Ezequiel, del Fisterra: «Sentín un pinchazo moi forte no corazón e non era capaz de respirar»

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

BASILIO BELLO

El futbolista se desplomó en el partido disputado en A Pobra y tuvo que ser evacuado en ambulancia al hospital de Barbanza

09 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El jugador del Fisterra Ezequiel Martínez Canosa se llevó un gran susto este domingo en el partido disputado en A Pobra frente al Puebla con motivo de la sexta jornada de Preferente Galicia. Corría el minuto 89 cuando el centrocampista de 20 años, que había salido desde el banquillo en el 70, sacó un córner. Curiosamente, fue la jugada de la victoria por 2-3 al aprovechar Aarón López un balón suelto en el área.

Los jugadores celebraron el gol. Sin embargo, el primer entrenador y el segundo del equipo fisterrán, Juan Porrúa y Juan Cabrejo, que casualmente se quedaron mirando hacia donde estaba Ezequiel, echaron a correr hacia allí, ya que vieron cómo caía desplomado «de xeonllos», explica este último. «Vino fatal. Estaba moi branco e cos ollos turbios», recordó ayer.

«Sentín un pinchazo moi forte no corazón e non era capaz de respirar. Unha vez deitado no campo, fun a peor. En ningún momento quedei inconsciente, pero estaba moi mareado e atopábame moi mal», explicó el propio protagonista, que fue capaz de describirles lo que le estaba sucediendo a las personas que lo rodeaban. A partir de ese momento, comenzó un gran despliegue en las instalaciones de A Alta.

Se dio la casualidad de que uno de los líneas era enfermero y que, en el propio estadio, echaron mano de un aerosol preventivo de accidentes vasculares. Fue así como el joven empezó a mejorar. Les está muy agradecido.

La ambulancia tardó en llegar «25 minutos». Mientras tanto, el silencio se instauró en el estadio pobrense junto a la angustia de todos los allí presentes. Martínez Canosa fue cubierto con varias mantas para no pasar frío.

No tardaron en llegarle las noticias a la familia del joven, que no se había desplazado al encuentro. El club fisterrán los mantuvo informados en todo momento.

El futbolista fue trasladado al hospital de Barbanza, donde estuvo en observación hasta la medianoche, ya acompañado por sus padres. «No electro que me fixeron, descartaron que fose algo grave, aínda que non é suficiente para dar co que me pasou e, de aí, que teña que facer máis probas», cuenta ahora el veinteañero, que ya se recupera en su casa. «Hoxe xa me atopo ben, normal», dijo este lunes.

Antecedentes en la familia

Según cuenta, por el momento los médicos no le trasladaron diagnóstico alguno. Lo cierto es que en su familia ya hay antecedentes de enfermedades cardiovasculares. «Meu avó morreu por problemas deste tipo e, meu pai, tamén o sofre algo», comentó. De hecho, este verano vivió una situación similar por primera vez cuando estaba recostado en el sofá de su casa. «Non foi tan grave e por iso só o sabía a persoa que se atopaba comigo nese momento. Confiaba en que non me volvera pasar», relató.

«Agora non podo practicar exercicio, pero confío en retomar o fútbol»

Ahora estará un tiempo apartado de los terrenos de juego: «Non podo practicar exercicio. Lévase mal, pero mellor ca que me volva pasar isto. Confío en poder retomar o fútbol». Sin duda, fue su peor experiencia en un campo deportivo. El chaval fichó esta temporada por el conjunto verde, en el que se formó desde muy pequeño, con breves pasos por otros clubes, como el Cee.

Toda vez que el choque en A Alta estuvo parado «media hora», apunta Cabrejo, se reanudó para jugar «catro minutos de engadido». Un directivo del Puebla trasladó a otros dos del Fisterra al hospital barbanzano para acompañar a Ezequiel. Por todos estos hechos, el club de la Costa da Morte le agradeció públicamente a la entidad pobrense todo el apoyo mostrado. En el Fisterra le desean una pronta recuperación al deportista. Todo el fútbol da Costa se volcó con el jugador. El encuentro, muy disputado, fue lo menos importante.

Segundo incidente

Este es el segundo incidente para el balompié de la comarca en apenas una semana. El último sábado de octubre, un cadete del Dumbría se contusionó el cuello en un duelo en As Eiroas contra el Bergantiños de Liga Gallega debido a un cordel para tensar la red de la portería que estaba mal colocado.