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09:58 (UTC) – sábado,
27 de junio de 2015.
279 artículos en español.

La bombilla fluorescente compacta o bombilla de bajo consumo es una alternativa a las bombillas clásicas o incandescentes. Con una potencia equivalente y una mayor duración, gastan menos energía.

Las bombillas de bajo consumo tienen un proceso de producción similar a las fluorescentes, por eso sus características son parecidas.

Uno de los puntos a destacar sobre bombillas de bajo consumo, es que se pueden sustituir a las bombillas incandescentes:

• Se adapta directamente sobre cualquier lámpara, que sea de tipo rosca o bayoneta, con lo cual no hay que cambiar las roscas de las lámparas.
• El coste inicial es mayor que el de una bombilla clásica, pero su vida útil es 10 veces mayor (unas 10.000 horas, en vez de 1.000 horas para las incandescentes).
• Consume 75% menos de electricidad
• La bombilla incandescente pierde el 90% de su electricidad en calor, en cambio la de bajo consumo sólo tiene un 25% de energía pérdida.
• Una bombilla de bajo consumo de 20W tiene la misma intensidad lumínosa que una bombilla clásica de 100W (¡factor de 5!)
• En España, el consumo anual de una bombilla clásica de 100W encendida 5h al día cuesta 18,25 euros al año. Lógicamente, una bombilla de bajo consumo equivalente, de 20W, consume 5 veces menos: ¡3,65 euros!.
• En algunos países industrializados, compañías energéticas promueven la compra de bombillas de bajo consumo.
• Durante su vida útil, se calcula que una bombilla de bajo consumo de 20W permite ahorrar 1000kWh, lo que también nos ahorra:
  • emisiones de gases (según el mix energético de la compañía eléctrica contratada; en España una media de 0,4 kg de CO2 por kWh en el 2007) que, en total, dan unos 400Kg de CO2 no emitidos.
  • los residuos vinculados a la producción de la energía correspondiente (por ejemplo residuos radioactivos, también dependiendo del mix energético).
  • el consumo inútil de combustibles fósiles.

El coste de producción de las bombillas fluorescentes compactas (BFL) está bajando, aunque sigue siendo más alto que el de las bombillas clásicas.

El proceso de producción es más complejo debido a la intervención de la electrónica y a un control de calidad más exigente. De hecho, esta muy recomendado reciclar las bombillas fluorescentes ya que tienen muchos metales pesados que pueden dañar gravemente la naturaleza si no están tratados consecuentemente.

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Ser más ecologista no es tan difícil como parece. Existen pequeños gestos que podemos realizar cada día para participar en la reducción de gases de efecto invernadero y para minimizar nuestro impacto negativo en el medio ambiente. Cuidar de la Tierra no solo es una responsabilida, es un privilegio y un placer!

Existen mil y un consejos y gestos para salvar el planetay cada mes encontraréis aquí uno de ellos.

Ahorremos electricidad. Apagar las luces, el ordenador (y la pantalla) cuando no los estamos usando, así como la televisión y otros aparatos electrónicos, utilizar bombillas de bajo consumo en vez de bombillas incandescentes son gestos sencillos, e igualmente muy efectivos en cuanto a nuestro consumo eléctrico.La secadora (para la ropa) no es imprescindible: el tendedero, sobre todo fuera, tiene unos resultados equivalentes... (además, ¡el sol es el mejor quitamanchas para la ropa!).

Para conocer otros consejos, visita 10 consejos para salvar el planeta.

De todos los aparatos de uso domestico, los secadores son los mas grandes consumidores des energía.

Un secador consume de media 500kWh por año (de 2 a 3 veces mas que una lavadora).
El secador representa el solo 15% del consumo eléctrico anual de una casa (sin contar la calefacción).

Es muy importante coordinar el calor del horno de pan y el grado fermentación de la masa. ¡La masa manda! Si no ha levantado lo suficiente, hay que seguir manteniendo el horno hasta el momento adecuado.

Más de un siglo de desarrollo, en búsqueda del crecimiento económico, de carrera del progreso científico y técnico, de la industrialización masiva y explotación intensiva de la naturaleza. El resultado esperado, este futuro mejor que se les prometió a nuestros antepasados, aún no está aquí. En cambio se han empeorado las desigualdades económicas entre regiones del mundo y dentro de los países; culturas han desaparecido, otras están en vías de extinción; la destrucción ecológica se ha acelerado fuertemente. ¡La situación es grave ! Tenemos una responsabilidad muy importante sobre el futuro que vamos a crear. Si deseamos ofrecer un mejor contexto a nuestros hijos (y a nosotros mismos), tendremos que modificar nuestros modos de vida, nuestra manera de consumir, etc. Hoy en día, para alcanzar sus necesidades, el ser humano tiene que contar con la industria y la sociedad de consumo. Ya no sabe (en general) cultivar, cocinar, construir su vivienda, fabricar las herramientas de su supervivencia y de su ocio...