, de pronto dice:
Por eso para Weil, a diferencia de Arendt, el solo arte de la política no pudo ni podrá jamás detener realmente la guerra. Solo una cosa, según ella, es capaz de vencerla: la transformación del alma de los contendientes. Como sucede cuando Aquiles, de pronto dice: