Viviendo la situación más surrealista en la final masculina del Chile Open 2023 en el World Padel Tour. Alejandro Galán y Juan Lebrón, número 1 del mundo, contra Agustín Tapia y Arturo Coello, la pareja que quiere despegar a los españoles.
El partido terminó 6-4 en el primer set y 5-3 en el segundo para la dupla hispano-argentina. Tenían el servicio a su favor y en el 30-30 Arturo Coello hizo un tiro rápido que entró por poco dinero y que todos parecían dar por hecho. Sin embargo, el árbitro Honorio García sancionó la jugada 30-40, aunque en realidad fue 40-30.
Nadie se dio cuenta y el 'match point' siguió su curso (hasta la gráfica televisiva lo indicaba). Tapia y Coello lo resuelven a su favor, se abrazan en la pista para festejar, hasta Lebrón se acerca a felicitarlos… cuando Alejandro Galán, que regresa a la alfombra azul tras su fallida salida del carril para recuperar el tiro del rival sacado por 3, recordó el sillón llamado 30-40. El madrileño fue el único que se dio cuenta de lo que había dicho el árbitro.
De hecho, el propio Honorio García, ante la estupefacción de Arturo Coello y Agustín Tapia,reconoció que el error había sido suyo y que había cantado mal el punto anterior a ese. Sin embargo, la normativa no permite corregirlo y el juego debía reanudarse con Punto de Oro.
Una situación anómala que privó, en primera instancia, a Coello y Tapia de lograr su tercer título de la temporada. De hecho, Lebrón y Galán acabaron forzando una tercera manga en la que, a la segunda, los aspirantes al trono del pádel mundial sí pudieron festejar sobre suelo chileno un nuevo triunfo.
Viviendo la situación más surrealista en la final masculina del Chile Open 2023 en el World Padel Tour. Alejandro Galán y Juan Lebrón, número 1 del mundo, contra Agustín Tapia y Arturo Coello, la pareja que quiere despegar a los españoles.
El partido terminó 6-4 en el primer set y 5-3 en el segundo para la dupla hispano-argentina. Tenían el servicio a su favor y en el 30-30 Arturo Coello hizo un tiro rápido que entró por poco dinero y que todos parecían dar por hecho. Sin embargo, el árbitro Honorio García sancionó la jugada 30-40, aunque en realidad fue 40-30.
Nadie se dio cuenta y el 'match point' siguió su curso (hasta la gráfica televisiva lo indicaba). Tapia y Coello lo resuelven a su favor, se abrazan en la pista para festejar, hasta Lebrón se acerca a felicitarlos… cuando Alejandro Galán, que regresa a la alfombra azul tras su fallida salida del carril para recuperar el tiro del rival sacado por 3, recordó el sillón llamado 30-40. El madrileño fue el único que se dio cuenta de lo que había dicho el árbitro.
De hecho, el propio Honorio García, ante la estupefacción de Arturo Coello y Agustín Tapia,reconoció que el error había sido suyo y que había cantado mal el punto anterior a ese. Sin embargo, la normativa no permite corregirlo y el juego debía reanudarse con Punto de Oro.
Una situación anómala que privó, en primera instancia, a Coello y Tapia de lograr su tercer título de la temporada. De hecho, Lebrón y Galán acabaron forzando una tercera manga en la que, a la segunda, los aspirantes al trono del pádel mundial sí pudieron festejar sobre suelo chileno un nuevo triunfo.