1. La estructura del mundo pequeño de Bitcoin ofrece una imagen de cómo funciona el bien, la justicia y la belleza, (las ideas-realidades más importantes para Platón) pero las imágenes que satisfagan dicha función están fuera de ese mundo pequeño. 2. Los que gobiernan deben ser aquellos que conozcan mejor el orden de las acciones. 3. El orden de las acciones sólo se conocen en virtud de algún instrumento que ordene las acciones para un campo de conocimiento concreto. 4. El gobernante, por tanto, debe poseer ese instrumento que ordene las acciones en general y que envuelva todos los campos de conocimiento de la sociedad donde efectivamente ocurren las "acciones en general". 5. Ahora bien, el gobernante no puede hacer eso más que aportando una imagen del bien, de la justicia y de la belleza. 6. Por lo que introduce sesgos inevitables, el gobernante, pues, si quiere que sus sesgos sobre el bien, la justicia y la belleza tengan algún valor debe llevar a cabo sus acciones sobre un instrumento que simule cómo funcionan las acciones buenas, bellas y justas. 7. Y estas acciones, recordamos, sólo pueden llevarse a cabo sobre instrumentos concretos, por lo que hay que imaginar el mecanismo "del instrumento en general", que de cuenta de las "acciones en general", para evaluar el resto de acciones concretas y como se coordinan. 8. Solución: imaginar un instrumento que no tenga forma y que sin embargo, simulen los tres tipos de acciones que todo instrumento envuelve, a saber: acciones orientadas a la producción, acciones orientadas al uso, y acciones orientadas a la conservación. 9. Este esquema es necesario y suficiente para explicar en qué consiste el instrumento que ordena las acciones en general que produce, conserva y usa el mundo pequeño de Bitcoin.