El proceso de regularización de inmigrantes abierto por el Gobierno, que se cerró ayer, se ha convertido en el más amplio efectuado hasta ahora, según las cifras difundidas por el Ministerio de Trabajo. Cerca de 700.000 sin papeles han presentado documentos en oficinas de la Seguridad Social -en la imagen, el ministro de Trabajo en una de ellas con una inmigrante- para convertirse en trabajadores con todos los derechos y obligaciones. El Gobierno cree que han quedado fuera del proceso 100.000 inmigrantes.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de mayo de 2005