Si vas para República Dominicana debes procurar conocerlo todo: sus lugares, sus actividades, su gastronomía y por supuesto sus bebidas. Por ell,o a continuación te diremos cuáles son las que debes probar cuando visites este país.
1-Mamajuana o Damajuana
Antes de pedir cualquier bebida, primero debes pensar en la Mamajuana. Esta, a quienes muchos le dicen la bebida espirituosa de la isla, es una mezcla de hojas, especias dulces, palo de Brasil, raíces y bejuco de Indio, que son solamente algunos de los principales ingredientes que la componen.
Estos componentes se dejan macerar en una botella de vidrio por un tiempo y después se les agrega el ron, y ahí es cuando puedes disfrutar de este elixir que, aunque no lo creas, también tradicionalmente ha sido utilizado como producto medicinal para el resfriado, problemas en los riñones y como un excelente afrodisíaco, lo cual se logra gracias al miembro de la tortuga carey, utilizado para preparar la Mamajuana.
2-El Brugal
Otra bebida favorita de los dominicanos es el Brugal, la marca de ron de este país. Sin embargo no te dejes engañar y ve con un poco de precaución porque, de pasarte la mano con este trago, puedes tener una gran resaca, que a su vez podrás calmar con un zumo de caña de azúcar.
3- Presidente
La cerveza más popular de República Dominicana es la Presidente, es tipo pilsener y estilo rubia. Si quieres tomarla como un local debes pedirla muy fría, casi congelada, para comenzar a disfrutar de esta bebida.
4-Morir Soñando
Para los que no les gusta el alcohol, o simplemente quieren disfrutar de una cena acompañada por un delicioso trago, Morir Soñando es la mejor alternativa, ya que es la bebida tradicional de esta Isla del Caribe y está hecha de naranja, azúcar y leche.
Como siempre, y aunque la diversión es uno de los mayores atractivos de cualquier viaje de placer, hay que recordar que el punto no está en privarse de consumir alcohol (recordemos que las bebidas también forman parte de la cultura de la localidad) sino en cuidarse de consumir las bebidas alcohólicas con moderación, de modo de no convertir unas vacaciones en un evento nada memorable.