Abstract: Although there are many indicators of endangerment (i.e., whether populations or species meet criteria that justify conservation action), their reliability has rarely been tested. Such indicators may fail to identify that a...
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Abstract: Although there are many indicators of endangerment (i.e., whether populations or species meet criteria that justify conservation action), their reliability has rarely been tested. Such indicators may fail to identify that a population or species meets criteria for conservation action (false negative) or may incorrectly show that such criteria have been met (false positive). To quantify the rate of both types of error for 20 commonly used indicators of declining abundance (threat indicators), we used receiver operating characteristic curves derived from historical (1938–2007) data for 18 sockeye salmon (Oncorhynchus nerka) populations in the Fraser River, British Columbia, Canada. We retrospectively determined each population's yearly status (reflected by change in abundance over time) on the basis of each indicator. We then compared that population's status in a given year with the status in subsequent years (determined by the magnitude of decline in abundance across those years). For each sockeye population, we calculated how often each indicator of past status matched subsequent status. No single threat indicator provided error-free estimates of status, but indicators that reflected the extent (i.e., magnitude) of past decline in abundance (through comparison of current abundance with some historical baseline abundance) tended to better reflect status in subsequent years than the rate of decline over the previous 3 generations (a widely used indicator). We recommend that when possible, the reliability of various threat indicators be evaluated with empirical analyses before such indicators are used to determine the need for conservation action. These indicators should include estimates from the entire data set to take into account a historical baseline.Resumen: Aunque existen muchos indicadores de riesgo (i.e., sí las poblaciones o especies cumplen con criterios para justificar acciones de conservación), su confiabilidad ha sido probada pocas veces. Dichos indicadores pueden fallar al identificar que una población o especie cumple con criterios para acciones de conservación (negativo falso) o pueden mostrar incorrectamente que tales criterios se han cumplido (positivo falso). Para cuantificar la tasa de ambos tipos de error para 20 indicadores de declinación de abundancia (indicadores de amenaza) utilizados comúnmente, utilizamos curvas de características de operación de receptores derivadas de datos históricos (1937–2008) de 18 poblaciones de salmón (Oncorhynchus nerka) en el Río Fraser, Columbia Británica, Canadá. Retrospectivamente determinamos el estatus anual de cada población (reflejado en cambios en la abundancia en el tiempo) con base en cada indicador. Posteriormente comparamos el estatus de la población en un año determinado con el estatus de años subsecuentes (determinado por la magnitud de la declinación en abundancia en esos años). Para cada población de salmón, calculamos la frecuencia en que cada indicador de estatus pasado era igual al estatus subsecuente. Ningún indicador de amenaza proporcionó estimaciones de estatus libres de error, pero los indicadores que reflejaron la extensión (i.e., magnitud) de la declinación en abundancia pasada (mediante comparación de la abundancia actual con la abundancia histórica de referencia) tendieron a reflejar de mejor manera el estatus en años anteriores que la tasa de declinación en las 3 generaciones previas (un indicador ampliamente utilizado). Recomendamos que, cuando sea posible, se evalúe la confiabilidad de varios indicadores de amenaza con análisis empíricos antes de que esos indicadores sean utilizados para determinar la necesidad de acciones de conservación. Estos indicadores deben incluir estimaciones a partir del total de datos para considerar una referencia histórica.Resumen: Aunque existen muchos indicadores de riesgo (i.e., sí las poblaciones o especies cumplen con criterios para justificar acciones de conservación), su confiabilidad ha sido probada pocas veces. Dichos indicadores pueden fallar al identificar que una población o especie cumple con criterios para acciones de conservación (negativo falso) o pueden mostrar incorrectamente que tales criterios se han cumplido (positivo falso). Para cuantificar la tasa de ambos tipos de error para 20 indicadores de declinación de abundancia (indicadores de amenaza) utilizados comúnmente, utilizamos curvas de características de operación de receptores derivadas de datos históricos (1937–2008) de 18 poblaciones de salmón (Oncorhynchus nerka) en el Río Fraser, Columbia Británica, Canadá. Retrospectivamente determinamos el estatus anual de cada población (reflejado en cambios en la abundancia en el tiempo) con base en cada indicador. Posteriormente comparamos el estatus de la población en un año determinado con el estatus de años subsecuentes (determinado por la magnitud de la declinación en abundancia en esos años). Para cada población de salmón, calculamos la frecuencia en que cada indicador de estatus pasado era igual al estatus subsecuente. Ningún indicador de amenaza proporcionó estimaciones de estatus libres de error, pero los indicadores que reflejaron la extensión (i.e., magnitud) de la declinación en abundancia pasada (mediante comparación de la abundancia actual con la abundancia histórica de referencia) tendieron a reflejar de mejor manera el estatus en años anteriores que la tasa de declinación en las 3 generaciones previas (un indicador ampliamente utilizado). Recomendamos que, cuando sea posible, se evalúe la confiabilidad de varios indicadores de amenaza con análisis empíricos antes de que esos indicadores sean utilizados para determinar la necesidad de acciones de conservación. Estos indicadores deben incluir estimaciones a partir del total de datos para considerar una referencia histórica.
