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¿Por qué no hubo más abanicos en la alfombra roja de los Goya?

La academia de cine prohíbe en el paseíllo a la ceremonia que se repartan elementos externos a sus patrocinadores

Penelope Cruz a su llegada a la ceremonia de entrega de la 32 Edición de los Premios Goya que se celebra esta noche en el Madrid Marriott Auditorium Hote
Penelope Cruz a su llegada a la ceremonia de entrega de la 32 Edición de los Premios Goya que se celebra esta noche en el Madrid Marriott Auditorium Hote EL PAÍS

Habían pasado más de dos horas de alfombra roja de los Goya, cuando apareció la actriz inglesa Emily Mortimer –hacia las 20.30 de la tarde- con el primero de los 1.800 abanicos –también rojos- con los que CIMA, la asociación de mujeres del audiovisual, quería llamar la atención sobre la desigualdad de género en el cine español. ¿Qué pasó para que no hubiera la tan cacareada marea roja que se anunció el viernes, cuando las dirigentes de CIMA pensaron que se habían quedado cortos con el complemento?

Acabada la ceremonia, Cristina Andreu, vicepresidenta de CIMA, contó a EL PAÍS que la Academia impidió su reparto a la entrada de la alfombra roja y del photocall, la sesión fotografía que se realiza al inicio del paseíllo. “La Academia nos dijo que no se pueden repartir elementos exteriores a esa alfombra”. Los abanicos llegaron, transportados por Andreu, a las cinco de la tarde al hotel Marriott Auditorium, donde se celebraba la gala, con suficiente tiempo para ser distribuidos. Pero la Academia impidió que una integrante de CIMA se pusiera a dárselos en la alfombra, con lo que Andreu subió a las habitaciones de los invitados –casi todos los participantes de la gala suelen tener una para cambiarse y dormir allí mismo al acabar las fiestas posGoya, que también se realizan en el hotel- que conocía y a dárselo en mano. Por eso los abanicos se repartieron tarde y más mano a mano entre conocidos. Durante la ceremonia sí se vieron bastantes en el patio de butacas en diversos momentos de la retransmisión. Pero no con la contundencia que se esperaba de una acción de ese calado.

La Academia, por su parte, confirma que efectivamente está prohibido el reparto de cualquier elemento a la entrada de la alfombra, aunque sí se les permitió dar abanicos en la entrada de invitados –los asistentes que no pasan por la alfombra-. “Ellas sabían que no se podía, y lo sabían desde días antes, cuando les avisamos”. La Academia reitera su compromiso en la lucha contra la desigualdad de género en el cine, pero que no puede hacer excepciones en la alfombra. Además, se incide en que nos e puede repartir nada en la alfombra por "razones de operatividad y seguridad, ya que había ministros, embajadores, líderes políticos y autoridades"