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Creación de la entidad 1948

Por Decreto 20.564/1948 del PEN, con intervención del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, encabezado por el Dr. Belisario Gache Pirán, como autoridad administrativa, se otorga personería jurídica a la Fundación Ayuda Social Maria Eva Duarte de Perón, como ente de carácter privado. El matrimonio de Maria Eva y Juan domingo Perón con un capital inicial de solamente $10.000 pesos m/n decidieron formar en la Ciudad de Buenos Aires la fundación que se denominó FUNDACIÓN DE AYUDA SOCIAL MARIA EVA DUARTE DE PERÓN. La Fundación se constituyó el 19 de Junio de 1948 y obtuvo su personería jurídica el 8 de Julio de ese mismo año.
El 25 de septiembre de 1950 cambia su denominación por la de Fundación Eva Perón, refrendado por el Decreto del PEN Nº 20.268. El Honorable Congreso de la Nación sancionó la Ley Nacional 13.992, denominada LEY FUNDACIÓN EVA PERÓN, por la cual se cambiaba su denominación a la actual FUNDACIÓN EVA PERÓN declarándose toda la actividad que desarrollara la Entidad como de Interés Nacional.

Antecedentes históricos

Podríamos decir que las bases históricas de la Fundación Eva Perón se originan el 2 de enero de 1823, por Decreto del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, don Martín Rodríguez, fundándose la Sociedad de Beneficencia, retomando el Estado las actividades de ayuda social que eran desarrolladas por la Iglesia Católica.
Fue su objeto la dirección e inspección de las escuelas de niñas y de todo establecimiento público dirigido al bien de los habitantes de sexo femenino, y sus atribuciones fueron:
a- La dirección e inspección de las escuelas de niñas.
b- La dirección e inspección de la casa de expósitos, de la casa de partos públicos y ocultos, del hospital de mujeres, del colegio de huérfanos, y de todo establecimiento público dirigido al bien de la población de ese sexo.
La institución tuvo marcada actuación con la Institución del Defensor General de Menores y Expósitos, heredero del Real Patronato de Menores de la época colonial, que obtiene conformación definitiva por la Ley 1.144 reformada Ley 1.893 de 1886. Este comentario es de gran importancia, dado que por la estrechez y conjunción de las labores entre las dos instituciones, la Sociedad de Beneficencia pasó a ser un ente dependiente del Estado Nacional a partir del 9 de diciembre de 1880 hasta 1946, fecha de su disolución.
En 1946, el Senado Nacional alegando que la Sociedad de Beneficencia no respondía a las exigencias sociales, solicita al Gobierno nacional (según el Diario de Sesiones de la época) que interviniera la entidad, lo cual se formalizó por Decreto Nº 9.414 de 1946, disolviéndola en 1948. No se intervino una entidad de carácter privado (art. 33, segunda parte, del Código Civil), se actuó contra un ente estatal deficiente.

Obra de la entidad 1948-55

El 28 de Agosto de 1948 Evita dio lectura, en el Ministerio de Trabajo, a la declaración de los Derechos de la Ancianidad, que puso en manos del Presidente, solicitando que fuera incorporada a la legislación y a la práctica institucional de la Nación. Fue incluida en la Constitución Nacional de 1949. En los hechos, la Fundación construyó Hogares de Ancianos y obtuvo la sanción de una ley que otorgaba pensiones a los mayores de 60 años sin amparo.
El desempeño de la entidad en los años gloriosos, 1948-1955, constituyen una monumental obra de acción social, reconocida universalmente, imposible de sintetizar en unas pocas frases.
En 1950 (el 25 de septiembre de 1950), la Fundación concretó un plan de construcción de mil escuelas en el país, como así también escuelas agrícolas, escuelas talleres y jardines de infantes y maternales. La Ciudad infantil Amanda Allen y la Ciudad Estudiantil formaron parte del plan de acción educacional. La primera estaba destinada a niños de dos a siete años, huérfanos o niños que no podían ser atendidos por sus padres y, la segunda, a residencia de estudiantes del interior del país sin familia en Buenos Aires. En febrero de 1950 se puso en marcha el Plan de Turismo Infantil, que les hizo conocer a los niños paisajes del país, ignorados por ellos hasta entonces. Las colonias de vacaciones completaban el espectro. Los campeonatos infantiles y juveniles, que habían comenzado siendo de fútbol y terminaron incluyendo muchos otros deportes, fueron la ocasión para la revisación médica de más de 300 mil niños. El Hospital de Lactantes y Epidemiología Infantil y la Clínica de Recuperación Infantil de Terma de Reyes fueron concreciones de la Fundación en el ámbito de la salud infantil. La problemática del alojamiento transitorio de las mujeres fue encarada mediante la construcción y el mantenimiento de tres Hogares de Tránsito en Capital Federal, que hallaron su réplica en el interior.
En materia de salud, la Fundación construyó cuatro Policlínicos en Buenos Aires: el de Ezeiza y los de Avellaneda, Lanús y San Martín, así como también otros 4 en el interior del país. Amén de ello, la Fundación proveyó de modernos equipamientos a otras unidades hospitalarias. El Tren Sanitario Eva Perón, dotado de la más moderna aparatología, cumplía con la tarea de relevamiento y protección de la salud de las poblaciones más alejadas de los centros vitales.
En septiembre de 1950 se inauguró la Escuela de Enfermeras, una de las obras más queridas de Evita, prestando sus egresadas servicio tanto en el país como en el exterior.
En materia habitacional, la Fundación emprendió la construcción de viviendas para obreros, como el barrio Presidente Perón y la Ciudad Evita, proporcionando vivienda propia a 25 mil familias.
Todas las obras de la Fundación fueron seguidas y supervisadas, en su ejecución y en su funcionamiento, por Evita.
A la acción desplegada, la Fundación sumaba su solidaridad con los países extranjeros que estaban en situaciones de catástrofe o necesidad. Ecuador, España, Italia, Israel, Francia, Japón, Perú y Bolivia, entre otros, dan testimonio de ello.
Al morir Evita, la Fundación continuó su labor, pero ya no tuvo la misma fuerza ni operatividad. 

Escuela de Enfermeras Eva Perón

El 24 de febrero de 1951 se inauguró el Hospital Presidente Perón situado en Sarandí, (Partido de Avellaneda) nombrándose Director al Dr. Ricardo Finochietto.
El 7 de mayo de 1951 se creó la Escuela de Enfermería de dicho nosocomio. Dijo por entonces el General Perón: “Al poner la dirección de este Instituto en manos del ilustre maestro Ricardo Finochietto, no solamente se cumple con un deber de gratitud hacia la ciencia argentina, sino que se demuestra que esta maravilla hospitalaria no es solo un continente, sino que hay adentro un contenido que vale tanto como el continente. Y esto es especialmente grato a mi corazón de argentino y de hombre del pueblo porque ofrecemos a nuestros hombres humildes las más altas de la cumbres que nuestra ciencia está produciendo en estos tiempos”.
En noviembre de 1951 fue operada allí Eva Perón y el día 11 del mismo mes, desde su habitación del Hospital, Evita votó por primera vez como millones de mujeres argentinas.
El Dr. Finocchietto continuó dirigiendo la Escuela Quirúrgica Municipal para Graduados, hasta que fue dejado cesante en el Hospital Rawson por la revolución de septiembre de 1955, por lo que continuó con su actividad quirúrgica y docente en ámbitos privados, falleciendo el 1° de abril de 1962 a los 74 años de edad.

Cierre y proscripción 1955

El 8 de octubre de 1955 el Gobierno de facto, LONARDI - ROJAS, promulgó el Decreto Ley 556/55 y modificatorios se decreta el cierre y liquidación de los bienes que pertenecieron a la FUNDACIÓN EVA PERÓN.
El Gobierno de facto, LONARDI - ROJAS, promulgó el Decreto Ley 556/55 por el cual se decreta el cierre y liquidación de los bienes que pertenecieron a la FUNDACIÓN EVA PERÓN, pasando a integrar los mismos el Patrimonio Nacional o de las Provincias. Estos bienes enajenados cuyo capital asciende a una suma que supera los 15.000.000.000 U$S hasta el momento no ha sido devuelto .-Posteriores gobiernos (inclusive democráticos) han procedido a la venta de muchos de los mismos a terceros.

La Resistencia 1955-73

Luego de la Revolución de 1955, mal llamada “libertadora”, a la que deberíamos redefinir incorporándola en los libros de texto como la “Revolución Fusiladora de 1955”, los miembros de la Fundación Eva Perón intervenida, vaciada y disuelta se sumaron mayoritariamente a la resistencia, algunos siguieron vinculándose en el exterior con nuestro líder en su periplo por distintos lugares de Latinoamérica.
El General Perón pudo sobrevivir y al final llego a Madrid; instalado definitivamente en Puerta de Hierro, donde continuó recibiendo a muchos de nuestros compañeros, instruyéndolos, preparando su retorno y futura gestión de gobierno. La comunicación del General con su pueblo se realizaba por distintos medios, el Ateneo Eva Perón, entre otros, difundió escritos e instructivos y organizó actos conmemorativos para honrar a nuestros mártires. La utilización de la Fundación Eva Perón estaba prohibida y cada vez que se hacía una presentación en la IGJ era ignorada.

La vuelta del General 1973

Durante la resistencia el Ateneo había representado a la proscripta Fundación Eva Perón, pero la cercanía del retorno hizo que el General instruyera a nuestros compañeros a conformar equipos técnicos para la eventual vuelta al poder, creándose entonces el Comando Tecnológico Eva Perón.
Fue así que cuando el General regreso dio lugar a programas de gobierno que habían sido desarrollados por nuestros equipos técnicos, incluso llevó a muchos de nuestros hombres a ocupar cargos públicos. Algunos compañeros hablaron con un desencarnado Perón (como el mismo se calificaba) acerca de nuestra entidad en Octubre de 1973 y él dijo: compañeros, después de tantos años de lucha y resistencia, necesito de uds., pero éste no es el momento, sepan esperar hasta consolidarnos y entonces si nos dedicaremos con toda la fuerza para restablecer la Fundación Eva Perón. Mientras tanto los compañeros Miguel Ángel Guzzo, Hugo Maximiliano Álvarez y Horacio Buscaglia, se incorporaron a la intervención de la Junta Nacional de Carnes en 1973, en una etapa similar a la actual con sobreprecios en la carne, realizando también un importante estudio sobre contrabando en zona de fronteras.
La muerte de Juan Domingo Perón, el 1º de Julio de 1974, posterga la reapertura de la entidad, además al gran vacío dejado por su desaparición física le siguieron las renuncias de muchos de nuestros hombres que fieles a Perón y a Eva Perón no quisieron continuar en funciones.

El golpe de estado de 1976

Es necesario entender la gravedad de ambos, pero a diferencia de aquella revolución fusiladora de 1955, que descaradamente fuera realizada con cobardes bombardeos a plena luz del día sobre la población indefensa, el golpe de 1976 fue planeado y ejecutado del modo mas cruel, realizando, con la complacencia ingenua de una “sociedad” hipócrita, una represión insensata que genera miles de desaparecidos pero que es un efectivo elemento de distracción para consumar el objetivo central de destruir los pilares de una estructura económica de producción sana e independiente y generar un endeudamiento opresor.    En este triste periodo volvimos a perder a compañeros y amigos al igual que en la “operación doble comandos” del 9 de Junio de 1956.
   Los continuadores sobrevivientes mantuvieron la calma, esperando en el país y en el exterior, sufriendo de impotencia pero reagrupándose y juntando fuerzas para cuando fuese el momento oportuno, el objetivo era claro y movilizador: reabrir y poner en marcha nuestra querida Fundación.

Retorno a la democracia 1983

Luego de la derrota en las elecciones nacionales del 1983, el Ateneo Eva Perón publicó “perdieron los dirigentes no la doctrina”. Pero el principal objetivo era esclarecer si se habían hecho las cosas mal o si el peronismo podría volver a gobernar sin Perón?
Se recorrió el país escuchando a nuestra gente, algunos compañeros se alinearon con el Cro. Carlos A. Vázquez en la renovación junto al Dr. Antonio Cafiero, quien al ganar la provincia de Buenos Aires en 1987 levanta la moral partidaria y demuestra que el Justicialismo es considerado, ya sin su Líder, como una opción legítima y representativa del electorado. Otros compañeros estaban en Federalismo y Liberación con “Facundito”.
Recién después de la interna de 1988 y frente a las elecciones generales de 1989 el Ateneo y El Comando Tecnológico Eva Perón trabajaron abiertamente, y como siempre lo habían hecho, apoyando al movimiento.

Devolución de la Per. Jurídica 1989

Cumplidos los anhelos de tantos luchadores como el Dr. Raúl Matera, Miguel Ángel Guzzo, Hugo M. Alvarez, Hugo del Carril, “el manco” Ramírez, Horacio Bergallo, Horacio Buscaglia (viepresidente del Comando Tecnológico Eva Perón en 1973), Carlos A. Vázquez, Horacio Filippo (sobrino del confesor de Juan Domingo y primer sacerdote Diputado Nacional, padre Virgilio Filippo), Benjamín Mota, etc.
  Con la llegada a la Presidencia de la Nación del Dr. Carlos S. Menem en Julio de 1989 y luego de una puja con otros sectores del movimiento, la Resolución 815/89 de la IGJ del 12 de Octubre de 1989 nos saca del anonimato, otorgándole el número 1512978. El primer Presidente de la Fundación Eva Perón en esta nueva etapa sería el gran compañero “Hugo del Carril”, pero su fallecimiento modifica los planes. Igualmente y en reconocimiento a su aporte y participación para la obtención de la nueva personería jurídica, se lo incorpora como “Presidente Honorario” conjuntamente con Ramón Cereijo, el Presidente de la Nación y la Primera Dama.
  También debemos mencionar que el entonces Senador Nacional Deolindo Felipe Bittel ayudó en el ámbito judicial para la obtención de esta personería, algunos años mas tarde conmemorando el 50º aniversario de la promulgación de la ley del voto femenino, la Fundación coloca una placa en el salón Eva Perón del Honorable Senado de la Nación y el escribano "Chacho" Bittel pronuncia su ultimo discurso en Buenos Aires, fallecería días mas tarde en su Chaco natal.
  Desde su reapertura en 1989 la Fundación fue presidida ininterrumpidamente, hasta su fallecimiento, por Oscar Bortolin, aquel chico que desde los 16 años colaborara con la Sra. Eva Perón, en el despacho del Ex Consejo Deliberante.

La década de 1990-99

Si bien Oscar Bortolin impulsó vehementemente desde 1.983, cuando expreso en una de las ediciones especiales de la Revista EVITA: "perdieron los dirigentes, no la doctrina", y mas tarde muy especialmente en 1.988 y 1.989 la candidatura del Dr. Menem a la presidencia de la Nación Argentina. Así fue que la fundación Eva Perón tuvo hasta 1995 participación en actos conmemorativos y otras cuestiones menores ya que nuestros aportes en programas de gobierno nunca fueron tenidos en cuenta. Si bien el ex Presidente Menem había cumplido a su manera con la restitución de la entidad y de haber manifestado en un acto público “no pongo solo mi firma sino mis huellas digitales para devolver los bienes de la Fundación Eva Perón”. jamás cumplió las promesas formuladas de nombrarla continuadora ni de restituir los bienes de la Fundación.
  Además, cuando todos creían que se desarrollaría un modelo de revolución productiva con la reinstauración de los ideales de justicia social, economía libre y política soberana, el enemigo interno actuaba implacable. Analizada la situación y sufriendo el dicho popular que dice que “no hay peor astilla que la del mismo palo” costaba aceptar la realidad y no había capacidad de reacción. Si en algún momento se trató de explicar lo injustificable, en 1997 el Presidente de la Fundación solicitó públicamente la expulsión del Dr. Menem de la conducción del Partido Justicialista, por traidor a la patria, frívolo y principal responsable de este nuevo vaciamiento nacional.
  Con el espíritu de reagrupar fuerzas en 1998 fue lanzada una línea interna para dar batalla dentro del justicialismo, el “CEN” (Concentración Evitista Nacional), sin embargo una picardía política hizo que a la semana la Sra. Hilda “Chiche” de Duhalde lanzara esta línea apoyada en un fuerte operativo de prensa en la provincia de Buenos Aires. Por obvias razones preferimos automarginarnos.