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Les Corts Catalanes i la primera Generalitat medieval

                                                                                    


Las Cortes Catalanas y la primera Generalidad medieval (s. XIII-XIV)


Portada de la compilaci�n del 1588-1589 de las Constituciones y otros derechos de Catalu�a.

El antecedente m�s antiguo de compilaci�n jur�dica catalana, Los "Usatges" de Barcelona, hecha en el siglo XII, no era un corpus de legislaci�n codificada. Fue en las Cortes Reales celebradas a Barcelona el 1413 que los diputados  propusieron  al rey Fernando I que fuera encargada a juristas reconocidos la compilaci�n de las Constituciones de Catalu�a. Fue impresa en el "incunable" del 1495. En las Cortes celebradas a Monts� el 1585, reinando Felipe II, se acord� una nueva compilaci�n, impresa a Barcelona en tres vol�menes el 1588-1589 bajo el t�tulo: Constituciones y otros derechos de Catalu�a. La tercera y �ltima recopilaci�n del derecho general de Catalu�a se imprimi� en Barcelona el 1704, bajo el reinado de Felipe V.


La Generalitat de Catalunya (como tambi�n la Generalitat Valenciana) tiene su origen en las Cortes Reales Catalanas, las cuales, ya en la �poca de Jaime I el Conquistador (1208-1276), se reun�an convocadas por el rey como  representativas de los estamentos sociales de la �poca. Los antecedentes de las Cortes Reales Catalanas se tienen que situar en la Corte condal (hacia  el a�o 1000) y en aquellas asambleas de Paz y Tregua que desde el 1021 se reun�an para deliberar y pactar la interrupci�n de las guerras y los actos de violencia.

Los historiadores sit�an el nacimiento de las Cortes Catalanas en la asamblea convocada por el legado pontificio, cardenal Pedro de Benevento, celebrada en el castillo de la Suda (L�rida) el a�o 1214. La convocatoria respond�a a la necesidad de arreglar la confusa situaci�n del pa�s despu�s de la muerte del rey Pedro I en la batalla de Muret y el inicio del reinado del su hijo Jaime I, de pocos a�os de edad. El nuevo rey hizo  su juramento  delante de los prelados y magnates de la curia real y de los representantes de las ciudades y  pueblos.

Fue bajo el reinado de Pedro II el Grande (1276-1285) que las Cortes Reales Catalanas tomaron forma institucional. En les Cortes celebradas en Barcelona el a�o 1283 el rey obligaba a celebrar " Cortes Generales" una vez  al a�o, con la participaci�n representativa de la �poca, para tratar del buen estado y reformaci�n de la tierra. El mismo rey dec�a: "si nosotros y nuestros sucesores queremos hacer alguna constituci�n o estatuto en  Catalu�a, lo someteremos a la aprobaci�n y consentimiento de los Prelados, de los Barones, de los Caballeros y de los ciudadanos...".

As�, pues, las Cortes ejerc�an funciones de consejo y tambi�n legislativas por medio de los tres "brazos" que les compon�an: el eclesi�stico (clerec�a), el militar (nobleza) y el popular o c�mara real (pueblos y ciudades sometidas directamente al gobierno del rey). El conjunto de todos los representantes catalanes a las Cortes era llamado "lo General de Cathalunya", verdadero equilibrio de poderes entre los "brazos" y el rey.

El origen de la Generalidad es preciso buscarlo en la necesidad que ten�an las Cortes Reales de disponer de �rganos ejecutivos de sus acuerdos. Esquem�ticamente, el proceso se puede concretar en diversos momentos hist�ricos de los siglos XIV y XV.

El primer paso tuvo lugar en las Cortes celebradas en Monts� (Arag�n) el a�o 1289, cuando se design� una "Diputaci�n del General", comisi�n temporal para recaptar el "servicio" o tributo que los "brazos" conced�an al rey a petici�n suya.

El segundo paso  tuvo lugar en las Cortes de 1358-1359, celebradas en Barcelona-Vilafranca-Cervera. En efecto, bajo el reinado de Pedro III el Ceremonioso (1336-1387) Castilla invadi� Arag�n y Valencia dando lugar a enfrentamientos b�licos que ocasionaban grandes gastos a la corona catalana-aragonesa. Esta circunstancia  motiv� que las Cortes designaran doce diputados con atribuciones ya ejecutivas en materia fiscal y unos "oyentes de cuentas" que controlar�an la administraci�n bajo la autoridad de quien ha estado considerado el primer Presidente de la Generalidad, Berenguer de Cru�lles, obispo de Girona (1359).

Esta nueva Diputaci�n del General ha estado considerada por los historiadores come el primer embri�n de la futura Generalidad.

En las Cortes de Monts� de 1362-1363: se creo el impuesto llamado "generalitats", un tributo permanente que garantizaba unos ingresos propios y una continuidad de la Diputaci�n del General integrada desde entonces por tres diputados.

En las Cortes de Barcelona-L�rida-Tortosa de 1364 y 1365 se complet� la consolidaci�n del que ya se puede considerar una instituci�n ejecutiva: las Cortes emitieron deuda p�blica que havia de ser administrada por la Diputaci�n del General o Generalidad con  car�cter permanente. En estas mismas Cortes se asign� la residencia de este organismo a la misma capital de Catalunya, Barcelona. As�, se habilit� una casa de la calle San Honorato que aun hoy constituye la fachada oriental del Palau de la Generalitat, un de los pocos palacios g�ticos, quiz�s el �nico en Europa, que continua siendo la sede de una instituci�n de gobierno de los siglos XIV i XV.

Finalmente, el a�o 1413 el rey Fernando I dio a la Generalidad una forma legal definitiva y se convirti� en un organismo de gobierno, casi desvinculado de las Cortes, aut�nomo en la designaci�n de sus componentes, y con funciones para  observar el sistema constitucional de la Confederaci�n.


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