El balonmano moderno se comenzó a jugar a finales del siglo XIX, en Dinamarca, Alemania y Suecia. El balonmano de 11, basado en el juego de Raffball (balón arrancado) y de Königsbergerball (Konrad Koch, 1846-1911) apareció a principios del siglo XX. En 1910 G. Wallström introdujo el juego del "balonmano" en Suecia.

Este deporte ha evolucionado y su popularidad ha aumentado desde los primeros años del siglo XX. No deja de ser irónico que fuera el secretario general de la Asociación Internacional de Fútbol, un alemán de nombre Hirschmann, quien fomentara la práctica del balonmano a 11 en 1912. Max Heiser redactó el primer reglamento de balonmano a 11 en 1917 y, dos años más tarde, en 1919, el profesor de deporte Karl Schelenz, de Berlín, lanzó esta forma de balonmano practicada en un campo de fútbol. Mejoró el reglamento inicial, y en la actualidad se le considera uno de los creadores del balonmano.

En 1928, con motivo de los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, se fundó la International Amateur Handball Federation (IAHF). En 1938 tuvieron lugar en Alemania los primeros campeonatos mundiales de balonmano a 11. La Federación Internacional de Balonmano se constituyó en 1946 por los ocho miembros fundadores de la IAHF. En aquellos años, convivían dos modalidades de balonmano, una versión de 11 jugadores en Europa, y otra de 7 jugadores en sala, exclusivamente en los países escandinavos. Entre 1938 y 1966 se practicaron simultáneamente las dos modalidades, cada una de ellas con su propio campeonato mundial.

El balonmano (versión sala) apareció por primera vez en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972. Participaron 16 equipos masculinos y Yugoslavia ganó la medalla de oro.

El balonmano femenino se introdujo en los Juegos siguientes, en Montreal 1976. La Unión Soviética consiguió los dos títulos olímpicos. En el torneo masculino participaron 11 equipos y en el femenino, compitieron seis.