Professional Documents
Culture Documents
Martnez
!i:
^^UM'^
i]
^j(K\-W
K'
g^?^$5c^<^vA
^^x\s
http://www.archive.org/details/eccepericlesOOarguat
m
t.t
ECCE FERILES!
AFAE
EVA
MARTNEZ
lEcce
i
Pericles!
el
Luis Beltranena, Flavio Herrera y Alejandro Arenales y el padre ngel Arn para ser enviada al
y
americano, de Parrar
Muoz
wwVM.ufm.edu Guatemafa
urlogo
/
Guatemala
.
.
abril 8
de 1941.
as como se puede pedir a un amigo un fsforo para encender que haga prlogo para su "Ecce Fereles" Cole
el cigarrillo
el
mo si yo
tuviera fsforos!
los tengo!
Y no
Jams he
escrito
muy rara vez he ledo alguno, pues por lo general he deseado llegar luego al grano de la obra y paso en dos zancadas sobre la paja
prole gomenar sin perder tiempo en escarbarla.
lectores hacen lo
los
Dos das he pasado rumiando la idea del prlogo. Qu lo, seor! Qu lo! Cundo un escritor de primera fila ha necesitado que
literarias?
lo
El autor, ni la obra necesitan de mi padrinazgo, y al lector probablemente le fastidiar. Para qu quiere Arvalo Martnez que le ponga prlogo? Despus de mucho pensarlo, creo que hay un aspecto del tema que se entrev en la obra, pero que ni el autor profundiza ni el lector puede suplir, a menos que sea muy versado en los achaques de nuestra historia: es el carcter de los dos protagonistas del drama: el Tirano y el Pueblo. Quizs sobre ese asunto quepa filosofar un poco, justificando as que ponga yo mis manos pecaminosas en la construccin del pedestal sobre el que se levantar la estatua.
A Estrada Cabrera se le ha tenido por un hombre extraordinariamente inteligente, ambicioso, desptico, vengativo, cruel, sanguinario y valiente.
VI
PROLOGO
Creo que por ninguno de esos conceptos se desfaca de la mediocridad: Su prodigiosa inteligencia es un mito hijo de la adulacin sin tasa que se desbord hasta lo increble durante su rgimen. Si analizamos con imparcialidad los hechos, veremos que en vez de inteligencia sus triunfos se debieron a cierta astucia, mucho de buena suerte y, principalmente, al uso irrestricto de todos los recursos de la nacin cuando as convena a sus fines. La negociacin del Ferrocarril del Norte no le favorece mucho en cuanto a inteligencia. Su triunfo sobre la revolucin de 1906, debido a la oportuna muerte de Regalado, fu obra de la casualidad. Los tratados de 1907 no son obra suya. Despus del terremoto no supo qu hacer para fomentar el resurgimiento de la capital. En su lucha final contra el movimiento unionista es evidente que no dio muestra de ser el poseedor de una inteligencia privilegiada. Ya cado y sometido a varios procesos, sus defensas no son ningn prodigio de sabiduria.
cambio, los vicios apuntados son exageraciones de la propaganda de sus enemigos. Es verdad que se hizo culpable de asesinatos polticos: el de Reyna Barrios probablemente; los de Jos Mara Urbizo, de Rosendo Santa Cruz y cien ms, sin duda alguna... En cambio, despus del atentado de "la bomba'' fueron sentenciados a muerte por el tribunal militar los culpables y l se abstuvo de mandar a ejecutar la sentencia probablemente con la intencin de perdonarlos a la larga. Es verdad que un ao despus gritaba :"Hay balas para matar al presidente de la repblica, y no las hay para castigar a los traidores!" Palabras que dieron pbulo a sus secuaces para cometer atrocidades inauditas, como la de pro-
En
muerte a veinte cadetes en noventa minutos y la de ejecutar, juntamente con los sentenciados un ao antes, a los doctores Mateo Morales y Francisco Ruiz. que slo estaban purgando sentencias de prisin por delitos politicos; pero, ya en calma, ninguno de los comprometidos en ese atentado y capturados despus fu sacrificado. Otros gobernantes en horas de peligro han sido ms implacables o ms generosos que l y eso tampoco lo distingue. Su crueldad se manifest ms que todo por la tendencia que tena de ordenar las flagelaciones; pero esta era hna antigua costumbre "chapina" que l slo continu
cesar, indagar, or la defensa y sentenciar a
practicando sin distinguirse particularmente por ello. Desptico s lo fu; pero antes que l lo haban sido Carrera y Barrios, y
despus
lo
han sido
otros,
PROLOGO
VII
La supuesta ambicin desmedida quizs sea el ms injusto de los cargos que se le han hecho. Era tacao, y mucho, pero la herencia que dej a su muerte fu muy modesta, pudiendo haberse adueado de millones. Es justo reconocerlo: no fu ladrn.
se caracteriz antes
que todo por el estancamiento de todo progreso. Fu para Guatemala un letargo ce un cuarto de siglo mientras todos los otros pueblos avanzaban en la senda del progreso. Finanzas, economa, agricultura, educacin, caminos, comercio exterior, e interior, ejrcito, polica, todo sin excepcin sinti el efecto enervante de aquel dictador, que como el hada de la leyenda, con el pinchazo de su aguijn sumi a Guatemala en un sueo profundo del que slo despert a la voz mgica del Acta de los Tres Dobleces.
"Fabricante
de
chalecos'^
le
llamaba
el
doctor
Hermn
Prowe, porque
buena, pero no tenan ni mangas ni respaldo! Y efectivamente sus sonadas fiestas de Minerva, apoteosis del magisterio y de la educacin del pueblo, eran un contrasentido cuando aqul se mora de miseria y sta decaa ms y ms cada ao, hasta llegar a un analfabetismo
la
muy
del
96% segn
'^
el
censo de 1920.
otros
muchas jams
funcionaron y las pocas que lo hicieron fu sin honra ni provecho. El Asilo de Convalecientes Estrada Cabrera, fu un magnfico hospital, soberbiamente equipado, que por varios aos adorn la avenida de La Reforma, pero nunca se admiti en l a un enfermo y fu destruido por el terremoto de 1917-18. Y as podramos seguir enumerando su Universidad nacional, su Jardn de experimentacin, su Academia militar, su Telgrafo sin hilos y tantas otras iniciativas que jams pasaron de un nombre, un rtulo y un frontn imponente para fotografiar y ensear en el
extranjero.
ni popular, ni valiente; si slo fu
Estrada Cabrera no fu ni inteligente, ni organizador, un hombre mediocre en todas las mantenerse en cmo el poder tanto tiempo? Cmo pudo esferas, tantas veces? pudo hacerse reelegir Dolorosa es la respuesta, pero verdica: su larga dictadura
si
Pero
yUI
PROLOGO
Estrada Cabrera lleg al poder a la muerte de Reyna Barrios en carcter de primer designado. Su perodo haba terminado ya, pero la Asamblea no haba nombrado sucesor. Por un rasgo de audacia se impuso al pequeo grupo de seis ministros a quienes conoca muy de cerca, pues haba sido uno de ellos, y saba que sin ningn riesgo poda conseguirlo. El estaba preparado. Para los otros fu una sorpresa en momentos de perplejidad ante una situacin imprevista. Tuvo esa ventaja y la aprovech, arriesgando la oposicin militar, que fu desorganizada y dbil.
Ya en
result electo,
como en anlogas
Manuel
L. Barillas,
Carlos Herrera, Jos Mara Orellana y Lzaro Chacn. Las nicas excepciones en la lista ms que secular de nuestros
mandatarios
1823 a 1837
lo
han sido Vicente Cerna, Miguel Garca Granados, Jos Mara Reyna Barrios y Jorge Ubico; pero si Reyna Barrios entr al poder elegido con razonable libertad, fu nicamente porque Barillas no quiso continuar siendo nuestro gobernante. Qarca Granados fu impuesto por el triunfo de la revolucin que encabez y el ltimo lleg al poder apoyado por el nico partido poltico organizado que entonces exista y cuando ya el ministro americano le haba preparado el camino obligando al general Manuel Orellana a dejarlo cuando ya la Asamblea Nacional haba consagrado su usurpacin nombrndolo primer designado ex post f acto Pero si la primera eleccin de Ubico es una excepcin de la regla, no sucede lo mismo con la de 1937, que alterada en la forma para poder salvar los obstculos constitucionales, en el fondo es lo mismo, como tambin es, a no dudarlo, la extensin del perodo de
Reyna
Barrios.
Cmo han dejado poder nuestros mandatarios? Rafael Carrera muri en el poder; Vicente Cerna, derrocado por la revolucin; Miguel Garca Granados entreg el poder a Barrios; Justo Rufino Barrios muri en el poder;
otro aspecto de la cuestin:
Veamos
el
Manuel
poder;
PROLOGO
IX
el
movimiento nnio-
Carlos Herrera, derrocado por golpe militar; Jos Mara Orellana muri en el poder; Lzaro Chacn, prcticamente muri en el poder; Baudilio Palma, derrocado por el cuartelazo de
llana;
Manuel Ore-
Manuel Orellana, repudiado por el ministro americano; Jos Mara Reina Andrade entreg el poder a Ubico.
De
lo anterior
podemos deducir
lo siguiente:
Regla: En Guatemala los presidentes han sido vitalicios, a menos que fueran derrocados por la violencia o que no quisieran continuar en el poder. Y los ms furibundos anatemas, los ms solemnes juramentos, los ms rgidos preceptos constitucionales no lo pueden evitar. As nos lo ensea la historia. Pero por qu es as? La estructura racial y la historia social y poltica del pueblo nos dan la respuesta: La raza indgena estaba ya acostumbrada a la obediencia pasiva, absoluta, bajo el rgimen teocrtico feudal que imperaba desde siglos antes del descubrimiento de Amrica. Los cuatrocientos aos de esclavitud de hecho que a ella siguieron no tuvieron ninguna influencia favorable para el desarrollo de las virtudes
cvicas.
tiene tradiciones
poca de la colonizacin acababa de librarse de ocho siglos de dominacin sarracena, y los reinos que haban estado ms libres del yugo musulmn eran monarquas absolutas. Por otra parte, el profundo arraigo de la religin catlica medieval, aliada a la monarqua con su fanatismo e intransigencia, no era un medio apropiado para ejercitar la libertad de pensamiento ni en el terreno religioso ni en el poltico. El espaol de entonces no tena la democracia en la sangre, al contrario del anglosajn; y si al influjo de la revolucin francesa se sembr la simiente de las libertades ciudadanas con Fernando VII y las Cortes de Cdiz, los frutos cosechados al cabo de una centuria no son todava sazonados, como lo prueba el ruidoso fracaso de la segunda repblica, que fu a morir en brazos del comunismo ruso.
PROLOGO
El ncleo relativamente pequeo de conquistadores, de los colonos espaoles que fueron viniendo ms tarde y de sus descendientes legtimos, goz durante los tres siglos de la colonia de cierto grado de libertad poltica apenas conocida en la metrpoli, constituyendo de hecho la "nobleza" en la organizacin feudal del pas, como entonces existi de facto si no de jure. En el correr del tiempo se fu formando un tercer grupo
de los mestizos, descendientes de conquistadores y conquisque sirve de lazo de unin entre los otros dos; por un lado los hijos legtimos o reconocidos de media sangre espaola, o ms, se confundan con stos, mientras que por el otro un nmero mayor segua las costumbres de los nativos, mientras que entre los dos extremos mencionados iba creciendo el grupo de los "ladinos", ni indios ni espaoles, ni conquistadores ni conquistados, grupo amalgamado de las dos estirpes que viene a constituir la verdadera "raza guatemalteca", y que en el correr de los tiempos acabar por absorber a
racial, el
tados,
la
casta militar, y por eso dominaba, renunci a toda labor manual primero, explotando ms o menos inicuamente al nativo, que result
ser buen trabajador, humilde y sumiso. Aceptada la nueva situacin por estos ltimos y principalmente por los "ladinos", sin rebelda ni protesta, los "nobles" les
dando poco a poco los cargos de policas y soldados, ocupaciones sin atractivo para los "hijos de familia" que preferan divertirse en los salones o fomentar el incremento de los ladinos antes que dormir en el cuartel, con tanta mayor razn que, salvo algunas amenazas de los piratas, jams haba guerras en dnde conquistar glorias y mucho menos dinero.
tuvieron suficiente confianza para irles
De las filas fueron saliendo cabos y sargentos, luego oficiales subalternos y por ltimo algunos jefes. Ya los conquistadores haban dejado ir de sus manos las armas, y con ellas el poder efectivo. Slo dominaban por su prestigio por su instruccin y, ms que todo, por su fortuna, medios eficaces en tiempos normales, pero insuficientes en pocas de agitacin y de revuelta.
social^
Tal era
la situacin social
.
capitn general de la Colonia, el jefe, representante y cabeza visible del gobierno repudiado por el pueblo. Este hecho, incomprensible
PROLOGO
XI
de otra manera
probablemente
mando
se explica clara y fcilmente con vista de lo que llevamos expuesto: el grupo de los espaoles vio una oportunidad de recuperar el poder ya perdido por su poltronera y, valindose de las circunstancias favorables y de la astucia, dej en el poder al "bueno" de don Gabino,
espaol que se dejara dirigir fcilmente por los espaoles. Triunfo completo. ! Pero no tenan las armas y su xito fu de escasa duracin, como no tenemos necesidad de recordarlo, dando origen al perodo turbulento que dur hasta la llegada de Rafael Carrera al poder. Carrera gobern como un dictador, ms o menos benvolo,
.
.
de la aristocracia y de la iglesia, por lo que se le clasifica como "gobernante conservador". (En nuestra merienda poltica es el prototipo del conservador.) A su muerte le sucedi en el poder el general Vicente Cerna, hombre incoloro y anodino que se dej derrocar por la revolucin liberal del 71. Desde entonces los elementos criollos netos han afirmado su dominio del pas con evidente beneficio de la
justicia racial.
Los elementos de origen puramente europeo, aunque guatemaltecos de nacimiento por varias generaciones, constituyen una minora polticamente sin importancia suficiente para constituir un partido y se confunden sin lnea de separacin con el grupo
el ms numeroso de los tres por su ignorancia extrema y su dcil sumisin a toda autoridad. Y sin embargo, existe la paradoja de que ese sector de la poblacin, a pesar de sp. incapacidad o ms bien por razn de su incapacidad ha sido y es el elemento de apoyo ms importante de todos los dictadores que han brillado en el cielo de
criollo,
mientras que
la
raza indgena,
grupos, tampoco
la tiene
nuestra poltica.
poltico
Tal era el fondo social sobre el que se destaca el escenario en el ao de gracia de 1919 cuando se inici el movimiento unionista, episodio histrico que Arvalo Martnez en "Ecce
Los organizadores del movimiento unionista estudiamos con cuidado todos los aspectos del problema, cambiando impresiones y discutindolos en muchas de nuestras reuniones preliminares: Estrada Cabrera haba triunfado fcilmente de cinco o ms in-
XII
PROLOGO
apoyados abiertamente que no despertaron ningn por gobiernos eco en la masa del pueblo, no' obstante contar con sus simpatas. Los dos o tres atentados que se fraguaron contra l costaron muchas vidas y slo sirvieron para consolidarlo en el poder. Los puntos dbiles de su armadura eran el temor exagerado de perder la buena voluntad del gobierno americano; el constante empeo de dar a sus actos las apariencias exteriores de la legalidad (para la exportacin); el constante empeo de hacer creer que su rgimen era popular, y, por ltimo, su indecisin y su mediocridad
tenias revolucionarios
ellos
,
intelectual.
l,
no con
la
fuerza sino
con
la inteligencia:
fu
lo
que hicimos.
Desde mucho antes de lanzar al pblico nuestra acta de organizacin, habamos previsto sus posibles reacciones y determinado la tctica que deberamos seguir en cada una de las posibles
eventualidades:
Si inmediatamente proceda a encarcelar a todos los firmantes
otros conjurados que no aparecan en ella continuaran los trabajos secretamente, mientras que grupos de seoras, encabezados por las
familiares de los presos, trabajaran entre el elemento femenino de la sociedad con el objeto aparente de conseguir su libertad, pero
de engrosar continuamente las filas del nuevo parque hubiera podido muy bien, a la postre, estar encabezado por ellas! Si suspenda las garantas constitucionales, declarando el estado de sitio, sin proceder directamente contra nosotros, suspenderamos inmediatamente todas nuestras actividades ostensibles para reanudarlas el primero de marzo, fecha en la que se rene la Asamblea Nacional, lo que de hecho restablece el vigor de la constitucin. Entre tanto seguiramos organizando el partido secretamente y procurando extenderlo a toda la repblica. Nunca cremos que llegara a tomar medidas extremas por lo dems totalmente injustificadas como la de fusilar en masa a todos los firmantes; pero s, individualmente, pensamos en la posibilidad de ser vctimas de algn atentado, que bien pudiera habernos costado la vida. Para ese sacrificio todos estbamos preparados y no creamos que as pudiera arrebatarnos el triunfo. Lo que ms temamos todos, y para lo que no encontramos ninguna solucin plenamente satisfactoria, era que nos llamara, que
tratando
tido,
i
i.
PROLOGO
XIII
aprobara y elogiara nuestro patriotismo, etctera, y que nos ofreciera su cooperacin entusiasta para conseguir el resurgimiento de Centroamrica unida. Dios quiso que no lo hiciera!
Desde un
como
La presidencia de desempeara por rotacin, y ni aun la composicin misma de la directiva era constante, pues con frecuencia se llamaba a alguno de los suplentes para completar el nmero de siete directores al pie de nuestros acuerdos. Esto obedeca a tres razones: Tcito Molina, director jurdico del movimiento, insisti siempre en evitar todo asomo de caudillaje; en esa forma imprecisa de la direccin, sin cabeza visible, le sera ms difcil a Estrada Cabrera encontrar el blanco de sus iras; y, por ltimo, porque en previsin de posibles bajas entre sus miembros, para evitftr la desorganizacin, tenamos escogidos para entrar automticamente a llenar las vacantes a un gran nmero de correligionarios, muchos de ellos obreros, seleccionados por la entereza de su carcter. Se ha dicho que tenamos siete directivas suplentes, lo cual no es exacto, excepto en el sentido de que tenamos unos
la
junta directiva.
las sesiones se
el lector ir
viendo en
curso de
la obra,
donde
el
autor
lo
Nuestro primer tropiezo imprevisto, fu la declaracin del gobierno de los Estados Unidos hecha por medio de su ministro el 4 de abril de 1920. Hoy pienso que entonces le dimos a esa expresin de cortesa internacional ms importancia de la que en verdad tena; pero en aquel entonces todos estbamos contagiados de la obsesin de Estrada Cabrera, creyendo que el gobierno americano est pendiente de los menores incidentes de nuestra poltica local, que se
preocupa hondamente por ellos y que est pronto a movilizar su escuadra para enderezar cualquier entuerto en nuestros asuntos domsticos. Yo, por lo menos, no me cur de ella sino meses despus cuando era "Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario del Gobierno de Guatemala ante el Gobierno de los Estados Unidos de Amrica", ttulo rimbombante que hace presumir en quien lo tiene una importancia muy grande. Nada de eso! Una seora Brown
XIV
PROLOGO
lo hizo sentir
luego: me pregunt qu estaba haciendo yo se lo dije, exclam: Ah! ministro, Qu cuando en Washington y interesante! Y dnde va a predicar? Pero no fu eso lo peor; pocos das despus recib un folleto en el cual se daban al pblico muchos datos respecto al estado financiero del Hotel Pensylvania de Nueva York y se ofreca una emisin de bonos para levantar fondos que necesitaba para hacer
me
muy
El presupuesto de gastos del hotel para 1920 era de $33.000,000, o algo ms. Treinta y tres millones de dlares! El presupuesto de Guatemala para el mismo ao haba sido de casi nueve millones de dlares! Y comparando cifras dije para mis adentros: "Aqu, en el pas del dlar, nosotros valemos la cuarta
ciertas mejoras.
Nueva York y el Departamento gran cosa de lo que preocuparse no ha de seguramente Estado de entre su servidumbre est pasando". Afortunadamente la declaracin del gobierno americano no detuvo la marcha de los acontecimientos; pero s influy de manera
grave sobre
la siguiente etapa.
pueblo de Guatemala estaba de su directiva era acatada sin sombra de vacilacin en todos los mbitos de la repblica. Con el tirano quedaba un grupo reducido de partidarios acobardados que todava buscaban su proteccin precaria, el esqueleto desarticulado de su mquina administrativa y unos cinco mil hombien en su mayora indios de Momostenango bres de tropa armados y en posesin de las dos anticuadas fortalezas de Matamo-
Era
el
7 de abril de 1920.
Todo
el
ros y
San
Jos.
El partido unionista no tena armas ni haba buscado conexiones militares, si bien Camacho, Silverio Ortiz y algunos otros
promesa de muchos jefes militares de estar con nosotros en caso de un conflicto armado, pero slo uno de ellos, Lpez Avila, tena a la sazn tropas a su mando y exiga un decreto de la Asamblea para resguardo de su
directores, en lo particular, haban recibido la
honor
militar.
Era llegado el momento de dar el golpe decisivo; pero para evitar el derramamiento de sangre y toda sombra de caudillaje se resolvi, a propuesta de Tcito Molina, que:
PROLOGO
XV
presidente provisional que haba de suceder en el a Estrada Cabrera fuese un hombre que le inspirara plena confienza a aqul (y a nosotros). 2^ No deba de ser uno de los miembros conspicuos del apartido, dejando para las elecciones venideras la designacin de
PEl
mando
nuestro candidato.
Para llevar a cabo este proyecto era necesario entendernos con un grupo de diputados y se ofrecieron para ello Adrin Vidaurre, presidente accidental de la Asamblea, y picaro redomado; Jos Beteta, su segundo; Mariano Cruz, Carlos Herrera, Manuel Arroyo y posiblemente algn otro. Los diputados encabezados por Vidaurre propusieron como candidato presidencial a Mariano Cruz. La tenaz insistencia con que lo sostuvieron fu el principal motivo que tuve para rechazarlo con igual vigor, en lo que me secundaron probablemente ms por espritu de cuerpo que por ninguna otra razn los unionistas all presentes que eran Tcito Molina, Manuel Cobos Batres, Demetrio Avila y posiblemente algn otro que no tengo presente. Despus de mucho regateo consintieron los diputados en
jd*.
aceptar a Herrera, pero con la condicin de reservarse el derecho de designar a cuatro de sus ministros, dejndonos los otros tres. Al
aceptar la frmula de Vidaurre, entramos en una transaccin fatal por sus resultados y de todo punto innecesaria. Despus se convino^ en los detalles del procedimiento que habra de seguirse en la sesin legislativa del da siguiente: Dar la "licencia", no solicitada, a Estrada Cabrera para que pudiera ausen-
Herrera como presidente provisional y emitir un decreto ordenando a todas las fuerzas militares que reconocieran al nuevo gobierno como la nica autoridad legitima de la repblica. Este ltimo decreto, ya redactado, se qued en el bolsillo de Vidaurre, quien levant la sesin de la Asamblea sin presentarlo, con lo cual traicion tanto al partido unionista cuanto a la Asamblea misma y se aseguraba la gratitud del tirano en caso de que ste
tarse del pas, elegir a
que se aproximaba. Asi tuvimos en el momento de conseguir el triunfo ms extraordinario que registra la historia de Centroamrica en la eterna lucha de los pueblos por la conquista de sus libertades un resultado por dems modesto: el nuevo gobierno estaba constituido por el 4C presidente Herrera, hombre bueno y bien intencionado, pero dbil
saliera victorioso en la lucha
XVI
PROLOGO
por sas amistades y por larga asociacin poltica, con la circunstancia agravante de que su hermano Salvador no gozaba de las simpatas de varios directos del partido unionista, lo que en breve le hizo pasarse abiertamente al campo enemigo; Vidaurre en el ministerio de Hacienda y Beteta en el de Guerra eran elementos conspicuos del rgimen cado, y por tanto, enemigos nuestros; Arroyo en Educacin y Meneos en Fomento les estaban completamente subordinados; Bouscayrol en Agricultura era unionista, pero no de los directores, y as en el nuevo gobierno slo nos representaban Luis Pedro Aguirre en Relaciones Exteriores y Adalberto Saravia en Gobernacin y Justicia, quedando en minora de tres a cinco. Fu nuestro primer yerro capital.
Of
all
sad words of
lip or pen,
El 4 de mayo de 1920 fu da infausto para el movimiento popular que iniciamos en busca de la Libertad, la Justicia y el Progreso: se reuna la convencin nacional del partido unionista con el objeto de designar a nuestro candidato para ocupar el solio
presidencial en el prximo perodo.
los clubes unionistas
Estaban representados todos de la repblica y la mayora de los delegados tena instrucciones de votar por Tcito Molina, en primer lugar, o por Julio Bianchi en segundo. Pero ya los demcratas, engrosadas sus filas por los cabreristas que acudan al nuevo partido como nufragos a un buque de socorro, haban logrado organizarse mal que bien y ofrecieron la candidatura al incumbente Herrera, quien la acept, no obstante la palabra empeada apenas cuatro semanas antes. Asustado de ver el progreso que hacan nuestros adversarios temeroso de que perdiramos la eleccin por la influencia deciy siva del ejrcito dominado por Vidaurre y Beteta sobre las autoridades locales pues continuaba todava sin alteracin la mquina administrativa creada por Estrada Cabrera, en la cual l dominaba todo mediante las autoridades militares Manuel Cobos Batres crey poder salvar la situacin por una maniobra poltica hbil, y
PROLOGO
XVII
sin tiempo de consultar con los otros directores, ofreci la candidatura del partido a Herrera con la condicin precisa de que nos daria inmediatamente el ministerio de Guerra, condicin que He-
rrera acept.
Por la tarde Cobos Batres propuso su plan a la directiva reunida: don Jos Azmitia sin decir una palabra se levant de su puesto y abandon la estancia; Tcito Molina dijo que en principio estaba opuesto a ese arreglo, pero que a veces las necesidades pueden ser ms fuertes que los principios, y salv su voto; yo, como
personalmente interesado (pues habiendo Tcito rechazado de plano su designacin, yo era el candidato probable del partido) por un sentido de elemental delicadeza, altamente impoltico, tambin salv mi voto, a pesar de que me pareciera un enorme error; Silverio Ortiz se pronunci abiertamente en contra, lo misino que Gregorio Cardoza, y al fin, la propuesta de Cobos Batres fu aceptada por mayora Algo ms tarde se expuso la resolucin ante la convencin reunida. Despus de horas gastadas en escuchar discursos sin virilidad, porque nadie quera aceptar la propuesta ni ofender a los
.
.
no se llegaba a nada con"impasse" el sub a la tribuna y dije a los delegados que los desligaba expresamente de cualquier compromiso que creyeran haber contrado de apoyar mi candidatura. Que tanto ellos como yo lo que desebamos era ver en la presidencia a un hombre honrado, importando muy poco que se llamara Julio Bianchi o Carlos Herrera y que les rogaba comenzar en seguida las votaciones hasta conseguir la designacin de nuestro candidato. Mi intencin no haba sido la de renunciar irrevocablemente a la candidatura, pero la impresin general fu esa, y entre lgrimas que agradezco sinceramente la votacin se llev a cabo, saliendo electo en el primer escrutinio Carlos Herrera. Fui a reunirme con Tcito y le dije: "Ahora lo que procede es poner sobre la puerta un rtulo que diga: AQU FUE EL PARTIDO UNIONISTA e irnos a descansar" "No! me replic Ahora comienza nuestro verdadero triunfo!" Estaba equivocado! Fu nuestro segundo yerro capital.
directores enrostrndoles su claudicacin,
creto.
Deseando romper
XVIII
PROLOGO
Nnestros adversarios aprovecharon hbilmente una fase camovimiento unionista, la cual, si al principio nos fu de suma utilidad, al final se convirti en un pesado lastre: la unin de Centroamrica. Todos los iniciadores del partido ramos y somos unionistas convencidos y sinceros; pero hay que confesar que nuestro primer plan llevaba por nico objeto derrocar al rgimen cabrerista y organizar un gobierno mejor. La idea unionista fu agregada a iniciativa de Tcito Molina y aceptada con ms o menos entusiasmo por todos los dems, porque faltando poco tiempo para el centenario de la independencia los trabajos en pro de la unin daban un pretexto plausible a nuestra organizacin; quitando por el momento la apariencia de una agresin dentasiado visible contra la dictadura imperante. Pero, como dije en un discurso ante un grupo de obreros " .Todos nosotros sabemos cmo se suelda la hojalata: primero hay que amoldar las piezas para que junten sin forzarlas, luego hay que limpiarlas muy bien, raspando y limpiando si fuere necesario, despus se les echa cido y soldadura y slo entonces se debe aplicar el hierro candente para fundirla y hacer de las partes separadas un todo slido y durable. Lo mismo debe ser la unin de Centroamrica. Si queremos que la unin sea firme y permanente, es preciso comenzar por limpiar a Guatemala de todas las lacras y suciedades que se le han pegado en veintids aos de cabrerismo; en seguida el cido de la investigacin y la soldadura de la sabidura preparan el terreno, y por ltimo el calor del entusiasmo de los pueblos completar la tarea, dejando una obra bella y perdurable." Ese discurso fu muy aplaudido y comentado porque encierra una gran verdad; pero los leaders del unionismo la olvidaron y se dejaron empujar por los neocabr cristas hacia una empresa prematura y quijotesca que tuvo su apoteosis el 15 de septiembre de 1921 con la jura de la Constitucin de Tegucigalpa y su epilogo con el cuartelazo del 5 de diciembre de 1921. Por mis conversaciones tanto oficiales cuanto particulares sostenidas durante aquellos das con altos personajes de la poltica norteamericana estoy convencido de que la unin de Centroamrica gozaba de simpatas en aquellas esferas; y no slo habra sido reconocida de buen grado sino con entusiasmo, sobre todo si en ella hubiera quedado incluida Panam, pero era indispensable baracterstica del
.
.
PROLOGO
sarla sobre
XIX
largamente meditado
un pacto
que
garantizara su estabilidad.
vez de hacerlo as, se elabor precipitadamente con el corazn y no con la cabeza la constitucin de Tegucigalpa, ley fundamental de la nueva federacin centroamericana, uno de los docu-
En
mentos ms mal hechos que conozco. Entre otras cosas resucita de tres cabezas, ya ensayado en Roma, en Francia, en la misma Centroamrica y en otras partes, siempre con desastrosos resultados; y ese cancerbero dbil por naturaleza es particularmente inadecuado para nuestra adaptacin milenaria a regmenes dictatoriales. No hace ninguna mencin del futuro servicio de las deudas externas de los tres Estados constituyentes de la nueva entidad poltica que es lo que ms interesaba saber a los gobiernos acreedores, y deja la sede del gobierno federal en el centro del ms
el ejecutivo
belicoso y
ms
Siri la existencia
de
la constitucin
de Tegucigalpa
el
gobierno
nunca la consagracin internacional, en especial la de Washington. Pero reconocerlo era hacer a un lado ese pacto de unin que presagiaba una serie interminable' de dificultades, y se le reconoci. Tercero y ltimo de los grandes yerros unionistas!
.
Los fundadores del partido unionista aspirbamos a estaGuatemala un gobierno democrtico. Pero si bien nuestra ms completa sinceridad y desinters en el empeo no pueden ponerse en tela de juicio, es conveniente investigar la preparacin que para conseguirlo tenamos. Casi todos habamos sido educados en Guatemala, en instituciones nacionales los ms, o en escuelas privadas (pero obligadas a seguir al pie de la letra los textos y programas oficiales) los menos. Se nos haba inculcado sistemticamente la admiracin al credo liberal (admiracin que en m persiste an) y a poner como ejemplos supremos de liberalismo a Justo Rufino Barrios y a Manuel Estrada Cabrera. La constitucin nacional, segn nuestros maestros, es un dechado de perfeccin y democracia, rara vez o nunca igualado fuera de nuestras fronteras. Pero ya grandecitos nos pusimos a pensar por cuenta propia reconocimos en esas afirmaciones, simples mentiras convencionay les. Todos sin excepcin, admirbamos la democracia, muchos
blecer en
XX
PROLOGO
tenamos intenso apego a los principios liberales, pero nos haca conocimiento prctico de su aplicacin en el gobierno de los pueblos, ya que slo habamos vivido bajo regmenes dictatofalta el
riales.
era
el
ms versado de
nosotros en
achaques de poltica prctica y democracia aplicada, pues durante su permanencia en Europa hizo estudios especiales de la materia, siguiendo de cerca los acontecimientos polticos. Pero slo pudo ver y conocer el mecanismo de los gobiernos parlamentarios, radicalmente distintos de la organizacin presidencial dominante en Amrica. Por eso le daba enorme importancia a la Asamblea legislativa, algo menor al gabinete ministerial y muy poca al presidente de la repblica. De ah nuestros yerros del 7 de abril y del 4 de mayo. Emilio Escamilla se educ en Alemania, donde aprendi a idolatrar al ejrcito y a menospreciar al pueblo. Era bondadoso de
carcter,
muy
confiado,
muy
l
pero
la
democracia para
era un misterio.
En
la
presidencia hu-
biera sido
un tirano
ilustrado, progresista
y bondadoso, posiblemente
el hombre ideal para un gobierno de, transicin entre la dictadura de Estrada Cabrera y la libertad. Eduardo Camacho, "caballero sin miedo y sin tacha", sacrific toda su fortuna personal por nuestra causa, que fu el ltimo en abandonar; pero era militar y espaol. Colaborador de inmenso valor, como jefe habra sido un peligro para la libertad, por ms que deseara ardientemente verla implantada en Guatemala. Todos los abogados que figuraron tan brillantemente en las luchas del unionismo tenan los conocimientos profesionales obligados respecto a gobierno constitucional. Pero muchas veces he observado que los juristas suelen tener una peculiaridad caracterstica debida a su diario contacto con los cdigos y las reglas de procedimiento que los esclavizan: admiten sin dificultad que nunca hemos tenido un gobierno democrtico, que nuestra legislacin presenta para su funcionamiento muy serios obstculos, que si lo
queremos establecer es indispensable apartarnos de los caminos trillados. Pero cuando se trata de formular un programa de gobierno, al enfrentarse con cualquier cambio radical respecto al pasado casi invariablemente lo rechazan, diciendo: "Eso no sera legal!" Tcito, hasta cierto punto, era una excepcin a la regla. Haba hecho profundos estudios de Derecho constitucional y conoca la
PROLOGO
XXI
estructura y el funcionamiento de muchos gobiernos democrticos, particularmente los de Amrica; pero estaba fuertemente cohibido por dos razones. La primera, su carcter retrado, poco comunicativo, casi tmido de ordinario, pero en ocasiones violento hasta lo
increble con la
menor provocacin, y la segunda, su renuencia Sin embargo era, y con justa razn, situaciones en las difciles; slo que, como el de orculo nuestro
hombre de hierro y abanderado del unionismo, quera un gobierno justo, libertad para todos y una
Centroamrica unida, fuerte, prspera y feliz. Para l esos ideales eran todo; pero nunca se preocup en formular los detalles de cmo los habramos de alcanzar. Es el hombre de voluntad inquebrantable y jams transige con sus ideales. Por desgracia, cuando observ que claudicbamos peligrosamente, en vez de apostrofarnos con ira y^volvernos al buen camino, se encerr en su torre de marfil y no nos volvi a dirigir la palabra. Es el ms culpable: nosotros peca"porque los rboles no nos dejaron ver el mos por ignorancia bosque" y l nos dej pecar a sabiendas de lo que hacamos.
Esa era
para
la
de nuestros ideales de Libertad, Justicia, Progreso y Democracia despus de la cada de Estrada Cabrera, cuando ya estbamos en plena lucha contra el dictador. Algunos obreros unionistas me insinuaron la posibilidad de que yo pudiera llegar a la presidencia de la repblica, y francamente, cuando me di cuenta de que pudiesen tener razn, me asust al considerar la tarea que eso implicara, inmediatamente despus del desgobierno de Don Manuel. Por fortuna, entonces, por orden del mismo Don Manuel, fui a dar a una bartolina de la penitenciara central, en donde tuve tiempo sobrado para meditar el problema con toda tranquilidad; y hoy puedo sinceramente recomendar el establecimiento a quienquiera que tenga un asunto serio en que pensar. Cavil largamente acerca del verdadero sentido de la mgica palabra "Democracia", y acab por definirla as:
la realizacin
"Democracia es un sistema de gobierno dirigido en todos la opinin de la mayora del pueblo libremente
XXII
PROLOGO
Claro es que tal definicin se refiere a un ideal irrealizable. As definida no hay, ni ha habido ni habr nunca una democracia perfecta en el inundo. Pero no es el nico ideal irrealizable, lo cual
Con esa definicin por norte me puse a idear un plan que hacia la realizacin de nuestras aspiraciones de la condujera nos manera ms rpida y segura posible. El resultado de mis meditaciones, que tengo que redactar de memoria porque en aquel asilo no se nos permita recado de escribir, puede estar algn tanto alterado por efecto de posteriores experiencias, y quizs difiera en algo de lo que entonces comuniqu verbalmente a varios compaeros, pero en
esencia fu lo siguiente:
P) La implantacin de la democracia entre nosotros no es asunto de legislacin. Las reformas a las leyes y a la constitucin debern hacerse ms tarde, segn vaya dictando su necesidad la experiencia. Por de pronto la constitucin de 1879 y sus reformas
vigentes permitiran
ir
muy
si
querindolo,
supiera cmo
hacerlo.
educacin; pero no ensendole a leer y escribir a las masas, sino ensendoles a fondo a las clases dirigentes cmo funciona un gobierno constitucional. Ningn servicio ms grande a la patria podra hacer un
dictador que
de traer profesores de Costa Rica, de Estados Unidos, de Suiza, de la Gran Bretaa, que dieran cursos obligatorios a los
el
diputados, a los ministros, a los jueces, a los militares, a los facultativos, a los obreros, a los periodistas y a l mismo sobre prctica de la democracia. ^*^
2-) El gran obstculo para la implantacin de la democracia en Guatemala es la existencia de esa mole enorme de gente inconsciente, ignorante, aptica, segregada del resto de la sociedad por causas raciales y acostumbrada a travs de muchos siglos a la obediencia pasiva, mole que cualquier gobernante maneja a su antojo, ya sea en las lides pacificas, hacindola votar como a l le convenga "de orden superior" o en las luchas armadas aplastando cualquier
(*> He de confesar que yo, a pesar de mis estudios y elucubraciones, slo comprend bien lo que es democracia cuando viv con los norteamericanos, confundido entre la masa de su pueblo como uno de tantos. Viv en Washington, y vi poltica; viv en Mxico, y vi revolucin y demagogia, pero no democracia.
PROLOGO
intento de rebelda con peso abrumador.
XXIII
por de pronto, de la vida poltica del pas. Ms tarde, educados sus miembros, podrn irse reintegrando al cuerpo de ciudadanos conforme sus progresos lo justifiquen. 3-) Poco a poco habr que ir concediendo ms y ms^amplia autonoma a los gobiernos locales, tanto municipales cuanto departamentales para atenuar
la centralizacin
dando de no debilitar peligrosamente a las autoridades centrales, que siempre mantendrn la cohesin administrativa por medio de la polica, el ejrcito y otras actividades centralizadas. Pero tanto el ejrcito cuanto la polica debern carecer de toda influencia sobre
las autoridades locales
en
el
4)
La independencia de
efecti-
como
lo
nes por votacin secreta annima, mediante un sistema cualquiera que haga imposible identificar al votante, para quitar todo riesgo de influenciar individualmente a los diputados con el temor de represalias. En el procedimiento de ante juicio contra el presidente de la
repblica la Asamblea debe tener la facultad constitucional de
el
nommomento en que se
Los jueces una vez nombrados deben ser inamovibles, excepto por decreto de la corte suprema de justicia, despus de haber sido vencidos en juicio. El poder judicial debe ser el nico capacitado para interpretar la ley, acabando as con el absurdo constitucional, que le da esa facultad al legislativo, convirtindolo en juez de sus propios actos, apoderado del pueblo e intrprete de su poder. 5-) Siendo condicin primordial de la democracia que el gobierno se rija por la opinin de la mayora del pueblo, es evidentemente necesario que sta se pueda manifestar siempre con entera
libertad.
Hay que
efectivamente
encontrar, pues, la
libre,
restringiendo al
su abuso.
En otras partes se hace y no hay razn digna para que en Guatemala no se pueda hacer. De igual importancia que la libertad de prensa es la libertad de asociacin y la de oratoria. Este derecho debe mantenerse
XXIV
Prologo
las
celosamente, y no hay razn para restringirlo, ya que slo son lcitas reuniones pacificas y sin armas. 6-) Todo ciudadano debe tener entera libertad de afiliarse al
ms
le
ten las instituciones existentes: entre nosotros hay ciertas bases fundamentales de la sociedad que todos aceptamos sin reparo, como son la independencia de la repblica, la integridad de su territorio, la forma republicana de gobierno, la difusin de la enseanza, la libertad de cultos, la honradez administrativa, etctera, etctera, ideas que nadie discute ni combate. Todo partido que las acepte y respete tiene derecho a ser legalmente reconocido. 7^) La libertad de elecciones es otra caracterstica esencial de la democracia, incluyendo, por supuesto, la entera libertad de propaganda previa. ^"^^ Ya lo he dicho en otra parte: entre nosotros la llegada a un rgimen democrtico por la voluntad del pueblo es improbable, por(*)
formas impresas en
casilla
que figuran
los
los candi-
datos propuestos por los partidos polticos debidamente organizados, con una
la derecha del nombre para marcar el voto con una X. Hay tambin en blanco para los candidatos independientes, y adems se suelen incluir las cuestiones que se desea consultar al pueblo, con dos casillas al lado,
casillas
una para votar en favor y la otra en contra. En cada urna electoral hay una mesa directiva compuesta de un representante del gobierno, que es el presidente, y de un representante de cada uno de
los partidos polticos
legalmente reconocidos.
que se presenta justifica su derecho de votar, ya sea por estar inscrito en el catlogo respectivo o mediante su cdula de vecindad. En el primer caso se anota el catlogo y en el segundo se perfora la cdula con la fecha para evitar repeticiones. Luego el secretario de la mesa directiva le da un voto en blanco, pasa a llenarlo en un apartado previsto para el caso, lo dobla y en presencia de todos lo deposita en la urna. Al llegar la hora de clausurar la eleccin, se levanta un acta en la que se hace constar que todos los miembros de la mesa directiva estn conformes y, si no tienen reparo que hacer, la firman. En seguida se procede al cmputo de los votos recibidos y se levanta otra acta haciendo constar el resultado. De estas actas cada uno de los miembros conserva un ejemplar y el presidente tres, que son enviados a las oficinas encargadas de la supervigilancia de las elecciones. Los votos se vuelven a la urna y sta se cierra y marchama. Al publicar el resultado de las elecciones se inserta en forma de tablas el obtenido en cada mesa electoral, con lo cual quedan eliminadas hasta donde es humanamente posible todas las oportunidades posibles de alterar el resultado de la votacin y de falsear el sentido de la voluntad popular.
elector
Cada
PROLOGO
XXV
qae nuestro pueblo carece de la homogeneidad necesaria para ello. Cualquier progreso que se realice en ese sentido tiene que llegar por ahora como una concesin voluntaria de un mandatario demcrata de corazn, que llegado al poder como presidente dictador igual a todos los que le han precedido, prudente y gradualmente vaya dando las libertades que he delineado a grandes rasgos, con toda la rapidez posible, pero pronto a volver atrs en caso de que la experiencia demuestre lo intempestivo de la medida. Con ser ese mandatario so en 1920, pero no me empe en llegar a la presidencia porque cre que Herrera tena las mismas aspiraciones y ms experiencia y capacidad que yo. Fu un error. Y cuntas veces me arrepent de haberlo cometido! Y cuntas ms he dado gracias a Dios por haberme inspirado el discurso del 4 de mayo de 1920!
JULIO BJANCHI
Guatemala, 4 de mayo de 1941.
la Historia universal,
al
mundo
pagano."
SALVADOR FALLA
historia del
movimiento unionista, que forma la segunda el profundo inters de toda lucha por la
No en todos los pases ni en todas las pocas es dable un movimiento parecido. Es como el oro o el diamante, de los que
parece avara
la tierra.
Guarda entre
1) La pureza de su idea cristiana de libertad y de resistencia pacfica dentro de la ley, que dirige todo su proceso. 2) La influencia de la Liga de las Naciones, el sueo ms grande de derecho internacional que han tenido los hombres. 3) La intervencin del gobierno estadounidense, durante los primeros veinte aos del presente siglo, en la poltica de Guatemala.
Me
la biblio-
grafa ya existente y
un mucho de
movi-
Salvo
muy
contadas veces,
PRIMERA PARTE
LIBRO PRIMERO
Este no haba querido aceptarla. Pedro Estrada Monzn, hermano de hbito y tonsura, an no haba formalizado los votos ni alcanzado el sacerdocio en el convento de San Francisco, cuando, triunfantes las armas de Morazn, fueron desterrados los frailes de diversas rdenes monsticas. Que-
y se dedic a negocios mundanos; pero conserv el rostro afeitado, los ademanes lentos y los modales untuosos de su d en
el siglo
al verlo.
Acabaron por
llamarlo "el padre no es", y por derivacin el padre Nuez. A sus progenitores, abandonados en el vestir, se les conoca como "los
voz derivada de "calandrajo", que en una de sus acepciones castellanas quiere decir "jirn o desgarradura flotante en el vestido", apodo que haba de pasar hasta la tercera generacin
en la persona del nieto. Lucas Pea, el caritativo ser que llev a la pila bautismal al expsito, consigui que la madre recogiera al fruto de sus entraas y que Estrada Monzn la ayudara con peridicos auxilios. En el recin nacido predominaba la raza indgena con mezcla europea y africana. Su fe de bautismo, que aos ms tarde haba de modificar
el
yo
el
infrascrito
Santsima Trinidad, puse leo y crisma y bautic solemnemente a un infante expuesto a las puertas de don Pedro Estrada Monzn, y a quien puse por nombre Manuel Jos, nacido ayer. Fu su padrino don Lucas Pea, a quien advert sus obligaciones, y para que
conste lo firmo.
s
Al
margen
Manuel
Jo-
Nr
la biografa
Las lneas anteriores forman el resumen del nico captulo de Manuel Estrada Cabrera que escribi Manuel Valladares Rubio, en el puro estilo que le era habitual. Slo falta situar la escena en el maravilloso escenario de la ciudad de Quezaltenango, con sus calles estrechas y en algn sitio con tal declive que no pondra permanecer de pie una silla sobre la acera, con sus tpicos edificios de vieja ciudad colonial, con su cielo transparente; y aquellos preciosos alrededores de tierra de panllevar en que la elevada altura de 8,000 pies sobre el ocano da al paisaje una
de
transparencia sin igual y suaviza y afina los hombres y las cosas como si fueran irreales.
las
Los conquistadores espaoles trazaron a cordel las calles de ciudades guatemaltecas; pero en Quezaltenango, una de las principales poblaciones quichs, se conserv el trazo indgena.
Conforme los espaoles, por venta o por cualquier otro medio, desposean a los indios, levantaban en el mismo sitio que stos sus construcciones. As se explica el pintoresco aspecto de la metrpoli quezalteca.
los
En esa ciudad creci el expsito. La madre haca dulces y venda a domicilio, tarea en que le ayudaban sus hijos. Manuel hered la untuosidad y la previsin del padre y la energa de la madre. En cuanto se dio cuenta de que los chicos de la vecindad lo menospreciaban a l y a los suyos, se volvi prematuramente hurao. Doa Joaquina no slo saba hacer dulces, sino tambin pepin, chojn, gallo en chicha y dems platos nacionales. La rica familia de Aparicio y otras de la metrpoli ltense se los compraban; con este motivo tena acceso a las casas. En la de Aparicio desaparecieron varios cubiertos de plata. No caba duda de los viejos criados, y la sospecha recay en doa Joaquina, que la vspera haba llevado una fuente de chiles rellenos. La apresaron; no pudieron probarle nada; fu absuelta; pero
jECCE PERICLES!
en el pequeo Manuel causaron profunda impresin los vejmenes a su progenitora. Otras muchas afrentas quedaron grabadas
en su nima infantil. As, por ejemplo, nunca olvidara al condiscpulo que una vez en el techo de una casa quezalteca le tir cascaras de lima en vez de los gajos solicitados, dicindole: Para ti nicamente son buenas las cascaras. El nio Manuel recibi las primeras letras en la escuela que diriga Manuel Fernndez de Len en el sitio donde hoy se encuentra el mercado municipal de Quezaltenango. "La Cartilla de San Juan", "El Catn Cristiano", el "Catecismo de Ripalda" y la "Moral de Urcull" fueron los primeros textos que tuvo en las manos apenas aprendi a leer. Para la caligrafa mostr desde el principio excepcionales aptitudes. Adems, le ensearon las cuatro reglas de aritmtica y algunas nociones de gramtica. Apenas haba recibido las primeras letras y con ellas los primeros desaires de sus condiscpulos que le llamaban el bolitero porque venda los redondos caramelos que fabricaba su madre, pas a aprender carpintera con un maestro que a ratos se embriagaba. Un da ste peg duramente al aprendiz, en castigo de una supuesta falta y Manuel se neg a ir al taller donce le daban ms golpes que ciencia. En un parque de la suave ciudad de provincia lo encontr el jesuta de apellido Herrarte y le pregunt por qu no estaba en la carpintera en aquellas horas de trabajo. El chico le confi su conflicto. Yo era ya til a mi maestro dijo; y apenas me pagaba algunas veces. El jesuta le record que l lo haba invitado a concurrir a las clases en el colegio de San Jos, regenteado por la Compaa de Jess. No tengo dinero para pagarlo objet con orgullo el mu-
chacho.
pagars nada prometi el jesuta. Haca aquel ofrecimiento porque conoca las maderas humanas y le haba llamado la atencin aquel chico reconcentrado que meda a sus compaeros con una mirada a la vez huraa y rencorosa y se peleaba con ellos frecuentemente a puadas. Pronto llam Manuel, por su despejo, la atencin de sus preceptores en la escuela de San Jos. Desde los primeros aos adquiri la hermosa letra que haba de ostentar a lo largo de su
No
Se poda apreciar en ella la firmeza, la claridad de juicio y la aficin al orden; y apenas el excesivo desarrollo de algunos rasgos acusaba megalomana y dureza de carcter, en grado sufivida.
de doa Joaquina la abandon nunca; pero que no pudo quitarle los resabios de supersticin que le daba su sangre indgena. Adquiri all tambin sus hbitos de orden. En 1872 entr al Instituto Nacional de Varones fundado ese
E;n la educacin jesuta recibi el hijo
religiosidad que
no
lo
mismo
ao.
II
sus
estudios y aunque el temperamento de ste era sensual y en plena edad juvenil opona resistencia a las disciplinas escolares, cada vez
les
dedicaba ms 'tiempo. Ayudaba a obtener tan buen resultado la tendencia heredada del padre o quin sabe qu otros atavismos que lo hacan tender a la vida de oficina, y, adems, el que la despierta naturaleza del muchacho empezaba a percibir que la ciencia era un arma social importante, sobre todo para ser empleada contra los altaneros condiscpulos que lo vean con desprecio porque era En alguno de los exmenes anuales, el el hijo de "la bolitera". muchacho sobresali ya claramente, provocando las inquinas y envidias de rigor. La venganza de los envidiosos adopt un procedimiento que nunca olvidara el hijo de doa Joaquina: cuando al salir de las aulas el da del examen busc en la percha su sombrero lo encontr agujereado.
haba comprado en esos mismos das su madre, despus de muchas peticiones del mozuelo, al precio de ingentes sacrificios que representaban largos meses de economas. Manuel deposit aquel recuerdo en el mismo sitio de su memoria en que guardaba el de las cascaras de lima que le arroj un compaerito de juegos, y el de otros agravios recibidos. Quines eran sus condiscpulos entonces? Elseo J. Daz, su bigrafo, nos da los nombres de algunos Cipriano Reina, Feliciano Aguilar, Rafael Meoo, Elfego J. Polanco y Calixto de Len. A los 17 aos, en 1874, obtuvo su ttulo de bachiller.
Se
lo
jECCE PBRICLES!
Le daba grandes facilidades para el estudio su memoria priJusto Rufino Barrios asisti al examen pblico de su investidura de bachiller y felicit al graduado efusivamente. Era
vilegiada.
primer peldao al que ascenda "el bolitero", en la escala social, y es fcil imaginar las emociones que le proporcion. Haba complacido a su madre y esto le produca vivo placer; haba superado a sus compaeros de estudio y esto le proporcionaba uno ms
el
grande.
Por decreto de Justo Rufino Barrios en 1876, se fund la Universidad de Occidente. Abri sus ctedras en enero de 1877. Estrada Cabrera se inscribi en ella ese mismo mes como alumEn qu ao concluy su carrera? No podemos precisarlo. no. Entonces el curso normal de sta, era de cinco aos y si no se perda
ninguno, se llegaba a su fin en el 5"^, es decir, Manuel debi haber llegado a l en 1881, a los 24 aos. Otro de sus bigrafos asegura que se le habilit de edad para ejercer la profesin, lo que parece indicar, si no fu una mentira aduladora, que en el ltimo decenio
del siglo pasado los jurisconsultos no podan ejercer sino a los 25.
pudimos obtener de ms segura fuente es que la carrera el estudiante. El padre lo ayuda algo, pero no en la proporcin necesaria; la madre le sacrifica sus economas, pero tampoco bastan para permitirle sufragar todos sus gastos. El estudiante hace todo lo que puede para ganar algo con su propio trabajo ocupa una plaza en el juzgado 2*? de primera instancia de Quezaltenango, se hace cargo de una escuela de primeras letras en el lugar llamado Pila Chiquita de la propia ciudad da clases particulares y an llega segn cuentan algunos viejos
Lo que
fu penosa para
curando por todos los medios obtener lo necesario para su vida y para la continuacin de sus estudios. Describen los mencionados contemporneos de Manuel, el hogar de ste durante aquellos largos aos de estudio como una pequea vivienda que tena al frente dos piezas separadas por un tabique de madera. En una de ellas, afanosamente, doa Joaquina haca dulces durante largas horas en la otra, de codos sobre una mesa de pino, Manuel estudiaba. Aquel empleo de la mayor parte del da, el uno al lado del otro, contribuy a crear ese fuerte lazo familiar que siempre uni al hijo y a la madre. Sobre esa mesa de pino, durante varios das, estuvo al lado de los textos de estudio, un pequeo volumen a la rstica. Se
;
llamaba "El Orculo", "El Libro de los Destinos" o un titulo por Haciendo uso de l una profesora quezalteca, compaera el estflo. como tal de Manuel en un establecimiento de enseanza, le haba pronosticado que antes de concluir el siglo ocupara el puesto ms alto de su patria, es decir, sera presidente de la repblica. Luego, a instancias de Manuel, le regal el libraco. Su nuevo propietario lo haba de guardar toda la vida.
III
...
Entrecortados sentimientos debieron de mover el nimo del joven al recibir el ttulo de abogado y notario. Haba, al fin, tras largo esfuerzo, alcanzado uno de los puestos ms altos en la socie-
dad guatemalteca.
la del saber.
faccin que el
aquel nuevo triunfo le proporcionaba mayor satisprimero, por los mismos motivos porque se lo daba
:
a su madre, que a lo largo de los ltimos aos tanto lo estimulara para alcanzarlo, y porque era un desquite contra la segn l "soberbia clase social que lo haba humillado con sus desaires". Y lo complaca principalmente porque lo habilitaba para ganarse
la vida.
Como en
se operaba
los incapaces;
una seleccin que cerraba los salones a los malos y a pero que, con un profundo sentido democrtico, se abra aun a los hijos del pueblo cuando stos conquistaban ttulos
el don y es pudieron obtener el grado universitario, a pesar de su pobre origen, sin grandes apuros, porque sus generosos conterrneos les proporcionaron los medios necesarios, facilitndoles el acceso a empleos compatibles con sus estudios y en cuanto coronaron sus carreras se les abrieron las puertas de las casas ms distinguidas. Don Manuel, hombre inteligente y de cierta cultura, cuando fu abogado pudo ser partcipe en la vida de los quezaltecos ms notables; pero es uno de los rasgos ms importantes de su vida hipersensible a los naturales agravios
mo don Manuel
que
Muchos abogados
quezaltecos, co-
al llegar
aqu ya se ha ganado
ECCE PE-RICLES!
juveniles, se
neg a ello. Lo amarraban el despecho y lo que ahoun "complejo de inferioridad". Hacemos uso de estos trminos no sin vacilacin. Todos sufren desdenes; pero en pocos, como en don Manuel, dejan recuerdo tan perdurable. Aunque
ra llaman
trataba a personas de condicin elevada y serva a los que convenan a sus fines, sus amigos verdaderos continuaron siendo los menestrales, es decir, el zapatero, el barbero, el carpintero o el peque-
y conocidos suyos, que le servan de testigos Cuentan que no era raro que se entregara, con esta clase de gente, a aquellas tradicionales fiestas quezaltecas, que duraban varios das, y en las que, desde el primero, se arrojaba la llave de la puerta de calle a la pila, cerrando as el paso a los concurrentes, que, ya ahitos de viandas y alcoholes deseaban irse a descansar a sus viservidos en profusin
o en
agricultor, vecinos
viendas.
compadrito.
esta pieza es ma.
don Manuel malparado. Describen el bufete de don Manuel como una pieza con puerta a la calle en un edificio modesto, amueblada nicamente por una mesa de pino, uno o dos estantes con pocos libros y dos o tres sillas. Precisamente encima de ella haba otra habitacin, a la que se suba por una pina escalera, y en la que permaneca el licenciado, oculto a los que solicita,ban sus servicios. Un escribiente, persona de su confianza, atenda en el piso bajo, tomando todos los datos necesarios para los contratos. Cuando dicho escribiente no poda contestar a alguna pregunta de los visitantes, se oan en el acto sobre el entarimado de arriba, unos toques en clave, que proporcionaban al avisado secretario la respuesta de su patrono. Cuando la clave no bastaba, a una seal convenida, suba el empleado al piso de arriba, a recibirla de viva voz. Algunos clientes, despus de retribuir durante varios meses los servicios profesionales del licenciado Estrada Cabrera, no llegaron a estar en presencia suya. Este ocultamiento de don Manuel acaso proporcione alguna sugestin que explique sus tortuosos procedimientos futuros.
10
IV
Y CUANDO mova LAS MANOS, PORQUE ESTAS MAS QUE
Don Manuel,
fsicamente, no causaba
una impresin
des-
^
'^
era inarmoniosa, y cuando mova las manos, porque stas tales parecan garras.
ricio
ms que
Le gustaba vestir bien, imitando la indumentaria de los Apay otros quezaltecos de buena cepa; pero, a lo largo de su vida slo se puso las prendas interiores de vestir, incluso cuellos y camisas, que cosa una modista de su conocimiento.
Juzgado intelectualmente, sin duda tena talento; pero no rayaba ste a gran altura, hasta llegar a las altas cumbres de la abstraccin. Volaba sobre las cosas diarias de la vida, como un buen instrumento de defensa y de dominio. En aquel tiempo, las disciplinas necesarias para obtener el ttulo de abogado no eran tan severas como en la actualidad, mas s permitan alcanzar un nivel medio de cultura. Don Manuel ni por su talento ni por su
preparacin cientfica era un hombre extraordinario. Como abogado no haba adquirido conciencia jurdica ni le interesaba la
no tena aspiraciones de estadista; le intecomo un medio pragmtico de obtener dinero. Ms tarde sus aduladores contaron que lea mucho y bueno. He aqu la lista que da el propio Daz de sus autores preferidos: Plutarco, Cicern, Emerson, Sarmiento, Voltaire, Diderot, Taine, Horacio Mann, Spencer, Gener, Castelar, Baldwin, Alcntara, Santeur, Laisant, Niquet, Feuill, Draper, Compair, Vctor Hugo, Pi y Margall, Ribot, Le Bon, Bourdeau, Humboldt, Bchner, Darwin, Schopenhauer, Ferrire, Renn, Reclus, Demolins, Lubbock, Thiers, Cant, Letourneau, Gumplowick, Oncken, Bengoa, Colajanni, Cajal
filosofa 4el derecho;
s;
resaba,
la profesin
jECCE PERICLESI
y mil ms. De sus lecturas slo asimilaba aquello que era afn con su naturaleza de hombre de garra.
En resumen,
un hombre de
Manuel
mamente
Afectivamente, era un individuo de pasiones violentas, suenrgico y profundamente egosta. Todo lo subordinaba
sealamos un fuerte comvejmenes que recibiera en su niez y en su primera juventud, a causa de su situacin social inferior a la de aquellos con quienes sus estudios lo relacionaban. Este complejo, como siempre, revesta la forma de orgullo excesivo y de anhelo de supremaca. Los duros apremios de la pobreza durante los primeros aos de su vida le hacan darle al dinero un valor excesivo, lo que durara toda su vida. Don Manuel en los aos prximos adquirira millones; pero seguira pensando en centavos, los centavos con que pagaran las bolitas que venda cuando era nio. El mismo complejo de inferioridad lo haca sumamente sensible, tanto al halago como a la ofensa, agradeca sobremanera toda lisonja y no perdonaba ni el ms pequeo agravio. Cuando necesitaba de alguien para medrar o para obtener alguna satisfaccin saba halagarlo. Los que entraban en esta categora se expresaban bien de l. No conoca escrpulos cuando se trataba de la consecucin de sus deseos. Ninguna valla moral le impeda el paso entonces. Los jesutas le haban dejado, de una manera indeleble, la huella de sus enseanzas religiosas; esto no lo reprima mucho, y cuando ms faltaba a los mandamientos de la ley de Dios ms fervoroso pareca, con una concepcin religiosa elemental, como la del asesino y la prostituta que encienden ms velas a la virgen conforme ms han ejercido sus negras artes. lo El ancestro indgena al que ya nos referimos antes ^ supersticioso. tratadistas mohaca fuertemente Era lo que los dernos de psiquiatra denominan "un hombre mgico", es decir, un hombre con una concepcin primitiva de las fuerzas misteriosas que gobiernan al mundo. Tena fe en los orculos y en las predicciones de los adivinos. Su educacin universitaria lo haba familiarizado con las doctrinas cientficas y positivistas de su siglo haba ledo a Comte,
a sus deseos sensuales.
Tena
ya
lo
12
otros materialistas y no negaba radicalmente sus teosenta un respeto supersticioso por la ciencia. tambin pues ras, Estas tres influencias, la catlica, la supersticiosa y la cienEl tfica, debieron de darle tres opuestas direcciones en la vida. jams intent realizar una sntesis personal que las unificara, porque no era muy dado a las abstracciones y no conceba el conocimiento sino como un instrumento necesario para triunfar. El anhelo de obtener una idea general del cosmos o el conocimiento de las causas primeras y los fines ltimos, no turbaron nunca sus sueos por la noche y le interes an menos la gnesis de las ideas de derecho y de Dios que tan vivamente preocupaban por entonces a los pensadores. Sus violentas pasiones y su sed de dominio lo impulsaban a la accin y se someta alternativamente a las tres influencias distintas que hemos mencionado, tratando de servirse igualmente de las tres para su medro personal. En resumen, moralmente, don Manuel era. un hombre egosta y sin escrpulos que no posea verdadera vida espiritual.
Bchner y a
deseo de conocer la extraa psicologa de Estrada Cabrera nos aproximamos a varios de los que durante largo tiempo estuvieron ms cerca de l. En los hogares de algunos de estos
el
En
seores, ya todos ancianos, vimos en el lugar de honor un retrato de don Manuel; y, apenas iniciada la conversacin con los dueos de la casa, comprendimos que an reverenciaban su memoria.
en su honor, porque es de justicia, que fu de los ms honorables amigos de nuestro biografiado, al que muchas veces logr detener en sus impulsos bestiales nos llam sobremanera la atencin: era pequeo de estatura; durante 21 aos tuvo que aguzar en tal forma sus facultades de prudencia y cautela para no ofenderlo, que condicionaron el resto de su vida. Su supervivencia ya era demostracin palmaria de su tacto para tratar a las personas an ms peligrosas. Todava pesa y mide sus menores acciones como si an viviera en la cercana de su terrible jefe; y nos fu muy costoso hacerlo hablar. Cul era el rasgo predominante de su carcter? Abrienle preguntamos. do mucho los dedos de sus pequeas manos y accionando con los brazos de un modo divertido, murmur esta sola palabra: "Desconfiado". Insistimos y fueron brotando de su boca otras palabras sueltas, como si cada una de ellas hubiera que arrancrsela:
ellos
Uno de
digamos
jECCE PERICLES!
13
Las pocas palabras que nos dijo, como persona de talento, son de gran precio. En realidad, el rasgo distintivo de nuestro personaje fu la desconfianza, una desconfianza de todos y de todo. El segundo rasgo, su hermetismo, es consecuencia del primero y de su sagacidad. Se cerraba, porque ser conocido inferioriza en la lucha por el poder. As se explica el terror que infunda en sus familiares, amigos y subordinados, en todo ser humano que entraba en contacto con l. Otros hombres peligrosos se abren a sus relaciones en un momento de alegra, de tristeza, de triunfo o de embriaguez. Don Manuel, nunca; ni aun cuando tomaba alcoholes descubra sus intenciones, sus pensamientos o sus afecciones... El rencor ocupa .el tercer lugar en esta lista de sus cualidades predominantes. Era sin lmites. No perdonaba jams al que alguna vez lo haba ofendido en lo ms mnimo La codicia del poder era el cuarto; codicia tambin sin medida que lo haca permanecer siempre en guardia, como un gran
.
^ ^
za: el de
cuanto a aquellos dones enumerados que le daban fuerel de sugestin sobre los dems, el de la fcil y agradable conversacin. no eran menos importantes. Si cuando nos aproximamos a nuestro informante no hubiramos regresado de una larga correra en busca de datos sobre Estrada Cabrera, acaso no hubiramos apreciado todo el valor de la quincena de palabras que a duras penas logramos arrancarle; pero ya conocamos entonces a don Manuel y nos parecieron gran acierto. A lo largo de todas nuestras investigaciones y en todas partes nos haban hablado de su desconfianza, de su cerrazn, de La quincena de su rencor, de su codicia y de su magnetismo. vocablos formaba una biografa sinttica. Aadimos an por cuenta de Zamacois, que "era blando en
En
mando,
fJ
los
ademanes y
terrible
en
la intencin".
V
ABOGADO DESDE EL CABELLO HASTA LOS
PIES
Unos pocos aos antes de recibir el ttulo de abogado, don Manuel se enamor perdidamente. Desde que entr a la pber'
14
sumamente sensible al encanto de la mujer; era sensual muchacho un y apasionado; su pasin por Desideria Ocampo, joven quezalteca de modesta familia, estuvo desde los primeros momentos llena de violencia encubierta por el dominio
tad haba sido
que ya por entonces procuraba tener sobre si Estrada Cabrera. fu precisamente la fuerte oposicin del padre de Desideria El seor Ocampo se lo que contribuy a disminuir su pasin. opuso desde el primer momento a los amores de Desideria y don Manael. Colocada entre aquellas dos contrarias y firmes decisiones, la del enamorado de obtenerla y la del padre de no darla, la tmida joven, aunque amaba a aqul, se desesper y quiso profehermana de sar en una institucin religiosa de aquel tiempo la caridad?; la tradicin no lo cuenta pero don Manuel saba que Desideria lo amaba y no lo consinti. El siempre defendera con firmeza lo que juzgaba suyo, y suyo era sin duda lo que le otorgaba su legtimo propietario. Sus estudios de derecho haban contribuido a afirmar su fuerte sentimiento de propiedad. En el momento decisivo se interpuso, exclamando No, esta mujer es ma porque me ama. Y fu suya, porque el padre tuvo que ceder ante aquella tenaz
No
voluntad.
Cuando
se
consum la boda en 1884, el hroe, satisfecho de un recuento de las que haba arrancado, en
samente: el bachillerato, la licenciatura, la mujer amada. Dnde se detendra? El matrimonio intensific su lucha econmica. Puso a prueba el instrumento que le haba concedido su ttulo de abogado. La sociedad de aquel tiempo consideraba a todos los abogados ladrones a priori. En realidad la abogaca es un arma y la tendencia de emplearla injustamente en pro de los intereses propios es muy humana. Que don Manuel abus de su profesin parece demostrarlo la querella que contra l present muchos aos ms tarde la seora Maximiliana Cifuentes v. de Cajas y que encontramos publicada en el "Diario de Centro Amrica", ciudad de Guatemala, el 25 de mayo de 1920. ". .Mi queja es contra Manuel Estrada Cabrera. Este mal hombre me ha dejado en mitad de la calle desde hace muchos aos. En el ao de 1891 falleci en Quezaltenango mi padre don Bueaventura Cifuentes. Otorg testamento ante los oficios del notario,
.
ECCE PERICLES!
licenciado
15
Manuel Estrada Cabrera, dejndome en herencia una nombr "Las Escaleras" y que hoy se dice quinta calle oriente, de la ciudad antes dicha. La casa lleva el nmero 11 y en ella habitaba yo. Para el arreglo del juicio testamentario y por haber sido el abogado de mi padre, hadocumentos
:
4t
necesarios
ble,
el
de defuncin de mi padre. prometi arreglar pronto ese juicio y a los pocos das parti para esta capital, dejando encomendado Este el trabajo a su escribiente Mariano Rivera (a) "El Sordo". Rivera, al ao de tener en su poder el asunto, un da se present
mi
fe
de nacimiento y
me
de
propiedad
Yo, sin amparo de nadie y sin recursos, evitndome una prisin, tuve que abandonar mi hogar, dedicndome desde entonces a buscar por el mundo al seor Estrada
del seor Estrada Cabrera.
Cabrera, para pedirle cuenta de su comportamiento y rogarle la entrega de los papeles de mi propiedad. Nunca pude dar con l.
.
...Hace seis aos, cuando mi situacin se hizo insosteniMe ble, haciendo un sacrificio, dispuse mi viaje a esta ciudad. vine a pie con mis hijos, sufriendo las inclemencias del tiempo y las penalidades de tan largo camino. Lo hice sostenida por lo que me daban los viajeros y las buenas gentes de los lugares que atravesaba,- alentando la esperanza de que el seor Estrada Cabrera me atendera. Todo fu intil. Los seis aos, da a da, en '*La Palma", en el Palacio, en dondequiera que me decan que se encontraba lo busqu en vano. Present escritos, cartas, telegramas, papelitos de audiencia y nunca se dign contestarme ni menos
recibirme.
ltimamente supe que se encontraba en la Escuela de DeAsamblea y all fui a buscarlo, mandndole dos cartas por medio del coronel Luis Cobos B. No me las ha contestado, y la gente entonces me aconsej que viniera con ustedes para contarles el hecho y ver si pueden trabajar para que se me devuelva mi casa. Todo Quezaltenango sabe que en la calle de "Las Escaleras" no hay ms casa que aparezca como de Estrada Cabrera que la ma, y l, si tiene conciencia, debe indicar dnde estn los documentos que acreditan mi derecho..." Refieren tambin que uno de los patricios quezaltecos, antes
recho, frente a la
15
en que se ventilaba
la
su regreso del viejo mundo, la casa no perteneca al contrario que Estaba registrada a nomla disputaba; pero tampoco al patricio.
bre del abogado Estrada Cabrera, que se haba quedado con
to del pleito.
el fru-
opsculo publicado en Bogot en 1899 y reproducido por 20 de mayo de 1920 lo acusa tamparecidos. hechos bin de Manuel Valladares, en uno de los cinco insubstituibles tra"El Tinterillo en el Pobajos que dej sobre Estrada Cabrera
"Diario de Centro Amrica"
Un
der", "Nuestro Diario", 3 de abril de 1928, habla de "los ardides, embrollos, y turbias operaciones de su ejercicio ante los juzgados de Quezaltenango. .", En el ejercicio de la abogaca, como defensor de oficio de varias personas encausadas por la muerte del comandante de El Palmar, Estrada Cabrera se expres as al prologar su alegato:
.
"Triste condicin la de mis patrocinados su suerte est confiada a mis dbiles fuerzas; cuando casi todos los abo;
gados de la ciudad se han negado a defenderlos, a m, el ltimo de ellos, toca hacerlo por designacin del seor Juez. Fiel a la promesa soleine*que prestara al ser investido con el honroso ttulo de Abogado, vengo a desempear esa comisin; no seguir la ^enda trillada de los defensores que se esfuerzan en exhibir como inocentes a quienes tal vez estn cargados con el peso de muchos crmenes. Tomar el proceso tal como se presenta y analizar cuantos cargos se deducen para derivar las circunstancias atenuantes que favorecen a los procesados..."
Su
llante.
estilo
bri-
Don Manuel hace* uso en sus escritos profesionales del instrumental que ha puesto en sus manos el estudio de las ciencias jurdicas. Apela continuamente a las grandes frases de la santidad de la ley y del derecho. Esos lugares comunes aristocrticos que forman gran parte del lxico de todo abogado se articulan en su
boca-
escribe.
ECCE PERICLES!
17
He
aqu algunos
"Con
".
.
clara y ostensible
."
.
mengua de
el
la
majestad de los
pa-
principios morales.
ms importante
pel,
como columnas sobre majestuoso edificio de la paz sofuente copiosa y segura de la dicha relativa de los puedebe descansar
".
.
blos..."
.Llevar aquellos hechos al crisol de la justicia y de para su anlisis y examen por la ciencia jurdica y por el sentido comn; pero ms que todo para hacerlos pasar por el tamiz de la conciencia que es la mejor y mayor fuerza calificadora de las acciones humanas..." "...Fu el burladero opuesto al ejercicio del sagrado dereco de defensa y de las dems garantas que pomposa y majestuosamente consigna la ley fundamental, cdigo sagrado de los derechos del hombre, burlado por la perfidia con ." la malicia de leyes secundarias. "La sociedad es un gran jurado que califica las acciones humanas sin peligro de error porque no tiene* la flaqueza del individuo. Raras veces se equivoca su juicio imparcial".
la ley
.
ms baja
ndole:
las del barquero"; rbano por las hojas"; "Al adversario que se hubo retirado del palenque de
"Han cantado
el
"Tomaron
la lucha";
"La hidra de la rebelin levant algunas de sus cabezas" "La elocuencia persuasiva de la verdad de los nmeros" "Se estrella contra la roca inconmovible de la verdad"; "Con las constantes saetas envenenadas por el odio,
arrojadas por la de legalidad";
mano de
la injusticia
En
ms bajo
similor,
como cuando
dice:
Pero a
cursos.
l le
encanta
la
innovacin y
la
18
A qu
seguir?
Quin no ha hecho
al
hablar o
al escribir
nicamente los pedantes y los preciosistas. No slo los vocablos sino tambin las frases hechas son como los ladrillos del idioma ningn arquitecto puede construir un edificio slido sin ellos. Santa Teresa las emPero aquella madre del idioma y de la teologia, unga las ple. frases hechas y las metforas conocidas con su piedad hasta el punto de dejar en ellas algo del fulgor divino. Y todo gran espritu y aun todo hombre de un talento excepalgo semejante, por alta que sea su mentalidad?
;
cional,
edificios slidos y
lidad.
con esos mismos elementos indispensables, sabe construir hermosos, en los que deja el sello de su persona-
Cabrera no.
idioma
de su propiedad, pues era enemigo de abstracciones. No se fijaba al servirle a l, ni siquiera en que el vocablo expresaba a veces Cabrera, para una mala causa como ya entonces suceda lo contrario de lo que debiera expresar. Como los buenos mentirosos, acababa por creer en su mentira. Cree en la eficacia del instrumento verbal que ha adquirido, como el cazador cree en la trampa que prepara. Como aguza su escoplo el escultor o limpia el soldado sus armas, as l compone sus alegatos y levanta la fbrica de sus escritos contenciosos. Sus citas de los autores en jurisprudencia son frecuentes. Alguna vez es incorrecto: emplea por ejemplo "lgido" por culminante, muy intenso o fuerte; habla de un "lapso de tiempo". Dice: "se hace la honra" por "tiene la honra"; pero, por lo general, es correcto. En casi todo abogado hay un buen artesano de las letras; es condicin precisa de su oficio, escribir con correccin. No habis visto algunas veces por la calle a un jurista? La profesin le ha puesto su sello; ved por ejemplo a ese que pasa all en medio de dos estudiantes de derecho; tiene una agradable apariencia, pero tambin tiene aspecto de raposa y en todos sus movimientos lo condiciona su oficio aun en los mejores abogados, algo espontneo ha muerto miden sus gestos y palabras y antes de saludar a una muchacha bonita hacen su examen previo de si ello es conveniente. El estudio de la ley los ha transformado. As era don Manuel: abogado desde el cabello hasta los pies, abogado hasta en el modo de ponerse el sombrero.
jECCE PERICLES!
19
VI
DEFIENDEN CON MAS ARDOR LA BOLSA QUE LA VIDA
sptimo mandamiento se acus a don Manuel de haber prevaricado? No, desde luego. Segn el decir del vecindario lo cuentan todava algunos ancianos de Quezaltenango se embriagaba con alguna frecuencia, aunque no habitualmente, y varias veces en este estado tuvo reyertas con su hermano Fran
Slo en
el
cisco.
Manuel
Satisfecha la primera fuerte pasin amorosa de su vida, don se cans pronto de su esposa y busc otras mujeres, si-
guiendo en ello la tradicin del padre. Tal conducta produjo las comprensibles grietas en su hogar. Por un fcil declive fu resbalando hasta golpear repetidas veces a la fiel consorte de la que concluy por separarse de hecho. (Opsculo citado.) Segn los amigos de don Manuel, se alej de doa Desideria no slo por tal conducta sino, sobre todo, porque doa Joaquina, muy celosa del amor de su hijo de quien nunca se separ sembr la cizaa en el hogar domstico. Cuando se lo preguntamos a ei aquel ntimo a quien nos referimos al final del captulo IV nos pudibundo muy sobrio de palabras con un gesto asustado y mostr que aquella era materia prohibida; pero, como a pesar suyo, pronunci esta frase "La madre", Y esta explicacin nos parece
porque en la sociedad moderna el mayor porcentaje de malentendidos conyugales reconoce como causa la intrusin de
aceptable,
la
suegra.
^ t-
Diego y Franci/^co. Y el camino ascendente, porque cada vez ms aprenda la ciencia de saber 'nalagar a los hombres. Era buen abogado; tena algn talento literario y compona correctos alegatos. Justq^ Rufino Barrios s^ propuso mejorar el ramo de justicia y pregunt al decano de la facultad de derecho por el mejor abogado joven de occidente. Lo designaron. El propio Barrios lo nombr juez de primera instancia de Retalhuleu con las instrucciones, segn cuentan, de instruir un proceso a una municipalidad que haba sido fusilada veinte das antes. Fu jefe poltico interino del mismo departamento. Ms tarde desempe en su ciudad natal otra judicatura, una de las magistraturas de la sala cuarta de apelaciones, una ctedra de la escuela de derecho
su legtima esposa tuvo dos hijos a pesar de sus faltas, continuaba
:
De
^^
20
asisti
como representante
a varias legislativas
"Como diputado dice uno de sus bigrafos no bripor su elocuencia parlamentaria, no se exhibi como orador, sin duda por su modestia suma, pero s actu con despejado juicio en muchos intrincados problemas legislativos, ilustrando con sesudo criterio y entendimiento claro las materias en que emita su opinin propuso, en unin de Cipriano Reina, varias reformas al cdigo militar, y fueron aceptadas; fu autor de varias leyes que emiti aquel alto Cuerpo; fu independiente en sus opiniones y en su conducta, figurando ." el primero en el ms avanzado liberalismo.
ll
;
En
1891
el
el
Dice
"...
Hay que
1*^
mu-
adjudican a sus compatriotas ms prominentes y ameritados, porque el ejercicio de esas funciones es laborioso, de excesivo trabajo y de mucha responsabilidad: "es en esto donde se prueba el patriotismo de los buenos ciudadanos. Inteligencia, fortuna, trabajo, todo
nicipal, los quezaltecos slo se lo
se pone a contribucin, y hasta la vida han sacrificado all algunos quezaltecos ilustres, que fieles al cumplimiento del deber han sido vctimas de la tirana". "Y es que en Quezaltenango la corporacin municipal
respetable, surgido del voto esponpueblo y todo ciudadano despliega inters por la buena marocha administrativa de la localidad. ."
es
tneo
En
pus, algo
el
la labor
de
don Manuel fu
y progresista. Cabrera refera aos desLe al doctor Robles, sobre su alcalda. dijo que al ejercer tal cxrgo le sirvi de gua un precedente saludable que "el penltimo alc^alde de Quezaltenango haba sido bueno y procurado servir al municsipio imponiendo nuevas contribuciones
ms
interesa ntc
para realizar obras de utilidads^y embellecimiento. Cuando dej de presidir el ayuntamiento, le di^yon una cencerrada de latas y lo
ECCE PE-RICLES!
obligaron a refugiarse en una finca remota.
pi de los fondos municipales, fu
21
El sucesor se apro-
nuevas contribuciones porque conoca a sus compatriotas. Al concluir su perodo lo ovacionaron y lo reeligieron." En esta forma aleccionaba la vida a don Manuel, preparndolo para gobernar. Es comprensible que en el ejercicio de su cargo en la municipalidad procurase no tocar la bolsa de los vecinos. Tal regla le servira ms tarde, en puestos mucho ms altos. Tempranamente haba aprendido que los hombres defienden con ms ardor la bolsa que la vida. Al inaugurar su gobierno el general Reyna Barrios, en 1892, quiso tener un quezalteco en su gabinete, para halagar a la metrpoli ltense, y lo nombr ministro de gobernacin. Tena entonces
35 aos.
Y aunque despus habra de hacrsele una biografa sealando sus altos hechos, entre ellos los ejecutados en Quezaltenango, que cuando subi al ministerio de gobernacin no era conocido ms all del radio de su ciudad natal, est comprobado por los comentarios sobre l, entonces aparecidos en la prensa. As por ejemplo, "El Patriota" -redactor responsable, Marcelino Pineda, Guatemala 20 de marzo de 1892 dice, en un artculo sobre "El
Nuevo Ministerio":
"El seor Estrada Cabrera, sea dicho con perdn, es para nosotros y para la sociedad completamente desconocido. Sera
una
el
injusticia atacarlo.
en
ministerio
un
pillo
ms
el
"En resumen, en
Barrios
el
Dejemos al tiempo decirnos si es o un hombre honrado. primer gabinete del general Reyna
elemento malo est compuesto por el doctor Ramn A. Salazar, Ministro de Relaciones Exteriores, y el ingeniero Jorge Vlez, Ministro de Fomento; el elemento mediano, por Salvador Herrera, Ministro de Hacienda; el elemento bueno por el licenciado Manuel Cabral, Ministro de Instruccin Pblica; el elemento desconocido, por Manuel Estrada Cabrera."
el el
ascenso.
poder
personalidad
y es
la
La gobernacin habra de servirle aunque Reyna Barrios tena una fuertradicin de gobierno en Guatemala que los
:
demasiado
autoridad
dej
gabinete.
22
En
le
desempe de 1892 a
el
1897,
la
Manuel
orden pblico,
administracin de justicia, las leyes, la salubridad en la capital y en las provincias, ejerciendo funciones de control sobre la polica,
municipalidades y cien ms. En ella funcionamiento de la mquina gubernativa. Trat a los principales personajes del tablado poltico y aprendi a despreciarlos por lo general, eran tmidos, indecisos y viles. En sus informes a la Asamblea nacional legislativa, podemos encontrar, de nuevo, documentos originales; los redact sin
las jefaturas polticas, las
el
En
Son interesantes
:
algunos de sus conceptos por haber brotado de la pluma del que pronto ser arbitro de la nacin. Dice, por ejemplo "Todos mis
actos
pueden reducirse
al
el princi-
"Bajo
sociedades."
bierno.
.
es
."
"Nada impidi
de un lugar a otro, salir o entrar en l." Para la beneficencia, prodiga otras frases hechas: "La moral sublime del dolor"; "el proletarismo nacido del despilfarro" "o/recer asilo seguro al de;
de familia y de amigos, sin ms proteccin que la del Estado"; "los hurfanos, los ancianos y los invlidos pobres reciben una tutela ms desinteresada que la tutela legal de los parfalto
mente
el
da a los hijos
de madres pobres que tienen que trabajar fuera de su casa"; "el cementerio explica bien claro el estado de cultura de^/ruatemala" "la costa del Pacfico fu invadida por fiebres perniciosas"; "la crisis econmica, que reconoce origen ajeno a la produccin y consumo, ya que se producen en abundancia los artculos de primera necesidad..."; bajo doble actividad y vigilancia se hallan las
penitenciaras y crceles de la repblica"; "el poder judicial ha desempeado su augusto sacerdocio...",
ECCE PE-RlCLESf
23
VII
Amigos de don Manuel afirman que el ministerio de gobernacin inmediatamente lo transform, como si un lento proceso de
el abogado de prounos das antes, y slo esperase una ocasin propicia para manifestarse. Uno de ellos el doctor J. Mariano nos aseguraba "Fuimos a verlo a los pocos das despus Lpez de haber llegado al ministerio de gobernacin, para delatarle los hechos que pasaban en su ciudad natal. Varios individuos le dijimos estn estimulando las peores pasiones entre los obreros contra la familia de los Aparicio. "La faz de don Manuel se torn sombra al or aquel ape-
llido:
"
Ya
pondr yo remedio a todo esto dijo ;^-cnsear a que existe una ley ms eficaz que todas
el
para establecer
orden: y es
"Nos dio terror orlo. Desconocimos al conterrneo antes ambiguo e incoloro. Hoy apareca como un dspota en potencia." Se acusa a don Manuel (opsculo citado) de que "fu el
autor de todos los desaciertos y males que la administracin de Reyna Barrios caus a Guatemala, y el espritu maligno de aquel
mandatario. El intrig para la disolucin de las asambleas del 93 y 97. Colabor en el peridico "El Congreso", que se fund
para insultar a esta ltima legislatura." De la misma fuente provienen las acusaciones de que durante ese perodo asesin a un individuo en el camino de Almolonga e intimid a l autoridad local para que destruyera el proceso del caso; de que envenen a su propio hermano Francisco, y de otros muchos crmenes. El cronista discute la probabilidad de ellos por probidad elemental, aunque en el haber de don Manuel un homicidio o
un
le
robo, qu
Mucho ms
que se
hace en
junio de 1898
concreta y de
el
23 de de que siendo ministro de gobernacin intrig con el engao, la farsa y la calumnia para que la empresa elctrica de Quezaltenango, sostenida por la fuerte casa de Aparicio, pasara a ser de su propiedad por una bicoca. Desde que fu derrotado
nmero
18 de
Guatemala,
24
en sus propsitos por la mencionada casa, no apart un solo instante sus miradas de ella y procur buscar medios para conseguir sus fines maquiavlicos, consiguiendo que se nombrara jefe politico de Quezaltenango a Roque Morales, a quien dio instrucciones para que con cualquier pretexto fusilara a Juan Aparicio, hijo, para vengar resentimientos que tiempos ha senta contra la familia de aqul. Y parece que tal venganza se cumpli al fin, pues entre las acusaciones que se le hacen se encuentra la de que "fu el principal factor en los asesinatos cometidos en las personas del alcalde primero de Quezaltenango, Sinforoso Aguilar, y del acaudalado filntropo don Juan Aparicio, hijo".
Vimos confirmado
lo
que se refiere a
la
muerte de Aguilar
y Aparicio por la tradicin. Por decreto de 24 de abril de 1897, la Asamblea legislativa prorrog sus sesiones por el tiempo que fuera necesario y que no excediera del mes de mayo prximo. Cuatro das ms tarde, y unos pocos antes de ser disuelta por Reyna Barrios, por decreto nmero 360 de 28 de abril, nombraba primer y segundo designados a la presidencia, respectivamente, al licenciado Manuel Estrada Cabrera y al general Manuel Soto. Esta designacin habra de modificar la historia de Guatemala. Reyna Barrios se hizo prorrogar cuatro aos ms el poder por la Asamblea constituyente convocada en agosto de 1897. A consecuencia de este acto, el 7 de septiembre de ese ao estall
la revolucin
de occidente.
Fuentes y Prspero Morales, sorprendieron la guarnicin de San Marcos y se dirigieron luego al departamento de Quezaltenango, donde tomaron San Juan Ostuncalco. El 13 de septiembre atacaron Quezaltenango. Reyna Barrios, que
Los
cabecillas, Daniel
ya saba de los proyectos en su contra, haba ordenado, algunos das antes de que se tradujeran en hechos, que a los primeros tiros provocados por la rebelin en Quezaltenango se diera muerte a Aguilar
y a Aparicio. En cumplimiento de este mandato, apenas las fuerzas a las rdenes de Fuentes y Morales atacaron Quezaltenango, a las 11 y media de la maana, las autoridades de la metrpoli ltense hicieron condenar a muerte a Aparicio y a Aguilar por una corte marcial, Reyna Barrios puso al pie de la sentencia el "Ejectese". En cuanto la noticia sejdifundi, numerosas personas de occidente le dirigieron apremiantes splicas de que concediera gracia a los sen-
feCC PBftICLESt
25
tenciados,
beneficios,
muy
Reyna Barrios accedi. Llam a Estrada Cabrera y le que telegrafiara inmediatamente suspendiendo la ejecucin. Cabrera, para vengarse de la familia Aparicio, que en su niez haba vejado a su progenitora y le haba dado otros motivos de resentimiento, demor el telegrama hasta que calcul que ya se haba cumplido la sentencia. Aquella cruel venganza dio lugar a que Reyna Barrios comprendiera la verdadera ndole de su ministro de gobernacin. El presidente no la tena mala y desde aquel instante resolvi separarse de l. El 22 de ese mismo mes se le nombr para ir a la repblica de Costa Rica, pretextando el cumplimiento de una
dijo
misin.
reza
el
peridico oficial
por
Licenciado don
Gobernacin y Justicia, el Presidente de la Repblica acord que durante su ausencia se encargare de dicha cartera el Licenciado don Mariano Cruz, Ministro de Instruccin
Pblica."
De regreso a su casa, al cumplir esta misin, ya no fu llamado al ministerio y se retir a la vida privada pero continu siendo primer designado a la presidencia porque slo la legislativa de 1898 podra darle sucesor en este cargo.
;
VIII
aqu esta
tu HARTAZN!
que haba desempeado la fortuna, o, lo que
Y
parece
a pesar
de todos los
altos puestos
mucho
ms
fama de ser muy mal pagador, a juzgar por lo que de l refera don Vctor Miguel Daz, fiel partidario suyo. Contaba ste que para hablarle de un asunto lo busc en la casa que ocupaba en la capital frente a la plazuela del
l
aguardaron en el docena de individuos, cada uno de los cuales empuaba una factura o un recibo. A lo que entendi don Vctor, la madre del exministro, doa Joaquina Cabrera, haba dado cita a los cobradores
Teatro Coln; y que juntamente con zagun, durante algn tiempo, hasta media
26
como
la
nica en que
le
podran en-
don Manuel y se encontr con aquella asamblea, vituper a su madre por haber consentido en A todos los despidi con palabras destempladas y furioso se ella.
contrar en
cas'a.
Cuando por
fin lleg
dirigi
directamente
al
comedor,
el
al
de la cocina a la maprimer plato del almuerzo, el clsico revolcado con menudos de marrano en copiosa salsa. Cuando entr al comedor le grit a su hijo Aqu est tu hartazn! Don Vctor oy que el dueo de la casa contestaba No se habla as, vieja. ^^^ y luego un grito, una blasfemia, y vio salir a don Manuel baado en salsa y menudos de manarrador vio
dre, quien, sofocada por la ira, aportaba el
momentos despus,
rrano.
IX
SCAR SOLINGER, MISTERIOSO, IMPASIBLE, SOMBRO...
En
patrn,
un
extranjero, de
a la capital.
Se susurr en secreto
Juan Aparicio, y deseaba vengarlo. Reyna Barrios, uno de los gobernantes ms progresistas y generosos de Guatemala, maleado al fin de su administracin, haba subvencionado varias compaas de teatro, y visitaba todas las
noches, a eso de las nueve, a Josefina Roca, actriz de una.de
ellas.
En
lo
el trayecto,
lo
mat y
se entreg; estaba
Ocultaba con un pauelo el revlver; acostumbrado a que en su pas respereos que tal hacen. Los agentes de Guatemala
dieron muerte.
Una
Cabrera
que no ha podido ser confirmada, cuenta que haba estimulado al crimen dicindole, dos das antes Mata a Reyna Barrios, que lo hars impunemente; destradicin,
lo
como primer
desig-
(1) Aqu en lugar de estos puntos suspensivos debi ponerse otra palabra, que era la que profera don Vctor Miguel cuando contaba la ancdota. No nos atrevimos a ponerla, aunque seres de la extraccin social del mandatario no es cosa del otro mundo que se la apliquen a sus madres, por mucho que las quieran a su modo.
ECCE PDRICLES!
27
al
nado, ser
libre.
el
nuevo presidente y
te enviar
extranjero, rico y
"Osear Solinger -rdice Flavio Guillen, redactor de los primeros nmeros de "La Ley", rgano independiente del partido castillista, Guatemala, 28 de abril a 23 de julio de 1898 misterioso, impasible, sombrio, en la mano el revlver homicida, el triunfo en todo el ademn, se abre paso a nuestra historia por la desusada puerta del crimen heroico. En tres minutos desenlaza el intrincado drama poltico con un golpe de tragedia. Parece que era ingls. Por qu mat? Es cierto que ante el criminal fusilamiento de Juan Aparicio jur vengar la iniquidad cometida en su generoso patrn...? Francamente que increble es ese caso de adhesin tan raro No es ms cierto que hombres resentidos o ambiciosos, co bardes o acobardados, descubriendo en Osear al hombre compraron su discrecin y valenta...? De procer estatura altanero el continente, agraciado el rostro, no impresiona mal
tres
Un
detalle
No
Disparando con la izquierda parti la lengua men tirosa, con bala que fu punto final de la poltica ms loca que presidente de repblica haya ideado en Guatemala."
guidores.
He
Barrios
aqu
cmo
se refiere
Manuel
lapidaria que en l es
comn,
Reyna
la administracin del general Reyna Bauna era de regeneracin pero fu slo un parntesis dbil y fugaz, abierto en un enjuague eleccionario y cerrado por un crimen. ."
"Creyse que
rrios iniciaba
"Administracin civilizada hasta cierto punto la de Reyna Barrios dice Guillermo F. Hall. Durante aquel brillan-
te
perodo de desbarajuste, derroche y festejos oficiales, el pueblo estaba como deslumhrado por el lujo fastuoso y no pareca tener otra aspiracin que la de divertirse."
28
un lado
le dio aviso a
don Manuel
chando que no le deca nada nuevo y por otro Barrios, que no hizo caso de la noticia.
an
sospe-
se lo dio a
Reyna
puesto por
el
licenciado
carteras de gobernacin y justicia y la de instruccin pblica; el licenciado Antonio Batres Juregui la de relaciones exteriores,
Francisco C. Castaeda la de hacienda, Feliciano Garca la de fomento y el general Gregorio Solares la de guerra. Reunidos el
salvo el ministro de de febrero de 1898 en la casa presidencial que estaba de temporada en el puerto de San Jos discutan, aterrorizados, pero ambiciosos, sobre quin de entre ellos, saltando por encima de la constitucin, deba suceder al cuando Feliciano Garca? Mariano Cruz? presidente muerto compareci a su presencia Estrada Cabrera: Vengo a encargarme de la presidencia como primer designado dijo. Srvanse firmarme este decreto, en el que me reconocen como tal. Deseo que colaboren conmigo... Y puso ante ellos el decreto que ya llevaba escrito a prevencin, pues conoca el valor de ciertos hechos, pequeos al parecer. Don Manuel, al comparecer ante los ministros, daba una apaamplio riencia de fuerza tena como ya hemos dicho antes trax, pulmones robustos y ancho cuello que soportaba una cabeza bien irrigada por la sangre; era persuasivo e insinuante, inaccesible al cansancio, dueo de una personalidad magntica como todos los que poseen el "signo mgico", crea en su sino y en el auxilio de fuerzas ocultas, lo que le proporcionaba seguridad en s mismo; los seis aos de gobernacin le haban dado la costumbre del mando, ennobleciendo algo su primitiva apariencia vulgar; haba visto que era fcil hender aquella floja sociedad finisecular de su patria; y, sobre todo, conoca, por haber sido compaeros suyos, a los miembros del gabinete y esto le infunda esperanza. Su entrada sorprendi a los ministros tanto, que durante los primeros momentos permanecieron sentados. En cuanto oyeron
8
la guerra,
lECCE PERICLES!
SUS firmes palabras se pusieron de pie
;
29
al
reconocan
amo.
La
ley
ranza.
Salga usted le dijo y espere en el corredor la resolucin que se tome. Cabrera obedeci. El que lo hubiera visto all, sentado en un corredor, esperando la designacin del destino, hubiera percibido su voluntad
inquebrantable.
Nunca
to se abri la
De
pronle
dirigi
di
que haba vencido y minutos despus pudo comprobarlo al refirmado por los secretarios de Estado, e inmediatamente empez a trabajar. Las primeras luces del alba lo sorprendieron dando rdenes las haba dado toda la noche sin cansarse; conoca hasta en sus menores detalles todos los resortes de la administracin en su pas y procur hacerlos entrar a su servicio hasta donde alcanzaron el tiempo y sus fuerzas. Mas a pesar de todas sus medidas y de que haba llegado al poder por ministerio de la ley, no lo obtuvo sin sangre: se sublev la comandancia de armas; las otras fuerzas armadas le fueron leales y el cuartelazo fu pronto dominado. El general Jos Njera, comandante, y el coronel Salvador Arvalo, mayor de plaza, huyeron a El Salvador, pero no sin que su rebecibir el decreto
a nombre de Cabrera, Njera en la comandancia. Mal empezaba el nuevo gobierno; se tea de sangre en su cuna. Por esa profunda intuicin popular, su advenimiento al poder fu recibido con terror. Copiemos de nuevo las frases de Manuel Valladares
"En
la
el
ms
noche y junto a una charca de sangre se alz cruel en la historia de Amrica. ."
.
dictadura
30
En SU manifiesto publicado en diario oficial el 8 de febrero, afirma Estrada Cabrera a sus conciudadanos que: "llamado por ministerio de la ley a ejercer la presidencia, es su deber declarar que nunca hubiera aceptado tal designacin si hubiese sabido que
tendra que ejercerla; pero que no desfallecer porque est con-
vencido de que para gobernar a Guatemala slo se necesita cumplir con la ley, fija la vista en un punto nico: la constitucin de la repblica. Corta y de carcter interino ser su administracin." Aunque public la ltima, mentirosa afirmacin, el nuevo jefe del Estado nunca pens, ni por un momento, ser slo presiinmedia^tamente hizo que partidarios incondicionales le ofrecieran la candidatura en propiedad para el prximo perodo que se contara del primero de marzo de 1899 al primero de
dente interino
marzo de 1905; y
se apresur a aceptarla.
XI
LA PRESA ERA CODICIABLE, LA PRESA ERA FCIL
Cabrera, apenas en el ejercicio del poder, se traz un prograpara detentarlo. Oh! El no lo soltara as no ms. La presa era codiciable, la presa era fcil.
ma
Y en verdad que tena razn don Mannel al hacer estas afirmaciones. La presa era codiciable. Guatemala equivala por su territorio a la superficie de Suiza, Blgica y Holanda juntas, es decir a la superficie de tres de las naciones ms perfectamente elaboradas y de cultura ms alta que existen en el mundo. Su situacin
predominante, con costas sobre dos mares,
la
haca
el
centro del
hemisferio occidental hoy, maana acaso el centro del mundo. Era cierto que en plena zona tropical propicia a la alimaa y a la
flora y hostil al
hombre
daba asiento a
;
la
fiebre amarilla, al
y la uncinariasis que su clima de fuego produca la calorosis y enervaba; que s%s parsitos despedazaban; que su flora devoraba, a poco descuido, la precaria construccin indgena; que su aire saturado de agua llevaba xido corrosivo a todos los metales y morda con su humedad los objetos industriales; que en muchos puntos la impermeabilidad y el bajo declive de su suelo producan pantanos...; pero tambin lo era que de los ciento diez mil kilmetros cuadrados que componan su territorio.
paludismo,
la disentera
ECCE PERICLES!
31
a fuerza
de altura, y a ms de mil metros sobre el nivel del mar daba grato hospedaje al hombre, ofrecindole eterna primavera. En esa escalinata maravillosa de la patria, que besa el mar en los suelos bajos
y toca a los cielos en las mesetas altas, exista toda la variedad de frutos que guarda la tierra. La presa era fcil. El exministro de gobernacin lo saba ruy bien. De los dos millones y medio de sus habitantes, dos terceras partes de raza aborigen, constituan buen instrumento gara todo
despotismo. El resto estaba compuesto por mestizos impreparados para la libertad y por un pequeo ncleo de gente con cultura europea.
Este pequeo ncleo era sin duda culto y valiente; mas por al dspota que armaba la indiada y
de su parte. Poco tena que temer de l un autcrata. poltica de las tres ltimas administraciones contribua a maniatar a los guatemalBarrios, Barillas y Reyna
La educacin
poca en Guatemala del triunfo de de los dos jefes victoriosos, el terico desapareci pronto y slo qued el otro, Barrios, un soldado que usufructu el poder con mano dura durante ms de dos lustros, preparando a los guatemaltecos para futuros despotismos y esclavizndolos en una forma mucho ms terrible que el derrotado rgimen conservador; el rgimen de su sucesor, Barillas, haba sido anodino con Reyna, fastuoso y derrochador, haban brotado conatos de libertad. Ya l hara que desaparecieran por completo: se preparaba a gobernar no con la mano floja del segundo, no con la dadivosa del ltimo, sino con la frrea del primero. De
tecos.
Cuando, en 1871,
lleg la
Barrios tomara,
como emblema,
el ltigo.
pasara medio siglo sin que se demostrase que empleando guardias de asalto, como proyectaba emplear don Manuel, se sojuzgan an nacionalidades de raza ms
visin era exacta.
Su
No
homognea y
LIBRO SEGUNDO
LA PRESIDENCIA INTERINA
. .
En
examin
su programa poltico,
al
de que mediante el concurso de los buenos guatemaltecos, era capaz de la difcil empresa. El respeto a la ley es el primer punto del programa que ofrece a la consideracin del pueblo y el segundo que su gobierno, verdaderamente nacional, se desarrollar conforme al credo liberal, que no est reido con el texto de las leyes ni con el respeto que merecen aun las opiniones de los adversarios."
En
como
ni
peridico
indepen-
candidato. Fu ministro de Reyna Barrios hasta pocos meses antes de caer ste muerto. Cul sera, pues, su gobierno? Ni ms
el
menos que el mismo de Reyna Barrios. Cul fu Reyna ? Bueno durante los primeros cuatro aos se
gobierno de
le
deben leyes
muy liberales
y el desarrollo de la instruccin y de los trabajos pblicos en los ltimos se male, tornndose desptico, y cometi gran nmero de desaciertos, malbaratando la hacienda pblica. Reyna
y a su perodo presidencial, derroch la hacienda pblica, err en materias econmicas, deslizndose por la pendiente de operacion^ ruinosas, incitado por loa
,
"La Repblica"
fu su vctima
aduladores
34
Reyna como
todos los aos de su administracin y es responsable ante la ley y ante la opinin de todos los actos de aqulla; sobre todo de los de
su ltima y maleada parte. Como ministro de gobernacin, Estrada Cabrera prest a Reyna Barrios su concurso enrgico, constante y firme. Todos los
decretos que violaron derechos escritos y arruinaron intereses, es-
el
nmero
460, en
que
el
poder
asume
el
poder pblico de
poder judicial y nombrando presidente de la corte suprema de Antonio Batres Juregui; el 471, estableciendo la ley de zapadores, filn de oro explotado escandalosamente; el 527, estableciendo el curso forzoso de los billetes de banco; y, por ltimo, el decreto nmero 4 de la Asamblea constituyente que prorrog por cuatro aos ms, para Reyna Barrios, el periodo de la presijusticia al licenciado
dencia.
Un ministro que ha burlado de esta manera la constitucin Poder Legislativo, cmo va a ser digno de la confianza de sus conciudadanos ?
y
el
candidatos independientes que disputaban el triunfo a Cabrera, Jos Len Castillo era el ms fuerte y staba seguido
los
Entre
por
ria
la
mayor parte
del pueblo,
que indudablemente
le
dara la victo-
en
de una manera
constitucional.
La
lista
de los clubes
castillistas
cinco establecidos en la capital, 70 en los departamentos y uno en Santa Rosa de Copan del vecino estado de Honduras.
Sus partidarios retratan a Castillo con entereza "no es diexcepcional ni en las artes ni en las ciencias pero es un hombre honrado, de carcter recto, y que ama a su patria con ardor, y lucha con el deseo de mejorarla." En un manifiesto a los guatemaltecos nmero 11 de "La Ley", 26 de mayo Castillo ofrece como programa de gobierno "por el pueblo y para el pueblo": Instruccin pblica; proteccin a los
:
cen un hombre
honor
al
mrito; amistad
el
extranjero la-
jECCE PE-RICLES!
35
rales.
Los otros candidatos eran Francisco Fuentes y Prspero Momuy estimado en Quezalpartidarios; en cuanto sus tenango, tenia aqui el principal ncleo de
Francisco Fuentes, hombre probo y
a Prspero Morales, habia empezado a hacerse de ellos durante el tiempo en que ocup un ministerio en el gabinete de Reyna Barrios.
a la
Por decreto de 27 de junio de 1898 convoc Estrada Cabrera Asamblea legislativa para que se reuniera el 1- de septiembre
el
con
objeto de hacer
el al
ciudadano que obtuviera mayora absoluta. La comisin permanente dirigi una solicitud al jefe del ejecutivo, para que revocara el anterior decreto y convocara a la Asamblea en los primeros das del mes de agosto. El presidente contest denegndola, entre otras causas porque "Entre las atribuciones de la comisin permanente que no era un cuerpo consultivo, no estaba la de hacer iniciativas de ley, que no era otra cosa dicha solicitud, ni el derecho de "veto" exclusivo del ejecutivo, quien tena la facultad de convocar a la Asamblea a sesiones extraordinarias." La cuestin, que haba querido suscitarse a peticin de un bando militante, "quedaba resuelta en favor del ejecutivo". En el nmero 21, correspondiente al 6 de junio de 1898, y en otros de "La Ley", se pone de relieve lo que significa para el partido independiente la demora de un mes, al no convocar a la Asamblea el primero de agosto sino hasta el primero de septiembre. "Tiene el inconveniente dice el trisemanario que viene del mal de que el jefe del gobierno sea al mismo tiempo candidato, de que no estando la Asamblea reunida para el tiempo de las elecciones en los primeros das de agosto, recibir parte interesada los pliegos de las juntas electorales. Por medio de intrigas se ha llevado a la alcalda de la capital un "cabrerista", para mientras pasan las elecciones; as los nicos que examinarn las actas electorales, antes que los diputados, sern el ministro de gobernacin y el seor gobierno
repblica y proclamar
:
candidato."
Existe copia de la secreta circular enviada por el primer designado en el ejercicio del poder a los jefes polticos y comandantes departamentales, con orden de que la devolviesen suscrita con el
mismo portador de
ella; tiene fecha catorce de julio de 1898; les ordenaba que retirasen inmediatamente de su empleo a los munci-
35
la confianza del gobierno y nombrasen percondicin, para que slo sus partidarios esa reunieran sonas que
mesas
electorales
que alistaran
las respectivas
boletas de ciudadana, inscribindolas con registradores adictos y reservando un nmero considerable en blanco; que pagasen reser-
vadamente
en su favor con fondos especialmente destipor ltimo, que en el caso de que un adversario y poltico obtuviera muchos sufragios hicieran votar a los adictos de
los trabajos
ello;
nados para
cualquier
II
reOtro peridico independiente "Pro Patria", bisemanal doctor Lainfiesta, Francisco dactores Manuel S. Ayau, licenciado Juan Padilla M. y Jos E. Snchez, que public 15 nmeros, fechando el primero el 12 de junio de 1898, se atrevi a combatir la
candidatura de Estrada Cabrera para presidente de la repblica, y propugnar la de Jos Len Castillo. Cabrera, hbil poltico, se jact
de esta libertad de prensa que permita a sus gobernados. En realidad, fu muy relativa y termin para siempre con el ltimo nmero
El propio peridico independiente ya lo prev cuando dice: tolera, pero cuando la indiada los 700,000 indios que ahora estn aprendiendo a decir "Vas botar Cahreta" haya depositado sus votos, entonces las bayonetas triun-
En
"La pre-
"Seor
pendiente y
est
el "Seor Gobierno Interino", candidato del gobierno probndonos el acierto con que la constitucin de 1879 prohibi que los designados pudiesen ser elegidos para la presidencia, suponiendo que daran al traste con la libre eleccin, metiendo de por medio el pblico dinero y la fuerza pblica. As pas con Manuel Lisandro Barillas presidente interino por la muerte de J, R. Barrios ya con las armas en las manos hizo reformar la cons:
ECCE PERICLES!
titucin y borrar el artculo
37
al designado en el de l dignamente si quiere ocupar el puesto de candidato. Hoy el "candidato gobierno" vigila con sus espas y caones al modesto "candidato independiente" Jos Len Castillo, hace su propaganda por medio de los empleados pblicos, invierte en ella gruesas sumas y entraba por todos los medios los trabajos de su antagonista, dando el risible es-
que ata
las
manos
pectculo de
un candidato que
partidarios del otro, y de dar suelta a los criminales para que lo ayu-
den a triunfar, manteniendo sobre los ciudadanos que no estn en favor de la candidatura impuesta la natural desconfianza que inspira la posesin del
mando y de
ros de la igualdad en la
lucha."
En
en libertad
su nmero 5 se queja de que el designado orden poner a individuos procesados p"or hechos punibles.
En el 6 se le censura por arbitrariedad en varias disposiciones como presidente interino y por haber atropellado a ciudadanos pacficos y aun funcionarios del poder judicial, se le hace de nuevo el cargo de haber concedido indulto a varios criminales y se le inculpa tambin por haber suspendido el pago de la cuota de zapado;
res,
las provincias
armas
El nmero 7 cuenta que se ha prohibido la portacin de aun bastones durante los primeros diez das de agosto
a causa de la
campaa
'electoral
pueden
En
el
nmero
comprando
los votos a
favor de Cabrera por cuatro reales cada uno y que un mismo muchacho ya ha vendido tres y se prepara a vender ms. En el nmero 10 refieren que Cabrera ha cambiado todos los empleados pblicos
jefes
polticos, jueces,
alcaldes...
38
ms gordos ha
Los
zapamiento para que se preparen a salir para la eleccin en mento de que los comisionados lleguen a buscarlos.
el
mo-
En
de
la
el
nmero
13
Carrillo, recin
imposicin.
"Yo ya no me resigno habia afirmado en una casa amiga Guatemala: por eso voy a adular a Cabrera para que me d un puesto en Europa."
a vivir aqu en
III
un alcance
26 de
28 de abril a 23 de
lo lea
julio
de 1898
la candi-
julio
despus de haber ledo "Pro Patria" ver desarrollarse ante s el sombro drama de una eleccin presidencial en las repblicas del trpico americano, y asistir al conmovedor espectculo de una lenta agona de la libertad. Ya es de sobra conocido el clsico cuadro lo componen, 1" el mandatario que est en el poder de hecho presidente constitucional o interino desea que perpetuarse en l o elegir como sustiy tuto a una de sus hechuras, para seguir mandando por su medio o para que le guarden la hacienda robada o los gajes arrebatados; y 2- el iluso candidato independiente, apoyado en la gran mayora del pueblo, no menos iluso, que lo postula para gobernante, .Ambos van derecho al fracaso; pero siempre esperan el milagro que ha de
:
salvarlos.
Si este es el cuadro tan conocido, vale la pena de que insistamos ms en aquella copia del mismo que elev a la presidencia, en propiedad, al interino? Creemos que s: siempre es interesante toda forma de despotismo porque siempre es interesante toda lucha
por
la libertad.
En los nmeros de "La Ley" se proclaman los mismos cargos que ya hemos visto que formul "Pro Patria", todos los conocidos sntomas de esa mala enfermedad del poder el interino ha llamado
:
ECCE PERICLESI
39
pero que no teme a nadie, y pasar sobre todo, volando las cabezas que sean necesarias"; orden que se condujera preso al presidente de la sala primera de
dicindoles "que l es
hombre
civil,
el
amenazan a los vendedores de "La Ley" con llevarlos a la crcel, si continan ofreciendo el peridico multitud de personas ocurre diariamente a la oficina presidencial, unas porque han sido llamadas para amenazarlas y otras por asuntos pendientes, sin poder hablarle, salvo cuando les sirve de "ssamo brete", las palabras "vengo en comisin de sus electores"; por derrochando galocentenares se estn dando despachos militares nes a todos los que trabajan por la candidatura oficial; circularon hojas sueltas, firmadas por "castillistas", apcrifas, hasta tal punto que la polica secreta era la distribuidora; escoltas armadas prendieron y llevaron presos a la crcel pblica a los socios de los mltiples clubes castillistas, establecidos en las principales poblaciones de la repblica; los encargados del registro civil, se niegan a dar boletos de ciudadana a los partidarios de Castillo; el seor Estrada Cabrera paga ya un peridico en Mxico cinco yanquis disfrutan de 300 pesos mensuales por hacer su propaganda en oriente; uno de los principales propagandistas ha recibido del gobierno 22,000 pesos: con razn las arcas nacionales estn exhaustas; las rentas de la nacin, sudor del pueblo, sirven para la propaganda oficial y van a manos de los que no merecen otro epteto que el de logreros en cambio no se pueden pagar los sueldos de los empleados de la repblica en los cuarteles de la capital hace diez das que no se da sueldo a la tropa y el rancho es tan malo, que se la hace salir en bsqueda de alimentos ya todo el mundo se niega a servir a la nacin; la tropa deserta; el nombre que uno quiera, de personas conocidas ausentes, se encuentra como partidario de don Manuel en la lista azul que ha impreso Joaqun Mndez: Rubn Daro; Jos C. Mixco...; Mndez se est burlando de su candidato por lo que tiene de mojiganga esa lista falsa: como un puro payaso trata de divertir al pblico con la candidatura interina; en Tactic se est haciendo un corral en donde como animales encerrarn a los votantes, para no sacarlos hasta que den su voto voluntario a favor de la imposicin en las manifestaciones cabreristas de los domingos asis;
40
ten
como paisanos
muy
seor mo; se prepara una manifestacin escandalosa en que se rompern puertas y ventanas y se vitorear al candidato independiente, para hacer creer al pblico que es el "partido castillista" en una casa particular se trabaja de da y de noche llenando boletas de ciudadana con nombres repetidos y supuestos se estn dando boletos de contribucin de caminos a todos los que subscriben la
; ;
candidatura oficial
y,
en cambio, a
ha
electo presidente de
un
en
Momostenango al telegrafista Malaquas Barrueto... En los nmeros 13, 14 y 15 del peridico castillista,
el
se analiza
cuando era ministro de Reyna Barrios, probando que muchos de sus artculos, afortunadamente modificados o suprimidos, ponan cortapisas a la libertad de prensa. Comenta: "Si el seor presidente interino se hubiera propuesto matarla y con la sagacidad que le es caracterstica hubiera rebuscado la mejor manera de hacerlo no hubiera encontrado tan buenos medios. A qu condicin ms triste hubiera quedado reducida si' los monstruosos artculos que l redact hubieran sido aprobados? Qu se poda esperar ms tarde si llegara por desgracia a hacerse elegir presidente si as pensaba cuando slo era ministro de gobernacin? No estaba llamando a
los "castillistas",
solamente para amenazarlos, llegando al grado de poner de soldados a muchos?". La ms grave de todas las acusaciones que formula "La Ley" es la repetida a diario de que se est sacando a los peores criminales de las crceles para trabajar a favor de la candidatura de Cabrera; amenazando a los "castillistas" e incluso, en mltiples casos, robndoles, vapulendoles y asesinndoles. El interino se ha formado una guardia de pretorianos, asesinos y ladrones, a su inmediato
servicio.
Una numerosa
cuadrilla de malhechores
diente al 15 de julio, se bertad y dados de alta en las filas cabreristas 16 angelitos ms que estaban en la penitenciara por delitos graves. Los presos indultados han recibido rdenes para que conozcan a Jos Len
Castillo...
ha pasado a consEn el nmero 15 de "La Ley", corresponda la noticia "de que fueron puestos en li-
jECCE PERICLES!
41
Es
fuera de la ley? Al respecto, he aqu una terrible acusacin .conde "La Ley", Jos Trnsito creta: En el nmero 9 '27 de junio
Rojas, juez de primera instancia de Chiquimula, en una carta abierta al presidente, le pregunta por qu ha pretendido rebajar
su dignidad de empleado
civil,
ter-
minar por sobreseimiento los juicios de Isidoro Rosell, indultado de la pena que le correspondcria por delito de incendio; de J. Ramn Rosell, indultado por la que le correspondera por conato de asesinato; de Cupertino y Manuel Jimnez, indultados de la pena que les corresponde por el delito por que se les procesa en el despacho de su cargo y de Antonio Vsquez, Martn Ramrez y Francisco Garca, mandando sobreseer en los procesos respectivos. En una nota del editor se aclara que los indultados estn trabajando por la candidatura oficial; que J. Ramn Rosell, vecino de Esquipulas y padre del incendiario Isidro, posee despachos en blanco para obsequirselos a los militares que se comprometan a trabajar por la imposicin; y que de todas las crceles de la repblica se est sacando a los criminales con la condicin de que se afilien al partido
;
cabrerista.
en que un juez probo deja tan alto su nombre, "La Ley" da la noticia "de que entr escoltado a la comandancia de armas de la capital, porque no se prest a pisotear la ley." Cul es la consecuencia de este estado de cosas? La de esperarse que sobreviene una poca de terror. El mismo peridico nos da noticia de sus terribles' caracteres: En varios artculos titulados, "Notas Sangrientas Consecuencias de la Imposicin", se refieren las que se prodigan a diario. Se cuentan las muchas muertes que ha causado ya sta, tanto de cabreristas como de castillistas. En mesones y otros sitios los ciudadanos que se niegan a votar por Estrada Cabrera han sido brbaramente flagelados por los criminales puestos en libertad para ejercer tal oficio. Los "cabreristas" que han dado muerte a guatemaltecos lejos de ser castigados ganaron galones y empleos pblicos porque dijeron que sus vctimas eran "castillistas". Un grupo de cabreristas custodiado por la polica y por una escolta armada, la noche del 24 del corriente, insult a Jos Len Castillo, frente a su casa, armando una inmensa gritera, al* mismo tiempo que golpeaba las puertas vociferando
:
42
rompieron
los vidrios
que estn vigiladas por policas secretos en la capital, en cuenta Mendizbal, Toledo y varios ms. En
han presenciado
pueblos los presidentes de clubes castUistas son abofeteados, heridos y encarcelados de orden del jefe poltico... El licenciado Estrada Cabrera no contesta ninguna de estas
sedicin.
los
En
de julio de "La Ley", se le hace tal dice "La Ley" inculpacin gravsima. "No debe hacerse esperar de ninguna persona honrada a quien con injusticia se ultraje por medio de la prensa el vindicarse razonadamente por medio de la misma, y mucho ms cuando la elevada posicin del injuriado le compromete a ser ms celoso de su decoro, como sucede con el seor presidente de la repblica. Esta posicin exige una completa
el
En
nmero 24
15
mulado. Unnime est la prensa libre en acusar al expresado aspirante de que, abusando del poder de presidente interino, distrae los fondos pblicos en comprarse votos, fundar peridicos, clubes, etc.; que castiga por medio de sus agentes a los indios y ladinos que no firman por l; que los boletos de la contribucin de caminos se dan gratis a los que concurren a cierta cita; que destituye y veja a los que no secundan sus miras; y, lo ms grave de todo, que para diversas comisiones relacionadas con su propia propaganda, ha puesto en libertad a criminales que no han cumplido su condena, cargo que encierra la mayor injuria a los ciudadanos indefensos, pone en peligro la propiedad y la vida de los asociados, borra de una plumada los cdigos e insulta y degrada al poder legislativo y la majestad de las leyes, relajando la conciencia moral del pueblo. Se han presentado pruebas de todo esto y el seor presidente no ha tenido el valor de decir "Es falso", ni se ha credo en el deber de probar lo contrario, dejando por los suelos el honor del pas y los derechos de todos los asociados cubiertos con el velo negro de su silencio. El seor presidente no es dueo de la constitucin ni del poder legislativo ni del judicial ni de los fondos pblicos ni de la conciencia de los electores ni de la sancin de las leyes ni de la honra, la vida y la moral de los guatemaltecos. Calla, luiego otorga y
:
jECCE PERICLES!
43
cesarismo ms impudente, no merece la dignidad a que aspira. Es evidente s resolucin insensata de alzarse con la presidencia llue-
va o truene insensata, porque tiene que habrselas con muchisimos que sienten, piensan saben y pueden, y de seguro no se dejarn envenenar con mondongo. Todo lo cual lo compromete a mantenerse y a mantener a sus adversarios en pie de guerra. Vese obligada la prensa a darle lecciones elementales de vergenza. Nada ha contestado directamente, nada por medio de los peridicos que ha fundado con dinero del pueblo para que lo defiendan. El seor gobierno interino debe abdicar si tiene algn resto de pudor y pa;
triotismo".
Conforme pasa el tiempo y se acercan los primeros siete dias de agosto en que se proceder a las elecciones, el funesto cuadro gana en colorido No se trasmiten los telegramas del ministro de la guerra, general Contreras, sin que los lea primero el presidente. Generales de alta se encuentran vigilados por la secreta. No se tiene confianza en la artillera y se ha puesto infantera que la controle,
:
El presidente
mand
armas de los departamentos orientales y occidentales. El ejecutivo ha removido 14 jefes polticos de sus puestos porque no quisieron imponer la candidatura oficial. Durante las elecciones uno a siete de agosto habr en el centro de la capital siete mil hombres y muchos ms de los alrededores, armados y en pie de guerra.
El propio presidente trata de intimidar a sus adversarios en la ms sangrienta de sus gacetillas lo ha de contar "La Ley". En el
:
nmero 25, correspondiente al 19 de julio, clava en "El Interino" su dardo ms envenenado contando tal cosa. Copiamos ntegra la gacetilla
de su pgina
el
tres,
la psicologa
el
del
candidato en
venir
por-
como gobernante.
"TCTICA RISIBLE
activamente contra
escribientes
:
El interino, cuando sabe que alguien est trabajando la imposicin, dice, para que lo oigan los
;
ya es necesario chicotear a algunos Barrios los chicote y as estuvieron bien. Ponga un telegrama a N. N. previnindole que se presente aqu inmediatamente y que d
44
Comandante de Armas
dar lugar a otra cosa. Llega el individuo, se le presenta y como el fulano opositor no es de los que se chupan el dedo, no se amilana y principia el seor Cabrera por preguntarle con mucha amabilidad
y cortesa: que cmo est su apreciable familia y que cmo andan sus negocios, y que qu tal va la poltica, etc.; le ofrece grados militares, le promete tierras, la mar. A los dos das vuelve a echar bravatas como las anteriores y ordena de nuevo llamar a otro testarudo castillista para chicotearlo y entonces los empleados se miran y se sonren, diciendo entre dientes
esa va a ser otra chicoteada
como
la anterior."
Y
la
"Locura es
la
fuerza y por el dinero la opinin pblica, manifestada en favor de Castillo". "Gigantesca lucha la que sostiene el pueblo con los
la fuerza."
julio,
En
nes
el
nmero
15
28 de
"Los intereses de la independiente prensa llamaron a la da tregua a la faena patria lo y por considerarla inoportuna en los momentos en que va a efectuarse una de las prcticas ms importantes de americanismo la eleccin de mandatario." Su flecha de parto es la de poner en conocimiento del pblico que fueron encontradas 14 boletas en blanco, firmadas por el encargado del registro civil, en la bolsa de un
:
cabrerista.
Con
das antes,
el
alcance al nmero 26 se ha despedido tambin, dos "La Ley"; dos das despus empezarn las elecciones.
Una nmina de
comprende
los
los peridicos
departamentos. Como uno de los ms importantes entre los primeros aparece "La Repblica". Hemos tenido en las manos el N 1 de "El Interino"; hace terribles cargos a Cabrera, pero no los respalda fu annimo e hicimos caso omiso de ellos.
diente
ECCE PERICLES!
45
durante
el
perodo de su interinato
mente
la
despus
la
neg completa-
la repblica,
menos en
Porque, segn
contaron los
haba visto nacer. Por qu? contrarios, all lo conocan mejor que
independientes
el
Caramente pagaron
castillista,
los periodistas
haberlo
que aparecen
al
frente de varios
:
durante cuatro lustros a Manuel C. Lpez le dieron de palos, hasta matarlo en una seccin de polica; Jos Mara Urbizo fu fusilado, so pretexto de que quiso fugarse, cerca de la poblacin de El Fiscal,
cuando marchaba a pie, camino de Chiquimula, a donde haba sido llamado a declarar respecto a la falsa asonada que se fingi en esta
cabecera departamental.
.
De
de,
se refieren a
Rosendo Santa Cruz, porque, segn veremos ms tarfu figura principal en la tragedia que represent para Guala
temala
Rosendo Santa Cruz, nombrado por ste director general de estadstica, a pesar de que se haba definido como "castillista" leal y valiente, pronto tuvo que renunciar. En su nmero 6 ^12 de mayo de 1898 cuenta "La Ley" que a pesar de los manejos del licenciado Juan Barrios M. en Tactic
para hacer triunfar la candidatura oficial del licenciado Jos Flamenco, triunf para, representante de la repblica, la independiente de Rosendo Santa Cruz, con 632 votos, por 175 que obtuvo el
contrario.
trisemanal, y en una carta abierta al licenciado Estrada Cabrera, se vindica Santa Cruz de las acuel
En
nmero 24
le
del
mismo
saciones que se
a su finca
Tamah, han
propio
los
"Ha
sido
dice en un prrafo
Santa Cruz
de
que no se prosternan a los pies de los dspotas los tiranos incuban revoluciones para darse la satisfaccin de sofocarlas; en estos
;
46
momentos no
y
el
que envilece
proceso de sedicin
ficticia."
IV
LA MAS DESACREDITADA REPBLICA MEDIEVAL
. .
Como
hemos
tra-
raba a escalar
la presidencia constitucional,
Aquel principio de su gobierno lo condicionara todo; no es de extraar, pues, que en el Alcance al N^ 26, ltimo "La Ley" refiera que, en "las mrge26 de julio que se public, nes del Suchiate, Prspero Morales, candidato a la presidencia, ha lanzado un Manifiesto, donde explica por qu no viene al pas, y por qu combate la: candidatura de Estrada Cabrera". En el nmero 14 del otro peridico independiente "Pro Pase da la misma noticia de que Prspetria" 27 de julio de 1898 ro Morales se ha levantado en armas contra la tirana de Cabrera invadiendo la repblica para protestar contra la anomala de que el
gavilla de bandidos.
de
la repblica.
Prspero MoTapachula, el territorio de la repblica, donde pronto se posesion de varias poblaciones, en cuenta las importantes de San Marcos, cabecera departamental, y de Ocs, puerto de mar; despus sigui guerreando con xito vario, y por ltimo, fu completamente derrotado y muri, abatido por mltiples traiciones, pocos das despus de haber cado prisionero. Su intento marcial haba durado apenas tres semanas. Diz que, despus que estall la revolucin de Morales, Cabrera mand llamar a tres generales prestigiados Calixto Mendizbal y Gregorio Solares, de vieja promocin, y Garca Len ms joven, conferenci amistosamente con el primero y lo invit a tomar un chocolate en la casa presidencial; esa misma noche muri. Gregorio Solares fu a la crcel. Garca Len empez a ser vctima de una extraa enfermedad que lo hizo perecer lentamente. Y la voz
ECCE PERICLES!
47
popular acusaba a Macas del Real al servicio de Cabrera, de que haba proporcionado la pcima que mat a Mendizbal y de la raiz del chiltepe haba extrado un txico mortal para Garca Len. conLa acusacin es grave; pero de consuno, la tradicin seapublicadas, lo y varias obras teste en cien distintos lugares lan como envenenador. Antonio Valladares Rubio, hermano de Ma-
nuel de los mismos apellidos, dice en "Cabrera Detective" "Nuestro Diario", ciudad de Guatemala: "El temible y feroz esbirro Wenceslao Chacn, a quien ms tarde, segn dicen, el dspota
mand dar
el
Y Manuel
"La accin criminal de Cabrera se extenda a Mxico, El Salvador y Nicaragua. Sus agentes se derramaban sobre la California, se presentaban en Cuba o se aventuraban a Colombia en la persecucin de las vctimas sealadas por la tirana
que ni aun saliendo de las fronteras patrias se encontraba asilo seguro! La muerte de Ricardo Trigueros en Barcelona
horroriz a los mdicos espaoles, que vean las huellas de
txicos tenebrosos
:
la
acreditada repblica medieval de la revuelta Italia, atrs queda; la corte ms corrompida y envenenada no tiene qu responder ante la nioral y la historia de tantas enormidades, como el dictador de Guatemala".
.
48
empujan
mismo, a mltiples
rebaos de indios analfabetos. Cabrera fu elegido por una abrumadora mayora de votos.
1898, la
Asamblea declar
popularmente electo presidente constitucional de la repblica al licenciado Manuel Estrada Cabrera, para el perodo que comenzar
el
15 de
rarlo
marzo de 1899 y terminar en igual fecha de 1905. No esper tal declaracin Rafael Montfar para considecomo nuevo jefe del gobierno. El discurso oficial, pronunel
ciado
LXXVII
ani-
"El presidente electo conoce nuestros hombres y nuestra historia y ha recibido una educacin que le permite apreciar
de nuestros partidos, sin que haya peligro de que se extrave su juicio prudente e ilustrado. La economa y la educacin cvica deben ser sus primeros cuidados".
las tendencias
el
Spnola
lo
"Por
fin el principio
de
la alternabilidad se
cumple en
nuestra patria".
"La
silla
presidencial no es
como
el
delicioso asiento.
En
problemas intrincados le piden diaria y pronta resolucin personas necesitadas miran en l la nica tabla de salvacin a que pueden asirse; los polticos del partido opuesto lo censuran despiadada y cruelmente la adulacin lo marea con sus dulces halagos. Ah, y no es menos grande ni menos heroico que el valor militar, el valor cvico del que arrostra tan grande respon;
;
sabilidad!".
primeros actos de don Manuel como presidente, apenas la lucha por el poder le dio un respiro, fu mandar llamar a don Joaqun Mndez, director de la tipografa nacional por
los
Uno de
ECCE PERICLES!
49
mandato de Rcyna Barrios que an desempeaba dicho puesto, y ponerle en las manos un librito cuidadosamente conservado, conminndole de la siguiente manera: Es un tesoro para m este volumen. Empstemelo con
cuidado;
me
responde de
personalmente.
Era el "Orculo novsimo o libro de los destinos", por cuyo medio una profesora quezalteca le haba pronosticado que sera
presidente.
tambin fu una de las disposiciones tomadas durante los primeros das de su gobierno, la de premiar los trabajos electorales
que en su favor hizo Enrique Gmez Carrillo, nombrndolo cnsul general de Guatemala en Hamburgo, puesto que manejado desde Pars, por medio de un empleado espaol, le produca 30,000 dlares al ao. Despus Enrique .ascendi a encargado de negocios de
su patria en Berln.
VI
PRINCIPIAN
Es interesante examinar cmo gobern Cabrera durante el lapso comprendido del 9 de febrero de 1898 al 15 de marzo de 1899. El amplio margen de libertad que dej Reyna Barrios empieza poco a poco a verse restringido. Cabrera, sagaz, trata de que los jefes militares y polticos del pas sean partidarios suyos y los cambia con suma discrecin, para evitar que se asusten demasiado los que deben sus puestos al rgimen anterior. Con ddivas y agasajos, con amenazas o castigos, se atrae
a unos y otros.
Mata
hace generales
Desde el primer momento los puestos pblicos por alta que sea su jerarqua estn pagados con emolumentos risibles por lo pequeos. Es el modo de que los servidores de la nacin se vean obligados a robar si quieren subsistir. Una vez reos del delito de defraudacin de las rentas fiscales o convictos como ladrones en otra forma, estn en manos del presidente. Si no se pliegan a su voluntad cae sobre ellos el imperio de una elstica ley. Tal proceso hace que se llegue a fantsticos arbitrios gubernativos, como el que vamos a contar:
50
volterianos de aquella clase de burcratas desesperado porque los habitanque form Justo Rufino Barrios tes de su jurisdiccin, en gran mayoria indigenas, eran pobres, conlos miles
Uno de
dujo a
la crcel a
sin de
semana
patrn del
una proceSan Sebastin, que por ser el pueblo y contra todo rito, caminaba a la vera de NicoJess, a
a todos los santos de
Mara y
santa, en cuenta a
demus. Conoca el fervor religioso de los pobres inditos y se preparaba a explotarlo con aquella captura. La consternacin entre la raza aborigen fu inmensa. Inmediatamente una delegacin acudi ante el tiranuelo local y el que la presida se encar con el jefe.
Patroncite,
Mara
y,
cmo va ser que pongas preses a Jess, al San Sebastin?. Los puse presos porque soy la autoridad. T mismo no
sobre tode,
.
te
he puesto preso varias veces?. S. Yo me emborrache y le pego a la Juane. Pero el Jess qu te ha heche? Quiero saber qu te ha heche?. Qu te ha heche el San Sebastin? Estn presos por escndalo en la va pblica. No haba sido previamente autorizada la procesin Y ahora qu hacemes? Qu haces t cuando te pongo preso para salir de la crcel? Pagas la multa. Es cierte. Aqu estn los cinco pesos... ^A no: eso no. Cinco pesos estn buenos para t pero no para personajes de tanta categora. De aqu no salen por menos de
.
pidi rebaja.
el
In-
y en
plazo de
una
semana reunieron la, para ellos, ingente suma, vendiendo hasta la ltima gallina que posean. Se llevaron en triunfo, una vez cancelada la multa, a las veneradas imgenes al refugio de la iglesia
parroquial.
La Virgen Mara llev en su seno a Cristo, Jos lo mantuvo Los durante varios aos, Simn Cirineo lo ayud a llevar la Cruz.
. .
Los guatemaltecos principian a sentir que una mano inflexiSe desarrolla un sistema de espionaje activo. de de El 15 marzo 1899, al concluir el primer ao de su administrable est en el poder.
lECCE PERICLESf
cin, son sus
51
amigos todos
diputados
mayora de
los
que tienen mando o influencia y la Todo esto se ha hecho con gran masa del pas no ve sino sus buenos
los
le es adicta.
Uno de
acogiera a
l.
stos, es decretar el 5
dicta medidas de importancia. Los despilfarros de la anterior administracin y la baja del caf han producido un desbarajuste en la economa patria. La moneda de plata circulante ha emigrado en su mayor parte. Reyna Barrios, un ao antes, relev Internacional, Americano, Colombiano, Agrcola a los bancos
En hacienda
hasta el 31 de diciemHipotecario, de Guatemala y de Occidente bre de 1897, de pagar en moneda corriente de oro o plata, facul,
tndolos para hacerlo con sus propios billetes, de los que existan
de
mayo
restablecerse
el
cambio gradual por plata de los el primero cambio general, disposiciones que no lle-
garon a cumplirse. El curso forzoso ha de producir una serie de emisiones de papel moneda que pronto sustituir a la de oro y plata. Cabrera no supo detener este mal estado de la moneda circulante,
al
que importase
plata.
Por
el
suma de
seis millones
de pesos.
aumento.
El cambio sobre el dlar americano naturalmente sigui la progresin creciente. Al empezar su administracin estaba al dos y
el
primer ao de
la
misma
al
cuatro y
otras medidas adems de stas que medio circulante: ha disminuido a menos de la mitad ^1 impuesto pagado por la importacin de cada quintal de caf en pergamino, considerando que su precio ha bajado conviene un arreglo con los tenedores de bonos de la deuda exterior, y por ltimo reduce en fuerte tanto por ciento, que llega hasta el 30 para los empleados de mayores sueldos, los que deven-
52
gan
que
Con
la
tas optimistas de
al
que obrar a
amengua tambin
los
gastos.
Ha
el
desarrollo del cultivo del trigo y disponiendo que el servicio militar obligatorio se reduzca a seis meses, lo que hace ganar otros tantos
a los trabajadores de la tierra, que son los indios, pues los ladinos
eximen fcilmente de tal servicio. Procura que la linea frrea, que empieza en Puerto Barrios que ya llega hasta San Agustn, contine su camino hasta la capiy tal, donde unida a la del puerto de San Jos, formarn esa gran va interocenica con que el nuevo gobernante afirma a propios y a extraos que suea noche y da, pues no quiere morir sin verla concluida. Asiste a la terminacin de los ramales de Verapaz, Ocs y Patulul. Concede permisos para explotar maderas preciosas en el Peten. Abogado siempre, regula la cesin de bienes, favorece a los hijos naturales reconocindoles derechos y nombra un comisin
se
codificadora.
por ltimo, decreta la reapertura de las escuelas pblicas, cerradas provisionalmente por Reyna Barrios, medida que Cabrera,
^n un informe
lladares,
comprender por
al
lo
que
de
en "Disfraces y Caretas"
"Nuestro
Dice
respecto
Manuel Vaabril
Diario",
1928:
"Cierta medida transitoria en las postrimeras de
Reyna
que se proceda a reorganizarlo y en el nuevo gobierno se tom el tema como caballo de batalla para declarar' oscurantista al gobierno desaparecido y proclamar que el sucesor difundira luces y saber. Cabrera echaba culpas, sombras y delitos sobre el gobierno del cual haba formado parte en todo el perodo de 6 aos, como miembro del gabinete, y reclamaba al par lauros y merecimientos por restituir el funcionamiento de escuelas, Oh, la lgica de la tirana y la ceguedad de los
;
siervos
"
!
. .
Del decreto favoreciendo a los hijos naturales, tambin haCuentan que, como muchos de Estrada Cabr-
lECCE PERICLES!
53
ra, tuvo un fin tan personal que se le llam "La Ley Fabana", pues haba sido hecha para favorecer a Fabin Samayoa, hijo natural de Doroteo Samayoa, que dej cuantiosa herencia, en contra del
enemigo
efecto retroactivo.
daba el nombre de aquel a quien favoreque iban dirigidas. As, la "Ley Juliana" estableciendo que slo las personas que tuvieran concesin especial podran cultivar el te de limn y otorgando dicha concesin a Reginaldo Chamorro, amigo del autcrata, habra sido hecha para molestar a don Julio Samayoa, adversario del mismo, que en" su finca "Los Cerritos" haba establecido en gran escala el cultivo de la planta mencionada.
can o contra
VII
COMO
Su primer gabinete est compuesto por Francisco Anguiano en gobernacin y justicia, Antonio Barrios en fomento, Rafael Salazar en hacienda y Domingo Morales en instruccin pblica. De la cartera de relaciones est encargado el propio Anguiano. De la de guerra, Salvador Toledo. Pronto ha de cambiarlo por Gregorio Contreras.
poder judicial. Jos Antonio Mandudepartamento de Guatemala. Y en cuanto a los designados a la presidencia, el licenciado Feliciano Aguilar es el primero y el general Felipe Cruz el segundo. Antes de nombrarlos se invit a la legislativa de 1898 a que reflexionase en la gravedad de semejante nombramiento, ya que dos recientes ocasiones la haban enseado. No ha dado an titular con propiedad a la secretara de relaciones exteriores, pero esta rama de la administracin pblica le produce ya profundas satisfacciones. Llegan a l, el hijo de "la bolitera", llamndole "grande y buen amigo", autgrafas de Guillermo, emperador de Alemania, Humberto, rey de Italia, Leopoldo, rey de Blgica. En Amrica lo saludan por escrito Porfirio Daz, Jos Santos Zelaya y Toms Regalado, que tantos quebraderos de cabeza habran de darle en lo sucesivo.
Jos Pinto preside
el
el
jano es
nuevo jefe
poltico del
54
Y como
el
es
al oficinista
en
poder, regula el empleo de sus horas del da y publica tal distribucin. Como el manso jefe de una democracia bien organizada,
al
ms humildes. A
recibe los informes de los jefes polticos y militares que le aseguran de que el orden no se ha alterado, lo que
se llama "tener la sartn por el
mango"; despus, a
los secretarios
de Estado y otros empleados de menos categora. Por la noche pueden visitarlo sus amigos. Hasta a las horas del almuerzo trabaja; apenas come dedica pocas horas al sueo. Es incansable, Ah Y
; j !
cuando concede audiencia pblica, un da s y otro no, cmo apareceran en sus ojos fulgores extraos si no los mantuviera continuamente bajos o no los soslayara; pero si nadie los puede ver no por eso dejan de existir: los produce la embriaguez del triunfo en el antiguo vendedor de caramelos que ha llegado muy alto y que ahora tiene en su mano la hacienda y la vida de sus compatriotas. Al concluir el primer ao, se puede hacer un saldo de la administracin de don Manuel: No ha concebido el poder como instrumento para obtener algo grande. En todas las medidas que ha dictado ha obedecido una rutina administrativa, dentro del margen indispensable a su oficio. No ha tratado de embellecer y enriquecer a su patria fomentando las ciencias y las artes. La presidencia le ha servido slo con un fin egosta. Y aun dentro de tal fin en el disfrute de este ao extra que la vida le ha concedido, ya que los 6 aos de su gobierno empezarn a contarse desde el 15 de marzo de 1899 en adelante no ha tenido ni un hermoso caballo ni una joya de precio, ni una mujer bonita, como Reyna Barrios. nicamente ha saciado bajas concupiscencias vengarse de sus enemigos, conquistar maritornes, aparecer en un puesto descollante; pero ha sido seor de vidas y haciendas y acaso esto supone la suprema
voluptuosidad.
mismo. Dentro de esta referencia, que es mayor, es capaz de justicias menores. Trata de favorecer a su patria, a la que ya empieza a considerar patrimonio propio, siquiera sea en forma incompleta. Comete un asesinato si es
lo refiere a s
Todo
una
injusticia
un asesino
si le
es til; pero
cuando de dos seres indiferentes uno es la vctima y el otro el verdugo, castiga al victimario. Hacer de prncipe, otorgar audiencias, ser arbitro de los destinos humanos, halaga al "bolitero", y con fre-
lECCE PERICLESI
55
les sino
cuencia concede parsimoniosas mercedes, no slo porque le son tiporque lo compensan de las miserias de su niez. Y todo su terrible sistema de represin empieza a dar frutos
de adulacin y servilismo. Ya por entonces hay una "brigada Estrada Cabrera" que llama "faccin filibustera" a la que encabez Prspero Morales se reciben manifestaciones en que los miembros de
;
clubes y municipalidades lanzan vivas "al protector de los intereses del pueblo, al salvador de la patria, al ilustre jurisconsulto" y empieza a emplearse en mltiples ocasiones la frase que se habr de
or
durante todo
el
rgimen:
la
de
los
res incondicionales":
LIBRO TERCERO
abril
de 1898
la
Asamblea
el decreto legislativo 193 de 21 de marzo de 1893, que dispona que las juntas directivas de las facultades seran de nombra-
miento del ejecutivo lo mismo que los catedrticos de las escuelas profesionales, no pudiendo sacar ctedras a oposicin; y mand que quedaran vigentes los artculos de la ley de instruccin pblica reformados por dicho decreto. Las facultades procederan a elegir* sus juntas directivas y las ctedras de las escuelas profesionales seran propiedad de los facultativos que las conquistaran. Esta autonoma no fu del agrado del dictador y bast esto, para que la a pesar de haberlo pedido uno de los diputados sumisa Asamblea
no remitiera
al ejecutivo el
publicaciones y burlando al pueblo en la persona de su represenTal amago de despotismo ya ense a los guatemaltecos tante.
el interino.
Ya
"No caba la autonoma de Estado provea a su sostenimiento y manejo en todo sentido, les asignaba rentas, pagaba sus profesores, les proporcionaba edificios, bibliotecas y otros elementos, por lo que eran dependencias oficiales del gobierno como representante legtimo del Estado. No se comprenda la independencia de ninguna entidad sin los medios de vida correspondientes. El Estado moderno rechazaba las universidades libres de la edad media, ya que su organismo complejo, exiga que le estuvieran subordinados los diferentes institutos y rdenes de cultura, pues de otro modo tendramos en las facultades poderes soberanos independientes de los dems
varias observaciones
el
:
ya que
58
un absurdo.
porque nuestra ley constitutiva establece que el ejecutivo dirige la gobernar y gobernar es tener
mando".
"Adems en
:
las facultades
como en
Europa; y se cultivaban poco las ciencias, porque no recompensaban los esfuerzos que se les dedican y haba fuentes de riqueza y comodidad ms seguras. Nuestra sociedad era indiferente dondequiera que no vea por medio el lucro inmediato. Los hombres de mrito
nunca haran oposicin y estara reservada a los ignorantes presumidos de sabios, en quienes es ingnita la audacia. Tal sistema en definitiva arga ideas de superioridad intelectual, poco avenidas con la modestia del sabio." "Las ctedras por oposicin no cuadraban con el' carcter hombres de saber, que no hacan oposicin ni la sostenuestros de nan en ningn palenque, como se pudo ver en enero de 1893, en que la facultad de Derecho, sac a oposicin, autorizada por el ministerio respectivo, las ctedras, sin que se presentaran ms candidatos que el licenciado Pedro Penagos para la clase de Procedimientos judiciales. La oposicin autorizada nunca pudo llevarse a cabo y la escuela estuvo en suspenso durante cuatro meses hasta que se reorganiz de acuerdo con el decreto nmero 193 antes mencionado." "Todas estas nociones consolidan el sometimiento de las faPor las razones expuestas el presidente cultades al ejecutivo. esperaba que la Asamblea reconsiderara el decreto nmero 395 y le negara su ratificacin."
;
Comisin de instruccin pblica propuso la siguiente resolucin "La Asamblea Nacional acepta las observaciones hechas por el ejecutivo quedando en consecuencia sin efecto el mencionado decreto." La Asamblea de 1898 se apresur a aceptar este dictamen. Ya en un todo perteneca al dictador. Once meses haban bastado a Estrada Cabrera para hacerla suya del todo. Las veleidades de libertad de la Asamblea de Reyna Barrios haban pasado a la historia; por distintas causas, durante ese lapso, la Asamblea haba mudado a los representantes en gran parte y en los nuevamente nombrados no se haba contado para nada con la voluntad del
la
ECCE PERICLES!
59
eran partidarios incondicionales de Estrada Cabrera. Los ya haban resto an del congreso anterior dems diputados aprendido que la oposicin al presidente representaba la prisin,
pueblo
la muerte una muerte oscura, callada, que no dejaba muerte por el veneno. Y aqu llegamos al nudo que amarra las democracias y hace de ellas una farsa que no se sabe si es ms sangrienta que risible o al revs. La democracia est basada en la consulta de la voluntad del pueblo por medio del sufragio y los dictadores eluden ste con fcil artificio. Por eso es tan interesante la biografa de Cabrera, salvo raras excepcioporque muestra un espcimen de lo que
el
ostracismo o
huellas, la
nes
son los
Copiamos
lidad y su estilo.
Lo ha asustado aquel conato de autonoma y ha tenido urgencia en sojuzgarla. El miedo y el instinto de dominio aguzan su Ingenio y dictan toda esa parrafada que hemos visto, en la que queda al descubierto la pequea rbita en que giran su
sagacidad y su astucia. El 26 del mismo abril su sed de dominio revisti una forma
En un nmero de "El Guatemalteco" de ese mes apauna noticia: "La de que Rosendo Santa Cruz, condenado a muerte por sedicin y diz que perdonado por gracia de Estrada Cabrera, al venir de Cobn para purgar con la pena inmediata inferior su delito, pernoct en Tactic y que en ese lugar un grupo
ms
dura.
rece
:
de descontentos quiso arrebatarlo a viva fuerza, atacando el 26 de abril de 1899 el cuartel, dando por resultado, despus de una hora de combate, la muerte de un individuo de la guarnicin y la del propio Santa Cruz." La verdad es muy otra. La voz dfel pueblo, que no se engaa, apunta tambin esta muerte en el debe de don Manuel. El 2 de octubre de 1899, empezaron las manifestaciones de las municipalidades, de los representantes de los pueblos, en lo poltico, en lo militar y en lo civil, del vecindario y de los cnsules
.
Manuel en
50
Un florn quiso don Manuel principalmente en la corona que so colocar sobre sus sienes el de "Protector de la Juventud Estudiosa". Con fecha 28 de octubre de 1899, "considerando que es un deber de todo gobierno mejorar la condicin y porvenir moral de un pueblo, cosas ambas que radican en la educacin que se d a la juventud y que es justo tanto el coronar de una manera digna los trabajos del magisterio, en cuyas manos est depositado el porvenir de la nacin, como el estimular con manifestaciones de pblico regocijo los esfuerzos y tareas de la juventud estudiosa", decret: "que se destine el ltimo domingo de octubre de cada ao para celebracin de una solenlne fiesta popular en toda la repblica, consagrada a ensalzar la educacin de la juventud". El mayor esfuerzo de su propaganda se destin a las fiestas escolares. Ingentes sumas de dinero se gastaron en ellas. Desde hay un folleto el primer momento revistieron magnificencia suma que rememora su inauguracin. Los mejores literatos patrios, partidarios de don Manuel, lucen las galas de su ingenio en l. Despus, ao con ao, se publicaron "lbumes de Minerva" lujo:
; ;
ssimos.
Con su
se
inimitable estilo
anza con formas y pompas helnicas, tal vez ms por anhelos de poesa que por afn de bombo y el clculo egosta del presidente aprovech en el acto para fines polticos la festividad de Minerva premiando los esfuerzos escolares, cuya tendencia nica se tradujo en la glorificacin anual del jefe
;
del estado."
El 21 de noviembre de 1899, por primera vez festejaron el santo del seor presidente los jefes polticos, comandantes y alcaldes de las distintas poblaciones inaugurando obras de utilidad y de
ECCE PERICLES!
ornato.
^1
De
toda
la
repblica
le
adhesin y simpata.
III
Len
Castillo, el
el
usurpador
al
de diciembre
los
de 1899.
blicas
mando de
emigrados
plazas fuertes de Jutiapa, Jalapa y Chiquimula. Ocuparon breve tiempo Jutiapa, no tomaron ninguna poblacin ms y se desban-
permaneci en El Cabrera recuperaron Jutiapa, que era la plaza mejor guarnecida de oriente, fusilaron a quince de sus habitantes slo porque en sus casas se haban hospedado
daron derrotados.
Salvador.
jefe al saber el fracaso
Su
Cuando
los revolucionarios.
estos hechos de
ms
interesantes
apotegma de "dividir para reinar". He aqu lo que cuenta J. Ramn Gramajo en su libro "Las Revoluciones Exteriores contra Estrada Cabrera" (Mazatenango, GuatemaTip. Torres y Hermanos de Coatepeque. Diciembre de la, C. A.
presenta obedeciendo
1927, pg. 39)
:
volucin iban
"Las primeras fuerzas que salieron a combatir a la remandadas por el coronel don Jos Mara Lima, llevando como aposentador al del mismo grado don Tefilo Meoo. (El coronel Meoo vive en Coatepeque.) En la noche anterior a la salida de la capital, el seor Lima dijo a su compaero que le acompaase a la casa presidencial, a recibir las ltimas instrucciones, dicindoles Estrada Cabrera "Tengan mucho cuidado con el general Villela, nombrado general en jefe de las fuerzas, pues es uno de los principales jefes castiLos seores Lima y Meoo se retiraron llistas del oriente". pensando en aquella orden-recomendacin. El general Villela se present en Chiquimula a hacerse
:
62^
El seor Meoo,
ms
que de algn modo hagamos entrar en confianza al general y para esto, propongo que entre los prosperistas que estamos aqu, se le d un almuerzo, aunque sea almuerzo de
Villela,
soldado".
Aceptada
de hacer
lo
la
propuesta,
la invitacin,
el
servido por
Villela, cambiando totalmente en su actitud, para con aquellos subalternos. Terminada la campaa y antes de regresar a la capital, el general Villela dijo a Lima y a Meoo, que deseaba corresponder al almuerzo que le haban ofrecido y que les invitaba a otro que tendra lugar en un reservado del Gran Hotel Unin, poco despus. Se acept la oferta y llegado el da se sirvi el almuerzo en un saloncito un tanto aislado. Cuando lleg la hora del champaa, el general Villela, al calor de las copas apuradas, dijo a sus invitados que con compaeros como ellos poda expedicionar toda su vida, pues haban sabido cumplir con su deber; y que aunque fuera contrariando su consigna, quera manifestarles en su descargo, que si al ponerse al frente ,de las tropas de Chiquimula se haba presentado un tanto hosco, se deba a que el presidente le haba dicho antes de salir, "que tuviera mucho cuidado con un grupo de prosperistas
ellos.
Y como
el
coronel
Meoo
rrog acerca de su sonrisa, contestando Meoo: "Mi general: el seor presidente tambin nos dijo antes de salir, que tuvi-
uno de
los princi-
lECCE PERICLES!
63
Estrada Cabrera tena bien organizado su espionaje en todo el pas y constantemente llegaban a darle cuenta de sus comisiones los seores espas. En la nmina de los que ejercan tan delicado oficio, en Quezaltenango, aparecan los seores don Jos Mara Urrutia y don Samuel Piedrasanta, habiendo bautizado los estudiantes al primero, con el nombre de Jos Mara Chismeros... Cuando este seor llegaba a
don Manuelito "Tenga mucho cuidado con Samuelito Piedrasanta, porque es el primer oreja que tengo en Quezaltenango"; y cuando Piedrasanta llegaba a rendir sus comisiones, le deca, cambiando los nombres "Tenga mucho cuidado con don Chema Chismeros, porque es el primer oreja que tengo en Queparticipar a Estrada Cabrera de lo que saba,
le
deca
zaltenango".
Este era parte del sistema de don Manuel por el que lleg El superior saba que su inmediato subor-
dinado lo espiaba por cuenta de Cabrera. Y ya por aquel entonces aun en puntos lejanos como el Canal de la Mancha, cuando se juntaban tres guatemaltecos, sentan desconfianza mutua y no se atrevan a quejarse del presidente: uno de ellos sin duda era espa de Cabrera.
Desde los primeros mensajes a la Asamblea es muy frecuente que don Manuel coloque este prembulo "Debo declarar con la
:
franqueza que acostumbro..." En el de 1900 suena el palabrero democrtico "Vienen los seores representantes a colaborar con el ejecutivo, enterndose a la vez de la marcha de la administracin pblica en el ao que acaba de concluir". El congreso de ese ao por decreto de dos de marzo contest declarando "Benemrito de la Patria" al jefe del gobierno, que con entereza de carcter y valor cvico correspondi a la confianza que los pueblos depositaron en l prestando a la nacin relevantes servicios cuando estaban seriamente amenazadas la tranquilidad p:
En
mayo de
la tercera sesin
el
6 de
tal disposicin.
64
En los ltimos das de enero de 1902, Estrada Cabrera recibi la ms sorprendente de las noticias que pudo llegar a l: el presidente de El Salvador Toms Regalado se encontraba durmiendo bajo un rbol, en el camino de Jutiapa, al parecer sin ms acompaamiento que su mua, atada a dicho
telegrficamente por
el jefe poltico
rbol.
La
noticia, dada-
en extremo nervioso y le caus sumo desagrado y ms que desagrado miedo, pues Regalado era su reconocido enemigo y tena motivos para temer de l. Sucesivos telegramas le confirmaron el hecho
estupendo vena Regalado y vena solo. En realidad, el dipsmano presidente salvadoreo en una de sus borracheras, completamente
:
haba montado en una mua y pasado la frontera tomando el camino de Guatemala. Cuando despert Regalado, bajo el sol del trpico, en el camino de Jutiapa, y tuvo consciencia del sitio en que se encontraba y de su desamparo, debe haber sentido ms miedo an que Estrada Cabrera, pues estaba en las implacables manos de ste que no lo
perdido
el seso,
quera bien.
Su primer movimiento
instintivo
pensar en
el
manera tan loca; pero este camino por el momento le estaba vedado, pues ya el jefe poltico de Jutiapa, por repetidas rdenes de Estrada Cabrera que haba ya reaccionado en esta forma lo atenda en unin de numeroso cortejo, con empalagosos cumplimientos oficiales, como al jefe reconocido del Estado vecino. No tuvo ms remedio, pues, que poner a mal tiempo buena cara y
seguir, en
unin de
los
guatemaltecos que
lo
Es de suponer que su cerebro, recin salido de las brumas alcohlicas, pensara en un medio para escapar de las iras del presidente guatemalteco, y probablemente tal medio fu el de estribar en aquel hecho de su voluntaria presencia en los dominios
adversario.
de Estrada Cabrera para llevar al convencimiento de ste que slo lo traan sentimientos amistosos y la necesidad de entenderse con l para regir en paz y concordia los Ests^cJos limtrofes; pero
lECCE PERICLES!
65
prxima entrevista sino que sta en apariencia fu en trminos cordiales, que Estrada Cabrera hizo algunos obsequios a Regalado y lo llen de corteses atenciones; y, por ltimo, que al presidente salvadoreo le falt tiempo para salir de la trampa en que se habia metido y al da siguiente de haber hablado con don Manuel emprendi el camino ms corto, que era la via martima de Acajutla, para retornar a su nsula. Hechos tales, slo pueden narrarlos las crnicas centroamericanas de aquella poca. El presidente de Guatemala, en su informe a la Asamblea el 1" de marzo de 1902, da la noticia en breves lneas "Recibi la visita de los excelentsimos seores presidentes de Costa Rica y El Salvador, visita que ser fecunda en resultados prcticos para la paz y tranquilidad de Centroamrica, y que dice, a voz en cuello, que no puede haber motivo ya para temer que se perturbe". El pufeblo salvadoreo consider como "una hombrada" la que se volvi legendaria sin ningn acomvisita de Regalado paamiento a Estrada Cabrera. A esta visita se refiere Jos Mara Moneada en "Cosas de Madrid, Imprenta de Fortanet, 1908 "RegaCentroamrica" lado, que padeca del vicio de tomar licor, pas los das en Corinto en completa ebriedad, de tal modo que al volver a San Salvador,
muy
arenas d la
playa, montse a caballo, y dirigiendo riendas, en el mismo estado de ebriedad, hacia Guatemala, lleg a la capital guatemalteca a la
le
por
el
representante de Cabrera,
cuando se reunieron delegados de los cinco gobiernos centroamericanos en las playas de Corinto, llegando a suscribir en el puerto nicaragense un "Pacto de Paz y Arbitraje Obligatorio" con un tribunal, creado por l mismo, qu^ se instal el propio ao en San Jos de Costa Rica y del que, por el mencionado insulto, qued excluida Guatemala, invitada, a pesar de ello, por los signatarios conjuntamente, a que se adhiriera a l; pero que nunca lleg a
suscribirlo.
55
V
ERA PRECISO CELEBRAR LAS FIESTAS DE MINERVA...
ciudad de Quczaltenango hacia fines de octubre de de un baindo en el que se afirmaba que el epicentro de los recientes sismos exista en un distante lugar de Amrica y por esta razn los guatemaltecos no deberan de abrigar ningn temor. El encargado de la lectura tuvo que hacerla a la luz
la
En
1902 se ley
el texto
de una mala linterna porque en ese preciso momento el humo, la arena y las cenizas arrojadas por el volcn Santa Mara producan una densa oscuridad que abarcaba una extensa zona. Con bandos semejantes se intent calmar la inquietud de otras muchas poblaciones de la repblica.
Por qu esta intencin del gobierno? Porque se aproximade Minerva en honor a la juventud estudiosa y el Csar, orgulloso de ellas, no quera que se le frustraran.
ban
las fiestas
no imitaba tal docilidad. El 31 de octubre de 1902 en un alcance a "El Guatemalteco" ya se da la noticia de que el 24 del mismo mes hizo erupcin el Santa Mara. Entonces ya no importa tanto pero todava se afirma que la las fiestas escolares han pasado catstrofe no alcanza la gravedad que se rumora. El doctor Sapper inform con fecha 11 de noviembre del mismo ao, "que muchsimo haba sufrido la regin de occidente con la erupcin, sobre todo, los pueblos de San Martn Chile Verde y Colomba y las fincas de la Costa Cuca. Los cafetales en varias partes estaban arruinados. La capa de arena y ceniza depositada por el volcn meda 40 centmetros en el pueblo de Concepcin, 48 en la finca de "Las Mercedes", un metro en la finca "El Trnsito" y dos metros en San Martn Chile Verde". A este hecho histrico se refiere Manuel Valladares en "Las
;
lECCE PERICLESI
67
Mxico y que
tal
afirmacin se imprimi en volantes y se hizo publicar por as era la obebando en todas las poblaciones, al extremo
de leerse
bando en Quezaltenango a
porttiles,
las
lmparas
los
porque
pedruscos ensombrecan
ganados y sementeras y ponan en riesgo las personas la evidencia espantosa de la catstrofe sembraba la desolacin, pona pnico en los pechos y lgrimas en los ojos y en esta escena y en medio de tan hondas y desgarradoras impresiones se abra paso la fuerza militar con sordo clamor de tambores y apagado sonido de clarines para que el pregonero hiciera saber con trmula voz a los vecinos que* todo aquello no era sino ficcin de los sentidos y fantasmal de la imaginacin el peridico oficial y el manifiesto del gobierno al pueblo establecan la verdad de que la erupcin se verificaba en Mxico y que la repblica yaca en la feliz situacin de siempre, al amparo del ms humano y solcito de los gober; :
maban
nantes.
no hubiera esto ocurrido como si dijramos ayer; si la actual generacin testigo de tales cosas, diranse creaciones de humorista y afn de ridiculizar una administracin. Y si no proclamara la Naturaleza la dolorosa realidad del desastre, la prensa garantizara a la historia la seguridad de no haber habido erupcin del Santa Mara que arruinara a Quezaltenango y cien pueblos ms y sepultara entre arenas y cenizas comarcas enteras y heredades mil. Esa era la verdad oficial en el sistema de Cabrera; l tena la avilantez de proferirla y todos sus empleados el impudor de confirmarla. Era preciso celebrar las fiestas de Minerva, la glorifiSi
no fuera
cacin del dictador, y fuerza era prescindir de los crespones de un duelo nacional para que triunfaran con dianas y regocijos
anuales minervalias. Mientras que Quezaltenango, lugar de su nacimiento, lloraba ruinas y asolacin, Cabrera reciba incienso y homenajes en paseos, revistas y festines."
las
68
de Minerva.
VI
Y MOVI EL GESTO DE LA DIOSA LA
Y
que ms
el lbum que las rememora. Es un lujoso formato y ciento sesenta y dos pginas en papel porcelana, profusa y preciosamente ilustradas. La edicin debe haber costado una
mano
ingente suma.
En su portada aparece un buen retrato del Protector de la Juventud; en la primera pgina hay otro que supera al primero. Los cinco aos de su presidencia han ennoblecido aquella robusta faz de poblano que en su juventud apareca tan vulgar, an ms de lo que lo hicieron los seis de ministerio cuenta ya 45 aos. La amplia frente se ha ensanchado hacia las sienes, el bigote comienza a encanecer, el robusto cuello rechaza la opresin de la camisa almidonada; de su mano izquierda calzada por guante blanco cae el otro; viste elegante frac negro. Su mano derecha desnuda se apoya sobre una mesa de centro. Despus, en el lbum, se encuentra una copia del texto del decreto creador de las fiestas minervalias. La propia mano de don Manuel lo traz. El hermoso templo de Minerva en la ciudad de Guatemala luce en seguida; y a continuacin, Emilia Pardo Bazn, Teodoro Roosevelt, Porfirio Daz, Bartolom Mitre, Jos Santos Chocano, Federico Gamboa, el Conde Romanones, Enrique Gmez Carrillo, J. J. Palma, Miguel de Unamuno, Federico Mistral, Max Nordau, Lao-Ts, Gaspar Nez de Arce, Jos Echegaray y varios cientos de nombres excelsos aparecen glorificando las fiestas de Minerva y no pocas veces a su iniciador. El cuerpo diplomtico y consular guatemaltecos, presionados por el ministro de relaciones exteriores, en todas partes del mundo se dedicaron a la caza de autgrafas. El bello motivo heleno ayudaba. La mayor parte de los signatarios se dejaron fascinar por l con toda espontaneidad. Algunos fueron comprados. Leed el soneto de Jos Santos Chocano
;
{ECCE PBRICLESt
69
PRO MINERVA
V
Al excelentsimo seor Lie. don Manuel Estrada Cabrera.
No
quisiste, seor,
sobre la frente
inspirada mano.
el
urea
lira
en
la
viviente;
Nios, venid a m
.
.
dice
la diosa
imitando a Jess.
ellos, que a y pues los nios tras de t se escudan, como a Csar los hombres que moran te saludan. hoy, los hombres que nacen.
.
Jos Santos
CHOCANO
Guatemala, 1902.
"Estamos en presencia de algo verdaderamente conmovedor y extraordinario. Se halla la poblacin engalanada como para una festividad sin precedente. Sus edificios han Venimos sido empavesados, sus calles cubiertas de flores. todos siguiendo a nuestros escolares, bajo soberbios arcos de triunfo, sobre alfombras de hojas y corolas de nuestros plcidos vergeles, y es esto
a la
que dan tintes de satisfaccin pursima, la luz que es la alegra de los orbes, la infancia y la juventud que son la alegra de
la
vida
...
La
fiesta
pblica, y ya constituye
70
Hombres de estado de renombre universal y pensadores eminentes de ambos mundos, le prestan gustosos el concurso
de su aplauso, y hay quin la considera como "la ms culta, importante y simptica de las fiestas cvicas de Amrica"...
ricos, nacionales y extranjeros, se empean mayor xito de estas fiestas, en cuyo pensamiento primordial un filsofo pudiera contemplar la conjun.
.
Pobres y
a porfa por el
pornea.
Dirigid la vista
ms
all
rama de
nas, "el
ms
extranjera ha querido obsequiarnos con algo grato y brillante de su pas, en homenaje de las conquistas hechas en el ao
para ventura del pueblo. No parece sino que nos hallamos, seores, en la Acrpolis, en el sitio culminante de la cultura helnica; se siente el alma inclinada al bien; el regocijo nos invade en ondas que flotan por la atmsfera, y el espritu se encuentra
. . . .
ms ntimo y justiciero. Permitidme, pues, que os interprete: voy a hacer en vuestro nombre y en el mo los ms sinceros votos por la felicidad del Benemrito Presidente seor Estrada Cabrera, a quien somos deudores de esta satisfaccin patritica que nos honra y embelesa ..."
dispuesto al agradecimiento
Y
cia
Chocano, de nuevo
.
.
"La fiesta de Minerva es, seores, fiesta de la Cieny del Arte As lo estima la prensa centroamericana; y por ello, rinde admiracin al Educador de Pueblos, que, evocando a Minerva como consagradra de la Ciencia y del Arte, sabe soltar de vez en cuando el timn de su nave, para pasar la mano de su caricia sobre las cabccitas rubias de los nios, como sobre montones de trigo con que amasar maana el
. .
pan de
la sabidura.
...
Centroamericanos: Si mi palabra fuera de mirtos, coronara la frente de vuestras mujeres; si mi palabra fuera de rosas, coronara la frente de vuestros nios; si mi palabra
jECCE PERICLESI
71
pero mi pala-
es,
Hasta
villoso
mismo Rubn
Daro, ha,
ms
tarde,
en su mara-
poema
He
tal
de los
y movi
la
el
gesto de la diosa
mano de Estrada
Cabrera.
Y
Gmez
Carrillo
"En
el
gradas a Marte.
Consultad los calendarios laicos. Aqu es toma de la Bastilla por fuerzas armadas; en Espaa es el 2 de mayo, da de la reconquista de Madrid; as en el resto del mundo. Slo Guatemala ha querido que en su fiesta nacional no haya el recuerdo de ninguna mancha de sangre. Y cerrando en la memoria del pueblo, ese da al menos, el ideal templo de Jano que todos tenemos presente cuando se trata de glorificar a la patria, abri de par en par las puertas del palacio de la diosa en cuyos azules ojos el maestro Renn aprendi
14 de julio, da de la
la
suprema sabidura...
...
De
el
manda-
tario
que
las instituy.
72
Aqu en Francia, los peridicos, sin distincin, han dicho que "tales ceremonias en honor del estudio, eran no slo bellos festivales para un pas nuevo, sino tambin un ejemplo de cordura para
el
resto de la
Amrica Latina".
inici las
ceremonias de Minerva,
Guatemala mereca el nombre envidiable de Atenas del Nuevo Mundo. Los mismos ingleses, en fin, tan fros, tan poco amigos de elogiar a los lejanos pases del trpico, han lanzado un
hurra
nicos prticos
. .
.
Todas
las
grandes ciudades de
la
repblica
han
El de la
capital es de una belleza severa y sencilla. Su estilo es griego. Las columnatas exteriores no, estn precedidas de muros. Es el palacio del pueblo ... El eximio Dr. don Ramn A. Salazar, inaugurando el templo de la diosa, se expres en los siguientes trminos ." Ay, los dioses han muerto Ya hace muchos siglos que desde las riberas del mar de Sicilia una voz doliente y gemebunda anunci al mundo que el Dios Pan haba muerto, y con l todos los dioses. Y, sin embargo, la esencia de aquella prodigiosa civilizacin helnica vive y subsiste. Minerva es un smbolo que, evaporizndose al travs del tiempo, ha llegado a nuestros corazones en donde tiene templo y altar. ." Un pueblo donde as se habla, seores; un pueblo donde tales palabras se dirigen al pueblo, es un pueblo envidiable, pues indica que su estado de cultura no es inferior al de ningn otro pueblo ... Pero lo que a nosotros nos parece admirable, al noble Quien hizo espritu que rige el pas no le parece bastante.. el mayor elogio de este egregio mandatario, fu aquel que le llam "el gran sacerdote de la docta Minerva".
. .
. . !
Enrique Gmez Carrillo ha aprovechado esta ocasin para Representa a Guatemala en Hamburgo pero se da largas escapadas a Pars. Desde all enva recortes de
ensalzar a su benefactor.
lECCE PDRICLESI
peridicos franceses al "Benemrito" en los que cuentan
se
73
cmo
ha batido en defensa del buen nombre y de la gloria del presidente centroamericano, a quien algunos emigrados calumniaban. Los duelos son de mentirijillas y al beberse con sus amigos, los
dineros guatemaltecos
el
propio
Gmez
Don Manuel
artimaa y escribe a Enrique "En dnde se publican esos peridicos de los que usted me enva recortes? Son desconocidos para la generalidad; ninguno de ellos representa dignamente a la prensa gala; y adems, entindalo
llega a saber la
bien, yo le he
no a batirse
Guatemala en Hamburgo y
el
tema tambin,
ah, pero de
un
"Cada ao fueron subiendo en pompa y solemnidad los Los maestros haban durante el ao escasez y necesidad, sueldos pequeos jams satisfechos, ingrata posicin en el mecanismo administrativo, desdn a sus personas y hambre en su hogar; en el perodo escolar los nios carecan de libros y tiles de enseanza, de rgimen y disciplina y apenas saban marchar medianamente, cantar el himno
festejos escolares.
al
trozos de historias mentidas y versos laudatorios y serviles pero el final del curso, ah!. ese final de curso para el cual
ao convertanse en
finales, sacrificadas
en
ara de las concupiscencias polticas del gobernante y de la curiosidad y afn de divertirse del pblico. En cambio,
geman con hojas en las cuales la adulacin apuraba el ditirambo hasta la ridiculez, el "lbum de Minerva" divulgaba a los cuatro vientos las glorias de la enseanza en Guatemala y el nombre del jefe era elevado al ms alto pedestal entre los civilizadores. El poeta Alberto Meneos llam panateneas a las fiestas, para las cuales reclamaba el ambiente del tica; el literato Joaqun Mndez llam Perilos trculos
74
reclamando
los
eter-
sencillamente
la patria
el
primero en
la paz, el
primero en
el
amor de
En
y el primero en el corazn de sus conciudadanos. su tumba de grandeza debe de haber sonredo el Patricio
del Norte
con
el
desprecio
ms amargo.
el
Lleg a
el
tal
extremo
funcionamiento de
las
Escuelas Prcticas y determinar su adopcin. Los delegados no encontraron nada: ni maestros ni elementos ni alumnos,
ni edificios siquiera
:
cado cinco o
las.
seis
monumentos, en fin, que no salieron jams Con estas primeras piedras habra para lapidar al dictador y sepultar su nombre entre el olvido con la pesadumbre de una pirmide teotihuacana." "En tiempos de Cabrera nada qued inclume todo
arcos de triunfo,
al nivel del
. . . :
En
vez de inculcar a la
la
que iniciaban su inteligencia con bajezas; los nios cantaban en los colegios alabanzas al dictador; en las minervalias iban a rendir una especie de culto al hombre todopoderoso y a entretenerle con bailes y zalemas que tanto rebajaban la dignidad germinante como comprometan la inocencia infantil en las casas de los partidarios se formaban clubes de "Amiguitos del seor Presidente" en que nios y nias ofrecan su adhesin "incondicional" al mandatario y en los sombros hogares de los perseguidos, los tiernos hijitos aprendan a sufrir y a odiar tal vez, se ejercitaban en llorar y se enseaban a recelosos y tmidos, si no a disimulados y rencorosos. Ay!, qu obscuro amanecer para el corazn de los hijos de los perseguidos. Ah, qu peligrosa senda tambin la sealada en el propio hogar, qu engao para la mente y qu perversidad para los sentimientos, en los pobres hijos de los partidarios!
;
;
jECCE PERICLESI
75
Aqullos marchaban camino del dolor, angustiados y lentos; stos rumbo al precipicio, deslumhrados y rientes de gozo.
y granjerias atrajeron a los dbiles y proclives; la persecucin, las prisiones y la muerte fueron el gaje de la virilidad y el mrito. La escuela de medicina se vio
invadida de tirnicos oficiales y de fieros agentes para golpear y aprisionar; la de derecho contempl sus aulas tintas en sangre al furor de la polica que disparaba ciega sobre los cursantes."
VII
SE JACTA DE
De
las
que situ veinticinco mil en la frontera salvadorea y quince mil en la mexicana. Se deca que siete batallones amenazaban a Guatemala en el vecino departamento de Ahuachapn, perteneciente a la repblica de El Salvador. El 7 de febrero el presidente declar en estado de sitio la repblica y suspendi las garantas individuales. De un manifiesto al pueblo de Guatemala con esa misma fecha tomamos algunas frases suyas:
"Por fin son la hora de defender la integridad y la independencia nacional amenazadas por algunos Estados de Centroamrica a instigacin de un puado de aventureros. Desde que llegu al poder he visto con indiferencia y hasta con menosprecio las intrigas de malos hijos de Guatemala en Estados hermanos, haciendo poltica fraternal para toda la Amrica sin inmiscuirme en la poltica interna de los pueblos, pero sin permitir en la nuestra influencias extraas."
Al ejrcito
le
deca:
"Nuestra consigna ser vencer o morir y nuestra ensea la paz. A las armas, soldados! Viva Guatemala! Viva su valiente ejrcito, escudo de su soberana Vuestro jefe y amigo, M. Estrada Cabrera."
!
76
de los aprestos blicos; cada da eran ms precisos. Los que se indignaron a la idea de un allanamiento patrio con armas de otros Estados, pronto cambiaron de rumbo a sus sentimientos, conforme llegaban nuevas noticias. Los invasores eran en su mayor parte
emigrados guatemaltecos y no venan para daar a Guatemala sino a las rdenes de Jos Len Castillo, para salvarla de la sangrienta tirana cabrerista. Regalado daba su apoyo a los revolucionarios. La nacin vio menoscabada su economa, hasta en los
pequeos villorrios, por el esfuerzo de sostener la ingente fuerza armada en la frontera. Al fin lleg la orden de desmovilizacin y
los milicianos volvieron a sus cuarteles o a sus habituales ocupacio-
Regalado,
el
verdadero
presidente de El
que deseaba imhaciendo ocupar el solio poner un jefe presidencial de esa repblica al general Manuel Bonilla, candidato de su eleccin. Para ello distrajo la atencin de Cabrera y simul dar ayuda a los emigrados guatemaltecos. Miles acudieron a su seuelo, sin que jams llegasen los elementos de guerra que haba ofrecido. No slo enga a la emigracin guatemalteca sino al
Escaln, necesit ganarle la partida a Cabrera
de su agrado en Honduras
presidente nicaragense Zelaya, que a sus instancias envi el vapor "Momotombo", bien pertrechado de elementos de guerra a
las
rdenes de Castillo
fir-
necesit ser
provista de pertrechos y de alimentos; los suministr la repblica; en especial proporcion esa pasta de maz seco que repara casi
exclusivamente las fuerzas del soldado indgena en campaa, Y como jams se lleg a ninguna accin de armas, el pueblo burln llam a esa guerra "la guerra del totoposte", que as se nombra la
masa de maz en
cuestin.
Al concluir esta guerra burlesca don Manuel lanz otro 2 de abril de 1903 manifiesto a los guatemaltecos
"Se ha celebrado ya la paz entre mi gobierno y el de El Salvador sin desdoro para las partes contratantes. Jefes, oficiales y soldados del ejrcito de Guatemala! Habis cumplido con vuestro deber ^bienvenidos al lado de
:
ECCE periclesi
77
vuestras familias y gracias por vuestra cooperacin para obtener el triunfo moral ms legitimo de que podis envaneceros."
El 29 de mayo de 1903 levant la suspensin de garantas. en que el dicpor fortuna, asimismo para esta cmica guerra tador se jacta de haber obtenido un triunfo moral porque no puede
hablar de una victoria guerrera y habla mentirosamente de que ha hecho poltica fraternal para toda la Amrica sin inmiscuirse
en
la poltica
nos llega
la
voz de Manuel
Valladares
"Despilfarr el gobierno grandes reservas de maz en lo que se apod "guerra del totoposte" y se hizo sentir la escasez Para corregir ese disparate se decret otro "en del grano. beneficio del pueblo" gravar prohibitivamente la exportacin, y un producto anual, cuyo cultivo halagara la ganancia, dej de salir en libertad por dcada y media."
:
VIII
PUESTA LA
MANO DERECHA EN
EL PECHO
. .
Hacia el quinto mes del propio ao de 1903 le entr al presidente Estrada Cabrera extraa nerviosidad. Haba con tiempo qu preparar el tablado poltico para una reeleccin. La comisin permanente de la Asamblea, con fecha 22 de mayo de 1903, "en uso de la facultad que le concede la ley fundamental y reconociendo el derecho que corresponde a todo pueblo para hacer que sus leyes sean dadas en armona con sus aspiraciones y de acuerdo con sus necesidades y estado de civilizacin y de cultura, convoc a la Asamblea nacional legislativa a sesiones extraordinarias para considerar la conveniencia de reformar el artculo de la ley fundamental que prohiba la reeleccin del^ presidente".
los
si-
"Que
las
la re-
pblica se haban presentado ante ella pidiendo, por conveniencia econmica, poltica y social, que se reformara dicho artculo, lo que no pugnaba con la democracia y les permitira
78
vez correctivo a miras personales y bastardas ambiciones que amenazaban la independencia nacional."
La Asamblea nacional legislativa convocada por la comisin permanente declar reformable dicho artculo y en esa virtud el
ejecutivo convoc a la constituyente para que principiara sus sesio-
nes
el
4 de julio de 1903.
el mensaje que a sta dirigi Estrada Cabrera "declar solemnemente a la faz del mundo entero que permaneca completamente ajeno a dichos actos por ms que ios agradeciera profundamente". La Asamblea contest el mensaje llamando a don Manuel "obrero infatigable del derecho y defensor genuino de la democracia" y afirmndole que todos y cada uno de los delegados del pueblo sabran dar la solucin que ms convena. A ella concurri el mayor nmero de miembros que en Guatemala haban pertenecido a un cuerpo colegiado cien. En la
:
En
primera sesin
el
el
mano derecha en
"Prometo desempear con fidelidad y Luego diripatriotismo gindose a los dems diputados, tom la protesta de ley: "Prometis cumplir con fidelidad y patriotismo el cargo de representantes de la nacin?" Y los noventa y nueve diputados con la mano derecha sobre el corazn contestaron con una seal afirmativa y ocuparon sus puestos. Votaron en pro del dictamen favorable a la reforma noventa y ocho representantes. Se opusieron a la reeleccin los diputados Domingo Morales y otro cuyo nombre no queremos recordar. En consecuencia, qued aprobado el artculo nico del proyecto de decreto que contena dicho dictamen por noventa y ocho votos contra dos, siendo su tenor el siguiente: "El artculo 66 queda reformado as El perodo de la presidencia ser de seis aos". Se haba suprimido la parte de dicho artculo que prohiba la reeleccin. Inform a la Asamblea de 1904 el jefe del ejecutivo que
pecho, dijo en alta voz
el
"por decreto del 29 de mayo de 1903 se levant la suspensin de garantas y el estado de sitio y por lo tanto los guatemaltecos estaban en el goce completo de sus derechos cuando se reuni la constituyente el 4 de julio de 1903. La ms absoluta libertad prevaleci
en
los debates y
la
ms
lECCE PE-RICLESI
79
abril
de 1904
la
Asamblea convoc
Comenz
el 3
de
ella que por una abrumadora mayora haba don Manuel. La misma comisin permanente por decreto de 16 de julio convoc a la Asamblea a sesiones extraordinarias
Apareci de
sido reelecto
para hacer
el
persona
electa.
Conforme
verific el 3 de agosto.
mensaje del presidente a esta Asamblea extraordinaria del propio 3, no poda faltar el verbo democrtico: "Educado en el respeto de la ley y la verdad, sera desconodice don Manuel cer hechos notorios si no consignara en este documento oficial que el pueblo guatemalteco ha entrado de lleno en el rgimen de sus instituciones durante la pasada eleccin, y ejercitado su soberana. Prescindo en lo absoluto de mi modesto nombre, ya que se encuentra el asunto enteramente en jurisdiccin de la legislativa". La contestacin de la Asamblea a este mensaje fu la siel
En
guiente
"Uno de
los actos
ms
pueblos es la delegacin de la soberana por medio del sufragio, base de la democracia y fundamento de la repblica. La nacin comprendi que la solucin de los problemas pblicos se cifraba, no en vanas palabras ni en satisfacer
intereses parciales sino en la conservacin del orden, en el
trabajo, en las garantas ciudadanas,
en
la cultura,
en
el
me-
la
vida.
El gobierno ha
guardado actitud decorosa. Una de las dificultades del rgimen popular representativo consiste en que apenas ha comenzado el gobierno a poner en prctica su programa de administracin cuando lo interrumpen las elecciones. Por ms que vos, seor presidente, prescindis con personal modestia de vuestro preclaro nombre, lo reconocieron los guatemaltecos, como lo acaban de demostrar en los comicios.
Se complace
parabienes sinceros
el
al
Por decreto de
Asam-
80
don Manuel Estrada Cabrera para el perodo que comenzara el 15 de marzo de 1905 y terminara en igual fecha de 1911. Y una comisin de su seno pas a felicitarlo. De ella formaba le parte el diputado cuyo nombre no quisimos recordar. "Seor luch por lo que consideraba justo; pero dijo, entre otras cosas fui derrotado por abrumadora mayora". usted cumpli con No importa contest don Manuel su deber al expresar su opinin sincera. Olvidemos eso. Aqu todos somos guatemaltecos. Y le dio un abrazo. Su voto en contra de la reeleccin fu valor entendido; no as el de Morales, que
licenciado
movimiento electoral en que la voluntad del pueblo ha tenido a bien confiarme para un nuevo perodo el difcil cargo de dirigir sus destinos, el primer paso que he dado como testimonio fiel del espritu de paz que me anima ha sido decretar amnista general. No con halagadoras promesas sino con hechos positivos quiero inaugurar el prximo perodo constitucional. Vuelvan en buena hora los guatemaltecos
fiesto a los guatemaltecos, dijo
:
"Concluido
el
al
suelo natal".
A esta nueva amnista no se acogi ni uno slo de los miles de guatemaltecos que vivan en el ostracismo. El 9 de marzo de 1905 la Asamblea decret "Que el quince del mismo mes y los das siguientes hasta el 18 fueran feriado para solemnizar con pblico regocijo la iniciacin del nuevo perodo por el ciudadano esclarecido que continuara sirviendo los intereses de Guatemala". Y present "ese da memorable" la felicitacin ms cumplida al mandatario y un ejemplar de tal decreto. Todos los miembros del cuerpo diplomtico y consular felicitaron al presidente por el nuevo perodo. Y adems lo felicitaron por sendas autgrafas "el vigsimo quinto ao de Kwang-shu" el emperador Tat Sing Abdoul Hamid II "desde la sublime puerta elchaban 1322 de la ejira"; Mutsuhito del Japn; Nicols II de Rusia Guillermina de Holanda Eduardo de Inglaterra Vctor Manuel III de Italia; Alfonso XIII de Espaa; y entre los pases americanos William MacKinley de Estados Unidos Cipriano Castro de Venezuela y Porfirio Daz de Mxico. Este ltimo le cont, que con fecha 1*^ de diciembre de 1904, l tambin haba sido
:
reelecto.
ECCE PERICLES!
gl
Alemania, Francia y Venezuela le otorgaron las condecoraciones del guila Roja, la Legin de Honor y el Busto del Libertador.
Las elecciones del jefe de estado tuvieron un extrao corolario que nos cuenta Antonio Valladares con el ttulo "El Silencio es Oro" "Nuestro Diario", 1928:
"Una prisin de "epidemia" (pues las otras comunes y corrientes, se pueden llamar "endmicas"), se verific en el ao de gracia de 1905. Ocupadas estaban ya casi todas las "bartolinas" con los denominados "presos polticos" o "presos de orden", cuando uno de tantos das, fu llevado a encerrar all, con gran lujo de escolta armada, nada menos que el alcalde primero del pueblo de Taxisco en el departamento de Santa Rosa, a quien haban trado a pie y amarrado desde su presidencia municipal.
Para
fuera en
grata
el
llegar a
ocupar un puesto de
el
tal naturaleza, as
ms
muy
de suerte que una cada de tan alto solamente poda atribuirse a grave y monstruoso delito poltico que le hiciera perder la confianza de don Manuel dejndolo sujeto a sus iras irreconciliables.
de absoluta incomunicacin, se extrajo de y se le puso en libertad y, algn tiempo ms tarde, fu conocida la causa de
tres o cuatro das
Despus de
aquel castigo.
el
15 de
marzo
concejo taxisqueo, y tratndose en esa junta solemne de la primera reeleccin del jefe del poder ejecutivo, uno de los ms
adictos y celosos sostenedores del rgimen, con estentrea voz
lanz
lo ino-
portuno
puesto que interrumpa patritico discurso del Sndico que desventurado alcalde se asust tanto que no
el
pudo corear
el viva!,
82
ms
confianza y la proteccin veces les iba a unos mal por abrir la boca,
la simpata, la
el
quedarse callado.
IX
PARCHES ABSURDOS A LA LEGISLACIN
Cul haba sido
llos
.
la
ms importante
labor administrativa de
don Manuel durante su primer perodo presidencial, a ms de aquehechos que ya hemos reseado en nuestro relato ?
En
el
buen abogado tena ms qne otros gobernantes en esto las huellas de Napolen.
el
En
mayo de
1899, garantiz
comit bancario con bienes nacionales por valor de doce millones, a pesar de lo cual el pblico puso resistencia pasiva a su aceptacin y a la de los billetes de los bancos y el gobierno tuvo que acordar, con fecha 6 del mismo mes, sanciones a los que pusieran obstculos a su circulacin. Por decreto de 23 de mayo de 1899, para remediar las escasez de moneda fraccionaria, y en la imposibilidad de acuarla de plata de 0,835 autoriz la acuacin de 300,000 pesos de 600 milsimos de fino. El nueve de junio del ao 1899 se decret que los billetes representaban la moneda legal y con ellos poda efectuarse cualquier pago, aunque hubiera estipulacin de-que deba hacerse en plata efectiva; con esta ltima disposicin qued eliminado el peso plata que exista como unidad monetaria sustituyndole en sus funciones el billete, consagrndose as la circulacin forzosa definitiva que habra de imperar durante veintisiete aos.
los billetes del
ECCE PE-RICLES!
83
al ejecutivo
n-
los
ban-
un
orden que inspectores nombrados por ste informasen cuando alguno emitiera obligaciones al portador en contradiccin a
las reglas establecidas.
Con fecha
en el informe que los bancos depositaron en esa fecha en el ministerio de fomento; y estableci que toda nueva emisin debera garantizarse con dichas especies en la proporcin de un diez por ciento de la suma emitida en el primer
a las cantidades expresadas
ao,
un
No
veinte por ciento en el segundo y un treinta en el tercero. fu posible cumplir tales disposiciones y el mal sigui
su avance.
el
las providen-
la
escribe don Mannel en su informe a legislativa de 1905 sobre aos de su gobierno que
"He de recordar
al
los siete
poder las rentas estaban comprometidas de tal modo que se haba suprimido la tesorera nacional. El rgimen del papel moneda cuyo desarrollo me he visto obligado a presenciar era entonces un hecho consumado. Institu la oficina de inspeccin de los bancos, procur remediar en lo posible el curso forzoso de los billetes, limit la emisin de stos, y dispuse que 16s votos en los establecimientos de crdito se computaran personalmente y no por el nmero de acciones."
a
mi llegada
Y no empece todas estas medidas la circulacin de billetes haba aumentado desde veinte millones en 1899 a cincuenta; y el cambio que en 1899 estaba al cuatro y medio con relacin al dlar, en 1905 se encontraba al doce y medio. En cuanto al precio del caf,
que tanto influa en
l,
84
en
la
seis
pesos
moneda
muy
La
Manuel,
slo exista de
nombre
una casa
Un
decreto y
tuvieron de enero de 1904 una extraa aclaracin. Se estableca en ellos que cuando se exigiera judicialmente el pago en oro de alguna cantidad los deudores podran satisfacer sus crditos en plata o en billetes de los bancos fijado por expertos al cambio que el oro tuviera sobre la plata; computaran por acciones sino los votos en bancos que los no se y por personas concurrentes a las juntas. En el mismo peridico oficial del 11 de enero "no habindose comprendido bien el espritu y la letra de las disposiciones emitidas el 22 de diciembre, se explica que la primera de dichas disposiciones rige nicamente para el caso en que tenga que intervenir la autoridad judicial y en todos los dems casos la voluntad de las partes es ley de los contratos; y en cuanto a la forma de efectuar la votacin los accionistas ausentes y las seoras pueden hacerse representar por medio de apoderados". Diz que esta aclaracin fu provocada por el reclamo de algunas legaciones extranjeras que vean con las disposiciones aludidas menoscabados los intereses de sus connacionales. Por decreto de 14 de septiembre de 1904 se derog el del ao anterior que facultaba a los deudores de moneda de oro para satisfacer sus crditos en plata o en billetes de banco al cambio del da. A propsito de esta sinrazn comenta Manuel Valladares en el ya citado artculo "El Tinterillo en el Poder"
ms
"En cuanto atae a materias econmicas, el descuido ms extravagantes absurdos arrojaron al pas en un abismo de pobreza y de tributacin internacional. La moneda metlica emigr en definitiva y se substituy el
lastimoso y los
jECCE PBRICLES!
85
y bancarias pasaron de manos nacionales a las extranjeras; la inmigracin ces al momento, y a mayor mal, las poblaciones fronterizas traspusieron casi en masa los pases
les
remu-
Todo denuncia disminucin en la repblica, todo revela abatimiento y degeneracin merced a la dictadura. Jams se obedeci a un plan cientfico, nunca se explay una mira vasta, nunca se labor por ijn sistema homogneo
nerador.
Las disposiciones iban aisladas, para circunstanciad especiales, como decisiones casuistas: tal como el curandero que, sin alcanzrsele el diagnstico, se pierde en medicaciones sintomticas. Y algunas verdaderamente peregrinas. El desequilibrio econmico dio ocasin a quiebras repetidas hasta el escndalo. Para remediar el dao, decretse maliciosa toda quiebra; con lo cual nadie hizo cesin de bienes; y se proscribi el concurso necesario; con ello los juicios separados se estorbaban entre s y se tornaban eternos. Mayor fu el mal, pues no por eso dej de haber quebrados y s dej de haber liquidaciones y pagos a prorrata los acreedores quedaron en peor condicin que antes. Podran citarse muchos casos ms de remedios sintomticos, de parches absurdos a la legislacin. Y eso, que Estrada Cabrera era abogado y se le reputaba, desde que ascendi al poder, el ms profundo jurisconsulto de los pasados y presentes tiempos. Las componendas curialescas, 16s remiendos a las leyes conforme los intereses del
:
en nada.
momento,
las cavilosidades
y engaos,
la farsa
constante y
el
escurrirse por entre las mallas de la constitucin y de los cdigos, la trpala incesante y la cnica perversidad patente en
todo, hicieron
como
los
que se definiesen aquel gobierno y aquel hombre comedia viviente, como el tinterillo en el poder. Los ardides y embrollos y turbias operaciones de su ejercicio ante
la
Era all el tinterillo en el poder frase de dolorosa exacPara los palaciegos, tales faramallas constituan la habilidad de pasmoso estadista."
;
titud.
86
el cronista de esta historia vivi esa poca en que hubo anarqua en la moneda fraccionaria guatemalteca, no sabe precisar entre qu aos est comprendida; pero no puede menos de referirse a ella. Escaseaba de tal modo
pesar de que
de
la repblica,
numerario para las transacciones pequeas que la municipalidad la primera y tras ella todas las industrias y comercios, lo mismo los grandes que los mnimos, se dieron a hacer moneda. La municipalidad emita cdulas, las grandes industrias,
como
la
cerve-
muy
el
nquel,
hoja de lata y hasta de cartn, en que los particulares dejaban, a veces de manera embrionaria, su propio cuo.
la
fina
Calofros en la
mdula
contemplar mi caudal convertido en una cdula y que haya gente tan crdula que tome gato por liebre y de esta crisis o fiebre no se aleje cual de un tigre. El que pudiendo no emigre tiene ganado el pesebre.
al
don Ma-
tena talento,
hemos
"Es imposible gobernar a los guatemaltecos durante veintids aos careciendo de l", era la respuesta unnime, pero todos hacan distingos. S deca alguien que tiene en nuestra universidad alta jerarqua nada menos que el actual decano de la facultad de cienpero hay que cias sociales y derecho, Manuel Martnez Sobral convenir que el principal talento de don Manuel consista en servirse a s mismo. S dice Manuel Cobos -; "pero ms que talento le debemos dar otros nombres. Don Manuel era astuto, maoso, ardidoso; pero no tena el verdadero talento, y lo'que mejor prueba
se lo concedan.
Todos
ECCE PERICLES!
esto es que
87
las
cuestiones econmicas.
El verdadero talento es universal y puede aplicarse a todo. Don Manuel no entenda ni la propia institucin del crdito; guardaba
cheques y
das,
giros,
si
como
fuera
moneda en
efectivo".
Estrada Cabrera estableci la direccin general de agricultura. Esta pretendi que el incremento del caf y del banano
el pri-
mer
que en
los ltimos
El 21 de noviembre de 1903
la
compaa del
:
ferrocarril
Estuvieron en uso las vas frreas "Central", de Guatemala, de "Ocs", "Occidente" y "Verapaz". El 31 de agosto de 1901 el gobierno celebr un contrato con
la
explotacin,
conservacin y terminacin de la lnea frrea del norte, que ya llegaba entonces desde Puerto Barrios hasta El Rancho de San Agustn. Rescindido en 1903, a solicitud de dicha compaa, entr
de nuevo en posesin de
celebr
la parte
ya construida.
En
enero de 1904
un nuevo contrato con Minor C. Keith de New York y William C. Van Horn de Montreal para terminar en tres aos hasta
la
capital dicha lnea, concediendo a los contratistas el derecho de explotar la parte concluida, hasta San Agustn. La lnea toda estara en su poder durante noventa y nueve aos contados desde la fecha en que la Asamblea aprobara el contrato. Al concluir tal plazo, el gobierno entrara en posesin, previo pago de su valor, fijado de manera inapelable por arbitros, segn lo estableca el artculo
XVI del propio contrato. La Asamblea nacional con fecha 9 de abril de 1904 lo aprob. Cuando algn tiempo despus le preguntaron a don Manuel
la
gg
En
el citado
"mensaje" a
la
el presi-
Tomamos de
dicho informe
"Ha
el
Minerva con
la
tiempo.
cin del
inaugura-
tamentos.
Se ha publicado anualmente
el
cin parece
indiada viciosa, mejor pagados seran aqullos. Y esta contribuun smbolo de la administracin del gobernante en que
ms
El gran "facedor de chalecos" tena el ms grande de todos ellos en Porque como ya hemos visto antes la la instruccin popular.
una mentira.
Se pagaba a
los
maestros
y a sucias aulas, con escritorios desvencijados, acuda a jugar una niez harapienta, mientras los profesores dorman el sueo alcohlico. Abnegados maestros vocacionales y circunstancias propicias formaban excepcin.
les;
Don Manuel fu sensible siempre al halago de los escritores famosos, a muchos de los cuales, desde los comienzos de su gobierno, pag esplndidamente. En los anales de su administracin aparecen los nombres de muchos de stos. Los discursos patriticos del 15 de septiembre estaban encomendados a Alberto Meneos, Jos A. Beteta, Mximo Soto Hall y otros de renombre. Entre los de representantes diplomticos figuraban algunos no muchos
1902,
con el cargo de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Guatemala, puesto que haba desempeado ante Alemania, Blgica, Francia,
Gran Bretaa e
Italia.
cuanto a los generales y coroneles, sala una hornada en cada congreso. Don Manuel los necesitaba para substituir a los
En
ECCE PBRICLESl
viejos militares
89
lato los
de carrera que se fugaban o se moran. El generaamarraba a su persona con lazos irrompibles. La manera de tratarlos, ya se vio en las palabras copiadas a Gramajo.
La demarcacin de la lnea divisoria entre Guatemala y Mxico puso fin a la cuestin de lmites entre ambas repblicas. Guatemala concurri a la segunda conferencia internacional americana celebrada en la ciudad de Mxico, donde se adopt, entre muchas de las naciones all reunidas, el arbitraje para arreglar las diferencias.
la
se resolvierori. en
mayor un
convenio con los representantes de Alemania, Blgica, Francia, Inglaterra e Italia. Reclamaciones anlogas de Espaa, Estados Unidos y Mxico encontraron tambin arreglo posterior. El 20 de abril de 1901 la Asamblea aprob los tratados sobre
derecho mercantil, derecho penal, propiedad literaria, artstica e industrial, celebrados en el segundo congreso jurdico centroamericano en febrero prximo pasado en la ciudad de San Salvador.
El 1^ de noviembre de 1901 fu recibido en Washington por Teodoro Roosevelt el enviado extraordinario de Guatemala. Manifest la dolorosa impresin que en su patria haba causado Ja muerte de MacKinley y la viva complacencia de que estuviera al frente de los negocios pblicos, como sucesor, Roosevelt. El 3 de febrero de 1903 recibi en audiencia pblica a Leslie Combs, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de los Estados Unidos, que substitua a W. Godofrey Unther. Por tratado de 2 de noviembre de 1903 los gobiernos de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, se obligaron a mantener la paz estableciendo como principio inviolable de conducta la no intervencin de cada uno de ellos en los asuntos, domsticos de los otros y aceptando para dirimir sus diferencias el arbitraje obligatorio con arreglo a las regulaciones del tratado panamericano celebrado en Mxico el 29 de enero de 1902. La Legislativa aprob la anterior convencin con fecha 27 de abril de 1904.
la
El 15 de enero de 1904 el gobierno guatemalteco reconoci independencia de la repblica de Panam que se separ el 3 de ese mes por medio de accin incruenta de la repblica de Colombia.
90
de La Haya y estuvo representada en las exposiciones internacionales de Pars, Bfalo y San Luis.
de Ginebra y a
Don Manuel haba experimentado en su propia persona la gravedad que representan los designados a la presidencia. El gobernante tiene que contar con ellos en vida y en muerte; deben merecerle ciega fe. He aqu los nombres de los que hizo elegir durante los primeros siete aos de su gobierno licenciado Manuel
:
Morales Tovar, Manuel Vicente Orantes, general Luis Molina, coMariano Serrano Muoz, licenciado Francisco Alarcn y el doctor Francisco Anguiano. El 16 de junio de 1902 muri el primer designado, licenciado don Manuel Morales Tovar. En sesiones extraordinarias la Asamblea design para sucederle al licenciado don Jos Mara Reina Andrade. Es curioso observar que desde los primeros aos de su gobierno figuraron en las legislativas los nombres de Carlos Herrera, Jos A. Beteta, Adrin Vidaurre, Jos Mara Letona, Jos Mara Orellana y otros por el estilo que tanta significacin habran de tener en la hora postrera. En 1901 los ministros eran: Guillermo Aguirre, Hacienda; Juan J. Barrios M., Relaciones; Juan J. Argueta, Gobernacin; J. A. Mandujano, Instruccin Pblica; Rafael Spnola, Fomento; y
ro*nel
parte de nuestra obra de la administracin de don Manuel, trazados por escritores patrios. Principiaremos estas intercalaciones copiando nuevamente a Manuel Valladares en los cuatro artculos que hemos venido citando "Las Verdades Oficiales", "Disfraces y Caretas", "Soplos de Perversin y de Muerte" y "El Tinterillo en el Poder" ("Nuestro Diario", abril de 1928)
distintos aspectos
: :
Demo-
lECCE PERICLESI
cracia inters
91
que a primera vista parece y si es as para la generalidad de las naciones hispanoamericanas, para Mjico y las pequeas repblicas del Sur tiene importancia ms grande en razn de la vecindad que determina
lo
;
mayor de
Guatemala
se la
pudiera llamar la Polonia de Amrica, grande por sus hijos, interesante en su pasado, destrozada y cercenada en su territorio por todos los vecinos
;
mismos directores y jefes; desgarrada en su interior por la instabilidad de sus instituciones engaosas con grmenes de
;
sus mulos; en posicin geogrfica envidiable y azotada por de antemano sealada al rigor
de un destino despiadado. El calvario de aquella repblica en casi un cuarto de siglo, resulta leccin ejemplar para la previsin de quien quiera librarse de males tamaos y cargo contra las naciones poderosas que coadyuvaron directa o indirectamente al triunfo de la iniquidad en das en que se proclaman las ansias del bienestar humano. Y es triste que en tan larga etapa, la historia
la
de un hombre en todos
sentidos nefasto.
iniciaba
Creyse que la administracin del General Reyna Barrios una era de regeneracin; pero fu slo un parntesis dbil, y fugaz, abierto en un enjuague eleccionario y cerrado por un crimen. En la noche de ese asesinato misterioso comenz el largo reinado de Estrada Cabrera entre las sombras de a noche junto a una charca de sangre se alz la dictadura ms cruel en la historia de Amrica. No se diga que culpa fu de todo el pueblo sufrir tan dilatada y ominosa sujecin, pues conatos bulleron para sacudrsela y los patriotas que intentaron la redencin se cuentan por el nmero de sacri;
ficados ...
qu sistema aqul
el
de todas
las tiranas,
pero
el
una incomprensible sed de humillaciones y venganzas, prendidos hondamente en una corrupcin mareante por sus vahos de podredumbre y cubiertos con
9a
de
las
plumas alquiladas y de
el
las concien-
cias vendidas.
americanas que
de repblicas modernas:
muchas
leyes,
asambleas, declamaciones de
en el fondo un dictador que tiraniza a su antojo, una manada popular que obedece a ciegas y el engao convenido de manifestaciones y sufragios. Realmente es un entrems de democracia, una burla En Guatemala fu una farsa el alma del gobierno libertad. de de Estrada Cabrera, la esencia constitutiva de los actos del gobernante pero una mentira sistemtica un convencionalismo elevado a institucin. Las mentiras oficiales imponanse como dogma interior y se exportaban para que en el extranjero se tuviese al presidente como un Washington ecuatorial, pero un Washington ms profundo como estadista, ms amplio como
libertad y
exterior; pero
;
pompa
ms resplandeciente por sabio y por justo. Cncer poltico el gobierno de Manuel Estrada Cabrera, tena que producir una completa corrupcin social. Todos los rdenes de actividad en el organismo de la Nacin se inficionaron, sin quedar uno solo libre de dao. De atrs vena el mal ciertamente, en algunos miembros; pero agravse con la perennidad de la dictadura y se generaliz apareciendo a la vez en otros. No puede decirse que no existieran el peculado, las exacciones, el robo de los caudales pblicos ni las extorsiones y crueldades de los agentes del poder pero el tnal subi de punto y se irgui avasallador por la impunidad y la autoripatriota,
;
en anteriores administraciones se tendi a rebajar el valor moral de la escuela, haciendo de la enseanza arma de dos filos que tarde o temprano lastimara a la colectividad o se ech mano de los tribunales para venganzas polticas o favor de paniaguados, no se infiltraba el morbo hasta los tutanos del pas porque haba fuerzas purificadoras la juventud guardaba algo de independencia, dignidad y ambiciones legtiihas, que hallaban estmulo y direccin en el profesorado de las escuelas superiores, y el Foro abrigaba en su ^eno abogados de honor y jueces ntegros no todo apestaba para la sensibilidad de Hamlet. Jams se vio preparacin semejante de la juventud para
zacin.
Si
;
lECCE PERICLESI
aventarla al mal
93
nunca
el
ambiente
ban sueldos
irrisorios
No
necesitaban los
de sus
:
litigios
ves y seguros
el
favor oficial o
peciales y los tinterillos triunfaban en toda la lnea, quedando en los vericuetos de la intriga maltrechos la justicia y el honor.
Las oficinas de los tribunales, antesalas antes de Themis, se convirtieron en mercados de desvergenza y los pasantes se ejercitaron en el cinismo con que al llegar a la judicatura venderan la injusticia. De un salto les llegaba el favor, a trueque de la sumisin incondicional: estudiantes hubo que tuvieran extendido el nombramiento de jueces el propio da de la investidura profesional; muchos no por el mrito, sino por la seguridad de cmo serviran al poder y a los agentes del poder. Quien en fuerza de educacin o de buenos instintos se sustrajera al ambiente meftico reinante, era un mirlo blanco entre los cuervos de la Curia, nevado cisne que, como en la mironiana frase, cruzaba un pantano sin mancharse. Pero qu raros los plumajes esos!... No pareca sino que para los puestos se buscase la ineptitud; y de colocarse a quienes mostrasen inteligencia o conocimientos, destinbaseles precisamente a disciplinas para las cuales no tuviesen preparacin. Los diplomticos, los cnsules, directores de enseanza,- de loteras o de hospicios, los intendentes de oficinas, reclutbanse entre los mdicos creerase que el tinterillo titulado que despotizaba a su antojo se hubiera propuesto la exclusin de los abogados, de quienes era enemigo instintivo y cuando ocupaba a stos aun en los procuraba deslucir al gremio y cargos expresos de la ley sealar su malquerencia a los amigos, al espionaje, a la secuela de procesos fementidos, a la falsificacin de documentos, al prevaricato en los tribunales, a las comisiones de descrdito internacional ejecutadas entre sombras y delitos; a los enemigos, a la persecucin, al destierro en que buscaban seguro a la vida, a las prisiones en que por aos se pudran, al patbulo en que cesaban sus dolores y comenzaban las miserias del hogar.
:
;
94
muchas
coman-
Nunca hubo cinismo para el robo de los caudales pcomo en los das de Cabrera las fortunas se improvisaban de la noche a la maana y se despilfarraban pronto, como todo lo que no es producto de legtimo trabajo. Bien es
blicos
:
el fisco
o de
cualquier orden, el dictador llevaba expedientes e informaciones y probanzas no iban tales recados a informar procesos en los tribunales, sino quedaban en el archivo de la pre;
sidencia y constituan
los
culpables,
atados as para siempre a la voluntad del dictador, esclavos suyos para no moverse y aun para ligarse a l con la pesada cadena de nuevos delitos a cuya ejecucin se les destinaba.
Como un tirano, Cabrera senta la necesidad de que no hubiese carcter varonil ni prendas personales sobresalientes ni caudales de importancia; pues todo lo que signifique fuerzas vivas de la sociedad parece amenaza contra el poder
de los dictadores. Si alguno de sus propios servims de lo prudente, pronto le haca pagar con humillaciones su temeraria vanidad y en la prensa para
irrestricto
dores se alzaba
todos muda,
se le
menos para repetir como eco la voz del amo injuriaba impunemente hasta el sarcasmo sabiendo las
:
de Cabrera, tenan que aguantar las afrentas con la sonrisa en los labios y la hil en el corazn. El triunfo del talento constitua falta grave que de alguna manera se haba de purgar; la riqueza pagaba sus esplendores con la persecucin del
capital y con los litigios adversos
;
aun color
si
cabreruna, cual
la naturaleza
que
los
lo
Todo
que a migajas dispensara la condescendencia oficial. que es brillo en la sociedad y gaje de adelanto en las
ECCE PERICLES!
naciones, deba ocultarse
95
como
si
fuera delito.
Qu
iniciativa,
qu progreso, qu labor intensa y proficua pudiera as surgir? El miedo fu otro elemento de dominacin, combinado
con
el inters.
desamparaban
Nunca
ms
deso:
lacin en torno de
ni
amistad ni gratitud, ni sangre, nada vala todos huan plidos y trmulos y no paraban hasta no protestar adhesiones no pedidas y reniegos desdorosos."
XI
TAN GRAN ESCRITOR COMO BUEN PATRIOTA...
Manuel Valladares. Graban en un hombre que no olvidarn nunca los guatemaltecos. Pero no hemos escuchado an sus conceptos ms duros.
Terribles las palabras de
piedra la figura de
Estos se refieren a los trabajadores manuales, sobre todo a los que labran la tierra insertos en su trabajo "La Trata de Bronce". Sern
los ltimos, salvo
un pequeo prrafo que copiamos del excelso guatemalteco que fu tan gran escritor como buen patriota. Helos
aqu:
"Con
hallarse tan
el capital, las
profesiones y las gentes de viso, peor trat al obrero y con ms tremenda injusticia al indio. Oblig al obrero a trabajar gra-
tuitamente en edificios y cuarteles, le vej y encarcel, le espi todo movimiento y agrupacin y apag sus mejores anhelos. Ah!, al indio lo sumi en el mayor abatimiento Al indio.
.
.
y en
dio la ley de
esclavitud. Desde el tiempo de Barrios se mandamientos en que, so color de progreso agrcola, se obligaba al indgena a trabajar contra su voluntad en ajenas plantaciones de la costa la ley de don Manuel Mara
la
:
ms negra
Herrera resultaba gravosa y mil veces injusta, sobre todo por los abusos a que diera lugar; pero las modificaciones hechas por Cabrera y su inicua aplicacin, hicieron de la ley de trabajadores indgenas la ms impa explotacin del hombre,
el el
contrasentido
siglo
XX.
polticas
en
explicacin
96
en lugares malsanos quiera o no, ha de recibir habilitaciones, as sea propietario y no las necesite, y en ellas van inchisas las sumas que recibe, los derechos del habilitador, los gajes de alcaldes, jefes polticos y agentes de en:
ganche y contratos, las multas en que incurra y los gastos causados por su negligencia, impuntualidad o busca de su persona; todo lo cual ha de desquitar con su individual trabajo y con el de su mujer y sus hijos. Caso de muerte, responden de la deuda sus hijos y su mujer. .Las deudas se heredan, como las facciones y las enfermedades ni aun para menores hay beneficio de inventario. El patrn desembolsa quince pesos (billetes) por cada jornal, de los cuales se reparten de trece a catorce entre los jefes polticos, comandantes y alcaldes, y resta peso y medio para el indio. Por su trabajo gana el indio esa miseria, y por mediar en la obligada operacin y forzado contrato las autoridades, que no trabajan, perciben diez veces ms. Si falta el jornalero a las estipulaciones es responsable por la suma total de los gastos, fuera de las penas correccionales, como son la prisin, cepo y azotes. Pueblos hay que estn acabndose por la muerte o la emigracin en algunos, ao hubo durante el cual no naciera un solo nio, porque "de mandamiento en mandamiento" a diferentes fincas, no pudieron los padres yacer una sola vez en su melanclico hogar. Esta servidumbre es peor mil veces que la esclavitud africana: el trato de los ms crueles encomenderos resulta de mieles y cario en comparacin de este alquiler humano en que no hay piedad ni aun inters en conservar al trabajador como cosa de propiedad, pues aunque se le deje morir desamparado, hay quien le substituya y con creces para eso quedan responsables la mujer y los hijos. La Trata del bano ha sido la mancha afrentosa de los traficantes en carne africana arrebatada de las costas de Guinea a los ingenios y obrajes de Amrica la Trata de Bronce, la esclavitud del indio en su propia tierra, es lo ms espantoso y ruin que se puede concebir en la edad contempornea. Y, oh, sarcasmo!, esos esclavos son ciudadanos por
.
; : : :
la constitucin
dugos."
lECCE PERICLKSl
97
XII
Hacer
que nuestro Bernal Daz del Castillo no tuvo ms escuela para su gran talento natural que la muy mala de primeras letras en la poca historiada. Y sin embargo, confesamos- aqu pblicamente que no preferimos aqulla a sta, no slo por el valor histrico de la narracin de Ortiz sino por su gracia y movilidad.
"Sucedile en tomar la palabra Hiplito Rivas M., quien dijo ms o menos lo siguiente: "Un da jueves a eso de las
siete
horas
me
diriga a
Entonces un polica, sin dar yo ningn motivo, me intim para que me diera preso y acto seguido me condujo a la primera seccin de polica donde el sargento de turno me fili. Ped explicacin de ese proceder y les dije que tal vez estaban quivocados con alguna otra persona, pero no valieron reclamos, razones ni splicas. A los pocos minutos me condujeron a una casa en construccin, situada en la prolongacin de la 7- avenida sur y all encontr a otros compaeros de oficio que se encontraban en las mismas condiciones que yo. Unos trabajaban como albailes, otros como carpinteros y los dems como peones. Nos custodiaban policas vestidos de paisanos, para evitar que nos "fugramos". Nos hacan dormir en la primera seccin de polica. El trabajo era recio y duro y por nico alimento nos daban, en la maana un poco de agua de caf, a medio da y en la tarde un cucharn de frijoles pequeo y tres tortillas de maz. Para recibir ese miserable rancho, deba tener cada uno su trasto. Algunos conseguamos latas vacas de sardinas o de
98
salmn y
sombrero.
los
menos afortunados
lo reciban
en
la
copa del
Un
trato
al
un
como de
bestias.
Una
vez
le o decir:
general".
Todo
esto
nosotros.
as, al trmino de fuimos relevados por otro grupo de obreros que, igual que nosotros, iban a trabajar gratuitamente un mes! Con esa vida, durmiendo mal y con hambre, salimos enfermos y agotados. La pobrecita de mi esposa me relat mis tiernos hijos le decan "pan, malo que haba sufrido mata, tenemos hambre", y ella atribulada comenz a pedir al crdito en las tiendas, pero como no poda pagar, muy pronto ya no le dieron y entonces tuvo que ir a los mercados a recoger los desperdicios de frutas y legumbres destinados a la
los uales
basura.
Por las maanas se iba a la barranca a traer arena fina, usada para lavar trastos de cocina y la venda por todas las Casas llevando a la nia de pecho en los brazos, a la de un ao y medio en la espalda y el canasto de arena, que por supuesto era pesado, en la cabeza. A los otros dos nies los dejaba recomendados con la vecina. Fu as, seores, como pudo ganarse los realitos para el pan de mis idolatrados hijos. Cuando esto escuch de mi sufrida esposa, lanc una maldicin contra Cabrera y sus esbirros que lo rodean y le
sirven."
El seor Rivas call y de sbito vimos que se limpiaba gruesas lgrimas que corran por sus mejillas. el propio na"Es muy cierto le contest: yo mismo
fui vctima de sus canalladas. Viva en la tercera avenida sur, nmero 114, y un da mircoles estaba yo trabajando un traje que tena que entregar el da siguiente, cuando se present un oficial a la cabeza de varios soldados, dicindome: "Maestro, tenemos oirden de que se
presente usted
contest
al cuartel
nmero
3".
este traje
me contest
lECC^ PERICLES!
99
panamos en
Apagu
el
este
fuego de mi plancha y sal cerrando a la vez la puerta, pues en ese tiempo^ era yo soltero y viva solo. Al llegar al cuartel se me fili y entonces le pregunt
El me dijo que yo al comandante que cul sera mi delito. no tena delito alguno, pero que se necesitaban sastres y que le yo tena que trabajar por bien o por mal. "Comandante ser?" "Como dije "Cul le suplico me haga un favor." yo vivo solo y dej un traje que precisa para maana, bajo llave, que me diera permiso, bajo custodia, para irlo a entregar a su dueo. Luego estar de regreso." "Ah, eso tengo ^me contest. A ver, cabo, que consultarlo con el general talleres." all que eran muchos Ya vi lleve a ste a los estando los sastres que estaban trabajando y que las mquinas no daban cumplimiento. Presto me llam el maestro don Julio Molina, que era el que cortaba los uniformes, y me dijo "Aqu est su tarea; debe terminarla a las once de la noche, para recibir la otra a las cuatro de la maana. Comenzaba a coser a mano, como hacan los dems por falta de mquina, cuando se present el comandante acompaado del teniente que me haba capturado y me dijo "El general accedi a que se devuelva el traje que usted dice." Comenc entonces a envolver mi tarea, cuando me dijo "No, usted no va porque pierde tiempo. El teniente ir. Diga le cona quin se le entrega el traje." "Si me hace favor test a don Alberto Mejicanos, en su taller del callejn de Crdova." Y como mi saco con mi cartera y la llave haba quedado en el despacho dej comandante, yo segu trabajando. Como a las once y media de la maana vimos que entraba un soldado con una mquina de coser, "Singer", casi nueva, a "mecapal". Se acerc a m el sargento y me dijo "Aqu le traemos su mquina para que no cosa a mano, y su cartera con la llave". No le contest. Sent que un nudo se me haca en la garganta, de la rabia que me dio por el abuso. No slo se me haca trabajar por la fuerza, sino que tambin, sin mi anuencia, se sacaron y llevaron mi mquina, con la que me ganaba la vida y ahora me la iban a deteriorar o tal
vez a destruir.
100
maestro hojalatero, que estaba tambin trabajando gratuitamente. En dichos trastos se nos serva un cucharn de frijoles, uno de caldo con un pedazo de hueso y tres tortillas todo revuelto, peor que si hubiera sido para perros; y dormamos en el suelo en los corredores. Al da siguiente, como a las ocho horas, entr otro compaero que trabajaba en el mismo taller que yo, era Rafael Bran, y se fij en un anciano a quien todos los das le pegaban porque no poda entregar la tarea, y me dijo "Unamos nuestras tareas yo me siento a la mquina a hacer todo lo que se puede hacer y usted hace todo lo que es a mano. As terminaremos en menos tiempo y podremos ayudarle al pobre anciano don Vicente Prez, que ya no ve para* enhebrar la aguja y de esa manera lo salvamos del suplicio que sufre a diario," As lo hicimos, y desde ese da termin su martirio el infeliz anciano, quien por cierto era muy conocido y apreciado principalmente por algunos sacerdotes, a quienes ayudaba a oficiar en la misa. Hago este relato para que se vea la crueldad de estos entes salvajes que no tuvieron compasin de un pobre anciano de 77 aos de edad. Y quien lo dude puede pregunguacales que haca
el
;
;
tarle al presbtero
Salimos
al fin del
nmero
y comenc a ges-
Los primeros das dijeron que haba mucho trabajo y que esperara para dentro de un mes en que, con. seguridad, me la devolvan. Cumplido el plazo volv a pedirla y me contestaron: "No es con nosotros el reclamo, es con el pagador". Pregunt por el pagador y me informaron que se encontraba por la tarde. Me fui al taller de mi maestro don Alberto Mejicanos, y le cont lo del pagador. "Si es con Guayo me dijo ya est!, pues somos familiares y a la tarde vamos a verlo". Efectivamente, a las tres de la tarde estbamos en la oficina del pagador y despus de saludarse le explic don
me me
devolviera la mquina de
mi propiedad.
ECCE PERICLES!
101
Alberto mi asunto,
l le
respondi
asuntos mos;
si
fueran, en este
momento
y dirigindose a m, me dijo: "Pase con el comandante y le dice que digo yo que esas no son atribuciones mas y que me
llame".
Pas y le di el mandado al comandante, quien se par frunciendo el entrecejo me dijo: "Cree usted que el gey neral se va a robar esa mierda?" "No, seor, es que me sirve"
le repliqu.
el
supremo gobierno
se
mande
Regres e inform al pagador, don Eduardo Antilln, que me haba contestado el comandante y se qued pensativo un momento y luego me dijo "Vea, yo de mi parte le aconsejo, que mejor la d por perdida, porque no vaya a ser que se le sobrevenga otra cosa ms grave. Verdad, Beto?"
:
Y
las
as fu
como
este momento darles datos concretos de zanganadas que han cometido estos sicarios con los pobres, pero me basta citarles ste que acaba de pasar en el hotel "Hamilton", que estaba en la 9- calle oriente, entre 6- y 7- avenidas "Un muchacho que era lustrador se encontraba dentro del hotel, donde tambin se encontraba el coronel Eduardo Anguiano, uniformado en compaa de otros de su misma talla, estuvieron discutiendo con el lustrador, ya fuera por el pago o por no estar bien el trabajo, pero como Anguiano no admite razones, desenfund su pistola y lo acribill a balazos el muchacho cay al suelo y se oyen sus ltimas palabras "Ay, seor, si no le estoy* haciendo nada!" y muri revolcndose en un charco de sangre. La mayora de los curiosos eran obreros que lamentaban la muerte de aquella infeliz criatura y el mal proceder '3l chafarote. Sali a la puerta un compaero del asesino y orden a la polica que se llevaran presos a los curiosos, muchos huyeron y otros cayeron presos, pero solamente a los obreros los condujeron a la crcel y los seoritos podan seguir pasando, y al otro lado de la acera, el asesino montaba su carro en unin de sus No compinches y all lo vemos contonendose por las calles.
Yo podra en
102
RAFAEL AREVALO MARTNEZ qu no han ascendido a general al hroe de tan semejante hazaa!" Recuerda el lector, el da en que recib la carta que me mandaron de El Salvador y de la persona que me la entreg, que contaba que la polica les robaba el fruto de su trabajo a los obreros, y que mataban de nada y nada. ? Pues es cierto, el polica o agente del orden pblico al que le tocaba cubrir una lnea en que haban talleres u obras en construccin, estaba muy atento a la hora que salan con su pago los operarios, que por lo regular era de 5 y media a 6 de la noche, cada sbado. Al ver pasar un operario, que no fuera persona capacitada, le haca alto y comenzaba a registrarlo; no como debe ser, encima del traje, sino introduciendo las manos en los bolsillos, la cintura y hasta en el sombrero; en lo que estaba haciendo el registro, estaba filiando a la vctima, sin duda para distraerlo, y al no ms tocar el rollito de billetes, en un abrir y cerrar de ojos, se lo sacaba y se lo meta entre su bolsillo y comenzaba a amilanar al robado con amenazas e insultos y por ltimo le deca "Retrese y agradezca que no lo rompo a palos y lo llevo preso, porque usted tiene la costumbre de insultar a la polica y a los jefes". Aquel desdichado se iba bien jodido y agradecido, sin su dinero, ya pueden considerar las penas que pasaba este pobre obrero para cubrir sus necesidades y las de su familia. Lo mismo lo hacan los agentes que se encontraban francos,
s por
.
por los barrios a hacer la misma operacin. An los que fueron vctimas de este vergonzoso robo de parte de los agentes del "orden pblico". Puede confirmar mi dicho don Eduardq Alburez, persona seria, honrada, que tambin fu vctima de estos asaltos. Hay que advertir que la polica en ese tiempo ganaba 35 pesos billetes de banco, mensuales equivalentes a un dlar y no era posible que a una persona, por muy sola que fuera, le pudiera alcanzar este miserable sueldo, y por esta razn era que el obrero pagaba las faltas del gobierno. Se dir que por qu no se quejaban a las autoridades
se esparcan
estn vivos
muchos de
superiores.
el
muchos
lo hicieron,
pero
al
tener
el
careo con
re-
ma
ECCE PDRICLESi
103
me calumnia"; inventando algunas palabras injuque habia dicho su victima contra el gobierno, luego en ese momento lo pasaban a la penitenciaria. De esto fueron victimas don Ignacio Garcia, de oficio tejedor; que estuvo tres aos preso de "orden superior", y don Pantalen Guzmn, maestro sastre, que tuvo la misma suerte, de sufrir la "orden superior", por reclamar su dinero. Lo que decia la policia, era como si lo dijera Dios Padre. La vctima no poda reprendido
riosas,
clamar porque
el el
parte calumnioso al
momento que
lo
estaban filiando,
sargento luego
le
hacia
SHO
favorito de Cafila,
Ya que me vengo
brera, el esbirro
ms
porque en segunda tenamos a Felipe Mrquez. Wenceslao era inspector general de la poilica; era rareza que fuera a visitar las secciones de polica, porque toda la mayor parte del tiempo lo pasaba en la casa presidencial, donde reciba rdenes directas de Cabrera. A este hombre todos le teman, hasta los altos funcionarios tenan que andar con mucho tino. Cuando Cabrera sala, l iba adelante montado en una mua briosa y entonces sta era la seal que vena el seor presidente y nadie poda pasar en ese momento todos tenan que rendirle el sombrero y el que no lo hiciera, saba que se iba preso, como le pas al seor Kle, el de por San Sebastin. Cuando Chacn daba una orden de poner presa a alguna persona, saba que no sala de la penitenciara, y cuando andaba rondando por las calles era de salir huyendo, porque a cualquiera que encontraba, lo flagelaba con su fuete cargado de plomo, como le pas a Ensebio Cruz, muchacho de 14 aos, que estaba pastoreando unos bueyes, que lo crucific a latigazos, quedando tartamudo y sordo Por el estilo poda an vive por el Guardia Viejo hacer referencias de Felipe Mrquez, Jorge Galn, Manuel Lpez alias "el chulo", que le serva la mesa a Cabrera Eduardo Anguiano y Juan Viteri, fuera de los Reyes y los
;
Chajones."
104
VIVA EL
las
Atroz lo contado por Ortiz? No. Todava vamos a orlo en pginas siguientes sobre la forma como celebraban el cumpleaos del presidente y sobre otras manifestaciones aduladoras; pasaremos a lo cmico, despus de haber sido turbados por los heel lder
En
toda la
abunda
la tragicomedia.
guatemaltecos y extranjeros residentes, de que todo el mes de noviembre era de festejarlo con motivo de su natalicio, que era
los
"Todos
el 21, a
los 22
departamentos
y,
ade-
ms, de
y otras instituciones gubernativas, qu/ de antemano tenan sealado el da de su turno para ofrecer sus homenajes que generalmente consistan
en
lo siguiente:
Con
flores
especie de altar en cuyo centro y de manera que fuera muy visible, colocaban la fotografa del seor presidente, espln-
didamente alumbrada por la noche de 7 a 8 de la tarde sala el mandatario a mirar los altares y darse cuenta de cul era el mejor por el buen gusto, costo y arte con que estaba hecho, para lo cual los homenajeantes buscaban y se disputaban a los mejores decoradores; al salir Cabrera a la puerta del palacio, que estaba en la 8- calle poniente, comenzaban las dianas^ las bombas voladoras y una multitud de cohetes a estallar; despus que pasaba revista a todo el adorno, se entraba y ya estando sentado en el segundo piso, comenzaban los grupos de los lderes liberales a organizarse para tener el honor de pasar frente a Cabrera; pasaba el primer grupo y al estar frente al "poderoso" se cuadraban e inclinndose en seguida le rendan el sombrero hasta tocar el suelo y as seguan pasando todos los dems con las mismas muecas terminada ia ceremonia una comisin compuesta de destacados liberales estaba ya lista para felicitarlos en nombre del "excelentsimo seor presidente" por lo artstico y esplndido del adorno. Y
; ;
ECCE PE-RICLESl
105
cmo
manos de gozo y comenzaban a hacer comentarios entre ellos!; uno deca: "En esto se fij ms"; "Pero en deca el otro "Tambin en esto se fij mucho" aclaraba otro; todos esto fu en lo que ms se detuvo"
se frotaban las
reventando de contento.
nosotros, la
la
tentacin de
hacer lo mismo, de ir a rendirle el sombrero, pero al pensar que ramos humildes hijos del pueblo, indignos de pertenecer a tan elevado partido, mejor nos quedbamos aculados a las puertas de las casas vecinas. Eramos muchos los muchachos que nos dbamos cita para irnos tempranito y coger el mejor lugar para poder apreciar bien los "monumentos"
de flores y a presenciar cmo corran los "delegados liberales" a saludar al mandatario en nombre de sus respectivos clubes
condicional adhesin" y sus ofrendas de flores de las ms finas o medallas de oro con la fecha del da del festejo y
nombre
del festejado,
que
los reciba
de patriarcal bondad y escuchaba, al parecer con atencin, las piezas literarias que tanto en prosa como en verso le dedicaban los oradores. Y por qu era esto? Porque los guatemaltecos se mantenan en la
ms
se fijara
106
caban sin comprenderlo. As se explica que muchos que llegamos a la edad adulta durante esa poca, no nos dbamos cabal cuenta de aquella feroz tirana y que muchos casi la aceptramos como un castigo del cielo y veamos semejante estado de cosas y suframos sus consecuencias nefastas pasivamente, pues los periodistas y oradores por dondequiera que bamos, hasta en los rincones ms apartados de la repblica, se mantenan tratando de convencer al pueblo de que Estrada Cabrera era el salvador de la patria, el nico qu deba regir los destinos de la pobre y desdichada Guatemala y lo creamos ya, porque cuando lleg al poder ramos muchos, nios o muy jvenes an, con los ojos vendados. Nos convencan los viejos y corrompidos polticos, los indignos profesionales, y un grueso nmero de maestros de escuela que, en su afn de conservar sus puestos, se vean en el caso de arrastrarse ante el dspota hacindose seguir de la juventud, en vez de ensearle virtudes cvicas que sirvieran de base a su carcter. Toda esa gente indigna es la responsable del pecado de prostitucin de los nobles sentimientos de las masas obreras y de la conciencia de la niez ya que todos esos mentores y directores de la opinin pblica le hacan creer al pueblo que Cabrera, como el Moiss bblico, era el nico llamado a gobernar. Todos tenamos que ir a pasar lista cada primer domingo del mes, y los otros domingos servan para la resellada de la cita, distribuidos as primero le tocaba a los batallones de activos y el ltimo domingo le tocaba a la reserva. En lo que resellaban la cita se hacan ejercicios militares. Los acaudalados pagaban el boleto de sangre para no estar de "quienquilete" de estos payasos. Si por casualidad la manifestacin cada el domingo de lista, era numerosa, y si fuera en domingo de resellar la cita, le tocaba solamente a esos batallones y la hacan un poco ms numerosa vistiendo de particulares a los soldados en servicio para que la cosa no saliera
:
lECCE PERICLESI
107
le
tocaban
se opusiera se iba
como manadas de ovejas; nuestros jefes iban bien distribuidos para que nadie se escapara y el orador u oradores caminaban en la acera, ya estando frente a la mansin presidencial, se reciba la orden de lanzar "vivas" y aplausos mi;
vulgarmente decimos Ay de aqul que no aplaudiera Le tocaban ocho das de limpiar armas. Al salir el seor presidente, era una salva de aplausos y vivas. El orador se colocaba n la parte ms visible y comenzaba con la misma msica del "Doctor", "Padre del Pueblo", etctera, etctera, "Aqu tenis, seor, a los hijos del pueblo que espontneamente vienen a presentar su accin de simpata y cario a vuestra ilustre persona..." el orador nos daba una miradita, como seal para aplaudir, nuestros jefes eran los primeros. Porque los hijos del pueblo no saben de esa poltica de los retrgrados del nefasto grupo del conservatismo. Aqu vienen los obreros guiados de ese corazn sincero y patriota a tenderle la mano a su digno jefe, no la mano enguantada sino la mano encallecida por las herramientas de su trabajo" otra miradita y van aplausos y vivas. Y de ese modo segua el orador; al terminar ya estaba listo el otro con su rollo de papel en la mano y comenzaba a decir linduras y poco a poco iba subiendo el tono hasta pasar ms alto que las nubes; ste s haba quedado mejor; por supuesto que en cada estrofa o prrafo no faltaba la "miradita" y eran estruendosos aplausos y vivas al Partido Liberal. A don Manuel se le notaba que estaba gozoso de vez en cuando haca unas sus contoneaditas como las que hacen las muchachas de 15 aos. Terminada la ceremonia daban las gracias al mandatario. Bueno, pudiera ser que don Manuel se tragara la pildorita, creyndolo todo, como si hubiera sido de buena fe, pero los aprovechados eran los jefes y los oradores. Ya de regreso era de or lo que decan "A m me gust mucho el
. \
.
como
. . !
108
blar".
"Pues a m
me
gust
ms
l
que ha alcanzado nuestra patria, gracias a la mano bienhechora de nuestro ilustre mandatario" y as por el estilo
blica
iban subindolo
ms
as
en ese tiempo haba un comisionado o alcalde de cada cantn de ste la ciudad que era nombrado por la direccin de polica tena sueldo y su oficio era el de escoger varios hombres de su cantn los que servan gratuitamente como agentes del
;
sadas en las que nosotros servamos de comparsas. Respecto al paseo de antorchas era diferente
el cantn que les corresponda, aunque siempre se prestaban auxilio con los dems porque la polica slo serva para el centro de la ciudad. El nico privilegio de que gozaban los rondcros era el de no presas llamados
tambin eran comSe les daba cita a todos los cantones para que se reunieran en el patio de la municipalidad a las 7 de la noche por supuesto que se les adverta lo que iban a hacer y se les recomendaba que llegaran bien lmpitos, con su vestido de "dominguear". Ya reunidos todos se comenzaba a pasar lista de cada cantn, al estar completos se les comenzaba a dar una estaca larga con un candil en la punta y buscaban al rondero ms elegante para que se encargara de llevar el retrato del seor presidente esto era as una estaca. larga, que llevaba una tablita cuadrada clavada en el centro de la estaca en cada esquina de la tabla una regja vertical y en la parte suj5erior de stas otras. horizontales para asegurarlas, formando un cajoncito, forrando la parte delantera con el retrato del seor Presidente, y los otros lados con las leyendas que encabezaban as "Al Padre del Pueblo" por un lado al otro "Al Benemrito de la Patria"
;
stos
lECCE PERICLES!
109
y por ltimo "Al Excelentsimo Seor", En medio del cajoncito iba un quinqu para que iluminara bien los rtulos. Termina:
las
comenzaban
"Viva el Padre del Benemrito de la Patria!", "Viva el Protector de la Juventud!", "Viva el Excelentsimo Doctor!" y "Viva el seor Presidente don Manuel Estrada Cabrera!" Y a cada Viva! de stos, los entorchados contestaban del primero al ltimo. Don Manuel estaba en el balcn esperando ver pasar a los entorchados, y al estar frente al balcn los guas del paseo, era una gritera que pareca un mundo de perros ladrando aqu no hay discursos y as recorran varias calles y cuando comenzaban a apagarse los candiles se dirigan a depositarlos. Ah que cosa ms fea y ridicula: pareca cosa del otro mundo, como si hubiramos estado en
las aceras a lanzar vivas
el
caminaban en
Pueblo!", "Viva
el
frica...
1"
el
primer perodo
l,
en
el
programa que
ms
no-
pues creemos que de ese modo obtenemos la sntesis por medio de la eleccin de los motivos de dichas estampas y el anlisis procurando dar a stas relativa extensin. As trazamos la lucha de don Manuel contra la libertad, al revolverse airado contra la universidad autnoma; la rebelin de Jos Len Castillo, rival derrotado por malas artes la guerra del totoposte; la clebre creacin de las fiestas de Minerva y por ltimo, el cuadro de su primera reeleccin. Anticipamos asimismo algunos apuntes de la "Estampa de Regalado". Este ser en lo sucesivo nuestro procedimiento en los libros siguientes, esperando que ensayado para causar el menor aburrimiento en el lector, al recurrir siempre que sea dable a la ancdota no reste unidad a la obra. En la reconstruccin de este perodo de la historia guatemalteca como en la reconstruccin de un rompecabezas siempre que encontramos una parte trazada
tables acontecimientos ocurridos durante
:
lio
la dimos, de preferencia a las nuestras, que se limitaran a procurar el remedio de las soluciones de continuidad. De este modo incorporamos a nuestro trabajo los inimi-
LIBRO CUARTO
. .
el ao de 1905. Piafaban ante la mansin presidencial, en la ciudad de Guatemala, dos hermosos alazanes que conduciran el lujoso coche del mandatario hasta la legacin mexicana, situada en la sexta avenida sur; el Encargado de Negocios, de apellido Godoy, lo haba invitado a una suntuosa recepcin para conmemorar la independencia patria, el 16 de septiembre. Ya estaba todo listo para recibir a los concurrentes. La mansin fulga como una ascua a la vista de los que transitaban la calle. En la acera de enfrente se amontonaban los curiosos. De pronto estos vieron venir un piquete de indios momostecos que escoltaban a un sacerdote espaol. A la vista del prisionero, comadres y vecinos se exaltaron; era el padre Gil, que, desde lo alto del pulpito, haba denunciado la adyeccin y el servilismo de Guatemala, comparando su relajamiento a los tiempos de Nern. Cmo se haban atrevido a poner las manos en un ministro del Seor? Preso en la penitenciara central, por orden del gobernante, despus de varias prdicas que tuvieron ms de encendidas conferencias polticas que de sermones, en ese da de la independencia mexicana se le conduca a la comandancia de armas para declarar en su proceso. El padre Gil concibi un proyecto de evasin al pasar frente de la abierta morada. Era robusto; avent con fuerte empuje a los indios que tena al lado y corri
112
no cont con
el
la
ni ellos ni
comandaba, saban nada de las inmunidades diplomticas y en cambio s mucho de la dureza presidencial penetraron tras el fugitivo en la legacin le pusieron las pecadoras manos encima; el cura forcej por desasirse, salieron los convidados que ya haban llegado y los empleados de la legacin que los atendan; sali el propio ministro reclamado por los gritos y su cara se empurpur al contemplar el ultraje que se le haca; los indios no atendieron sus razones y sacaron con violencia al prisionero. Entonces el ministro, loco de indignacin,
teniente
de
misma
raza
que los
perdi los estribos y as como estaba, sin ponerse sombrero, corri a la casa de Cabrera. Sorprendi a los primeros guardas al ruido
;
cin y reconociendo su carcter diplomtico lo dejaron pasar. Dnde est el presidente? pregunt.
no se
le
puede
ver.
El ministro no tuvo en cuenta la respuesta; conforme prosegua encontraba menos oposicin; haba llegado al recinto donde
no osaba penetrar ninguno. Algunos guardas iban tras l, desenfundando sus pistolas as se intern hasta la propia alcoba del mandatario, donde ste, ante un gran espejo y en mangas de camisa, se anudaba la corbata, muy ajeno a una posible irrupcin. Al ruido de los pasos de Godoy se volvi con presura de felino
;
asustado; reconoci
al visitante,
Qu
tado?
pasa, seor
Godoy? Por qu
Cmo ha podido
la puerta, revlver
dantes, prontos
mente
la
pleto perdida
momentos
al concluir,
simplemente
antes.
Cabrera escuch
Segn
Qu puedo yo
Momostenango,
al
mando de
otro indio
motodo
lECCE PERICLESI
113
sin ha-
Godoy baj
conoci su falta
;
la
se despidi
El ministro no
el
el
allanamiento de su morada;
presidente
no pudo castigar
olvidaron.
Godoy
Cabrera ya
no
asisti a la
II
CONEJILLO DE EXPERIMENTO
. .
Hacia fines de octubre de 1905 era subsecretario general fomento el licenciado don Jos Flamenco.
En
cmo
sirvi
Flamenco de
y de paso se alarga a referirnos otro incidente en que Cabrera ejerci de detective "Cabrera Detective", "Nuestro Diario", 1928:
"Don Manuel
verso
saba
muy
bien
porque
sus innumera-
y en que no haba en Guatemala una vida tan preciosa y tan indispensable como la suya. Por eso- la cuidaba esmeradamente, sin atreverse a ensearse mucho por esas calles de Dios y cuando, de tarde en tarde, lo haca, era usando toda clase de precauciones y desplegando una extensa jaura de sabuesos, o sean agentes escogidos de "la secreta", que husmeaban por los cuatro puntos cardinales para asegurar contra Pero, no obscualquier riesgo la cara existencia del amo. tante el celo exagerado que demostraban sus fieles adictos, l desconfiaba siempre de todo y de todos, y por su cuenta viva tambin en guardia. Bien conocida es la jugarreta de que cierta vez se vali para averiguar si era verdad que sus enemigos le preparaban
',
una
celada.
114
mundo con
las
fiestas
de
Minerva, y tuvo vagas noticias de que se preparaba un atentado en contra suya. Acostumbraba llegar al Hipdromo en lando cerrado,
con gran escolta de oficiales a caballo, luciendo vistosos uniformes de gala; unos galopando junto a las portezuelas del coche, y guardando otros la parte posterior, en crecido nmero
mientras adelante, caminaba como heraldo
esbirro
el
temible y feroz
el
dspota
mand dar
:
el
al
Pues bien hizo preparar la salida como de costumbre, nada a los que deberan acompaarlo y a ltima hora, en el momento mismo de partir, quiso que su coche, con todo el aparato presidencial, fuera ocupado por su querido amigo el licenciado don Jos Flamenco, ministro de fomento en aquel entonces, quedndose l en casa, esperando los resultados de aquella ingeniosa gisachera. Nada le pas por fortuna, al poeta Flamenco en aquella ocasin en que el strapa, slo pala ptoh, como dicen los chisin advertir
;
Andando los das de la nefasta dominacin e instalados en "La Palma" el despacho y la vivienda presidenciales, eran cada vez menos frecuentes las salidas del gobernante. En una de esas raras ocasiones, vio en la ventana de cierta casa de esquina, ubicada en el camino de San Pedrito, a una gringa muy poco agraciada, de facciones varoniles y, desde luego, se figur que sera un hombre vestido de mujer,
que
lo
un
crculo despreciable
de invertidos sexuales con quienes mantena frecuente trato (dgalo Macas del Real y sucios compaeros del "Club Violeta", alguno de los cuales mama todava del presupuesto), se alarm al encontrarse con aquel que supuso caso contrario a los que estaba acostumbrado a ver; es decir, un hombre hecho y derecho, envuelto en prendas femeninas; e inmediatamente orden
al jefe
de
la polica
lECCE PERICLES!
gidas, para
U5
que se
le hiciese el
si la
presunta
la prisin
le preparaba a la seora directora de que de mujeres, para el caso de que la Eva yanqui resultara ostentando los atributos de un hasta barbas tena
Bonito chasco
Adn desterrado del Paraso La orden fu cumplida en todos sus detalles, con tanta sorpresa como indignacin de la ofendida, quien result ser nada menos que hermana legtima del Pastor protestante
.
.
Nada
le
habra importado
al
malicioso dictador
el
menos
il
odore
el
licenciado
El 28 de octubre de 1905 fu recibido en audiencia pblica don Federico Gamboa, enviado extraordinario y miplenipotenciario de
nistro
Mxico en substitucin
del licenciado
primer momento, Guatemala un pas oy hablar, con mucho sigilo, de prximos levantamientos y conjuras contra el presidente Estrada Cabrera, que por su lado apretaba y persegua "que era un horror". Y no llevaba muchos das en la capital chapina cuando ya tuvo que conceder un primer asilo en la legacin a un poltico guatemalteco cuya vida corra serios peligros y luego un segundo y un tercero. "Las
el
.
;
116
minutos y salan disgregados para despistar a los sabuesos apostados en las esquinas y los vanos de las puertas fronteras ..." Los paniaguados del gobierno pronto le pusieron el mote de "ministro
hostelero".
En "Mi
Diario"
llama
al
nuevo lugar
grimas y sangre desde que hombre tan funesto lo tiene entre sus garras y que se estremece de esperanza porque triunfe un movimiento rebelde, y de terror ante la posibilidad de que el gobierno
lo
debele..."
III
SE haba descubierto
devotamente
de
la
En abril de 1906 y en un puerto guatemalteco un empleado casa Schlubach se embarcaba para Hamburgo. Era delgado
le
Su boca y algunos
donde
haba una mesa monjil por lo limpia y bien cuidada y unas hermanas solteras que lo asistan all en la capital de Guatemala. Unos momentos antes y al pasar frente a la capilla pueblerina se haba descubierto devotamente. En la misma lancha que lo conduca al vapor regresaba del puerto de San Jos un sacerdote catlico; no lo haban dejado desembarcar. Tres aos antes haba mezclado a sus conferencias religiosas en un templo capitalino bastante dosis de poltica como para asustar al mandatario. Bastaba verlo un mometito para comprender que era una persona excepcional, de hermosa presencia, de rostro que evocaba el de los cesares, tez blanca y facciones correctas. En Hamburgo y ante el espectculo parlamentario que daban entonces las naciones de Europa se subi a la cabeza del joven empleado de Schlubach la sangre de polticos que llevaba en las venas; poltico haba sido su antecesor Miguel Garca Granados, que cambi de rumbo la marcha de su patria poltico Luis Batres, ministro omnipotente de Carrera, que fu arbitro de los destinos
ECCE PBRICLES!
117
dedicaban a
las
cuestiones sociales
El empleado se llamaba
Manuel Cobos
El sacerdote, Jos Pinol y Batres, era sobrino nieto de Bernardo Pinol y Aycinena, ilustre arzobispo de Guatemala. Como veremos, ms tarde aparecen uno y otro en primera
lnea del escenario patrio.
Ni
ellos
mismos
el
ni Estrada
Cabrera huel
momento
IV
EL CASO DE GUILLERMO
QUIEN
F.
HALL
MANDA SOY YO
La historia de Guillermo F. Hall nieto dei vicecnsul del mismo nombre y apellido que fu tambin el primer encargado de
negocios de su majestad britnica en Guatemala era un hogar guatemalteco en aquellos tiempos
describe aunque su
,
lo
que
jefe
el dicta-
dor
adems, lo que eran los poderes gubernativos y el grado de corrupcin a que haban llegado tambin nos contar cmo
y pinta,
;
banca, sistema arterial del comercio. Nos servirn de gua las 70 fojas manuscritas en que el propio Hall narr los sucesos. La situamos en enero de 1906 porque en esta fecha ocurri el dramtico intento de fuga del narrador; pero dicho intento fu
funcionaba
la
incubado lentamente desde algunos aos antes y sus consecuencias se prolongaron muchos lustros despus. Principia la narracin de Hall con un exordio que revela de manera tan clara al que fu un gfan poeta y un ciudadano ejemplar que no podemos menos de copiarlo en parte.
"A
t,
118
Amada
esposa,
si
no nos volvemos a
ver,
guarda en tu
memoria solamente recuerdos cariosos mios, olvida si puedes los muchos defectos de mi carcter pero conserva en la memoria el recuerdo de mi inmenso amor hacia t; hijos mos, cuan;
venganza.
do seis hombres, desterrad de vuestros corazones toda idea de Dejad a Dios que castigue a nuestros victimarios.
Amaos
entraa-
blemente y adorad a vuestra madre imitad sus virtudes y las de la venerable anciana, madre de vuestra madre; dos veces madre vuestra; mujer noble y santa a quien yo venero y que ha sido para m casi tanto como una madre verdadera. Os repito, vivid siempre unidos, que no hay amistad ms grande ni ms digna, que la amistad de la familia nico vnculo sagrado que no se debe jams romper."
Luego empiezan
los
ro,
junta general de accionistas del banco agrcola hipotecaque tuvo lugar en 1900, fu don Guillermo electo director
Vacil en
En
iba a ocasionar su
desgracia
Las circunstancias exigan para desempearlo personas condescendientes con los deseos del gobernante y accesibles con los caprichos e informalidades de los clientes.
!
"Bolaos y hermanos" eran deudores del banco por ciento psimo Mediante un arreglo 20,000 dlares para el banco, pero que pudo ser peor los deudores reconocieron los intereses atrasados y se comprometieron a pagar cada trimestre una pequea amortizacin a los intereses y al capital. Cumplieron slo dos trimestres. Luego, con sorpresa de Hall, solicitaron ciento veinte mil ms con garanta de la "placita de Bolaos". Se les concedi con la condicin, onerossima, de que si al vencerse el primer plazo de seis meses, en cuyo trmino deberan pagar 20,000 pesos, no cumplan lo estipulado, el banco tena la opcin de quedarse con "la placita" por la deuda de ciento veinte mil pesos, sin necesidad de recurrir a los tribunales. El pago de veinte mil pesos no se verific pero la junta opt por ejecutar a los Bolaos. Estaban en arreglos la casa acreedora y los deudores cuando estos ltimos vendieron al gobierno "la placita", burlando al establecimiento bancario, aunque no tenan derecho para vender el inmueble hipotecado sin la sancin
veinte mil pesos
ECCE periclesi
del acreedor ni el gobierno
119
sin entenderse con el pagaron al banco capital o intereses. Como director manifest Hall su desagrado por la burla e insisti en que debera de continuarse la ejecucin. Su voto lleg a conocimiento de los Bolaos, y uno de ellos, Len, el 26 de julio de 1903, al llegar a la puerta del "Club Guatemala" le esper en la acera con un bastn grueso en la mano en actitud amenazadora.
pudo comprarlo
gobierno
le
mismo. Ni
los
Bolaos ni
el
Con
el objeto
si
la puerta, le
deseaba algo con l. Y agradezca fu la contestacin S romperle el alma que est en el "Club Guatemala"; pero salga a la calle, grandsimo h de p Bolaos era corpulento y estaba armado de un garrote. Hall era dbil y delgado se limit a afirmar que no saldra a la calle y que agradeca la amenaza para procurar defenderse. La primera medida de don Guillermo, inmediatamente, despus, fu buscar un revlver; y luego puso en conocimiento de las autoridades lo ocurrido para que previniesen a Bolaos que se haba armado y estaba dispuesto a defenderse. El 5 de agosto del propio ao se encontraron al fin los dos contendientes en la 6- avenida sur. Bolaos en el acto agredi a Hall a garrotazos, con tal violencia, que no slo se rompi el bastn sino el estoque que contena. Cuando este ltimo vio que corra peligro de ser muerto, ech mano al revlver y dispar. El tiro acert en la mano derecha del agresor. En el acto ste solt el bastn y se avalanz sobre Hall, sujetndolo junto a la pared. Pronto fueron arrestados por los agentes de polica que presenciaron el hecho. Hall conducido a la primera seccin de polica y Bolaos al hospital general donde el doctor Juan J. Ortega 1? practic la amputacin del pulgar "aunque cirujanos notables aseguraron que no proceda tal amputacin y que en todo caso hubiera convenido aguardar para ver si era posible salvar el dedo herido". Gracias a sus abogados y a la justicia de su causa, don Guillermo fu excarcelado bajo fianza de 500 pesos. Al salir de la prisin, el 8 de agosto, solicit una entrevista con Estrada Cabrera para pedir su proteccin. El presidente lo recibi poco despus y le manifest su aprobacin. Cudese bien de esos canallas le dijo son capaces de pagar un asesino para vengarse, vaya bien armado y no tema, que en
pregunt
120
cualquier tribunal que lo juzguen tiene usted que tema nada que aqu quien manda soy yo.
No
En un
primer informe
el
As las cosas y mientras el fallo judicial estaba en suspenso, ocurri la famosa junta del banco agrcola
hipotecario celebrada el 29 de enero de 1904, cuando Hall haba
Los inspectores de bancos eran entonces los doctores Antonio de Arcos y Antonio Macas del Real, espaoles ambos. Supo don Guillermo que en dicha junta se presentara una exposicin contra el muy honorable gerente don Alejandro Prentice y contra la junta directiva. Aquel documento se deba en su form* al licenciado Emeterio Avila, pero estaba inspirado por rdenes de Estrada Cabrera que deseaba retirar de la gerencia a Prentice nombrando en su lugar a un ^obstculo fuerte para sus planes espaol perfectamente idneo para el cargo de gerente acomodaticio, "y quien de seguro hubiera lanzado al banco agrcola hipotecario por la misma senda que segua el banco de occidente de emisiones ilimitadas de billetes, prstamos al gobierno y negocios turbios con personas favorecidas all arriba". Obtuvo una copia de esta exposicin y con el fin de echar por tierra aquellos planes redact una contramanifestacin; probando en ella la honradez y buen manejo de Prentice y pidiendo un voto de confianza para l. dice Hall en su narracin "Declaro ingenuamente que proced con una ligereza inconcebible que cuando di lectura a mi escrito debo haber estado vctima de algn ataque de enajenacin mental. A esos diez minutos que tard leyendo aquel documento debo los aos de padecer persecuciones inauditas y la ruina moral y material de mi familia". No bien concluy de hablar Hall y mientras los accionistas tributaban a Prentice un voto de confianza, Macas del Real con lenguaje ininteligible por lo trabado de la lengua, se desat contra el lector y contra el banco, afirmando que el primero haba injuriado al gobierno y que el segundo siempre se haba mostrado hostil lo que era notoriamente injusto hacia la inspeccin oficial por lo que l tendra que exponer lo acontecido al ministerio de fomento. Al salir del edificio del banco personas sensatas le dijeron:
lECCE PBRICLES!
121
no traiga malas consecuencias para usted. Macas del Real no tard en delatar a don Guillermo. Supone don Guillermo que "no refiri lo ocurrido sino lo abult a su modo, exacerbando el nimo del presidente contra l". "No vacilo en creer que le debo la serie de calamidades que sufr desde aquel
esto
Ojal que
da nefasto".
Al da siguiente supo Hall que el licenciado Juan Barrios M., ministro de relaciones exteriores de Cabrera y una de sus peores hechuras, haba mandado a extraer del juzgado sexto su proceso.
l, solicit una nueva mediados de marzo de 1904. Lo encontr seco y brusco. Hall le expuso que tema qUe hubiesen llegado hasta l rumores falsos de lo ocurrido en la junta
del banco.
la
contestacin
y aunque usted
procedi con imprudencia, no le^doy importancia al asunto. El 8 de abril recibi Hall una citacin del juez Echeverra
para presentarse a su despacho. Apremiado, tuvo que concurrir, aun estando enfermo. Ya en l le notificaron una providencia: "Que apareciendo por el informe quirrgico de 28 de septiembre de 1903, que la herida sufrida por Bolaos haba sido grave y que habiendo el exjuez. Bracamente procedido a su excarcelacin indebidamente, deba volver a la prisin. Incontinenti una patrulla lo condujo esta vez a la Penitenciara. De esta manera se haba modificado el primer informe del doctor Ortega. En enero de ese ao no apareca en los autos dicho documento, pues an no se haba recibido. "Y he aqu que por un milagro de Barrios el informe surge de improviso, con fecha de 28 de septiembre del ao anterior, concebido en tales trminos que fu un prodigio de la ciencia del doctor Ortega que Bolaos perdiese slo el dedo y no el brazo entero. Lo que demostraba que el doctor haba recibido una consigna que no poda evadir para lo cual no importaba sacrificarme". Para dar aspecto de legalidad al documento se hizo venir de San Marcos al exjuez Bracamonte para que a su pie pusiera "Recibido en su fecha", intercalndole en el proceso. Al da siguiente fu llevado Hall a la cuarta seccin de polica donde gracias a su nacionalidad se le trat con ^Capuchinas nuevamente su excarcelacin y el juez Echeverra, Solicit respeto. obedeciendo la consigna, difiri a su solicitud. "previo depsito de
:
122
persona abonada, por igual cantidad." Pas su demanda en consulta a la sala segunda de apelaciones. Ante ese tribunal ocurri Hall haciendo ver lo excesivo de la cantidad exigida. La sala segunda, obrando en
celacin mediante
al
justicia, resolvi
la excar-
el
proceso
la sala
El juez, ha-
cindose superior a
desobedeciendo
la repblica
ordenado por
haban
los
triljunales
de
por consejo de sus abogados, Hall deposit los 40,000 pesos obteniendo su excarcelacin y se quej del proceder del juez pidiendo la devolucin de su dinero. Len Bolaos acus
exorbitante.
Al
fin,
entonces a los honorables magistrados de la sala segunda de apelaGodoy, Benjamn Gmez Urruela y
el
Luis Dardn, ante la Asamblea, que estaba para clausurar sus sesio-
nes
"Imposible creer que obrase sin el acatamiento de rdenes superiores". La Asamblea sorte a los diputados que deban emitir dictamen, los cuales afirmaron que haba lugar a formacin de causa contra los tres magistrados. En sesiones secretas fu aprobado por inmensa mayora el dictamen. El alma de la acusacin fu el licenciado Adrin Vidaurre conmin a la Asamblea "Hall es extranjero se vendr con una fuerte reclamacin si no se prueba que ha habido cohecho. Hall ha
casi delito.
patria
comprado a los magistrados. Hay que declararle as para que nuestra no tenga que sufrir la reclamacin de un extranjero". Y
aquella turbamulta de generales, coroneles y empleados, creyeron que haciendo lo negro blanco, favorecan a su patria. Slo doce
diputados emitieron su voto en contra del dictamen, "justo es consignar aqu que entre ellos estuvo el presidente del poder legislativo,
licenciado
la
magis-
trados probos estaban acusados y no pudieron resolverla. (Mela sala ses despus tercera de apelaciones obrando con rectitud los
absolvi.)
su queja contra
el juez,
Domingo
lECCE PERICLESI
123
si la
Don Guillermo
ocurso contra
la
suprema de
justicia
un
el juez, resuelto
en su contra.
Nunca
le
fu devuelta
cantidad depositada.
Por esos das el gobierno y todos sus empleados se ocupaban en asuntos de mayor importancia la reeleccin presidencial. Se invit varias veces a don Guillermo para firmar manifestaciones pocandidato nico. A lticas a favor del licenciado Estrada Cabrera pesar de que se le importunaba con necedad para conseguir su firma, se neg a darla en su carcter de extranjero. Mientras tanto el juez, Domingo C. Echeverra, hizo dimisin de su empleo fu sustituido por el licenciado Carlos Zepeda. A fines de enero de 1905 seal Zepeda, dificultando en todo lo que pudo las diligencias de don Guillermo, el trmino de prueba que deba concluir el 7 de marzo. Entre las cosas solicitadas por Hall estuvo la de que se pidiera informes a Ortega si era posible que Bolaos, ya herido, pudiera hacer uso de su bastn y causarle los golpes que recibi, segn informe emitido por el mdico de la penitenciara. El doctor Ortega manifest que era imposible que Bolaos le hubiera causado las cuatro contusiones despus de ser herido. El seor don E. Snchez, defensor de Hall, defenda tambin a Enrique Neutze y a Juan Fisher en el proceso que se les instruy para apoderarse de sus derechos en el ferrocarril de Ocs, en cuya empresa tenan fuertes intereses los seores Schwartz, vinculados al gobierno y el propio presidente. Se inici contra l un procesofarsa que lo retir de los tribunales. El 2 de marzo de 1905 cuenta siempre don Guillermo al llegar al tribunal fu saludado por el juez, que antes haba sido sumamente grosero con l, con cortesa y afabilidad. Hablaron media hora de literatura al despedirse le indic pase a la secretara a que le notifiquen una providencia. Esta rezaba as: "En atencin a la gravedad del delito por el cual se procesa a Guillermo F. Hall se cancela el auto de 11 de abril de 1904 y vuelva el prevenido a la prisin". En vano Hall pidi su revocatoria a la sala segunda. El 7 de abril ese tribunal se hizo solidario de la injusticia cometida y Hall fu conducido de nuevo a la penitenciara.
:
124
LA PENITENCIARIA DE GUATEMALA
aqu hagamos un parntesis en nuestra sntesis de la narradon Guillermo. Ha vuelto a la penitenciara y en un artculo titulado "La Penitenciara de Guatemala", despus ha de referir lo que era este centro penal. Vamos a hacer tambin un resumen de este trabajo suyo porque aqu es su lugar; nadie ha descrito mejor que Hall lo que era, durante la administracin de don Manuel, la
cin de
crcel central. En los perodos de Hall existe la sobriedad y la pudibundez britnica; y precisamente por ello constituyen un docu^ ment precioso.
". .A las cinco de la maana un toque de cornetas y tambores despierta a todos los detenidos, indicando que principia un nuevo da; desde este momento empieza el ruido de la penitenciara, que no termina sino hasta las seis de la tarde. San Pedro, como le llaman "Uno de los "encargados", los reos, por el manojo de llaves que casi siempre lleva en la mano va recorriendo el callejn N- 1 descorriendo uno por uno los cerrojos de las bartolinas, haciendo un ruido estridente, sui gneris, que no olvidar jams el que lo haya odo. Esto indica que ya puede el que ha estado toda la noche encerrado en aquella mazmorra de tres varas de largo por una y media de ancho, abrir su puerta y ver de nuevo la luz del da. A esta hora deben levantarse todos aquellos que tienen que salir al trabajo los que no tienen esta obligacin pueden permanecer
.
adentro todo
el da.
Su
por medio de gritos, para que se oigan por toda la penitenciara, las rdenes que uno de "los encargados", por disposicin del alcaide les comunica. El que est junto a la puerta lanza el primer grito, que recoge y repite a continuacin el que est junto al callejn. Para el
oficio es "gritar", es decir, trasmitir
procuran hacerlos lo ms discordantes posible alargan las slabas lo ms que pueden y el odo no ejercitado an encuentra difcil a veces entender lo que dicen. "Esos apartados de los juzgados", "Esos apartados de la fiscala". Tras estos gritos
;
ECCE PERICLES
Al concluirse
125
la
de nombres continan
los gritos.
"A formar
esos nuevos
que vinieron ayer", grito que se repite diez o doce veces y que quiere decir que todos los que ingresaron a la crcel el da anterior, deben formar en fila, para que al recibir el desayuno no se les d su racin de pan. Es costumbre en la penitenciaria que a los recin llegados se les prive del pan si entran a la crcel en la tarde, no se les da su racin en el desayuno de la maana siguiente si entran por la maana no se les da
;
a la hora de la comida.
Cuando
namiento
el
si
las familias
de
los detenidos
mandan
a stos sus
nombre
gritos continan todo el da si alguien viene a buscar a algn preso y se le permite verlo, se le llama por gritos, para que vaya a la alcaida. A los enfermos se les da el mismo alimento que a los sanos; el que se ha indigestado de comer frijoles, tiene que curarse comiendo ms frijoles. A las seis de la maana, aquella parte del presidio que trabaja fuera de la penitenciara, despus del desayuno, se dirige con sus respectivos capataces ya a "La Pedrera", ya al "Cielito", ya al "Asilo Estrada Cabrera" otros van a los trabajos que explota por su cuenta el director, tales como sus hortalizas, sus cocheras, sus ladrilleras, etctera. De este mod'o el presidente sabe que el director de la penitenciara cumplir estrictamente cualquier orden que reciba, pues por el inters de conservar aquel puesto tan lucrativo renegara de su conciencia, si la tuviera y sera cruel hasta con su padre si cayera preso y recibiera orden de atormentarlo. Es "La Pedrera" un punto en las afueras de la poblacin, de donde se extrae piedra para las construcciones del gobierno o de los paniaguados qUe tienen permiso para tomarla. El trabajo all es tan rudo que muchos infelices sucumben en l al cabo de pocos das. Se obliga a los reos a transportar sobre la espalda inmensas y pesadas piedras de un punto a otro. Si no puede con ellas el detenido, peor para l; los capataces o "encargados" lo acosan a vergazos, sin lstima alguna. Acontece muchas veces, que buscan para este trabajo, a presos deb-
Los
126
con
las
manos y
los pies
por
tirana.
que pesar
sal
tres
y sin sabor.
Yo
que no conozca el pas. Voy a narrar un caso tpico, que yo vi repetidas veces y que dar idea del hambre una que mantienen los detenidos en aquella crcel. Hay en el establecimiento varios perros, cuyo oficio consiste en morder a los reincidentes, pues cuando alguno de ellos vuelve a caer preso, a los pocos das de haber salido, los "encargados" azuzan a los perros, para que se lancen sobre el desgraciado. Ningn otro objeto tienen esos animales, pues de seguro no es para evitar las evasiones de los presos. Uno de los presidiarios era el "encargado" de alimentar aquellos perros y para sto hacan venir del matadero pblico todas las maanas, una cubeta llena de sangre de res. El reo, seguido de los perros que iban husmeando su desayuno, se diriga a cierto punto del patio diez o ms de los presos iban detrs, acercndose poco a poco, cada uno con una taza vaca en la mano. Los animales metan los hocicos dentro de la cubeta, hasta hartarse de sangre, y cuando ya no queran ms, el "encargado" les gritaba a los reos, que con ojos vidos presenciaban aquella escena, que ya podan acercarse a tomar su racin. Entonces pasaba lo que repugna narrar. Aquellos hambrientos se lanzaba**! como lobos sobre los restos de aquel festn de perros Se agolpaban, peleando por aquella sangre sucia y nauseabunda, que hasta los animales haban desairado, dichosos si conseguan algo siquiera para apaciguar aquella necesidad de comer que les roa las entraas Y el resto del presidio celebraba con risas y bromas los esfuerzos de aquellos miserables, que no le
las creer el
repugnante, pero
lECCE PDRICLES!
127
hacan ascos a las inmundas sobras de los perros! Verdad que esto es asqueroso? Pues todava he visto cosas peores, que la decencia me obliga a callar. Ah, para el hambre de aquellos desventurados, un hueso que roer, una cascara que chupar, todo constituye un banquete Despus de aquel almuerzo de pan y frijoles, vuelven los
presidiarios a sus trabajos, del cual regresan a las cuatro y
media de
reparte la
se les da
la tarde
y a veces hasta las cinco. A esta hora se les comida, exactamente igual al almuerzo, pero esta vez
como postre, una taza de caf negro, casi sin dulce. Pocos minutos antes de las seis p. m. el toque de cornetas anuncia la hora del encierro. No es raro el caso que en la penitenciara un reo ria con otro, y a veces con resultados funestos, pues no hay preso que no tenga lo que en lenguaje presidiario se llama "ctete" y que significa en buen castellano pual, bien afilado y las ms de las veces fabricado en los propios talleres de herrera de la prisin. Cuando hay una ria y resulta uno de los contrincanLo tes herido, aquella arma desaparece como por encanto. visto un a reo mismo pasa cuando se llama a "requisa". Yo he herir de muerte a otro y al ser aprehendido no encontrrsele el arma homicida. Hay cierta especie de fracmasonera entre aquellos bandidos, que los pone a cubierto de delaciones
entre
s.
Todo
el
personal de la penitenciara, excepcin hecha del de la guardia (que son criminales de otra
compuesto de presidiarios. El ms feroz entre ellos, por sus crueles instintos, obtiene el ttulo de "encargado general" y goza de prerrogativas envidiables. Es el jefe de todos los "encargados" o capataces. Ostenta en las bocamangas, con tanto
orgullo como un general de divisin sus estrellas, cierto nmero de trencillas negras entrelazadas, que revelan su rango y su autoridad. Bajo sus rdenes estn los dems "encargados", los que segn sus mritos ( !) son sargentos o cabos. Los primeros llevan en la bocamanga dos cintas; los segundos slo una. Todos ellos, y el encargado general tambin, llevan como aditamento al uniforme una larga "verga", forrada con alambre y cuya punta remata en pedazos de hierro. Estas vergas estn pinta-
128
un
sujetas a la mueca de la mano derecha por medio de correas de cuero y as como un alcalde de pueblo, orgulloso, despliega las borlas de su bastn concejil, as aquellos desalmados hacen
gala de sus instrumentos de tortura.
es la
y cabos se disputan con empeo. Ser "encargado" significa mejor alimentacin, uniforme menos roto y asqueroso, libertad para encerrarse en su bartolina despus de las horas de ordenanza, facilidades para salir a la calle con ms frecuencia. Significa estar exento del trabajo rudo de "La
de
los sargentos
los
Pedrera", a la cual van como simples capataces para obligar a que estn a su cargo a que trabajen, so pena de sufrir los
golpes de la "verga".
Pero ms que todo, esto significa ser "encargado" el recibir propinas de los presos que de ellos dependen, todava ms significa saciar sus instintos feroces de verdugo, pues pueden a su antojo descargar su arma inmunda sobre las carnes de aquellos infelices. Para llegar a tal distincin, se necesita ms que todo estar sentenciado y no simplemente procesado es decir que las autoridades superiores de la penitenciara tengan la conviccin de que los aspirantes al supremo honor de la "verga" son en efecto criminales y por lo
: ;
tanto acreedores a
ella.
Entre estos bandidos hay algunos tan crueles, que ni el aliciente de la propina aunque la reciben los ablanda. En aquellos corazones degradados no hay magnanimidad alguna. Son fieras con apariencia de hombres la sangre es su alimento gozan haciendo el mal. Haba entre aquellos bandidos un viejo con el apodo de "Tata Juan", era el decano de la penitenciara, en la cual con ligeros intermedios, haba permanecido desde su fundacin. Haba sido el verdugo de los tiempos de Rufino Barrios y Barrundia. Era la conversacin favorita de este rufin el referir a sus admiradores los crmenes que haba cometido, tanto por cuenta propia, como en su carcter de verdugo. Sus oyentes formaban rueda para solazarse con la relacin de Tata Juan. Haca alarde de haber despachado al otro mundo por su propia cuenta a veintisis individuos; no recordaba a cuntos haba
lECCE PERICLES!
129
dado muerte a palos en los bVedas de las penitenciara por orContaba, eran tantos den de Barrundia y de Barrios gozndose en sus recuerdos, el modo cmo proceda a cumplir las rdenes de sus amos cmo despus de propinar a su vc-
de
los ayes
de su "paciente";
un
el
sueito", reanudaba la
ms encarnizamiento, dndole
deca
malvado
"as gritaban
Y acababa refiriendo cosas tan horribles que el que y no estaba acostumbrado a tales plticas, senta nuseas y desvanecimientos. Tata Juan no era "encargado" cuando yo lo conoc; ya estaba demasiado viejo y su brazo no tena la fuerza necesaria para ejercer el cargo. Pero haba tenido el "honor" de ser "encargado general" en varias ocasiones y an en el tiempo a que me refiero gozaba de algunas consideraciomenos".
las oa
nes y preeminencias en
riosos antecedentes.
la crcel,
Un pobre preso no me delat una vez que me vio hablando con uno de los "polticos"; por este delito un "encargado" condujo al infeliz hasta ponerlo frente a m y a dos varas de donde yo me hallaba sentado, le descarg veinticinco golpes de verga, que sufri sin exhalar un ay Despus lo sac al trabajo de "La Pedrera", donde le aplic otros veinticinco. A aquel animal, que era simplemente cabo, se le premi ascendindolo a sargento y es posible que ms tarde llegara al codiciado puesto de "encargado general". Cualquiera de aquellos bandidos tiene sobre s, por lo menos, un asesinato; los hay como Tata Juan, que han cometido tantos, que ya no recuerdan el nmero de sus Vctimas. Uno de aquellos infames, Antonio Lara, alias "el cojo", haba asesinado a varias mujeres, entre ellas a su concubina, a quien ultim a la vuelta de una esquina, clavndole en el vientre un pual; me dijeron que la pobre mujer estaba encinta. Esto lo contaba Lara, entre alegres risotadas, como gozndose en el recuerdo. Este multiasesino me cobr profunda antipata, sin duda porque conoca la repugnancia que me inspiraba y porque yo, siempre que pasaba cerca de m, renqueando, diriga la vista hacia otro lado para no verlo. Creo que slo mi carcter de extranjero, me salv en
!
130
Pero
me
vea
como un
al-
de
la reja a
un
ser
a.
Eso
s,
guien
me sujetaba a Jiumillaciones, me vigilaba cuando me visitaba, no permitiendo que se me diera nada tras
mi
la reja
me
hicieran conducir a
que se
me
hacan.
pereste
La tercera vez que estuve preso en la penitenciara, maneciendo all veintinueve das, tuve ocasin de conocer
:
castigo cubetear. Esta palabra no existe en el diccionario, pero ha tomado ya carta de naturaleza en Guatemala, de tal modo que aunque sea como un "modismo" debo emplearla, pues no hay otro verbo ms adecuado ni ms expresivo que ste, tratndose del castigo que se aplica en la penitenciara de Guatemala
a los presos, y en particular a "los polticos". "Cubetear" como lo indica la palabra, equivale a hacer
uso de una cubeta para uno u otro fin. En este caso concreto, "cubetear" significa algo ms. Es, tomar una cubeta y con ella echar agua dentro de los "excusados y lavarlos". Es en fin, un oficio humillante en extremo, sobre ser duro, mxime cuando se tiene detrs a un capataz que con la persuacin de la "verga"
active los trabajos.
Pero "cubetear" tal como yo lo vi practicar en la penitenciara de Guatemala y hasta en una seccin de polica, es algo todava peor. Voy a referir lo que vi el 3 de marzo de 1905, es decir, cuando slo faltaban doce das para que el "Benemrito de la Patria" licenciado don Manuel Estrada Cabrera, tomara posesin para su segundo turno, de la presidencia de la
repblica.
Haba yo entrado a la prisin la vspera por la tarde supe que en el callejn N- 2, o sea el llamado "de los polticos", haba muchos presos, entre ellos personas tan honorables como el licenciado Arturo Garca, un licenciado Molina, de Quezaltenango, don Joaqun Asturias, Elseo Snchez y otros. Aquella misma noche a altas horas fu introducido dentro de una de
(1) Est terminantemente prohibido, sin duda por temor a reclamaciones diplomticas, olpear a los extranjeros, y slo despus de sentencia firm^ $e les puede obligar a los trabajos forzados.
lECCE PDRICLESI
131
que las autoridades haban recibido instrucciones de tratarlo duramente. A la maana siguiente, despus del toque de clarn, o inusitado ruido en Pregunt a el jardincito que quedaba detrs de mi bartolina. que se dijeron me aquello significaba otros detenidos qu y trataba de castigar al nuevo reo del callejn N- 2, A poco o
mendado" de
arriba,
es decir,
de hombre, desgarradores, y el chasquido horrible un cuerpo humano. Mi primer impulso fu el de salir huyendo de mi bartolina, para no or
unos
gritos
La indignacin ma
persona.
pareca que tolerarlo equivala a sufrirlo en mi Or gritar de tal manera a un hombre es cosa que
me
Saber que a pocas varas de uno s est aplicando el tormento a un semejante y no poder ni protestar contra aquella infamia Poco a poco volv de mi estupor y haciendo un violento esfuerzo sobre m mismo, me dije: "Ya que estoy en este infierno, debo acostumbrarme a todo, verlo todo, para poder algn da exponer a los ojos del mundo civilizado las proezas de este gobierno de chacales que autoriza la flagelacin". Abr mi ventana unas dos pulgadas, lo suficiente para ver sin ser visto y presenci lo que pasaba en aquel patio. Un hombre alto, grueso, trigueo, a quien en el acto reconoc, llamado Leandro Cermeo, estaba con una cubeta de cinc en la mano. Alineados, con un trecho de tres a cuatro varas entre uno y otro, estaban todos los "encargados" del presidio, cada uno con su "verga" en la mano. C-ermeo tena que atravesar aquella valla de verdugos, llegar hasta la pila, llenar la cubeta y con
crispa los nervios, que subleva la sangre
!
como
a veinte varas de distancia, y arrojar adentro el agua. Pero al pasar frente a cada "encargado" ste descargaba un furibundo
azote sobre las espaldas de Cermeo. A la vez el alcaide, que contemplaba aquel tormento, gritaba a sus subordinados "Ms fuerte, brutos". "Duro con l". "Mtenlo", etctera, todo acompaado de los eptetos tabernarios a que e&a gente est acostumbrada. Y Cermeo tena que correr con la cubeta, del excusado a la pila, de la pila al excusado, entre aquella lluvia de azotes. Si se detena, obligado por el dolor, frente a uno
:
132
los
l;
ms
La vctima
que contestaban
el
los "encargados",
los insultos
alcaide.
no
lo
podr decir,
dola y
me
alej;
Cunto tiempo dur aquella escena, porque no tuve valor para seguir presencinpero no creo equivocarme al decir que Cer-
meo
recibira por lo
Los presos con quienes habl de esto, me dijeron que este castigo era aplicado con mucha frecuencia en la penitenciara; que el da anterior haba sufrido igual indigno trato el
caballero
a estas cosas.
Intil o por dems estar decir que no llegu a acostumbrarme jams a este salvajismo y que cada vez que vea a un infeliz sometido a este tormento y a esta humillacin senta
horror por aquellos bandidos que obedecan tales rdenes, y vergenza de pertenecer a la misma especie que los tiranos que de este modo heran la dignidad humana. Para concluir este captulo debo decir que a los pocos meses de "cubetear" falleci don Joaqun Asturias y he odo que su muerte fu ocasionada por los golpes que sufri en la
penitenciara.
Debajo de
criminal,
^^^
las piezas
que ocupan
los
juzgados de
lo
mazmorras destinadas
:
al suplicio
de
el
apagan
los gritos, es
paredes y
donde las gruesas paredes de piedra donde se mata a palos a los infelices las techo estn manchados de sangre."
aquella
"Hoy no les basta a los que gobiernan, encarcelar en mazmorra a sus adversarios o a los que juzgan desconEs preciso difamarlos manchar sus nombres antes de sentenciar En estos das de ms civilizacin se le forma
;
antes de matarlos
a los infelices.
que se quiere victimar. De este modo se consiguen dos objetos encarcelar y condenar con apariencias legales al
proceso
al
:
(1)
Que
se encuentran en el
mismo
edificio
de
la penitenciara.
lECCE PE-RICLESI
133*
el
ha condenado desde el principio a su victima a cierto nmero de meses o de aos de prisin y ordena al juez que busque los medios para retardar la marcha del juicio tanto como sea
posible.
Aquellos a quienes
verdad, y a lo
pacficos".
el
cin judicial y administrativa, nadie se atrevera a oponerse a medida alguna emanada de las alturas; nadie osara siquiera,
criticar los actos del
gobernante, pues cada cual sospecha del es natural, tienen aversin a ser huspe-
una penitenciara o en una crcel Quin va a arriesgarse a conocer aquella pemoderna Bastilla, que se yergue sobre todos los
portn?
lo
dominado por
la tirana.
de
la repblica,
por medio de en
Guatemala se multiplican todos los aos; que no contribuye voluntariamente con dinero para levantar arcos, para hacer exposiciones industriales, para solemdas determinados, que en
nizar las renombradas fiestas de Minerva, etctera, etctera, in-
curre en
sicarios
;
el
el
de sus
se le considera
como enemigo
del gobierno,
como opo-
sitor sistemtico,
se
como persona a quien se debe castigar. No toma en consideracin que tal vez aquel no contribuy con
;
dinero para aquellos festejos, arcos, etctera, porque no lo tena, ni poda conseguirlo que no escribi ni felicit al presidente, felicitndolo por ser el aniversario de tal o cual cosa, por haber estado enfermo o ausente. No; se infiere que aquel
134
un reproche
ms
liberal
de los gobernantes. Pues no contribuir para las fiestas de Minerva revela de parte del individuo recalcitrante antipata
por aquellas
requismo, en
fiestas, odio
fin.
por
la instruccin popular,
cachu-
nan en las bartolinas de la penitenciara. Ocho das, quince, un mes, tres meses y ms an
al infeliz
se tiene
el
mundo
Muchas
el tiempo de su incomunicacin ni se le interroga una sola vez y se le mantiene en absoluta ignorancia del motivo de su prisin. Cuando por ltimo se le abre la puerta de su bartolina, para que pueda salir a ratos a disfrutar de la luz y del aire, se le vigila y se le prohibe hablar con los dems detenidos. por regla general entra a formar parte del peEntonces lotn de reos polticos, que tienen que barrer y lavar los pisos
y los excusados. He visto hombres respetabilsimos, algunos ya ancianos, con la cubeta agujereada de adrede, para que al filtrarse el agua les mojara las piernas y los pies, vaciando sus trastos en aquellos inmundos lugares, con un "encargado" atrs, que los obliga con la "verga" al trabajo. Personas honorables he visto barriendo aquellos pisos, aquellos calabozos subterrneos, donde el agua no tiene salida; con los pies metidos dentro y despus obligarlos a sacar aquella agua sucia con las mismas cubetas y sacarla afuera a arrojar, teniendo que subir los resbaladizos escalones, sin tomar en consideracin su edad, el estado tal vez delicado de su salud y menos que todo, su condicin social y la humillacin que se les infera, sujetndolos a tales faenas. Y al par de todo esto, los capataces brutales encima de ellos, apurndolos con palabras descompuestas y amenazndolos con la infamante "verga". A los "polticos" no se les permite conversar con los otros reos; son los habitantes del callejn N 2, y all se mantienen todo el da, menos las horas de la maana, destinadas a la limpieza de la prisin y que acabo de describir. Se les encierra bajo llave dentro de sus bartolinas, un poco antes de las seis de la tarde, y se quitan los cerrojos de las puertas, cuando ha cesado la incomunicacin, a las cinco de la maana. No se les permite cama,
jECCE PERICLES!
ni colchn
135
un
petate y su ropa de
cama
y cuando se consiente que de sus casas se les enven las comidas, stas son examinadas previamente en la alcaida, donde los bocados que se consideran demasiado suculentos para un reo, se los reparten entre s el alcaide y los "encargados". A
veces hasta
el director
de
la penitenciara participa
de
ellos
no pueden comer aquellos alimentos. Plida es an mi narracin y no quiero sealar casos concretos, temeroso que cualquier nombre que mencionare fuere motivo para ejercer venganza contra el que lo llevare. Pero todos aquellos que lean estas lneas y conozcan por experiencia la penitenciara de Guatemala, dirn: "se ha quedado corto", "no ha dicho casi nada de lo que all pasa". Y recordarn con horror los das o meses o aos que la fatalidad los llev a aquel antro de ignominia y de vergenza, para la actual administracin de Guatemala, presidida por el Benemrito Manuel Estrada Cabrera. El
Gran Estadista, como algunos lo llaman; el Gran Verdugo, como lo denominar la historia. Todo juez tiene su agente o agentes especiales el pro;
cesado,
no hay recomendacin superior contra l, por culpable que sea, no abriga temor alguno, pues sabe que si l no busca al agente del juez ste lo buscar, para negociar el precio de su libertad para dictar una sentencia favorable si hubiere acusador formal, o la sustraccin y desaparicin del expediente respectivo, si la causa se instruye de oficio. He visto a tantos criminales jactarse en la penitenciara de los arreglos que se estaban llevando a cabo, entre el juez y sus defensores, mediante los cuales muy pronto recobraran la libertad. Y no se crea que los afortunados que de este modo burlaban la justicia, hacan misterio alguno no, se jactaban de ello y hasta mencionaban la suma pagada al juez o a sus agensi
tiene recursos y
si
los trafican-
tes
seguan engordando y nadie se atreva a protestar de aquella infamia. Y mientras los verdaderos criminales compraban de este modo su libertad, otros presos, inocentes tal vez, pero contra los
con
la justicia
136
ramo
viduos mal vestidos, de rostros innobles y de apariencia sospechosa y tal vez se habr preguntado en su interior qu harn
:
en ejercicio de su infame profesin. Avergenza decirlo son que permanecen all a la orden de los jueces, para dar sus declaraciones en el sentido que convenga. La mayor parte de estos perjuros son reos que han obtenido su Ubertad a trueque de dar un testimonio falso cada vez que se les ordene. Otros de ellos son picaros de oficio, hombres sin ocupacin alguna y sin medios de subsistencia, que estn "a lo que caiga" y que estn dispuestos a declarar contra sus mismos padres, si as se los exigiese el juez. Cada declaracin, segn la importancia del reo, se paga a aquellos bandidos en mugrientos billetes de banco, que los miserables aceptan sin reparar que estn traficando con lo ms sagrado que existe, cual es la libertad y el honor del hombre,"^
;
testigos
VI
HALL SE AJUSTO LAS BARBAS POSTIZAS
narracin de don Guillermo. Luego, por influencia del encargado de negocios ingls, fu trasladado a la segunda seccin de polica, de donde pas a la ter-
Continuamos sintetizando
la
Para castigar a su apoderado defensor, el licenciado Zecea, fraguaron otro proceso por injurias a la autoridad, de cuya falta tambin se acus a Hall. El 29 de julio, Zepefda conden al acusado a tres aos de presidio y a indemnizar a Bolaos. Hall apel contra aquella sentencia. Los magistrados de la sala segunda no pudieron conocer en la apelacin, porque estaban relacionados con el proceso de injurias a la autoridad. Se form una nueva sala. Por excusa de uno de los magistrados lo sustituy el licenciado Carlos Salazar "honorabilsima persona, miembro conspicuo del foro guatemalteco, de carcter y
cera.
le
lECCE PDRICLESI
137
agregaba que toda sentencia suya, nunca casada por como una fortaleza por su solidez".
la
Por fin, el 23 de noviembre de 1905 se dict la sentencia, condenando al acusado a seis meses de arresto mayor, compurgados con la prisin sufrida, y al pago de los responsabilidades
civiles
del juicio.
al
La secretara de la sala segunda orden ese mismo da juez Zepeda que pusiera en libertad al reo. Zepeda no cumpli
la
orden de la sala. El 25 de noviembre, Bolaos aleg que se haban quebrantado dos artculos del cdigo penal y que por lo tanto peda que se casara y anulara el fallo y se aplicara a Hall la pena correspondiente. La causa no regres al juzgado. Se entabl el recurso de casacin. El 27 de noviembre de 1905, el prisionero present un ocurso ante la suprema corte contra el juez sexto por desobediencia a lo mandado por la sala segunda. La corte pidi informe al juez, quien contest "que no cumpli la orden por no haber recibido la causa con su correspondiente ejecutoria, libre de otras circunstancias que omita consignar"* Estas palabras llenaron de zozobra a los magistrados de la corte suprema, pues no era difcil presumir cules eran esas circunstancias, cuando Zepeda por ellas desobedeca las rdenes del tribunal del que dependa. Pidieron dictamen al fiscal, licenciado Quirino Flores, y ste reprob en l la conducta del juez y pidi se pusiera a Hall en libertad. Entonces dicha corte declar lavndose las manos, que era a la sala segunda a quien competa conocer en aquel ocurso. "Cul de las dos se pregunta Hall la sala segunda propietaria, cuyos magistrados eran incompetentes, o la que la sustituy y haba ordenado mi libertad?" EjL 11 de enero de 1906 a las 7 de la noche lleg la esposa Hall de a su prisin en compaa de algunos amigos y parientes y con una tranquilidad aparente que desmenta su semblante demu:
dado,
le dijo
La sentencia es horrible: ahora mismo te escapas porque pronto vas a ser trasladado de nuevo a la penitenciara, y all sera imposible la fuga. Ponte estas barbas postizas, esta capa y este
sombrero. Frente a la pila de la Merced espera mi hermano, en un
carruaje.
138
la
te
fatal.
Uno de los presentes, en cuanto vio emprendi el mismo. Hall se ajust las barbas postizas y envuelto en una capa, con un sombrero de color, apoyado en un bastn, andando con paso de anciano y diciendo "pobre hombre", "pobre hombre", refirindose a l mismo, sali de la prisin, a cuya puerta estaban dos polizontes que ni siquiera volvieron la vista. Al torcer la esquina se meti en el carruaje en el que esperaba su cuado. dice Hall yo era un reo fugo sin nom"Desde ese instante bre y sin familia". Tomaron la direccin de Mixco y entonces supo don Guillermo que lo haban sentenciado a cinco aos de prisin. Pero entonces las prisiones de Cabrera equivalan muchas veces a la muerte! En el camino comprendi don Guillermo el peligro de llegar hasta Mixco, cuyas autoridades ya deban estar advertidas. Desistieron de ir all y fueron a una casa de campo, no muy lejos de La Reforma, donde le dieron asilo a Hall. Su cuado regres a la ciudad, sin novedad alguna, a las nueve de la noche. En esa noche horrible "el viento que silbaba entre los cipreses le pareca el rumor de ruedas de un carruaje que se acercaba para
tad propia; estajpa anonadado.
los preparativos
de huida,
la
aprehenderlo".
La valiente esposa de Hall fu detenida por haber coadyuvado a su fuga y remitida a la casa de recogidas. El 13 de enero de 1906 supo el refugiado que se sospechaba dnde estaba asilado y, oculto en un carruaje, por la noche penetr de nuevo a la capital y sin percance alguno lleg hasta la casa de don Manuel Valladares "de corazn tan excelente como inteligencia preclara" que se haba ofrecido a asilarlo, a pesar del riesgo que con ello corra. All encontr a su cuado, a quien la polica buscaba con empeo. El sargento de la seccin estaba en la pinitenciara por infidelidad en la custodia de presos y varias personas ms corran peligros por suponerse haber ayudado a su fuga. Al saber esto elprfugo y que su esposa era una de las detenidas, "estuvo a punto de presentarse a la polica y pens en el suicidio". El 16 de enero fu puesta en libertad su compaera. La ley no concepta delito el que una esposa procure la evasin de su marido. Haba sido visitada en la crcel por lo ms respetable y grana-
lECCE PERICLESl
139
do de
la sociedad.
Dos
En
la casa
embargo de
por valor de ms de doscientos mil pesos, exigiendo cien mil pesos de indemnizacin por la prdida de su dedo. Supo tambin que su negocio principal haba sufrido un rudo golpe despus de su fuga. Estaba casi arruinado, despus de 30 aos de trabajo honrado en la nacin tropical que era su segunda patria. De esta m&,nera concluye el relato de don Guillermo Hall, escrito durante el mes de enero de 1906 en la casa de Manuel Valladares
:
"Toco al fin de este largo relato maana saldremos mi cuado y yo de nuestro encierro. No sabemos an a dnde nos dirigiremos. Ignoramos si algn pas hospitalario nos dar abrigo o nos entregar por los tratados de extradicin a nuestros verdugos. Tampoco sabemos si el triunfo coronar nuestra empresa, permitindonos evadir los esbirros del poder que procurarn estorbar nuestra marcha. Pero estamos resueltos a una cosa: no dejarnos coger, mientras haya una cpsula de revlver que nos defienda, mientras tengamos vida para luchar por nuestra libertad. Aqu dejamos a nuestras esposas y a nuestros hijos los confiamos a l Divina Providencia que velar sobre estos seres queridos y abrigamos la conviccin de que no faltarn amigos que les ayuden en algo si la muerte corta nuestros das o la fatalidad nos hace caer en poder de
;
;
nuestros perseguidores."
VII
EL VALOR DEL PAN, LA SAL, EL MAS ELEMENTAL COBIJO
.
Hasta aqu hemos visto lo que era durante la administracin de Estrada Cabrera, el gobierno guatemalteco en las tres ramas en que se manifiesta, como poder ejecutivo, legislativo y judicial. Vimos tambin lo que era en este tiempo la banca y el hogar. Ms tarde la vctima nos relat de viva voz su odisea. Ella nos mostrar lo
140
que era una fuga en tal poca, en que las evasiones a pases extraos, por lo numerosas, dieron lugar a un nuevo oficio el de guia para
:
Vn nicaragense de
le
dieron cien pesos y con ellos compr en Chimaltenango, para no inspirar sospechas, tres bestias; una era para l, la otra para don
Guillermo, la tercera para su cuado, que deba acompaarlos.
ciertas partes del
En
camino proyectaba buscar guas que lo ayudasen. Condujo las cabalgaduras a uno de los mesones de la ciudad. Y declar que todo estaba listo para emprender la marcha. La vspera. Hall, Snchez y Valladares fueron a aposentarse en una casa cercana al Guarda de Chinautla, por donde deberan salir de la poblacin. Don Guillermo iba disfrazado: aprovechando su color blanco y sonrosado y los ojos azules que deba a sus ascendientes ingleses, se caracteriz de gringo. Una leve capa de carmn en las mejillas era parte de este disfraz. Fingira durante todo el viaje ser un ingeniero estadounidense, contratado para visitar unas minas y que no saba ni una palabra de espaol el nicaragense era su intrprete. Haba quedado de ir por l a las seis de la
;
tarde.
Unos minutos antes ya don Guillermo, su cuado y don Manuel atisbaban angustiados tras los visillos de una ventana. Un toque de clarines les lleg del cuartel ms prximo su corazn palpit violentamente. Y el nicaragense no apareca por ningn la;
Dieron las seis y media y creci su congoja. A las siete se convirti en angustia. A las ocho en desesperacin. Unos minutos despus don Guillermo tom una decisin desesperada. ^Ya est echado el vino y hay que tomarlo dijo hay que do
!
tener valor
a
ir
un fracaso
Pero cmo se van a sin gua? pregunt cierto vuelvan a mi casa. Disfrazado? No; adis, dijo don Guillermo.
ir
; ;
; :
me voy.
el
amigo.
Es
tate indgena
Cogi su maleta y ech a andar llevaba un sombrero de pey botas altas su cuado lo sigui abrazaron a su amigo Valladares por ltima vez. Al llegar al Guarda del Golfo haba anochecido de tal modo
que no se vea
el camino. Por una circunstancia tan providencial como su loca decisin de partir, en el momento de pasar por el Guarda remudaban a los centinelas y no los vieron; traspasadas las l-
ECCE PDRICLES!
141
no haba luna y tropezaban en todos los baches del pasos oyeron un ruido de bestias y corrieron a esconderse por un declive que llevaba al ro de las Vacas. A pesar de la noche obscura pudieron entrever a la luz de un relmpago, casi adivinar, la silueta conocida del jinete quien iba adelante Cuadra grit don Guillermo por d6nde est? Se abocaron y empezaron a hablar en ingls. Cuadra les cont que no haba podido dar con la casa y haba vuelto al sitio donde se encontraba Valladares ste le inform de la loca partida y corri a ver si los alcanzaba; por fin Dios los reuna. Echaron a andar; anduvieron durante muchos das, haciendo largos rodeos por duros extravos o entre cafetos, milpas y caales de azcar, para evitar las poblaciones ya cerca de Chiquimula fueron a hospedarse en la hacienda de los Castaeda Godoy. El mayor de los hermanos de este nombre los recibi con generosa hospitalidad; descansaron all tres das al tercero, al anochecer, lleg Cuadra a la estancia en que don Guillermo departa con uno de los Castaeda, y pidi permiso para hablarle con reserva. Ya a solas con l le cont que un gua, buscado el da antes, haba averiguado que no era un ingeniero yanqui sino un guatemalteco que se expatriaba para no sufrir los vejmenes de Estrada Cabrera. Usted tuvo un descuido y olvidando su papel me habl en espaol lo suficiente para descubrirse a nuestro conductor ^le dijo. Se encuentra lleno de susto y no quiere seguir adelante; urge no solamente que obtengamos otro gua y continuemos la marcha sin demora, sino que evitemos la delacin del que hasta ahora nos ha conducido, quien tendr temor de ser denunciado como cmplice de nuestra fuga y de sufrir las terribles consecuencias que esto le
era congojosa
:
camino.
los cien
traera.
Don Guillermo entonces habl con el mayor de los Castaeda. Perdneme -le dijo lo he hecho vctima de un engao no soy un ingeniero yanqui sino Guillermo F. Hall que busca la salva
cin en el destierro.
eda noblemente
momento ^le contest Castapero respet su reserva. Ayud a los prfugos a escapar no slo proporcionndoles otro
lo
Ya
al
que hasta
all
142
muy de maana, los viajeros emprendieron Las ltimas jornadas en territorio de Guatemala fueron las ms penosas. El nuevo gua no era tan eficiente como el anterior y durante una parte del trayecto se perdieron. Al fin llegaron
la
marcha.
Cuando cerr por comuna noche obscura tuvieron la suerte de salir de los pantanos en que se haban sumergido hasta media pierna para arribar a una especie de isla en donde haba un gran cultivo de maz. La huella de la mano del hombre los hizo concebir la esperanza de encontrarlo y que los cobijara, aunque slo fuese en un humilde rancho; pero
pleto
fu vana. Tuvieron que quedarse a la intemperie y cientos de zancudos que provenan de la prxima charca los picaron durante toda la noche hasta impedirles dormir, a pesar del terrible cansancio. Amanecieron hinchados, deformes tenan los ojos encapotados y casi no podan ver. Cuando quisieron levantarse del suelo donde se haban echado sintieron que se desvanecan; a pesar de todo, sin haber podido tomar ningn alimento, continuaron el camino. Despus de muchas calamidades al fin pasaron la frontera de Honduras y aunque el paludismo empezaba a afligirlos, de su pecho se escap un gran suspiro de desahogo y elevaron al cielo una ferviente accin de gracias. El gua, en cuanto pas la frontera, se neg a continuar con ellos. Todava durante un tiempo que les pareci largusimo, siguieron su marcha, antes de llegar a la primera poblacin hondurena. Les dio all hospedaje un mdico francs. Al amanecer de la maana siguiente despertaron de un sopor profundo, producido por el cansancio y la enfermedad, y decidieron hacerse tratar por el doctor pero no fu posible. Les quedaba enfrente la comandancia del poblado y notaron en ella un gran movimiento. Cuadra pregunt la causa al husped y ste le dijo que las autoridades hondurenas devolvan a las guatemaltecas algunos emigrados polticos. Tal noticia los asust ni en la nacin vecina estaban seguros. Ya Cabrera impona su voluntad al gobernante hondureno. En el acto dispusieron continuar la jornada y persistir ms que nunca en la farsa de que don Guillermo era un ingeniero yanqui y su acompaante un intrprete. Marcharon inmediatamente despus del desayuno y esta vez sin gua. Se perdieron en los escarpados caminos hondurenos. El profundo malestar de la fiebre contribua a hacer su jornada dolorosa; y as caminaron horas y horas sin tomar refrigerio y sintindose cada vez ms dbiles y
:
;
lECCE PE-RICLESf
143
desvalidos.
Alcanzaron
al fin
le
en un rancho cuando se
sobre
el
susto de los
cuando les contestaron que estaban en territorio de GuaHaban vuelto al pavoroso lugar del que trataban de huir. Inmediatamente se despidieron, ensillaron las bestias y emprendieron de nuevo el regreso a la ansiada tierra de Honduras, a la que al fin llegaron por segunda vez. El xodo por Honduras fu largo y pesado; tienen fama de escabrosos sus caminos. En una de las poblaciones fronterizas ya no pudieron continuar adelante la fiebre haba agotado sus fuerzas y al fin los hizo caer extenuados sobre el suelo de otro rancho. La rstica mujer que les daba albergue, no se preocup por sus husviajeros
temala
pedes pero el nicaragense, ms fuerte, la hizo ir a la poblacin vecina en busca de auxilio mdico volvi a los tres das con un curandero y pildoras de Pelletier en abundancia; era lo nico que haba podido obtener, pues la ayuda cientfica era difcil por aque;
Cuando a los pocos das la fiebre desapareci, don Guillermo repiti, conmovido, la frase del satrico espaol: "creo en Dios y en la quinina". Volvieron a andar. La tierra de Honduras se les entreg toda entera en aquella terrible correra llena de dolor y privaciones, pero llena tambin de intensas alegras. En las cumbres hondurenas una sola salida de sol los compens de todas
llos andurriales.
sus torturas.
Muchas
el
vida porque
un gallo o el ladrido de un perro les anunciaron la poblacin cercana y jams desde entonces olvidaron que esos animales forman parte de la vida familiar del hombre. El
canto de
humo, escapndose por entre los resquicios del rancho pajizo, les produca una intensa sensacin de ternura y de gratitud. Cuadra que tena algo de poeta, a fuer de buen hijo de los lagos, un da bes, retirndolo del fogn, un leo quemado hasta la mitad haban llegado al rancho en que arda, calados hasta los huesos por una lluvia de muchas horas. Por todas partes los reciba gente honrada y caritativa que jams les negaba hospitalidad, aunque generalmente no poda compartir con ellos ms que tortillas, frijoles y chile y a veces ni aun eso llegaron a pequeos poblados en la sierra en que
;
;
con todo y vaina no pudieron recibir el sabor de porque sta faltaba en lo absoluto aun para mezclarse con la torta de maz, alimento habitual y muchas veces nico de los indilos frijoles cocidos
la sal
144
gcnas centroamericanos. Los viajeros crean descubrir una vida nueva que hasta entonces no conocieron no comprendieron antes el valor del pan, de la sal, del ms elemental cobijo, del fuego y del corazn fraternal del hombre... Y en esa larga excursin se les hencha el alma de infinito amor a la tierra centroamericana, amor
;
a toda
ella,
amor
amor
meables y sin declive, en que las aguas se estancan; amor a los lugares hmedos y llenos de humus fecundo en que la selva lo invade todo, y un techo verde de ramas entrelazadas impide el paso de los rayos del sol. Despus de atravesar durante leguas y leguas las bvedas de la selva umbra, recatndose de los reptiles ponzoosos, procurando esquivar los charcos, agobiados por la sombra y la humedad, al salir de aquella masa verde, cuntas veces un suspiro de alivio y gratitud se escap de sus bocas En la superficie de tierra desnuda vean por. fin salir el sol y sentan la necesidad de caer de rodillas ante l, como los innumerables pueblos que lo han adorado. Llegaron a muchas poblaciones hondurenas y en todas encontraron lo mismo: el fiel corazn del hombre honrado que les daba hospi !
talidad.
Al fin alcanzaron Hall y su cuado Santa Rosa de Copan, en Honduras, desde donde don Guillermo se traslad a la ciudad de Santa Ana, en la vecina repblica de El Salvador. Vivi en este pequeo estado huyendo de Cabrera, durante catorce aos
. .
VIII
En 1906, Estrada Cabrera vio su pas invadido, por los emigrados polticos en Mxico y El Salvador. Acaudillaban la rebelin Manuel Lisandro Barillas, que haba sido presidente de Guatemala de 1886 a 1892 y Jos Len Castillo, eterno aspirante a tan alto
puesto.
lECCE PERICLES!
Sarillas era
145
las faccio'
nes del ario; trigueo, enjuto de carnes, de mediana estatura, usaba el cabello en tal forma que por ello lo apodaban brocha; a veces su
astuta mirada de zorro asustaba a sus partidarios
a temerlo
;
pero no llegaban
dad ni el valor. Generalmente se tocaba con un sombrero de jipijapa y llevaba en la mano un fuete. Durante el tiempo en que ocup la presidencia no hizo mucho bien ni mucho mal.
Dice Guillermo F. Hall describindolo: "Barillas, hombre
sin instruccin y sin talento natural siquiera, tena, como descendiente de indio, el instinto de la duplicidad y de la astucia. Procu-
raba atraerse amistades y no enemistades. Cometi graves errores, porque no tena el don de gobierno y se dejaba guiar por el ltimo que le hablaba." Jos Len Castillo, de regular complexin, gastaba bigotes a la antigua usanza espaola sus ojos miraban con la ingenua infantilidad de muchos maestros revelaban lealtad. Inspiraba fcilmente
; ;
cario y confianza.
Un
en San
amigo de
el
Barillas, residente
porcionado
oro para la revolucin y adems los invasores contaban Francisco, California, con el auxilio del vapor "Imperio",
El expresidente era un grotesco revolucionario que jams hizo buen uso del apoyo de Mxico ni del feryor de los enemigos de
Cabrera; haca vida de saln y se dejaba halagar por sus prestigios de caudillo tan influyente en las mujeres; pero no peleaba con valor. A la poblacin fronteriza en que lo esperaban lleg en un#tren mexicano provisto de una msica militar que alborot inmediatamente al poblado. Concibi pronto celos polticos de Castillo, que segn l, proyectaba disputarle despus del triunfo la presidencia de Guatemala, y lo alej envindolo como director de operaciones a bordo del "Imperio", que deba esperar en aguas de Ocs la toma de esta poblacin por los revolucionarios despus deleg en un guerrillero mexicano el mando de un destacamento compuesto de compatriotas suyos y guatemaltecos para posesionarse de la plaza militar del puerto. La accin de armas el 27 de mayo de 1906 fu bufa y concluy en el fracaso de los invasores. Despus de la derrota de Ocs, el coronel de Len Prez,
;
146
de junio.
por
aviso
la
mltiples
descuidos
de
sus
enemigos,
recuperaron
poblacin y persiguieron a los contrarios hasta hacerlos repasar el ro limtrofe, huyendo, al da siguiente. Al saberlo las
autoridades mexicanas, reconcentraron a Barillas,
el jefe
de
la re-
volucin.
Del lado de El Salvador, Regalado, que saba que el presidenmexicano Porfirio Daz ayudaba a los emigrados guatemaltecos en aquel pas, no quiso ser menos y les asegur la fronlera libre en el territorio de su mando, adems de suministrarles gran nmero de rifles. Su jefe supremo era Salvador Toledo invadi 29 de mayo de 1906 el territorio de la repblica de Guatemala y se apoder de Asuncin Mita poblacin que haban desocupado las fuerzas leales a Cabrera para atrincherarse mejor en las defensas naturales que les aseguraba el cercano cerro de "Mongoy" all esper, en vano, las armas conducidas por el vapor "Imperio" y los dems pertrechos que haba ofrecido Regalado, quien al saber que las autoridades mexicanas reconcentraban al general Barillas, decidi postergar sus promesas. Intilmente grandes grupos de guatemaltecos acudan a "Mongoy", en demanda de armas para sumarse a las fuerzas que combatan al tirano. Defraudados por el jefe salvadoreo, y a pesar de heroicos actos de arrojo, al fin fueron derrotados los revolucionarios y regresaron al pequeo Estado vecino (10 de junio de 1906.) En el nmero de 28 de mayo del diario oficial, el gobierno se refiere a la revolucin, as "Por noticias que el gobierno haba venido recibiendo desde principios de este mes, estaba ya enterado de que algunos malos hijos de Guatemala por ambiciones personales se preparaban a invadir la repblica organizados en las fronteras de pases vecinos. El gobierno mand cubrir con fuerzas los puntos amenazados." El comandante de Ocs con la misma fecha comunica al presidente que el parque y armas del enemigo causan trastorno en l mismo, por no estar de conformidad con el calibre de los Mauser
te
;
y Winchester.
En un
manifiesto
:
con fecha 11 de- junio el presila paz en dos puntos diversos de nuesfuerzas nacionales rechazaron a los facciosos en
al ejrcito,
ECCE PERICLES!
147
Ocs y estn en estos momentos haciendo morder el polvo al enemigo en la frontera de El Salvador." El 15 de junio del mismo ao se recibi el siguiente telegrama en la casa presidencial "Al seor presidente Un puado de salvadoreos desgraciados os piden la vida. Nuestro gobierno nos sacrific sin considerar que ramos hombres, perdnenos." Cabrera contest "Resolver su solicitud en su oportunidad se les guardarn las consideraciones compatibles con la situacin del ejrcito." El 21 de junio de 1906 y a pesar de los acontecimientos guerreros el presidente de la repblica clav con sus manos el primer clavo del primer riel que unido a los dems pondra a los guatemaltecos en comunicacin con los dos ocanos. Segn deca el diario oficial "en medio de una guerra inicua, pero que slo ha producido en el cuerpo social los mismos efectos que una impresin ligera en cualquiera de las extremidades."
:
;
IX
LA ESTAMPA DE REGALO
UN PAR DE BUQUES APERCIBIDOS A LEVAR ANCLAS
.
Aunque segn los cronistas, el estado de guerra con El Salvador empez en los primeros das de julio. Estrada Cabrera
antes.
estaba ya a la defensiva y sus tropas alertas desde algunos das Gamboa describe de manera magistral todas las esperanzas
el
que en
pecho de
los
Regalado, en
"Mi
"...8 de
julio.
Despus
de
la
juntos nuestros asilados y nosotros, acostumbramos ellos y yo estarnos de tertulia noche a noche en mi gabinete de trabajo, acompaados algunas veces por Rebolledo, Rodrguez Parra y mi cuado Rafael. Muchas tristezas se devanan,
mucho
de que
se fuma,
el
muchas esperanzas
Hay
los
salvadoreos
148
y la cosa no ha de lucir cariz muy halageo para Cabrera, supuesto el envi, diario asimismo, de fuertes contingentes de
tropas hacia el matadero, tropas formadas con "voluntarios"
que, bien aseguraditos
fincas cafeteras
lticos
son
los
las
mandan
de
los
departamentos.
sus noticias de los comienzos del conflicto, en que multiplicaba y magnificaba los triunfos de los soldados "chapines" en la lnea de fuego. Los rumores que a la chita callando
y casas dan tintes de catstrofe al como lo aseguran los zahores. Honduras terciar y momento a otro del lado de El Salvador, estn contados de un
calles, tiendas
andan por
;
negocio
los
si,
minutos de Cabrera.
Hay
Pa-
cerca de San Jos, y otro, n la baha de Honduras, prximo a Puerto Barrios. Por ltimo, la ciudad, de suyo
melanclica, respira consternacin y ansiedad; todos temen
todo, todos anhelan algo.
. .
El arbitro de
galado, era de
la
poltica
salvadorea, general
mediana
;
Toms Recomo
una hoja de acero; la faz larga, seca, plida, sombreada por pequeos bigotes andaba pausadamente sin hacer ruido, arrimado a las paredes; hablaba poco, sin ademanes ni gestos; todo en l
pareca borroso, salvo los ojos grandes, profundos, escrutadores,
menudo
se le creyera ausente.
Los
consideraban como un militar dipsmano, muy valiente y adorado en su tierra, sobre todo en la ciudad de Santa Ana, donde haba nacido. Jugaba gallos, se embriagaba hasta la locura y estaba" pronto a exponer su vida y su hacienda a los
guatemaltecos
lo
un
poltico
poco inteligente y sin miras elevadas, aunque exaltado patriota. Le faltaban tres dedos de la mano izquierda y una parte de la oreja del mismo lado. Su habilidad en el tiro de revlver
era proverbial.
jECCE PERICLES!
149
Enga a
como
lo
largo de toda
lai
El presidente de nombre, de aquel molesto militar que con l comparta la primera magistratura, relegndolo a segundo trmino y dejndolo en posicin desairada. Entr en componendas con Estrada Cabrera y le telegrafiaba todos los movimientos del
Escaln, encontr
un medio de
salir
futuro invasor.
trariaba
Cuando comprendi Regalado que Escaln consus rdenes y esquivaba una entrevista, caone la casa
que huir
el
presidencial, teniendo
Ana y
En
la imposible entrevista
al
Cabrera, apurado por la invasin salvadorea, mand llamar prominente jefe de una casa de banca extranjera, en quien tena
absoluta confianza.
Lo he llamado porque tengo noticias de que le dijo mis tropas han sido derrotadas por las salvadoreas al mando de Regalado. Dentro de pocas horas quizs tendr que abandonar
150
el pas.
Un
;
expreso
el
me
espera
listo
momento
en
de la Pacific Mail.
a su casa grandes
Quiero que
me
;
preste
un
servicio;
voy a enviar
las guardar.
si
Cuando yo
desde
el exterior
es el
Pocos minutos despus llegaba a su casa el jefe de la polica secreta, acompaado de cuatro reos de la penitenciara que llevaban grandes cajas. Su visita se repiti toda la noche hasta el amanecer. Las cajas contenan monedas de oro en su mayor parte. Una, encerraba valores de bolsa y giros, algunos con fechas ya muy remotas que el mandatario, en su ignorancia, crea dinero en efectivo. Las fu depositando en el bao por no tener otro lugar ms a propsito. No puedo darle recibo por esto dijo el banquero al polica no tengo tiempo para contar tales sumas de dinero. contest el agente Eso no importa Don Manuel tiene plena confianza en usted. Esa misma noche el banquero escuch algunos disparos. "Ya entraron las huestes de Regalado" supuso Sonaban en la casa vecina, en donde viva el jefe de la polica secreta.
El banquero acept.
XI
fuslenlo de cabeza, para escarmiento
...
El ya triunfante invasor salvadoreo, despus de tomar Atescatempa y Jerez, tena situadas sus huestes, uniformadas de azul, frente al "Entresijo" como se llamaba a una garganta. Las tropas guatemaltecas que huan ante l, se refugiaron en Yupiltepeque. Al llegar a este lugar, un subteniente gritaba: "De esta hecha Cabrera no para sino hasta Estados Unidos." No le hicieron nada pero otro de igual graduacin que lleg despus fu interrogado por un general: Por qu huy ?
;
vamos a hacer, si nuestros jefes son los primeros que desertan y nuestras fuerzas estn tan desorganizadas con-
Qu
test el subteniente.
ECCE PERICLES!
151
El general profiri en
el acto
por las piernas de un rbol a este cobarde y fuslenlo asi, de cabeza, para escarmiento de la tropa. La orden no fu obedecida porque el doctor Julio Bianchi,
. .
Cuelguen
mdico militar
eli la
zona, y
el
Las tropas de Jalapa derrotadas estaban vestidas de caqui y fueron sustituidas por las de Sanarate, Salam y Momostenango, uniformadas de azul como las salvadoreas. El jefe invasor, engaado, creyendo que eran de los suyos, seguido de corto squito, empez a subir el monte en que se encontraba el aislado batalln guatemalteco, que sin saber nada de las derrotas patrias, lo atac a mansalva desde su prominente puesto en "El Silln" y le dio muerte, el 11 de julio. Tres coroneles que lo acompaaban, jvenes y arrogantes, graduados en la Escuela Militar de West Point, fueron hechos
prisioneros.
A
En
el
co-
ronel cabrerista.
A dnde van? interrog Conducimos estos prisioneros salvadoreos a No podemos distraer unidades de lucha; fuslenlos en jefe militar. acto orden Djenme escribir a mi madre siquiera uno de los prisioneros. No hay tiempo fuslenlos.
la capital.
la
el
el alto
solicit
Se ejecut la orden. Los vencedores dijeron reconocer el cuerpo de Regalado por su falla de la mano izquierda y porque cabe l estaba el cuerpo de una hermosa bestia, retinta, que tena en su montura las insignias
.
correspondientes
grado militar del caudillo y su monograma, el analfabeto coronel jalapaneco que se apoder del cadver, mand a Cabrera aquel clebre telegrama,
al alto
que an hoy se saben de memoria los guatemaltecos "Desde las seis de la maana se empez el combate; me tom las honduras para salir a Contepeque, donde me llegaron refuerzos de los batallones Momostenango y Sanarate, y donde se vino Regalado con la bandera y lo volaron los muchachos."
152
los restos
cuenta
la
muerte de Regalado.
(Diario citado.)
".
.11
de
julio.
Desde
el inicio
de la contienda, todas
maanas, despus de mi caminata a pie o a caballo por los me instalo en uno de los bancos del parque, donde, sin llamar la atencin, doyme cabal cuenta de las tropas que*^de aqu se despachan al teatro de los sucesos, despus de que el ministro de la guerra les pasa revista
las
alrededores, voy y
frente al palacio.
Hoy, al filo de la una, la pobre racin de carne humana marcha ya rumbo a la pelea y la muerte. Disponame yo a volver a casa, cuando X X, muchacho de buenos paales, dueo de un bazar, pero furibundo adicto de Estrada Cabrera, hzome seas, a su salida del palacio, de
que
lo esperara.
exclam agitagran noticia, la gran noticia ya mataron a Regalado!. .'' disimo, al abordarme La noticia es, realmente, de tal magnitud, que me sonro
"La
y encojo de hombros.
pues acabo de leer el telegrama: lo mataron nuestros soldados, sin saber a quin mataban; el cadver lo identificaron luego, unos oficiales, gracias a la mano "seca" del general, y a su mua "La Venada", cada
lo
"No
me
crees?...
con
l...
voy corriendo a Ignoro a dnde ira, pues ya iba lejos cuando me lo anunciaba. Ms tard yo en prevenir a mis asilados, con reticencias y circunloquios, que la noticia en esparcirse por todos los mbitos. A eso de las tres, atronaban a la ciudad, pvida, los cohetes y los repiques a vuelo de todas las campanas, grandes y chicas, de sus muchos templos. E incontinenti, "extras" impresas, msicas militares, vivas al Gobierno, las calles colgadas, como por milagro, de guirnaldas de papel picado que cruzaban de acera a acera, y de miles de farolillos para la
,
me
ECCE PERICLES!
153
XII
. .
El 11 por la tarde llam Cabrera de nuevo al jefe de la casa bancaria extranjera por medio del director de la polica secreta. Al ir ambos por la calle, camino de la mansin presidencial, el
en la banquero no encontr huellas de la invasin salvadorea vecindad tiros anterior, en al or su la noche que pens, y pregunt a su acompaante Qu tiros sonaron anoche en su casa? Los reos que condujeron el dinero ya no podrn referrselo contest el director los matamos anoche a los cuatro. a nadie El banquero encontr a un Cabrera muy diferente al que haba visto el da anterior tan afligido; ahora su mirada era arrogante. Refiri que Regalado haba muerto y que sus tropas se desbandaban. Rijo a los guatemaltecos Dios est de mi parte le dijo por designios de la Providencia. Y ahora qu hago con el dinero? pregunt el hacendista al presidente despus de que ste le refiri el triunfo sobre su adversario. Y como viera vacilar a su interlocutor, le propuso Si quiere lo situamos en las principales casas de crdito con las que estoy relacionado. Cabrera acept. Se depositaron por su cuenta ochocientos
mil dlares.
Ms
Revseme
estas
cuentas de
la
casa Schwartz
^le
dijo,
entregndole un grueso rollo de papeles, que se referan a sus relaciones econmicas con la famosa casa juda.
Con slo estos documentos yo no puedo revisarlas necesitara tambin examinar libros de contabilidad. No argy don Manuel mis espas me han asegu;
le
me
que
le
154
mand llamar
al jefe
de
casa Schwartz.
en ellas aparece He examinado estas cuentas le dijo que ustedes me han robado ochenta mil dlares. Le doy dos horas para trarmelos. Antes de finalizar la primera^, ya estaban en su poder.
:
XIII
Temprano
tuve noticias
cir-
el
lase
guayn de alquiler
El forzoso regocijo contina; los peridicos deshcense en ditirambos y felicitaciones al Gobierno, y los perjudicados actuales y prximos con esta nueva consolidacin de Estrada
Cabrera
alegra.
a lo
son incontables tascan el freno y fingen asilados mranse abatidos y mudos frente que puede reservarles este triunfo de su mortal enemigo. A la tarde, por interpsita persona se me suplica que
,
que
Mis pobres
vaya yo e identifique los despojos del valiente salvadoreo, dceseme se resiste a creer el hecho pues "la gente increble y meramente casual". Cosa que es exacta. Acostumbrada esa "gente"* de mucho tiempo atrs a que sus gobernantes nunca le digan, ni en broma, pizca de verdad en
nada, instintivamente resstese a prestar crdito a la inverosmil que ahora le sirven. Y acuden, los mandones, a mi tes-
la al
"mucho conoc"
ECCE PERICLES!
155
de mi investidura tan impropia "fe de cadver", y fund mi negativa rotunda en una causa que para nadie es secreta;
lo
dolorosa que
me
resultara la contemplacin y el
examen
me
noche supe, que sin oponer reparos, haba ido en mi lugar a garantir los hechos, Brown, el secretario de la legacin de los Estados Unidos Comienza a runrunearse que Estrada Cabrera ha requedarse coin el cadver de Regalado en Gua|Suelto temala Persona que ha de saberlo por su posicin oficial, cuntame que el pobre cadver fu trado "a la buena de Dios" (sic), en el "realero" de que es dueo un tal Foronda, muy popular en su oficio de cochero de punto. 14 de julio de 1906, Al regresar de mi visita de felicitacin al encargado de negocios de Francia, danme un meinsaje de Mxico. Es del propio general Daz, y confidencial: "Procure devolucin deudos cadver Regalado, y atindalos y aydelos cuando lleguen sa." Entonces, es cierta la renuencia de Cabrera a entregar el cuerpo, que han embalsamado esta tarde tres de los mejores mdicos guatemaltecos 15 de julio. Mensaje tempranero de El Salvador, en que la familia de Regalado anuncame su arribo inminente, y encarceme que gestione yo la entrega de esos sagrados
Por
la
desp9Jos.
la tarde,
quien
no puede
disimular la satisfaccin que lo inunda por este triunfo que le ha dado la casualidad y que tan firme e indefinidamente lo
remacha en
el solio.
Con su aspecto
ritual
de "Sainte Ni-
se
(?...) que juzga indispensables, har a la familia la entrega que con sobra de razn
solicita
156
familia se
comprometa
del
modo ms solemne,
all,
ante
de los restos, ni
tampoco vayan a hacrsele exequias, por lo pronto. Todo eso podr venir despus, cuando ya no haya riesgo de que las pasiones, an no del todo apagadas, se reenciendan. Y q^ue l, por su parte, cuidar de que la entrega y el embarque del cadver pasen inadvertidos.
Como su exigencia es de cautela poltica elemental, convengo en ella y me comprometo a convencer a la familia. me Ya de pie se conoce que lleva rato de reflexionarlo agrega que su gobierno le ofrecer a los deudos decoroso alojamiento, por cuenta del Estado; aun pdeme que si se Imposibilitado de mosresistieran a aceptarlo, yo lo ayude. Daz, nicamente' ocrreme trarle el mensaje del general responderle que, ignorante yo de sus buenos propsitos, ya
les ofrec
con
mi casa y
ellos la aceptaron.
los
diplomticos
que
le
conviene,
aparentemente conzcole, sin embargo, cunto lo contraran mis palabras. Tornamos a sentarnos y, al fin, a vueltas de mutuos razonamientos, convenimos en que yo les haga ver el descrdito que acarrearan a "su gobierno", no aceptando la cordial oferta y yendo a alojarse a la legacin de Mxico. "Todo el mundo supondra que solamente en ella estn, seguros. ." Y yo, que pienso que ese "todo el mundo", estara en lo justo al suponerlo, inclusive este cura apresuro mi despedida, temeroso de que su congnita sagacidad de hombre inteligente, hiperestesiada con el ejercicio continuo de su tirana absoluta, lea a las claras mis pen,
sapiientos."
deudos del general Regalado, la anciana madre de ste se neg a ir a otra casa que la de Gamboa y solamente Francisco A, Reyes, su yerno, fu a alojarse en un hotel, por cuenta del Estado. La seora Regalado lleg a la legacin mexicana bajo guirnaldas de papel atadas de acera a acera y escuchando ruido de cohetes, gritos de triunfo, pasos dobles y
los
Cuando llegaron
ECCE PERIGLES!
I57
marchas triunfales de
acontecimiento poltico
alegra era la
;
las
bandas
militares.
Se festejaba otro
muerte de su hijo y llor convulsivamente. Gamboa, despus de tercas gestiones, no slo logr la devolucin a sus deudos del cadver del invasor vencido sino que todos
sus asilados polticos se reintegraron a sus hogares sin peligros
ulteriores de
ninguna
clase.
Se marcharon de
abrazos,
la
legacin escoltados
tierna-
por
sus
familias.
"Lgrimas,
agradecimientos
mente desgarradores, ungieron para siempre la casa de Mxico y lo menos dos generaciones la bendecirn porque franque sus puertas intangibles a porcin de inocentes y los puso a salvo
de presidios, destierros y muertes." Poco tiempo despus el diplomtico mexicano volvi a conceder asilo a un grupo de guatemaltecos cuya existencia peligraba. En una conferencia con Cabrera ste, entre bromas y veras, dijo al "ministro hostelero": "Muy bien han de estar en compaa tan
grata; cbemelos
don Federico".
XIV
LAS CONFERENCIAS DEL "MARBLE HEAD"
OCURRE CON LOS YANQUIS Y NOSOTROS LOS MEXICANOS*-Cabrera no esper salir con bien de ese ao. Haba afronayudado por los dioses, la mayor prueba de su administracin. Despus de los dioses y por su mediacin lo sirvieron dos presidentes los de Estados Unidos y Mxico.
:
tado,
se despejaba.
El propio Mxico, que haba ayudado a ruegos de Cabrera, interpuso sus buenos oficios.
los siguientes
la
revolucin.,
El 17 y 18 de julio Gamboa, representante de Mxico, recibi telegramas de su gobierno "Diga seor presidente
:
Cabrera de parte nuestro presidente, que ha telegrafiado a general Bonilla respecto armisticio desde maana, comprensivo de las hostilidades Honduras y Guatemala, pudiendo Honduras hacerse representar en conferencia. Mariscal."
158
de Guatemala,
El Salvador y Honduras, esos tres gobiernos tratarn de la paz por medio de comisionados que se reunirn a bordo del "Marble Head".
Entiendo que
los tres
los
representante? de los Estados Unidos en Guatemala y El Salvador y el de Mxico en Guatemala. Si asi fuere, obsequie usted sus
la cautela
misma
autori-
zacin.
Porfirio
Diaz."
Se reunieron a bordo del histrico "Marble Head" los delegados de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica y los representantes de Mxico y Estados Unidos.^ A estos acontecimientos se refiere Gamboa con un deteni-
miento que es
til
ayuda a
julio.
la historia
guatemalteca.
tren
"18 de
especial,
No
;
el
prema corte
y como
los
de
otros
justicia;
relaciones exteriores y
Manuel
como
el
los otros,
personaje poltico
de viso;
ministro
yanqui Leslie Combs y el secretario de su legacin, N. Brown. Se nos reunirn en San, Jos el doctor don Modesto Barrios, como testigo de parte de Nicaragua, y mi viejo y de veras honorable amigo William Lawrence Merry, ministro yanqui en Costa Rica, como delegado de la misma; Francisco Bertrand, delegado de Honduras, y Jos Rosa Pacas y Salvador Gallegos, delegados de El Salvador. Yo he trado conmigo a Efrn Rebolledo, secretario de la legacin, para hacer lo que ha hecho Combs y para que presencie un suceso trascendental que ha de servirle en la carrera que ahora comienza.
Pnese de manifiesto la recproca antipata que nos Combs y a m desde que nos conocimos; antipata que ambos disimulamos segn es de rigor entre dos personas que se suponen decentes y que son diplomticos... Esta nuestra antipata mutua no es, de mi parte a lo menos, premeditadamente deliberada y gratuita, sino meramente instintiva. Ocurre con los yanquis y nosotros los mexicanos,
distancia a
ECCE PERICLESf
lo
159
que con los perros cuando se encuentran en cualquier sitio comparacin es mala, ya lo s, pero no hallo otra que me sirva mejor) ellos, los yanquis, representan el mastn enorme,
(la
:
representamos a un perro
harto menor,
ms
dbil,
enseamos los dientes nuestras pueden ser palabras como gruidos sofocados
que
tercie la educacin, o el inters;
es
menester
o el parlamento se terminen a la
el principio
muy
que
las
simpata y el cario ajenos, pero como nacin, como pueblo, son odiosos, intratables y de serio peligro. Aun
se
la
ganan
pasado
el
el
mastn, seguro de su fuerza y superioridad indiscutible, se aleja a menudo trote, enhiesto el rabo y la lengua sonrosada
si
permanece apercibido y grifo, mirando si el alejamiento es sincero y el enemigo no cambiar de idea al vol\^er de la
esquina; entre las piernas la cola, en su mirar desconfiado, fulguraciones del recuerdo que nada- i nadie ha de borrar
los tatas del
y consiguientemente a l, a sus hijos y a sus nietos, con media perrera menos y en su experiencia diaria, la constancia
;
cada vez que el perro chico se baa y limpia de la roa de sus malas costumbres, y los extraos se le acercan y acarician porque ya va cobrando juicio y msculo, el mastn se enfurece y ladra, amenaza con romper su cadena de civilizacin quintada, su ureo collar en que se lee "Cristiano", y acaba siempre por llevarse el hueso, as tenga poca carne, pues parece resuelto, azuzado por satnico orgullo, a ser el amo nico de todo el Continente y, si su magnfica estrella continua en el cnit, del universo entero,
160
Hay otra razn para que Combs, en el fondo, me mire con malos ojos, pues el motivo ha de dolerle a modo de aguda espina que nunca acertar a arrancarse. No obstante el poder gigantesco que representa, slo los polticos acgenlo con mieles y sonrisas, lo reverencian, complacen y se pliegan
a
gobierno
menores caprichos de dolo. La gente extraa al claro, buena sociedad, los humildes que son dondequiera la inmensa mayora, vctimas perpetuas de las "autoridades constituidas", como desde hace aos palpaba el manifiesto apoyo que les prestan a stas los diplomticos yanquis en ese apoyo figura a la cabeza "ignorar" el cmulo de atrocidades que impunemente perpetran los gobernantes gransus
:
des y chicos; rehusar odos a quejas ni lamentaciones; negar sistemticamente toda especie de alivio, ni moral siquiera,
cuando si ya rectamente
hubiesen hecho, ha tiempo que esto caminara han parado en la inferencia racional y lgica de que tales diplomticos han sido y son los cmplices, hipcritas o descarados segn mejor les conviene, de sus implacables verdugos. De ah que no los traguen, que slo Jos soporten porque no pueden menos. Y en su tremendo desamparo, han vuelto sus ojos a Mxico, a pe'sar de que con ello aumentaron en su contra las rudas medidas de represin luego dir el por qu y en la legacin y persecucin mexicana hallan refugio, consuelo y defensa. As se ha
lo
registrado el
miento en
el
biernos y el elemento oficial se beban los vientos por los enviados de la Casa Blanca, y a nosotros los que venimos del vetusto Palacio de los Virreyes, nos profesan entraable
enemiga, ecn tanto la gente buena del pas abomina de los yanquis y por nosotros se perece. Combs, que no es ningn rana, est al cabo de la calle lo exaspera la preferencia en favor nuestro. y Ya metido en estas honduras no huelga desentraar, una vez por todas, las viejas causas de esas encontradas
Justo Rufino Barrios, el tirano tipo que hasta despus de muerto creerase que desde su monumento de bronce que en el paseo de La Reforma lo perpeta de espaldas
a los hechizos de "La Aurora" y a los arcos de piedra que
simpatas.
lECCE PERICLES!
161
creeriase,
que feroz y sanguinario viniera desde el fondo de la selva, al correr desateintado de su corcel, no a implantar la libertad y extinguir el obscurantismo, sino a pasar al filo
implacable de su espada, a los habitantes de la ciudad y a los de la repblica entera que no comulgaran con sus ideas
ni lo obedecieran y acataran
traa consigo el
como
un semidis. Cuando
a su
lejos y super-
an no
y a los principios de su mando, que slo haba de truncar la bala, guatemalteca?.., salvadorea?... de Chalchuapa al cabo de los aos, por Jurez signbase y
conterrneos
;
juraba a todas horas, y sus sistemas y prdicas trat de establecer y de copiar en su administracin. Pronto acab la luna de miel internacional, en cuanto volvieron por sus fueros la
envidia, el inters, las fricciones y los distintos puntos de
que que hermanos y vecinos, cuando no alcanzan los extremos de Can, s que viven riendo de continuo hasta por qutame all esas pajas y, en ocasiones, que lleguen a las manos protestando cada cual que la justicia milita de su lado la eterna historia. Hay, adems, en el caso de Guatemala, otras dos causas poderosas que explican, si no sancionan, su ojeriza hacia nosotros que somos una nacin mucho ms grande, civilizada y fuerte, y a nadie, individuo ni pueblo, le place vivir codo con codo con quien en algo o en algo^s lo sobrepasa; y que desde el 3 de septiembre de 1829, Chiapas y Soconusco, a virtud de un plebiscito alegamos nosotros gracias a la elocuencia de las bayonetas, alegan ellos se incorporaron a Mxico. Y ya se sabe toda segregacin territorial, aunque se la explique y justifique por A ms B, es fuente perpetua de rencor y mala voluntad de la parte del disminuido.
vista a la fuerza existentes entre dos pueblos contiguos; es regla fatal e ineludible el
: ;
No
patriarca del liberalismo de ac, y ya tirano de cuerpo entero (por qu en casi todas partes el liberalismo andar de bracero
con
la tirana?.
.),
amo
162
Tripulantes y pasajeros batieron palmas; los tripulantes, por conveniencia, y los pobres pasajeros, aterrorizados, por ele-
De entonces
data
el
amor
del
la
no estar de ms que ahora lo repita, por exactitud de uno de los dos calificativos. Aqu, a los conpropsito
:
ignoro
la etimolo-
ga, y a los liberales " panteristas !" Los Estados Unidos, que aunque mascan tabaco no se han chupado el dedo jams, pronto se dieron cuenta de lo que favorece a sus planes subterrneos de absorcin y predominio
un Mxico por el Sur, .ya que por el Norte nos tienen cogidos en la enorme frontera que va de ocano a
continental, el disponer a su antojo de los que gobiernan a
ocano y ora con solapados apoyos y complacencias, ora con promesas cumplideras o no, chichisbeadas y nunca escritas para que nosotros no podamos enrostrrselas y tacharlos de doblez, han fomentado la inquina de estos gobernantes y obtenido que la legacin de Mxico aqu, sea para quien la desempea un lecho de Procustes, y que nuestras demandas, quejas y reclamaciones caminen, si caminan, harto ms despacio que las tortugas o se envenenen y enreden en inextricables argucias y demoras, con serio peligro de la armona
;
y buena inteligencia de que se alardea en notas y entrevistas. De ah, sin duda, que la fama de que los diplomticos yanquis gozan en la opinin guatemalteca, en la autntica, sea
psima, sobre todo en lo que mira a corruptibilidad. Con pelos y seales para cada caso corre vlida la especie de que, salvo
unos cuantos casos excepcionales, la gran mayora de la lista de esos "queridos colegas", a las ningunas instancias se dejaron sobornar y de "estos reynos" se partieron con la escarcela liberalmcnte henchida. " Ser el grave cargo rigurosamente cierto?. Que Vargas, el del refrn, lo
largusima
.
.
averige
lECCE PERICLESI
163
estampo en estas lneas con legtimo jbilo, seguro de que nadie, ni los que ms nos malquieran osaran desmentir: es cosa bien sabida y mejor avalorada, que ni uno solo de los tambin tantsimos diplomticos mexicanos de cualquiera categora que por esta legacin pasaron, ni uno solo hasta hoy
fu sobornado, ni con obsequios de precio que disfrazaran soborno. Y cuenta que los hubo de todos los genios y temperamentos, batalladores, pacficos y sin fortuna propia los ms de ellos, hasta mexicanos por naturalizacin. Sin embargo, ni uno solo manch a Mxico Varios, tuvieron sus percances y vicisitudes, pero de otros rdenes, el sentimental principalmente; pues es de saber, que a la mujer guatemalteca, las buenas, naturalmente, que son las ms como en todas partes, su virtud y su bondad, su dulzura y" su belleza, su abnegacin y valenta de que ha dado innmeras pruebas cuando alguno de los suyos corre el menor riesgo, la vuelve capaz de sorber el seso al ms sesudo, y de arrastrarlo a todas las locuras. Yo, que me precio de conocerla en su santo ministerio de esposa y madre, y he sido testigo porcin de veces de sus lgrimas y dolores frente a la inicua persecucin de su esposo y de sus hijos, me descubro
el
al
verentemente
mencionarla, y a todas, hasta las descalzas y pobres, reles beso los pies."
Los delegados guatemaltecos traan, entre la propuesta que iban a presentar en las conferencias, una clusula por la que "se facultaba a los ejecutivos de las partes contratantes para entregar
a los refugiados polticos a la primer demanda."
Esta clusula
"Ya sera de cuidado hasta entre pases limtrofes que fueran respetuossimos de la vida humana; en estas tierras centroamericanas que carecen de entraas, equivaldra su vigencia a abrir de par en par las puertas de las peores
hecatombes, y que los odios polticos, en todas partes los ms pavorosos en sus efectos, y aqu inverosmiles, se desboquen
y las asuelen.
164
caso,
Jurme combatirla con todas mis fuerzas y, en ltimo no subscribirla nunca: es clusula canibalesca."
El diplomtico mexicano cuenta en esta forma los histricos hechos que tuvieron por escenario el movible suelo del "Marble Head".
"Se abre
la sesin.
senta su proyecto
que
Guatemala tiene
el
Honduras, Costa Rica la expectativa. La asamblea nos pide a Merry, a Combs y a m, que de entrambos proyectos formemos uno solo, que todos los interesados directamente en el asunto escucharn y discutirn en presencia nuestra. Mucha prisa se me antoja que les corre.
suyo.
Llaman
Reanudamos
Despus que
sabiendas de que
el escollo
va
defienden a capa y espada, estimulados con el beneplcito que se dibuja en el semblante afeitado y duro de Combs que los salvadoreos la impugnan con todas sus veras, enderezndome furtivas
los
guatemaltecos
la
miradas de angustia; y que los delegados de Honduras y de Nicaragua parecen absortos frente al palpitar de las cortinas de los ventanillos abiertos, sacudidas por el viento du large, propone Combs que procedamos a la redaccin del documento
definitivo,
redaccin que comienza con mansedumbres cocreerase que entrambos proyectos se acuerdan a
lombinas
maravilla y que nosotros somos unos "acordadores" de primo oartello. El tal arreglo va al vapor, pues en nada acortan su
una que otra objecin sin mayor importancia, hasta que no tropezamos con la clusula de la entrega de refugiados
prisa
Declarla inaceptable por esto, por aquello y por de ms all. Mientras he ido hablando, adrede muy en calma la voz y los ademanes, observo con jbilo que el honrado Merry y el hidalgo Mulligan, invitado, como dueo de casa
polticos.
lo
estn que es, a presenciar nuestras bilinges deliberaciones conmigo a juzgar por sus discretos y afirmativos cabeceos. No bien callo, Combs se me viene encima con pobre argumen,
jECCE PERICLES!
165
Pronto mis rplicas y las suyas se cruzan a modo <le dos aceros pronto la controversia degenera y se convierte Ni quien ose terciar en la empeada conen pelea verbal,
;
mrannos
Slo en los ojos dulcemente claros del con manifiesto azoro serenidad. MuUigan ya y viene de la Merry, advierte viejo se cmara al comedor y del comedor a la cmara. Brown, despide chispas al travs de los cristales de sus espejuelos, y Rebolledo ha ido acercndoseme hasta quedar a mi lado, A vueltas de porcin de argumentos mutuos, y palpando yo que la diver-
mordedura de vbora, barreno mis naves y en medio a un silencio imponente declaro, como ultima ratio de mi parte, que nunca subscribir en nombre de Mxico un pacto en que figure clusula segencia se envenena
a cada instante, cual
ms
mejante.
Nadie chista ni se mueve. Combs, en cambio, visiblemente descompuesto a pesar de la decantada flema anglosajona y de su investidura diplomtica, pierde los brtulos cegado por una ira que nada justifica, y entre otras sinrazones permtese aconsejarme que deponga yo mi "obstinacin" y reflexione en que voy a disgustar al presidente Roosevelt !!!... Todava, guardando las formas, le contesto que yo no sirvo al presidente Roosevelt, sino al presidente de Mxico Y m respuesta le hace el efecto de una banderilla de fuego; desorbitados los ojos abandona su asiento y llgase a mi mesa, que por dos ocasiones golpea con el puo. Me amenaza francamente Mr, Gamboa, I am a short temper Simultneamente, se interpone Merry; yo me levanto
. .
y los dems nos cercan, presas de comprensible estupefaccin. Doy a todos las buenas noches, y en voz alta digo al co-
la
mano con
las
dos
Ruego a usted seor comandante, que maana mera hora se sirva desembarcarme en San Jos.
a pri-
ahogado de
bilis
salgo a cubierta y
la
me
dejo caer en
la toldilla."
un
silln
penumbra de
166
entre
le
Gamboa y Combs. El ltimo fu al encuentro del primero manifest que haba reflexionado y reconoca que la razn
el
Este
al fin se firm.
Tuvo
incalculables proyecciones.
En
Hon-
duras retornaban a la concordia, olvidando diferencias pasadas; que los cinco Estados de Centro Amrica dentro de dos meses celebraran un convenio general de paz y amistad y desde ese da en adelante sujetaran a arbitraje sus controversias. El gobierno de Guatemala obsequi al ministro Combs con un banquete en el palacio presidencial al que asisti todo el cuerpo diplomtico y le regal una gran jarra, magnfica pieza de orfebrera cuajada de piedras preciosas. Segn la crnica popular, no slo a esto se redujeron sus honorarios "por su activa y eficaz participacin en la conferencia de paz", sino tuvieron mucho mayor precio, equivalente a una gran suma de dinero.
Por decreto de 21 de julio de 1^6 se condecor con una cruz de honor o una medalla de oro o de plata que llevaba las inscripciones "Honor al Mrito, Campaa Nacional de 19Q6" a los
que tomaron parte en ella. su prximo mensaje a la Asamblea el gobernante dijo "A mediados de 1906 apareci una faccin en la frontera de El Salvador, faccin que luego se extendi a la de Honduras. El apoyo que sus cabecillas lograron obtener en aquellas repblicas dieron lugar a la ruptura de hostilidades entre Guatemala y El Salvador. Por fortuna la guerra termin de modo decoroso para Guatemala con el Tratado de Paz de 20 de julio de 1906 firmado a bordo del "Marble Head", gracias a la mediacin interpuesta por los seores presidentes de Estados Unidos y Mxico, Roosevelt y el General Daz." El propio cuerpo legislativo decret que se construyera un monumental "Arco de la Paz" en la avenida de Minerva con la siguiente inscripcin "El pueblo de Guatemala al ilustre ciudadano e infatigable obrero de la paz dn la defensa nacional de 1906,
militares
En
ECCE PERICLES!
Lie.
167
Manuel Estrada Cabrera"; y que se confiriera al mismo una gran cruz de honor para que la use en las solemnidades pblicas.
:
Dicha insignia tendr la siguiente leyenda en el anverso "La Asamblea Legislativa, Honor al Mrito Campaa Nacio-nal de 1906. 17 de marzo de 1907".
En
la tercera
Ro de
Amn
de
Guatemala estuvo
representada
Internacional.
po: el
otras convenciones de
menos
inters se lleg a
Se
americanas encargada de coadyuvar a la efectividad de los pactos. Los gobiernos, americanos daran instrucciones a sus delegados en la prxima Conferencia de La Haya para que procuraran en ella la celebracin de un pacto general sobre la materia.
XV
/
158
mexicana.
hecho produjo profunda indignacin en la capital El 28 de abril Gamboa recibi el siguiente telegrama:
Guatemala En vista constancias causa instruida contra Florencio Morales y Bernardo Mora, por homicidio Gral. Barillas, y con arreglo art. 5 Tratado
"Ministro
Mexicano
M'
cmphce del delito. Van documentos necesarios Adems, conforme el art. 16 mismo Tratado, pida la comparecencia personal aqu del Jefe puerto San Jos, Onofre Bone, como testigo. Haga presente que aun cuando
tigador o
extradicin.
Conteste inmediata-
mente
recibi
Mariscal."
envi el siguiente mensaje por cable
de Mxico.
Gamboa
Gobierno acaba de responderme, nueve treinta noche de hoy dos mayo, que fundado excepcin especfica artculo primero Convencin extradicin, no detendr provisionalmente a Lima ni menos entregarlo despus; y que Bone opta, usando derecho .artculo diecisis, por prestar testimonio
ante autoridad guatemalteca."
"Este
Y
"Qu
en
los
lECCE PBRICLES!
169
XVI
EL ATENTADO DE LA
BOMBA29 DE
ABRIL DE
...
1907
Los autores del atentado que la historia guatemalteca conoce por "de la bomba" fueron jvenes y de la clase ms alta y culta. Enrique Avila Echeverra, Jorge Avila Los cuatro ms importantes tenan ttulos Echeverra, Julio Valds Blanco y Baltasar Rodil Hombres ntegros, universitarios y haban estudiado en Europa. al volver a su pas chocaron con el medio ambiente; sus nimos no conceban que un dspota sojuzgara en tal medida a los guatemaltecos hubieran aceptado acaso una forma de gobierno tirnica; pero progresista y generosa; la concepcin de la tirana benvola que estaba entonces en boga. Analizaron a Cabrera y no encontraron en l sino una baja mentalidad y una espiritualidad an ms baja. Lo declararon entonces mediocre; se equivocaron: aquel hombre tena una extraordinaria voluntad de dominio, mal
Los iniciadores de la intentona contra Cabrera, no comel sometimiento; se decidieron a actuar enrgicamente. En cuanto al modo de operar, se discutieron muchos proyectos que fueron sucesivamente rechazados el primero, la revolucin organizada en el exterior, se haca imposible despus de las estipulaciones del "Marble Head"; acababa de fracasar en 1906 el ms fuerte movimiento de esta naturaleza. Un golpe de mano que se llevara a cabo por ellos mismos, disparando al paso del tirano sobre ste y su comitiva, aunque fu preconizado por varios de La sublevacin ellos con enardecimiento, fu tambin rechazado. de un cuartel con los tenebrosos procedimientos de don Manuel pareci peligrosa e ineficaz aceptaron, no sin muchas oposiciones, la opinin del que tena ms fuerte personalidad, quien eligi una bomba de dinamita como el mejor medio bastaba oprimir un botn, en el extremo de una instalacin elctrica, para que estallara al paso del mandatario.
prendieron
: ;
;
Mucho cost llevar a la prctica aquel proyecto conseguir elementos necesarios, de poco "uso, sospechosos en s mismos y difciles de obtener en las cantidades precisas, fu el primer
;
los
170
un
mecnico para que adaptara una caja de caudales al nuevo uso que se le quera dar; se compr la complicidad del cochero presidencial; y por ltimo, y no fu lo menos difcil, se tom posesin de las casas ms indicadas para establecer en ellas la base de operaciones. Se construyeron varias bombas. Una fracas otra no se hizo estallar nunca; slo una explot al paso del presidente. El cochero, de unos cuarenta aos, moreno, pequeo de cuerpo, con bigotitos indgenas, era bragado, decidido, un tipo muy corriente en el pueblo guatemalteco. Cabrera, incapaz de sentir benevolencia por nadie y partidario de los procedimientos duros cuando no necesitaba ser untuoso, lo haba ofendido varias veces, y como todos los subordinados del mandatario, senta rencor contra ste. Entr al complot, ms por ese amor a la aventura tan comn en el pueblo, que por ambicin de la ingente cantidad
;
que
le ofrecieron.
Lo sedujo
el
vuelta en el misterio, la gracia y las maneras simpticas de los conspiradores y el prestigio que, para aquella nima primitiva,
les
peligro.
daba su valor, su juventud, su arrogancia y su desprecio al Los conjurados ya conocan aquel espcimen de hombres: exponan la vida por mucho menos de lo que ofrecan los revolu-
cionarios.
Despus vino la inquieta espera; en los tardos preparativos haban ya pasado varios meses la conspiracin trascenda ya estaban en su secreto muchos hombres y muchos ms, en gran nmero, saban vagamente que en aquellos das se iba a atentar contra la vida del presidente. En vano la carretela de uno de los mdicos complicados, estacionada a poca distancia de la mansin presidencial, aguardaba la salida de su dueo con rumbo hacia el sur, que era la direccin requerida; pasaban los das y la coyuntura favorable no se ofreca; finalmente, alguien dio la seal
;
El presidente Cabrera era en aquellos das un hombre maduro. La costumbre del mando lo haba revestido de cierta
En aquella suave maana de abril subi coche con inusitada energa; estaba alegre, lo que sola pasar pocas veces y sembraba mayor temor en el nimo de sus oficiales
apariencia de dignidad.
al
lo
hijos.
El gobernante no fu prdigo en
ECCE PERICLES!
171
al joven,
que lo hiciera cambiar de asiento y colocarse a su lado. Los ayudantes rodearon el carro y emprendi ste su marcha. Cercana a la casa del complot haba una taberna y a la puerta de ella algunos borrachos producan
l,
escndalo.
indic el sitio
en que deba parar pero los animales no obedecieron a las riendas o su nimo sobrecogido tuvo las inhibiciones del miedo, lo cierto es que una de las ruedas se acerc tanto a la acera de la calle, que el jefe de Estado Mayor tuvo que subir su caballo sobre ella para proteger a su amo de los beodos que podan muy bien albergar una intencin hostil; el carruaje traspuso algunas pulgadas la lnea de muerte. En aquel instante explot la bomba destrozando el asiento del cochero y el que daba frente a Cabrera y en donde unos momentos antes haba estado su hijo. El cochero fu despedazado nunca previo tal peligro pues se le haba dicho que Cabrera sera blanco de certeros rifles. Los dos viajeros y la mayor parte de los que componan el cortejo presidencial rodaron por el suelo al impulso de la explosin. Cabrera fu el que primero se levant envuelto en polvo y ayud a levantarse al jefe de la Plana Mayor; Cabrera tena un revlver en la se irguieron los dems cados. dominaba mano, su emocin tratando de aparecer sereno; pero una implacable decisin de venganza y de lucha se vea en sus ojillos duros. Uno de los conspiradores pas entonces a su lado; su mano dentro de la bolsa, tambin oprima el gatillo de un revlver; pero vio los ojos de Cabrera al saludarlo y tembl. Sigui su camino sin poder llevar a cabo su intento de darle muerte. Los que entre el nmero de los conjurados haban sido elegidos para rematar al mandatario si quedaba vivo despus del estallido de la bomba, das antes se haban disgustado con el resto de sus compaeros, que los acusaron de haber cometido una peligrosa indiscrecin. La acusacin no medr, porque su reconocido valor y nobleza alejaba la idea de toda infidencia por su parte; pero bast para enemistarlos con los conspiradores no tomaron parte en las ltimas entrevistas, no supieron las resoluciones adoptadas en ellas y a ltima hora no pudieron cumplir su cometido. As se salv Cabrera por una circunstancia fortuita, como por otra no menos aleatoria se haba salvado su hijo.
;
172
En
ticia
:
mismo
da encontramos la no-
"A
ocho de
la
maana de hoy en
ocasin en que
el
Seor
Presidente sali en carruaje de su casa de habitacin y se dirigi hacia el Sur, una mina cargada con dinamita y puesta en ejercicio
la 7-
Av. Sur
La detonacin fu espantosa y
se oy en toda
ciudad resultando herido levemente el Jefe del Estado Mayor General Jos Mara Orellana y muerto el cochero Patrocinio Monterroso as como uno de los caballos que tiraban el coche. El Presidente ileso y con el valor y la serenidad que le son proverbiales, tom del brazo al general Orellana y regres a pie a su casa".
XVII
UN HURACN DE ESTUPOR Y DE PNICO
Inmediatamente empez
poca edad y mujeres. Cabrera crey que
esta vez
asilo a los
...
la represin
el
que haban intentado matarlo, y el ministro de relaciones, Juan Barrios M., manifest a Gamboa que tena informes de que l los albergaba, aunque su crimen era de orden comn, en la legacin y que esperaba que los pusiera a disposicin del despacho a su cargo. Gamboa, en una indignada misiva, calific de "magna ofensa" la ^ue se le infera al osar acusarlo temerariamente de tal cosa, pues l antes hosped con jbilo a los opositores y desafectos de Estrada Cabrera, pero de esto a ocultar reos de delito comn haba tal distancia que acaso su respuesta debiera
limitarse a exigir sus pasaportes y regresar a
para que las autoridades guatemaltecas pasaran a su casa a cerciorarse de lo delirante de la imputacin. La tormenta se conjur
tal
permiso y se apresur
Despus de anotar
diario
tales hechos,
contina
Gamboa en
su
jECCE PERICLES!
"1 de
173
y
el
la
mayo. Indescriptible la fisonoma de la ciudad de sus moradores nacionales y extranjeros; predomina terror, muy justificado por cierto, y le cuentan a uno cada
que hace dudar del equilibrio mental de los narradores ... Lo que s sbese a ciencia cierta es que los autores del atentado no aparecen por ninguna parte, no obstante la bsqueda minuciosa y cruel llevada a cabo sin miramientos ni paos calientes, por los mejores sabuesos en que este gobierno abunda. Ha habido incontables apreespecie,
hensiones.
Al sentarnos a comer, llamaron desesperadamente al zagun de la legacin. Yo mismo sal a abrir, pues tem que
fuera
lo
que
fu,
una de las mejores familias de de la nota de relaciones, Guatemala^ que cuenta varias por ese estilo en su buena dos vrgenes no mayores de veinte sociedad, buena de veras aos, un rapaz que frisar en los 14 15. Su pobre madre,
desde
la puerta' entreabierta
de su casa, frontera a
.
la legacin,
me
los
Slvemelos,
catear!.
.
don
Federico,
que
van
venir
Ellas y l estn transidos de pavor^ plidos, llorosos, apenas pudiendo hablar. Desde luego los recib, aunque me ocurri que el chico se volviera a acompaar a su madre y a su abuela, encamada desde hace tiempo, vctima de sus muchos aos y de una dolencia cardaca que obliga a sus hijos a ocultarle y paliarle cualquiera emocin honda que podra matarla de golpe. Vulvete t pues nada podrn hacerte, y le dije eres en estos momentos el nico hombre de la casa. An no nos levantbamos de la mesa, cuando los ruidos de la calle se apagaron del todo es de rigor que un silencio imponente acompae y denuncie los atentados policacos, ve-
cinos y transentes se esquivan o se encierran nos anunci que el cateo estaba llevndose a cabo... A poco, hecha un
,
174
Se abraz a sus
hijas,
(Dulce guatemalismo
los
ste,
con
el
muchachos de po-
cos aos).
yo, interiormente,
me
lamentables
responsable de ese acto brbaro que quiz vaya a tener consecuencias. La seora no haba probado
bocado en su casa ni quiso probarlo en la nuestra. Siempre abrazada a sus hijas, fu y se arrodill en el reclinatorio que mi mujer tiene en la habitacin de nuestro Miguelito. que si quieres Sal a tomar lenguas No hay alma en las calles, y en el club se encuentran tres o cuatro socios, en Cuntanse horrores, se ha aprehendida a el colmo del terror. siniestra, tmense diestra y quin sabe qu horrendos castigos. Llega N. N., que vive al lado de la direccin de polica, y nos asegura saberlo de labios de uno de los verdugos al pobre chico sobrino de los Avila le aplicaron espeluznante tormento al propsito de que confesara dnde estaban sus tos. Malamente haba de haber confesado lo que a la fuerza tiene que ignorar acaso los que cometen un atentado de semejante
! . .
naturaleza, confan ste y sus proyectos e itinerarios ulteriores a una criatura de catorce aos?
. .
hasta que no
estoicamente;
desmay
el
al
sentido!
all
se
volverlo en
ponerme
. .
que yo me s. Vuelvo a casa, y la infeliz seora no ha variado de postura; contina de hinojos, inmvil, sin llorar ni despegar sus labios, sus ojos secos y desorbitados mirando Dios sabr adonde... Ojal que no sea, dada la doble vista que todas las madres atesoran, hacia donde su hijo se halla en peligro de quedar invlido para toda la vida!"
en ms de un
sitio
lECCE PERICLES!
175
XVIII
queran que les trajera cianuro de mercurio
y Francisco Valladares escaparon por los barrancos de Corona, camino de Chinautla; Adolfo iba disfrazado de mujer. Valladares de albail italiano; al dar un paso para subir al ferrocarril en Guastatoya se le vieron a Adolfo los pantalones que se habia dejado bajo las enaguas; esto los denunci en tal forma que fueron presos por una escolta a las rdenes del general Enrique Aris en la ciudad de Zacapa; los Prado Romana, Felipe y Rafael, buscaron la frontera de El Salvador, marchando de noche, en cortas jornadas, para evitar los retenes puestos en las gargantas de las montaas se extraviaron muchas veces; cansados, enfermos, se refugiaron en un rancho; el ranchero los denunci guardaron prisin hasta su muerte. Aquellos que estaban ms comprometidos, los que haban hecho de jfefes, no podan ser hallados. Cabrera puso precio a su vida. A pesar de la tentadora oferta pasaban los das y no se les
los conjurados,
De
Juan y Adolfo
Vteri
encontraba.
Los cuatro conspiradores principales hermanos Avila EcheBlanco y Rodil, estuvieron algn tiempo en casa de Francisca Santos, que haba servido a los Avila Echeverra; pasaron a la casa de la seora de Romana; se creyeron seguros en la legacin de Espaa, donde los asil la esposa del ministro, don Pedro de Carrera y Lembelle, que se encontraba ausente pero entre otras causas^ porque alguien les afirm que se les consideraba vulgares asesinos y se poda gestionar oficialmente su entrega, salieron de ella. Cuenta los sucesos de esos horribles das Gamboa. Acaso en ningunas otras pginas ha quedado como en stas lo que fu el despotismo de Estrada Cabrera. En ellas el poeta da la respuesta a la interrogacin que se formularon los guatemaltecos: cmo miembros honrados de familias ejemplares acudieron al homicidio para librarse de Cabrera?
:
verra, Valds
de mayo de 1907, Telefonema tempranero y rurge muchsimo que vaya yo a verla esta misma tarde, al obscurecer, cuando regrese de mi vuelta diaria por el Paseo de la Reforma al que sin falta concurro, no con mi
".
.
.2
pido
que
le
176
mujer y mi
do,
hijo, sino
el
cnsul y mi cuasi
cochero, por
se
registra
amo
o de generacin espon-
lo
or es-
de esa seora,
MI DIARIO salga a luz, que cuando ya ningn riesgo ni responsabilidad alguna se le seguirn a ella, a su esposo ni a sus dos hijas, con que los pocos o muchos que me lean se enteren de que en tierra extraa, exponindose a incalculables peligros, hubo una mujer, mexicana de pies a cabeza por aadidura para nuestro mayor orgullo que prefiri salvar a un grupo de caballeros bien nacidos, quienes por libertar a su infortunado pas de ominoso despotismo lo arrostraron todo, hasta bajar al atentado y sacrificar sus vidas, como probablemente irn a sacrificarlas, antes que negarles momentneo asilo bajo el mismo techo que ampara el pudor y la pureza de sus hijas adolescentes, y su propia fama sin mcula, de dama irreprochable y perfecta
que
el
presente tomo de
ello ocurra,
casada.
Ah, hay que ser testigo diario de lo que es y lo que hace una de estas tiranas absolutas y salvajes de nuestra
Amrica para explicarse, as en el terreno rido de la idea pura se condene el hecho, que personas cultas, acomodadas y de buenos paales, desciendan hasta la perpetracin de un delito del orden comn, con el patritico propsito de que su
pas y quienes a ellos los sobrevivan, al fin respiren a sus anchas y reivindiquen el derecho natural que asiste a todos
los
hombres de
esclavos o
ser tratados
como
mo
como
parias!
tales hombres y nunca coHasta santos de verdad, han autores de determinados aten-
El da del atentado, 29 de abril, se impuso del sucedido a poco de consumado. Orden en estos momentos su esposo anda por Europa un mayor cuidado a la servidum-
bre,
ECCE PERICLESI
177
darse en casa.
te,
La maana y parte de
la visita
que
le hiciera al
anochecer
la
linajuda seora
vecina pared de por medio-^, respetabilsima anciana guatemalteca que por su prestancia, simpata y seoro, su espiritual y valiente intransigencia con
dia, a "estos panteristas
Romana
su
la
cuando no puede hacer cosa de mejor enjunque estn acabndose a Guatemala" (sic), evoca las marquesas espirituales e irreducibles del 93, que frente a la misma guillotina supieron sonrer y decir meque
satiriza,
dems gente
la
seora
de^
Romana
"
Jugndome
la
alguno ni humano ni divino, la de mis hijos y mis nietos, desde ayer tengo en casa a los autores del atentado contra Cabrera. Por un puro milagro, la polica no me la ha cateado, aunque de memoria sepa el gustazo que me dara ver colgados a la partida de picaros que estn tiranizndonos. Sin embargo, lo que no ha sucedido hasta ahora, puede suceder de un momento a otro, ya me ech a la cara inquietantes rondadores... Yo no poda rehusarles a estos muchachos el refugio que me pidieron, porque a los Avila los he visto nacer No tienen y su pobre madre es mi amiga de Ja infancia. escapatoria y se hallan resueltos a morir matando... Si usted quisiera, mi buena amiga, usted s que, por lo pronto es la nica que podra salvarlos... S, s, no se me asuste... La casa de usted por el carcter diplomtico de su esposo, inviolable, es y adems, nadie sospechar que usted les tendi su mano ni por poco tiempo, un da, dos, los menos posible, que Haga usted esta obra ni ellos ni yo hemos de comprometerla, de misericordia, hgala por las hijas de usted y por los hijitos de ellos. Se pasarn por la azotea, en cuanto anochezca, y se le irn muy pronto. Usted ignora que esta casa tiene un escondrijo secreto, que voy a ensearle. Verdad que s accede? que no va a negarse?..." Y le descubri el escondrijo, en un testero del saln: amplia estancia hbilmente tras un gran disimulada
.
.
,.
mueble
178
C.
sus argumentos y palabras hasta sus lgrimas!, que se allan Y a poco, despus de que hubieron alojado a la seral cabo.
vidumbre y a
las dos nias, los cuatro prfugos, a rastras por los tejados, se descolgaron uno a uno. "Y aqu estn, Gamboa, y quieren hablar con usted,
y yo quiero que usted me libre de esta pesadilla. ." Como el tiempo apremiara, Fidel Rodrguez Parra, a quien ped me acompaase a la visita, y yo, movimos el armatoste que ocultaba la entrada del escondite y penetramos en la
.
habitacin secreta.
Fu
pattica,
con vistas
crimen y a
la
muerte.
Los informes de
hermanos Avila Echeverra, Enrique y Jorge, abogado aqul y mdico ste; Julio Valds Blanco, mdico tambin, cuado de ellos y padre de las dos
del delito abortado eran los dos
chicas refugiadas en nuestra casa; y Baltasar Rodil, ingeniero Su quinto comelectricista y autor de la mquina infernal.
acert
de la formidable exploescapar en sin, testigos, policas y responsables perdieron la cabeza... No era ocasin para reproches ni filosofas baratas. Los cuatro hombres mirbanse hondamente demacrados y prueba inequvoca de que no eran crifuera de sus quicios, minales de profesin ni muchsimo menos y nuestras palaAvila y Julio (Fidel tuteaba con Jorge se bras y las de ellos Valds, porque juntos hicieron la carrera en la Facultad de Medicina), resultaban breves, precisas, con resonancias extraas... Cuando un asunto reviste gravedad tamaa, todo lo que se habla suena a irrevocable y definitivo: bajo su honor, se marcharan cuanto antes de esa casa caritativa; estaban
su bicicleta
raz
cuando a
juramentados para mutuamente matarse, formando un crculo y apoyadas las bocas de sus revlveres en la sien del vecino, morir todos a un tiempo, antes que caer vivos en poder de Y me desgarraron el corazn con sus ltimas voCabrera. luntades que me formularon despacio, perdidas sus miradas en quin sabe qu cuadros y paisajes de dulzura hogarea, convencidos ntimamente de que, salvo un prodigio poco pro. .
lECCE PDRICLES!
bable,
179
aunque ahora
contados.
anillos,* re-
besaron medallones oxidados con retratos familiares, y entregaron todo, el ademn sereno, sin jactancias ni bravuconeras, las voces masculinas, apenas empaadas de emocin sofocada... "Para mis hijas!"..., "para mi madre!"
bello,
me
lo
..., "para mi mujer!"..., "que nos perdonen!"..., "que nos recen!". ., "que se lo oculten a mamaita, por su enferdijronme, especialmente, los hermanos Avila. medad!"..., Titubeante cual si hubiese apurado ajenjo y a punto de romper en sollozos, cargado con esas prendas sagradas, sal a esperar a Fidel, retenido por ellos, despus de nuestra despedida muda en el saln en que me aguardaba, impaciente y trmula, la seora de C, a quien tranquilic desde luego sus comprometedores huspedes no la acongojaran por mucho tiempo. Ya en la "victoria" que nos devolva a la legacin, in.
terrogu a Fidel:
"
les trajera
XIX
Y ESA FUGA DANTESCA DE LOS PERSEGUIDOS
.
.
Contina
Gamboa
"5 de mayo.
!
Para conmemoraciones patrias tengo el Agobiado de quehacer inaplazable, estamos trabajando en la cancillera hasta bien sonada la media noche, confirmando mensajes telegrficos, redactando notas reservadas y extenssimas. La ciudad, colgada de crespones, y sus desdichados moradores, pvidos ante represalias, aprehensiones y castigos a diestra y siniestra. Nuestra casa, empapada de lgrimas que vienen a verter madres, esposas e hijas atribuladas que me ruegan en todos los tonos salve yo y defienda
nimo
180
Y cmo?...
me
pregunto.
Ni
del
Cuerpo diplomimpertinente,
extranjero,
tcnicamente
persecucin es slo contra los nacionales!... Por de contado estas cosas, creeranse que se evaporan y difunden en la atmsfera, como los teres, aunque muy bien tapados se los tenga ya es del dominio pblico
supuesto que
extrema tirantez de las relaciones entre Mxico y Guatemala; y. Dios me lo perdone, pero sospecho que, con raras
la
las
de pensar en la desde antenoche a salto de mata, errantes por esas calles en cuanto la luz del da se hunde tras de la sierra, en busca de un agujero dnde esconderse hoy para seguir maana lo mismo, hasta que no les echen el guante y los ultimen en medio de quin sabe
suerte que aguarda a los autores del atentado,
qu tormentos refinados y espeluznantes, segn ha de suceder. El gobierno, para que no se le escapen, ha puesto en planta un procedimiento infalible tropas y polica han cercado la ciudad ntegra, a partir de la barranca circular, que a modo de garganta, diz que defiende a la vetusta ciudad de Santiago de los Caballeros de que alguno de los espantosos sismos que padece la destruya y aniquile; la tal garganta ha de amortiguar los estremecimientos telricos. A partir, pues, de esa barranca, tropas y polica han tendido sus redes que, minuto a minuto, van estrechndose previo registro escrupuloso de campos y arrabales mata por mata, casa por casa, sementeras, recodos, oquedades, palmo a palmo, pulgada a pulgada. Y ay del que se resista, del que engae, del que huya, del que palidezca y, sobre todo, del que ayude o esconda a los fugitivos Se imaginan ustedes el terror de las gentes, la certidumbre de los prfugos que saben que cada instante que transcurre ms los acerca al tormento y al patbulo, convencidos de que nadie querr ocultarlos, procurarles un disfraz, apagar su sed y calmar su hambre?. Desde antenoche, que esto de volar me avisaron que los pjaros haban volado es un puro decir mi sueo se trunca y, en la tiniebla de
. . : !
.
ECCE PERICLESf
181
no ceso de imaginar su peregrinacin trgica, pegados a los muros, maldiciendo de la luna y los focos del alumbrado, sin hablarse, sin fumar, amparndose en los vanos de las puertas, en los salientes de los edificios, mal comidos, peor dormidos, rogndole a Dios que no amanezca. .. Sin embargo, por ser hoy la fecha que es, desde temprano se iz nuestra bandera y he recibido, a maana y tarde, las agrupaciones de nuestra numerosa colonia, armadas de estandartes y de discursos que hay que contestar, y de abrazos y apretones de manos que tambin hay que "reciprocar" por las propias consonantes, asi que las copas han vuelto vacas a las bandejas, y de que ellos y "su" Ministro las apuraron por la felicidad de la tierra que muchos de ellos no han de volver a ver nunca. Luego, la visita de los funcionarios del gobierno y la de los colegas, a los que tambin es fuerza obsequiar, y rer, y responderles en tesitura oficial a los unos, y en tono cosmopolita a los otros; tono y tesitura que, bien mirados, no valen un comino. Por remate, la serenata de costumbre, afuera, que la banda marcial ejecuta a maravilla; y adentro, la comida que desde hace lustros ofrece la legacin a lo mejorcito de la colonia, entre quienes figuran excelentes y muy queridos amigos mos, con los que discretamente comento el curso de los sucesos y esa fuga dantesca de los perseguidos."
cuarto,
mi
la
Por decreto legislativo de 7 de mayo de 1907, se prohibi importacin de explosivos sin autorizacin de los ministerios de
fomento y guerra.
.
XX
.
.
Los Avila Echeverra, Rodil y Valds Blanco, por ltimo se refugiaron en la casa nmero veintinueve del callejn del Judo,
frente al Cerrito del Carmen, donde viva la noble seora doa Rufina Roca de Monzn con sus hijos y algunos criados. Los escondi en el segundo piso para que no se enterara de su presencia
182
servidumbre. Proyectaban escapar, confundidos entre los trabajadores de una finca poseda por la seora de Monzn; el coronel y doctor don Mateo Morales les proporcion generosamente los papeles de cuatro de sus mozos e iba a darles momentneo abrigo en su propiedad rstica. El hijo menor de doa Rufina enferm de gravedad y el
la
el
peligro,
baj para
Lo
vio
una de
las sirvientas;
oficial del Fuerte de Matamoy se veng relatando a su novio ros que su patrona esconda a un amante; el oficial sospech la verdad y delat el hecho al mayor del cuerpo; como ste no dio importancia a la noticia, se la refiri al comandante del fuerte, quien la transmiti inmediatamente a Estrada Cabrera, En la madrugada del veinte de mayo de 1907 toda la plana
ms
tarde fu reprendida
mayor del tirano y sus ms altos esbirros rodearon la manzana y procuraron prenderlos. A las tres de la maana el doctor Julio Valds Blanco, que haca guardia, escuch los fuertes llamamientos de los aprehensores y que la duea de la casa les peda algunos momentos de espera; no se los concedieron; derribaron la puerta a culatazos y empezaron la subida de la pina y estrecha escalera que conduca al segundo piso; su jefe, el coronel Urbano Moreno, iba adelante; con toda insolencia quiso aprehender a Valds Blanco por un brazo ste le cort la vida de un tiro; rod, cubriendo por completo el paso y obligando a los asaltantes a retroceder; disparaban stos sus fusiles contra los sitiados, que les respondan certeramente con sus armas de fuego Rodil era el que haca los mejores disparos. Los sitiados se defendieron bravamente, a pesar de que los rodeaban fuerzas del batalln nmero tres, reforzadas ms tarde por numerosa tropa, comandada por el general Jos Flix Flores. A las seis de la maana se encontraron sin cartuchos y fatigados al extremo. , Nos entregamos vivos? interrog Avila Echeverra. Nunca respondi Baltasar Rodil. Entonces al suicidio afirm el doctor Valds Blanco. aplicaron los Se revlveres a las sienes y dispararon. Cayeron fulminados. Cuando cesaron los disparos, la guardia no supo qu hacer de momento: conjeturaban una sorpresa; por ltimo avanz, temerosa slo encontraron cuatro cadveres con los ojos
;
'
abiertos.
lECCE PERICLES!
183
Los cuatro hroes "vendieron sus vidas a muy aho precio y con todo no al precio que valan", segn, con frase hermosa, dijo un annimo cronista de la poca. Cabrera tuvo miedo de que el sentimiento popular colmado desbordara en un movimiento formidable, al pasar el fnebre desfile de aquellos restos, como un estandarte de revuelta; y orden que se les enterrase secretamente. Los hermanos Avila Echeverra metidos en un embalaje comercial, Valds Blanco en un cajn de fruta, Rodil en un tonel de vino, fueron conducidos a la fosa comn. Leamos de nuevo a Gamboa, que lo merece. Qu bien est en su diario el ambiente guatemalteco de aquellos das
la heroica defensa.
". .20 de mayo. Muy temprano, la noticia trgica: hoy pusieron fin a sus vidas acosados y en lenta agona, los cuatro responsables del atentado... Los detalles, paran los pelos de punta resultan ms dignos de Esquilo que de Dostoiewski
.
;
despus de hacer, con visibles resultados mortfetos, varias descargas cerradas con el par de revlveres que cada uno empuaba, sobre la tropa que, descargando a su vez sobre ellos las balas de sus fusiles, penetraron a aprehenderlos como si se tratara de aduearse a sangre y fuego de una posicin enemiga, cuando ya no contaban ms que con el ltimo cartucho, cumplieron su juramento, se formaron en crculo, sin hablar, recprocamente apoy cada cual en la sien de su vecino la boca de su pistola, y despidindose con la mirada, a un mismo tiempo dispararon los cuatro, y sus cuerpos cayeron para
no levantarse nunca ms. ." Mientras una consternacin general corre las calles, a m viene a darme puntual relacin de la tragedia, nada menos que uno de los mdicos que, de orden superior, acaba de traba.
jar
en
la
Cmo pudieron
estos
nalmente casi
ciudad ntegra, desde el barrio de la estacin del ferrocarril hasta la casa nmero 29 del callejn del Judo, esquina a la avenida de San Jos, por el barrio de la Candelaria, sin delatarse y sin que polica ni tropa les hincara el dienHe ah un misterio que nunca, probablemente, pondr te. .. ? nadie en claro. Dnde se alimentaron, dnde durmieron, si es que a diario tuvieron la suerte de dormir y alimentarse? Al;
184
de
lo
les
brindaron un trago de agua y un pedazo de pan, mullida cama o duro petate para su sueo intranquilo y roto por las pesadillas y las zozobras! Sin identificarlos lo que seria rarsimo,
el
mundo
el
se conoce
caridad cristiana
alimento y
enigma
Ellos que se llevaban no
ms de
murieron
siniestra y desierta de
y de la vida.
el
tras-
ponindolas,
por un mismo patrn: la fachada, inexpresiva, con su zagun y sus ventanas de reja. En los interiores, ms o menos procual longado el portal del zagun; si la casa es pequea a sus medios puerta vidriera que da acceso a la sta lo es sala, y si la tal es aventajada de tamao, sendas puertas a cada lado del portal que en grandes y chicas, primero desem-
boca en uno de los corredores, y luego, en un patinillo o patio a derechas. Las restantes habitaciones, de ordinario en forma de martillo, quedan despus de la sala. A Ibs fondos del patio, recia puerta que lleva al traspatio; y a los fondos de uno o dos pode ah que se le llame "altillo" ste, en alto trebejos... bres cuartos para sirvientes y .Gran regocijo en las alturas gubernativas, cuando se supo dnde estaban. Los sucesos desenvolvironse co^ rapidez suma; cercronse barrio y casa; el subsecretario de la del guerra, un tal Letona, muy adicto a Estrada Cabrera encabez y dirigi en perque ha sido secretario particular sona la maniobra que cerr a los fugitivos hasta las menores hendiduras por dnde escapar. Anoche, los sitiadores resolvieron dar el asalto y se cree que los ltimos preparativos para sorprender en su sueo a los regicidas frustrados, sembraron la alarma en stos y les permitieron apercibirse segn
lECCE PDRICLES!
se apercibieron.
185
La tragedia
se registr a la
madrugada...
Pobres muertos y pobres de sus familias! An no repuesto de la impresin, nueva tragedia, que Njera y De Pindther me pormenoriza, todava desencajado, pues hubo de presenciarla a su paso para la legacin, viene a acongojarme ms an; don Eduardo Rubio Pilona, un anciano perteneciente, lo mismo que los suicidas, a familia patricia, iba a ser aprehendido dentro de su casa por N. Paz, el comisario de polica de la primera seccin, escoltado de muchos agentes sin duda temeroso Rubio Pilona frente a la tortura y dems prcticas infamativas que sistemticamente siguen a
;
matar a su aprehensor y buscar fuga por los tejados de su casa, en los que dironle alcance, en medio a golpe de disparos y voces, y all se lo llevan, al calabozo y al potro, brutalizndolo sin piedad en plena
calle ...
Como en tantas ocasiones anteriores, vuelven las lgrimas de ejemplares damas guatemaltecas, muy de cerca emparentadas con la Santa Tecla que sigui al Apstol de las Gentes, por la decisin y virtud acrisolada que les adorna, a santificar las paredes de la legacin de Mxico Vienen a pedirme Dios se los pague a todas que en su nombre interceda yo cerca de Estrada Cabrera, por que ste revoque y anule la orden brbara de no entregar a sus familias los tibios cadveres de los cuatro suicidas y de otros sacrificados hoy, aqu denominada La que ya sepultaron en la fosa comn del cementerio general. Isla Requera mi sombrero, cuando, horrorizado, se present D'Arlot, actual encargado de negocios de Francia, a quien con splica idntica estuvo a verlo una pobre viuda. Vino D'Arlot a solicitar mi compaa para intentar la espinosa
gestin.
Lo que las apariencias nos engaan! Nunca hubiralo credo susceptible de conmoverse hasta esos extremos Soltero l, sano y jovial, con aspecto frente al dolor ajeno. de Jouisseur a la moda del cura de Meudon, gratuitamente supuse que se la pasara maldiciendo de ste su "tropical destierro", y que en vez de exponer su tranquilidad de hoy y sus ascensos de maana, con intervenciones por el estilo de la que ahora realizar conmigo, estara contando los das y los
'
186
narlo oh,
sola condicin
demanda. " Una no haya velorio, en el sentido de reunin de parientes y amigos; que los velen, si gustan,
un
agregque
pero a solas y a puerta cerrada. .. La situacin es delicada y hay exaltacin en muchas personas partidarias (?) del gobierno... que maana, muy de maana los sepulten sin
ostentaciones ni
muchos
dolientes
Voy
nada
ms (recalc con energa) sacar sus cuerpos de donde sin mi permiso los echaron. ." Habamos puesto una pica en Flandes Regresamos a casa con la noticia consoladora, y las atribuladas damas resolvieron, all mismo, consumar la estupenda hazaa de ir en persona a identificar y desenterrar a sus muertos...!!! Me rehus a acompaarlas como me lo pedan; mis pobres nervios no hubieran sabido resistir la macabra escena... Poco antes de la media noche, alguien que asisti a ella vino a puntualizrmela; el grupo de seoras lleg al cementerio, guarnecido de tropa y agentes de polica a las rdenes del siniestro Chacn, all presente. Y con l, los sepultureros y un grupo de hombres armados encaminronse hasta La Isla, alumbrada la procesin con teas y linternas. Llegados a la fosa comn, los sepultureros excavaron en la tierra, todava medio floja; y las seoras, de rodillas
.
iBCCE PBRICLESi
187
para mejor distinguir a los muertos amontonados que la excavacin iba dejando al descubierto, principiaron el espeluznante examen de los ttricos despojos hasta no dar cada una de ellas con el amado cuerpo en cuya busca tenian emprendida tan aterradora caminata. No hubo desmayos, ni aspavientos, ni gritos; el corazn femenino, que es el corazn ms fuerte y valeroso que se conoce cuando las circunstancias asi lo requieren, venci a las delicadezas y debilidades propias del sexo. Todas serenas Dios sabr a costa de qu esfuerzo
supremo
es
fama
,
me
lo
asegura mi informante, conmovido y trmulo que algunas de las fieras armadas que las custodiaban, ganadas por la emocin, apartaron sus ojos de aquel espectculo que ni Dostoiewski pint nunca en las pginas de sus libros
tas
ms
veris.
y despiadados, ni en las de "La Casa de los Muertos". Luego, la segunda parte, peor si cabe que la primera: all, sobre el hmedo csped, sobre el fango, amortajaron los cuerpos acribillados a tiros y an goteando sangre los besaron piadosamente y tuvieron que ver cmo eran echados dentro de unas carretas tiradas por bueyes, que, al fin, los condujeron a sus sendas moradas, donde, a la hora de sta, han de estar velndolos en secreto, a puerta cerrada y encomendando sus almas a Quien todo lo puede, con plegarias musitadas en voz muy tenue, para que los espas, afuera, no vayan a profanar e interrumpir su dolor y su duelo ... Das como el que hoy hemos vivido, valen por un puado de aos!"
A raz de la muerte de los cuatro principales conjurados se apres a muchos otros seres inocentes, entre ellos al coronel y doctor Mateo Morales por haber proporcionado cuatro citas de sus mozos a los sitiados y brindarles hospedaje y al doctor Fran-
Ruiz porque cortejaba a una prima de Valds Blanco. Rafael Madrin fu el nico de los principales conjurados que pudo escapar; estuvo primero asilado en una casa por el Santuario de Guadalupe, de donde pas a otra familiar y muy cntrica, vestido de mujer; huy ms tarde a El Salvador, por extravos, guiado por un antiguo servidor de la casa, que pag muy caro su
cisco
.
188
honrosa accin: preso y atormentado, al ao de martirio* se arroj desde una de las ventanas ms altas del convento de San Francisco, convertido en crcel. Cuando los guatemaltecos reconstruyeron los hechos, con pasin buscaron los retratos de los cuatro hroes muertos en el callejn del Judo, y los obtuvieron los hermanos Avila Echeverra y Valds Blanco tenan patricias figuras, ojos hermosos, facciones correctas, narices aguileas; los tres fueron de estatura alta y tez
:
blanca^
el
ms
era cenceo, de pequeos bigotes, de regular estatura y color moreno; pero los cuatro proceres eran de noble apariencia y los cuatro posean
todos les
bomba;
Julio, el
de
la
voluntad inquebrantable;
en
el
mismo
da de su muerte.
Los restos del cochero diz que tuvieron un extrao destino. Cabrera lo crea muerto a su servicio y los mand honrar sobremanera, oficialmente la aduladora turba cortesana aprovech la ocasin. Los secretarios de estado mismos cargaron el atad. La por viuda fu objeto de la escasa munificencia del mandatario decretle 7 de mayo se les concedi una pensin a ella y a sus hijos y estimulada por ella y agradecida, le llev a don Manuel todos los papeles de su marido que no haba podido leer, pues era
;
analfabeta.
Por la correspondencia del difunto servidor se enter Cabrera, no slo de que haba sido cmplice del atentado, sino, lo que era ms grave, de los nombres de muchos cuya participacin haba ignorado hasta entonces. Y la venganza del mandatario, que no pudo llegar al vivo, se encarniz con el cadver. Lo mand a sacar del suntuoso mausoleo que le haba destinado, para ll'evarlo a la fosa comn de La Isla. Los ministros no supieron cmo hacer olvidar que lo haban llevado sobre sus hombros.
lECCE PBRICLES!
189
XXI
ES
LA GUERRA, VERDAD?
En este mes de mayo recibi el representante de Mxico en Guatemala un telegrama ordenndole trasladarse al "Tampico" tan luego como este barco de guerra mexicano llegase a San Jos para conducirlo a El Salvador, donde recibiria instrucciones. Debia deen poder del cnsul Rodrguez Parra, como encarde la legacin. Al despedirse Gamboa al da siguiente de Cabrera dio como causa de su partida que la legacin a su cargo estaba por igual acreditada en Guatemala y en El Salvador, donde haca tiempo que no radicaba. El presidente le contest, abrazndole, que Guatemala toda considerara fecha de duelo aquella en que l partiese, y que ya haba pedido al General Daz lo dejase en el pas, al que mucho perjudicara esa medida radical de su ausencia. La ciudad se alarm al conocer la noticia. Los comercios entrecerraron sus puertas y muchos amigos preguntaron a Gam?" boa "Es la guerra, verdad? Cundo se marcha usted. Por ese tiempo visit al gran escritor mexicano, Javier Larrea, empleado superior de correos en Mxico. Porfirio Daz haba desconfiado de la inviolabilidad de la valija diplomtica en Guatemala y se lo enviaba con pliegos reservadsimos; haba viajado a pie, a caballo, en ferrocarril y en buque fingiendo ser un viajante francs de comercio. Refiri que Mxico arda y que todos pensaban que declarara la guerra a Guatemala. Y como pasara una decena de das sin que llegara el vapor anunciado, los guasones guatemaltecos modificaron en una letra su nombre llamnjar los archivos
gado de
dole el "Tampoco".
Al fin lleg el barco esperado. El cuerpo diplomtico y el consular y cuanto en Guatemala vala algo se congregaron para decir adis a Gamboa. Estas son las palabras de despedida del gran poeta mexicano "Jardn de flores y de mujeres virtuosas, patria de vade talentos, Guatemala infortunada donde se meci la cuna de mi hijo, que Dios te salve y te bendiga
lientes y
...De codos en
la
borda,
me
despido mentalmente de
190
humanamente pueden
serlo.
."
.
En
el
se hallaba
incomunicado en
la penitenciara,
porque en artculo
De
versacin que titula de "forzada y sin la anterior cordialidad" con Mximo Soto Hall, que vena de pasajero. Estaba al servicio de
Estrada Cabrera! Cuenta que V. A. P., reconocido espa del autcrata, lo acompa durante todo el trayecto. Revelaba que no haba perdido del todo la vergenza y le inspir conmiseracin.
La guerra esperada por Gamboa, entre Mxico y Guatemala, no se produjo nunca. Cuentan que aunque a Porfirio Daz le pareci un casus helli la muerte del expresidente guatemalteco Barillas, realizada en Mxico por los emisarios de Cabrera, su ministro de relaciones exteriores Mariscal lo disuadi de acometer
a la
hermana
del sur.
argy pero de all regresar la vencemos un general victorioso y con l ya lo sabe usted como buen mexicaun aspirante a la presidencia. no Mova a Mariscal para procurar la concordia, el que estaba sumamente interesado en la nacionalizacin de grandes bienes ex;
Fcilmente
tranjeros radicados en
el
mexicano.
lECCE PDRICLESi
191
XXII
LE
LLAMABAN ENRIQUE
IV
Le llamaban Enrique IV; su caballo andaluz, blanco, con manchas negras y gran melena, pasaba sacando chispas en las piedras de la calle, al mover majestuosamente los cuatro remos encima, con un chambergo parecido al que vistiera el gran monarca francs, campeaba una majestuosa figura, largos y enhiestos los
;
Caballo y jinete se detenan en todas aquellas casas a las que haba llegado la mano de Cabrera para castigar a los que hicieron estallar una bomba en 1907 con el intento de sacrificarlo. El bravo caballero prodigaba consuelo para las almas y cuando era necesario tambin acuda al socorro de los cuerpos; y al hacerlo, por su mente bullan pensamientos incesantes. Los que pusieron la mquina infernal al paso del mandatario haban pertenecido a la crema y nata de la sociedad guatemalteca. Cuatro de ellos honrados, ilustrados, ricos, queridos, haban expuesto la existencia en una suprema partida contra el mandatario y la haban perdido. Cuando gentes de esa elevada talla moral se volvan contra el gobernante, ste sin duda lo mereca. Era as? S: era as. Cada da el apuesto jinete tena nuevos indicios de lo corrompido de la administracin de Cabrera y de lo motivada que haba sido la actitud de los que atentaron contra su vida.
Un
sobre las piedras de la calle e interrog con la mirada a sus compaeros Es do Jos Azmitia que pasa ^le dijeron. Corri a la ventana y lo vio pasar. Algo as como un presentimiento le anunci que all, en la calle, -pasaba un signo de victoria. Se sinti profundamente conmovido.
:
192
XXIII
TENIA
I
SABIO
FAMA DE
cuarenta aos Tcito Molina cuando fu preso del atentado de la bomba. No obstante su completa inocencia, estuvo incomunicado en una bartolina de la penitenciara durante tres meses y sali a pesar de la condena de cinco aos que como jefe de sedicin se le impuso. Don Manuel
los
Bordeaba
desconfiaba de los juristas y por eso fu tan severo con Molina ya por entonces tena fama de sabio. Dice de l Manuel Cobos, en sus memorias:
l.
"Lo nico que hay que mencionar al referirse a Tcito que vivi, para que no se le confunda con el jurisconsulto e historiador romano o con uno de sus descendientes inmediatos. A menos que Tcito lo fuera remotamente por alguno de sus rebisabuelos de ms rancio abolengo, como don Sancho de Barahona o los Hurtado de Mendoza y Lpez de Pealver. Tcito se ganaba las simpatas populares sin esfuerzo,
es la poca y el lugar en
.
.
"Para m quisiera
a perder la
titud.
fama que tiene Tcito Molina; don y sin el Izquierdo, que echan eufona del nombre. La gente le mira con beala
el
ayuda poderosamente a mis paisanos. Tiene una cara interesante. Y luego la indumentaria sella toda apreciacin. Hay un delicioso descuido en el vestir. Se conoce que al ponerse las prendas del traje, lo hace porque s y como caen; en veinte aos que lo trato, no le he visto un terno nuevo. Y claro un hombre que se viste tan descuidadamente debe tener talento de manera indiscutible. En Europa se le tomara por entomlogo; slo le hiHay un grupo de personas ciera falta la caja de archivo. que le quiere con toda su alma y oye su palabra con la uncin que el campesino griego escuchaba a la pitonisa".
este fetichismo de
La
jECCE PE-RICLES!
193
XXIV
ERAN LOS BUENOS TIEMPOS EN QUE UN ESTADO TRIUNFANTE...
de Rusia y convocada por la reina de Holanda, se reuni el 15 de junio de 1907 en el saln de los caballeros de La Haya, con la misin de desarrollar los principios humanitarios que sirvieron de base a la conferencia de 1899. A ella concurrieron representantes de todos los pases de la tierra. Los delegados por Guatemala fueron Jos Tibie Machado, encargado de negocios en La Haya y en Londres, miembro de la corte permanente de arbitraje y Enrique -Gmez Carrillo, encargado de negocios en Berln.
En
mantener
los
la sociedad de lag^ naciones civilizadas, deseando imperio del derecho y fortificar el sentimiento de la justicia internacional; convencidos de que una jurisdiccin arbitral
miembros de
el
extender
seno de las potencias independientes puede contribuir a este una organizacin general y regular del procedimiento arbitral, convinieron en emplear todos sus esfuerzos para asegurar el arreglo pacfico de las diferencias inel
en
una
o varias potencias
amigas y manteniendo permanentemente la corte de arbitraje con domicilio en La Haya". En una de estas convenciones, las concernientes a las "Leyes y costumbres de la guerra terrestre", se estableca "que los beligerantes no tienen un derecho ilimitado respecto a la eleccin de los medios para perjudicar al enemigo ni para destruir o embargar propiedades, salvo que fuese imperiosamente necesario para la guerra; no podran suspender los derechos de los nacionales de la parte adversa. El estado ocupante no se considerara sino como administrador de los edificios pblicos, inmuebles y explotaciones agrcolas. El honor y los derechos de la familia, la vida y la propiedad privada y las convicciones religiosas deberan ser respeta:
194
Eran los buenos tiempos en que un Estado triunfante en mejor de los casos, no haba ganado nada, como lo prob "Abajo las Armas", y en que no se conocan las deportaciones en masa, las expropiaciones, la destruccin sistemtica de la Alemania de nuestros das en los pases conquistados. Se firmaron 14 convenciones relativas al reglamento pacfico de los conflictos internacionales y a limitar en lo posible y regular el empleo de la fuerza. Segn la clebre declaracin de ese congreso "las potencias estuvieron unnimes en reconocer el principio de arbitraje obliSe recomend el gatorio y la limitacin de las cargas militares. establecimiento de una corte de justicia arbitral y la reunin para una tercera conferencia de paz". Todas las convenciones de la conferencia de paz de La Haya, fueron aprobadas por la Asamblea legislativa de Guatemala y el ejecutivo mand que se tuvieran como ley de la repblica.
das".
el
XXV
EL CAPITULO DE LOS SASTRES
FUNDO UN ASILO DE OBREROS, PRETENDIENDO GRANJEARSE SU BUENA VOLUNTAD
.
Hemos visto cmo Cabrera haca trabajar por la fuerza a los menestrales en obras del Estado o de los particulares sin darles remuneracin alguna que valiese la pena. Los ms afligidos por estas tropelas eran los sastres. El 2 de octubre de 1907 stos tuvieron el valor de hacer circular una carta abierta, firmada por un centenar de su. gremio. Los que la encabezaban, Francisco D. y J. Federico Echeverra, fueron inmediatamente aprehendidos y luego,
como
castigo, obligados a
metros que de la conducidos a Lvingston; all se les mantuvo largo tiempo. En cuanto a los impresores de la hoja, Manuel Gutirrez y Rafael Muoz Plaza, purgaron con muchos meses de prisin su delito de haber impreso una "carta abierta". Esta es un documento histrico. Hela aqu;
caminar a pie, descalzos, los 300 kilcapital llevan a Puerto Barrios, de donde fueron
lECCE PERICLES!
195
"CARTA ABIERTA. Seor Presidente Constitucional de la Repblica. Los que suscribimos, amparados por la Constitucin que garantiza la libertad de todos los ciudadanos para dedicarse al trabajo honrado; con vista de que la prensa del pas teme ocuparse de denunciar los abusos de algunas autoridades militares y civiles, recurrimos a la hoja suelta para poner en conocimiento de usted las arbitrariedades de que hemos sido vctimas los artesanos sastres y algunos de otras profesiones, por parte de las referidas autoridades. Comprendemos que las mltiples y delicadas labores de la administracin pblica no permiten a un gobernante el ocuparse por s mismo de observar y corregir los desmanes de sus colaboradores subalternos, y es por esto que ellos se parapetan tras de la orden superior para explotar al artesano, cuando no para satisfacer venganzas personales. Hoy nos hallamos en la apremiante situacin de huir y de escondernos para no ser llevados al cuartel a trabajar sin remuneracin, a sufrir mal tratamiento y muchas necesidades; entretanto nuestras familias padecen privaciones sin cuento, con la poco halagadora esperanza de vernos salir gratificados con cinco o diez pesos con que se nos liquida al cabo de fres o seis meses de trabajo; suma que no basta siquiera para curarnos de las enfermedades contradas en el
cuartel.
Hay ms,
seor Presidente:
el oficio
de
la sastrera se
perjudica con tales procederes pues no hay nios que quieran dedicarse a l, y los que lo profesan prefieren ausentarse de
la
ciudad o buscar otras ocupaciones, quiz poco honrosas pero productivas lo que no habla muy alto en favor de nuestra moralizacin y es, adems, una terrible amenaza para la
;
sociedad.
Y
hacen a
les,
la ruinosa
secuestrando brazos y trabajando con gente forzada; lo que ha dado lugar a que nosotros carezcamos del medio que nos proporciona la subsistencia y a que el trabajo no sea apreciado en su justo valor. Comprendemos que es deber nuestro servir a la patria, cuando ella demande nuestro contingente; pero de esto, a que se explote nuestro trabajo, va gran distancia. As, pues, se-
196
las
Francisco D. Echeverra, J Federico Echeverra, Germn Castillo, J. Cafarino Aceituno, Alberto Mejicanos. (Siguen ms de cien firmas.)"
.
En 1907 don Manuel fund un asilo internacional de obreros, pretendiendo granjearse su buena voluntad y' haciendo acto ostensible
de
la
suya para
ellos.
XXVI
DETRAS DE AQUELLAS CONVENCIONES NO HABA NINGUNA FUERZA DE COMPULSIN
Los cinco estados de Centroamrica suscribieron en Washun tratado general de paz y amistad, por el que convenan, como principales artculos, que consideraran como el primordial de sus deberes el mantenimiento de la paz y se obligaban a resolver todo desacuerdo por medio de la Corte de Justicia Centroamericana creada por la convencin de esa fecha. Atendiendo a la posicin central de Honduras, por lo que su territorio ha sido el ms frecuente teatro de las contiendas centroamericanas, este Estado declara su neutralidad en cualquier conflicto en las otras repblicas y stas a su vez se obligan a no violar en ningn caso el territorio hondureno. Se crearon: un instituto pedaggico en Costa Rica, la Oficina Internacional Centroamericana en Guatemala y se recomend la creacin de una escuela prctica de agricultura en El Salvador, una de Minera y de mecnica en Honduras y otra de artes y oficios en Nicaragua. Los ciudadanos de jina de las partes contratantes residentes en el territorio de las otras se considerarn ciudadanos en el pas de su residencia. Los ttulos profesionales adquiridos en algunas de las repblicas podrn servir en las otras cuatro.
ington, el 20 de diciembre de 1907,
;
lECCE PERICLES!
197
En una convencin adicioi^l se obligaron los gobiernos "a no reconocer a ninguno que surgiera de un golpe de Estado mientras la representacin nacional no hubiera reorganizado el pas en forma constitucional; y se recomend a los mismos la reforma constitucional prohibiendo la reeleccin de presidente de la repblica donde tal prohibicin no existiera y la adopcin de todas las disposiciones necesarias para garantizar el principio de la alternabilidad en el poder". Los principales artculos de la convencin para el establecimiento de una oficina internacional centroamericana, establecan que sta deba concurrir con todos sus esfuerzos a la reorganizacin pacfica de la patria centroamericana y a unificar en ella la enseanza y la legislacin, reconociendo como fundamento de la ley la inviolabilidad de la vida, el respeto a la propiedad y la consagracin de los derechos de la personalidad humana. Se inaugur el 15 de septiembre de 1908. De todas" las estipulaciones de Washington, un artculo de la convencin adicional del tratado de paz, el de procurar la alternabilidad en el poder, produjo como es natural profundo revuelo en el nimo del strapa. La obediente Asamblea de 1908 se hizo eco de l. El representante Haeussler expres la duda que tena sobre si la recomendacin de la alternabilidad no era contra el tenor expreso de la ley fundamental. El diputado Vidaurre, de fuerte personalidad, pero fiel servidor de Cabrera entonces, hizo observar "que la constitucin de Guatemala tal como sali en 1879 de manos de los legisladores no prohibi la reeleccin. La Asamblea constitucional de 1905 que permiti la primer reeleccin de Cabrera no hizo sino restituir aquella disposicin para lo que fueron fuertes argumentos el ejemplo de Estados Unidos y Mxico. En Norteamrica es permitida la reeleccin, en Mxico tambin es permitida. Los Estados Unidos la practican por un solo perodo, siguiendo la tradicin de Washington, no porque haya una prohibicin expresa. Mxico la practica desde hace ya varios perodos y a ello se atribuye su grandeza. Por qu no podramos hacer lo mismo si as conviene a nuestros grandes intereses nacionales ? Permitir la reeleccin no es lo mismo que prohibir la alternabilidad. La cordura de los pueblos resuelve; su voluntad soberana se impone, porque es el atributo esencial de su autonoma. No se debi hacer esa recomendacin a los gobiernos, porque no son ellos sino los pueblos los que eligen. Los pactos internacio-
198
un precepto del exclusivo dominio de la Este punto es una simple recomendacin que
puede o no aceptarse.
Batres Juregui y Cabral usaron, tras Vidaurre, de la palabra expresndose en trminos parecidos. Como era de preverse, la Asamblea hizo caso omiso del artculo de la convencin que recomendaba la reforma constitucional prohibiendo la reeleccin. Para magistrado de la Corte Suprema de Justicia en Cartago, Guatemala nombr al licenciado ngel Mara Bocanegra. La convencin para el establecimiento de una Corte de Justicia Centroamericana estableca que las altas partes contratantes convenan en someter todas sus controversias a la Corte de Justicia Centroamericana. Representara la conciencia nacional de Centroamrica, ms all de los intereses locales. Podra dirigirse a los gobiernos y tribunales de justicia de los Estados contratantes a fin de hacer ejecutar las providencias que dictare en la esfera de sus atribuciones o nombrar comisionados para la prctica de las mismas, solicitando la cooperacin del gobierno respectivo. Los gobiernos contratantes se comprometan a obedecer y hacer que se obedecieran sus providencias. Juzgara los puntos de hecho, segn su libre apreciacin; y los de derecho, conforme al derecho internacional, mediante el acuerdo por lo menos de tres de sus magistrados. Esta corte de Cartago parece la primer clula del edificio del organismo de un Estado universal. Y es perfecta porque el defecto de las instituciones de este gnero es que no tienen sancin y carece de medios de compulsin y sta los tena; estaban
representados por la poderosa nacin estadounidense que la patrocinaba y en segundo lugar por Mxico. Cuando algunos aos ms tarde dio su primer fallo exculpando a los Estados de Guatemala y El Salvador de lo^ cargos de patrocinar a los emigrados hondurenos, se
el
al fin
triunfado en
centro de Amrica.
En el Congreso de La Haya celebrado dos meses antes y al que concurrieron todos los pueblos de la tierra se acordaron 13 convenciones con igual espritu que la de los tratados centroamericanos, es decir, buscando el arreglo pacfico de los conflictos internacionales; pero detrs de aquellas convenciones no haba ninguna fuerza de compulsin y fueron intiles en la prctica.
lECCE PERICLESI
199
XXVII
LA VIA INTEROCENICA
ECHO LA CASA POR LA VENTANA
Desde
el
mismo mes,
un
ferrocarril
de
la
ciudad de Guatemala
En honor
gobernante Reyna Barrios, empezando en Puerto Barrios, ya haba realizado dos tercios de ese trayecto hacindolo llegar hasta San Agustn Acasaguastln, que por eso se llam popularmente
durante mucho tiempo "Punta de Riel" y desde donde ya slo faltaban 118 kilmetros para llegar a la capital. Alrededor de 100 kilmetros desde el puerto de San Jos en el Pacfico hasta la metrpoli, tambin ya los encontr construidos Estrada Cabrera; era slo una cuarta parte de la va interocenica, pues, la que se le deba, pagada a muy caro precio pero con ella pona en comunicacin los dos mares y no debe regatersele el mrito. Aquel y otros ramales ferroviarios quedaran como los ms grandes abonos en la cuenta que le llevaba la nacin. Don Manuel haba proclamado el camino interocenico como un motivo para reelegirse y verdaderamente ech la casa por la ventana celebrndolo. El mayor general Jorge W. Davis vino de Estados Unidos a contemplar tamao derroche, con el ttulo de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en misin especial cerca del gobierno de Guatemala. El 17 de enero se verific su recepcin. Vinieron adems enviados de los pases centroamericanos. La exposicin anual que primero se celebraba para conmemorar la independencia y despus sirvi para dar realce a las fiestas de Minerva, contribuy en 1908 para festejar la inauguracin del ferrocarril interocenico. Se seal el da 19 de enero para la solemne inauguracin. Por acuerdo de ese mes se erigi un monumento pblico para perpetuar la fecha y el consejo de ministros, el 19 de enero, decret que se dedicara una medalla conmemorativa al
;
presidente.
el
ms
precio-
como
lo
comprueba
la siguiente ancdota.
200
En
el
De qu sirve nuestro club y nuestros carros si no hay caminos en Guatemala? Don Manuel, que cree que un pueblo ignorante y enfermo no se levanta fcilmente y por eso procura mantenerlo en la ignorancia y en el descuido tambin cree que podria servirse d^ buenas vias de comunicacin difciles de vigilar, en el intento de combatirlo. Para tener expedita siquiera la va que une la metrpoli con la Antigua he ido del ministerio de fomento al jefe poltico de Sacatepquez, intilmente. Es tan terrible el camino que une ambas poblaciones que hasta mi slido "Marmont" qued varado en la cuesta de las Caas. Mis compaeros y yo tuvimos que caminar a pie desde San Lucas hasta Mixco. Se me ocurre una cosa propongamos que se inaugure la carretera para automviles Guatemala-Antigua, el prximo 21 de noviembre, en
;
La proposicin del doctor fu aceptada y de este modo se pudo andar en auto 35 kilmetros por una va por lo menos transitable.
sin
salarlo,
ya
ibais
manchados
sangre.
XXVIII
"LA LIBERTAD, ACASO PORQUE SOY DESCENDIENTE DE SUIZOS"
ao despus, Daniel Mendoza, el "pollo Mendoza", como le decan, cadete graduado en la Escuela Politcnica y profesor de la misma, haba ascendido hasta el grado de coronel. Era cliente del doctor Julio Bianchi. A las sabias prescripciones de ste, pronto siguieron consejos paternales en que insensiblemente se haba pasado de la direccin del cuerpo a la del alma. El doctor Bianchi inspiraba confianza. Tras de sus ojos claros no poda ocultarse ninguna intencin aviesa. Un da Mendoza, conmovido por ciertas palabras del doctor, le pregunt
Un
lECCE PERICLESf
lo
201
Doctor, qu es que usted ms ama? El doctor contest La libertad, acaso porque soy descendiente de suizos. confi por completo. Entonces Mendoza se dijo creo los militares honrados no pode que Doctor
le
le
rgimen de Estrada Cabrera, se nos exige que no deliberemos pero debemos apoyar la ley y un gobierno constituido; jams a un capitn de bandidos. Y le cont que l y otros compaeros, tambin cadetes graduados, como Manuel Moreno, comandante de caballera, Alfredo Fuentes, comandante, Emilio R. Maldonado, capitn de la escuela y algunos civiles, entre los que descollaban Ricardo Alvarez y Pedro Arenales, intentaban derrocar al tirano. Esperaban que, en la rotacin de guardias en la casa presidencial, que se conoca con alguna anticipacin, un da tocase el turno a los conjurados. Proyectaban no matar al presidente sino slo aprehenderlo y reducirlo a la
mos
estar con el
;
impotencia.
Y
nuevo
al
como un
de
la
afiliado, le suplic
que se encargase de
la tesorera
conjuracin.
El doctor acept.
Ese mismo da, en ejercicio de su nuevo cargo, fu a la casa de Pedro Pelez que deba contribuir con mil pesos para los gastos
de
la conjuracin.
Llam
el santo y sea y puso Bianchi en su conocimienque iba, tembl le castaeaban los dientes hasta el punto de que apenas poda balbucir palabra. El doctor, durante algunos instantes, crey que iba a necesitar auxilio mdico. Se repuso algn tanto y todava tembloroso abri la caja de caudales y entreg la cantidad a que se haba comprometido. Ms tarde el doctor Rodolfo Robles contribuy con mil pesos, Federico y Fernando Prado con quinientos cada uno y por medio de Enrique Muoz se recibieron quince mil. Desde que Mendoza hizo la confidencia a Bianchi, los conjurados se reunieron en la clnica del doctor, frente a la casa presidencial; las plticas en la antesala de un mdico no se prestan a
Cuando oy
to a lo
sospechas.
al
202
doa Mara de
llam al Cabrera,
niente
tro
Juan Viteri, desde haca un ao asunto de "la bomba", como se primer atentado contra la vida de don Manuel Estrada
Viteri; su esposo,
el
Sitese en
All
el
cen-
de
de
y escarbe.
encontrar
ser-
Al poco tiempo Mendoza enter a Bianchi de sus nuevos planes pensaban apresar al presidente en las prximas ceremonias
:
El traje de los cncuruchos que formagran procesin del viernes santo se prestaba a disfrazarlos y ocultar sus rostros. La adulacin, que haba llegado hasta hacer pasar frente a la casa del presidente, en la sptima
religiosas de semanasanta.
la
ban parte de
avenida sur, el desfile religioso, les servira esta vez. Invadiran la vivienda del mandatario y le reduciran a prisin. Se acercaba la fecha sealada. El mircoles santo supo Bianchi que la mayor parte de los conjurados haban sido presos. Dos de los comprometidos, una noche, ya beodos, hablaron de la conspiracin en una fonda; no se dieron cuenta de que la fondera
del orden y ste las Presos los beodos, los puso en conocimiento de los superiores. apalearon hasta hacerlos decir lo que saban. Luego Cabrera puso palizadas frente a su casa, pretextando que su madre estaba enferma, y prohibi que pasara por all la procesin del viernes sanlos oa; cont luego sus palabras a
to.
un agente
Con
estas
medidas
la
El 15 de abril de 1908 el Consejo de ministros decret "que para conmemorar el primer aniversario del 29 de abril en que se salv la preciosa existencia del benemrito, se acuara una medalla conmemorativa para ser repartida en todo el pas".
:
lECCE PBRICLESI
203
XXIX
ATRIBUYENDO A DEBILIDAD LO QUE ERA UN EXCESO DE BONDAD
. .
Pocos das despus, el 20 de abril de 1908, en el momento de entrar Estrada Cabrera por la puerta principal de palacio para la recepcin de Guillermo Heimske, enviado extraordinario y mi-
Unidos en Guatemala, la que sustitua en el palacio del gobierno a la guardia ordinaria en honor al diplomtico le present armas; cuando pas frente al abanderado, la bandera cay sobre su rostro, envolvindolo en sus pliegues y en el acto son un disparo. Lo haba hecho un cadete aislado, Vctor M. Vega, ofendido por la prisin de sus jefes y amigos. El presidente se dej caer; pero se levant inmediatamente estaba ileso, salvo una pequea herida en un dedo; el tiro dirigido a l haba matado a uno de sus acompaantes de apellido Anleu. El diario oficial del 20 de abril reza "La vida del supremo jefe del Estado vise hoy amenazada por un ataque que sobre su persona hicieron los estudiantes de la Escuela Politcnica lanzndole balazos a quemarropa, que afortunadamente no le acertaron, hacindole slo un refiln en la mano izquierda."
nistro plenipotenciario de los Estados
gala,
En
el acto
empez
la represin
armada y
La primera
vctima, fu Vctor
;
M. Vega;
rod a los pies del gobernante gravemente herido Cabrera seguido por los suyos, retorn a su mansin. Varios cadetes fueron inotros huan a distintos puntos como muchachos temerosos. En su inmensa mayora no saban nada de la conspiracin; pero todos fueron castigados como si lo hubieran premeditado. El dspota no se limit a ejercer justicia sino que se veng despiadadamente hizo morir por distintos medios no slo a los que haban tenido algo que ver, aunque fuera muy lejanamente, con los sucesos, sino a muchos inocentes. La repblica entera su-
mediatamente arrestados
lo
como si tuviera odio y rencor contra todo el pas que repudiaba como gobernante; disolvi la Politcnica, demoli el edificio y reg sal sobre sus cimientos luego se dedic a hacer sentir, que estaba ofendido contra todos los guatemaltecos. Muchos de los generales ms cercanos a su persona fueron presos. Otra oleada de sangre, de lgrimas y dolor invadi al abatido pueblo que no lograba tener buen xito en las peridicas convulsiones para safri; pareca
;
204
De todas haba salido ileso el mandatario que las consideraba como si fueran hechas contra la propia patria y las castigaba o como castiga sta a sus malos hijos o a sus enemigos, en una forma humana que no iba ms all de la muerte, sino marticudrselo.
rizando.
La
jmenes. En todos los hogares guatemaltecos se respiraba un aire de luto como si hubiera muerto un deudo amado. Sobre los jvenes cadetes que se educaban en la escuela militar, muchos de ellos casi nios, cay especialmente la furia del mandatario, los primeros sacrificados, en el segundo cuerpo de que los manartillera, fueron el capitn Emilio R. Maldonado de veintitrs aos de edad, y el daba en el momento del golpe teniente Alfredo Fuentes, de veintids; luego, el comandante Manuel Mara Moreno, el capitn Alberto Hurtado Pea, Vctor M. Vega y Jos Mara Escobar, ejecutados en los patios de la Escuela Politcnica, en unin de los coroneles Manuel P. Crdova, Jos Salazar y Daniel Mendoza; se repitieron los suplicios atroces que provoc la bomba, en los que se trataba a la vez de hacer sufrir el cuerpo y humillar el alma antes de llegar a la muerte salvadora en
que concluan.
Estrada Cabrera era supersticioso; crea que el mes de abril le traa mala suerte y que el nmero veintiuno era el de su fortuna. Juan Barrios M., ministro de relaciones suyo y su "alma condenada", a raz del atentado conocido en la historia guatemalteca como el de los cadetes, para adularlo con esa cabalstica cifra, hizo una lista de veintin nombres cuyos dueos deban morir. Murieron veinte; el nmero veintiuno era el nico escrito al dorso y el encargado de las ejecuciones no lo vio. Los que perecieron despus de haber sufrido torturas indecibles haban sido nueve politcnicos, presuntos culpables en el ltimo atentado siete civiles que guardaban prisin en la penitenciara desde el anterior de la bomba y contra algunos de los cuales no haba ni siquiera un pretexto legal; y cuatro antigenos que murieron en su histrica
;
ciudad.
el anterior
nido durante un ao una sentencia de muerte suspendida sobre sus cabezas. Presos en la penitenciara central, osaron esperar la mag-
los cadetes,
lECCE PERICLES!
II
205
veintiuno d abril, y como una consecuencia del mismo, se les notific que iban a morir.
el
Ya
listo
el
cuadro,
ellos,
condujo a uno de
sidente le ofreci la
un momento antes de la ejecucin, se Francisco Valladares, ante Cabrera y el previda a cambio de una delacin. Valladares
contest que slo l poda requerirle una desvergenza semejante. Los esbirros lo abofetearon y lo condujeron de nuevo a la penitenciara ya en ella fu fusilado en unin de sus compaeros. En el mismo peridico oficial del da siguiente y en "Manifiesto del Presidente" se lee: "Tres veces un mismo crculo de individuos ha atentado contra mi vida y siempre he tenido para ellos un caudal de lenidad que slo sirvi para alentarlos, atribuyendo a debilidad lo que era exceso de bondad. Declaro que me encontraba en un error; debo poner sobre los anhelos de mi corazn inclinado por naturaleza a la bondad, el cumplimiento de mi deber para salvar el depsito de la autoridad que me ha confiado la repblica y el prestigio de sus instituciones. El severo castigo se ha cumplido en consecuencia". Hasta el dos de mayo de 1908 fu recibido en audiencia pblica el Ministro de los Estados Unidos Guillermo Heimske.
:
sesiones de ese ao lanz otro manifiesto "Las revoluciones y guerras en que se apelara hasta el crimen de lesa patria de llamar elementos extraos y los atentados desde la dinamita hasta la bala fueron umversalmente reproa los pueblos
:
La Asamblea en sus
bados.
La Providencia, tantas veces salvadora repblica nos da una elocuente leccin". Comenta Manuel Valladares:
del presidente de la
"Cuando en abril de 1908 la Escuela Politcnica fu arrasada desde sus cimientos y sus cadetes los militares del porvenir y guardadores del honor nacional flagelados sin misericordia, asesinados en los cuarteles cuando se fusil sin
un ao haca
se hallaban
en
la penitenciara
Asamblea
llamada
se declar al
206
XXX
...PERO NO PUDO DEGLUTIR: UN NUDO LE CERRABA LA
GARGANTA
Uno de
los cadetes
comprometidos acudi
al
doctor Bianchi.
caer en
manos de
activo
lo intento.
Dme un veneno
El doctor se lo dio; su colega Ricardo Alvarez, se encarg de procurar salvarlo de la detencin. Disfrazado de cochero, el prfugo conduca la carretela de Alvarez. En el Guarda lo par
un
retn.
^les
dijeron.
lo
menos djeme ir a m -dijo el doctor Alvarez. Lo dejaron ir. A los pocos minutos volvi y
de
la carretela grit a
la
su cochero.
caja con los instrumentos.
El jefe de escolta dej pasar esta vez al cadete disfrazado. Los habitantes del prximo rancho estaban confabulados con Alvarez uno de ellos visti las ropas del cadete y regres tras el doctor, llevando la caja, como si fuera el cochero. El jefe de la escolta no se dio cuenta de la substitucin; empezaba a amanecer; regresaron a la capital. A otro de los que intentaban huir lo vigilaba estrechamente la polica de Cabrera; pero en el guardarropa del teatro "Coln", un amigo visti su traje y luego lo substituy en el palco, al lado de su esposa; sali dndole el brazo a sta como si fuera su marido, mientras el vigilado con las ropas de su auxiliador, corra a la casa de Bianchi. Este le dio carnacin africana con una substancia qumica. Al da siguiente, ya disfrazado de negro y con una maleta en la mano sigui a un rico potentado, a unos pasos de distancia como si fuera su sirviente, hasta tomar el ferrocarril que conduca
:
a la frontera.
amo.
En uno de los hoteles del camino sirvi la mesa a su sedicente Don Escolstico Ortega se sent ante ste y le dijo:
Qu
i
lECCE PERICLESI
207
Torres y todos sus amigos podemos reconocerlo; pero no tengan pena; yo me encargo de pasarlo.
el
como
lo dijo.
es uno de los menos interesantes sucesos de esos das que cuenta el doctor Robles sobre su propia persona. Como vimos en pginas anteriores, haba contribuido con mil pesos a la
el
No
de muerte, se senta temeroso. Y formul en el acto la receta de un txico mortal, la llev l mismo a la farmacia de un amigo y la hizo componer. Ya con ella en las manos crey haber alcanzado la tranquilidad; tena en su poder la vida y la muerte: a qu temblar? El era valiente, ino
duda de ello; saba que en el momento indicado, anque caer prisionero, tendra el valor de apurar la pocin. Tranquilizado as, con la salvaguardia en su faltriquera, acudi a almorzar con la esposa de Mximo Stahl que lo haba invitado para ello, y que con sus propias manos haba preparado su manjar predilecto y el vino que ms le gustaba. Ni uno ni otra habran podido adivinar la terrible ocasin en que se llevara a efecto el banquete convenido. El doctor encontr a la invitante profundamente dolida por la hecatombe poltica, pero serena; no perda nunca la actitud seoril de sus actos. Al ver a Robles hizo un esfuerzo por sonrer y casi lo consigui comprenda que su deber era ser una buena ama de casa y atender al husped y le dijo Vamos a olvidar la tragedia que nos rodea. Despus hablaremos de lo que t quieras; pero durante el almuerzo te prohibo todo asunto de conversacin que no sea agradable. Nunca como ahora he necesitado asegurarte un poco de paz. Se sentaron; uno y otro hacan esfuerzos por olvidar; pero las palabras expiraban a veces en su boca. La seora de Stahl sirvi un vaso de vino a Robles, llen a medias el suyo, invitndolo a beber acaso el vino los ayudara en su propsito de no recordar la catstrofe circundante y lo apur Robles hizo lo mismo sin dificultad pero al tomar el primer bocado no pudo deglutirlo un nudo le cerraba hermticamente la garganta; tuvo que salir con cualquier pretexto para escupirlo dos o tres intentos ms de tragar la vianda salieron fallidos; y de pronto, horrorizado, comprendi la terrible verdad: tena miedo!; un miedo pnico, incoercible, tremendo.,.
tena ninguna
tes
;
208
Valiente!
Tal vez
al
s;
tal
vez
el ser
obedeca
el
subconsciente
le
cerraba
le
im-
era,
me
traiciona el sub-
un ensayo; ech un poco de agua en un veneno y que iba a suicidarse y se lo llev a la boca; pudo tragarlo; no poda tragar cosas slidas, pero lquidas Respir con satisfaccin. s.
consciente; voy a hacer
vaso, pens que era el
Vaya,
perdi
dijo,
no soy tan
vil
como
crea.
muchas
mundo.
que
lo
le refirieron
Un
da sus parientes, en
listo
una de sus
;
visitas, le dijeron
;
tenan todo
para su huida
as
no poda seguir y
su proyecto.
rumor de que estaba muy enfermo y no se menta tom el tren lo acompaaba Mximo Stahl. Al llegar a Ayutla fu conducido a una finca fronteriza con el Estado de Mxico en ella lo esperaban caballos y un gua. Robles mont y se dispuso a partir. Stahl se neg a darle la mano.
;
No
cobarde
;
te
doy
la
mano
al
le dijo
porque
te desprecio;
eres
menos
la prisin a tus
comprobar por tu viaje que eres culpable, montar en clera y tratar de vengarse; no podr, porque estars lejos, pero se vengar en los tuyos, sabiendo que te hiere a t. Ya lo ha hecho con cien de sus enemigos; cuando lograron pasar la frontera castig a los que amaban. Robles comprob la verdad de aquel juicio tena razn su amigo; baj del caballo que montaba y entreg las riendas al gua. Volvamos al hotel dijo. En el prximo tren regresamos a Guatemala. Stahl entonces le dio la mano. Al da siguiente Robles supo que estaba fuera de todo riesgo de fuente fidedigna le llevaron la noticia. Su regreso haba sido la mejor prueba de su inculpabilidad; Cabrera orden que ya no se
parientes.
;
Don Manuel
lECCE PBRICLESI
le vigilara; lo
;
209
consideraba inocente.
;
un lobo poda deglutir el miedo ya no cerraba su garganta. Desde entonces empez aquella larga serie de actos temerarios
que
lo
hicieron famoso
busc
el
no
XXXI
LAS MAESTRAS QUE ESTN FORMANDO LAS GENERACIONES
No hubo hogar guatemalteco, por lejano que estuviera, que no hubiera tenido algo que sufrir con motivo del atentado de los cadetes. Natualmente la sociedad de la capital fu la ms lastimada, en todas sus clases. He aqu lo que nos refera la que entonces era la bella maestrita de una escuela pblica y hoy es la opulenta seora de un hogar modelo
^El
masa
a la
mo-
rada de Estrada Cabrera para felicitarlo por haber salido inclume del atentado de los cadetes. Llegamos cientos del gremio y durante mucho tiempo esperamos en una estancia enorme a que el tirano se dignase recibirnos. No haba dnde sentarse y muy fatigados nos apoybamos ya sobre un pie ya sobre otro para descansar. Nadie hablaba una palabra porque un soplo de muerte y de terror las helaba en nuestra boca. Al fin nos sorprendi la presencia del mandatario que entr por una puerta trasera venia hecho un energmeno. Se dirigi primero a las mujeres, que formbamos de un
;
lado, furioso
Conque stas son pregunt con sorna las maestras que estn formando las generaciones del futuro? Prostitutas!
ustedes son los creadores de hombres? S; de hombres que disparen contra su protector. Borrachnes Desgraciados As sigui durante largo tiempo. Echaba espuma por la boca, babeaba como una bestia feroz.
210
Jams
le
perdonamos
como
le
preguntramos es
cierta tal
cosa?
S, nos contest; no quieren creerlo?. All estn todas las maestras de mi generacin; pueden preguntarles. Y nos dio diez
fe.
mal de su haba protegido siempre lo serva a la mesa; pero por aquellos das el mandatario estaba muy irritable; le peg ms de la cuenta y lo mand poner preso. El indito departa con los soldados que lo guardaban en una de las habitaciones interiores de la misma casa de su patrn; lleno de rencor por la golpiza se desataba en denuestos contra aqul. De pronto vio que sus guardianes, que antes le oan divertidos, mostracriado de Cabrera se jug la vida hablando
indito
;
Un
amo
era
un pobre
don Manuel
lo
orden de callar que con un dedo sobre la boca les imparta alguien, don Manuel, que haba llegado hasta all silenciosamente, como acostumbraba, y quera or hasta dnde llegaba su criado. Al fin se dej ver de ste y le pregunt Qu decas? Entonces el msero, cayendo de rodillas, profiri temblando Que quisiera ser cojn para que sobre m pusiera usted
la
:
Aquel colmo produjo un milagro hizo sonrer a don Manuel, que no castig a su sirviente.
:
XXXII
MUERA YO Y LOS Mos ..
En
esos das
la
fu reducido a prisin. Era empleado de la casa Castillo hermanos y en la finca "El Zapote" haba dedicado a levantar la fbrica de
la cervecera
como despus
"Centroamericana" tanta voluntad y diario esfuerzo dedicara a construir el edificio de una nacin libre.
jECCE PERICLES!
211
Cabrera averigu que, en una casa de esquina que se llamaba "El Botelln", haban tenido junta los cadetes conspiradores. Dicha casa era propiedad de Castillo hermanos. Fu llamado don Jos Azmitia, que, como ya dijimos,
polica de
La
de
la 19 calle,
era su empleado, para que declarara que sus patrones haban alqui-
de los revolucionarios.
Don
por
ellos.
ha llamado aqu para defender a sus patrones le dijo una voz amenazadora. Ya domaremos su rebelda, como acostumbramos domarla a palos. Los ms valientes no resisten
No
ms
Azmitia
s resisti.
Don Manuel
te
al fin
Pide clemencia o
callaba.
matar a palos
deca
verdugo.
don Jos
despus de una nueva tanda de palos, en que depositaban los cadveres, cabe uno de aquellos servicios para los hombres tan necesarios como desagradables; all lo tendieron exnime con las espaldas desla penitenciara, lo llevaron a la bartolina
Ya en
trozadas.
nada pudieron
la libertad.
Al fin se
le
Tambin en
Jos no
nunca. El mismo lavaba sus ropas para que no fueran manchadas de sangre a su casa. Un da supo que su familia padeca mucho en su ausencia pregunt se Y
lo solicit
Tengo yo derecho
Y
No
es
ms
superior le arrebat
No dijo
verdad ni padezca
nientos condenados.
Cuando la iba a firmar una fuerza de las manos. muera yo y los mos; pero no se conculque la
a la penitenciara encerraba sta qui-
la justicia.
212
un hombre, hediondas,
llenas de par-
y hmedas el nico ventanuco que tenan estaba cerrado para que no se colara ni un rayo de luz. El bao era imposible.
Durante su permanencia en la crcel don Jos asisti a suplique acabaron de expresarle lo pavoroso de la administracin cabrerista. Se pegaba a los reos en los testculos. A veces gritaban: "Encargados, a formar"; y obedientes a esta voz cincuenta hombres, en dos filas, descargaban sus vergajos en cuyas puntas haban colocado astillas de vidrio y clavos sobre una vctima, hasta que sta caa. Tirndola de un pie se la conduca al calabozo, donde permaneca semanas enteras sin ningn cuidado, arrastrndose por los suelos. A este suplicio que se llamaba "carrera de baquetas" fu sujeto antes de morir el ingeniero Eduardo Rubio y Pilona, perteneciente a "esa descendencia de los Rubio famosa por su valor y por las virtudes cvicas y cristianas que atesora". Pedro, su hermano maestro y creador de hombres, nobilsimo, con una hermosa cabeza calva, que pareca la del apstol de su nombre tallada por un buen escultor haba recibido setecientos palos; el licenciado Francisco Fajardo quinientos. Otro suplicio, el cubefeo, que impresion mucho a Azmitia, ya queda descrito antes por Hall. En el tiempo que estuvo preso, don Jos pudo contemplar el incidente de Binelli, subdito italiano, preso porque su concubina, injustamente, lo haba acusado de falsificar un cheque. Educado, de buena estirpe y condiciones atlticas tanto en lo moral como en lo fsico, al ver vapulear al primer hombre se lanz sobre los verdugos para detenerlos en su accin y profiri denuestos contra ellos y contra el gobernante que los mandaba. Jams dej de protestar contra las torturas. Lo ataron con una fuerte cadena a los barrotes de su calabozo y lo dejaron sin alimentos. Cuando quera dormir lo punzaban con una aguja unida a una caa. Durante muchos das son su voz llamando a un compatriota, entonces tambin supliciado "Tinetti, agua. Me muero de sed. Ve, que me den agua. Mtame; pero dame de beber." Al fin sucumbi. Don Jos en la crcel concluy de enjuiciar al gobernante. En todo orden de cosas era mala su administracin. Lastimosos mtodos hacendarlos haban empobrecido al pueblo. Los jueces
cios
eran venales
ECCE PERICLES!
213
sangre
un homicidio
la
ochocientos
un
asesinato.
independencia
farsa.
viles
comunicacin para que no pudieran caminar por ellas los automporque podan servir para derrocarlo. Desde el atentado de la
terror por los artculos elctricos y por los explosivos,
bomba mostraba
lo
peor era
el
grado de
La vida y la hacienda estaban menos garantizadas que en los pueblos africanos. Los subalternos de don Manuel, en la metrpoli y sobre todo en las provincias, robaban, atentaban al pudor de las mujeres y mataban impunemente. El robo estaba organizado. Los empleados pblicos, los maestros y los militares tenan sueldos que no llegaban a una
desorganizacin en que yaca la repblica.
S;
robaba todo
el
mundo;
el
el
muchos impunemente;
mquina militar del Segn ms tarde habra de escribir el doctor Julio Bianchi, solo un hotel neoyorquino tena un presupuesto ms grande que el guatemalteco pero el dueo de un hotel no era un seor de horca Guatemala equivala por su territorio a la superficie -y cuchillo.
a sus rdenes estaba toda la formidable
Estado.
de varios ^Estados europeos juntos y a cualesquiera de los tres millones de sus habitantes lo poda robar, atormentar y matar don Manuel sin miedo a ninguna sancin. Los pueblos soportan a las autoridades si cumplen su principal misin de establecer el orden. El orden de don Manuel era el desorden; el desorden organizado, si caben estas palabras juntas. Ms all de las leyes, de los sistemas y de las doctrinas polticas, la vida mantiene una balanza que regula las relaciones de los pueblos y de sus gobernantes. Cuando stos no conservan su autoridad dentro de ciertos lmites y la hacen demasiado penosa,
pueblo se rebela contra ellos. Don Jos Azmitia encontr que en esa balanza, en manos de una justicia primitiva, don Manuel haba sido pesado y encontrado
el
falto.
La suya no era la dictadura benvola y constructiva, la "dictadura ilustrada" como por ese tiempo la llamaba Jos Santos Chocano, sino la egosta y obscura del que cree que la patria es un
214
comodidad.
Azmitia en sus memorias explica que hasta entonces vea
claro aquel
tremendo panorama
patrio,
Al fin Cabrera
le
dej libre.
Entre los presos que conoci don Jos Azmitia, cuando estuvo en la penitenciara, se encontraba una eximia personalidad nicaragense Pedro Fornos Daz, graduado en una universidad estado:
unidense.
XXXIII
LA FLAGELACIN COMO INSTRUMENTO DE INVESTIGACIN POLTICA
Manuel Valladares y
vez a ilustrar
le el al
tambin esta
prodigaron
artculos
mencionados
"Desde el ao 1873 se erigi la flagelacin como instrumento de investigacin poltica y arma de venganzas. Ese
sistema inventado por
el
ms
alto
grado
lECCE PERICLES!
215
de refinamiento en los aos de Cabrera, sucesor de aqul en la jefatura del partido, segn unnime proclamacin de cuan-
Nada como ese tos han llevado el nombre de radicales. horrendo suplicio para el sufrimiento de las vctimas y humillacin del carcter, para desatar la ferocidad de los verdugos
y crear criminales salvajes y para desacreditar a la repblica ante la conciencia universal. Pues, a esa infame tortura se
si
en
las pri-
un inconcebible y
obra citada
"Segn me contaron mis amigos, seores licenciado don Pedro Rubio Pilona, don Jos Azmitia y licenciado don Francisco Fajardo, a ellos les mand a dar a cada uno quinientos palos Estrada Cabrera, a "calzn bajo". Entonces le pregunt al licenciado Fajardo que si haba sentido con el mismo
dolor todos esos centenares de palos, y me dijo No pero ms o menos los primeros cincuenta
s los
que pareca
me
estaban desgarrando
corazn.
Pasado ese nmero segu sintiendo, hasta no s como un golpe elctrico que me
el le
estremeca todo
cuerpo.
Y
el
despus,
pregunt: qu
sinti, licenciado?
Perd
conocimiento,
me
respondi, y cuando recobr mis sentidos encontr tirado en el suelo boca abajo en un charco de
me
sangre.
Tengo informes ciertos de que en esa ocasin se dieron en un solo da ms de sesenta mil palos a las vctimas, pues mi amigo don Miguel Tllez, capitn de artillera que se encontraba en servicio entonces en la penitenciara central fu tesMe dijo que a cada varazo tigo presencial, y me lo refiri. que pegaban se vean saltar los pedacitos de carne de los torturados que los verdugos estaban amaestrados de manera que al dar el varazo le daban cierto jaloncito para que la punta de la vara arrancara la carne. Le pregunt: Capitn, y un solo hombre puede pegar tantos palos? No, me dijo, es por turnos de veinticinco cada uno que dan los verdugos para qu'.
;
216
el vigor.
Y no podan ustedes,
los* oficiales,
Me contest: Por fuerte y que no fuera as en realidad? supuesto que s: yo les aconsejaba a los muchachos, cuando me tocaba a m tan triste tarea, que los primeros los dieran
fuertes y ms suaves los dems; pero esto era muy peligroso para nosotros y pocas veces se poda hacer, pues, generalmente, los jefes y el auditor de guerra estaban presenciando alertas el martirio y sobre todo cuando el seor presidente de la repblica
mandaba
mayor presidencial
compasin de
los
hombres. Parta el alma ver esas nalgas desgarraRecuerdo muy bien que, cuando se le dieron varios centenares de palos al licenciado Francisco Fajardo y ya se encontraba desmayado y sin sentido, lo entramos a su bartolina y notamos entonces que se le vean los huesos de las asentaderas y todos nos miramos las caras horrorizados".
infelices
das por
el palo.
"Y
aadamos
el silencio
dicen que
"Durante toda su eterna dominacin, mantuvo siempre Estrada Cabrera a muchos de sus enemigos, por largas temporadas, alojados como "huspedes de honor" en
el pernclito
la penitenciara central,
la permanencia de aqullos en el antro de suamenizada agradablemente con salidas a declarar a la media noche, perodos de incomunicacin absoluta, prohibicin de recibir ropa limpia y comidas de su casa, insultos, amenazas de muerte, flagelaciones, etc., etc. Pero, de cuando en cuando, el dspota mandaba hacer redadas al por mayor, ordenando que se sujetara a los agraciados a temeroso proceso falso por rebelin y traicin, a fin de que fueran tribunales militares ad hoc los que, sumariamente, sentenciaran a los pobres reos. Era de verse entonces la gran actividad que desplegaban los famosos auditores de guerra especficos con don Adrin Vidaurre a la cabeza como espe-
ya se sabe que
plicio era
ECCE PERICLES!
cialista
217
sudando
la gota
modo de que
el
en cual-
quier momento."
XXXIV
EN LA TIERRA PERFUMADA POR EL HERMANO PEDRO
. .
Se declar duelo nacional los das comprendidos desde el 3 al 11 de julio, y de mil maneras diferentes se honr su recuerdo. Lujosas "Memorias .Fnebres" en las que colaboraron innmeros escritores, se destinaron a perpetuarlo. Con frase que se ha calificado de dura pero que no se pudo tildar de injusta, Manuel Valladares se refiere a esta muerte
del presidente.
"La farsa oficial fingi tambin una leyenda de las virdel dictador y proclam la grandeza y abnedomsticas tudes gacin de la excelsa matrona que le concibiera y a la cual un grupo de aduladores titul fundadora de la caridad en Gua-
La fundadora de la caridad, en la tierra perfumada con el heroismo franciscano del Hermano Pedro Bethancourt y en donde por siglos familias enteras unen sus nombres a mil institutos benficos! Jams se habia sabido que aquella seora hiciera un bien ni evitara un mal, que secara una lgrima ni apartara de la mano de su hijo el arma de la venganza; con todo, se le tributaron honores hasta de bienaventurada, rebautizando antiguas poblaciones con el nombre de "Santa Joaquina", no incluido en el FIos Sancforum ni en el Martirologio Romano. El poeta ulico Jos Santos Chocano la cant bajo la advocacin irreverente de "Mter Admirbilis" y a Rubn Daro se le soborn el elogio potico a la memoria de la difunta, canto postrero de cisne inconsciente y moribundo dedicado a la ms tierna y digna de las madres. Duro es tener que remover tumbas y exhumar miserias asquea la necesidad de llamar a las cosas por su nombre. Si no se hubiera tratado de humillar las virtudes domsticas de
temala,
i
218
mujer guatemalteca, presentndole en aquella seora un dechado de madres y espejo de ternuras, dejando a todas muy por debajo si no imitaban a la Madre Admirable; si no se hubiera hecho de ella una especie de consigna para ofender a la sociedad y un tema de adulacin, perpetua para el medro de existencias nocivas a la repblica, no habra habido para qu decir cosa contra la vida de la madre ni acerca del nacimiento del hijo. Hubo que recordar que fu ste abandonado
la
nacer y arrojado a las puertas del padre presunto. En verdad que es de admirarse la resolucin de madre que obra as.
al
Habra acaso motivo para compadecerla en su desdicha, pero otra leyenda de ficnunca para enaltecerla. Del amor filial tendran que hacerse comentarios que repugnan. As cin se fingan las cosas en aquel reinado republicano. No haba
necesidad de decirlas falsificadas, de mentir, de provocar dolorosas rectificaciones el silencio habra sido ms discreto y la
:
discrecin
ms
piadosa."
el lector leer
Creemos que
cisne inconsciente y
moribundo"
al
MATER ADMIRABILIS
A ESTRADA CABRERA
La que lleg, te dijo Hijo mo, esto es Bien y esto es Mal, sealndote la tiniebla y la luz.
:
Te seal
y
te
Beln,
:
ense
la
Cruz.
Mas tambin te mostr a Palas con su lanza, cuanto ya llevaba ella, con sus siete puales, el fiel que te indicaba la celeste balanza, y es dar al Bien, sus bienes; y es dar al Mal, sus males.
Que desde
la
mantenga, por tu suerte, una estrella encendida, y en el paisaje, pinte una nueva aurora la cola del Quetzal que impone nueva vida.
R. D.
lECCE PERICLESI
219
XXXV
ES EL MEDIQUITO EL QUE ESTA EN
DEUDA
En
retos y la
el
ltimo
mes
viruela en la repblica.
Con
vacuna fu declarada
El 20 de abril de
1909 se clausuraron los hospitales de epidemias y se entreg una medalla conmemorativa a los que haban prestado sus servicios en
Dentro de los que con mayor justicia fueron condecorados ellos. en esta forma se destacan los virtuosos padres Herlindo y Luis Garca que de la manera ms abnegada y sin la menor pena por el contagio sirvieron a los enfermos, no slo como sacerdotes sino como
enfermeros.
El presidente se reuna todos los jueves a las 4 de la tarde con sus ministros. En una de estas reuniones don Joaqun Mndez, que lo era de fomento, enalteci los mritos del doctor Snchez en pro de los apestados y solicit una recompensa para l. Estrada Cabrera asinti con lo dicho por su ministro de fomento y fij la cantidad de 20,000 pesos moneda nacional, lo que por aquel tiempo equivaldra a unos 1,500 dlares. Extienda orden al ministro de hacienda el acuerdo respectivo y me lo trae para firmarlo en la prxima junta. El jueves siguiente ya para concluir el consejo de ministros, el presidente se dirigi al titular de hacienda. Trajo ya el acuerdo para premiar a Snchez con los diez mil pesos? ^le dijo. El ministro de hacienda llevaba el acuerdo, pero por la cantidad primeramente consignada de veinte mil. No se anim a contradecir al presidente; acept haber olvidado el encargo y ofreci que para la prxima junta ya llevara lista la referida disposicin
gubernativa.
Trajo
Lleg otro jueves y al final de la sesin se repiti la escena volvi a preguntar Cabrera a su el acuerdito
ministro de hacienda
por su generosa conducta con los apestados? Joaqun Mndez solt la carcajada al or esto. De qu se re? lo rega Cabrera frunciendo el ceo. Me ro respondi Mndez de que en la prxima junta
220
'
va a resultar de que e^
otros,
mediquito
mil pesos, hace dos redujo esa cantidad a diez mil, y por ltimo hoy la fija en cinco mil.
.
.
Tiene
usted razn, no
me
acordaba ya.
Hoy mismo
le
Y se atreva usted a hablar terrible don Manuel? Me quera mucho. Yo conoca S me secreto
as al
dijo.
el
me
el
perdonara muchos
Cuando su
jefe
de estado mayor,
Orellana, lo vea en
aplacar.
un acceso de neurastenia
muy
colrico
le
me
fuera a
Por lo dems aqu est de cuerpo entero don Manuel, en uno de sus aspectos al que ya nos hemos referido, el de dar, en el
apogeo de su soberbia y de su riqueza, el mismo valor a la moneda que cuando muchacho venda bolitas en Quezaltenango. Lo repetimos, segua contando por centavos era un gobernante poco generoso, chucho, como se dice en Guatemala.
:
XXXVI
EN MEMORABLE SESIN
. . .
En memorable
la
sesin celebrada
la
el
19 de diciembre de 1908
temala y El Salvador por Honduras de que no concentraron y sometieron a juicio a los emigrados de este ltimo pas sino los protegieron.
En
"Que
el
mensaje a
Asamblea de
se haba pretendido
sorprender
ECCE PERICLES!
221
el santuario augusto de la justicia para arrastrar y envolver a Guatemala en desagradables complicaciones con algunos de los otros Estados centroamericanos, peligro que frustr el fallo imparcial de
la
Corte de Cartago".
Guatemala,
Cerna
es
La gran importancia que tuvo esta sentencia absolutoria est comprobada por los siguientes juicios que acerca de ella se emitieron y que en su preciosa obra "Nuestro Derecho Internacional"
Tipografa Nacional 1938
punto de vista poltico, pues que l impidi que una revolucin estallase en un pas, sino desde el punto de vista del Derecho internacional, ya que representa la primera aplicacin del ideal, por largo tiempo deseado en Europa, de una jurisdiccin internacional a la que un Estado pudiese presentar sus quejas contra otro Estado."
el
(Alejandro Alvarez:
muy
"En
lo
que concierne a
la
organizacin de la justicia
un
la
creacin de la Corte de
Este es, en la historia del mundo, el primer ejemplo de un tribunal de justicia con derechos de jurisdiccin sobre dos Estados sobei;anos."
(Yepes: "La contribution de l'Amrique latine au dveloppement du droit international public et priv", pginas 71 y 72.)
por
el 6
la
Oficina de las Repblicas Americanas en Washington, de enero de 1909." "El Instituto Americano de Derecho Internacional, en
un
222
y espritu justiciero depende la conservacin de la paz entre las repblicas centroamericanas": Actas, Memorias y
Nueva York.
Haya,
el
1*^
mundo,
fu,
en
8,
(Revista del
IV, pgina
II,
tomo
"El profesor Rafael Altamira dijo de la Corte, en la Universidad de Madrid, en noviembre de 1923, que era "una realizacin de ese sueo que se ha llamado justicia internacional.
"un ensayo de verdadero tribunal internacional", en el tomo I, pgina 23, de su "Derecho Internacional Pblico en Tiempo
de Paz".
a la 331."
Dedica
el
"Centroamericanismo" de
la
pgina 326
XXXVII
CONTRA TODO PRINCIPIO DE DERECHO NATURAL ...
Por decreto emitido el ao de 1909, estableci Estrada Cabrera que se presuma culpables a los dueos de establecimientos asegurados contra incendio, cuando tal cosa pasaba, prescribiendo que seran puestos en prisin hasta que su inocencia quedase asegurada. Lapida Manuel Valladares tal disposicin trabajos citados
"Menudeaban los incendios de almacenes asegurados y jams pudo comprobarse lo intencional de los siniestros, no tanto por las precauciones de los asegurados, caso de culpa, cuanto por las ddivas que quebrantaban la pea de la justicia; y cuando se ardi un almacn inmediato a dependencias del dictador, decretse contra todo principio de derecho natural ser voluntario cualquier incendio y todo asegurado culpable mientras no se demostrara lo contrario. No se atajaba el mal
jECCE PBRICLES!
223
con
ello,
pues
que
to-
a jueces y
pero
la prctica se la dio
volvi a ocurrir ni
tracin.
un
XXXVIII
LA REINA DE MIS AFECTOS
Refieren que a principios de 1910, cuando don Manuel tuvo doa Desideria Ocampo, estaba prxima morir en un a sanatorio de Niza, para tuberculosos, a donde la haba enviado, mand a llamar a un elevado dignatario que se encontraba
noticias de que- su esposa,
de vuelta de un reciente viaje por Europa en donde haba disfrutado de 20 30,000 dlares ganados en un negocio turbio con anuencia del presidente. Al hacer antesala, el dignatario en la casa presidencial, esper su turno en unin de ocho o diez seoras de avanzada edad, que constituan parte del tablado escnico del autcrata para aquel
caso particular.
dignatario
De
pronto, entr
un
Mi noble amigo, apenas acabado de ya me preparaba Cmo amigo interrog don Manuel con tono iracundo que oyeran perfectamente las viejas vecinas cmo y en voz
llegar,
a.
.
alta
prodiga ese
tos se
afec-
encuentra de gravedad en Niza y usted pas por all y no fu a visitarla ni una sola vez lo s positivamente. El dignatario sali con la cola entre las piernas y poco despus el mismo ujier anunciaba a las comadres congregadas Dice el seor presidente que volver a citarlas pronto;
224
maba
deria.
ciudad
El 9 de abril de ese
mismo
XXXIX
LA DESCOMPOSICIN QUE PRODUCEN CINCO AOS DE CRCEL
El propio ao de 1910 regres
doctor Rodolfo Robles de
el
tambin tuberculosis y haba Designaron sido tratado intilmente en un sanatorio extranjero. a Robles para conducirlo a Guatemala; el gobernante quera verlo antes de que pereciera. Ya para llegar a puertos guatemaltecos cuenta Robles realizaba la matinal tarea de afeitarse en el otro extremo del camarote yaca el enfermo. Sbitamente el doctor vio en el espejo colgado ante l una cosa horrible Diego sacaba penosamente de entre las sbanas que lo cubran una pierna morena descarnada; adivin su intencin quera acortar su tortura por medio del suicidio, volcando el inmenso recipiente para que se rompiera de oxgeno que se encontraba al alcance de su pie y serva para
hijo de Estrada Cabrera, que padeca
aliviar su asfixia.
Aquello equivala
la
Ya en
la astenia
habl yo crea que usted me estimaba; pero ya veo que no; a pesar del afecto con que lo he servido, est pronto a volar el barco y con l a volarme a m. La flaca y descarnada pierna, con esfuerzo penoso, volvi
Diego,
Perdneme,
a usted.
ECCE PERICLES!
225
Ya en
con que
territorio
rrumbe en
en
a dos
acompaaban por
orden de Cabrera.
Es
cia
imposible
contestaron
stos.
el sostn de la tierra. que probar, primero sin Diego continu el doctor. Los generales se negaron a obedecerlo: entonces Robles orden que le llevasen una manigueta despus pas l solo, ensayando la resistencia; pudo hacerlo; volvi por Diego; pasaron los dos con igual felicidad ;' tras ellos, avergonzados, pasaron los generales. El doctor grit con voz autoritaria Que ya no pase nadie ms. Sin embargo, los militares ordenaron a sus asistentes que los siguieran; la manigueta se derrumb bajo el peso del ltimo, que encontr all la muerte. Robles, indignado, se qued viendo
a los que
an conservaban
Hay
Primero dijo uno de fuimos prudentes temamos Fuisteis cobardes corrigi doctor. Despus, tenamos geprecedente sigui diciendo neral. Tenais crueldad modific Robles paso vuestro
ellos
:
el
el
el
la
el
ha muerto, no. Uno de los generales llev la mano al sitio donde guardaba el revlver; igual movimiento de Robles lo detuvo; adems, pens en el alto puesto que le haba confiado Cabrera; no hizo nada; ninguno de los militares olvid la leccin ni perdonaron al
era necesario; el de ese pobre asistente que
doctor.
Al llegar a la residencia presidencial era ya de noche y los guardas que velaban el sueo del amo se negaron a solicitar una inmediata audiencia para el doctor. La salud de Diego fu un supremo argumento y avisaron al que haca de jefe; con gran sorpresa vio Robles que era Juan Viteri, hijo.
226
'
Sgame dijo
encontrar obstculo
a Diego.
;
al doctor.
misma
asco.
poco despus el presidente reciba a Robles y Las primeras palabras de ste fueron: Padre, quiera a Robles: es el nico que no me ha tenido Se sentaba a la misma mesa que yo y dorma en la misma
,
habitacin.
al doctor.
Se dieron las rdenes necesarias para la inmediata asistencia de Diego. Despus de hablar de la salud de su paciente el doctor
quiso retirarse.
No, dijo
dormir.
el
hermtico madrugada, hablaron de todo. Cabrera la confidencia, entregaba, una desusada en todo se en primera y la ltima de su vida, al protector de su hijo. En un momento dado, el doctor exclam Seor, hay algo que me asusta y que no puedo compren-
Hasta
la
momento
cmo tiene a Juan Viteri, hijo de Juan mand a fusilar, en ese puesto de confianza?
der:
Viteri, a
quien usted
El presidente contest
Bah, doctor Viteri ya no es un prisionero es un perro para m. Usted mat a su padre ... Todava no sabe usted, doctor, la profunda descomposicin que en un joven producen cinco aos de crcel. Los hospitales le ensean muchas cosas a los doctores; pero se necesita ser gobernante para saber lo que ensean las crceles. Salen de ellas hechos
i
fiel
humana. Ese hombre tiene la vida de usted entre sus manos ... S; duerme a los pies de mi puerta; nadie lo puede sustituir. Usted no conoce a los hombres; son criaturas viles; slo se puede manejarlos con el ltigo y con la bota. No se ha dado cuenta de la
una
piltrafa
condicin
humana?
fueron despus mis mejores servidores. blo da alaridos de gozo bestial cuando dos mujeres se trenzan en la calle, disputndose el amor del mismo hombre; cuando dos ganapanes se agarran a puadas; cuando pelean dos gallos; cuando el espada se enfrenta al toro? El hombre slo siente respeto por
lECCE PERICLES!
lo brutal
227
lo fuerte
ms an que
a los
hombres
se
impone a
las
mujeres
y a los nios.
acusan de inmoralidad y de injusticia: es mentira; yo no tengo malas intenciones para con el pueblo de Guatemala pero conozco a los hombres. Usted es rico desde nio yo pas hambres, apreturas y todo gnero de vejmenes en mi niez. Era hijo de
; ;
Me
una mujer del pueblo que haca bolitas de almbar y las venda de casa en casa para subsistir. Sabe cmo me llamaban a m? El Despus me llamaron bolifero, porque la ayudaba a venderlas. Un da ... Mi madre tambin compona viandas. Salandrajo
porque diz que les haba robado... Usbuenas familias me despreciaban. Yo sufra sus afrentas. Me humillaban de mil maneras con la actitud, con el gesto, al establecer separaciones; me mandaban a comer en una segunda mesa con los administradores de sus fincas si es que no me mandaban, como alguna vez pas, a la cocina, con los cria:
dos.
En
el colegio, los
conmigo todava lo recuerdo: los jesutas, daban el pabelln de seda en las procesiones a un Aparicio, aunque yo lo mereca ms en las diversiones sociales los hijos de las nobles familias se situaban aparte yo nunca pude montar buenos caballos ni poseer buenos juguetes mecnicos, aunque lo anhel con ardor. Despus, ya joven, yo no pude entrar a los salones en que ustedes
injustos
bailaban y disfrutaban de su juventud; se me cerraban las principales casas objeto de mi anhelo; me desdeaban las mujeres; pero yo
obtuve, a cambio de todas estas tribulaciones,
una
infancia y en su juventud por que se quejaba don Manuel, por alta que fuese su clase social, aunque, como es comprensible, son ms fuertes para aquellos a los que las circunstancias llevan a una esfera superior a la de su nacimiento? Ninguno: mas en muy pocos producen la profunda impresin que en el gran egosta; como ya dijimos, la sociedad de Quezaltenango se abra a los hijos del pueblo que descollaban; pero, naturalmente, no todos sus compo-
Qu hombre no pas en su
nentes tenan la
misma
228
don Manuel
En
ese
al
que se
los
hombres y no exageraba
al
el
a la penitenciara inocentes
y al poco tiempo de permanecer en aquel antro del crimen adquieren hbitos de ociosidad y de pereza; se aficionan al juego y a la bebida, pues rara es la vez que cuando un preso desee una botella de aguardiente no logre su antojo. Muchos se vuelven criminales en aquella vida de holgazanera, pues el ejemplo de los compaeros, que se complacen en relatar sus hazaas, hace nacer, insensiblemente, en aquellas naturalezas dbiles y accesibles al crimen, la ambicin de emular
aquellas fechoras."
XL
EL NUMERO DE VOTOS PASO DE QUINIENTOS MIL
...
Por decreto de 22 de mayo de 1910, la Asamblea "considerando que le fueron remitidas por el Ministro de Gobernacin copias certificadas de las actas relativas a las elecciones que prin-
para presidente de la repblica, practicadas con arreglo al decreto legislativo del 4 de marzo de ese ao y que la comisin nombrada practic el escrutinio de los votos recibidos resultando electo el seor licenciado don Manuel Estrada Cabrera por unanimidad con 519,493 votos, lo declara popularmente electo para el perodo que comenzar el 15 de marzo de 1911 y terminar
cipiaron
el 11
,
de abril
lECCE PERICLESI
229
Candentes son
recordarse en este
las frases
momento
"La farsa democrtica, triste en muchas partes, revisti caracteres de cinismo en las elecciones de poderes y en las
reelecciones suyas.
En una
de
ellas el
de habitantes), precisamente cuando las del Brasil daban un de trescientos mil y pico de sufragios. (La repblica tena ms de diez y seis millones de almas.) jY en aquellas reelecciones se daba el caso, nico en el mundo, de la ms sospechosa unanimidad!.
total
del
Amazonas
XLI
DONDE VA EL DOLAR VA LA BANDERA AMERICANA
donEse mismo ao de 1910, en plena diplomacia del dlar Knox, Ministro de Estado dlar va la bandera americana de Taft, haba propuesto a Cabrera un emprstito de sesenta millones de dlares. Cabrera quera a Guatemala como quieren algunos artesanos guatemaltecos a sus queridas, a las que maltratan, apalean y sujetan a mil privaciones. La consideraba como un fundo propio y no quiso aceptarlo. En su turbia mente de dueo de Guatemala, acaso le pareca que eso era enajenarla. Contest con ambigedades. El aceptaba en principio pero antes iba a estudiar cuidadosamente en qu emplear los sesenta millones y en qu forma poda la nacin pagar de va
el
los rditos
y el capital. Por decreto de 24 de junio de 1910 considerando que Hacienda haba terminado ya el estudio de los proyectos presentados para
arreglo de la situacin econmica, financiera y fiscal del pas, convoc con fecha 20 de julio de ese ao a sesiones extraordinarias a la Asamblea para que tratara ese asunto. En dicha Asamblea dej que se discutiera libremente el emprstito de 30 millones de dlares y la fundacin de un Banco que presentaron al ejecutivo J. W. Seligman y Ca., Jorge W. Young y Ca., la Winsor Trust y
el
230
Ca. y la Minor Cooper Kcith y Ca. de New York. En la 9^ sesin celebrada el 24 de septiembre fu puesto a debate y aprobado el
;
dictamen de
comisin encargada del estudio de los proyectos de emprstito y fundacin del Banco. La Asamblea devolvi al ejecutivo dichos proyectos autorizndolo para un emprstito no menor de 30 millones de pesos oro con la casa que ofreciera las
la
mejores condiciones.
Se dispuso que para la prxima sesin la Secretara citara. no fij fecha ms cercana que la del 23 de enero de 1911, en que considerando que estaba prxima la poca en que deban celebrarse las sesiones ordinarias y que se poda discutir en
La
citacin
ellas el emprstito, se
a negarse expresamente
pueblo guatemalteco; pero daba largas al asunto y en su fuero interno estaba decidido a no hacerlo. En su mensaje a la mencionada Asamblea de 1911 afirma que: al concluir su segundo perodo, no cree exagerado calcular en 30 millones de dlares la produccin anual agrcola de caf, maz, azcar, bananos, trigo, arroz y tabaco e insina que con sus propios
;
un arreglo financiero fiscal y econmico que despierte y vigorice las fuerzas latentes del pas. En el manifiesto a los pueblos, de 15 de marzo, ofrece empearse en traer la suma de capital y trabajo que el adelanto agrrecursos la repblica puede llegar a
cola e industrial exige para fundar el crdito territorial y convertir
en riqueza los veneros inexplorados del suelo patrio; esforzarse por el arreglo de las deudas internas y externas, por la mejora del medio circulante, la fundacin de instituciones de crdito y en fin todo lo que exige el funcionamiento econmico de un pueblo joven.
XLII
LA CIRCULACIN DE BILLETES BANCARIOS LLEGABA A LOS CIEN MILLONES DE PESOS
.
.
Veamos
tos
ramos de
la
el
lECCE PERICLESI
231
pginas anteriores
de cada una de las intentonas contra su gobierno, se apresur a conceder amnista a los reos de delitos polticos.
raz
ms
fin
Es de presumir que tales alardes de generosidad no tenan que el de causar una buena impresin en el exterior, pues
nunca tuvieron efecto prctico. En ningn momento de su administracin, pudo decirse que las crceles estaban libres de reos polticos; ni jams emigrado alguno se aprovech de esos decretos
para volver a la patria.
Estableci
superior en la metrpoli y delegados en los departamentos. Decret que el 19 de marzo de 1909, centenario de Pepe Batres, se
inaugurara en la plaza del Teatro Coln su busto de bronce, y que el 7 de marzo de 1909, centenario de Alejandro Marure, secelebrase reimprimiendo sus obras, incluso el volumen que dej
indito.
Batres espera todava su busto de bronce y Marure que publiquen su obra, cuyo original quit Cabrera, mana militari, a su poseedor, y an se ignora el paradero. En cuanto a Hacienda, uno de los principales aspectos de su administracin en ese perodo es el que nos ensea que el tipo
:
de cambio, que en 1905 fluctu alrededor de doce pesos por un dlar, en 1911 llega a 18 por 1; y que la circulacin de los billetes que como ya vimos antes en 1905 era de cincuenta millones, en
El precio del caf que en 1905 era de 6.75 dlares, en 1911 En su mensaje a la Asamblea de 1911 don Manuel afirma que la produccin de cereales ha seguido progresin ascendente que ya no se ha importado maz ni arroz en los ltimos tres aos y estos productos se han mantenido a precios bajos tendiendo a ser ramos de exportacin como ya lo es el producto de la caa de azcar. Se ha triplicado la produccin de trigo que es susceptible de dar dos cosechas anuales en la repblica. Ha aumentado el cultivo de la patata y el tabaco. Se ha ensayado el del algodn, el t de la China y la vid. Se explotaron las maderas, la zarzaparrilla, el caucho y el chicle. Se concedi una prima a los cultivadores del henequn; se decret una ley protectora de obreros y el cdigo de Minera.
haba ascendido a doce.
:
232
La conmuta del servicio militar se fij en cien pesos En la memoria de la Secretaria de la Guerra afirma
ha tratado de dar
niendo por base
interior del
las
al ejrcito el
anuales.
sta que
te-
moralidad, la disciplina y la idea del deber, ya que la fuerza presta el apoyo necesario al orden
la instruccin, la
Estado y resuelve las diferencias internacionales. En maniobras militares la oficialidad demostr, conocimientos slidos con movimientos precisos y rpidos. En agosto de 1908 se reuni en Guatemala el Congreso Mdico Panamericano. Un feriado extraordinario permiti que los empleados de las oficinas pblicas asistieran a sus sesiones. Por decreto de 15 de febrero de 1906 se acept la convencin sanitaria firmada ad referendum en Washington el 14 de octubre de 1905 entre varios pases americanos con el objeto de codificar las medidas destinadas a resguardar la salud pblica contra la fiebre amarilla, la peste bubnica y el clera. Por acuerdo de doce de noviembre de 1907 se prohibi que Con fecha 17 de agosto de .1909 los chinos ingresaran al pas. Juan Vicente Gmez anunci al presidente de Guatemala que haba sido electo presidente provisional de Venezuela. Por decreto de 29 de mayo de 1910 la Asamblea aprob las Convenciones firmadas en San Salvador relativas al Instituto Pedaggico Centroamericano, a la unificacin de la moneda, las pesas y medidas en Centro Amrica, a la Oficina Internacional Centroamericana y al Libre Cambio entre las repblicas del Istmo y Servicio Consular.
En la Cuarta Conferencia Panamericana Buenos Aires, 12 se celebraron varias convenciones de julio a 30 de agosto de 1910 sobre propiedad literaria y artstica, patentes de invencin, marcas de fbrica y comercio, reclamaciones pecuniarias. Guatemala concurri al Primer Congreso Cientfico ^anamccelebrado 25 de diciembre de 1908 a 5 de enero de 1909 ricano
en Santiago de Chile. Con fecha 1 de diciembre de 1910 Porfirio Daz da noticias grande a su y buen amigo el presidente de Guatemala de que ha sido reelecto para el cargo de presidente de los Estados Unidos Mexicanos durante el perodo que comienza en esa fecha y termina el 30 de noviembre de 1916. En enero de 1911 se reuni en la ciudad de Guatemala la
lECC PE-RICLESI
233
Washington en
1907.
La marea de la adulacin segua. La Asamblea de 1909 dirigi un voto de gratitud al presidente por la alta cultura con que ha sabido representar a Guatemala en el ramo de instrucftn pblica.
En
manifestaciones del Club 2 de Abril y de la prensa nacional al Benemrito de la Patria con motivo del centenario de Garca Granados.
"Vos, seor Presidente, que sois el representante ms genial de nuestra segunda emancipacin poltica consumada por Garca Granados y Barrios habis palpado la lucha de los vencidos por la
es el de
reformadores.
"Vos,
."
.
como
"Vuestra personalidad en el gobierno del pas significa el rgimen democrtico en toda su plenitud." El propio peridico oficial "El Guatemalteco" de 21 de noviembre de 1910 celebra "el cumpleaos venturoso del preclaro hijo de Guatemala ante las generaciones que nos sucedan" y publica el programa de los festejos de ese da.
al
Comendador de
alguna
de cada perodo varios datos sin ilacin Como ya hemos visto, se refieren a hechos que no han sido reseados en el relato anterior y que podran ser encuadrados en las siguientes ramas de la administracin por su orden gobernacin, hacienda, agricultura, fomento, educacin pblica, guerra y relaciones exteriores. Unos de estos datos son nombres de gobernantes que ayudan a encuadrar y a
al fin
Aglomeramos
la tarea es
tan larga!
situar
en
el
tiempo
los
234
a los
acontecimientos, por ejemplo, los nombres de los designados y los de algunos de sus ministros. As hoy vamos a decir que durante
este segundo perodo los designados fueron el doctor Francisco Anguiano, licenciado Francisco Alarcn, general Mariano Serrano Muoz, Juan Barrios M., doctor Matas J. Lpez y general Manuel
Duarte; que en enero de 1908 los ministros fueron: Guerra, Luis Molina; Relaciones, Juan Barrios M.; Hacienda, Guillermo Aguirre; Instruccin, ngel M. Bocanegra; Fomento, Joaqun Mndez; Gobernacin, J. M. Reina Andrade; y que en 1908 fu designado presidente de la Comisin de Legislacin Adrin Vidaurre, de la de Hacienda Carlos Herrera y de la de Fomento Jos A. Beteta. Estos tres ltimos nombramientos, tuvieron carcter de vitalicios por reeleccin anual, pues todo en aquel rgimen tenda a la inmovilidad. Algunos de los ministros nombrados perdieron el puesto por muerte natural. Aadiremos los nombres de los representantes diplomticos de los Estados Unidos que tienen especial significacin porque entonces como ahora todos los pases del Caribe eran zona de influencia yanqui. Durante el perodo reseado en este libro dichos representantes fueron conforme la fecha de su recepcin 19 de marzo de 1907 Jos W. J. Lee, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario; 17 de enero de 1908 General Jorge W. Davis, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en misin especial cerca del gobierno de Guatemala 9 de octubre de 1909 William F. Sands; 1^ de octubre de 1910 Roberto Stockton Reynolds Hitt.
: ;
exhibi
"Un plenipotenciario, en entrevistas periodsticas como agente privado y sus enredos se descubrieron
se
en
investigacin por la cual su gobierno lo retir de la carrera; y otro antes que percibiera cien mil dlares so capa de emplearlos en campaa de reeleccin en el Norte, fu destituido en su pas y desacreditado para siempre. Qu pas es ese clamaba un senador americano en donde los ministros se corrompen de tal suerte, que tenemos que censurarles, destituirles e inutilizarles para siempre? Ah!, no era un pas, era un hombre perverso que se haba alzado con el cetro de la
jECCE PERICLESI
235
maldad y contaminaba cuanto pudiera alcanzar su aliento. Por contra, los diplomticos austeros y firmes, los Gamboas y Godoyes o Verdias, los Heimke o Thurston, o los Quartn y
la
tuvieron en torno suyo la mortificante atmsfera de prevencin oficial y fueron victimas de intrigas o calumnias."
Von Buck,
El segundo perodo de don Manuel, con el que medi su ms fecundo en acontecimientos, propicios unos y otros nefastos para el mandatario. Conforme el programa anunciado al concluir el tercer libro, los acontecimientos
carrera presidencial, fu el
sobresalientes nos dieron motivo para otras tantas estampas,
las del
como
Guillermo F. Hall, el ataque en dos fronteras, Regalado, las Conferencias del Marble Head, los atentados de la
Gil,
Padre
bomba y de
de en
la
los cadetes, la Va Interocenica y otras menores, amn Diplomacia del Dlar, que empieza en este libro y concluir el siguiente. Aqu tambin rico fu el aporte de plumas ajenas, y futuros actores en gran escala del drama patrio hicieron su primera aparicin en escena.
LIBRO QUINTO
tercer
ms importante del ao de 1911 que inici periodo de don Manuel fu el Congreso Centroamericano
de Periodistas que se verific en la metrpoli guatemalteca del 21 Los literatos son gente nerviosa e inal 29 de septiembre de 1911. quieta a pesar de la fuerte presin de don Manuel alguien desbarr
;
en su discurso al referirse a la gran nacin del norte. El diario oficial se apresur a declarar que ninguna de las palabras proferidas en el mencionado Congreso fu dirigida contra Estados Unidos. creemos recordar cmo Manuel Valladares Cabe aqu se refiere a la prensa durante la administracin de Estrada Cabrera.
"La prensa fu nica: jams la hubo de oposicin ni de combate ninguna independiente en poltica solamente la voz oficial resonaba como eterno monlogo en loa al dictador;
:
Al
que en tiempo de Estrada Cabrera se escribi por sus servidores y aun con aspecto francamente oficial surge la desconsoladora exclamacin de Macauley y la conciencia honrada se hace la angustiosa pregunta: cmo se abrir paso la verdad en la historia por entre tan tupidos breales de inexac-
titud?"
238
Pedro Andrs Fornos Daz, abogado nicaragense, graduado adems en una universidad de los Estados Unidos segn parece la de Harvard era un poltico lleno de prestigio y adversaba a Jos Santos Zelaya, en el solio presidencial desde 1893. Emigrado por esta causa, vino a Guatemala, desde los primeros das del ao de 1908, con el objeto de solicitar la ayuda de Estrada Cabrera, enemigo reconocido del presidente nicaragense, para derrocar a
ste.
ganamos la partida a Zelaya yo no le ofrezco que Nicaragua sea una dependencia suya; pero desde luego tendr en ella un gobierno amigo o por lo menos
le dijo
:
Le conviene, seor
Si le
neutral.
le dio
largas al asun-
pidiendo algn tiempo para pensarlo, y destac, mientras tanto, a sus mejores sabuesos, algunos de los cuales fueron a Nicaragua, para averiguar la verdadera personalidad de Fornos Daz. Todos,
en sus informes, estuvieron de acuerdo en que era un poltico sumamente apreciado en su patria y lleno de entereza. Al creerse seguro de esto. Cabrera lo mand llamar, para sostener algunas conferencias con l. El contraespionaje nicaragense se apresur a avisar a don Jos Santos de que Fornos Daz visitaba a Estrada Cabrera. Al recibir la noticia, el viejo dspota de la patria de los lagos se intimid y consult el caso con el doctor Gmez, funcionario y amigo suyo, y hombre lleno de perspicacia. Este le dio un consejo digno de Maquiavelo "Site le dijo en cualquier banco de Berln, 25,000 dlares, puestos irrevocablemente a disposicin de Fornos Daz y haga que un agente en Alemania le enve un cablegrama cifrado, avisndole que en su cuenta y entregada por usted, se en:
se hizo tal
como
a
Apenas llegada
pusieron a descifrarla
Gmez. Guatemala la comunicacin en clave, se como esperaba Zelaya los peritos de Calo dijo
jECCE PERICLES!
brera; y no
rarse del
239
muchos
Al entele
mensaje
el
el
En
ella
que
le sala
pus
Con
el
el
nimo del ministro estadounidense, que ste solicit la excarcelacin de Fornos Daz. Cabrera, como siempre, tuvo que plegarse a la voluntad imperial, aunque en esta ocasin mucho le dola soltar a un enemigo de la talla de Pedro Andrs. Fornos Daz embarc en San Jos de Guatemala con rumbo para Costa Rica. Zelaya lo supo y al tocar en Corinto la nave en que iba, pudo obtener que el capitn del barco se lo entregara. En el tren que lo conduca a Managua, Fornos Daz pidi a sus captores y guardianes que le permitieran entrar al mingitorio; se lo
movi tan eficazmente
concedieron; cerr con picaporte la puerta y salt del carro en marcha por la ventanilla.
Rica,
Despus de muchas peripecias, alcanz a llegar a Costa donde an ms que a su presidente combati a Estrada Ca-
Manuel Diguez y Skinner prensa le sirvieron para insultar y escarnecer a Estrada Cabrera y cuentan que lleg a desafiar, para un duelo, a su representante, el encargado de negocios de Guatemala. En 1911 estall en Nicaragua la revolucin contra Zelaya, encabezada por Juan J. Estrada. Apenas lo supo, Fornos Daz embarc con rumbo a Bluefields, donde pronto encabez otra partida revolucionaria, constituyndose en uno de los directores del movimiento para botar al dictador nicaragense. Cuando Zelaya a consecuencia de estos hechos deposit el poder en el doctor Madriz y sali del pas, Fornos Daz en el acto proclam que no quera seguir luchando contra el presidente interino. "Es tambin un liberal y persona decente dijo y nos entenderemos".. Parti para Managua a conferenciar con Madriz, en un navio que remontaba el ro de San Juan del Norte. Al pasar por las Bocas del Colorado, el viajero encontr la muerte. Lo mat un negro algunos aseguraron que por mandato de los conservadores, para que Fornos,
entre los que entonces se encontraban
Kle.
La tribuna y
la
240
liberal,
no hiciera la paz con Madriz y otros, los ms, que por encargo de Estrada Cabrera. De mandatario a mandatario, en esta ocasin se jact Zelaya
;
de que, ms hbil, haba logrado que Estrada Cabrera encerrase en las prisiones de Guatemala al que l no haba podido antes, por
disidente de su gobierno, encerrar en las prisiones de Managua. tambin en este episodio, la fecha de la muerte del hroe en 1911 nos sirve para situarlo cronolgicamente.
IB
EN "LAS MIL Y UNA NOCHES".
.
el curso de esta El anecdotario de don Manuel es inacabable y bastara para llenar muchas obras del volumen de la presente, a pesar de que slo referimos aquellos sucesos o ancdotas que revelan ms claramente la ndole de un gobierno
Obtener este propsito nos pamontn de los que nos refieren, contaremos un sucedido en que lo grotesco y lo arbitrario ha sido causa de la eleccin. Cuenta el propio interesado, al que designaremos con las iniciales M. D. M. que su padre lleg a una lejana poblacin de la repblica como buhonero, trocando sus navajas y sus espejos ms veces por cacaos que por dinero. Producan tal codicia sus objetos en los primitivos habitantes del lugar, indgenas en su gran mayora, que cuando no podan permutarlos por cacao lo hicieron por sitios en la localidad. La reunin de algunos de estos sitios bast para constituir una pequea finca luego otra mayor y as sucesivamente hasta que el diestro comerciante al menudeo acab por ser el ms rico habitante de la poblacin, dueo de muchos miles de dlares americanos. Lo haba ayudado en esta refriega victoriosa por la fortuna su consorte, una muchacha de carcter entero y firme que en los comienzos de sus bonanzas iba ella misma a lavar al ro las ropas hogareas y despus administr las haciendas con mano de
desptico en
el trpico
americano.
hierro.
Cuando
los hijos
el
mayor,
jECCE PERICLESI
241
nuestro hroe,
tres vagones,
D. M., se encontr con que era riqusimo, us y abus de sus grandes rentas. A veces fletaba un tren expreso, con
para
ir
M.
en
la
a pasar
una
nes
le
En
ms de una ocasin
abusaba de
ellas.
Un
ban las fincas, un carnicero espaol, con una hija, preciosa muchacha de 18 aos, de tez blanca, grandes trenzas castaas y ojos verdes, que volvi locos a los mozos de las vecindades. El ms enamorado se mostr nuestro don Juan de las indgenas, es decir M. D. M., que en vano rasc el ala de la fornea durante largo tiempo. La doncella le afirm siemjJre que su precio era el del matrimonio. Entonces a nuestro hroe se le ocurri toda una bribonada, para satisfacer los apetitos que le inspiraba la bella moza. Urdi una comedia en que, bien pagado, el alcalde del lugar fingi unir con el santo vnculo a la hija del carnicero y al enamorado. Dos vecinos, tambin remunerados, fueron los testigos y en una amplia mesa, sobre la que estaba extendido el pabelln nacional, firmaron todos un falso "Libro de actas matrimoniales". M. D. M., luego, se llev a su seudoesposa, a una temporada en el puerto de Champerico al mes de convivir con ella se declar hastiado y la abandon, dicindole que el matrimonio haba sido una farsa. La burlada acudi al padre y ste le dijo:
;
No tengas pena,
hija,
que
el
Mont en su caballo y a los tres das regres al pueblo con una carta de un amigo suyo, recomendando el caso a don Chus
Senz, secretario del presidente,
T misma
vio a la
la llevars
dijo a su
hija.
Don Chus, en
muchacha y ^Hoy mismo
lo
escuch
la querella,
se se
enamor de ella, porque era muy bonita, lo cuento a don Manuel le prometi y
cumpli
prometido.
te
Don Manuel
Yo
har justicia
afirm
cuando se present su
secretario,
242
el
trmino de
comparezca ante mi presencia. Una llamada del presidente asustaba a cualquier guatemalteco. No sin grandes preocupaciones emprendi M. D. M. el camino de la capital. Al llegar a la ciudad de Guatemala se hosped en el Gran Hotel y se apresur a ir a la casa presidencial, donde solicit audiencia, a las dos de la tarde, A las 8 de la noche todava el presidente no lo haba recibido dieron las 9, las 10 y las 11, sin que llegara el momento de la audiencia. A esta ltima hora Orellana, el Jefe del Estado mayor del presidente, que conoca la riqueza de M. le dijo Usted no se debe ir hasta que don Manuel d orden de que puede hacerlo, y como ya es tan tarde y yo vivo aqu, le voy a habilitar en mi pabelln una cmoda poltrona para que usted pueda dormir vestido. Despus de este primer da, 20 ms transcurrieron sin que ni el presidente recibiera a M. ni Orellana, segn afirmaba, por orden presidencial le permitiera retirarse. M., desde el segundo da, pagaba generosamente sus gastos en la habitacin de Orellana. Al fin el Jefe del Estado Mayor le permiti que volviera al hotel, a esperar una orden del seor presidente, pero sin salir del mismo. Ya en el hotel sucedi muchas veces que cuando M. se preparaba a almorzar suculentamente con sus invitados llegara un ayudante de Orellana a conminarlo Dice el seor presidente que inmediatamente se presente
;
ante
l.
Entonces
el anfitrin
rasen en su casa y excusasen su ausencia y, ayuno corra a ver qu deseaba de l Cabrera, quien invariablemente no lo reciba.
Tal estado de cosas se prolong durante un ao. M., aunque un hombre entero y de fuerte carcter, enflaqueci. Si la zozobra de un llamamiento del presidente, aunque slo durase un da,
era
bastaba para inquietar a cualquiera, aquella larga espera hubiera matado a todo ciudadano menos fuerte que M. D, M,
M, se encontr al fin, a la puerta de una que don Manuel, seguido por dos de esos horribles perros chatos que nunca sueltan a su presa, se paseaba a lentos pasos. Y cuenta M. que durante veinte minutos permanecibajo el dintel de la puerta, sin que el tirano pareciera notar su preocasin,
la
En una
amplia estancia en
lECCE PERICLES!
243
senda.
bulldogs
Y
le
la ida o la
el,
los
y le gruan de manera tan amenazadora, que estuvo a punto de perder todo el dominio de sus nervios.
pelaban
los dientes
provinciano.
ao.
Yo mand llamar? Ah, ya me acuerdo Y para qu mand llamar? No seor, por mucho que he meditado en eso durante todo un ao. Piense^ piense para qu mandara a llamar?
a
s,
:
lo
El desesperado M. D. M. hizo esfuerzos insuperables de fantasa y de memoria para poder contestar a la pregunta satisfactoriamente, y estaba tan desesperado que empez a confesarse con el
dspota, contndole todos sus actos culpables desde que los cometi por la primera vez.
Seor, de 16 aos atalay a la Mara Panchoy, una indita de mi finca "Betania", cuando iba a lavar en el ro.
.
No es eso.
Y
as,
la
memoria
del culpable.
qu
lo
Entonces el presidente le dijo: Bueno. Vuelva usted al hotel; piense toda la noche el por habr mandado llamar, y presntese maana de nuevo a esta
hora.
misma
Al da siguiente y durante un mes ms, se repiti, todos los das, la intil presentacin de M. en la mansin presidencial, sin que lo recibiera el mandatario. A la postre fu recibido de nuevo y en las mismas condiciones que la primera vez. En la amplia estancia don Manuel se paseaba, los perros lo seguan y amenazaban a M. cada vez que pasaban
junto a
l;
Don Manuel
se volvi brus-
camente.
Ya sabe por qu
he mandado llamar?
244
el
ao de.
conti-
que ya conoce
el lector.
Estrada Cabrera
le dijo al concluir:
S; para eso
ro
!
lo
mand
Nada ms
;
nada ms augusto que la ley y usted se burl de ella nada representacin direspeto que una municipalidad recta del pueblo y que la bandera de la patria, y usted hizo escarnio de ambas cosas. Y ahora, vayase a su pueblo y ya sabe, si vuelve a delinquir yo lo hago morir a palos en la penitenciara. En "Las mil y una Noches" hay historias parecidas a sta, realizadas por monarcas omnmodos y con el mismo carcter de
profan
ms digno de
II
Cabrera comprendi la amenaza y decidi sortearla. Eligi para ello uno de sus servidores de ms mrito, Joaqun Mndez. Era un delicado poeta, de fino espritu, que conoca el secreto de hacer sonrer a su amo. Lo mand a llamar y le pregunt: Dentro de cunto tiempo est dispuesto a salir para Estados Unidos, como delegado mo ante Taft? Dentro de cinco minutos contest Joaqun Mndez. -Llevo catorce aos de ser presidente; cuando he hecho preguntas semejantes, siempre me dan plazos ms largos; algunos que han llegado a los seis meses. Es usted nico por lo expedito. Mndez se sac la cartera, aquella vez lo que en l era frecuente vaca. "Seor dijo si esta pequea bolsa se llena, todo objeto sobra en la mano del viajero." Aqu tiene su nombramiento, un pliego de instrucciones, la
a
lECCE PERICLES!
245
Apenas traspuso la puerta don Joaqun lo abri contena tres cheques por quinientos dlares cada uno pagaderos en los tres suce:
sivos
las instrucciones
La suma le pareci mezquina. El poeta realiz un milagro. Con su gracioso espritu y agradables maneras amarr las manos de Knox. Este, rendido, le dijo: Usted ha ganado la partida, don Joaqun dgaselo as a su presidente y disculpe mi brusquedad. Yo no soy un diplomtico aunque Taft se empe en que lo fuera, lo que yo soy, es un juez
en
los
Mndez
el
primer nies
ya haba
dado cuenta por cable del buen resultado de su empresa. Por qu tan pronto? le pregunt el presidente. Seor, se me acab el dinero tuve que descontar los cheques. Slo un almuerzo dado al que habr de actuar como prximo ministro en Guatemala me cost ochocientos dlares. Hubiera sido
un mal
servidor suyo
si
regateo
la
el
dinero.
III
Un ao despus, en 1912 Philander C. Knox, como Secretario de Estado y representante personal de Taft, visit los pases del Caribe y en cuenta Guatemala. El 14 de marzo arrib a la ciudad capital. El gobierno en el
Diario oficial afirm que consideraba su visita como una prueba de amistad de parte de los Estados Unidos. Fu declarado husped de honor de la nacin. Cabrera, procnsul corts, agasajaba al representante del
podero imperial.
En
el
246
poderes y los
Guerra, que portara uniforme de gala. A la llegada del Secretario de Estado, el muelle y los edificios del puerto de San Jos estaban de fiesta en la estacin capitalina del ferrocarril se le hicieron hono;
acompandole hasta
alojamiento que se le tena preparado. Luis Pedro Aguirre, entonces alcalde de la metrpoli, fu uno de los encargados de recibirlo
en
la estacin.
En su discurso de recepcin Knox expres que vena enviado como mensajero de amistad y que esperaba que las relaciones que
hasta entonces haban existido entre los dos pases se estrecharan a medida que se desarrollaba la civilizacin panamericana, apresurada por el Canal de Panam.
El presidente contest en forma altisonante "Cuna y sostn de Amrica, fuente copiosa del progreso humano y brazo omnipotente del trabajo universal, los Estados Unidos tenan derecho al respeto y estimacin de todas las naciones."
:
de
las libertades
Se le ofreci un concierto de marimba por una delegacin de los municipios indgenas, una marcha de antorchas y un desfile de estos municipios, con msica y trajes regionales. La plaza de armas estaba especialmente iluminada. Por la noche le dio un banquete el ministro de relaciones exteriores. A la mesa estaban sentados adems del presidente Cabrera, Knox y el alcalde Guillermo Aguirre, Rafael Yaquin y el ministro americano. La comida haba sido oppara, como es de suponer. A los postres don
Manuel mand
estas ocasiones.
Ya
Latour,
cios
el
como sustituto de Snchez Latour. Knox era grosero. Desde el puerto haba mostrado su mala
educacin protestando contra la canasta en que, pendiente de una gra, fu transportado de la canoa al muelle. En su discurso de sobremesa haba puesto en apuros al nuevo intrprete que suaviz trminos harto ofensivos para el mandatario, a quien trataba como al representante de una provincia conquistada.
Mucho ms corts se mostraba con Luis Pedro Aguirre, por quien pareca tener una deferencia excepcional, acaso debido a las
jECCE PERICLESI
247
maneras del alcalde, a su conocimiento del ingls y a la cultura que haba revelado en su conversacin. Saboreaba Knox un veguero cuando a sus odos llegaron los
pitos y chirimas indgenas.
El presi-
el
Se levant bruscamente
e invitando:
brazo a Aguirre y se encamin a la prxima ventana, que daba a la sexta avenida, sin la ms leve frmula de cortesa para su. husped, el presidente guatemalteco. Luis Pedro Aguirre estaba preocupado conoca al mandatario
:
le costara
desde ese instante cay en desgracia. El mandano lo volvi a invitar a ninguna fiesta y en cuanto concluy su perodo de alcalde no le volvi a conferir ningn cargo.
efecto,
;
En
Es una
isla
Don Manuel
al terrible
ministro para
las
brumas
alcohlicas.
su mensaje a la Asamblea de 1912, Estrada Cabrera contiHabla de que se han verificado las elecciones populares de los miembros del Poder judicial, de que las elecciones municipales tambin tuvieron efecto y que de la propia manera se procedi a la eleccin de los representantes que deban reemplazar a
En
na
la farsa poltica
la
mitad del personal de la Asamblea. Habla tambin de que la prensa del pas ha gozado de la ms absoluta libertad. Estas cuatro
248
lo largo
de todos sus
mensajeis slo hay palabras de falsedad y hoy, pasado el tiempo, asombra lo burdo de este "valor entendido" de la comedia democrtica
rodos.
t )
IV
ECCE PERICLES!
. .
la
El tirano en su vida familiar no haba tenido hermano Gabriel Estrada Monzn, haba fallecido el de 1905. Su matrimonio con Desideria Ocampo lleg aos a una disolucin de hecho. De los dos hijos que de l, Diego haba contrado una enfermedad venrea
Su
23 de abril
a los pocos
tuvo dentro
en Estados
Unidos, nacin en que se educaba; el tratamiento que ms tarde le dieron en Alemania y sus excesos anteriores produjeron la tuberculoSobre Paco, que sis que segn parece lo oblig acuitarse la vida.
estudiaba en Pars, en una escuela de agricultura, haba cado,
como
sobre presa fcil y cuantiosa nada menos que el hijo de un presidente una francesa ya de edad madura pero todava guapa.
ella
cesita al rico americano lo sigui. Ya en la patria, por complacerla, Paco contrajo deudas lleg a deber cuatro mil dlares en la joyera "La Marquesa". Por medio de hbil tercero se logr hacer llegar
:
hasta
el
difcil
de cobrar.
Cabrera
y la puso bajo el plato sopero de su hijo. Cuando ste lleg a la hora de comer ocup su lugar ante la mesa, vio el papel en su plato y lo ley se demud sin decir una palabra abandon el comedor. Instantes despus sonaba un tiro Paco haba saldado su cuenta. La madre de Paco, a la que diz que el autcrata le dio mala vida, enferma de los pulmones, haba muerto haca algunos aos en Niza. Aunque sustituy los hijos de matrimonio con incontables
:
;
lECCE PERICLESl
hijos fuera de
249
l, el
En
dares.
esta
Manuel
Valla-
"Llamse a Cabrera padre de la niez, protector de la juventud, educador del pueblo y modelo de amores en su hogar... Tuvo la desgracia el infeliz de que sus dos hijos legtimos se suicidaran para substraerse a su obediencia y que la hija predilecta, pusiera asimismo fin a sus das, despus de haberse sentido la nia ms desventurada en un hogar de riquezas y poder. Si as dirigi a sus hijos cmo gobernara a un pueblo? Discernisele el dictado de educador del pueblo y maestro del espritu y durante su administracin subi el nmero de analfabetos del noventa y dos al noventa y siete por ciento. Ecce
;
Fereles!.
."
,
El 7 de marzo de 1913 un fuerte temblor arruin Cuilapa y otras poblaciones del departamento de Santa Rosa.
Batres Montfar".
Rodrguez Beteta, Enrique A. Hidalgo, Salvador Martnez Figueroa, Andrs Largaespada, Manuel Arz Herrarte, Carlos H. Martnez y Rafael Arvalo Martnez, que formaban su directiva, fueron a visitar al presidente en su residencia de La Palipa. Esperaron mucho tiempo, en una escalinata descubierta, al lado de algunos indios y otras personas de poco valer. Martnez Figueroa, flaco y desgarbado, con su escasa barba y su cara de mestizo desdibujada por el alcohol, apareca verdaderamente ridculo porque vesta una levita y un sombrero de copa alta que le venan holgados. Todos los de-
ms
En un
tambin esperaban
250
Cerca de
ellos,
60 personas ms.
visitantes
;
aposentaba don Manuel a sus no se podia negar que su sala de espera estaba bien
Asi, al aire libre,
De
cendido
a don
la
limpi con su blanco pauelo; del rbol que lo cobijaba haba des-
deyeccin de un snate;
el
Mariano
en uno. c. Los atenestas por ltimo fueron introducidos ante el mandatario. A las palabras, mesuradas y discretas de Adrin Recinos, que cumplieron su difcil misin de saludarlo, en nombre del centro cultural recin formado. Cabrera contest con un regao ultrajante, como para chiquillos de colegio, que concluy as Os lo repito, seores cuidado con hacer poltica so pretexto de hacer literatura. Despus de los escritores, don Manuel ya no concedi ms audiencias. Ya por las 6 de la tarde, se present un oficial, quien anunci "El seor presidente est hoy demasiado ocupado y no puede recibir a nadie." Era la frase de rigor que se pronunciaba en La Palma un da s y otro tambin, salvo los casos de muy privilegiadas personas que eran recibidas, como los seores del Ateneo, sin mucha dilacin. Todos iniciaron la marcha; no faltaba gente ingenua que mur. .
Aqu todos se
muraba
las riendas
de
la
repblica y lo agobia el trabajo no quisiera estar en su pellejo. El compadecido mandatario mientras tanto, despus de una
breve entrevista otorgada a los literatos, como un sombrerito de petate y con su sempiterno pauelo de algodn atado al cuello se solazaba en las siembras de su finca particular y residencia, peda cuentas hasta el ltimo centavo a los mozos que vendan los productos de La Palma, o se distraa de cualquier otra manera. Al trabajo agobiante y continuo de los primeros aos haba sucedido, con la inamovilidad en el poder, una ms descansada vida. Porque diz que don Manuel entretena sus ocios, fuera de
gran almorzada y
la
lECCE PERICLES!
los das destinados a la
251
de administrar
la
repblica
autoadoracin y las horas en que se ocupaba como una hacienda particular, cultivando
rbanos, o viendo los veinte episodios del cinema yanqui, que enton-
una cmoda poltrona, bajo el techo de la vivienda de turno, pues temeroso de un atentado no habitaba muchas semanas el mismo edificio. Iban llegando a comces estaba en paales, repantigado en
partir las delicias
de
seoras de cierta
la real
muy
ntimos compar-
mancebas
seor presidente. Pero hay que confesar que se aburran y con ganas. Las mujeres eran poco tentadoras y adems fruto vedado. Todas se cubran con mantos y ninguna era joven; las sillas eran
matadoras.
Muy de tarde en tarde circulaba una copita de jerez o un mal emparedado compuesto con tan poca diligencia que todava ostentaba el papel de plata en que haba venido la salchicha del almacn. Era conocida de todos la sordidez del patrn. Y el gran avaro vea pasar los episodios folletinescos, en cada uno de los cuales moran todos los actores por ltimo, ya hacia las doce de la noche, Dios sea loado murmuraban los dos o tres amigos transcurra el postrero. Entonces el tirano se arrellanaba en su cmodo asiento el nico sabroso y como si fuera consciente de la tortura que infliga a sus ntimos, ordenaba: " Que vuelvan a empezar". Se repeta la macabra serie.
;
De
vuelta de
la
de Cabrera por las asociaciones, entraba un atenesta en su alojamiento cuando vio que desocupaban la morada de enfrente en donde viva el licenciado Doroteo Urzar. Pregunt a una muchacha que estaba a su lado Por qu desocupar Urzar si es dueo de la casa? La muchacha le cont burlando una historia trgica. Uno de los lugartenientes del tirano, haba salido al paso de Urzar unos das antes y le haba dicho Ayer rieron nuestras mujeres la ma est muy ofendida porque la suya fu grosera y altiva al extremo quiero evitar su vecindad mdese a otra parte
252
licenciado
la
Mdese usted no quiere ser vecino mi respondi casa en que vivo es de mi propiedad y usted arrienda suya. Est bien afirm matn doy una semana para
si
le
el
la
el
le
que se mude. Alli va ese argumento ... Y sacando con rapidez un filoso pual se lo hundi media pulgada en el estmago. El licenciado se vio teido en sangre y no
tuvo ni fuerzas para pedir auxilio
;
el
matn
se despidi
una advertencia; dentro de quince das estar curado completamente pero si no cambia de casa, yo le meto este mismo cuchillo hasta la empuadura. Y ya ves, concluy la muchacha, el licenciado desocupa
tiemble, Urzar; esto es slo
;
No
su vivienda
temi que
si
intil
VI
En
sin por
ese
mismo ao de 1913
;
Mxico pensaba en l durante sus terribles noches de vigilia y muchas de sus visiones de pesadilla lo tenan por escenario. Cuando ms preocupado estaba por las posibilidades de una nueva invasin, proveniente del lado mexicano, vino a refugiarse lugarteniente del jefe revolua Guatemala el general Carrascosa
cionario Carranza
El general Carrascosa, nacido en Chiapas, era un hombre de complexin fuerte, alto, bien formado, valiente; su color era moreno
y poblados bigotes negros acentuaban su aspecto viril. Se haba educado en Guatemala, en el colegio de Sostenes Esponda. En cuanto Cabrera supo que resida en la casa nmero seis de la tercera calle poniente lo nand a llamar. Carrascosa acudi al llamamiento Cabrera lo esperaba en La Palma. General los azares de la guerra, que es una le dijo han sido desfavorables pero aqu estoy yo mera partida de dados, le
;
ECCE PERICLES!
253
que quiero ser su amigo y me propongo ayudarlo. He tomado numerosos informes sobre usted y s que es valiente, decidido y de voluntad inquebrantable hombres as me complacen su causa me parece
;
;
justa; le voy a proporcionar armaSj soldados y frontera libre para que siga guerreando contra Huerta y en pro de Carranza. Carrascosa era hombre decidido y acept en el acto. contest voy a poner en conocimiento Corro a Mxico
de Carranza su oferta.
los cuatro
Barrios con pertrechos de guerra y dinero que le proporcion el guerrillero mexicano. Cabrera le dio todo gnero de facilidades para
invadir Chiapas.
nar
cin
al
Estado
Despus de ocho meses de combate no pudo domiy menos cuando el general Palafox, con tropas de
;
se encontraba en posi-
saber qu suerte
le
cibi
conferenciar con
temala.
le dio
una comunicacin de Cabrera, llamndolo con urgencia para l; entreg el mando a su segundo y vino a Gua-
Ya en
que
Al da siguiente de su llegada, a las nueve de la maana, un coche lo condujo a La Palma, morada de Cabrera. Hola, general! salud el presidente. Cmo le va? Le faltan recursos? Estoy dispuesto a ayudarlo hoy ms que nunca: a usted en lo personal le voy a donar una rica hacienda, una casa
octava avenida sur.
y 20,000 dlares como revolucionario le facilitar soldados y pertrechos pero tiene que aceptar un proyecto mo. Con los territorios de Chiapas, Soconusco, Lacantn y parte del Peten vamos a formar una nueva repblica al sur de Mxico. Tengo listo hasta el nombre se llamar la Repblica Sudoriental; usted, jefe vencedor, con los recursos que yo le proporcionar ser su primer presidente y se declarar separado de la federacin. Los Estados Unidos reconocern en el acto el nuevo Estado y al gobierno presidido por usted. No ve que les conviene tener una nacin amiga al sur de un pueblo hostil? Qu dice? Acepta? Licenciado, esto es fantstico! No puedo aceptar porque eso sera traicionar a Mxico adems, aunque aceptara, Mxico nos aplastara en un momento. Los Estados Unidos no lo permitirn dijo Cabrera, levantndose. Tengo su aprobacin. Vea! Vea estos documentos!
; ;
254
no, licenciado
decididamente
mi
patria; y
Qu piensa hacer? Volver a Mxico por prximo vapor. Est bien maana sale uno del puerto de San Jos
el
;
puede
irse
en
l.
Se despidieron. De parte del gobernante visitaron al general dos emisarios ese mismo da. El primero fu un compatriota fcil de palabra, F. G.; amenaz, halag: Si usted quiere dijo yo sera el jefe civil del nuevo Estado. Usted ocupara el puesto que deseara. El general se senta en peligro Cabrera haba soltado prendas acaso lo tena prisionero en aquel edificio, espiado y guardado por esbirros disfrazados de mil maneras distintas pero no cedi ni a las amenazas ni a los halagos. Despus lleg el gran poeta Jos Santos Chocano. Este lo llev a una dependencia presidencial, abri un cuarto y le ense una serie de cajones. Uno estaba
abierto.
Mire lo que contiene eran billetes del Banco le dijo Nacional de Mxico, por valor de cinco millones de pesos muy depreciados, el pueblo los llamaba biUmbiques. Carrascosa torn a negarse; se haba dispuesto a todo, incluso a morir y como ltima precaucin haba entregado los documentos comprometedores a una hermana suya, casada con un individuo de apellido Tpke, que los deposit en la legacin alemana, pues en la mexicana era considerado Carrascosa como un rebelde. Y cuando lleg la hora emprendi el camino del puerto, que poda ser el de la muerte. Ramos dijo antes de partir a su ayudante, perro fiel y valiente que lo segua por doquiera sgame sin que lo vean. Ramos obedeci. Aquella misma tarde en San Jos, el coronel Juan Mara Caldern lo asil en el mismo edificio de la Comandancia. Muy por la maana del da siguiente acudi a visitarlo. He recibido del presidente un telegraina en clave; me
; ;
lECCE PERICLES!
255
ordena que lo haga regresar de incgnito, porque le urge celebrar con usted una ltima conferencia antes de que parta; recomienda que no se exhiba. Carrascosa pens con rapidez la prensa haba dado noticia de su viaje; al regresar de incgnito Cabrera poda hacerlo desapa;
recer sin que quedaran vestigios de su crimen; pero no caba ms remedio que obedecer. Est bien dijo voy a vestirme. El comandante parti.
En
Mi
jefe,
aqu estoy.
Algunos minutos despus regres a Guatemala acompaado de varios soldados que lo guardaban. Al llegar a la estacin dieron tiempo a que los viajeros salieran del tren y hasta entonces bajaron. En la puerta los esperaba un coche enviado por el presidente. Condujo a Carrascosa y a su acompaante a las bvedas de San Francisco. Sali a su encuentro el jefe de espas, enjuto, bajito, de mirada traicionera y voz quejosa, como pordiosero; lo rodeaban caras patibularias de alcohlicos y degenerados a una sea del primero varios individuos de la guardia militar despojaron a Carrascosa de sus armas y papeles. El jefe dijo dirigindose a uno de ellos Capitn Centeno, usted me responde de l; ntrelo all
;
abajo...
Lo condujeron por un pasillo oscuro bajaron algunas gradas abrieron una pequea puerta de hierro y lo empujaron a una ergstula que meda metro y medio de ancho por doce de largo;
;
l. La prisin era oscura; su piso, de tierra floja y hmeda y su techo, bajo, de bveda; no se poda estar de pie; gruesas paredes la circundaban era el lugar destinado para los enterrados vivos. Carrascosa se agarr la cabeza desesperado. "Entonces -pens dolorosamente eran verdades los horrores que me haban dicho de este hombre; candido de m que pronto morir; antes he de padecer la sed y el hambre. Mis papeles comprometedores son la nica esperanza que tengo de salvarme". Se acost pero no pudo dormir. Cerca de las cinco de la maana sonaron trompetas del cuartel detrs de la puerta de hierro apareci el capitn Centeno habi recibido rdenes acerca del preso y vigilaba llam tres veces
cerraron tras
256
'
General. General.
En
de
dispuso hacere
las llaves
el
General.
tolina.
muerto y no contest. Escuch entonces el ruido abrieron un rayo de luz penetr en la barEl capitn Centeno habia encendido una cerilla. Carrascosa
y del cerrojo
;
;
entreabri
un
se
apagaba
la cerilla;
y fu adelantando poco a poco, llamando cada vez ms fuerte; se pregunt por ltimo si el preso estara dormido, desmayado o muerto.
Seor, seor.
Carrascosa haba visto,** a la luz de la cerilla, el mango de un revlver sobre el cinturn de su guardin y sbitamente se incorpor y con ademn ligero le ech mano. Ya eji poder del arma dijo
a Centeno
Si grita lo mato yo s que voy a morir, pero usted morir primero soy general y s manejar las armas. Los esbirros, cuando no se sienten seguros, son cobardes; aterrorizado Centeno implor No me mate, general: yo se lo suplico; tengo mujer y tres
;
:
hijos.
Har que yo mande? seor. Qutese ese cinturn y cia bien con
lo le
S,
su brazo derecho a
mi brazo
izquierdo.
Obedeci.
al recinto del
jECCE PERICLES!
salido. El
257
los recibi.
El general explic
sucedido.
Rosensweiss afirm
slo
Usted
sionero.
aqu es
un rebelde;
puedo
alojarlo
^
como
prii
No pudo
decir
ms Carrascosa
:
se haba
el
desmayado^
capitn Centeno.
les llevaron
los
las
once de
maana
rio y
la
de mayo de 1913
el
cultura y distincin.
Oy
Espero favorable solucin para usted por su patriotismo prometi. No comprendo cmo Guatemala tolera este ^monstruo
;
si ella
el
mundo
y
civilizado;
Un
supedita a los hombres honrados y patrocina a los picaros. En la tarde de ese mismo da estaba rodeada la legacin de espas y de tropas la mayor parte de estas ltimas se escondan en
;
barrancos que la limitaban por el poniente. Queran evitar que se evadiera Carrascosa por las noches autos tripulados por Tiburcio Molina, Juan Viteri y otros esbirros pasaban frente a ella, enfocando en su puerta fuertes reflectores y esto dur meses. El ministro
los
; ;
Verda muri el 15 de agosto de 1914, despus de haber tomado algunos alimentos en la nevera "El Buen Gusto"; dijeron que .Estrada Cabrera lo haba mandado envenenar. Al salir su cadver de la legacin, un polica, abriendo la tapa
del fretro,
ministro.
En
durante tres das. Rosensweiss se encarg de la legacin y Carrascosa continu prisionero. Por medio del ministro de Cuba, Piedra Martell, solicit auxilio y proteccin del cuerpo diplomtico para salir con vida de Guatemala.
Un da Ramn
cana, entr ante
el
Riverol,
Mi
258
Se
rranza.
lo
ense
En
el
acto Carrascosa
Carranza
le
como un hombre
contest que tuviera paciencia y se sostuviera mientras que un enviado suyo llegaba ante Cabrera.
el
los
pidi en
se neg.
nombre de su
y Centeno y
que garantizara la vida de Carrascosa dejara salir del territorio de la repblica. Cabrera
le
Seor presidente
amenaz entonces
el
enviado
tengo
instrucciones de Carranza de poner en su conocimiento que invadir Guatemala si usted no concede esto inmediatamente.
Ante semejante amenaza el autcrata guatemalteco cedi. Dos dias despus salian Carrascosa, Centeno y Ramos, rodeados por el cuerpo diplomtico y por varios amigos hasta el puerto de San Jos. Ya en el muelle, listo para embarcarse Carrascosa, el comandante se dispona a registrar su valija de mano.
Qu quiere? viajero. -:-Sus papeles tengo que verlos. Alto dijo Carrascosa sacando una pistola Ramos. No, general terci enviado de Carranza
grit el
:
lo
mismo que
;
el
no dispare
an, porque
me
Caldern retrocedi, plido como un muerto. Ofreci una lancha a los viajeros; la rehusaron y tomaron otra del vapor. Embarcaron Ya en Chiapas, Carrascosa don un negocio a Centeno y su familia y luego, por rdenes de Carranza, combati al general Castro. Un da Castro lo hizo prisionero haba interceptado un tonto telegrama de Centeno orden al general Pina que fusilara a ste. Todava hoy contaba Carrascosa me duele que Centeno haya muerto (1) creyendo que yo lo haba traicionado
.
Lo referido en este captulo es rigurosamente autntico a pesar de el aspecto de una novela de folletn. La honorable persona (don Rafael Beltranena) que nos refiri tan interesante episodio de nuestra historia, lo escuch en Mxico de la boca misma de Carrascosa.
(1)
tener todo
lECCE PERICLES!
259
yii
LO QUE NO DICE DON MANUEL
.
Hayne
Reynols
Unidos en sustitucin de R.
S.
En su informe a la Asamblea de 1914 don Manuel escribe: "Halagador es el espectculo que ofrece el movimiento inusitado de la prensa peridica en el pas. No hay una poblacin importante que no tenga un rgano de publicidad y si bien a veces se observa
destemplado de algunos rganos de la oposicin que llevan zozobra a los hogares, esa destemplanza disminuye, ya porque desaparezcan poco a poco las causas que la motivan, ya por la proel grito
la
deben ser usados en el porque se llega a la conviccin de que la exagerada licencia en el lenguaje deshonra al autor y produce perturbaciones que llevan al exterior una equivocada idea de nuestra cultura. No menos halagador es que las clases obreras y otros gremios importantes a diario se constituyen en sociedades de auxilios mutuos a las que las autoridades prestan todo gnero de apoyo y la garanta legal
gresiva cultura que indica los trminos que
fin,"
ataque, ya en
correspondiente."
que esos rganos destemplados de la prensa los tocaba l mismo con mano ajena, pues tenan por objeto zaherir a determinado ministro o funcionario pblico a quien se haca necesario cortarle las alas para que no se encumbrara dedice
es
Lo que no
don Manuel
masiado.
VII-A
LA HISTORIA DEL GOBIERNITO
. .
La historia del gobiernito llamaban a la que vamos a referir. Los guatemaltecos de aquella poca ya saban lo que el diminutivo significaba. Unos aos antes don Manuel enferm de ntrax tena miedo a una intervencin quirrgica, porque lo pondra durante algunos momentos en las manos de un cirujano y desconfiaba
260
de todo el mundo. El mal fu en aumento. Un da se desmay dentro de una tina llena de agua caliente y aromtica, que le haban recetado para su dolencia; se hubiera ahogado si la mujer que lo serva no lo saca de ella, lo enjuga y lo acuesta entre tibias sbanas.
Su mal trascenda
;
los
ms
;
de un posible sucesor a todos les interesaba la conservacin de sus haciendas y de sus granjerias y, despus de secretos concilibulos, el designado fu Manuel Paz, hombre estimado, de recio carcter,
que en una
poderes...
lista
lo
haban escogido
para
cuando
l ejerciera el
sistema reinante en Guatemala, descontaban que ninguno se atrevera a oponerles resistencia, una vez muerto don Manuel, para la ejecucin de sus planes, ya que ellos conocan muy bien como
amigos del mandatario, los ocultos resortes que ponan en movimienmaquinaria poltica en el pas. Y a este proyecto de un nuevo gobierno el pueblo de Guatemala hubo de llamarlo ms tarde "el
to la
:
Gobiernito'*.
Vidaurre, en "los ltimos treinta aos de la vida poltica de Guatemala" (Habana, Imprenta Sainz, Arca y Ca., 1921), dice de Paz lo siguiente
espritu altivo y fuerte, estaba sealado de la fatalidad. Yo acerqu a Paz a Estrada Cabrera por exigencias de ste. Cuando empec a insinuarle que se aproximara al mandatario, me contestaba con toda franqueza No. Este indio ser nuestra ruina. Pero al fin se aproxim, sin sospechar jams l ni yo lo que tras de esa amistad estaba escondido. ."
.
".
.Manuel Paz,
por
el ndice
Despus del 'desmayo don Manuel se dej operar por el Mrquez, Manuel Paz, Pablo Azurdia, Juan B. Padilla, Adolfo del mismo apellido y algunos otros de los amigos que haban fraguado el gobiernito, designando a uno de ellos como su sucesor. Todos llegaron temblando a la hora sealada para el gape, porque ya saban que el tirano estaba enterado. Y lo saban porque todos, menos Paz, asustados al ver que
doctor Rosal; cur; invit a comer a Adrin Vidaurre, Felipe
lECCE PERICLES!
261
lo
en la antesala presidencial a los otros conjurados estaban todos, y no haba ninguna persona ms, ajena a sus proyectos. Y eso durante algunos minutos, hasta que a ltima hora entr en la estancia el doctor Eduardo Aguirre Velsquez, periodista venal, que en su rgano de publicidad cantaba siempre las excelencias del poderoso. Despus de corta y silenciosa espera lleg don Manuel y los
:
invit a pasar al
comedor.
sepelio que banquete
el
;
nadie
enojoso silen-
Yo s que todos ustedes son mis buenos amigos y por eso he invitado. Los parientes quieren al deudo enfermo pero desean su muerte cuando deja alguna herencia. As ustedes no vieron con malos ojos que me muriera o que me debilitara mucho No dijo ms; todos callaron un momento. Paz, que era un
los
; . .
hombre
cierto lo
Ya supongo a qu se
que
le
realizado
gobierno tan asombrosa, que cuando lo vimos enfermo, sus amigos y admiradores no quisimos que se perdiera, por amor a Guatemala, en manos de un sucesor, quizs rival suyo, sino que por el contrario deseamos que la continuara un fiel partidario de usted. Aunque nadie es capaz de sustituirlo dignamente, yo fui designado como su indigno sucesor. La cruda franqueza de Paz aclar el horizonte; el tirano, ^sorprendido de momento, sonri luego y lo que al principio revisti las formas de ceremonia fnebre, acab en alegre tertulia, regada por licores generosos.
;
Muy
poner
Invitados de su excelencia.
Bueno, seores dijo que en lo sucesivo no se convierta en traicin lo que quiero aceptar que hasta hoy fu precaucin.
,
severa
Todos
al
262
Paz
romper.
dijo
simplemente
entre usted y yo hay vnculos que nadie puede
Seor:
Y
el
nico que ya quedaba y que no haba tomado parte en las conspiraciones del gobicrnito, el doctor Aguirre Velsquez, afir-
maba
al referir la historia
mismo
temor le hizo inhibirse, y que cuando qued solo se apresuraba a dar explicaciones, cuando don Manuel le dijo:
ya s usted no tiene nada que ver en esto pero lo invit porque deseaba un testigo de lo sucedido. Don Manuel era aficionado a los tragos. Saba beberlos; no descubran sus intenciones: Amigos y enemigos lo teman ms que por nada, por esa cualidad de hermetismo. Y aquella vez, como siempre, haba ocultado lo que pensaba hacer. A los tres meses fu preso Paz. El dictador no haba podido perdonarle que hubiera sido el nico que no denunci el complot y, sobre todo, que hubiera acepS,
: ;
tado la sucesin presidencial; y adems haba mediado una nueva ofensa de Paz para Estrada Cabrera: Como vimos anteriormente, el 8 de noviembre de 1913 haba
muerto Francisco, hijo del dictador. Esta muerte provoc un folleto, contra don Manuel, publicado en Nueva Orleans por sus enemigos. Don Manuel primero haba credo que el autor era el licenciado Marcial Garca Salas, editor de "La Repblica", gran diario guatemalteco, durante mucho tiempo; y lo mand a poner preso, Don Marcial una de las personas ms inteligentes con las que ha contado Guatemala sugiri a uno de sus amigos que lo visitaba en la crcel, que le era muy fcil a Estrada Cabrera saber quin era el verdadero autor del folleto en referencia, para lo que bastaba que mandara un agente especial, bien provisto de dinero; a Nueva Orleans, para investigar el hecho, lo que bien vala la pena, pues le permita conocer quines eran sus enemigos ocultos y des-
combinaciones. Estrada Cabrera encontr muy cuerdo el consejo justa peticin a la vez y envi al agente, que a poco de distribuir con discrecin algunas sumas de dinero, tuvo tan buen xito que pudo obtener al propio original de imprenta del libelo. Cuando estuvo de vuelta en Guatemala y se lo present a
truir sus
ECCE PERICLES!
263
Estrada Cabrera, ste vio que entre las lneas trazadas con mquina
haba correcciones manuscritas con
conoca
la letra
muy
bien.
naturalmente Paz, que ya haba conquistado el odio rencoroso de don Manuel por haber mostrado que para algunos tena
talla presidencial,
fu preso sin
ms
dilacin.
Ya en
la crcel
todos
conjeturaron que estaba condenado a muerte, pero jams presumieron lo que el destino le reservaba. A Don Manuel le pareci poca pena para Paz la de una rpida muerte y se dispuso atormentarlo.
cierto tiempo lo llamaba el comandante de y al aproximarse a su oficina una banda ad hoc le haca honores burlescos tocndole la marcha presidencial.
Lo befaron: cada
la prisin
esto an le pareci poco a Cabrera mand darle el soplo de iban a envenenar. Paz se neg, desde que lo supo, a tomar los alimentos que le enviaba su familia, pues no saba en cul de ellos haban colocado la pcima mortal, y slo ingera huevos crudos y agua mineral, que descorchaba l mismo. En raras ocasiones
;
que
lo
cambiaba
del ltimo
buena comida que le daban de su casa, por la bazofia compaero de prisin que se avena al trueque, si esto era tan fortuito que poda excluirse todo peligro. Se resinti de esta dieta y entonces, para economizar fuerzas, se mantena acostado, pero su nimo entero no decaa orden a su familia que no sola
:
licitasen la
clemencia del mandatario. Entonces ste acudi a su ponzoa mejor, haciendo que le doliera ms que los martirios materiales una duda atroz dud de la fidelidad de su esposa. Astutas personas le infiltraban cada vez ms la sospecha en el alma. Por ltimo contaban le dijeron que estaba encinta de su mejor amigo y se dej morir de hambre. La honrada esposa de Manuel Paz le haba sido fiel siempre hasta en el pensamiento, y la calumnia de su deslealtad provino de Cabrera. "Le hizo presa dice Adrin Vdaurre (obra citada) dando a conocer parte de la verdad de esta narracin y sin referirse al "Gobiernito" la fatalidad con motivo del suicidio de Francisco, hijo de Estrada Cabrera. El joven Estrada acababa de retornar de Europa, y por torpeza de Adolfo Benz, quien provoc un disgusto del padre al hijo, durante la comida, sali del comedor para dispararse
:
un revlver sobre
la sien.
264
Cabrera en
un
folleto
haciendo
terribles acusaciones. La confeccin del folleto se atribuy a Manuel Paz y fu conducido a la Penitenciara donde muri a consecuencia natural, segn unos y a consecuencia de un ayuno voluntario parecido al del alcalde de Cork, segn otros. Mariano Cheves y Luis Velsquez, que fueron sus compaeros de prisin, pueden referir pormenores de aquel cautiverio". Situamos aqu esta historia, atendiendo a la fecha de su muerte, porque sta aconteci el dos de junio de 1914.
;
VIII
POR TODAS PARTES SE ENGENDRABAN SUEOS DE DERECHO INTERNACIONAL Y A PESAR DE ELLOS SE PREPARABAN PARA LA GUERRA
En sus informes a la Asamblea de 1912/13 y 14, don Manuel haba venido hablando de sus buenas relaciones con las naciones extranjeras. Con fecha diez de mayo de 1912 se haban declarado ley de la repblica las convenciones sobre propiedad literaria y artstica, patentes de invencin, de dibujos y modelos industriales, marcas de fbrica y de comercio y sobre reclamaciones pecuniarias, concertadas en la cuarta Conferencia internacional americana. El 20 de septiembre de 1913 se celebr un tratado de paz y arbitraje entre Guatemala y los Estados Unidos. El 31 de mayo de 1913, Guatemala e Italia, inspirndose en la convencin para el arreglo pacfico de los conflictos internacionales, firmada en La Haya, el 29 de julio de 1899 y deseando consagrar el arbitraje obligatorio, celel^raron un tratado general de arbitraje. El 25 de octubre de 1913 el delegado por Guatemala firm en Pars la convencin internacional para unificar la hora. El 31 de diciembre del mismo ao, el delegado por Guatemala a la Conferencia internacional de estadstica firm la convencin concerniente al establecimiento de una estadstica comercial e internacional.
En
rencia centroamericana.
Por todas partes en aquellos tiempos se engendraban sueos internacional. Las grandes naciones, en graves congreDerecho de
ECCE PERICLES!
265
haban convenido en dirimir sus disputas por medio del arbide ello se preparaban para la guerra. El 28 de junio de 1914 el asesinato de los Archiduques de Austria, herederos del trono, prepara el estallido de la guerra; el 28 del mes siguiente, Austria se la declar a Servia y el primero y
SOS,
traje; y a pesar
lo
el
4 in-
vadi Blgica,
que produjo
entrada de Inglaterra
al conflicto
en contra de Alemania, De los dos grandes grupos que producan el equilibrio de los poderes en Europa, Inglaterra, Francia y Rusia de un lado y Alemania, Austria Hungra e Italia del otro, slo sta ltima se deslig de sus compromisos no entrando al fin a la lucha
sino del lado de los primeros, el 23 de
mayo de
1915.
Servia, Montenegro, Blgica, Rumania, Portugal y el Japn haban ms tarde de hacer lo mismo; en cambio slo se sumaron al grupo germnico Turqua y Bulgaria. El 12 de agosto de 1914, Guatemala declar su neutralidad en el conflicto europeo arreglara su conducta conforme a las convenciones suscritas en La Haya en 1907. En su informe a la Asamblea de 1915 por primera vez don Manuel alude a la guerra: "los trabajos del ferrocarril de los Altos fueron interrumpidos por la necesidad que hubo, a consecuencia del conflicto europeo, de dedicar todos los brazos a la agricultura". ". .La guerra iniciada en Europa, la langosta y la falta de lluvias fueron causa de que hubiese en las rentas una disminucin... Afortunadamente ha sido casi insensible en Guatemala la reaccin No fu posible continuar las econmica que aflige a otros pases. gestiones para el arreglo de la deuda interna y el saneamiento de la moneda porque la guerra de Europa las impidi formalmente". "Guatemala deplora el estado de guerra de los pases de Europa, depsitos de la civilizacin y maestros de la cultura, la ciencia y el trabajo. No hay pueblo de la tierra que no se considere vinculado con ellos en lo econmico y en lo intelectual, de manera que el conflicto que se ha producido ahora en el mundo y que excede en magnitud a todas las guerras de la historia, afecta a cuantas naciones pueblan el globo".
: . .
.
266
IX
...
Como vemos, don Manuel en este informe presentado el 15 de marzo de 1915 a la Asamblea ha hecho mencin de que la langosta asol el pas.
a los lectores
No dejaremos
los
pasar
tal
oportunidad de contar
uno de
lo
ms
Ma-
nuel Valladares
cuente.
En qu
Vallada-
no
lo
sabemos.
"
Cuando
se lleg a negar lo
!
que
la
evidencia mostraba
Por
si
me
la tierra
ante la indiferencia
del Gobierno y la impotencia de la defensa individual. Nada se haba hecho para acabar con el voraz acridio; pero urga
ostentar el patriotismo del gobernante y hacer parlar a la fama sobre sus sacrificios y eficaces medidas. Y as fu como en el
mensaje ante
la
Asamblea
se afirm
mancha de
el
gobierno, con acertadas y rpidas disposiciones, haba acabado por completo con la plaga y salvado las cosechas. No
mostrara en el semblante el ms complaciente asentimiento, por ms qu cosa distinta le constara pero s sobrevino el ms aplastante ments en los momentos mismos de la lectura de aqul, como todos, engaoso mensaje: como
rio
al recinto
mismo de
la
Asam-
que obscureca la luz del sol, y que ese da apareciera en la alta meseta de la capital como nunca se recordara en largas dcadas, pues por lo general se detuvo siempre sobre los extensos declives de las costas. A no ser el temor y las actitudes convencionales en aquel fetichismo poltico, los padres conscriptos habran celebrado con retozonas carcajadas la cmica escena del lector que apenas balbuca la negacin del chapuln
ECCE PBRICLES!
267
porque los insectos mismos le azotaban en redor y se le interponan entre los ojos y el papel. Ni el menor detalle ni la ms
la
visita
intem-
qu? Hablar de
de
la
plaga habra
Qued asentado como que ya no haba chapuln y que slo en la costa pas por breves das y qued exterminado gracias a las sabias y previsoras medidas del paternal gobierno."
insectos que alfombraba las calles.
verdad
oficial
Xelaj que culminan como ejemplares clsicos del cinismo con que se minti en todo se podra referir infinidad de sucesos, que a no ser patentes parecieran mentira. "As era la prensa y as los documentos cabrerunos as era la verdad oficial. Se podr dar asenso a lo que ellos asientan, sin cuidadoso expurgo y prevenido examen? Podrn esperar crdito los defensores que resulten, de un rgimen y de un hombre semejante?"
I;;
su narracin habla "del lector que lea el menestaba en lo cierto. Desde haca algunos aos el presidente ya no concurra a la inauguracin de la Asamblea. El propio Valladares ha de contrnoslo.
Valladares
en*
saje presidencial".
tido
"El demcrata sincero, liberal genuino jefe de su partan respetuoso de las instituciones, declar de su deber el
la
a la augusta representacin nacioprimera vez lleg a pie a la Asamblea a leer su mensaje; al ao siguiente su arribo fu en carruaje de lujo; despus envi delegado que leyera el mensaje anual; por ltimo hizo que la Asamblea llegara a "ser saludada" en el palacio del presidente... Oh, la dignidad augusta de la representacin
nacional
268
En
1915,
que hemos
visto partir a
gobernante.
Por ese tiempo, Cabrera con un ao de anticipacin, trabajaba para reelegirse en el perodo que va de 1917 a 1923 y detrs de l, humildemente, lo secundaba la nacin. Los mejores ciudadanos me que convena la prosecucin a m, el forneo redimido afirmaron en el poder de aquel hombre ya inmensamente rico y cansado de derramar sangre. El robo perpetrado y los asesinatos cometidos
;
iBCCE PBRICLESl
269
aseguraban
la
probidad y
la
piedad en
el
presente y para
el futuro.
puesto
ms
alto
de
la repblica.
El presidente de la convencin
era Carlos Salazar y en un manifiesto "proclamando candidato a Estrada Cabrera, firmaban a la cabeza, Fray Julin Riveiro, arzobispo, y Jos Pinol y Batres, entonces obispo de Granada.
Tras de
ellos
ms prominentes y
acau-
Todos estos altos miembros de la sociedad en apretadas filas, enchisterados y vistiendo luengas traslapadas, iban a ofrecerle la presidencia durante un nuevo perodo de seis aos.
Don Manuel esperaba en el palacio del gobierno; alguien haba ido a preguntarle si se dignaba recibir a los manifestantes; pero la contestacin no volva.
la esquina de la cuarta avenida y yo presenciaba la manifestacin y rea. El duro sol de noviembre caa sobre los manifestantes, haca ya una hora larga, produciendo gruesas gotas de sudor bajo sus sombreros de copa, que por lo variado de sus formas registraban toda la historia de tal prenda suntuaria. Al fin uno de ellos tuvo la osada de pasarse a la sombra los dems lo siguieron entonces Felipe Mrquez les grit con voz amenazadora: "Nada de eso. A formar en orden!" Todos obedientes, volvieron al lado del sol. Uno de ellos vio mi risa burlona y me invit ostensiblemente a formar en sus filas, Me negu, tambin de manera ostensible. Esa misma noche, al caminar hacia mi casa, empec a ver' sombras. Al da siguiente se convirtieron en agentes de polica ya bien definidos silbaban de cuadra en cuadra para avisar mi presencia. Y entonces me entr un terror pnico me haba contagiado del que reinaba en el ambiente. Un negrote con grueso bordn que encontr en una esquina frente a mi casa me infundi vivas sospechas era sin duda el encargado de sacrificarme pas a la otra acera y no me hizo dao; dos o tres veces se repiti su temerosa vista; y al fin averig que era un pobre enfermo, recluido en el Hospital Americano, que tomaba el sol para apresurar su con-
octava
valecencia.
Durante una
fiesta
en
la Villa
de Guadalupe
vi a los espas
270
acto compr, al
manera ms rpida de volver a casa y ni an en sta me considelibre. Por la noche un ruido de gatos en el techo me obligaba a dejar la cama descalzo y con una palmatoria en las manos. Lentamente el ataqfue fu desapareciendo. Al fin convalec de la enfermedad guatemalteca. Convalec a tal punto, que en una junta del Banco Internacional ya tuve valor para gritar a los accionistas que queran nombrar un gerente del agrado de Cabrera, estas palabras "Es vergonzoso que hasta en una casa de crdito se sienta la ingerencia del
la
raba
Como
XI
NO HAY CABRERA
NI
En septiembre de 1915 y enero de 1916 convulsionaron la repblica los ltimos ineficaces disturbios contra Cabrera; peridicamente el organismo patrio se sacuda tratando de arrojarlo fuera
de s. Esta vez los invasores comandados por el general Isidro Valds y el doctor Toledo Lpez, vinieron de Mxico, en donde se reclutaron adictos y se hicieron los aprestos necesarios, con el apoyo
del gobierno de ese pas y no pasaron del rea de Huehuetenango y del Peten. En Huehuetenango se repitieron los combates burlescos dos fuerzas contrarias se tirotearon intilmente con un hondo barranco de por medio. En el Peten, caudillos rivales se pelearon entre s fueron tambin aniquiladas estas revoluciones como las precedentes. No quiso Estrada Cabrera que estas invasiones de sus adversarios polticos fueran del conocimiento del pblico y prohibi su publicacin. Apenas si en su mensaje presentado a la Asamblea de 1916 refiere que "una partida de aventureros penetr en octubre de 1915 al departamento de Huehuetenango provenientes de Mxico,
;
lECCE PDRICLES!
271
los acontecimientos
en este ltimo
de
la repblica
movimiento".
Y cuentan que apenas debeladas las dos revoluciones dos embajadores llegaron al palacio del gobierno en la ciudad de Guatemala. Los dos tenan una misin ostensible y otra secreta. La
mexicano era impedir que el autcrata se reeligiera armas y auxilio de su patria, no convena que siguiese en el poder. Cabrera ya por entonces llevaba tres perodos como presidente, amn del ao en que administr la repblica interinamente. Contaba sesenta aos. Cada uno de los 19 de zozobra, concupiscencia y dominio omnmodo valan por dos empezaba a estar viejo y a sentirse cansado. Cuando lleg el embajador mexicano lo pareca an ms una barba de tres das contribua a ello. Lo recibi con
real del enviado
aire displicente
y visible esfuerzo
cadavrico.
que convena al cuasi difunto mandatario; el mexicano no se iba; con ojos escrutadores pareca querer llevrselo impreso en la retina detro de media hora estaba citado el embajador yanqui y tenan que hacerse misteriosos aprestos para recibirlo. Cuando Cabrera vio que apenas quedaba el preciso tiempo para ellos, acudi al recurso de fingir un desvanecimiento. El visitante se apresur a despedirse. Ese mismo da cablegrafi en clave a su gobierno "Regreso inmediatamente no hay Cabrera ni para un ao." El yanqui tuvo que esperar algunos minutos. Lo recibi un Cabrera remozado. Haba gastado el tiempo de espera en rasurarse, peinarse y teir su cabello de negro y sus mejillas de un suave sonrosado. Durante los dos ltimos minutos haba apurado, quemndose los labios y la lengua, una taza de caf hirviendo. Con la elocuencia y distincin que sin esfuerzo lo servan cuando quera agradar o convencer, habl de su amistad al poderoso amigo del norte, de su estabilidad en el poder, del amor de sus conciudadanos y, sobre todo, de asuntos que crey eran agradables a su interentrevista se prolongaba
lo
;
:
La
ms de
locutor. ...
al Secretario
272
el
poder. Accedi
a todo."
el
en
la
XII
DIEZ
Don Manuel en su mensaje a la Asamblea de 1916, informa que de nuevo ha sido electo presidente, y que la ms amplia libertad rein en las dichas elecciones, en que los ciudadanos hicieron discreto uso de la libertad de asociacin y de pensamiento. Ms de 500 clubes polticos y doscientos rganos de la prensa de uno a otro confn y an en las aldeas ms remotas, lo llamaron de nuevo al
poder.
Por decreto de 15 de marzo de 1916, la Asamblea declar popularmente electo para el perodo 1917-1923 al seor licenciado Manuel Estrada Cabrera, "preclaro estadista que con beneplcito general ha venido rigiendo los destinos del pas y que fu favorecido por el voto unnime de sus conciudadanos".
En un
clara
:
tigio
obtenido en los comicios es resultado del presManuel Estrada Cabrera, fundado en mritos y cualidades prominentes por todos reconocidas. Eso es el secreto maravilloso de tal acontecimiento poltico y del propsito inquebrantable del pueblo guatemalteco de decidir por s mismo
el xito
"que
de su suerte, mediante un acto deliberado de su voluntad y en ejercicio de su inalienable soberana. Con tal acontecimiento poltico que llena de jbilo a los pueblos, se ha consumado un gran acto de justicia y previsin, sensatez y civismo. Se ha sellado un pacto de paz entre los guatemaltecos."
diferente manera ha de contarnos esta reeleccin de 1915 Silverio Ortiz, el obrero historiador.
De muy
al
mandatario.
"Comenz la propaganda de parte de los que rodeaban Ya el lector puede imaginarse cmo era esto
la
lECCE PERICLESI
sentencia de muerte para favor
;
273
el
el
votante y
el electo
de
los
ms destacados
propaganda de todos los clubes de la repblica; dicha convencin acord dar una "mancuernilla" de plata con el retrato de Cabrera, la cual poda ser colocada en la solapa del
saco.
cada votante se
le
daba una y
si
nmero poda
escndalo.
que ms votos presentaran, obtenan premios, otra cosa: se hacan la competencia. Una persona tena que votar infinidad de veces, por ejemplo: al salir de Mixco, que es el pueblo ms cercano a la capital, tena que votar all; y luego en Las Majadas, en el Guarda Viejo, en el Amatle, en la Concordia y en el parque central, tambin tena que votar si segua adelante, de igual manera se le obligaba a dar su voto en la plazuela de Coln, en San Jos y en la Parroquia; al regreso tena que hacer lo mismo, pues no se permita que nadie pasara sin votar. Esto se haca todo el tiempo que duraban las votaciones. Esta vez Cabrera obtuvo ms votos que habitantes, de toda Centro Amrica solamente en el departamento de Solla, hubo ms de ochocientos mil votantes; era Jefe poltico el general J. Flix Flores. Esta vez se vio en un gran aprieto la "Convencin liberal" con tanta millonada diez millones de votos. Qu hacer para darle parte a Cabrera? No hubo ms que reducir el nmero, aunque don Manuel ya se haba dado cuenta de que fu demasiado. El presidente de la Convencin entonces, licenciado don Carlos Salazar, me dio estos datos en 1921. Pues bien, en esos das de la reeleccin, caminaba yo un da domingo por la 2' avenida y al llegar a la 10- calle poniente nos hicimos encuentro con un compaero de oficio, que trabajaba en el taller donde yo estaba; le pregunt que a dnde iba y me dijo, que aprovechando la tarde haba ido a ver a un amigo suyo que estaba enfermo en el hospital, bastante grave. "Y t, a dnde la tiras?" me pregunt "Don Gicho as lo trataba, por ser mayor voy donde mi primo Benito Ortiz, que vive en la 6- calle poniente, esquina del Incienso" le respond "Te voy a encaminar, porque tengo que ir donde
un
274
nos pasaron dos y 2- avenida norte individuos y uno de ellos nos dijo "Vayan a votar", a lo que les contest que ya habamos votado y al mismo tiempo le
trica
9-
calle poniente
lo que acreditaba la verdad de mi mi compaero le dijeron "Y usted?" El les contest "Con el voto mo y sin mi voto siempre queda ese seor". Nos dejaron pasar, y ya que habamos caminado una media cuadra, reprend a mi compaero porque haba con-
ense
la
"mancernilla",
voto; y dirigindose a
:
testado de esa manera. "Usted bien sabe le dije-r- lo canallas que son estos hombres aqu no se puede decir nada todo lo castigan, hasta el pensamiento". Don Gicho afirm: "Aqu nadie quiere a ese maldito de Cabrera todo esto lo hacen para que vean los "gringos" que el pueblo no lo deja que salga del poder y como a esos "chelones" les conviene tener all a ese verdugo, en Guatemala". Luego cambi conversacin y le pregunt que si al da siguiente iba a trabajar, a lo que me contest afirmativamente, porque tena un saco que lo haba probado un da antes don Alberto Mejicanos, y precisaba para el martes antes de me;
dio da.
Al llegar al callejn de la Monja, entre 6- y 7- calles o unos pasos muy ligeros, volv a ver y los dos individuos a los
que he hecho referencia nos dijeron "Prense!", nos paramos en la esquina del callejn, all nos registraron; uno era polica uniformado y el otro iba de particular; al momento le pusieron la abrazadera a mi compaero y a m me dijo el de particular: "Retrese, si no quiere que lo rompa a palos. ." Pues llevaba un fuete en la mano. Luego me hice hacia atrs y cuando ya iban por la 6- calle, comenc a andar muy despacio y as me fui guardando esa distancia; cruzaron la 5- calle y al llegar al templo de Santa Catalina me hice al atrio, para poder ver cuando lo entraran a la 2- seccin de polica. \ Una vez lo entraron me regres cruzando calles hasta llegar a mi barrio ya no pas a hacer el mandado, ni sal de mi casa, sino hasta el otro da que me fui a mi trabajo ya en el camino pens llevarle a don Gicho unos cigarros, fsforos y
.
; ;
lECCE PERICLES!
275
una
era ^
cuartita de aguardiente dentro de una tripa de cerdo as como se venda en ese tiempo para los presos y pas una cantina a comprarlos. Llegu a la 2- seccin y me entr
no saber que era necesario pedirlo y porque el "imaginaria" estaba sentado en su silla platicando con una seora y no se fij en mi entrada, llegu a la puerta
sin pedir permiso, por
me pregunt que quin a iba a ver y yo le dije que a "don Gicho"; entonces l me dijo: "Calate baboso, bruto, no lo mentes; qu le traes?"
del calabozo y a tiempo sali el guardin y
permiso para entrar?". "No lo porque estaba platicando con una seora." "Gracias a Dios, hombre. Si al salir te preguntan que a quin venistes a ver, dec que yo te ped estos cigarros y fsforos, y a la tarde llega a la casa para contrtelo todo." Al salir me dijo el imaginaria: "A dnde fu usted?" "A
"Esto". "Dmelo.
Quin
te dio
ped; el "imaginaria" no
me
vio,
me
los pidi el
guardin estaba vindome de lejos. All est, le dije, ^y l le present de lejos los cigarros y los fsforos. "Bueno, vayase". Al llegar al taller se lo cont todo a don Alberto, quien exclam "Ah, pobre Gicho! No habrn cometido alguna barbaridad con este infeliz?... Quin es el guardin?" "Es don Celso, es sastre, yo o conoc cuando estaba de aprendiz en la sastrera de don ngel Ziga y siempre me ha tenido cario". "Le
:
suplico que no deje de averiguar qu es lo que le pasa a este hombre, para ver si se puede hacer algo por l; ojal que sea cuestin de multa." La filiacin de la vctima a quien me vengo refiriendo, es sta: de nombre, Luis Morales, como de 40 aos de edad; originario de Quezaltenango oficio, sastre; con instruccin; de estatura baja, no pasaba de 1.50 metros; la tez blanca rosada la cabeza calva de regular complexin. No tena familiares en esta ciudad, viva solo. Ese da me fui ms temprano al taller, porque tena mucha curiosidad de saber del compaero. Apenas llegado le dije a don Alberto que me iba porque no poda estar tranquilo. Don Alberto me contest: "Lo mismo me siento yo, no he estado tranquilo durante este dk, por estar pensando en este pobre. Le suplico que lo que sepa de l me lo comunique lo ms pronto posible". Le promet "Al decirme don Celso lo que pasa a don Gicho, me voy a cenar y a las 7 de la noche
; ;
;
276
Me
desped de
l;
llegu a
mi casa
comer y me
fui
lECCE PERICLES!
a contrselo a
277
se
qued
lvido.
"No
dijo Luis
Presidente?"
me
interrog. "No, lo
que dijo fu "Con mi voto y sin mi voto siempre queda ese seor". "Ah! pero eso no es un insulto ni un delito para que le dieran esa muerte". Respecto a la basa que debe dos ayotes fu asi: "Al maestro sastre Manuel Lpez, le regalaron una tarjeta postal, en la cual, pintada haba una pirmide de slo
calaveras humanas, la punta terminaba en una sola calavera,
en donde estaba sentado Cabrera, con las piernas abiertas y cada calavera tena el nombre de la persona asesinada por
Cabrera.
No
ller,
un
un
cateo en el ta-
encontrando la postal, con lo que intimaron al maestro Lpez a que se diera preso, por lo que fu encerrado en la Segunda seccin. Despus de unos pocos das de estar preso le dieron muerte, tal como la que le dieron a don Luis Morales primero lo apalearon y lo ultimaron con la basa. Y as es como se mata de nada y nada".
XIII
EL CONFLICTO EUROPEO
al entregarle uno de don Manuel afirma que "breve ser ste porque l no acostumbra prometer sino cumplir". "Las fiestas de Minerva tuvieron en 1915 un esplendor inusitado que sobrepuj a los aos anteriores." De nuevo se refiere a la guerra europea: "El comercio y el rgimen financiero de Guatemala no han podido sustraerse a la crisis mundial. Ha aumentado la introduccin de mercaderas de Estados Unidos. La proximidad de stos y la abundancia y variedad de sus productos suavizan las consecuencias de la guerra mundial en Guatemala." "Nota brillante dio Guatemala en la exposicin internacional de Panam inaugurada el 20 de febrero de 1915 con motivo de
En
ms
largos,
278
la
Am-
Guatemala tom parte en la conferencia financiera de Washington mayo de 1915 y en el Segundo Congreso Cientfico Panamericano, reunido a fines de 1915,
rica la necesidad
de unirse.
en
la
la
camino
americano."
El 3 de febrero de 1917 los Estados Unidos, muchos de cuyos barcos haban sido echados a pique por los submarinos alemanes, unieron sus fuerzas al grupo britnico, llegando en el preciso mo-
fallaba Rusia.
XIV
LA aRCULACION DE LOS BILLETES SE APROXIMABA A LOS DOSCIENTOS MILLONES ...
Al finalizar su tercer perodo, en su informe a la Asamblea de 1917, don Manuel da cuenta a grandes rasgos de sus principales actos en los distintos ramos. A muchos de ellos ya nos hemos referido. He aqu el resumen de los que nos faltan. El paludismo azot a varias poblaciones durante el ao de 1916. Se acordaron varias concesiones a la Comisin Sanitaria que el Instituto Rockefeller nombr para que combatiera la uncinariasis que en forma endmica se observa en las costas tropicales de la Repblica. ^ Las luchas polticas de Centro Amrica y de Mxico trajeron muchos emigrantes a la hospitalaria Guatemala. Se ajust un convenio entre los tenedores de bonos de la deuda inglesa y el Secretario de Hacienda. Se pagaron anticipadamente los intereses de la misma. La casa nacional de moneda
jECCE PERICLESI
279
lletes del
Se recogieron
los bi-
Nacin en los ltimos 6 aos han sido de quinientos millones y los gastos de cuatrocientos, resultando una diferencia de cien para enfrentar el porvenir.
Las rentas de
la
La
por uno,
en 1917 se aproximaba a los doscientos. El cambio estaba al 18 al principiar el tercer periodo de don Manuel; al concluir llegaba a 41. La cosecha de caf de 1916 fu vendida a 8 dlares el quintal; a principios de 1911 se cotiz a 12. El programa de Relaciones Exteriores fu de amistad sincera y cordial con todos los pueblos de la tierra y fraternidad con las repblicas de Amrica, especialmente con las del centro. Guatemala estuvo representada en 77 congresos. En una serie de reuniones celebradas en la ciudad de Washington, fu reconocido por varias naciones americanas en calidad de gobierno de facto el del General Venustiano Carranza, jefe del ejrcito constitucionalista encargado del poder ejecutivo en Mxico. El 19 de agosto de 1916 fu recibido Salvador Martnez Aloma como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario suyo, en misin especial, quedando as restablecidas las buenas relaciones entre los dos pases vecinos, relaciones que estuvieron a punto de romperse por dificultades en la lnea limtrofe. El primero de septiembre del mismo ao el propio Carranza nombr al General y Licenciado Jos Bermdez de Castro para representar al gobierno mexicano ante el de Guatemala. Los designados durante esos 6 aos haban sido el Ingeniero Ignacio Lpez Andrade y el Coronel Manuel Duarte. Fiel a su costumbre de buscar el lustre literario, los encargados de pronunciar el discurso del 15 de septiembre, fecha de la Independencia patria, haban sido entre otros, los licenciados Carlos Salazar y Jos Matos. La adulacin haba seguido progresin geomtrica desde el 21 de noviembre de 1911 los festejos para el santo del seor Presidente empezaron a durar un mes y an ms. El 30 de abril de 1914 para consagrar los esfuerzos realizados por don Manuel en pro de la instruccin popular, la Asamblea decret que en las prximas fiestas escolares y en el sitio de honor de los templos de Minerva se colocara un medalln con su efigie.
:
280
recepcin diplomtica del 15 de septiembre de 1914, aniversario del da en que Centro Amrica surgi a la vida indela
En
el
decanos de
cuerpos diplomtico y consular. El coronel Arturo G. Belgrano, cnsul general de la Argentina, como decano del cuerpo consular dijo
los
:
en
el espritu
de sus
compatriotas."
En un Mensaje
de 1915
del Presidente a la
le al
le
agradece que
tincin que
puede otorgarse
Asamblea
-30
por su labor.
La direccin del diario oficial "El Guatemalteco" uni su voz de simpata, afecto y respeto al coro unnime del pas con motivo de ser el da de su cumpleaos el 21 de noviembre de 1915
.
XV
"SI
SE VUELVE
"El Gobierno llamado "de la Reforma" se incaut de todas las propiedades y dineros a rdito que posean las casas de beneficencia, capital acumulado por donativos de varias
Gobierno se comprometi compromiso que siempre haba cumplido deficientemente y de mala gana, pero en los das de don Manuel el abandono lleg a su colmo. En el Hospital General se careca de todo en las peridicas aglomeraciones de enfermos en ciertas pocas del ao, gran parte de stos tenan que acostarse en el suelo por falta de camas faltaba la ropa, las medicinas, el combustible, hasta el algodn; los alimentos eran tan escasos, que
la colonia.
el
Como compensacin
ECCE PDRICLES!
la
281
gente del pueblo, no obstante estar acostumbrada a la extrema sobriedad, se resista a ir al hospital por miedo al hambre. En los primeros aos de Cabrera, cuando el director del establecimiento era el gran filntropo don Rafael ngulo y Urruela, las cosas no iban tan mal porque l supla de su
peculio a las necesidades
ms urgentes pero en
;
los
el
aos
si-
tiempo en
Gobierno casi se desentendi del ramo de beneficencia, no dejando a sta ms recurso que la Lotera del Hospicio, que a Dios gracias y como manejada por gente honorable, no haba perdido su prestigio. Pero an ste peligr un momento. Un sujeto de apellido Letona, administrador de rentas, sali favorecido un ao con el premio mayor. Meses despus Qu suerte de el gordo volvi a caer en manos de Letona. hombre. Pas el tiempo, an no se haba olvidado la buena suerte de Letona cuando de nuevo otro gran premio recaa en l. La gente comenz a murmurar, no era posible que un hombre tuviera tanta dicha y como era de los ms sacones con Cabrera, era fcil presumir que ste haba puesto sus manos en aquella rueda de U fortuna. Las murmuraciones llegaron Este mand llamar a Letona: "Si se a odos de Cabrera. vuelve a sacar la Lotera lo meto a la crcel" le dijo escuetamente y le volvi la espalda. Aquel rayo de Jpiter puso fin a la dicha del afortunado administrador de rentas. Esta vez Cabrera no haba cometido ninguna arbitrariedad. Bien saba l las suyas y las ajenas... Pronto se averigu que el tal Letona compraba por medio de sus agentes los billetes pfemiados por mayor cantidad de la que les corresponda,' para disimular con esas entradas legtimas los muchos robos que operaba en las rentas pblicas."
que
el
.
'!
XVI
.
En la obra "La Alegra de Andar" editorial Renacimiento Eduardo Zamacois tiene un captulo sobre don Manuel; est fecha-
282
ao de 1917 y sospechamos que en sus primeros meses. Copimoslo aqu, en unin de otras narraciones, para cerrar el libro
do en
sobre
tes"
el tercer
como dira el dspota guatemalteco. Es insustituible; Nos da entero el ambiente de cabrerista y retrata a dort Manuel de manera inimitable.
"La misma noche en que llegu a la ciudad de Guatemauna carta en la que "Varios espaoles" asi iba firmada la misiva me rogaban solicitase del seor presidente de la Repblica la inmediata liberacin del aragons don Lucas Ibez, encerrado en estrechsima celda desde haca ms de ocho meses por un imaginario contrabando de sombreros. "Lo que el ministro de Espaa, don Pedro Quartin, no ha sabido obtener aadan los comunicantes nadie mejor que usted puede conseguirlo." Con loi cual, al par que me elogiaban, obligbanme suavemente a interceder en favor del preso, si no por dilecta filantropa, por consejos mezquinos de mi personal vanidad al menos. La carta interesaba; haba en ella gran dolor, y yo no he aprendido todava a encogerme de hombros ante el Dolor. Semejante a un proyectil bien dirigido, el ruego de aquellos
la recib
yo
lo sent
en
el
corazn.
Desde luego y ms conociendo el fracaso del ministro de Espaa supuse que la misin que me encomendaban no era fcil, y que solamente un gesto magnnimo de Su Excelencia don Manuel Estrada Cabrera poda sacarme victorioso de mi buen empeo. Pero ese gesto magnfico, llegara a producirse? Todas
que yo iba recogiendo aqu y all respecto a la biografa y humor de Su Excelencia, me decan "que no". Los guatemaltecos he aqu una observacin comprobada mil veces cuando hablan de su presidente, y aunque sus palabras sean elogiosas, lo hacen bajando la voz. Hay en ellos
un miedo inconsciente a
miedo
evita los motines,
pues en
el
el
Como
todos recelan
Miedo
ECCE pdriclesi
283
muy
que custodia a
^
la
entrada del
Palacio presidencial
un
Le va en
ello la vida
repeta.
El visitante fu recibido.
hay en Guatemala ocho hombres, juramentados, resueltos a asesinarle. Uno de ellos soy yo. Pero hace unos momentos la conciencia me reproch la mala accin que iba a cometer y vengo dispuesto a descubrirle los nombres de sus enemigos. Su Excelencia le contempl despreciativamente, apoy
a decir
Seor comenz
y dadle hasta
cincuenta palos.
La
el ltimo en decrmelo sepa que sus compaeros, uno tras otro, ya han estado aqu. El viejo proverbio mundial "alegra de la calle, dolor de casa", debe aplicarse en "La tierra del Quetzal" al revs en su hogar, despus de cerciorarse de que todas las puertas estn bien cerradas a la delacin, el guatemalteco es jovial y comu' nicativo; en la calle se muestra, por el contrario, taciturno y reservado, cual si una sombra de maleficio se cerniese sobre l. El pueblo bajo suele llamar a Su Excelencia "El Seor", como si en realidad lo fuese de vidas y haciendas tambin lo apodan "El Amo", pues parece que de hecho lo es. Los cultos, con cierta amarga irona, le dicen "El Hombre". Acaso no hay otro? Se le teme, y su retrato no falta en ningn hogar, en ninguna oficina, y hasta en los dormitorios de los prostbulos se le encuentra, semejante a esos santos que deseamos tener propicios. Es una obsesin. Mas sea este miedo justificado o no, lo indiscutible es que el solo nombre del licenciado don Manuel Estrada Cabrera inspira a sus gobernados una emocin ms de pavura que de respeto; algo de aquel terror supersticioso que, cuando nios, nos produca el Dios vengativo y barbudo del Sina.
;
qu
siete
Cranme
ustedes
cuentan
que deca
cierto
viejo
284
que
la
si
acudir
maana
Este era
el
yo
ltimo en asistir a
ceremonia
Una
tarde,
hombre con quien yo tenia que habrmelas. acompaado del gran simptico Fernando
'fui
conocer a don Lucas Ibez en su calabozo. Descuidando etihabamos anunciado nuestra visita; pero, como Estaba pasendose, tenamos seguridad de hallarlo en casa.
. .
las
manos
lle-
gamos.
Me
encontr en presencia de un
hombre como de 46
aos, alto y huesudo, cenceo de rostro y cuerpo, y muy discreto en el hablar. Sus actitudes, sus palabras, hasta el metal
de su voz, expresaban nobleza. Mesuradamente, sin lamentos y sin clera, don Lucas nos explic el desdichado lance que all le condujo. El haba
desembarcado en Puerto Barrios un cargamento de sombreros abon en la Aduana los derechos que, con arreglo a tarifa, le
exigieron, y se traslad a la capital.
Una
noche, hallndose
acostado, asaltaron su habitacin varios policas, los cuales, despus de incautarse de toda su documentacin, de su mercanca y de algunos miles de dlares que le quedaban, le llevaron a la crcel. Desde entonces nadie haba vuelto a ocuparse de l, ni siquiera para tomarle declaracin; probablemente nadie saba q^ue estaba y esta era su mayor desesperacin all, ni l tampoco saba "por qu estaba all". Don Lucas no pretenda que le devolviesen su dinero, ni sus sombreros. concluy resignado y ecunime Lo nico que pido
es
mi
libertad.
Prometle y ^^s me lo jur a mi mismo hacer cuanto pudiera en su favor, y nos despedimos. Por la noche fu a conocerme al hotel donde yo me alojaba otro espaol, buenazo y epicreo, alegre, barrign, con la cara sangunea, mofletuda
y sensual, a
laridad...
lo Arcipreste de Hita, lleno de malicias y de hiSe llamaba don Aquilino Snchez, y su notable simpata personal, aadida a su estrecha amistad con don Lucas y con Alcal Galiano, hizo que mi afecto hacia l medrase en seguida. Casi todas las noches, despus de comer, nos bamos a gozar del ambiente de aventura que envolva a la noble
jECCE PERICLES!
285
que acontecon frecuencia, sus carcajadas tamborileaban en la paz de las calles como una diana de cascabeles.
los grifos
rer, lo
componan
de su abundantsimo
Una madrugada
^las
fa-
me
y de una
acertara
y gan diero.
bernador de aquella provincia, quien le oblig a cerrar el hotel y la fbrica. Entonces don Aquilino, recelando males mayores, trasladse a Guatemala, habl con Su Excelencia y le inform de su desgracia y de su inocencia. Yo' me ocupar de usted le contest el seor presidente pero, si no quiere usted exponerse a que le prendan, qudese en la capital. Desde aquella conversacin haba transcurrido cerca de un ao en Amrica, como en Europa, "las cosas del Palacio van despacio" y don Aquilino, separado de sus negocios y con la ciudad por crcel, vea agotarse sus ahorros y consumarse su ruina. agreg despatarrndose y echando Es necesario fuera su barriga feliz de gran comedor que usted me salve. Yo quiero que cuando vaya usted a gestionar el indulto de Lucas Ibez, aproveche la ocasin para hablarle a Su Excelencia de m. Tiene usted que hacerlo, porque yo se lo ruego y usted no puede negarse. Continuamos andando y callados. Yo estaba perplejo. Don Aquilino exclam al fin yo bien quisiera servirle a usted; pero, seamos razonables. Si el ministro de Espaa, con todo su prestigio oficial, no ha conseguido la excarcelacin de don Lucas, yo, que no tengo su influencia, que soy, sencillamente, un viajero, "un seor que pasa", cmo voy a arreglar de sopetn la causa de Ibez y la de usted ? A mi juicio, uno de los dos ha de sacrificarse por el otro; o usted renuncia a su pleito, para que yo pueda abogar con ms bro por la causa de don Lucas, o viceversa. No nos
286
hagamos
ilusiones,
perderlo todo.
Uno de
quiz se salve...!
Don
Aquilino
me
arrebat
el
si
dr con todo.
Conque.
no se haga usted
As nos separamos.
La vspera de Su Excelencia en su
llegu, y vi
salir
kilmetros de la capital.
Eran
las tres
de
la tarde
cuando
ms de
cien personas
que aguardaban en
No necesit declinar mi nombre. Inmediatamente, con una solicitud que estim de buen agero pues comprend un militar de alta graduacin acudi que vena "de arriba" a recibirme y me condujo a un pabelln aislado en medio del
diencia.
parque, donde
lar
me
dej solo.
Tom asiento. Yo llevaba mi plan: me propona charcon Su Excelencia despreocupadamente, alegremente, por creer este el modo mejor de captarse la simpata del hombre abrumado siempre, por imperativos de su alto cargo, de graves preocupaciones; y al final, cuando ya le tuviese algo de mi parte, manifestarle el verdadero motivo de mi visita. No obstante, el miedo de fracasar, la consideracin de que el porvenir de don Aquilino y la libertad de don Lucas dependan de m, y que en aquellos instantes decisivos sus espritus estaban all conmigo, acompandome, suplicndome, me producan una honda turbacin. Mis manos inquietas se buscaban para refregarse nerviosamente una contra otra. Veremos lo que me dice "El Hombre", "El Seor", "El Amo" pensaba yo febril. Apareci otro militar:
el
seor presidente
le espera.
las
gradas que
ECCE PERICLES!
287
dan acceso al vestbulo del palacio presidencial, y fui introdice la leyenda ducido en un saln; el clebre saln que popular est acribillado a mirillas por las cuales una es-
. .
sobre
l.
,
Yo meditaba:
Dnde se ocultarn?
:
Me
estarn
viendo ? Pronto
me
y de calidad; las alfombras, las cortinas, los objetos artsticos de bronce o mrmol, todo armonizaba discretamente en una claridad de tonalidades suaves. Transcurrieron hasta cinco minutos... Luego unos pasos, un leve crujir de maderas y en seguida, sbitamente, bajo la onda del cortinaje de una puerta, aparece "El Hombre". Como su llegada no poda sorprenderme, consigo agarrarle bien, todo entero, con la mirada. Manifiesta sesenta aos o pocos ms es calvo, de mediana estatura y bien proporcionado; ni delgad ni grueso,
;
erguido, muy sobre s. Viste corbata blanca, levita y bode charol. El pantaln negro, de limpio corte americano, desciende a plomo, impecable, sin insinuar una arruga. Su Excelencia me examina unos instantes y avanza apausado, con lentitud ensayada y efectista al llegar a m me ofrece su diestra pulida y pequea, y con una languidez al par amable y fatigada el ademn de alguien que va cansndose de ser demasiado indulgente, demasiado bueno me autoriza a sentarme. Obedezco. Yo ocupo un silln. Su Excelencia se ha instalado a mi izquierda, en la sombra, sobre un divn. Su sitio es superior al mo; es un lugar "estratgico", desde el cual me observa y escruta mejor que yo a l, puesto que yo estoy en la luz y un segundo vuelvo a acordarme de aquellos cancerberos que segn aseguran desde las habitaciones y pasillos contiguos al saln apuntan con sus revlveres a los visitantes. Mas apenas pienso en ello, cuando
tas
;
muy
Desde el primer momento tomo "la ofensiva"; quiero decir, que tomo la palabra, pues para dar dichoso remate al asunto que all me lleva, ms que conocer a Su Excelencia,
me
urge y conviene que Su Excelencia me conozca. Le hablo de las impresiones que las feracsimas tierras
288
me han
producido
de mis "Conferencias" en
visita a la
hermoso
teatro de Coln; de
al
mi ascensin
do,
mi
versacin interesa a
seor don
no ha tenido tiempo sus mltiples objigaciones de jefe supremo del Estado no le permitieron, a travs de tantos aos de mando, ni siquiera una tregua... Al contestarme as, su semblante expresivo se cubre de tristeza es la melancola del ambicioso, que, despus de sacrificar su vida al Triunfo, reconoce que el Triunfo no es nada. Yo, entretanto, le inspecciono atentamente, vidamente; el seor Estrada Cabrera no acciona y parece medir sus palabras. Tiene una frente surcada de arrugas inquietantes, y la color broncnea del rostro da al bien poblado bigote una blancura inesperada y fuerte. Sus ojos negrsimos son escrutadores, de una tenacidad molesta; es la mirada comn de todos los "conductores de multitudes". En general, los rasgos principales de su carcter son 1 hermetismo y la
; ;
de Agua
energa.
all
de quin-
ce minutos envuelve indiscrecin, y como considero que ese cuarto de hora ha transcurrido ya, me levanto para despedir-
me.
Su Excelencia tambin
. . !
me vaya. Tiene an que recibir a tantos. Sin embargo. Espere Ud. murmura quiero dedicarle, en recuerdo de nuestra conversacin, un retrato mo. Me inclino en una reverencia de sincero agradecimiento hacia su cortesa. El seor presidente se marcha unosnstantes, y mientras vuelve, pienso en el pobre don Aquilino y en el infortunado don Lucas que me esperan Su Excelencia reapareci con su obsequio, y, mientras le saludaba con otra zalema, lea la dedicatoria escrita con una letra apacible, montona, de rasgos finos. Es que la grafo.
.
loga se equivoca.
Le deseo
a usted
un buen
viaje
dijo.
'
.4
ECCE PERICLESI
289
qu
la salida.
pegados militarmente al cuerpo. Al ir a trasponer la puerta, me revolv bruscamente el momento "teatral", elegido por m para interceder por mis defendidos, haba llegado. Perdn, Excelencia! exclam con estudiado aturdimiento y dando hacia l algunos pasos me dejaba en el
;
tintero lo
ms importante
:
El seor presidente no contest; mejor dicho, contest un temblor de cejas, que significaba "Qu ' deseaba usted? Sea breve."
a mis palabras con
el
celoso, y yo
continu sonriendo que todos mis amigos... mejor dicho... todos mis compaeros de profesin, que pasaron por aqu, solicitaron algo de Su Excelencia ...
Al hablar as desfilaban por mi memoria, en cabalgata nombres del gran poeta Jos Santos Chocano, el de Pedro Gonzlez Blanco, el muy lleno de luz de Rubn
rutilante, los
se comport
No,
le
pidieron algo.
yo estoy y de
.
.
que usted fu condescendiente con todos. El segua impenetrable; no se mova, no sonrea; ni siquiera sus ojos negrsimos parpadeaban. Era como si con el mirar quisiera registrarme el fondo del alma. Por lo mismo aad con una jovialidad en la que presenta mi triunfo yo deseo pedirle algo... c>3mo los otros... No hacerlo sera evidentemente, una falta de compaerismo...
Replic glacial:
le la libertad de don Lucas Ibez recluido en inhospitalario calabozo desde hace varios meses; y el so-
290
abrumaban a' don Aquilino y a don Lucas. Supongamos dije, deslizando unas savias de irona que los licores que don Aquilino fabrica en en mi alegato
Qu importa...?
Supongamos tambin que don Lucas no pag en la aduana de Puerto Barrios los derechos de introduccin de sus sombreros que s los pag, porque yo qu trascendencia puehe ledo el recibo correspondiente tener eso ? de Aqu una pausa astuta, comprometedora, en la que yo esperaba que Su Excelencia interpolase una respuesta de benevolencia. Como no llegase, conclu: ^Esto es lo que imploro la liberacin de esos dos amigos que en nada ofendieron a Su Excelencia. Yo quisiera llevarme de Guatemala la impresin de que si las manos de su Excelencia suelen cerrarse para castigar inexorables, tambin en ocasiones, saben abrirse paternales y misericordiosas sobre la cabeza del condenado. Yo sospecho que, a espaldas de Su Excelencia y al amparo de su nombre, los servidores del gobierno suelen incurrir en equivocaciones, de las cuales, naturalmente, Su Excelencia en manera alguna es responsable... Hubo otra tregua que me hizo sufrir horriblemente mi corazn lata apresurado; la emocin me sec la garganta. Parecame que las sombras de don Aquilino y de don Lucas cruzaban un abismo sobre un alambre.
;^
^Est
bien
replic,
usted complacido.
a
cabo,
ser
Dgale
don Aquilino Snchez que venga a verme, y yo le dar un salvoconducto para que pueda regresar a su pueblo. En cuanto
el
maana mismo quedar libre. Experiment una alegra infinita instantneamente mi alma se inund de luz; fu como si dentro de m surgiese una aurora. Oh, qu felicidad la de hacer bien
seor Ibez,
:
Gracias,
Excelencia,
muchas
gracias
repet
estre-
lECCE PERICLESl
291
Puedo
nueva ?
ir
a comunicarle a
la fausta
Mir
?
la
hora en mi
reloj
la crcel,
Exce-
le
entrar en to-
das partes.
Y,
si voy..., me dejarn salir, Excelencia? Don Manuel Estrada Cabrera se ech a rer con una
Vaya
leal,
que yo no
le
conoca.
;
repuso
adems, por
te-
al director de la penitenciara.
Por
refer,
la noche, y ante un cenculo numeroso de amigos, ya de sobremesa y con lujo abundante de pormenores,
mi
visita a
Su
Excelencia.
No
le dejara a
sador inagotable.
nidosa
vista
:
l
,
^Al
;
contrario
la entre-
escuchaba.
Su Excelencia
.
Imposible.
Estara enfermo.
!
?"
afirmacin unnime deduje que. si el seor presidente charlaba tanto no era por gusto, sino sencillamente porque muchos de los que le pedan audiencia "no se atrevan" a despegar los labios en su presencia, y l, corts, se
crea obligado a brindarles
De cuya
una conversacin.
lo
cmico
al referir
yo
si
me
y a
si
Pero,
me
dejaran "salir" de
292
As
respeto?
por qu no
Hay en
ello
acaso falta de
Y qu contest? interrogaban ansiosos. Pues respondi afirmativamente y se ech a De verdad se ech a rer? De veras
rer.
La
villosa,
revoloteaba alrededor de la
rer ?
mesa
serio,
se ech a
rer
Todos se consultaban y felicitaban con los ojos; luego se mira a un hombre que ha escapado a un peligro inaudito. Por lo visto se trataba de una novedad sin precedentes. Llegu a tener miedo yo haba entrado en la jaula del len y no lo saba. A la maana siguiente sal de la ciudad de Guatemala, hacia el puerto de San Jos, donde embarqu, a bordo del "Per", para Acajutla. A los pocos das de hallarme en San Salvador recib un telegrama que deca: "Ayer sali don Lucas. Semana entrante voyme San Felipe. Reciba usted nuestra gratitud ms expresiva. Saludos". Firmado "Lucas Ibez,
me miraban como
Aquilino Snchez".
Esta es la historia ntima, el "subsuelo", si as puede llamarse, de este pequeo drama, bello y sin sangre. Pero, en resumidas cuentas preguntarn algunos, tal vez, cmo es don Manuel Estrada Cabrera...? En verdad que lo ignoro. Para muchos ser un tirano. Libros y folletos conozco que dilatan alrededor de su figura un nimbo neroniano, un resplandor rojo, y le p~resentan como a un felino, blando en los ademanes y en la intencin te-
rrible
Pero para m, el presidente de Guatemala, por haber sabido ser generoso y cumplir luego libremente su promesa de serlo, es un caballero. Decir lo contrario equivaldra a pagarle con barro el oro que me dio perdonando. Guatemala, 1917."
lECCE PDRICLESI
293
el articulo
de Zamacois,
muy ameno
una pintura
como ya
dijimos.
pesar de
con-
ms graves
ya se da
y de otro temalteca.
el
una pequea colonia espaola un hombre que est preso sin saber por qu que ha tenido que 3alir huyendo de una provincia guacaso de
Es notable tambin la descripcin del miedo de los puede colegirse cul sera el de los guatemaltecos que no disfrutaban ni de una sombra de ^proteccin exextranjeros, por el que
tranjera.
XVII
. . .
Buen sitio nos parece ste para intercalar una ancdota que, de idntica manera a la de Zamacois, se refiere a las prisiones guatemaltecas en tiempos de Cabrera. Cuenta el doctor Julio Bianchi que su colega el doctor Ricardo Alvarez haba estado preso sin ninguna causa justificada, por orden de Cabrera, en la crcel de San Francisco, donde haba una guarnicin pequea. Un da su esposa acudi a visitarlo; no encontr a nadie en la^crcel y la puerta principal estaba abierta; penetr por ella y fu siguiendo hasta los cuartos interiores, donde estaba preso e incomunicado su marido no haba guardias por ningn lado; as lleg hasta la habitacin que serva de calabozo
;
En un extremo de
en las manos.
estaba sin cerrojos y pudo salvar su puerta. la celda se encontraba el doctor, con la cabeza
mida
la seora voy a cerciorarme de que en efecto esta crcel est completamente vaca, fuera de nosotros.
Hace dos das que no veo a nadie y que me se quej pasa esto desde que mi carcelero jando sin cerrar puerta. Yo tampoco encontr a ninguno corrobor
;
falta la co-
se fu, de-
la
regres.
;
294
No clam
es
una trampa!; en
cualquier parte estn escondidos los soldados y al verme salir tirarn por la espalda, so pretexto de que escapaba.
me
la
su marido y le llev la comida. Siempre lo encontr solo. Al fin obtuvo una audiencia de Cabrera; le cont lo sucedido; Cabrera
afirm
Seora pero crcel de San Francisco est desocupada. Si est su marido es porque quiere. Por qu haban desocupado? preguntamos a Bianchi cuando nos esta ancdota. Probablemente para poder fastidiar doctor Alvarez
;
si la
all
la
refiri
al
contest,
XVIII
EL SEOR DE LA PERITA...
Y narremos tambin en este libro aunque no se refieren precisamente a crceles guatemaltecas dos ancdotas que nos cont el doctor Rodolfo Robles; Desgraciadamente nuestro sabio y generoso amigo est muerto y no podemos preguntarle en qu fecha sucedieron los sucesos narrados ni cules fueron los nom-
He aqu la primera, la podramos titular "La estampa del director de la polica de Quezaltenango". Contaba el doctor Robles que un director de polica de la ciudad mencionada pretendi a una muchacha intilmente. En una ocasin, con toda insolencia le dijo "No quisiste ser ma por buenas; pues bien, maana, a las doce para ms lujo, -vendr por ti para que seas mi querida". Y no era una vana amenaza, pues todo Quezaltenango saba que no era aquella vez la nica en que la profiriera el esbirro del dspota, dirigindola a una muchacha, y que siempre haba cumplido lo que prometiera. En la casa amenazada con tal violencia todo fu turbacin desde ese instante y cuando ya se conclua el plazo fijado por el
bres de sus personajes.
:
polica,
la
muchacha en
En
la gentil
don-
lECCE PBRICLESI
celia; sta, llorando
295
a contrselo todo.
actuar.
calle
he trado revlver y la puerta de tiene cadena para cerrarla adems de pasador. Voy a echarlas.
fortuna
dijo
,
Por
Lo hizo como lo dijo y los dos jvenes se quedaron esperando los acontecimientos. Unos momentos despus el director de polica, seguido de sus satlites, llamaba a la puerta. El muchacho, con la pistola en la mano, pregunt: "Quin llama?" dijo el director dando su terrible nombre como un Yo "ssamo brete" omnipotente.
afirm el muchacho no se le abre a usted nada que hacer en esta casa. rugi el director de la polica Boten la puerta Ya vern los enemigos del seor presidente cmo los trato yo Empezaron a golpear con las culatas de los fusiles. El defensor no esper ms apoy el can de la pistola sobre la madera de la puerta, apuntando hacia donde sonaba la
^Aqu hoy
No
tiene
voz del jefe de los allanantes, y dispar varias veces. Se dej or un grito agnico y el director, herido de muerte,
cay
al suelo
Aqu va
la otra
puede ser
lla-
mada
das
"El seor de la perita". Un rico hombre guatemalteco era dueo de grandes haciensi
en el departamento de Quezaltenango o de mala suerte de provocar el encono del gobernante y lo redujeron a prisin aunque lo soltaron al ao, desde entonces empez su calvario. Cada vez que haba un movimient subversivo contra don Manuel lo incluan en la lista de los sospechosos y lo volvan a meter a la crcel, con todos los vejmenes que esto significaba. Enferm vio menoscabados sus intereses, porque no poda atender sus fincas ni encontrar trabajadores para las mismas; y esto durante aos. Un da Robles acudi muy temprano a la estacin del feSuchitepquez.
no recordamos
Tuvo
la
296
rrocarril
brera.
en cuanto
empez a contarle Cansado de una vida que no era vida acud al presidente; le pint mi situacin. Le habl al alma. No es tan malo como lo
y
Se condoli de m. "Seor le dije cada vez que sus enemigos fraguan algo contra usted la direccin de polica me incluye en la lista de los sospechosos y me reduce a prisin, amn de infligirme muchas otras sanciones no merecidas, y esto me est matando mi dinero y mi salud se marchan. Vivo con una amenaza perpetuamente suspendida sobre m. Y sin embargo, yo le juro que desde la primera vez en que os adversarlo hace muchos aos, no me he vuelto a ocupar de poltica usted me escarment demasiado. Desde entonces he sido muy infeliz. Ahora, por primera vez, he venido a usted para suplicarle que me perdone y que me deje ausentarme del pas. Vender todas mis propiedades; las repintan.
, ; ;
ducir a dinero contante y sonante y me ir a radicar lejos de aqu. As, ya que se desconfa de m, alejar toda sospecha. Tenga
piedad de m, seor, y concdame su licencia." Al presidente pareci hacerle gracia mi franqueza y mi humildad. Entendi que era sincero y me dio su permiso. Ayer le puse un telegrama despidindome y pidindole rdenes para San Francisco California.
desendome muy buen viaje. Aqu en mi Mire esta otra cosa Abri la cajita y con el dedo pulgar movi billetes estadounidenses de cantidades mximas. Eran gruesos rollos...
Lo contest en
el
acto
Influye
y se
de
tal
modo
continu
el
estado de espritu
en nuestra salud, que desde que el presidente me dio su permiso para realizar mi fortuna y expatriarme, me ha vuelto el hambre
contenido las deposiciones constantes. Si me hubiera hace un mes, cundo empec a poner a la venta mis propiedades. Era slo huesos y pellejo. Ri. En realidad, luca bien. Estaba vestido cuidadosamente y pareca saludable y remozado. A las siete de la maana lleg el amigo a quien Robles iba a despedir y dijo adis al viajero. Minutos ms tarde y cuando ya se acercaba la hora de que partiera el tren, se present el seor Todos los guatemaltecos lo conocan: el clebre de la perita...
me han
. .
visto
lECCE PERICLES!
esbirro de Cabrera
al.
297
el
ms
terrible
dirigi a la victima
Qu hace usted aqu? pregunt. Pues ya ve, Rodriguez. Me voy a Estados Unidos. Dme ese cofrecito y sgame. Lo manda don Manuel. Mire aqu tengo su Pero mismo me dio permiso telegrama de despedida. x Nada; obedezca.
lo
los
si l
Detrs venan cuatro esbirros ms. El sedicente enemigo de don Manuel obedeci. Le dio el cofrecito que contena su fortuna; y baj humildemente del carro
tras l. Iba mortalmente plido. Trasudores de agona casi le impedan caminar. De la estacin lo condujeron a la penitenciara. Su dinero fu a parar a las manos de Cabrera. Tres meses despus lo mataba la disentera en la prisin.
nombre Pedro
:
Pelez.
Continuamos en este libro la estampa de la diplomacia del dlar y se dieron la de Fomos Daz, la extraordinaria del general Carrascosa, captulo arrancado a una divertida novela de folletn,
y la de "El Gobiernito". En l, uno de los principales protagonistas tuvo actuacin ms larga. Y como siempre, a su debida hora,
lleg el
cuadro de
la reeleccin.
LIBRO SEXTO
Estados Unidos hizo un gran dao imitando su actitud siguieron Liberia y Siam y en el Continente americano, once naciones, empujadas todas ellas por los yanquis. Argentina, Chile y Mxico resistieron su presin. Es digno de llamar la atencin dice Carlos Bans en su "Historia de la guerra de 1914" que en la cruzada contra Ale-
La beligerancia de
Tras
los
a Alemania.
ellos e
las
pequeas repblicas* de
la
Amrica Cen-
supeditadas por completo a la influencia yanqui. El presidente guatemalteco se glori de que Guatemala haba
sido la primera
que hizo causa comn con la gran nacin. 27 de abril de 1917, "considerando que Guatemala formul formal protesta al gobierno alemn por la violacin del Derecho de gentes y que dicha protesta fu desatendida en lo que se refiere a la cesacin de los mencionados procedimientos y no mereci la atencin de una respuesta, en consejo de ministros, el gobierno de la repblica cort las relaciones diplomticas con Alemania, extendi pasaportes a sus representantes diplom-
Con fecha
ticos
y cancel los exequtur a sus cnsules". Eran entonces ministro de hacienda, Guillermo Aguirre; de gobernacin y justicia, Jos Mara Reina Andrade; de la guerra,
Luis Ovalle; de instruccin pblica, Eduardo Girn y de fomento, Luis F. Mendizbal.
reelegido en noviembre de
300
y una misin extraordinaria guatemalteca concurri a la inauguracin de su segundo perodo, que comenzaba en ese ao de 1917.
En ese mismo mes, apenas rotas las relaciones diplomticas, un guatemalteco entr en casa del dentista; y busc revistas mientras llegaba su turno de ser recibido por el profesional; dos mujeres
hojeaban
la
las
dama
'haca calceta.
mesita del centro no quedaba ms que un ejemplar de "El Eco Alemn", peridico que en defensa de la causa germana editaba el doctor Schnisler en Guatemala. El cliente, aburrido, lo
Sobre
tom al fin; haba apenas ledo cinco minutos cuando las tres damas lo vieron levantarse excitado y blandirlo en la mano en son de amenaza; profiri una interjeccin y sali de la clnica precipitadamente
:
^Est loco
la
dijeron
^A
de la clnica haba ledo y lo haba inel fin de un insolente editorial del doctor Schnisler en que ste, dirigindose a la Repblica de Guatemacolrico porque siguiendo a Estados Unidos, haba roto sus la relaciones con Alemania amenazaba: "Apunta, republiqueta, que ya Alemania pegar..." El solo desafiaba al pas en que viva. Cabrera lo dej decir: no hubo sancin ninguna para l; sali tranquilamente del territorio de la nacin en viaje a otros dignado a
extremo, era
Lo que
pases neutrales.
II
FINES
DE
1917...
A fines de 1917, Cobos precis por de cambiar la triste situacin de su patria. lla aventura podra estar comprendida su de sufrir una decepcin amorosa, tena ya
primera vez su intento Entenda que en aquemuerte pero acababa 40 aos, y pens: qu
;
ECCE PERICLES!
valor
301
pueden tener 20
30. aos
ms de mi
soltera intil?
Voy
Pinol, obispo
la
muy
opinin
"La primera exploracin del sentimiento pblico, fu hecha en Quezaltenango en octubre de 1917. Con motivo del mes del Rosario, fuimos a la metrpoli ltense, monseor Pinol y yo, invitados por el cura de la parroquia del Espritu Santo, que hoy es catedral. En esa iglesia pronunci el obispo Pinol su primera serie de conferencias cvicorreligiosas, ante un auditorio exclusivamente de hombres, conferencias que causaron una emocin tan honda como silenciosa. El padre Elseo Gonzlez, cura de la parroquia, excelente sacerdote educado en Roma y hombre tan ilustrado como valiente, secund con sus predicaciones la campaa del obispo, en trminos an ms enrgicos y precisos.
Aunque
excitativa, quise,
no obstante, averiguar
la
opinin de algn
miembro prominente de
dirig a
la sociedad quezalteca,
para ver
objeto
si
Con
tal
me
a quien no conoca que tena las mejores referencias, por mi amigo, don Luciano Boudousse. El seor Bouscayrol me recibi muy amablemente en el escritorio de su casa, y no pareci alarmarse de mi proposicin, sin duda porque mi intimidad con el obispo Pinol le infunda confianza pero su respuesta fu adversa y contundente "Es intil me dijo pensar siquiera que pueda surgir en Quezaltenango lo que usted desea, puesto que, como a usted le consta, porque est a la vista, el despotismo es aqu mucho ms fuerte que en la capital. Si all se inicia el movimiento, entonces s puede usted estar seguro del concurso de Quezaltenango, porque lo secundar con el mayor entuni de vista, pero de la
;
siasmo.
."
as sucedi efectivamente."
302
III
. . .
El 17 de noviembre tembl por primera vez fuertemente en Guatemala durante el ao de 1917, arruinando algunas poblaciones El 25 y 29 de diciembre de ese y 24 del prximo enero se repitieron los temblores en la repblica, pero con mucha mayor fuerza, esta vez derribando los edificios pblicos y gran nmero de casas particulares en la capital y pueblos circunvecinos, inclusive una parte de Antigua Guatemala. Las prdidas materiales fueron enormes y muchas de ellas irreparables. Las de vidas reducidsimas Por segunda vez para la metrpoli patria pudieron sonar las palabras del inmortal poeta Landvar "La ciudad, poco ha fortaleza y brillante capital de gran reino, es ahora un hacinamiento de piedra. No restan al pueblo casas, templos, calles, ni tiene por donde subir seguro a la cima de la montaa. Rueda todo muerto en precipitada ruina, cual si herido fuese por los alados rayos de Jpiter."
del departamento de Amatitln.
el 3
mismo ao y
"Aquello pareca
el
mundo
un
veamos todas las casas destruidas, las mujeres, hombres y nios parecamos locos, unos corran por un lado y otros por el otro. Se miraba a los sacerdotes correr por todas partes consolando a los afligidos, y fu entonces cuando muchos se acordaron de que s exista un Dios, porque vean a aquel mundo de gente arrodillada pidiendo misericordia, y entre toda esta gente, haba muchos liberales, de los principales que' conocamos, arrodillados ante los "sotanudos", pidintestigo de la catstrofe,
Ortiz
dice
doles la bendicin.".
Guatemala seal
el
25 de diciembre de cada ao
como
Da de Gracias a la providencia, por haber salvado a sus habitantes de la ciudad en medio del rigor de los terremotos y permitido que
despus de stos se dedicaran a sus labores cotidianas.
lECCE PERICLESI
303
IV
PLEGUMONOS EN TORNO ...
El importante acontecimiento de los terremotos tuvo suma trascendencia para la repblica y para su gobernante. En "El Guatemalteco", rgano oficial del Estado, qued huella de la profunda
conmocin: desde el nmero correspondiente al 22 de diciembre de 1917 se interrumpi la publicacin y no se reanud, en mucho ms pequeo formato, sino hasta el 21 de enero de 1918. En su informe a la Asamblea de este ao, el presidente anota que "los terremotos se circunscribieron al departamento de Guatemala en su totalidad, a una parte de Amatitln y a otra del de Sacatepquez, El resto de la repblica acudi solcita en auxilio de sus hermanos, conduciendo vveres desde las partes ms lejanas del pas y levantando escombros." "Como Jefe del Estado l hizo or su voz pidiendo que se mantuviese vivo el amor a la patria, el culto al trabajo, la concordia, el acatamiento a las autoridades y el espritu de sacrificio que imponan las calamitosas circunstancias. Para prevenir la comisin de delitos que durante las catstrofes toman incremento y
proveer
al
reuniese la Asamblea y que volver a imperar en la repblica apenas concluya aqulla sus sesiones.
"Muchas medidas
se
tomaron para
aliviar la catstrofe.
Se
organizaron comits de auxilio central, nacional y de salubridad y ltimamente el gran comit general del que entraron a formar parte
la
Cruz Roja norteamericana y la Institucin Rockefeller, que han fundado un campamento extenso al sur de la ciudad, donde existe un hospital provisional y se da alimentacin, medicinas y abrigo a gran nmero de vecinos.
"Emitidas las providencias ms importantes se procedi a
preparar la reconstruccin de la capital." El presidente expresa en el mismo informe que "a pesar
de ser tan rico el castellano no haya en l palabras para expresar de que se encuentra posedo hacia los gobiernos y pueblos amigos que han remitido toda clase de recursos para los damnificados, cruzada generosa en que se ha distinguido la gran repblica de los Estados Unidos de Amrica. La Cruz Roja de Panam
la gratitud
304
se traslad
tambin Belice,
Uruguay."
corazn de
la repblica
fu rudo pero
no mortal;
los
miembros de
Un
editorial
"Plegumonos en tomo del que ha sabido ser hbil y prudente piloto ayudmosle y Guatemala surgir ms que nunca grande entre la plyade de las naciones civilizadas."
: ;
Otro editorial de "El Guatemalteco", 26 de febrero de 1918, afirma que "gran nmero de funcionarios pblicos, presos de pnico, se alejaron,
huyendo
ocuparon de ellos mismos y de sus familias, preparndose alojamiento y comodidad, por lo que el jefe de la nacin dispuso que la distribucin de artculos se hiciera en su residencia de "La Palma", para lo cual se vali de buenos amigos, que se pusieron a su orden y de su estado mayor. El propio don Manuel dirigi esos trabajos con la acuciosidad de un padre que vela por sus hijos. Cien carretones salieron todas las
maanas
llevando,
muchos
das, hasta
gancia y la
que se temi que tal auxilio fomentara la vapereza y se le fu poniendo lmite prudencialmente."
Y
en
blanco,
era cierto
la terrible
emergencia.
uno de esos emisarios de Cabrera, vestido tambin de campamentos distribuyendo los bolos presidenciales. Sabemos de varias personas conspicuas que en aquella
lo recibieron.
lECCE PERICLESI
305
los terremotos
no eran
vez algo
que sumaron ciento cincuenta mil dlares y tal qued con la mayor parte de este dinero, porque sus generosidades sumaron cientos de miles de pesos; pero en bi-
ms
se
lletes.
Aqu y a propsito de las ddivas a raz de la catstrofe entramos de lleno en una de las muchas dualidades que presenta todo hombre a su bigrafo. Innmeras gentes se hacen lenguas de la generosidad de don Manuel, al que, como hemos visto y pronto veremos de nuevo, otros acusan de tacao. La verdad parece ser que realmente el mandatario sigui contando por centavos como cuando nio y dando gran valor al dinero, que siempre distribuy parsimoniosamente como lnea general; pero dispona de la hacienda de la nacin, y un imperativo categrico le ordenaba complacer a sus servidores y al pueblo, de cuya amistad necesitaba; adems, gustaba el descendiente de la "bolitera", de hacer de seor; y esto coordina los distintos aspectos. Refieren que cada vez que en los cantones un menestral sufra la prdida de uno de sus deudos, solicitaba la ayuda del mandatario. Este invariablemente le enviaba, en un sobre, 300 pesos billetes, por medio de un ayudante, que tena orden de entregarlos al peticionario si constataba que en realidad haba un cadver en la casa, pues varias veces haba sido vctima don Manuel, del "timo del muerto". El valor de la cantidad vari a lo largo de los muchos aos de su mandato, siendo equivalente desde cien dlares en los primeros tiempos hasta diez en los ltimos. Para los personajes que en iguales circunstancias o en otras de necesidad, requeran su auxilio, ascenda la suma donada a cinco mil pesos billetes, por lo comn. En esta forma, a peticin de sus ministros, se envi tal cantidad a don Ramn A. Salazar, cuando perdi a su esposa, y a otros muchos guatemaltecos notables. De uno de estos dos aspectos, el que no lo favorece, nos da una pintura Antonio Valladares en su artculo "Generosidad de Cabrera" "Nuestro Diario", 1928:
"El Dictador Estrada Cabrera quiso que una hermana de Miguel Espinosa, el clsico pianista premiado en Pars, enseara a sus hijas, y al efecto la contrat para una clase
306
cin,
que ignoro
si
se cubrira religiosamente.
Ella, pobre, con verdadera vocacin por la enseanza de su instrumento favorito, y por aadidura conterrnea del gobernante, tom con empeo, durante meses y meses aquel
un
interrumpirlo.
La apreciable profesora fu de
casita modesta, el nico bien
los
ms perjudicados
su
Alguien
le
de tan
redactando un parte
el
alma de su
magnnimo
discpulas.
muy amadas
das
;
al fin lleg, como no poda menos de una situacin precaria. El discutido hombre pblico, tan odiado por sus enemigos polticos, tena un corazn bien puesto, donde la generosidad, como una de las m^ hermosas virtudes que pueden enaltecer a un pecho honrado, fulga noblemente con sus ms
como ocho
pero
limpios resplandores.
mayor maana luminosa una Josefita doa del presidente, busc a del mes de enero y puso en sus manos, de parte del jefe y patrn, un gran sobre cerrado que contena el auxilio pecuniario con que la munificencia del benemrito acuda solcita
Un
en obsequio suyo.
a la del agradecimiento.
al
emi-
honda
satisfaccin,
con alegra
del
alma que se reflejaba en sus pupilas, rompi la cubierta, en la cual se hallaba un oficio muy atento para la dama favorecida y una orden de pago a su nombre, contra la casa comercial de Schwartz 8c Co. los banqueros del gobierno
lECCE PERICLESI
'
307
y por la cantidad de cincuenta pesos en moneda nacional. (Algo ms de setenta y cinco centavos oro). Y el telegrama !" de la peticionaria haba costado ochenta pesos.
. .
VI
UNOS SE TAPABAN SOLO CON UN TAPARRABO
. .
fu
Segn cuenta el doctor Bianchi, su colega el doctor Robles nombrado director de sanidad. Eran aquellos malos tiempos.
raz del terremoto, todo estaba militarizado. El dictador temi que la vasta aglomeracin de gente ociosa haciendo vida comn en los campamentos, exacerbada y hambrienta, amenazase su gobierno. Se propuso intimidar y extrem sus medidas tirnicas. El 16 de enero. Robles nombr al doctor Julio Bianchi para que combatiese una epidemia de tifus exantemtico en el cuartel
de caballera.
En
dio
al comandante desocupen la mitad del edificio. Procederemos inmediatamente a desinfectarla; despus desinfectaremos a los soldados, les pondremos ropa lavada y los haremos pasar a la parte
rdenes inmediatas
Que
Imposible, doctor. Por qu? Porque no hay vestidos. Bien, trigame 250 uniformes. Tampoco puede doctor. Por qu? ^Venga a ver.
ser,
Lo llev a un gran patio donde se asoleaban 300 hombres; unos se tapaban slo con un taparrabo; otros, mejor dotados, tenan un calzn o una camisa que se les caan por pedazos. Varios se cubran con una sbana o estaban completamente desnudos. Los nicos 200 uniformes que existen se los ponen por turno mis soldados cuando estn de guardia. No dispongo de ms prendas de vestir explic el comandante.
308
En
el edificio
de
la
Aduana
A don Manuel le gustaba guardarlo todo. Ms tarde llamaron a Bianchi del campamento
para
asistir a
de Gerona
un enfermo. Lo
Al fin
le
sin encontrarlo.
no sobresala ni un pie sobre el suelo y sin embargo le afirmaban que all era. Se acerc al sitio en un agujero cavado en el suelo y tapado con una lmina de cinc se encontraban el paciente y su mujer.
tancia;
:
VII
"MI
Contina Cobos
"El
relato del
ini-
Imparcial"
"Despus del primer ensayo hecho en Quezaltenango, la el rgimen de Cabrera la continuamos con el obispo y con mi hermano Luis, intensificndose los trabajos en los primeros meses de 1918, con el concurso de don Jos Azmitia y de don Eduardo Camacho. En dos perodos prevaleci la tendencia al abandono de los medios pacficos, hasta que una serie de tentativas infructuosas en este sentido, convenci a mis compaeros de las ventajas del sistema que yo les haba propuesto desde un principio, y que corresponda a una idea acariciada por m desde haca muchos aos. Mi proyecto era el siguiente que el obispo Pinol pronunciara dos series de conferencias cvicorreligiosas, como las que haba predicado en 1917 en Quezaltenango y en 1918 en esta ciudad, en la iglesia del Seor de las Misericordias que en esas dos ltimas series el prelado hablara, cada vez con mayor claridad, sobre el estado social y poltico de Guatemala, siempre dentro del punto d(S vista de la moral cristiana que esas conferencias tuvieran lugar en el templo de San Francisco, de esta capital, que por su situacin y capacidad era el ms adecuado.
conspiracin contra
:
;
lECCE PERICLES!
309
Durante la ltima serie, fijada para el mes de julio de 1919, y cuando el espritu pblico estuviera suficientemente,
la palabra de fuego del obispo, publicaramos, en hoja suelta, una carta abierta suscrita por m y dirigida a Estrada Cabrera. En esta carta, que estaba ya preparada, pin-
caldeado por
el
al
ms
tiempo, y
le
propona un determiel
nado
plan,
como
derrama-
miento de sangre.
esta
mente
en
adhera al plan propuesto por m, reforzaba con nuevos argumentos y comentaba la situacin de nuestro pas, especialmente bajo su aspecto moral, Al mismo tiempo circulara una proclama de monseor Pinol, dirigida al pueblo catlico de Guatemala, excitndolo a respaldar mi peticin sin vanos temores y como en cumplimiento de un deber sagrado, porque haba llegado el momento de reaccionar contra el despotismo. A estas tres publicaciones deban seguir las actas de adhesin preparadas de antemano, encabezando la principal don Jos Azmitia, don Eduardo Camacho y don Luis Pedro Aguirre, quien acababa de ingresar a nuestras
la cual ste se
mi
solicitud
filas.
Entre esas actas habra una redactada especialmente para ser suscrita por los estudiantes y otra por los obreros; esta ltima en los trminos ms enrgicos, por haber sido el proletariado el que ms haba sufrido los rigores de la tirana. La idea de conceder personalidad poltica al gremio estudiantil, se ha puesto a la moda ltimamente, tanto en Madrid como en Buenos Aires."
Quin era Eduardo Camacho, al que en esta temprana hora movimiento unionista ya alude Manuel Cobos el iniciador como el tercero que lo sigui si no cuenta a su hermano Luis, parte de l mismo y de quien no hemos an hablado nada en el
del
presente libro?
Camacho
era el
hombre de
la accin callada.
310
a una academia militar. De gran valor, de carcter integrrimo, de hermoso rostro de soldado, parecer invisible en el movimiento revolucionario apenas se hablar de l; y sin embargo ninguno lo supera, y en l, en su silen;
VIII
Y ahora aqu daremos a granel y sumariamente, hechos de distinta clase El 18 de marzo de 1918, l presidente acord asumir la cartera de la Guerra y nombrar subsecretario del mismo despacho al general C. Jos Mara Letona, en vista de la enfermedad del ministro, general Luis Ovalle, que muri poco tiempo despus. Por decreto de 20 de abril de 1918 la 'Asamblea, "considerando que la solidaridad continental, la posicin geogrfica del pas y sus vinculaciones histricas con los Estados Unidos le marcaban norma de conducta", asumi actitud beligerante contra el imperio alemn. Con fecha 9 de abril de 1918 se acept la mediacin del gobierno de los Estados Unidos para el arreglo directo de la cuestin de lmites con Honduras y se nombr una misin especial para
que partiera a Washington con ese
licenciados Marcial
fin,
niero Claudio Urrutia y general Felipe S. Pereira, y de la que fu secretario el seor Sinforoso Aguilar.
Por decreto de 25 de abril de 1919 se dispuso que cada uno de los seis bancos establecidos en el pas, destinara diez millones de pesos de una nueva emisin de sus billetes para dar dinero a mutuo, al 4% anual, a los agricultores y a los damnificados por los terremotos que quisieran reconstruir sus propiedades. Por decreto de primero de julio de 1918 se intervinieron por el gobierno las compaas alemanas de luz elctrica de Guatemala, ferrocarril Verapaz, elctrica y de telfonos de Quezaltenango.
:
lECCE PERICLES!
311
Ya hemos
visto
muy
aficionado a con-
ceder amnista aparatosa a los reos comunes y a los polticos. En el fondo reos de todos los delitos eran nicamente los que conspi-
raban contra l y a stos nunca alcanz ninguna amnista. El 3 de julio de 1918, para que pudieran acudir en auxilio de sus familiares y cooperar a la reconstruccin de la capital, la otor^' amplia
a unos y a otros, y esta vez, como las anteriores, ningn adversario suyo se acogi a ella.
Por decreto de 3 de julio de 1918 se declar fiesta nacional el 4 de julio como homenaje a los Estados Unidos y en una nota editorial de "El Guatemalteco" en esta ltima fecha se record que haca 142 aos fu firmada por el Congreso de los Estados Unidos la declaracin de independencia. "Hoy que la patria de Washington lucha por la democracia, Guatemala, que comulga en el credo democrtico ms puro, recuerda con cario esta gloriosa
fecha."
Por decreto de
fiesta nacional el 14
9 del
de
julio
se declar
El diario oficial del 17 de julio de 1918 clarinea: "que el gobierno de Guatemala ha pagado los intereses de la deuda inglesa,
como lo viene haciendo desde 1913 a pesar de que la afecta no slo la guerra europea sino la terrible catstrofe de los terremotos". Alguien comentando esta noticia nos deca que muy mal econica que tiene, con un ao de anticipacin
nomista probaba ser don Manuel cuando realizaba tal barrabasada comercial, regalando una suma que equivala a muchos miles de dlares. Parece ser que motiv esta esplendidez la circunstancia de que Guatemala durante muchos aos no haba cumplido sus compromisos con Inglaterra y al fin esta gran potencia le hizo un apremio tan duro que, amedrentado Cabrera, ofreci los anticipos.
el
Por acuerdo de 22 de julio del propio ao de 1918, se retir exequtur a los cnsules alemanes. El 21 de agosto el mismo diario celebr "la inauguracin de
ms hermoso de
la
los
pues constitua
manifestacin
312
De
los
escombros se sacaron
edificios,
de
las
Para ser justos hay que consignar que de esos 27 edificios, 23 fueron construidos por los 23 departamentos en que estaba entonces dividida la repblica, habiendo cada autoridad provincial
extorsionado hasta
lo
el
que se emple
tela metlica.
IX
LA PAZ, FULGOR DIVINO QUE HA ILUMINADO LA CONCIENCIA HUMANA
. .
El 11 de noviembre de 1918 se firm el armisticio entre los grupos beligerantes, britnico y germnico. El 26 de noviembre de 1918, "considerando que Guatemala asumi la misma actitud beligerante que los Estados Unidos y que fu ya firmado el armisticio que puso fin a la guerra mundial, se decret que el 28 del mismo mes, como da de gracias, se festejara el restablecimiento de la paz en el mundo. El diario oficial comentaba brevemente el suceso "La guerra que por ms de cuatro aos ha ensangrentado Europa, acontecimiento el ms grande y doloroso que recuerda la historia de la humanidad, tocaba a su fin. Los intereses de todos los pueblos haban sido afectados en lo ms trascendente y santo; se haba trastornado el comercio, paralizado la industria, amenazado la navegacin, esterilizado la agricultura. La flor de la virilidad y de la energa de los ms poderosos pueblos haba muerto la viudez y la orfandad esparcieron por todas partes el desamparo y el luto; torrentes de lgrimas en todos los ojos y lgrimas secretas en todos los corazones. El dolor en su ms alta plenitud entronizado en el mundo. Las llamas devorando ciudades las masas agostando los campos, las bombas destruyendo edificios, los submarinos despedazando palacios flotantes, el hambre afligiendo a las multitudes, la desolacin y la ruina por todas partes, Y algo ms grave que todo esto los derechos del hombre heridos de muerte, la democracia en peligro, la libertad amenazada, las conquistas de la civilizacin ms valiosas, las morales, a punto de desaparecer arrastrando en su cada a la humanidad a los tiempos de
:
;
:
ECCE PERICLESI
313
la barbarie.
Todo
Guatemala entrara en
la
guerra
al
Cmo no
feste-
que puso fin a todo esto?". decreto de 12 de febrero de 1919 "odo el consejo de Por Estados Unidos" quedaron intervenidos todos los bienes pertenecientes a los alemanes o a sus aliados.
la
Asamblea de 1919
se levant
suspensin de garantas.
En su mensaje a la Asamblea de este ao, 1919, don Manuel afirma "que en ningn tiempo ha anhelado tanto la reunin de la augusta Corporacin como entonces. Asuntos de la ms alta trascendencia son los que van a escuchar los diputados. Guatemala
entr de lleno, en la hora precisa, en el conflicto europeo, con fe
Cort en la causa de la democracia, el derecho y la justicia. primero sus relaciones con el imperio alemn, y declar ms tarde su beligerancia con ste y su adhesin a Estados Unidos. Tal situacin, que nos coloc frente a frente del peligro, que interrumpi el trabajo, suspendi el trfico, impidi la salida de nuestros frutos e hizo nulo el comercio, se reagrav con la destruccin de nuestra capital, la fiebre amarilla, que azot la costa del Pacfico, el tifus y la tifoidea en los departamentos de occidente y, por ltimo, la
influenza gripal".
"Despus de firmado
isus
el armisticio la
proyecto de
Wilson de formar una liga de naciones. Los gobiernos francs y americano invitaron a Guatemala para enviar delegados a la conferencia. Nuestra patria, aunque reconoca su derecho para asistir a ella, crey muy prudente y digno esperar su invitacin. Entre tanto Guatemala, a fin de mantener solidaridad con los defensores de una misma y justa causa, decret primero la ocupacin e intervencin absoluta de las compaas de luz elctrica de Guatemala, Ferrocarril Verapaz, Elctrica y de Telfonos de Quezaltenango y, en seguida, la confiscacin, nacionalizacin y venta en
;
su caso de la
tarde a H.
Empresa
ms
la in-
W.
As
como
mediata intervencin del gobierno en la propiedad enemiga, reglamentada por decreto de 12 de iebrero de 1919." Ms tarde el mismo diario ha de decir "La noticia del armisticio llen de jbilo el corazn de los
314
Fu
la
la tranquilidad volvi a reinar en el mundo despus de tantos aos de sangre, lgrimas y duelo." "La noticia de que la paz ha reinado en Versalles, ha sido
que
un
humana.
Los
ms
trgico
y doloroso que ha pasado sobre el planeta, la paz viene a ser el ms fausto y el ms hermoso, sobre todo para los que se pusieron
El jefe de
como Guatemala. consecuente con su norma de conducta poltica en lo internacional y en lo privado, dict un importante decreto declarando das de fiesta nacional el 29 y 30 de junio y el 1- de julio
del lado de la democracia, la justicia y el derecho,
la nacin,
prximo entrante." .El que de manera tan hermosa hablaba, como director de "El Guatemalteco" de aquel tiempo, era el gran poeta Mximo Soto Hall, que desde principios de 1917 lo diriga.
X
UNA ORDEN DE CABALLERA CREADA POR EL, QUE SERIA GRAN MAESTRE
.
en ,este libro los principales acontecimientos de la administracin de don Manuel durante los aos comprendidos de marzo de 1917 a marzo de 1919; slo nos resta, para acabar con tal perodo, contar que durante l los designados para la presidencia fueron el general Mariano Serrano Muoz y el general Manuel Duarte que el 10 de febrero de 1919 se inaugur el edificio reconstruido para la Academia Militar; que el almirante Caperton, jefe de la escuadra del Pacfico, lleg con varias unidades de la flota durante ese lapso y visit la capital para significar al gobierno de Guatemala el aprecio del gobierno de los Estados Unidos y por ltimo, dar la siguiente nota sobre la hacienda de Guatemala, En marzo de 1919 estaban en circulacin doscientos cuarenta millones de pesos billetes. El cambio del peso nacional estaba al 28 por 1 con relacin al dlar. Desde el ao de 1916 en que estuvo al 41 bastante haba bajado, a pesar de que el nmero de billetes
visto
; ;
Hemos
ECCE PERICLESI
3I5
a esto contri-
pues se cotizaba a
Veamos algunas de
Con fecha
ciado
21
las
ms densas nubes de
la
incienso que
que reseamos.
de noviembre de 1917
Asamblea mand
contuviera la fecha de su nacimiento y los decretos restableciendo la enseanza pblica e instituyendo las fiestas de la niez.
dar
al
La Asamblea Legislativa dispuso el 20 de marzo de 1918 presidente un voto de reconocimiento por los servicios que
ha prestado con motivo de los terremotos. Por decreto legislativo de 2 de mayo de 1918 se cre la Un-' versidad de Guatemala y se dispuso que llevara el nombre de
"Universidad Estrada Cabrera".
Guatemalteco" de 27 de junio de 1918, si no es precisamente el arte de gobernar, s es el ms slido fundamento de la ciencia administrativa. Y la previsin ha sido la caracterstica que ms ha distinguido al licenciado Manuel Estrada Cabrera. Se ve esto en la Exposicin del presente ao, en que se ha dispuesto ante la capital en ruinas que los materiales de construccin tanto nacionales como extranjeros, tengan la preferencia, a saber: maderas de construccin, arenas, barros, cales, ladrillos, cementos, materiales de hierro y materiales para techos, bejucos, etc."... El mismo dspota alude frecuentemente a la excelencia de sus propias obras: concluye su mensaje a la Asamblea de 1919, refirindose a los edificios para escuelas y para viviendas que ha hecho construir: "All estn, seores diputados, los 27 palacios
editorial de "El
se advierte
En
"que
la
previsin
me he
la digresin".
En
el
El 9 de noviembre de 1918 recibi la gran cruz de de Honor de manos del representante francs.
la
Legin
316
Manuel Valladares
libro
por
Reinaldos."
'
por este tiempo se pueden aplicar a la metrpoli patria gracias al esfuerzo de reconstruccin de gobernantes y gobernalas mismas palabras que tuvo Landvar para la Antigua Guados
tmala
moradas, elvanse al Vierten ya las fuentes el undoso cielo los arduos templos. chorro, la muchedumbre llena las calles y llega ya la bienhechora paz anhelada por los ciudadanos. De las propias cenizas vuelve nuevamente a la ciudad una ms dichosa vida.
las altas
drado."
Confesamos al concluir el sexto libro, que trazamos con paragrado la pequea estampa del doctor Schnisler. La conclusin de la guerra europea aparece, durante l, como una de las causas determinantes que producirn el drama de la libertad reseado en la segunda parte.
ticular
SEGUNDA PARTE
CANTAR DE GESTA
HISTORIA DEL PARTIDO UNIONISTA
LIBRO PRIMERO
SOIS
I
PUEBLO Y NO REBANO!
Como vimos en el captulo VIII del libro anterior, Manuel Cobos Batres, en los primeros meses de 1918 concibi todo un proDicho proyecto yecto para mejorar la situacin de Guatemala. consista en que el obispo Pinol pronunciara dos series de conferencias cvicorreligiosas en el templo de San Francisco de la capital, hablando cada vez con mayor claridad sobre el estado social y poltico de Guatemala, siempre dentro del punto de vista de la moral cristiana; y en que durante la ltima serie fijada para junio de 1919 y cuando el pblico estuviera suficientemente caldeado por su palabra de fuego, aparecieran en hojas sueltas una "Carta abierta a Estrada Cabrera", suscrita por el propio Cobos, y otra firmada por el obispo, solicitando ambos que se implantara el sistema parlamentario en Guatemala; a estas publicaciones sucederan la de una "Proclama" de monseor excitando al pueblo de Guatemala a respaldar tal peticin y las de "Actas de adhesin" preparadas de antemano, de las que la primera estara encabezada por Jos Azmitia, Eduardo Camacho y Luis Pedro Aguirre, y en las prximas se encontraran nombres de estudiantes y obreros. Este proyecto tom forma definitiva en los ltimos das de marzo de 1919. Las "Cartas abiertas a Estrada Cabrera" y la "Proclama al pueblo de Guatemala" en su texto ltimo, ya listo para la publicidad, son documentos admirables que merecen ser ledos con atencin y estudio.
,
"Carta abierta" de Cobos, ste haca un detenido decadencia guatemalteca durante los ltimos cuatro lustros, concluyendo con estas palabras "La verdad es que nuestro
la
En
recuento de
pas no
la
ha sido
ni
una democracia
ni
una repblica
sino la
ms
320
mandatario que la renovacin social exigida por Guatemala empezara de arriba abajo, con una evolucin organizada por el gobernante sin derramamiento de sangre, y no de abajo arriba, con una revolucin del pueblo que vertera
ti
jams".
Peda Cobos
al
mucha. Propona a Cabrera la instalacin en Guatemala de la mquina parlamentaria en la que el poder pasara a un Presidente del Consejo, dejndolo a l. Presidente de la Repblica, como una figura decorativa; entonces se podra reelegir indefinidamente sin peligro para la nacin. Recordaba que la victoria completsima
de los aliados representaba el triunfo definitivo de la democracia sobre los poderes absolutos y aseguraba que era un deber de conciencia examinar si Guatemala poda formar parte de la Liga de las Naciones como una democracia, ya que democratizarse o desaparecer como pueblo libre era el dilema inexorable. Se ignoraba acaso que estbamos a dos pasos de los Estados Unidos, ese gran pueblo que no ha conocido nunca lo que es un tirano y que cuando la libertad estuvo en peligro corri a los campos de batalla y venci a los poderes arbitrarios de la tierra? Ese pueblo de Wilson se encargara de extirpar la lcera patria de la cordillera de los Andes si los guatemaltecos no procedan inmediatamente a curarla. Conclua con una apelacin al tirano "Para usted todava es tiempo de asegurarse una vejez tranquila, rodeada del respeto de sus conciudadanos". La segunda "Carta abierta" firmada por el obispo de Faselli, tena como epgrafe las palabras de Wilson: "El triunfo. en esta guerra significa que el espritu de la libertad es el que domina hoy en el mundo. Una gran fuerza moral se mueve y todo hombre que se opone a su soplo caer en desgracia". Estas palabras eran la mejor justificacin de la iniciativa de Cobos pidiendo que Guatemala adoptase el sistema parlamentario. El obispo de Faselli daba su adhesin plena al referido proyecto y no deba parecer esto ajeno a su estado, ya que an resonaban en su alma las palabras que elev al cielo el obispo consagrante, cuando le confiri el episcopado "Que no abandone la verdad ni halagado por las alabanzas ni envilecido por el temor; que no llame mal al bien ni bien al mal". La verdad hace libres y l, en uso de la verdad, haca como Cobos, historia de cmo la mentira privaba en Guatemala. El porvenir de
: ;
:
aunque
difcil
por no decir
lECCE PE-RICLES!
321
el envile-
La libertad no poda fingirse ni sustituirse con nada ni por nada. La haba dado Cabrera a su pueblo? El remedio haba que aplicarlo sin esperas ni vacilaciones. Si Guatemala no consegua la libertad interior no cumplira una centuria formando parte de
las
naciones independientes.
el
Una
que
la
el
exceso
autocracia
anarqua.
el obispo de Faselli, pueblo excitndolo a que exigiera su libertad "Hoy he dirigido al presidente de la repblica una "Carta abierta"
En
la
se diriga ste al
en la cual hago constar mi adhesin al proyecto presentado a los guatemaltecos pgr Manuel Cobos Batres, relativo al implanta-
miento en el pas del sistema parlamentario, con el fin principal de suprimir legalmente la centralizacin de todos los poderes en un solo hombre, causa principal de nuestros males en el orden poly en el religioso. La indiferencia ante Dios y ante la patria no es defecto solamente de la pobre raza indgena es consecuencia de un miedo irreflexible, contagioso, cerval, pasmoso, que cierra los labios para callar justsimas protestas y mueve la pluma para firmar
tico
;
las convicciones
la conciencia.
Este
mayor y ms grande de
de un refinado egosmo, por no perder los qu temer? No tiene acaso fuerza irresistible
la conciencia popular cuando, informada de sus derechos, produce ese poder maravilloso, ms fuerte que las armas, con que triunfan siempre los pueblos de
patria
la
Sois pueblo y no rebao! Pedid por los medios pacficos y legales que la constitucin autoriza, de palabra y por escrito, en reuniones y comicios, en privado y en pblico, con manifestaciones de todo gnero, sin violencias ni atropellos pero con la firmeza que da la conciencia del derecho, el parlamentarismo".
;
An hoy enciende la palabra de Pinol; la del mismo Cobos, elocuente tambin, es plida a su lado; pero aqu, en los textos de los dos, est todo el espritu maravillosg del movimiento unionista
322
25 de diciembre de 1919
Rafael Rodezno pidi reiteradamente copias de las Cartas ser publicadas; deseaba enserselas a
Thurston encarg a Laughton, cnsul de su pais, que las vertiera en ingls. John B. Soto, tambin nacionalizado yanqui, que era amigo del cnsul, obtuvo un ejemplar de la versin y alborozado se la ense a Julio Samayoa. Samayoa la multiplic y la reparti a su vez no tenan fecha y supuso que ya le haban sido remitidas a Cabrera. Cobos supo esta difusin peligrosa y corri asustado tras las copias una no pudo ser habida.
II
VISITANDO A CAIFAS
Dnde y cundo se escribieron los tres documentos arriba reseados? Aunque, como ya hemos visto, fueron proyectados desde principios de 1918, y se lleg a su texto definitivo en marzo del ao siguiente, su primera leccin fu redactada en la finca departamento de Escuintla "La Trinidad" propiedad entonces de Luis Cobos, durante los meses de agosto y septiembre de 1918. Dicha finca tena una hermosa huerta contigua a la casa de habitacin poblada de rboles frutales, cabe los que se erguan cmodos bancos y a su frente, mesillas para refaccionar. Sentados en aqullos y sobre stas fueron manuscritos los textos patriticos, y cuenta Manuel que cuando alguna idea demasiado revolucionaria le vena a la mente y era fijada por los rasgos de su pluma, un imprescindible movimiento del vientre lo haca correr a un lugar a propsito para desfogar sus intestinos. Al regresar, el obispo le deca, burlndose "Algo atrevido se le ocurri sin duda a vuecencia". Pero pocos momentos despus monseor, por idntico motivo, tena que imitarlo en lo de la correra, y entonces la mofa era del seglar: "Como que a su seora tambin se le ocurren conceptos demasiado libres!"
ECCE PE-RICLES!
323
ms frecuentes en
Cobos, pues que para equipararse con su compaero tuvo que asustarlo
con una broma. Iba el obispo nuevamente "a visitar a Caifas", como denominaba sus visitas al retrete, cuando Manuel le grit
Cuidado
con
dio
la
vaca
un salto tal al oir la advertencia, que no lo midi bien y cay en una alberca prxima. Se levant mojado
y corrido cuando vio que no habia tal cornpeta. Manuel se preguntaba: Es posible que con esta nima de ratn casero se frage una conspiracin?
Monseor
Pero si la carne era flaca, el espritu estaba pronto. El obispo, que llamaba hojalateros a los guatemaltecos por sus muchos: "ojal que suceda esto", "ojal que acontezca aquello" y su ninguna accin, no gustaba de imitarlos. Y Cobos tena apremiantes anhelos ms fuertes que su miedo de realizar los proyectos polticos que concibiera en Europa. No slo en esta ocasin pudo contemplar Cobos, con mirada crtica, cmo flaqueaba su carne y la del prncipe de la iglesia que lo segua en sus andanzas. Medio ao ms tarde, ayudaba una misa a monseor Pinol, en la capilla privada de la casa de Aycinena, cuando un sismo rezagado conmovi violentamente la suntuosa mansin. En menos de lo que se persigna un cura loco, ya monseor y su aclito ste an con las vinajeras en las manos se encontraron a cien pasos del altar, en refugio que les
No siguieron stos y sacerdote y ayudante volvieron para reanudar el santo sacrificio. Contemplaron, avergonzados, que ninguno de los fieles oyentes ya acostumbrados, a fuer de guatemaltecos, a los terremotos se haba movido. Y cuenta Manuel que, no por la primera vez, pens: Vapareci seguro contra los temblores.
lientes conspiradores
III
ACOGE MI PLEGARIA!
El presbtero y doctor Jos Pinol y Batres en 1913 haba Granada. Renunci esa dicesis y entonces dio el ttulo de obispo de Faselli. Vestido de sus ropajes vio-
324
leta,
miento
grata.
En nueve
Francisco durante
mes
le
la
amor,
la piedad, la
entereza en
el
la
fe y la esperanza.
El objeto de la primera conferencia fu el de la religin falsificada por la ignorancia, la hipocresa y el inters; en ella lapid veladamente al tirano, censurando las brujeras que practicaba.
En la segunda conferencia, sobre el descuido en la educacin pblica y privada, acus a la de Guatemala de ser psima. sobre el suicidio, el homicidio y el escnEn la tercera afirm que la medida de la civilizacin era el respeto a la dalo
No
se celebraba fiesta
en que no se derramase sangre, a lo que contribua la impunidad asegurada a los criminales por la corrupcin con que se administraba la justicia.
la libertad
la
justicia
ms elevado
privilegio del
hom-
en relacin con el bien y estaba asegurada por la Los guatemaltecos estaban muy lejos de gozar de ella, justicia. a pesar de titularse cristianos y civilizados. Entrar y salir del pas no siempre era posible; negociar con los propios bienes tampoco, aun despus de cumplidos los requisitos legales, sin una orden gubernativa. Hacer valer los derechos ante los tribunales, disponer
del trabajo personal, elegir sin coaccin a los gobernantes, emitir
pensamiento, eran tambin libertades de las que Centralizar el poder que las leyes distrise les haba privado. buyen entre muchos, usar de la autoridad no para el bien de los dems sino slo para el propio, tomar para s los bienes que a la comunidad pertenecen, oprimir al dbil, al inocente y al pobre, eran formas de abierta injusticia, que las santas escrituras reprobaban. Sobre el alczar de Viena est escrito "La justicia es el sostn de
libremente
el
:
las naciones".
lECCE PERICLESI
antes se haban asustado cuando los esbirros apuntaban sus
325
nom-
Mi nombre es fulano de
estragos del libertinaje.
tal
apnteme tambin
a m.
el
de los
robo y la falsedad, que de ellas se apoderaba los impuestos iban a dar a los bolsillos de burcratas y se filtraban como agua entre arenas. Despus de ao y medio de los terremotos, que destruyeron la metrpoli patria, an no se haba dado pblica cuenta de los subsidios pecuniarios, donados por las naciones extranjeras en favor de los damnificados. En cuanto a la adulacin, la forma ms odiosa de la mentira, era el mal reinante en Guatemala y el que ms dao haba hecho a los que
la sexta,
En
;
en que
sirvi
de materia
el
gobiernan.
el
obispo
fu saludado
con algunos aplausos a su salida del templo. Un hombre de apuesta y majestuosa presencia se acerc a l y le bes respetuosamente la mano desde entonces sera el ms humilde de sus devotos era don Jos Azmitia que ante el obispo de Faselli renda
; ;
la
En
la
el
egosmo y
la falta
en favor de su patria y para gloria de Dios. No se lanzaban al campo de la lucha pacfica y legtima para lograr el buen manejo de las cosas pblicas, por egosmo. Esta vez monseor provoc tal entusiasmo que los tmidos aplausos de la vspera se convirtieron en calurosa ovacin al aparecer en el atrio. Una de las llantas
del lujoso automvil propiedad de la familia Ibargen, que lo haba conducido al templo, estaba inservible. Los paniaguados del gobernante la haban pinchado. El obispo regres a su casa en otro carro obtenido a ltima hora. El motivo de la octava conferencia fu el patriotismo cristiano.
el cielo y frtil la tierra de la patria; pero de qu no se hacan valer los derechos ciudadanos y no se cumplan los deberes cvicos, que es lo que se llama tener patria. Cuando dej de hablar el orador, estall dentro del propio templo una estruendosa ovacin que se repiti luego a la salida. En la novena y ltima conferencia Pinol habl de la restan-
Claro era
serva, si
326
miendo
y
la
la
lastimosa
ella
Las conferencias del obispo de Faselli concluyeron con esta oracin conmovedora: "Seor de las naciones, acoge mi plegaria por este pueblo es pequeo ha sido pecador pero t haces Condcelo, seor, fecundar sus campos de manera admirable. por la senda del bien y deten su decadencia moral. Yo te pido para l, con lgrimas en los ojos, como ciudadano e indigno prelado,
; ;
;
verdad, justicia y libertad". Las palabras de monseor no slo haban incendiado al auditorio, sino, repetidas de boca en boca, fueron a sembrar el fuego del patriotismo en muchos espritus ms. Cabrera, herido en lo vivo por los conceptos del obispo de
: ;
Faselli,
quiso sancionarlo pero su elevado cargo eclesistico lo pona fuera de sus garras vacil no saba qu hacer. Pinol pudo concluir sus prdicas y dos o tres das ms tarde
; ;
ausencia de la metrpoli
lo
mand apresar a la citada finca. irrumpieron en su dormitorio en la madrugada del 17 de mayo, a su frente iban Goyito Gonzlez y un negro de gran corpulencia, armados de revlveres que apuntaron al obispo. Al reconocer a Gonzlez el obispo se inmut era el descomo denominaban los piadado comandante de "La Carcelita" guatemaltecos a la zahrda situada entre la sexta avenida y la quinta calle, que Cabrera haba mandado especializar para el tormento a sus tres bartolinas ms infames, las titulaban "las tres Maras". Goyito Gonzlez era picado de viruela, calvo, de mediana estatura y ojos de tigre; beba aguardiente con fruicin al comps de los azotes que daban a los presos y tena una mano seca, diz que
dspota
;
decidido al
fin, lo
Cuando
los esbirros
padre Solares. Al mismo tiempo que Gonzlez entr a la alcoba del obispo valiente esposa de Luis Cobos, el dueo de la finca. monseor no puede vestirse delante de Atrs dijo
al
ustedes.
un momento.
Los esbirros tenan rodeada la casa y accedieron a retirarse Los aprovecharon la avisada dama para hurtar los
:
ECCE PERICLSI
327
documentos comprometedores, que el obispo guardaba en su dormiVstorio, y Manuel Cobos, que entr tras ella, para susurrarle: tase despacio para dar tiempo a que amanezca, pues a la luz del da ser menos fcil que cometan un atropello. Los esbirros consintieron en dar tiempo al obispo para desayunarse, y se hizo todo tan despacio que brillaba ya el alba cuando la escolta con su ilustre preso emprendi el camino hacia la crcel
de Escuintla.
Antes de partir haba monseor invitado a sus aprehensores el oratorio de la finca; despus les dijo: Sobre los excomunin; que ponen sus manos en un ungido del Seor pesa la pero yo los perdono porque son mandados y rezar por ustedes. Ya en Escuintla se liincaron los guardas de Pinol, y le besaron el anillo pastoral. El jefe poltico del departamento se asust ante esta piedad fervorosa y la comunic a Cabrera. En respuesta
para orar en
la capital.
el
una
que en Escuintla; se arrodillarn a su paso los carceleros y de hecho ser su amo. El gobernante comprendi que tena razn. Entonces, se dirigi a la primera autoridad eclesistica de la repblica, el arzoal
hablando
presidente
ocurrir en
Guatemala
lo
bispo Riveiro, superior jerrquico del obispo, y le pidi que le ayudara. Y su ilustrsima lo ayud. Era tambin hechura suya!
realizado el sueo de todos los dspotas reunir en sus manos el poder civil y el eclesistico. A su solicitud, el Papa, mal informado, accedi a nombrar al candidato de Cabrera para el solio arzobispal en Guatemala. Monseor Pinol fu confinado en el palacio que ocupaba Riveiro. Riveiro era dbil; pero no rastrero. Pasaba con frecuencia a dar conversacin al ilustre preso. Lo acompaaba un bufn, bajo, negro y panzudo, a quien llamaban "El padre pizote" y que adems era espa de Cabrera para el mismo arzobispo. Mientras estaba recluso Pinol, entre algunos de sus ms
:
328
de la poltica, rehus poner su firma cabe la de Azmitia, diciendo amedrentado: "Tan cerca de don Jos no"; pero firm ms lejos. Los patriotas aprendieron as a reconocerse y a contarse. Entonces las ovejas catlicas dispusieron solicitar del gobierno la libertad del detenido.
nientas firmas.
las puso por orden alfabtico de apellidos, margen: "Manuel Valladares, enemigo viejo de su excelencia; Luis Pedro Aguirre, noblete venido a menos; Manuel
Su
Felipe
Mrquez
anotndolas
al
Cobos, santuln".
Silverio
Ortiz
ha
escrito
un
libro
de gran trascendencia
l
con
el
nombre de "Resea
el
y con su autorizacin uno de ellos el que se refiere a la reaccin que las conferencias del obispo provocaron en el gobierno guatemalteco.
Partido Unionista".
obrero tuvo en
De
obra,
que encabezaban sus inmensas letrotas. En un prrafo de la "Protesta del Ejrcito" deca as: "Nos hacemos solidarios del Supremo Gobierno y estamos dispuestos a derramar hasta la ltima gota de sangre". Pareca etc., etc. que alguna nacin extraa le estaba declarando la guerra al humilde prelado, que no tena ms arma que el don de la palabra. Qu vergenza Y por el estilo seguan las dems con el mismo sonsonete. Pero la del Partido Liberal, esa s que daba asco leerla; le decan en un prrafo as: "Al Jefe Supremo del Partido Liberal y Benemrito de la Patria"; muy bien dicho, porque ellos lo titularon de "Jefe Supremo del Partido Liberal", hermosa palabra que les ha servido y les
los diarios
Respecto a "Benemrito", otro ttulo que le dieron, pudiera ser que le encajara bien porque les daba lo que queran con largueza y les dejaba las uas libres. En otro prrafo deca as "Al excelentsimo doctor don Manuel Estrada Cabrera". Este de doctor fu otro ttulo que le concedieron, pudiera ser que s hubiera sido "Doctor" y
:
muy
por
la
mala combinacin de
los
cosa,
ECCE PERICLES!
329
pero
lo cierto es
El nico que no
quien tuvo que huir para El Salvador. A nosotros los obreros nos recetaba el palo y nos ponia a dieta cuando nos llevaban
a los trabajos forzados y gratuitos. El otro prrafo decia "Al Padre de la Patria y Protector
:
sigue otra ensarta de ttulos. Pero qu Juventud" cinismo! En qu parte del mundo se ha visto que un padre le d malos ejemplos a sus hijos y a la juventud en general, ya fuera con el veneno, con el palo, el asesinato y k)S procesos falsos? Muchas personas fueron vctimas de este mal proceder del "Padre de la Patria", en su mayora inocentes, porque bastaba un chisme calumnioso de parte de uno de los esbipor mala voluntad o porque no le vendieron alguna prorros para sufrir prisin de piedad al precio que el sicario seal orden superior, donde no podan jueces, ni salas de la Corte de
de
la
Justicia libertar."
Cabrera dio rdenes estrictas de que se sujetase a prisin Se le obedeci. Haba entre los
presos
damas y nios
del
ms
alto abolengo.
'
La conmocin
,
social
fu tremenda.
En guanto
trsima.
a los hombres, no se
animaban a
visitar a su lus-
En
su prisin,
la
el
un conocido envenenador
le
Los catlicos
temblaron por
sisticas del
mundo
entero.
aconsejaron que pidiera ms altas autoridades ecleEl obispo acept un amigo salvado;
reo se encarg de enviar sus misivas a los elevados destinatarios en la oficina cablegrfica de su pas. Algunas semanas despus
Wilson preguntaba a la legacin estadounidense en Guatemala por qu estaba preso Pinol. La legacin a su vez se lo pregunt a Cabrera. Este contest que el prelado estaba preso por la autoel palacio arzobispal sin que l tuviera nada pues no poda inmiscuirse en asuntos religiosos. Tal respuesta constitua una burla y desagrad a Wilson.
ridad eclesistica en
que ver en
ello
330
UN MILLN EN LA BALANZA
"El gobierno de los Estados Unidos ha notificado oficialmente a Estrada Cabrera que no consentir en que se reelija
de nuevo.
forman parte de
causado sensacin entre los senadores que la Comisin de Asuntos Exteriores la noticia de que el departamento de Estado ha notificado oficialmente a Estrada Cabrera, Presidente de Guatemala, que el Gobierno americano se opondr a una nueva reeleccin suya, pues no
Ha
puede permitir la continuacin de una dictadura absoluta como la que Cabrera ha establecido en Guatemala por tantos
aos.
En
dicha comunicacin
oficial, el
de manera
como candidato y que deben de tomarse todas las precauciones a fin de que las referidas elecciones sean enteramente libres y sin disturbios de ninguna clase. Para conseguir este ltimo objeto, el Gobi^no de los Estados Unidos est dispuesto a dar a los guatemaltecos las
presentarse en las prximas elecciones
garantas necesarias."
publicado en el La nota oficial a que se refera este cable ameriperidicos Washington otros en York Herald" de "New y
no intranquiliz demasiado a Cacanos el 18 de agosto de 1919 brera porque pens que su cuarto perodo presidencial, de seis aos, durara hasta 1923, y el segundo de Wilson, de cuatro aos, acababa en 1921. En las prximas elecciones yanquis l mandara, como ya lo haba hecho otra vez, un milln a la caja electoral del partido que tuviera ms probabilidades de vencer. Su hacienda tropical daba para eso y para ms. Los cablegramas del obispo de Faselli dirigidos, del 25 de
ECCE PERICLES!
331
mayo
de
al
al
cardenal
en
el
Colegio Americano
al
Roma;
al
al
cardenal
Roma;
de Baltimore;
los Caballeros
jefe
supremo de
de Coln, y a otros muchos distinguidsimos {Personajes del mundo eclesistico, haban hecho llover sobre Wilson mltiples solicitudes para que protegiera al obispo guatemalteco
contra las iras de su presidente.
se hallaba
ya bajo
la influencia del
catlico.
la
Su
contestacin, lo
mismo
a las dichas
un
brasa en de este
Desde que la recibi Cabrera tuvo a monseor como una la mano; pero su orgullo le impidi soltarlo hasta el 21
mes agosto fecha en que con gran solemnidad se conmemoraba en Guatemala el nacimiento de su progenitora, bau,
tizando en el Asilo de Maternidad "Joaquina" a los nios sin padre conocido que haban nacido durante el ao. Las seoras "Joaquinas" los llevaban a la pila bautismal; ellas y las "seoritas 21 de agosto", de la mejor sociedad guatemalteca, concurran al establecimiento con sendas canastillas de lujosas ropas infantiles en las
Tal fecha bien poda mover el generoso corazn del presidente a conceder perdn hasta a reo tan vitando como el obispo de Faselli,
manos.
De la crcel sali el obispo ya slo para preparar su viaje Estados Unidos; y fu un motivo de desilusin para l que a la hora de la partida, a ms de la familia de Cobos, en cuya casa se hospedaba, nicamente lo despidi en la estacin Eduardo
a los
Camacho.
332
aqu esta el cdigo mundial, con sancin y autoridad jurdica para que sean efectivas las leyes internacionales
En el mensaje a la Asamblea en sus sesiones extraordinarias 1919 de aquel ao afirma don Manuel "que es de tanta importancia el Tratado de Versalles que desde la independencia hasta nuestros das no se ha trado ante la augusta representacin nacional otro de mayor talla, como que entraa el fin de la lucha sos-
el mundo. "Guatemala guard al principio neutralidad pero los acontecimientos tomaron el aspecto de una tempestad que amenazaba a
todos los pases de la tierra y decidimos seguir la polti.ca previsora y sabia de la Amrica del Nortfe, protestando, con la mayor parte del continente americano, contra los ataques al derecho internacional efectuados por Alemania. A nuestra modesta voz nadie
respondi y ya no cupo otra cosa sino cortar las relaciones con quien lastimaba la dignidad nacional. "La lucha tom incremento, se hizo patente el peligro de
a la nacin, fueron conocidos los objetivos de guerra de los beligerantes, y tomando en cuenta que en el continente americano el jefe ilustre de la gran repblica de los Estados Unidos, a nombre de la humanidad, levant el pendn de la democracia, el gobierno de Guatemala se adhiri, como beligerante, a la gran repblica, demostrando no slo su amor a los principios que sta defenda, sino su leal y sincera amistad, que present sin resistencia alguna. Nuestro pas fu de los primeros en la Amrica Latina que en la hora del peligro se adhiri a la causa de la demo-
cracia.
el mundo estaba herido y la trmino de la guerra por eso se recibi con entusiasmo en nuestro pas la noticia del armisticio y la del ajuste de la paz, de cuyo tratado hoy tengo la honra de daros cuenta, contenido en ese libro sagrado, que es el primer Cdigo jurdico internacional que se presenta a la humanidad y que establece la sancin efectiva de los pactos de las naciones, que nunca la haban tenido, y que da vida real al Derecho de gentes. Pido a la honora-
ble
Asamblea su aprobacin."
ECCE PERICLES!
333
En
tivo
el
banquete obsequiado a
el
la
de
:
la
honor de brindar por la Asamblea que ha clausurado sus labores, despus de estudiar el tratado de paz, monumento glorioso con que se inicia la evolucin del derecho, como que se refiere no slo a las relaciones individuales sino tambin a las de los pueblos, Aqui est el cdigo mundial, con sancin y autodijo
"Hacedme
Como genio y heraldo de la buena nueva aparece el eximio presidente Wilson, acreedor a la universal admiracin. Modelado el
mundo
sobre la base de la solidaridad
humana de hoy en
Fuimos
los
adelante
la
primeros de
Amrica Latina en adherirnos a la poderosa nacin americana; somos los primeros en ratificar la convencin mundial los derechos de la patria estn asegurados. El imperio del derecho y de la justicia, la democracia universal, es el fruto conseguido, tanto de su amistad con la repblica americana a cuyo lado entr la contienda, como por los vnculos jurdicos creados en aquella sabia y humanitaria convencin, que no reconoci otra base que el derecho y la justicia que abrazan a grandes y pequeos."
:
En
en
la
Asamblea".
En
de esa suprema aspiracin que se la palabra de honor de todos, la autonoma de cada miembro, deslumbrador coronamiento de los siglos que lleva empeado el hombre en su lucha por el progreso, desidertum del derecho ms amplio y sagrado de las naciones, el cual elevan por fin a la categora de derecho positivo, con sanciones prcticas. La Asamblea dispuso "enlazar en dos placas conmemorativas la fecha del 15 de septiembre de 1821, en que tuvo lugar la independencia nacional, y la fecha del 28 de junio de 1919, en que se firm el Tratado de Paz de Versalles, Son dos fechas correlativas la que nos dio autonoma y la que nos la reafirm la que nos dio vida y la que nos hizo merecerla". El 18 de octubre sali con rumbo a Washington, la comisin encargada de poner en manos de Wilson los dos decretos aludidos;
Liga de las Naciones, trasunto
;
334
formaban Mximo Soto Hall, Manuel Mara Girn y el licenciado Jos Serrano Muoz, en representacin de los tres poderes de la
la
repblica.
VI
TODA DISPUTA
SERIA SOMETIDA
A ARBITRAJE
. .
En "El Guatemalteco" empez a publicarse el Tratado de Paz de Versalles. No acabara de publicarlo... En l aparecan, por una parte, las principales potencias aliadas y asociadas: los Estados Unidos de Amrica, el Imperio Britnico, Francia, Italia y el Japn, y las potencias menores, tambin aliadas y asociadas, entre
que figuraban 8 estados del viejo continente y 11 del nuevo; y por otra, Alemania; quienes convenan en el Pacto de la Liga de las Naciones, comprometindose a no apelar a la guerra, a establecer convenios de derecho internacional que dieran reglas positivas de conducta y a respetar las obligaciones de los tratados en las relaciones entre s. La accin de la Liga se ejercera por medio de una Asamblea de representantes de los Estados, y un consejo con
las
En el Consejo estaran representadas y cuatro miembros ms de la Liga, con asiento en Ginebra. Los miembros de la Liga se comprometan a respetar la integridad territorial de todos los componentes de sta. En casos de agresin, el Consejo opinara sobre los medios por los cuales se dara cumplimiento a esta obligacin. Toda disputa sera sometida a arbitraje y no se apelara en ningn caso a la guerra, antes de que transcurriesen tres meses despus del fallo de los arbitros o del informe del Consejo. El Consejo formulara planes
Secretario
permanente.
una Corte de Justicia Internacional. un miembro recurriera a la guerra, se le considerara como si hubiese cometido un acto de guerra contra todos los otros miembros de la Liga, los que romperan con l
para
el
establecimiento de
el
En
caso de que
El Consejo, en
mendara a
los gobiernos los efectivos militares o navales con que deban contribuir a las fuerzas destinadas para proteger las estipulaciones de la Liga. Los territorios ocupados por pueblos no capaces para subsistir por s solos mereceran la proteccin de la
ECCE PERICLESI
335
como un sagrado encargo de la civilizacin. Su tutela je se confiara a naciones adelantadas como mandatarias en nombre de la Liga. Los miembros de la Liga manLiga para su bienestar y desarrollo
tendran justas condiciones de trabajo para los hombres; aseguraran
el
el
armas con
los pases
en
los
que fuesen
s
entre
para
el
En
En
la parte
la tercera se
La parte
Alemania,
guerra.
En
la
navales y areas.
La parte sexta
se
ocupaba de
los prisioneros
:
de
La sptima
II,
las po-
moral internacional y la moral sagrada de los tratados. La octava ordenaba las reparaciones Alemania reconoca que ella y sus aliados eran responsables de todos los perjuicios de la guerra y se formulaba la manera de repararlos los gobiernos aliados exigan que Alemania se compromeAlemania pagara durante 1919 y 1920 y los cuatro tiera a ello. primeros meses de 1921, el equivalente de 20,000 millones de marllermo
por.
ofensas contra
la
cos oro.
VII
Y AFILABAN SUS MACHETES PARA
Conclua
cia
el
. .
mes de
octubre.
noti-
Eureka
vociferaba
He descubierto como Coln un nuevo mundo En el campo del obrerismo hay elementos valiosos
para secundarnos.
cont
Por medio de Mara Cobos de Arz, su hermana, se haba puesto en contacto con Silverio Ortiz, Demetrio Avila, Bernab Salazar, Damin Caniz, Ensebio Castillo, Saturnino Gonzlez, Antonio Lpez, Francisco Rodrguez y otros obreros notables por su
inteligencia y valor.
336
Era grande grupo de obreros lo reconocen por jefe. Los ha hecho jurar ante la imagen de un Cristo crucificado que sabrn morir antes que retroceder o delatar el motivo de la conspiracin.
es algo providencial
.
Mi hallazgo
afirm
mi alborozo
al recibir la
Un
Y qu proyectaban antes de encontrarnos? pregunt alguno. Preparaban un panfleto para pegarlo en todas esquinas y afilaban sus machetes para marchar contra La Palma. Qu pudo moverlos as? Las conferencias de Pinol. Todos pertenecen Patrolas
al
un grupo de chanLes parece imposible. Se los he jurado y no lo quieren creer. Dos delegados suyos llegarn pronto. Y en efecto, un momento despus llegaban a la sala de las conjuraciones Saturnino Gonzlez y J. Antonio Lpez, La sagacidad de su jefe los haba hecho llevar las herramientas de su oficio que en caso necesario podran explicar su presencia en la mansin de los conspiradores. Se convencieron de que en los seoritos se encontraba la misma llama que encenda su corazn obrero.
nosotros; pero antes quieren cerciorarse de que
cles estn prestos a la accin.
VIII
COMO CONFLUYEN EL
Como
mar
el el
confluyen
el
el
"Nilo Azul" y
gran
ro africano, as
hemos
visto confluir
en esta parte de
nuestra historia
pequeo caudal de seoritos y el de artesanos en mismo cauce libertador. De esta manera cuenta lo sucedido su
"Despus de cada conferencia de Pinol se oan los comentarios entusiastas de los crculos obreros que admiraban los discursos del notable prelado, por su clara expresin, por la galanura del lenguaje y, sobre todo, por los temas de alto civismo que trataba. Los obreros comenzaron a darse cuenta de las altas miras del ilustre prelado y se oan ya voces de
lECCE PBRICLES!
protesta contra el rgimen imperante de
337
en que yaca. Por primera vez se oy en pblico que somos ciudadanos, que a ms de obligaciones tambin tenemos derechos;
se nos habl de
democracia a
la
tucin poltica.
Hablbasele as a un pueblo que estaba sumido en un despotismo en que, cabeza que se levantaba, era cortada; cualquiera que reclamara sus derechos era sumido en insalubres crceles donde sufra el tormento del palo, de la sed y el hambre, de lo que muchos murieron. Ay de aquel que se negara a servir de instrumento para las tantas cosas de que se valan Ips opresores del pueblo en propio provecho El verbo elocuente y valeroso de nuestro ilustre obispo que condenaba el servilismo y la abyeccin y nos llamaba a la dignidad encontr eco en los corazones de muchsimos guatemaltecos, especialmente de la clase obrera y estudiantil y muy pronto se unieron en una sola voluntad la de derrocar la tirana y establecer un gobierno respetuoso de
1
:
la ley.
Tal fu
la
la
Fu
la
Fu
la clari-
pueblo dormido.
al
Fu
ten dignidad.
Los grupos obreros comenzaron a tener concilibulos, deseosos de formar un partido. Era de orlos al dirigirse a sus hogares de regreso de las conferencias sus voces eran de optimismo y decisin. Pronto se propag la noticia de las patriticas conferencias y esto atrajo a un enorme auditorio de todas las clases sociales sedientas de or la voz de un hombre libre, sabio y digno en todos conceptos y entonces tuvimos que custodiar asiduamente a monseor Pinol, en nuestro deseo de librarlo de algn atentado por parte de los esbirros que mandaba Estrada Cabrera que se mezclaran con el auditorio clec: ;
338
orador.
Terminadas
Pinol y Batres y no obstante haber oido las amenazas que en su contra hacan los esbirros de Cabrera, no cremos que fue-
ran capaces de llevarlas a las vas de hecho sino que respetaran su alta personalidad y jerarqua eclesistica, Cuan Pronto circul la noticia de que en equivocados estbamos
!
una finca
servicio de
Cabrera y que lo haban conducido prisionero a Fu entonces cuando los nimos obreros llegacolmo su indignacin por el ultraje de que hacan al de ron vctima a un prncipe de la iglesia, tan querido y respetado por ellos, y comenzaron a buscarse unos a otros para organizarse en fuerza defensiva contra la tirana. Todas las noches nos reunamos en mi casa un crculo amigos de y el principal tema de nuestras conversaciones eran Debo ser franco en decir que los discursos del seor Pinol. yo no escuch ninguno, pero s estaba al corriente de los temas que trataba cada vez, por las entusiastas referencias de mis amigos que asistan asiduamente a orlos. La noche en que me llevaron la noticia de la prisin de monseor Pinol la reunin fu ms numerosa, y el seor comandante del ejrcito Pedro Daz Maltes nos refiri que, siendo l empleado en la estacin de los ferrocarriles, haba tenido ocasin de ser testigo presencial de la llegada, procedente de Escuintla, del seor Pinol, rodeado de los sicarios que lo traan prisionero; a todos los haba conocido, menos a uno, que pareca ser el jefe de alguna demarcacin de polica, que era alto, lampio, moreno y delgado y quien trataba al ilustre prelado con la mayor malacrianza y falta de respeto. Oyendo lo cual dijo Salvador Salazar: "Si a l lo han tratado as, ahora a nosotros los chorreados de mezcla, cmo se nos ha tratado? Peor que a bestias de carga; por el delito de ser pobres o indefensos y tener un oficio se nos persigue para hacernos trabajar gratuitamente". Esa misma noche les habl de la necesidad que haba de que nos organizramos en un conglomerado lo ms numeesta capital.
ECCE PERICLES!
339
roso posible, para hacer respetar nuestras garantas individuales y not con satisfaccin que los semblantes de todos se
que conviene, seores". ya eran las 10 de la noche comenzaron a despedirse los concurrentes y a salir de uno en uno, siendo el primero el maestro albail don Emeterio Araujo; pero todos llevaban ya en la mente la idea de formar una asociacin. Impresionados grandemente los diferentes crculos sociales de Guatemala por la prisin del obispo, no encontraron otro medio para lograr su libertad que hacerle una humilde peticin al poderoso Cabrera, porque sabamos todos que no tena delito alguno y que el motivo eran sus conferencias de San Francisco y que la orden de prisin era dada, por consiguiente, t)or Estrada Cabrera, o sea "de orden superior". Un grupo de seoras y seoritas se tomaron la misin
"Eso es
lo
Como
de recoger firmas de los simpatizadores del obispo suscribiendo la peticin que se le haca a Estrada Cabrera. Conmigo llegaron y les promet ayudarlas. El texto 'de la peticin sera impreso en la imprenta de don Csar de Garro y Beltrn, situada en un local del callejn Concordia, Desde que mis visitantes se despidieron comenc a recoger firmas con mis vecinos. Llegada la noche comenzaron a presentarse mis amigos visitantes y a cada uno le iba leyendo la peticin que con mucho agrado firmaban y cada uno se ofreci a recoger ms firmas entre sus amistades y conocidos. Les advert que me haba comprometido a entregarlas a las seoritas dentro del tercer da y todos prometieron llevrmelas a tiempo y bastantes, pues les era fcil recogerlas porque abundaban los simpatizadores en las obras y talleres en que trabajaban. Lo mismo dijo Pedro Daz Maltes con respecto a la estacin de los ferrocarriles, donde trabajaba y donde, en efecto, en slo un da llen todas las hojas que
le di.
Conforme a sus promesas, al tercer da como a las once y media de la maana, comenzaron a mandarme las primeras peticiones, llenas de firmas. A la una de la tarde del da en que tena que entregarlas ya las tena todas. All como a las
340
ruido de
frente a
mi
casa,
corr a abrir.
dej de trabajar y estuve atento. Al primer toque de la puerta, Eran las seoritas Su saludo fu Qu tal
Ya estando adentro
:
les
Yo
ms que
Y cmo hizo usted para recoger tanta firma? Pues han de estar seoritas, que yo tengo varios
ami-
gos, que unos trabajan en obras donde hay muchos operarios y otros en la estacin del ferrocarril, y por eso luego pude entregrselas llenas de firmas. Bueno; siempre fu muy rpido el trabajo; pero nosotras que primero tenemos qu hacer el saludo de cortesa, en esas y las otras cosas, nos tardamos mucho en recoger unas cuantas firmas. Conque, bueno, maestro, no le seguimos quitando ms su tiempo. No sabe cmo vamos de agradecidas
con usted; pero ya sabe de dnde recibir la recompensa sealando con el dedo hacia el cielo. A ustedes les agradezco por haberse acordado de mi humilde persona y si en algo ms les puedo ser til estoy a
sus rdenes.
Oh
gracias.
el
resultado de la
mismo que
mi
casa. Se les explicaba que Cabrera era dueo absoluto de vidas y haciendas de la nacin y slo Dios poda ablandarle el corazn a semejante hombre. Porque sabamos que hasta sus amigos y su gabinete temblaban ante su presencia y no se atrevan a hablarle de este asunto del seor Pinol, Se les prometa que al momento de saber algo se les comunicara. Al mismo tiempo, de todos estos firmantes de la peticin, tanto maestros de las obras como de los talleres, bamos escogiendo a los hombres ms capacitados, a los que les comunicbamos que era de suma importancia que la clase trabajadora
ECCE PERICLES!
se uniera
34I
como un
de cosas.
Estos obreros conscientes se alegraban con esas nuevas
ideas y as volvieron a reunirse mis visitantes en
mi
casa.
He
en largas
los
La noche
amigos que nos reunimos en mi casa fueron los siguientes maestro sastre don Matas Arana; carpintero don Francisco Contreras maestros albailes don Emeterio Araujo, don Jos Obando y don Hiplito Rivas M.; maestro zapatero don Joaqun Porras; alfarero y comandante del ejrcito don Pedro Daz Maltes maestro sastre don Leopoldo Jurez maestro tejedor y capitn artillero don Pioquinto Velsquez el maestro herrero don Tedulo Vega; el maestro zapatero don Do; ; ; ;
los
dijo:
no tenemos seguridad en nuestras personas, en nuestros intereses ni en nuestra honra. Esto es desesperante". Sucedironle en tomar la palabra varios de mis compaeros y todos hablaron en igual sentido. "Seores me esles dije entonces a mis visitantes toy dando cuenta en este momento del nmero de personas que nos encontramos en esta reunin; veo que somos exactamente doce y esto me hace recordar a aquellos rsticos pescadores que regeneraron a la humanidad con la nueva doctrina que escucharon de labios del Divino Maestro. Nosotros tambin somos rsticos obreros que apenas podemos coordinar nuestras palabras para expresar nuestros pensamientos, pero debemos tener fe y no dudar un solo momento de la Divina Providencia, que nos sacar avantes en este peligroso asunto que tenemos en proyecto "Sabemos que nos vamos a jugar la vida; pero ya hemos dado el primer paso hacia adelante y sera bochornoso retroceder. Seores, estn dispuestos? Un "SI" enrgico y unnime fu la respuesta salida de todos los pechos.^ Han me-
342
abandonar a los seres ms queridos, quiz para siempre? Sepan que a los ms sobresalientes nos espera la madre tierra para cubrirnos en el eterno sueo y a los otros la penitenciaria para podrirse alli en las bartolinas y bvedas en medio de torturas espantosas."
Acabando de decir yo lo anterior se puso de pie Tedulo Vega y dijo "Creo que todos los presentes estamos dispuestos,
:
porque estamos viendo las consecuencias que se nos sobrevienen de nuestra inaccin, porque no hemos sido nada, como nos acaba de decir el seor Ortiz, al compararnos con aquellos rsticos pescadores que no vacilaron ante lo que les sobrevendra porque tenan fe en un Dios que los acompaaba lo mismo queremos y haremos nosotros". Y, como movidos por un resorte, todos se pararon inclinando la cabeza hacia adelante en seal de que todos estaban decididos a emprender la lucha contra la tirana. No s explicar lo que sent todo mi cuerpo se estremeci de la fuerte emocin que me caus la decisin de mis amigos que hacan poco caso de los peligros que nos esperaban y de los sufrimientos consiguientes. Ya repuesto de la grata emocin que tal suceso me caus, me dirig de nuevo a ellos y les dije "Seores, sintense. Por lo que he visto acaban de poner las manos sobre el arado y no volvern la vista hacia atrs; me uno a ustedes en las mismas condiciones, a correr la misma suerte y a poner todo mi empeo en poner mi grano de arena, con la ayuda de Dios, en la reconstruccin de este pedacito de tierra que nos vio nacer, Pero antes quiero que me prometan una cosa que no le revelarn a cualquiera nuestro secreto, ni aun a sus esposas deben
:
-^
husmear a los
hombres como
uste.des, enteros
y discretos, por-
que bien saben que hoy abundan en todas las clases sociales los que se dedican al abyecto oficio de oidores". "Lo prometemos" contestaron todos. El seor Arana, ponindose de pie habl "Como es un asunto de tanta importancia, debemos tener mucha prudencia y saber escoger a los amigos de ms intimidad porque yo creo que todos los que estamos aqu tenemos, por lo menos, tres amigos de confianza y cada uno de estos tres conseguir otros tres, y as sucesivamente, muy pronto veremos multipli-
ECCE PERICLES!
343
cado
la
Al mismo tiempo haremos el nmero en nuestras filas. propaganda en los departamentos. Yo, por ejemplo, tengo unos amigos en Quezaltenango a quienes ya les inform y me dijeron que los tuviera al corriente para comenzar ellos a hacer la propaganda, y de esa manera abarcaremos toda la
repblica".
menos
el
ms
por su fe ciega. Ya estando solo, aunque no dudaba del auxilio de la Divina Providencia, le era imposible conciliar el sueo, anhelando encontrar
en su memoria el nombre de una persona intelectual y prudente a quien consultarle tales asuntos. Algn tiempo despus
se reuni
con
el
sus proyectos y la organizacin que estaba formando. y padre El lo abraz muy fuerte con los ojos llenos de lgrimas y
le refiri
le dijo
Tngame
menzar a pedirle
de
por
la misa.
al corriente
de
lo
el
Al concluir la entrevista se sinti decidido a jugarse el todo todo y ya no se preocup de lo que poda sobrevenir. Se
dijo a s
menos de
hombres tenemos. que morir de algo, que un ciudadano muera as no ms; hay que dejar algn recuerdo para que los que vengan atrs digan: Aquellos obreros murieron por una causa noble." Desde esa noche durmi como en tiempos atrs.
los
mismo: "Nosotros
parto, y es
muy
triste
344
IX
MIENTRAS TANTO, JEFES DE AGRUPACIONES OBRERAS, GRANDES DE AMOR PATRIO
.
.
memoria de
la
junta celebrada
el
da
momento
se acerca,
comienza a
el
una
llovizna
un aguacero fuerte, lufego pasaba. Sal a la calle; mento est obscuro, no se ven las estrellas; comienzo
firma-
a dudar;
"ya no vienen esta noche, as es difcil"; es la hora en punto. Oigo pasos, y el primer toque de la puerta; el corazn me palpita de alegra son los seores Vega y Cuevas, del Guarda Viejo, que traen un nuevo socio: Ricardo Ponce, carpintero; al momento otro toque es Pioquinto Velsquez que trae otros dos Maximino Leal Pea, zapatero y Rafael Foronda, oficinista; y luego entra Leopoldo Jurez con Rafael Gonzlez Ortiz, maestro sastre que vive por Jocotcnango. Entran los seores Jos Obando, Emeterio Araujo, Salvador Salazar y Matas Arana el seor Rivas y Joaqun Porras nuevos el maestro barbero Juan H. Ortiz, Alfredo Contreras, impresor; Diego Den Glvez, destazador, y Timoteo Toledo, panadero. Se habrn fijado que los nuevos los he filiado con su oficio, pues los otros once ya los conoce el lector. El seojr Gonzlez Ortiz se para y da excusas del seor Andrs Polanco, que vive por San Jos, por lo retirado y la mala noche. El seor Polanco es albail; es nuevo pero ya est de acuerdo, lo mismo que don Tereso Rojas, maestro carpintero, a quien le comuniqu nuestros proyectos, y que manda excusa, por estar acatarrado, pero enva $100 m./n. para los primeros gastos. Tambin el seor Vega nos dice que se excusan los seores Manuel de la Roca y Justo Castellanos, pero que estn en un todo de acuerdo de lo que se trate en
:
:
esta sesin.
Bueno, son las ocho menos cinco, hay tiempo suficiente para comenzar la sesin; es invitado el seor Arana para que
ECCE PERICLES!
345
lleve los
puntos del acta que se van a desarrollar y hay que nombrar una persona para que presida la reunin. Al momento entra Francisco Contreras, quien da excusas de Pedro
Daz Maltes, por tener que trabajar esa noche en la estacin del ferrocarril, personas que ya conoce el lector. Se le comunica de lo que se est tratando. Se comienzan a dar papelitos para llenarlos con los nombres de las personas que deben ser
"Presidente, Secretario y Vocales", para mientras vengan otros amigos ms capacitados que mi persona, por habrseles comunicado, pero por un olvido no les dije que hoy tenamos que reunimos. Ms adelante veremos estas personas que son grandes de amor patrio y jefes de agrupaciones obreras que tienen facilidad de palabra, ^ Concluida la votacin, se recogen los papelitos el seor Arana les da lectura se invita a los seores Contreras y Vega para que hagan el escrutinio de los votos. En lo que estn contando los votos, oigo mi nombre que no cesa, siento no s qu en todo el cuerpo se me cruzan por la mente muchas las ideas y ms compromisos, pero hay que vencerlas A lo hecho, pecho! Mi voto para Presidente lo he ideas dado para Pedro Daz Maltes, hombre de carcter y valiente. Terminado el escrutinio, les da lectura a los votos el seor Vega y rezan as Presidente, Silverio Ortiz un voto en contra, el mo. Vocal 1^, Pedro Daz Maltes vocal 2- Tedulo Vega; Vocal 3^, Pioquinto Velsquez y Secretario, Matas Arana. Ya sentados de nuevo todos, me dirig a ellos ms o menos con estas palabras, porque estaba emocionado como a cualquiera le hubiera pasado: "Seores: ustedes me han elegido para que los gue en este asunto tan delicado, donde tenemos que vernos cara a cara con un enemigo tan poderoso y con la cuadrilla de lperos que lo rodean. No merezco el puesto, pero lo acepto; emprendamos la batalla a vencer
; ; ;
o morir".
Les propongo
des
lo
dice
le
el
seor Velsquez
que
si
uste-
tienen a bien,
pongamos
a nuestra agrupacin el
bre de "Agrupacin Obrera Evolucionista". propuso el de "Comit Patritico de Obreros", finalmente aceptado.
346
Tom
mucho
las
la
criterio
mujeres
si
;
lo
y dijo: "Creo que no debe haber ms reunioque hoy abundan los espas y hasta son. Hoy debemos darle gracias a Dios que la
ha protegido, o mejor dicho, nos ha favorecido; noche no est como la presente, ser muy peligroso cualquier delator que nos mire entrar nos captura y comienzan las averiguaciones con los vecinos, para ver si nos han visto entrar otras veces. No importan la carceleada y el tormento a que nos sometieran, que yo creo no seriamos tan infames de delatar a los compaeros pero lo que importa es que no se pierda nuestra causa por nuestra culpa, debemos prever el peligro ep. que -estamos. Yo les propongo seotes, que ya que tenemos una junta directiva, aunque provisionalmente como dice el seor Ortiz, que depositemos toda nuestra confianza en ella, que sabr desempear su cometido y nosotros a trabajar los nimos de
lluvia nos
pero
otra
las comisio-
nes que nos toquen; podemos dejar nuestras direcciones; y lo ms prudente es que ya no nos volvamos a reunir y para saber cmo van los trabajos, preguntmoslo a los de la directiva y
comuniqumoslo a los dems." Esta mocin fu aprobada. Los invit para que dejaran sus direcciones. Luego el seor Arana dijo que l tena unos amigos de toda confianza en Quezaltenango y aprovechando el viaje de un compaero,
les iba a
mandar un
mismo en aquella ciudad. Lo mismo Diego Den Glvez, que tena un hermano, Emilio, en el departamento de Escuintla, que era un entusiasta, que tena muchas amistades y que el domingo se iba a verlo y le comunicara todo lo que se ha hecho. Mientras tanto tuve varias conferencias con los obreros que mencion en la reunin del 25 de julio, jefes de agrupaciones obreras, que eran bastante versados en organizaciones; uno de ellos era don Bernab Salazar, maestro talabartero, persona muy estimada en todos los crculos obreros, por su lenguaje claro y concienzudo cuando abordaba la tribuna; todos los que escuchbamos su voz clara y pausada nos quedapara que
ellos hicieran lo
dijo
ECCE PERICLES!
347
bamos admirados y cuando era un debate sus consejos y ejemplos eran contundentes. Lo mismo era Saturnino Gonzlez, maestro carpintero, que haba recibido una instruccin esmerada, por lo cual tena facilidad de palabra y mucha
sangre fra para sostener polmicas.
muy
joven,
Lo hemos
visto
en
en
das a cabo en los gremios obreros. En la tribuna es elocuente, las discusiones talentoso, como administrador de fondos rgido todo lo lleva al da, no deja que se le extrave ni un solo centavo es demasiado lo que se esmera en su cumplimiento,
:
;
ya sea de entregar como de recibir, y es honrado a carta cabal. Por ltimo, tenemos a Ensebio Castillo, maestro zapatero, que tuvo un gran taller en la 6^ avenida sur frente a San Francisco, llamado "Pan American". El seor Castillo goza de muy buenas relaciones, tanto en los crculos de alta sociedad, como en los gremios obreros. Es una persona honrada y bon-
dadosa con sus operarios y lo mismo con los pobres. He presentado a los personajes del Gremio Obrero que mencion en la sesin del 25 de julio; son estos seores con quienes tengo mis concilibulos, a cada poco y en diferentes casas, para despistar a los espas. Abrazan la causa como si hubiese sido el man del cielo cada da los vea ms entusiasmados ya puede considerarme el lector ctno me encontrara yo, lleno de gozo, porque ya tena a quin consultar, pues sus consejos eran sanos, y ya no era slo yo el que llevaba el timn de la nave, parat que no fuera a naufragar. En septiembre tuve que hacer un mandado por San Sebastin y al regreso me encontr con el compaero Leonardo Rizo; al llegar a la 6^ avenida divisamos que estaba sentado en una de las bancas del parque central, Damin Caniz; luego me dijo mi acompaante "All est Caniz ste es un elemento valioso para nuestras filas; le hablamos?". Nos acercamos y despus de habernos presentado Rizo, comenzamos a conversar; luego mi acompaante le hizo referencias de nuestros asuntos, a lo que yo le desarroll todo el trabajo, ya encaminado cada vez que llegaba a una parte interesante, Caniz se paraba y deca "Eso s que est notable", y se volva a sentar, Al terminar de ponerlo al corriente de todo, nos
;
;
348
"Yo estoy de acuerdo en cuerpo y alma con ustedes dijo debemos hacer algo por nuestra patria; que se vea, tanto aqui como en el exterior, que todava habernos hombres con dignidad; que no es toda la nacin la que comulga con este relajamiento tan vergonzoso, como lo hacen creer en el exterior por medio de la prensa, que compran con abundante dinero.
:
la prensa de aqui, ya se sabe, est completamente censurada y sobornada, se mantiene en el ms vil arrastramiento; da vergenza con todos los extranjeros que nos visitan; se dan cuenta de este cementerio de seres humanos; y no se crean ustedes que son en gran nmero estos hombres serviles, yo les aseguro que no llega a un centenar; pero como tienen las armas en las manos, nos aplastan, porque no estamos unidos. El sistema de stos es desunir para poder gobernar y amordazar la prensa". Al terminar de hablar Caniz, le dije que ya estaban con nosotros Bernab, Saturnino, Antonio Lpez, don Chebo Castillo, Agustn Hernndez y otros ms. "Ah, qu bueno; si ya estn todos los muchachos!" "Ahora, don Damin, no le fuera a usted posible asistir a una reunin que vamos a tener el da 20 de este mes, a las 2 de la tarde, en mi casa? le di la direccin Porque Antonio Lpez quiere que le demos una buena organizada al conglomerado que ya est bastante regular". r-"Con mucho gusto, ser el ms puntual, porque ustedes no saben cmo me han dejado: lleno de gozo al ver que por primera vez en Guatemala, se unen los obreros a reclamar sus derechos como ciudadanos que somos". Nos despedimos y me dijo Rizo "Este es un elemento
Ahora,
valioso".
Yo tena el honor de conocerlo slo de vista y he sabido por algunos amigos, principalmente por Saturnino, que es uno de los obreros ms bien preparados; es el que va a
la
vanguardia de todos.
No
hemos hecho; estoy refeliz. Ah lo vers; como orador es bueno y para discutir es notable no te han informado mal. Nos despedimos en la 11 calle poniente y 6? avenida sur. En estos das le comunico a mi amigo Agustn Hernndez C, maestro carpintero, persona bastante ilustrada y muy
esta conquista que
ECCE PERICLES!
349
abraz
la
seores Hernndez, Rizo y Bernab Salazar, ms tarde fueron padres de virtuosos sacerdotes de los misioneros
que
los
RR,
dieron
rgida y pobre
Lo mismo les comuniqu nuestros p^^yectos a los amigos Sabino Salcedo y Jos A. Estrada. El seor Salcedo es persona bastante capacitada y muy estimada entre nosotros los obreros de la capital, lo mismo que entre los del departamento de Huehuetenango, por ser originario de all. El seor Estrada, maestro hojalatero, persona muy laboriosa y honrada. Estas personas luego engrosaron nuestras filas con mucho entusiasmo. Recuerdo que era el da viernes 19 de noviembre cuando encontr a don Francisco Rodrguez en la 7^ avenida y 13 calle. Cuando termin de ponerlo al corriente de todos los pormenores de la Liga Obrera, me contest muy emocionado "Yo estoy con ustedes, cuenten conmigo en todo". Ya con la personalidad de uno de los obreros ms destacados, era muy fcil que muchos le siguieran, por ser tan
conocido."
Cantn Barrios
labras
:
hoy 21
nmero
34, del
calle
poniente nmero 46, tuvieron los Caniz pronunci las siguientes pa-
"No quiero, seores, quitarles de su pensamiento las palabras de patriotismo que acabamos de escuchar, solamente
350
la Patria,
y bstame repetir
a nuestros
amamos
mas
la
de que la Patria tiene derecho imprescindible sobre su talento, que en cualquier situacin
que se hallen, estn como soldados en guardia, para velar por la Patria, y que quien se sacrifica por su Patria muere contento y con gloria; que no se nos tenga como revoltosos, como llaman a cualquier intentona de altos ciudadanos que han deseado poner en prctica los derechos constitucionales, porque es cosa que a nuestros opresores no les conviene."
El cronista de estas reuniones, Silverio Ortiz, refiere que en dicha junta elaboraron un programa, acordando reunirse en partido obrero, para proponer al gobierno el cumplimiento de la ley, basn-
dose en que los funcionarios no se ajustaban ni a sta ni al dictado de su conciencia hacer un llamamiento a los ciudadanos de la clase
;
y dar a conocer los trabajos emprendidos por medio de hojas volantes y si se poda de un peridico semanal.
;
en
propuesto por
que qued
as
Damin
Caniz; secretarios, Saturnino Gonzlez y Matas Arana; vocales, Bernab Salazar, Tedulo Vega, Ensebio Castillo y Tereso A. Rojas; tesorero, J.
Antonio Lpez L. Al da siguiente de esta junta cuenta siempre Silverio al ir a visitar a Ensebio Castillo lo encontr platicando con Demetrio Avila, al que haba puesto al corriente de los trabajos.
"Estaba
muy
entusiasmado;
al
terminar se
le ley
:
el
programa de la Liga Obrera, a lo que contest Demetrio "Estoy en un todo de acuerdo y he decidido unirme con los compaeros." Desde ese momento ya tenamos un elemento ms y muy valioso, en nuestras filas, no slo por su honradez e inteligencia, sino porque representaba un papel muy importante en el Gremio Obrero, pues era Presidente de la Fede-
lECCE PERICLES!
351
racin Obrera de la Repblica, es decir, que todas las agrupaciones obreras de la nacin, tenian su sede en la Federacin, y sta a la vez la tenia en la gran nacin del Norte, presidida por
suerte, pues,
rados grandes millonadas de obreros de casi todo el Continente; solamente en Norteamrica lo estaban quince millones
Cuenta a continuacin Silverio que el 31 de octubre de 1919 recibi un llamamiento de Alberto Mejicanos y acudi a l, temblando, porque se pregunt si ya los haban delatado.
"Toqu
escuchar
las
sala y el corazn
momento me abrieron; pas a la ms violencia. Ya me supona palabras "estn descubiertos". Cuando va enla puerta; al
me
palpit con
calm; despus del saludo me dijo "Qu pronto vino, yo lo esperaba a la noche o maana". "Es que me entr mucha curiosidad y no pude esperarme
:
me
ms"
le contest.
Lo que quera Mejicanos era referirle a Ortiz, que un grupo de chancles, con los que l estaba relacionado, tenan las mismas intenciones que los obreros, de derrocar a Cabrera. Demos aqu de nuevo la palabra al narrador obrero:
"El da que fui llamado por don Alberto Mejicanos, me habl de doa Mara Cobos de Arz que tambin fu a visitarlo antes que don Eduardo Camacho con el mismo objeto, para
atraerse algunos obreros para la formacin de
un partido que
llevar a cabo. Ya con estos datos y teniendo bastante tiempo de conocer a la mencionada dama por asuntos de trabajo y sabiendo dnde viva fui a visitarla
su hermano
Manuel quera
ese mismo da que don Alberto me llam. A las 6 de la tarde llam a su puerta y pregunt por doa Mara; al momento sali a recibirme; despus del saludo le dije que si me haca el servicio de concederme una entrevista con su hermano Manuel para un asunto de mucha importancia. La seora vacil
prele
Yo
352
mucho
un
le
Ya no me
dej que
acabara de explicar y not el cambio de su rostro, de serio a alegre, con una sonrisa en los labios y me pregunt: "Es Wted don Silverio Ortiz?" "Servidor suyo", "j Ah! don Silve-
no sabe cuntos deseos tenia' de conocerlo, por todo lo que informado don Alberto de usted. Mi hermano no vive aqu, pero pronto lo llevar con l," Entr a dar sus rdenes y tomamos la prolongacin de la 7- avenida norte.
rio,
me ha
Doa Mara
es
una seora
;
alta, esbelta
las facciones de
;
su conversacin es agradable
tiene
mucho a esta clase de damas; es jovial y muy atenta; se nota que ha recibido una instruccin muy esmerada.
Llegarnos a la casa, a
l avenida.
un
sitio
que queda
al
frente de
Adentro se ven
las habitaciones.
Doa Mara me
dej en la sala y se entr llamando a don Manuel; pronto volvi con l y es ella quien hace la presentacin. Don Manuel
me
invita a
a departir sobre los sucesos del da y los de nuestra organizacin y proyectos. Not que don Manuel tena, fija la vista en la ma, y conforme iba la conversacin, se emocionaba ms, a cada momento; lleg al extremo de que cuando doa Mara quera intervenir en la conversacin le deca "Djalo conversar que me interesa; estoy para volverme loco de esta alegra, no sabes la emocin y deseos que tengo de seguirlo escuchando". Don Manuel a veces se pona serio y presto se rea, conforme iba el hilo de la conversacin, y as tardamos en esta charla, donde l lo mismo me explic sus
:
Comenzamos
proyectos.
Al despedirnos en
la puerta,
me
dijo: "Si
puedo esta
misma noche o maana temprano, ir a comunicrselo a don Eduardo Camacho y dems amigos, pues ya no hay que vacilar
en la organizacin de parte de nosotros con esta gran victoria que he encontrado en ustedes los obreros." "Y cundo tendr el gusto de volverle a ver?" "Ser muy pronto; solamente tengo que comunicrselo a la Directiva, para que mande delegacin a entrevistarse
jECCE PERICLES!
353
con usted y ver qu medidas se toman. Entre de estas personas vendrn las ms capacitadas como don Bernab Salazar que es la persona ms respetable entre todos nosotros por su
edad y su talento y es
te-
En
una comisin compuesta por los obreros Bernab Salazar, Damin Caniz, Ensebio Castillo y Demetrio Avila para que pasase a yisitar a los seores Cobos, Camacho, Azmitia y si era posible, Matheu. Segn el modo de pensar de Ortiz "es al seor Cobos Batres a quien se debe entrevistar primero y despus a las dems personas,
Ion Jos
Azmitia inclusive".
XI
"NOTE QUE MIS CAMARADAS ESTABAN TAN EMBELESADOS
Silverio cuenta as la entrevista de los obreros
."
. .
con Cobos
"Se ha llegado el da en que tenemos que juntarnos los de la comisin para entrevistar al seor Cobos Batres. Aunque yo no fui nombrado, los acompao para presentarlos y que no desconfen de ellos. Al entrar al taller de don Ensebio ya estaba Demetrio; a los pocos minutos entraron don Bernab y Damin y salimos los cinco tomamos el tranva en el parque central y pronto estuvimos en la prolongacin de la 7^ avenida norte. Entramos hasta donde estn las habitaciones llam en el corredor y pronto sali el mismo don Manuel; al reconocerme not su alegra; nos hizo pasar a la sala. Despus de la presentacin de mis camaradas, le expliqu que fueron nombrados para que cambiaran impresiones respecto a nuestros proyectos. Ya encaminado, tom la palabra el seor Cobos e hizo un relato
;
354
ciudadanos.
la
que casi pasaron inadvertidas Pas a contarnos de la vida de los parisienses, de cmo son sus mtines y sus manifestaciones, donde dicen todo lo que les da la gana decir las autoridades no intervienen en nada, ni en las manifestaciones obreras, mucho menos en sus reuniones. La polica se concreta a cuidar el orden de los manifestantes, que van lanzando vivas! o mueras! o abajo! para tal o cual de los altos funcionarios. Comparen ustedes la democracia de esa nos dijo gran nacin a la tirana de este pueblecito, donde el pensamiento es castigado a palos. Yo not que mis camaradas estaban tan embelesados con esta charla, que ni siquiera un parpadear de ojos se les
rencias, pero fueron tan suaves,
por
los oyentes.
vea."
el relato
de la entrevista de
los
obreros y
Camacho
"Fuimos recibidos
al
la
seor Camacho.
le
Le hice
la
expliqu
el
objeto de
me
habla con
mucha confianza
ti
me
tutea.
seores
No esperaba me dijo
Concluye
y a los
esta visita
no sabes cunto me has agradado con para pasar un rato en medio de ustedes."
as la
conferencia
"Camacho afirm Gran admiracin me caus Manuel Cobos Batres cuando me dijo que haba descubierto un gran continente, re-
que t
sealndome me
Me
visitaste.
jECCE PERICLES!
355
la
conversacin tard.
Una
vez
que acabbamos de
visitar.
Not
lor,
lo
hombre de
:
va-
luego se
de carcter entero, inteligente y amante del pueblo, lo que le not. Se le oy decir a don Bernab ^Yo creo que
con estas dos entrevistas de don Manuel y don Eduardo, es ms que suficiente, pues no tenemos ms qu desear. De mi parte he quedado muy satisfecho porque ya con esto podemos informar a la Liga Obrera del triunfo que hemos obtenido. Respecto a la visita al seor Azmitia se har ms tarde."
XII
"USTEDES
HAN CONCLUIDO
SU MISIN, VUELVAN
A RECOGER
SUS HERRAMIENTAS"
El grupo obrero no acept sino despus de grandes vacilaciones y discusiones, la propuesta de los seoritos. Y es precisamente el relato de esta discusin, hecho por el propio Ortiz, uno de los
ms
Helo aqu:
"Citados para
el tercer
domingo 16 de noviembre en mi
el
muy
da de mucho valor cvico, capaz de enfrentarse a cualquier peligro, con los mismos ideales que persigue la Liga Obrera. "Hemos hablado de compactarnos los dos grupos en un solo cuerpo. El sbado ltimo fuimos con el seor Camacho dando su filiacin quien hace resaltar su amor patrio, su carcter de hombre verdaderamente "liberal", quien est en un todo de acuerdo con nosotros, en unirnos y presentar un
solo frente."
J.
356
al
qu vamos a desechar a estos seores que nos buscan y nos llaman? Ms bien debemos recibirlos con los brazos abiertos, porque tambin ellos persiguen nuestros mismos ideales. Nosotros tal vez no podemos sostener un trabajo largo que se nos presente, porque sera
as:
Por
cansar a los compaeros con estarles pidiendo contribuciones, por la situacin econmica en que vivimos y si no ah tienen la caja de la tesorera: es muy poco lo que tenemos; pero si nos unimos a estos seores tendremos dos cosas necesarias el dinero, principal factor, y el talento; de suerte, pues, que les suplico que nos unamos a estos seores que nos llaman; all
:
tendremos todo. He notado que los movimientos de cabeza de la mayor parte, indican que "no". Vuelve a hablar Lpez Refutando lo dicho por el seor Gonzlez respecto al dinero, s que somos muy pobres; pero cada da van creciendo nuestras filas y el amor a nuestra causa har que nos desprendamos, por lo menos, de un peso mensual, para los gastos que se sobrevengan; yo creo que Se oy una voz que dijo todos estamos dispuestos a hacerlo. Respecto a la unin con los seores del "s", era Pioquinto. otro bando, debemos pensarlo muy bien, porque bien saben
lo
:
obreros y los seores, unidos, alcanzan un triunfo, a los hijos del trabajo se nos retira con un puntapi, como si apestramos y se nos dice "Ustedes han concluido su misin,
que
si los
Cuando la patria est en hacen un llamamiento al pueblo y comienzan a arengarlo con palabras parecidas a estas: "Conciudadanos, compatriotas, compaeros; a vosotros los hijos del pueblo me dirijo para que acudis a salvar a la patria del peligro en que se encuentra"; todos naturalmente acudimos al llamado y cuando regresamos despus de haber dejado al compaero o pariente tendido en el campo de batalla, no se acuerdan de nosotros ni para conceder una pequea pensin a los invlidos; pasado el peligro, ya no somos compaeros; quedamos en el olvido y en cambio son ellos los del triunfo, y
vuelvan a tomar sus herramientas."
peligro, los altos funcionarios
;
"Pues
lo
lECCE PERICLESI
estos seores nos lanzarn al olvido y
si
357
cados en
tuitos,
el
movimiento, se
les
como
Con
tamentos."
estas palabras, todos estaban de acuerdo con el
;
seor Lpez
vista.
y todo sucedi
as,
Pide
talentoso,
o
la
palabra
el
muy
muy
as:
notable, que
conmovi a
los oyentes,
poco ms
menos
un varn tan perfecto, que jams lo habr igual; ste ense una nueva doctrina a la humanidad y en uno de sus mandamientos dice
que no tiene inters en las cosas terrestres, nos ense as, por qu no vamos nosotros a amar a estos seores que vienen halos
Amaos
unos a los
otros.
Si este varn,
cia nosotros,
sidad alguna?
abandonando sus intereses y familias, sin neceEstos hombres poseen un solo inters: salvarexistan
nos de la esclavitud.
el
mano no son
iguales; y lo
mismo pasa
marles "liberales de verdad", porque darn su \iida, si es necesario, para salvar a la patria del despotismo en que vivimos. "El Divino Maestro nos dice Venid a m los hombres de buena voluntad. El llama a la humanidad para salvarle el alma.
"Pues bien, estos seores nos buscan y nos llaman para que juntos salvemos a la patria; podemos desecharlos? No, no suceder, ms bien debemos estrecharlos a nuestros pechos dndoles el abrazo de bienvenida y repetir las palabras divinas Venid a m, los hombres de buena voluntad. "Respecto a la flaqueza humana, no hay hombre que sea perfecto por estar formados de una miserable materia. No dudo que cometern sus errores, pero ah tienen ustedes al Mrtir del Glgota, que despus de haber sufrido los tormentos ms atroces, dijo: Perdnalos, Padre mo, que no saben lo que hacen.
:
358
hombre
se
maree
al
tener
un
puesto elevado por primera vez y que deseche a los pequeos que lo han subido pero yo hago una excepcin de estos caba;
que hemos visitado." Y as en esta forma sigui el orador por espacio de unos veinte minutos y not que la concurrencia est muy dividida, pues el seor Lpez tiene tres cerebros fuertes en su contra, con quienes ha estado luchando. Tom la palabra don Bernab
lleros
Salaz ar y dijo:
"Salvemos
vitud y lo
al
pueblo, quitmosle
el
yugo de
la
escla-
dems que nos venga por aadidura. "Hagamos recuerdos de los primeros tiempos
del rgi-
de Cabrera; en realidad no era tan malo, pero los mismos guatemaltecos lo fueron maleando, hasta llegar a este extremo. "Comenzaron con el mismo sistema de que "nos tiene incondicionalmente a sus rdenes", principalmente los militares
;
men
si
na el primer asesinato de un jovencito estudiante, en un lugar denominado "El Chato". Lo obedecen. Una vez convencido de que si cumplan sus promesas, ordena el segundo asesinato, que recay sobre la vida del diputado don Rosendo Santa Cruz y los palaciegos ignorantes cumplen la orden y quitan
;
la vida a aquel
esto,
rarle la
mano
a Cabrera.
mer
do,
si l
el
segun-
yo les aseguro que Cabrera no fuera el azote del pueblo; deseaba asesinar a cualquier persona, que lo hiciera con su propia mano. "Son pues, los malos hijos del pas, los que hacen a los tiranos, porque les obedecen y cometen arbitrariedades y como estos perros ya estn acostumbrados al mendrugo del presupuesto, les es muy doloroso ganarse la vida honradamente, por eso es, pues, que obedecen al amo. "Son estos perros con quienes tenemos que luchar y para esto no lo vamos a hacer solos, tenemos que aceptar la invitacin que se nos hace del otro bando, donde encontraremos los elementos necesarios para combatir la rabia de los
seudoliberales."
ECCE PERICLES!
359
las
Al terminar nuestro orador y antes que se prolonguen discusiones, pregunto a los concurrentes que si ya estara
Contestaron que
"Entonces
la
s
les digo
los
que
es-
tn de acuerdo en la compactacin con el otro grupo, que tenla bondad de levantar sumaron veintiocho los que
gan
que no. Habl don Bernab: "Hay mayora: somos 28 contra 10."
que
grupo,
mayora; y que vayamos todos con buena fe y patriotismo a salvar al pueblo de las garras de la tirana." Volv a preguntarles que si haba otro asunto de qu tratar y me contestaron que no, que se diera por terminada la sesin y se levant a las cinco menos seis minutos, el da domingo 16 de noviembre de 1919. Fu sta una de las reuniones ms acaloradas no es lo mismo describirla que escucharla, haba que ver la mmica de don Bernab; sus embestidas, y luego sus retrocesos, con una mano sobre el corazn y la otra sealando hacia arriba; era notable para discutir, lo mismo que los otros oradores que no
les suplico a los disidentes
;
que se unan a
se
daban jaln
el
uno
al otro."
clase social se
de la unin con los lderes del alta en la junta de referencia, aun[ue esto fu sin duda lo ms importante que trataron, hasta el lunto de que su narracin constituye una de las pginas ms interesantes de la historia americana y arroja verdadera luz sobre la sicologa popular. Aunque hicimos una sntesis de la sesin no (ueremos olvidar, por ejemplo, aquellas graciosas palabras que en l transcurso de la discusin articula Bernab Salazar refirindose
slo de este asunto
No
ocuparon
los obreros
las
Fijmonos,
al le
Cabrera del ao
nalgas."
seores, en que todo el ao mantiene pueblo con el calzn bajo, dndole palo; y al final da un pan y una copa de licor para frotarse las
360
Ni
de obreros chapines. Esos obreros que han abierto sus ojos, somos nosotros, que ya estamos organizados para pedir que se nos quiten las cadenas de la esclavitud, para esto debemos ir dentro de la ley y jams fuera de ella, para poder darles un buen ejemplo a nuestros verdugos, el de que nosotros los pobres ignorantes, sabemos respetar las leyes, no como ellos, que las ultrajan. De esta manera dejaremos a generaciones futuras una patria limpia, sin dspotas. Ojal que estos hombres se avergencen al ver la buena manera con que gobernaremos el pas que es digno de cario y respeto. Pudiera ser tambin que las generaciones venideras digan "Benditos de Dios sean aquellos hijos del pueblo que nos dejaron una patria digna, al haber terminado con los tiranos."
:
Ah
el
departamentos
"Bernardino Castellanos de Quezaltenango ha avisado que est de acuerdo con la Liga Obrera y que va a trabajar en el nimo de sus compaeros. En la Antigua Guatemala, Tadeo Pineda y Jos F. Mndez, Julin Arrila, Miguel ngel Cbar y Eduardo Cceres se han afiliado a la Asociacin Obrera. En Mixco se cuenta con la colaboracin de Antonio Herrera. Un oficio de Zacapa en clave informa que ya hay 14 afiliados. Den Glvez pas a los departamentos de Amatitln y Escuintla. En el primero abraz la causa con mucho entusiasmo el sndico municipal Manuel Luna. En el segundo Emilio Den Glvez y Alfredo Cifuentes."
Al concluir aquella sesin y ya en la soledad de su cuarto hace estas reflexiones
Silvero se
van desarrollando los acontecimientos. Despus de que ramos slo una docena de rsticos obreros que
se
;
"Cmo
lECCE PERICLES!
361
no sabamos qu camino tomar y de la gran responsabilidad que yo haba asumido, porque ellos me haban elegido como su jefe, cuando yo no tena aptitudes para ello, he llegado hoy a ver este ncleo de obreros entre los que hasta intelectuales hay; adems, estn los personajes con quienes ya tenemos nuestros entendidos para salvar a la patria del despotismo en que vivimos, pues no cesa el flagelo en las espaldas desnudas de nosotros los obreros, y nos roban la nica riqueza que tenemos, que es nuestro trabajo, los que se apellidan liberales... Yo no creo que sea la mano del hombre la que est obrando en
estos asuntos tan delicados, no; es la Divina Providencia la que todo lo est arreglando con su infinita sabidura. Porque Dios siempre ha escogido a los seres ms insignificantes para
El pueblo con sus oraciones pidiendo que^ se nos quite ya ese castigo, ha obtenido esto. He visto las hojitas impresas con una diminuta oracin que anda de mano en mano. Cabrera est perdido, porque la hora se le acerca y no hay adelante!".
ms que
La oracin
a la que
el lder
y si queris salvar a Guatemala, nadie vuestra voluntad. Vos hicisteis el Cielo y la Tierra y todo cuanto en ella se contiene: Vos sois el Dueo de todas las cosas quin podr, pues, resistir a Vuestra
puede
Majestad? Por
tanto.
perdernos y exterminar vuestra herencia. As, Seor, no despreciis esta parte que redimisteis con el precio de vuestra
sangre.
Od, Seor, nuestras oraciones, sed favorable a nuestra levantad el azote de vuestro enojo, y haced que nuestro llanto se convierta en alegra, para que viviendo alabemos
suerte
;
362
Amn.
Con licencia de la Superioridad Eclesistica. Se suplica rezarla todos los das".
ya vimos, uno de los puntos del programa obrero era un periodiquito si hasta ello llegaban sus fuerzas. Esto no podia hacerse con los tipos de imprenta de la capital, porque estaban registrados en la Direccin de Polica y confiscapublicar alcances o
ran los talleres donde se hubieran hecho los trabajos, y dueo y operarios se iran a la penitenciara o al cementerio, como le pas
al pobre don Csar del Garro y Beltrn que por haber impreso la humilde splica pidiendo la libertad de Pinol estuvo varios meses en la crcel. Los movimientos en tal sentido dieron esta nica respuesta: "No se encuentra una imprenta en toda Guatemala". Felipe Pineda, maestro sastre que se iba a la repblica de El Salvador, facilit la solucin buscarla en la vecina repblica. Joaqun Porras e Hiplito Rivas M., se ofrecieron a tal em:
Como
Porras aclar: ^Yo soy oriental de Chiquimula con mi padre comercibamos y traamos la mercadera por extravos conozco todos los caminos de Guatemala, El Salvador y Honduras tengo amistades que pueden ayudarnos.
presa.
la casita
slo faltaba el dinero. Para obtenerlo Silverio malvendi que era toda su propiedad. Dio a los que iban a emprender la aventura cien dlares para comprar tipos de imprenta en El Salvador y $300 moneda nacional para que mientras tanto vivieran sus familias, aparte de los gastos de vitico. El da primero de septiembre de 1919 a las 9 de la maana entraron a la casa de Silverio, Rivas y Porras, trayendo cada uno un envoltorio con tipo de imprenta; ste haba costado 65 dlares y devolvieron el resto de los cien. Contaron as lo que fu a la vez una odisea por lo del viaje y una epopeya por lo de la heroicidad: "Empacamos el tipo y salimos para sta caminando por extravos uno buscaba la comida y el otro se quedaba cuidando la preciosa carga; dormamos entre el monte"...
;
Ya
ECCE periclesi
33
XIII
La adulacin haba
;
llegado
Guatemala pero nunca se vio tan alta 1919 en que cumpla aos el seor presidente. Se quera resarcir al tirano de lo ocurrido el ao anterior, en que la proximidad de los terremotos opac la celebracin del da de su santo. Los patriotas esta vez sintieron que ya no podran ms con el asco. En esa fecha "El Guatemalteco" afirm "que don Manuel
poda levantar la frente ostentando el mrito indisputable de ser el ms antiguo en lo que respecta a la duracin de su gobierno, de todos los gobernantes de la tierra."
era cierto el gobernante ya estaba maduro. Pero qu es todo esto ante lo que ahora vamos a referir, ocurrido dos meses antes? El acontecimiento ms grande de la historia, la gran guerra mundial, va a servir a los sumisos servidores de Estrada Cabrera slo para glorificarlo. Oigmoslos El 22 de septiembre de 1919 "El Guatemalteco" deca "Una de las caractersticas ms salientes del gobierno del doctor Estrada Cabrera ha sido su empeo por mantener cordiales relaciones con todos los pases. La actuacin de Guatemala en los ltimos acontecimientos mundiales, comprometiendo sus ms caros intereses en defensa de la justicia y del derecho, la ha colocado al lado de las principales naciones. Convencido el doctor Estrada Cabrera de que Estados Unidos se constitua en adalid de la democracia, se pleg en un todo a su conducta, que ha trado seguridad pblica y privada para todas las naciones civilizadas del globo." El mismo diario en otra nota editorial, afirmaba: "Los grandes directores de pueblos rara vez asisten a la cristalizacin de sus ideales. Entre los pocos que han conquistado tal gloria puede citarse al doctor Manuel Estrada Cabrera. Salvando precipicios, consigui, en lo que a la vida interior de su patria se refiere, llevarla a
:
:
las
ms
plano
nidad de colocarla, en lo que a su vida exterior se refiere, en el ms alto de los pueblos civilizados. Guatemala, gracias a la clarividencia de su eximio Jefe, fu de las primeras naciones que
364
continente americano entraron a la contienda y es tambin de las primeras en sellar el Cdigo que garantiza la perpetuidad de la paz. Como los viajeros expertos del Sahara, don Manuel gui
en
sus pasos por la constelacin del norte, bajo cuyas luces se engran-
decen cien millones de hombres libres. Sigui las huellas del que dijo: "Hombres de poca fe, sobre las tempestades flota la nave de la justicia". La obra del doctor Estrada Cabrera est coronada de
lleno por el
buen
xito,
con
el
ltimo triunfo.
l
No
Asamblea
Nacional con motivo de la aprobacin del tratado de paz firmado en Versalles el 28 de junio del presente ao. Dos das despus, el propio diario oficial insiste "La asamblea no olvid al aprobar el tratado, el nombre del ilustre patricio que rige los destinos de la nacin, esculpindolo con caracteres de oro en el saln de sesiones. Estadista genial, en el instante en que Estados Unidos tomaban su puesto en la contienda europea y volviendo sus ojos al resto de Amrica le preguntaba, en nombre de la solidaridad continental, quines estaban con ella, en el momento ms crtico para los aliados, puesto que sonaba el can a las puertas de Pars y el triunfo de los imperios centrales pareca inminente, Guatemala ofrend su suerte y sus sacrificios al pie de sus deberes internacionales, dispuesta si era preciso a morir. Hoy, al estadista genial vuelve los ojos, reconocida, y graba su nombre en el recinto ms solemne de su ciudad capital. Al mismo tiempo decret un voto de gratitud para Wilson, intrprete de los ideales ms avanzados de la humanidad, que decidi la contienda europea en favor de los aliados y luego, paladn del Tratado de Paz y de la Liga de las Naciones, ha dado forma tangible a los ideales de las tres Amricas."
:
XIV
"Y CAIGA SOBRE ELLOS
TODA LA RESPONSABILIDAD"
En
del presidente,
esta parte de nuestra narracin y a propsito del santo hay un incidente notable que no podemos omitir,
la
tomndolo de
el trans-
lECCE PERICLESI
365
un pequeo grupo de obreros ha proyectado durante las fiestas de ese ao en celematndolo salir de Cabrera bracin de su santo. Cabrera gusta de aparecer, como gobernante democrtico, rodeado por el afecto de los artesanos. En un nmero de "Ilustracin Obrera" de ese ao aparece su retrato en compaa de varios lderes del pueblo. En esos ltimos das de 1919, despus
curso de sus juntas
padre Pinol, tiene carcter de urgencia la necesidad del mandatario de aparecer bienquisto por los que trabajan materialmente. Ha ordenado al gran director obrero J. Demetrio Avila que organice un festejo en su honor y lleve a l los elementos
de
que todo revista el mayor esplendor. Demetrio lo est haciendo de muy mala gana por no daar con su negativa a la causa obrera que se puede echar a perder por un momento de rebelda. En su actitud estn de acuerdo los dems componentes de la Liga. Pues bien, en esa celebracin del santo ^ya que l mismo les ha dado posibilidad de llegar del presidente llegarn armados de revlveres y puales y hasta su presencia
ms
sacrificarn al mandatario.
Refiere
el
los directores del otro bando. Estos lo disuaden y l a su vez logra de sus compaeros que no se verifique el atentado. Pero no ha sido sin lucha. He aqu por ejemplo, una objecin que pre"No les parece que sent Silverio a los directores unionistas: esto es mil veces mejor que las bombas enterradas, que no dan ningn efecto? Ni hacen nada los que las ponen y los fusilan. Esto
hecho a
lejitos,
falla-
Uno de
pones en un compromiso porque atentado no fallar; pero no se trata solamente de salir de este hombre, sino del sistema que ha adoptado para gobernar, pues ya data desde muchos aos y hay que acabar con l y poner en prctica la verdadera democracia. Para esto se debe reformar la Constitucin, para que ya los tiranos no se entronicen en el poder y ponerles coto,
"Mira, Silverio, t
me
el
ua vez por
todas.
Esta esla manera de terminar con los despotismos. Los deseos de ustedes se arreglarn pacficamente, sin derrame de
sangre."
366
discusin
ya,
en
la sesin obrera
Pedro Daz
y dice
asi:
"Por las razones expuestas yo estoy en un todo de acuerdo en acatar las ideas pacficas de los seores. Pues son hombres de ciencia, deben encaminarnos a la victoria, sin derrame de sangre, y al mismo tiempo demostrarles a los verdugos el modo de gobernar, para que exterminen para siempre la maldad. Dios mediante, ser estable y duradero lo que arreglen
los seores; renuncio a la idea del atentado."
El seor Vega dijo: "Siendo esta la manera de como se va a llevar a cabo un cambio completo y radical de este sistema de gobierno, me uno al seor Maltes." Ya con estos dos valientes que han renunciado al atentado, quedaron desarmados los otros.
Pioquinto J. Velsquez acata la decisin de sus compaeros; pero quiere dejar constancia de su protesta.
"Ya que
con
el
los
seor Ortiz, debo dejar constancia de que me uno a ellos por la disciplina de nuestra organizacin en la Liga Obrera. Si en dado caso fracasaran estos hombres, la culpa es de ellos, por habernos engaado, cortando as los ideales obreros
y caiga sobre
ellos
toda la responsabilidad."
tos,
vez los obreros decididos a compactarse con los seoriun grupo de ellos en solemne comisin lo pone en conocimien-
Una
to del otro
bando.
"Ha
conocernos con el otro grupo y son las tres y media de la tarde, hora en que nos juntamos en el taller de don Chebo Castillo y vamos todos con nuestras herramientas de trabajo; Lpez va con un serrucho, Saturnino con una escuadra y el metro y yo voy con el saco en la mano, todo esto para despistar a la
secreta.
lECCE PE-RICLES!
367
samos
Entramos a la casa de don Emilio Escamilla, y converla forma del ataque que se le hara al dspota y su
:
cuadrilla.
Nuestros interlocutores son don Tcito Molina I., don Eduardo Camacho, don Luis P. Aguirre, Dr. Julio Bianchi, don Manuel Cobos Batres y don Emilio Escamilla; slo falta don Jos Azmitia; son siete de parte de ellos los organizadores.
Nos dirigi la palabra el doctor Bianchi: "No saben cunto gusto nos han causado los amigos al darnos la noticia de que ustedes estn bien organizados, pues ya no es posible retrasar el enfrentarse a la tirana, al saber que el pueblo est ya dispuesto a exterminar el despotismo; hemos brincado de
alegra con esta nueva."
no
fijado que don Tcito mantiene una sonrisa y desprende la vista.) Est parado ahora don Emilio, hablando promesas y consejos segn l nosotros ramos chiquillos Saturnino
(Me he
me
XV
LA ESPOSA CONSINTI
Desde
la
prdica de Pinol,
ms ardor que nunca en Guatemala: Jos Azmitia. A su de negocios llegaba todo el que tena una queja contra el
todo
el
que maldeca de su rgimen corrompido. A los que no llegaban hasta donde don Jos los iba a buscar ste. Su ardor de proselitismo era incansable; taladraba las piedras de indiferencia; sacaba de su marasmo a los dormidos; enfervorizaba a los tibios. Al besar la mano de Pinol, aquel hombre se haba entregado por completo a la causa de la libertad. En la vecindad de su oficina en el Pasaje de Aycinena haba otra: la del licenciado Adalberto Saravia. Fu uno de los primeros convertidos. Antes de sellar el compromiso con Azmitia lo consult con su esposa: Creo que ms vale morir, para dejar una patria digna y
368
que seguir viviendo como vivimos debo contar contigo antes de decidirme. Qu dices?
La esposa
consinti.
La esposa
a altas
Ha llegado
hombre digno
brera o emigrar.
la tirana a tal
slo le
ciru-
jano en Guatemala es un tesoro que pertenece a mis hijos. Cabrera no tiene derecho a robrmelo.
Tienes
Todos
razn
acept
la esposa.
en un momento dado, tuvieron que afrontar esta pregunta: Tengo derecho a sacrificar a mi esposa y a mis hijos? Y slo hasta que aceptaron este sacrificio pudieron proseguir. Es el pavoroso interrogante que se ofrece a todo el que anhela luchar por la libertad.
los unionistas,
XVI
LA MASCARA UNIONISTA
Estados Unidos habl monseor Pinol, el ilustre proscrito, con algunas de las personas que tenan acceso al departamento de Estado. Desde Washington escribi luego a Manuel
En
Cobos
gestiones aqu para ayudarlos y llegado a la conclusin de que ustedes no pueden esperar apoyo moral de los
Estados Unidos para sus trabajos mientras stos no se manifiesten en un acto pblico, porque el gobierno americano no puede actuar
sino sobre realidades."
Manuel narrando
la accin.
He
aqu
cmo
sigue
lECCE PBRICLESi
369
slo
parte, o sea
la primera serie de conferencias del obispo, que tuvo lugar del al 11 de mayo de 1919, como todos recuerdan. De la prisin que dur ms de tres meses, sali el obispo
tan decepcionado de todo y de todos, tan convencido de que haba fracasado y de que era intil repetir cualquier intento de redencin porque los guatemaltecos no respondan, que decidi ausentarse de
los
Estados
Unidos.
del obispo determin un cambio en nuesno en cuanto a la idea fundamental, pero s en cuanto a su ejecucin. Tanto Aguirre, como Azmitia y Camacho opinaron que ya no haba objeto en que el punto de partida del movimiento fuera mi carta abierta, y que era preferible que el partido poltico, que deba surgir como consecuencia del plan propuesto por m en la carta abierta a Cabrera, se constituyera de una vez, tanto ms que ya contbamos con adhe-
La ausencia
tros proyectos,
de Julio Bianchi, Tcito Molina, Emilio Escamilla, Francisco Fajardo y Salvador Matheu. Al aceptar la sugestin de mis amigos, redact las "Bases generales para la constitucin del Partido Progresista", que
siones
las
tan importantes
como
deberamos firmar todos los nombrados y los amigos a quienes logrramos atraer a la causa. Yo deseaba que el partido se denominara "Constitucionalista", puesto que bamos a hacer de la constitucin vigente una bandera y a la vez un escudo, pero Luis Pedro Aguirre se empe en que se llamara "Partido Progresista", y yo ced. Esto de los nombres del partido y del peridico era cosa banal, pero lo cito para dejar constancia, al mismo tiempo, de que tambin en asuntos verdaderamente importantes prevaleci muchas veces la opinin de Luis Pedro, quien desde el primer momento demostr poseer un talento natural para la poltica. Fu uno de los primeros a quienes habl, en febrero de 1918, para que colaborara en el movimiento, y el cuarto en adherirse a la causa, habiendo sido
el obispo Pinol, el segundo don Jos Azmitia y el don Eduardo Camacho, Aceptado el nombre del partido, el del peridico que le servira de rgano y que se llamara "El Progreso", y rjedactadas las bases constitutivas, no quedaba ms que proceder
el
primero
tercero
370.
puso la idea de la que celebramos en villa Antonia, en la avenida del Hipdromo, La frialdad de Molina provenia de su falta de fe en el buen xito de la empresa. Confieso que cuando Tcito co,menz la lectura de su proyectada acta y me enter de que se trataba de unionismo, mentalmente rechac la idea. Me ocurri lo que al lector le habr pasado ms de una vez cuando le hayan presentado una propuesta escrita para un negocio, o para una empresa cualquiera, cuya sola idea le parezca inaceptable o contraria a sus intereses que no pone atencin a los detalles y slo espera que el proponente termine la lectura para decirle que no, que no le conviene. No me fij, por lo tanto, en la elegante sencillez del acta de Tcito, porque mi pensamiento se traslad inmediatamente a Diriamba, a la patria de Mendieta. Hay que convenir en que el apstol Mendieta ms bien ha hecho dao que favor a la causa unionista, porque en todo negocio humano, una empresa que envejece sin prosperar, se desacredita, y ms cuando se vuelve, como el uuionismo, un refugio de gentes aficionadas a la poltica, pero timoratas, que escogen ese medio en los pases donde la tirana no consiente otra clase de actividades, para dar a conocer sus talentos polticos. Bajo el mismo gobierno de Cabrera se haba formado, aos atrs, un club unionista, con su acta correspondiente, y de ese club haba sido miembro el doctor Julio Bianchi, quien en los das a que ahora me refiero, era uno de nuestros ms valiosos colaboradores. Por obra de Mendieta y de sus amigos nicaragenses, en ese ao de 1919, exista ya
:
nuevo plan. En eso estbamos cuando aunque framente, prounin centroamericana en una de las juntas
una copiosa literatura y una oratoria tpica del unionismo, de un marcado sabor regional, que no acierto a definir, pero que como dira Pepe Batres "Qu fortuna es era algo as como. hablar con quien me entiende ..." Apenas concluy Tcito la
.
.
Mi
oposicin se
fundaba en las consideraciones siguientes que para Cabrera no era un secreto que estbamos conspirando desde haca mucho tiempo, pero como saba que carecamos de todo contacto con los elementos militares, no haba procedido contra nosotros, confiado en que nuestra conspiracin, como tantas
jECCE PERICLES!
otras fraguadas durante los veintids aos,
371
terreno de los
obispo Pinol la
cabeza visible de nuestro grupo, y, en cuanto a un movimiento pacfico y legal, tena que parecer a Cabrera tan absurdo como a todos los guatemaltecos, pues no hubo quien no calificara de locura mi proyecto, en cuenta monseor Pinol, cuando lo insinuaba por la primera vez. Slo en un caso este procedimiento legal poda ser explicable y temible en el caso de que estuvi:
ramos amparados por el gobierno americano. Este amparo, como ms tarde pudo verse, no existi nunca; pero todo lo que concurriera a dar la impresin de que contbamos con el apoyo de los Estados Unidos, tena que ser para nosotros de suma utilidad. Por eso dije a Tcito, que mientras ms audaz
fuera nuestra salida a la arena pblica, ms se confirmara Cabrera en la sospecha de que estbamos apoyados por el gobierno de Washington, sospecha que nosotros habamos tratado de inculcar en el nimo del dictador por todos los medios posibles. La idea de presentarnos como un club unionista, era ya indicio de que no exista la proteccin americana. Sin embargo, no insist demasiado en mi oposicin al proyecto de Tcito, para no disgustar a ste, pero estaba resuelto a que la idea unionista no prosperara, a pesar de que Luis Pedro la defendi con calor, que a Bianchi tambin le gust y que igualmente mereci la aprobacin de Emilio Escamilla y de Salvador Matheu, quien asista a la junta por la primera vez. Eduardo Camacho, el hombre de acero, a quien jams vi f laquear, se mostr indiferente, porque para l lo nico importante era que se hiciera algo y pronto, cansado como estaba de tantos debates y de proyectos tantos, *en dos aos que llevaba de conspirar con nosotros. Don Jos Azmitia nada dijo, pero comprend que estaba enteramente de mi parte, y tuve la confirmacin al da siguiente, cuando muy de maana le visit para decirle que haba que oponerse a la idea de Tcito y mantener nuestro anterior proyecto. "Claro que s me dijo don Jos si eso del unionsmo no es ms que miedto." De acuerdo ya con Azmitia, me diriga a mi oficina, situada en el callejn de Crdova, cuando al pasar frente a lo que es hoy el Banco Central, divis a Jorge Morales Urruela,
372
me
Morales Urruela estaba con nosotros, aunque resuelto a no salir en primera fila, y nos haba prestado ya un concurso muy importante, suscribiendo un pagar de diez mil dlares, conjuntamente con Luis Pedro Aguirre y Emilio Escamilla. Con la garanta de estas tres firmas, conseguimos de don Rafael Aycinena la indicada suma, a un ao de plazo y al 12 por ciento de inters anual, suma que fu cubierta por el gobierno de Herrera, ms los intereses correspondientes. Esos fueron los diez mil dlares capital inicial del movimiento
unionista.
Lo que Morales Urruela quera contarme era esto: "S, que Policarpo Bonilla, me dijo de muy buena fuente representante de Honduras en la conferencia de paz de Versalles, ha logrado interesar a Lansing, el ministro de Estado
americano y representante de su pas en esa misma conferencia, para que el gobierno de Washington le ayude en la empresa de unir a Centroamrica en una sola repblica." Esto que usted me cuenta es providencial respond a Morales Urruela porque ayer ha llevado Tcito a la junta la idea de lanzarnos con la bandera de la unin centroamericana, formando un club unionista, idea que yo desech por inconveniente y que ahora, por lo que usted me dice, veo que es oportunsima, porque acabar de convencer a Cabrera de que nosotros estamos obrando de acuerdo con los Estados Unidos. Ahora me explico agregu el cablegrama aquel publicado hace pocos das, en el cual se informaba desde Buenos Aires, que las naciones del ABC estaban interesadas en la unin de Centroamrica y que cooperaran con Washington en los esfuerzos que se hicieran en ese sentido. Con Morales Urruela comentamos los artculos que, tanto en "Excelsior" como en "La Tribuna", haban aparecido en esos das haciendo atmsfera favorable a la idea de la unin, cosa extraa y que indicaba que alguna noticia haba llegado a Cabrera de los proyectos de Policarpo Bonilla y quera anticiparse al poltico
hcJdureo.
Al saber esta noticia ya no fui a mi oficina, sino que regres inmediatamente a la de Azmitia, a quien salud di-cindole: "Magnfica la idea de la unin!
Acabo de
saber.
i
lECCE PERICLESt
373
y tal cosa, y usted comprende que en esas condiciones, la idea de Tcito resulta inmejorable." Desde ese mon\ento ya no se volvi a discutir ms la conveniencia del proyecto unionista, que qued aceptado por unanimidad. Llev el acta a Manuel Valladares, para su estutal
dio,
como deseaba
Tcito."
casi
Manuel Valladares modific muy poco el texto con su fina y invisible letra. Ya en poder de Cobos, ste modific el segundo
y agreg uno ms,
el tercero,
artculo
XVII
SIETE BUSTOS
DE MARMOL
A mediados de diciembre de 1919, uno de los conspiradores, en camino para la casa en que se reunan con sus compaeros, haca un recuento de los ms importantes. Cuando Cobos regres de Europa haba soplado como un viento de renovacin sobre una brasa soterrada, pero viva en la entraa de Guatemala la brasa de don Jos Azmitia. Al lado de Azmitia se haba agrupado pronto Eduardo
:
Camacho.
Al ponerse en contacto con la legacin americana, para socayanqui a don Manuel, surgi la figura procer [de don Luis Pedro Aguirre. La prisin del obispo haba proporcionado la ayuda de Tcito Lolina. El auditor de guerra de Cabrera inici un proceso contra 4ol, acusndolo de haber aprovechado el entusiasmo producido
ivar la proteccin del "por sus plticas
como
para iniciar una revolucin. Tcito, preclaro homya dijimos acept hacerse cargo de su
Luego, Camacho haba procurado la colaboracin de Bianchi la de Escamilla. Alrededor de estas siete figuras de primer orden se movan algunas ms, entre las que descollaban Salvador Matheu y Francisco Fajardo.
374
por las calles de Guatemala, su callado discurso era grandilocuente. Trazaba, con las palabras, siete bustos de mrmol: los de los seres que pronto encontrara congregados en
esta ocasin, al
ir
En
villa
Antonia de
la
Formaban
ese ncleo
salvador con que soaba haca tantos aos. Evocaba sus nobles
rostros y lo llenaban de esperanza; acostumbrado a sopesar a los
hombres, cada uno de ellos le pareca tener en la frente un atributo que comprenda muchas excelencias ms. Los adjetivos que aplicaba a Manuel Cobos eran los de "religioso y poltico", a Jos Azmitia, le llamaba "tenaz", a Tcito Molina "sabio", a Eduardo Camacho "valiente", a Luis Pedro Aguirre "aristocrtico", a Julio Bianchi "noble", a Emilio Escamilla "eficaz"... Manuel Cobos, flaco, de regular estatura y rasgos finos, tena a pesar de stos, una marcada apariencia de bobo; un bobo que pasara a la historia y a quien ningn guatemalteco ha superado en el arte de hacer patria; su religiosidad supona todas las dems virtudes; era confiado porque el religioso todo lo puede en Dios que lo conforta; era valiente porque slo temblaba ante la clera divina; era humilde porque atribua toda virtud a la fuente del nico bien; era paciente porque tena la eternidad por delante; era sabio porque el amor es sabidura y el catolicismo es amor; donde los dems teman l estaba sostenido; donde los dems se arrodillaban l se mantena de pie, precisamente porque su alma estaba siempre postrada ante el nico ser que merece la genuflexin; pasaba sonriente donde los dems se angustiaban; su fuerza era la de Teresa que, dbil mujer, edific cien monasterios, cien iglesias y el edificio de la teologa que despus redujo a reglas Scaramelli o la de Pablo que construy la fbrica del cristianismo. Su bebera era la divina de Francisco de Ass, el pobrecillo su simpleza era la simpleza del evangelio... Jos Azmitia, tambin catlico, era leonino; en su apariencia un len; en su alma un len. Autoritario, organizador, minucioso, valiente, desfacedor de entuertos, desde que no pudo vencer su indomable orgullo Cabrera dijo de l: "Tiene cosas. Hay que deprincipal,
;
jarlo".
Y lo
dej.
Len
el
cuando,
como
lECCE PDRICLES!
ofreci el tirano la libertad
375
porque pedirlo hubiera sido injusto; su humildad habra sido injusta; y porque no se haba humillado, es que la equidad era su principal atributo y lo llamamos tenaz, pero pudimos llamarlo justo, porque la justicia era la primera
forma de su tenacidad o
justicia.
la
Tan
religioso
como Cobos,
el
ms
el
al
Dios del
Su Dios era
Dios de los
Dios severo, el Dios de los inquisidores y los conquistadores. Unilateral, de una pieza, no conceba ms que una lnea la recta; un expediente el justo una conducta: No conoca los matices: se era o no se era; su rela inflexible. probacin era ms fuerte que su aplauso combata ms que amaba. Del nuevo evangelio slo recordaba el ltigo con que Jess arroj a los mercaderes del templo. Desde que Cabrera lo ofendi su oficina de trabajo fu el punto de cita de todos los que tenan una
Dios implacable,
:
murmurar
de la libertad.
catlico,
ms
que todos sus dems compaeros de conspiracin vacilaron l permaneci firme. Poco locuaz, de muy buen sentido, llevaba a la accin entereza y habilidad. Entonces regenteaba una fbrica de hielo. Luis Pedro Aguirre, de patricio linaje y catlico asimismo, tena las cualidades de su abolengo; su barba abierta en el medio contribua a darle la apariencia de alguno de esos magnates cortesanos que la pintura y la historia espaola perpetuaron. Educado en Londres, posea a la perfeccin las lenguas inglesa y francesa; diestro negociante, explotaba la ganadera en haciendas propias hombre elegante y de gran aplomo, era el de ms visin poltica de los conjurados, despus de Cobos. Tcito Molina Izquierdo librepensador era el sabio; el
;
hombre mental. Alto, delgado, fino; su rostro pareca un camafeo antiguo, una medalla de Tcito, su homnimo; fuerte en todas las disciplinas del espritu, era un gran jurisconsulto y un gran huma-
376
como
Aport al movimiento poltico una gran elegancia. Cuando en la tribuna se levant su figura de senador romano, recitando las famosas declaraciones del partido, las sesiones se ennoblecieron. como Tcito, agnstico el orador Al doctor Julio Bianchi le dio el atributo de la nobleza; noble como un gran perro de Terranova al que se asemejaba; sus ojo tenan esa misma apariencia de bondad y de lealtad que tienen los ojos de los perros un nio o una mujer le podan tirar de las orejas a pesar de su fuerza. De ascendencia suiza, su equilibrio moral y fsico inspiraba confianza. Basaba el ejercicio de la medicina en la propia salud y
alegra.
Escamilla, catlico, de origen alemn, complexin fuerte y apariencia arrogante, el nimo decidido y alegre, era el tipo del
hombre de
accin.
De
re-
como pocos
se
Molina y Cobos, no podan clasificarse como tales. Cobos era endeble; en cuanto a Molina, pasaba de un perodo depresivo a uno de exaltacin. Estos y algunos ms
encuentran en el trpico; slo dos,
cin de los Beltranenas, y Jorge Garca Granados, descendiente del los benjamines de la familia revolucionaprocer de su nombre,
formaban el grupo de los que en una casa de la avenida del Hipdromo gestaban el proyecto de derrocar al tirano. El orador meditaba en ellos y una viva esperanza se apoderaba de su nimo con aquellos hombres s se poda hacer patria. Sus planes, destrozados por la ausencia de Pinol, haban tomado hoy definitivamente la forma de hacer surgir a la palestra un partido poltico e iniciar con su ayuda un movimiento popular.
ria
Al llegar a villa Antonia el hroe de nuestro anterior captulo supo por primera vez la fusin de los obreros. Cuando conoci a stos aument el nmero de bustos de mrmol que hubiera queri-
do
tallar.
lECCE PDRICLES!
377
astuto como una zorra; posea en grandes dosis esa cualidad primera de los directores de multitudes la de percibir los sentimientos colectivos y saber influir en la masa del pueblo y conducirlo fina
: ;
psicologa la suya.
J.
Demetrio Avila,
alto,
pareca
un gran leopardo y sin embargo inspiraba confianza; era de fibra dura y preciosa como las nobles maderas de cedro y de
caoba que tallaba en su oficio de carpintero. Damin Caniz, de baja estatura, hojalatero, inspiraba an ms que Avila respeto y aprecio; era de pocas palabras, apagado; de cultura excepcional en un obrero y muy inteligente. Bernab Salazar, uno de los ms valientes, posea muchas excelencias: carcter, valor, don de consejo, buen sentido; tena gran influencia en sus compaeros; era, sin embargo, a primera vista, el que menos llamaba la atencin por su carcter reservado y por su mucha modestia. Saturnino Gonzlez, carpintero tambin muy inteligente y bastante culto, una la amenidad a estas cualidades, opacadas cuando consuma ms copas de las que era menester. Ensebio Castillo, zapatero inteligente, discreto, de gran valor, estaba prestigiado sobre todo por su hombra de bien, reconocida
sin excepciones.
Miguel Tizn, impresor, guapo, de veintisis aos, llegaba al alma de su auditorio cuando hablaba con su gran voz cantarna que se quedaba largo tiempo vibrando. en los aires. Tena alma de
orador.
ra
Tedulo Vega M., herrero, valiente entre los valientes, perduradespus en la memoria de sus compatriotas por sus hechos
heroicos.
Muchos ms que
eran los obreros notables.
justicia
stos,
en las partes de su narracin copiadas, Silverio Ortiz. Superaban a los chancles directores en que el uso frecuente de la palabra en las juntas obreras les daba aplomo ante las multitudes, mientras que en aqullos no exista tal costumbre.
LIBRO SEGUNDO
Y REDACTO SU TESTAMENTO
forma ltima del acta del Partido Umonista los conjurados, considei:ando que era un deber de patriotismo laborar por la reconstruccin de la patria que les legaron sus mayores, constituan un partido poltico, con el fin de realizarla por medios pacficos y dentro de la ms estricta obediencia a las leyes, y adems artculo tercero aadido por Cobos con el fin de trabajar por que la forma republicana democrtica fuera efectiva en Guatemala, por parte de las autoridades y de los ciudadanos, nica manera de hacer la unin posible. Firm el acta primero Jos Azmitia; pero aquella firma a la cabeza pareci a Tcito una peligrosa ensea revolucionaria y se le antepuso la del doctor Bianchi. Luego firmaron los dems. Se seal para su distribucin el 1 de enero de 1920. Esto pasaba el 28 de diciembre. Todo estaba ya listo para lanzarla a la publicidad cuando Luis P. Aguirre afirm que no podan contar con la respuesta de la patria y el respeto del goberla
En
nante
si
No es posible lanzarnos ya clam esperemos. Pero Cobos Hemos esperado veinte aos ahora o nunca. En las conssalt
;
al
que
retire la
firma es un
El que era partidario de la demora y el que peda la accin inmediata no llegaron a las manos porque se interpusieron los restantes.
380
Est
pero que por
Al
.
bien
lo
que vacilaba. No esperemos ms menos cada uno de nosotros haga un postrer esfuerel
cedi
zo por conseguir
salir
.
ms
adhesiones.
de
la sesin
fu donde
un
tamento Cincuenta y una firmas calzaron el acta redentora. Treinta y una eran de chancles y veinte ms, formando grupo aparte, representaban a la Liga Obrera. Unos y otros andaban encendidos en un fuego comn.
da lectura al Acta de organizacin, que en breve; se discute que la firmemos todos revueltos, pero Antonio y yo nos oponemos, dando nuestras razones, pues al firmar todos revueltos los dems obreros podrian entrar en desconfianza y no acuerparan nuestro ideal; y firmando separados la Liga Obrera con los elementos ms bien relacionados en las sociedades obreras, pronto acudiran a acuerparnos, los que ya no seran centenares sino "millares". Nos dice el seor Cobos "Firmen ustedes en primera fila." No conviene le contestamos porque los enemigos no van a decir que fu una preferencia, sino que usted nos ha puesto adelante como seres inconscientes, porque as recaer toda la furia de los dspotas liberales sobre nosotros. Esta ltima expresin fu una risotada. Esta es la razn por la cual en el Acta estamos divididos y nosotros firmamos en segunda fila; no nos import que los sicarios y la prensa aduladora nos dijera que a la cola nos haban puesto, guardndoles la espalda a los nobletes ultramontanos."
Tcito
le
"Don
vamos
a firmar
muy
Con
conspiradores compraron, por medio de Manuel Gutirrez, una pequea imprenta que se encontraba en Amatitln. Era de pedal y no contaba con guillotina, por lo que se obtuvo el papel ya cortado en la tipografa "Electra". He aqu lo que al respecto dice Gutirrez en sus apuntes
lECCE PERICLES!
381
m la imprenta y sangre originales de la beneAzmitia los Jos de patriotas, y de don mrita acta llamada de los tres dobleces. Se trabaj en imprimirla, en nmero de cinco mil ejemplares, tres das con sus
"Mi
calle,
en
de la 11 avenida sur, separada por un pequela casa nmero. o tabique de madera de aquella en que habitaba el barbero
del presidente."
Silverio Ortiz haba organizado a su hueste para distribuirla.
se encargara de diferente
porcin de la ciudad y al sonar las doce de la noche del 31 de diciembre de 1919 simultneamente la haran pasar por debajo de las puertas en toda la ciudad. Y cumplieron su misin tan bien que movieron a Luis Pedro a exclamar Qu organizacin tan, perfecta
: !
con que el 1 de enero de 1920 circul la famosa acta histrica llamada "de los tres dobleces", por ser este el nmero de los que tuvo
aqu
el texto definitivo
:
He
Que
buenos hijos de
nente americano;
riza para
que rige autode tan magna idea; Nosotros, los infrascritos, en gestin propia y en la de aquellos que nos han manifestado su anhelo de ver convertidas en hechos las mismas aspiraciones;
el artculo
Que
segundo de
la constitucin
promover
la realizacin
Hemos decidido, usando del derecho que la carta fundamental nos reconoce en el nmero vigcsimoquinto, constituirnos, y nos constitumos en partido poltico, con los fines
siguientes
382
y popular
de
la antigua
2-
nacin centroamericana.
una activa propaganda para que el decuanto a los principios trascendentales, y en recho positivo, el sistema monetario se armonicen en las cinco repblicas;
ellas, y se mejoren comunicacin; para que se acaben y multipliquen sus vas de de borrar los resentimientos pasados y para todo lo que tiende
Emprender
el
a acercar a los pueblos y a sus gobiernos. 3 Trabajar, dentro del orden legal, por que el ejercicio
derechos y el cumplimiento de las obligaciones que la de forma republicana democrtica requiere para ser eficaz, sean efectivos y sinceros, as por parte de las autoridades como por la de los ciudadanos, pues de otra manera la unin ser
los
imposible.
La asociacin
viduos sino de ideas.
se
Un
emprenden; los acuerdos que se dicten y las adhesiones recibidas. Se fundarn clubes, que sern parte de la asociacin, en las cabeceras departamentales y en las poblaciones de importancia.
tareas que se
Este centro se pondr en comunicacin con los semejantes que existen en El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica para coordinar sus esfuerzos en lo que se refiere al ideal comii.
amantes de
centroamericana.
En
la
ECCe pericles!
383
LA COMISIN ORGANIZADORA:
JttUo Bianchi, Jos AzmUia,
Cobos Batres, Luis P. Aguirre, Emilio Escamilla, Tcito Molina I., Adalberto A. Saravia, Luis Beltranena, Salvador Matheu,
Guillermo Rosales A., Jos Alvarado, Alberto Mejicanos, Enrique Forno, Leopoldo Alcain, Mariano Castillo A., B, de Len
Juan Rosales Alcntara, Vicente Arvalo, Isaac Archila, M. Alcntara, Ramn Godoy, Jos Mara Saravia, J. Miguel Leal A., Eduardo Castellanos C, Federico Castaeda
G.,
Vctor
G., Francisco
Villacorta, Jorge
F.,
Juan Vicente
quinto J. Velsquez."
esa noche del 31 de diciembre lleg el licenciado Adalberto Saravia, segn sus memorias, a su finca prxima a la capital.
En
Ya Cabrera estaba enterado de que se urda algo contra berto esperaba de un momento a otro su captura.
Cont a
tas
(^^
l;
y Adal-
la
le
haba con-
Adalberto y su esposa velaron hasta hora muy avanzada. Los mil rumores de la noche, con cuya causa no es posible atinar,
(1)
Partidarios de
Pifiol.
384
los ruidos
turbaban. Acaso eran los esbirros de Cabrera que llegaban a capturar al jefe de la familia.
Durante
las ltimas
horas de 1919, en
el baile del
club ame-
camisa ochenta
Castaeda Godoy recibi una copia. Se entusiasm tanto al leerla que bes y abraz al que se la haba entregado y luego la ley en alta voz ante un grupo numeroso, que prorrumpi en vivas atrona;
dores
al
escucharla.
!
Manuel Arroyo tuvo otro ejemplar. Le daba una murmuraba "filosofas" y se lo meta en la bolsa de pecho. Luego tornaba a sacarlo, a leerlo y a murmurar "filosofas"; esto
se repiti varias veces. Tena miedo; pero el texto lo tentaba pro-
fundamente.
En las brasas soterradas dentro del corazn de los festejantes soplaban a la vez el vino y el patriotismo y con el ao que mora tambin agonizaba un pasado funesto y vergonzoso. Cuando en la maana siguiente fu conocida por la ciudad el acta que se llam de los tres dobleces, el agradecido corazn guatemalteco levant un monumento de gloria a la media centena de patriotas que la firmaban. Luis Pedro Aguirre present ese mismo de enero uno de los ejemplares del acta, a Scotten, secretario de la legacin americana y amigo de los unionistas, cuyas andanzas haba seguido con
1'='
mucha
seor Aguirre.
No
veo que son verdaderos hombres." Y llamando a un criado, pidi licores para brindar con su visitante por el buen xito de la empresa.
la
maana
En Pamplona tom
el
tren y
empez a
lECCE PERICLES!
recibir los resultados del acta:
385
amigos
fieles
hoy de saludarlo.
Pero tambin algunos desconoHaba patriotismo. Los felicitarlo. para cidos se acercaron a l unionistas haban interpretado la voluntad del pueblo. En la estacin de Guatemala cosech la profunda simpata
Haba
terror.
de los ferrocarrileros. Ya en la calle encontr a dos de los que se comprometieron a firmar el acta y se acobardaron a ltima hora;
fingieron no verle y evadieron saludarlo.
A las tres de la tarde fu llamado de la oficina de Azmitia. Los dos extremos del pasaje de Aycinena estaban guardados por la polica. Manuel Gutirrez, el impresor del acta, perseguido por los agentes de Cabrera, se haba refugiado en la oficina de don Jos y esperaba la agresin.
II
Uno de
cumplir
386
has comprendido que es como firmar tu sentencia de muerte ? esto concluir por hacerlos polvo a ustedes. Qu se proponen? a ver:
di:
Qu
Su
se
proponen?
de saludar a Cabrera; ya conoce
l
interlocutor lo interrumpi
Usted viene
acta?
ella
;
nuestra
me habl de y estoy de veras extraado no parece darle mucha importancia. Sabes qu me dijo? No se asuste, amigo, es un pequeo grupo. Su movimiento tardar con vida lo que yo tarde en descubrir al remendn que maneja los hilos". Y como lo interrogara con los ojos, me contest lo siguiente: Guando yo fui alcalde de Quezaltenango, en un pueblo vecino se suce'dieron una serie de disturbios. Para ponerles fin yo mismo tuve que ir al lugarejo descubr que los tena a todos en movimiento un remendn cojo, de apariencia inofensiva. Lo puse preso y el pueblecillo volvi a la paz. Es ley biolgica que todos los movimientos colectivos tengan una cabeza. Hay que buscarla si se quiere acabar con ellos. Y luego cambi de conversacin; no quiso hablarme ms de ustedes; estoy desorientado; estn pasando en Guatemala cosas sorprendentes Esta inusitada valenta de ustedes y la no menos singular apata de don Manuel! Ser de veras que ya est
^S; la tena a su lado cuando lo salud; no
s
;
pero yo
viejo?
fueron estas
Muchacho
Don Manuel
dad
la
s lo
reali-
estaba.
En
gobierno
maana,
ese da de ao nuevo haba llegado a las seis y media de el general Enrique Haeussler que desempeaba en su
al
mismo tiempo
del
las funciones
y jefe
poltico
departamento
ella al
Encontr ya en
ECCE PDRICLES!
387
un ejemplar
que
la
trascendencia.
El general Haeussler ley la hojita y comprendi su gran Se pregunt a si mismo " Se la enseo ya a don
:
Manuel, provocando su malhumor, o espero a que pase la recepcin?" Opt por ensersela sin prdida de tiempo en cuanto
apareciera.
anoche circul esto Seor le dijo al llegar ese momento profusamente por la ciudad. El presidente tom la hojita entre las manos y se puso a leerla tan detenidamente que 20 minutos despus todava fijaba sobre ella
,
tiempo apremiaba.
Al volver diez minutos ms tarde, don Manuel todava estaba leyendo. Separ al fin la vista del papel, lo dobl y se lo meti en la bolsa de pecho con el meticuloso cuidado que pona
en todo.
la
recepcin
dijo
al general.
Quiero que vea cmo me c. en algunos de los que van a venir. El general durante toda la recepcin esper en vano que su jefe cumpliera la palabra de regaar a alguien. Ya para concluir, al fin, un inocente gremio de mdicos que entr a saludar al seor presidente recibi la esperada tormenta. Concluy as Ya vern mis enemigos que soy un mal indio y que a m slo se me saca de la presidencia con los pies para adelante. Momentos despus supo que uno de sus generales haba contado que l encontraba muy fcil desbaratar la conjura enemiga, encerrada en el "acta de los tres dobleces". Lo mand llamar en el acto, le refiri los decires y le pregunt: Cmo procedera en un caso semejante? Muy fcil respondi el general, Yo mandaba a llamar uno por uno a los firmantes del acta, y les preguntaba: Es suya esta firma? A su contestacin afirmativa les deca: "Ustedes aqu prometen enmendarme la plana, ya que dicen que van a trabajar por que la democracia sea efectiva en Guatemala; para que ofrezcan realizar lo que yo no pude hacer en 22 aos es necesario que detrs de ustedes haya una potente y elaborada organizacin. Usted me va a decir en qu consiste y quines son sus jefes. Si se niega,
388
No
pero
si tal
mis amenazas y fusilara a los dos primeros. No se necesitara ms. Todos los restantes cantaran. El presidente apunt una serie de nombres y luego orden a su ministro de la guerra, general Letona Haga aprehender a los incluidos en esta lista y que los
. .
Componan
la lista los
del
acta y algunos individuos ms, de quienes siempre sospech el gobernante; una cincuentena por todo.
El subalterno, asustado, se atrevi a indicarle: La medida me parece demasiado grave y puede acarrear malas consecuencias para usted. No sera mejor esperar algn tiempo y consultarla mientras tanto?
Obedezca dijo
En
imperiosamente
el
autcrata.
un
alto dignatario
amigo suyo.
general Letona.
Espere un momento
Y
El dictamen de ste fu
le dijo
Cabrera
al
Creo como usted que la situacin es grave y que el remedio debe ser radical. Si usted est seguro de que los Estados Unidos no los respaldan, rmpalos sin vacilaciones pero si no est, proceda con cautela. El autcrata escuch atentamente la opinin trascrita y record un hecho que la respaldaba. Este hecho era el siguiente Cobos haba prestado a la legacin yanqui, en mayo del ao anterior, como ya dijimos, el texto indito de las "Cartas abiertas" firmadas por el obispo de Faselli y por l. En la legacin las tradujeron al ingls. Una copia de la versin se perdi entonces con gran susto de los unionistas. Esa copia hoy se sumaba, para protegerlos, a lo dicho por el alto dignatario. En agosto de 1919 haba ido a parar, por medio de un espa, en manos de Cabrera, que al saber su procedencia, se confirm en sus temores a la ayuda
;
estadounidense.
De
la entrevista sali el
Su medida
ordenaba a
se transform en
una
circular telegrfica
que
ECCE PERICLES!
389
manera cuerda, sosegada y prudente, procediesen a sofocar vimiento en los lugares de su mando".
Los telegrafiados no supieron cmo actuar.
la prisin
el
mo-
Cmo
el palo,
y el asesinato, a los que estaban acostumbrados, podan administrarse de manera cuerda, sosegada y prudente?
\"
Cuando Cabrera recibi un ejemplar del acta de manos de su jefe de estado mayor, a pesar de haberla ledo tan detenidamente, ya la conoca y tena varias copias en su poder. La primera se la
haba llevado su sobrino, a las cuatro de la maana, en que sali de una parranda. A pesar de hora tan temprana ya encontr en la mansin presidencial a doa Carmen Villafae viuda de Castro, que haba llevado otra. Slo el director de polica procedi algo lerdo. Al dar su informe matinal haba dicho "No hay novedad, seor". Don Manuel se le qued viendo con la mirada de sarcasmo que haca temblar a sus subordinados y le entreg una de las copias del acta, que tena en su poder, diciendo simplemente: "Aqu le
:
regalo esto."
III
cionario.
amplio edificio haba reunidas como ochenta personas casi todos los firmantes del acta y algunos que no pudieron hacerlo a pesar de haberlo querido, como Vctor Manuel Caldern y Eduardo Mayora, ms Otros pocos reclutados a ltima hora y los esbirros de Galn, el jefe de la polica secreta, que empezaban a mezclarse con
el
ellos.
En
pie,
390
Se abri
la junta directiva.
dando cuenta de que la vspera haba sido Todos estuvieron de acuerdo con ella.
electa
una que se coloc Tcito para dirigir la primera alocucin. A la mitad de su discurso Molina sinti que se ahogaba y con ademn brusco se arranc el cuello de la camisa. Como si hubiera levantado una compuerta fluy desde entonces su palabra acabarriles vacos y algunas tablas improvisaron
Con dos
mesa
tras la
el
obrero
aunque no
De qu
se trata?
de perder la vida le contest Adalberto Saravia, haciendo ademn de separar la cabeza del cuello. Todos se daban cuenta de que empezaban una lucha a muerte contra la tirana procuraban ocultar su inquietud y manifestarse serenos y optimistas, pero el mismo esfuerzo requerido les produca desanimacin. Cmo respondera el pueblo guatemalteco al supremo llamamiento en que se jugaban la vida? En aquella junta los dirigentes del partido anunciaron una serie de conferencias cvicas, a cargo de los afiliados, e invitaron al pblico a que las escuchase en sucesivas sesiones dominicales, que empezaran a las tres de la tarde para pronunciar la primera fu designado el secretario de la asociacin, licenciado don Adalberto
;
Probablemente
pregunt
al principiar la sesin.
Saravia.
ECCE PERICLES!
3%
traron con que su imprenta haba sido robada por Cabrera la noche
anterior.
"Las rdenes cunden por toda la capital y han averiguado que don Emilio Escamilla compr una imprenta en el de-
partamento de Amatitln y que la trajo a la capital y sueltan a todos los canes para que husmeen dnde se encuentra. Andan los esbirros y la polica en busca de la ametralladora del acta, preguntan a los impresores por el taller "El Arte" y nadie les da razn, por fin lo encuentran; este gran triunfo fu festejado con bastante consumo de licor y comentarios entusiastas. Una seora alta, delgada, pelo rubio, contaba lo sucedido "Yo presenci toda la comedia: eran como las 6 y media de la tarde, todava estaba claro, cuando unos hombres se acercaron a la puerta, le empujaron y la abrieron no s si con fierros yo pens que se trataba de ladrones vulgares y ya me dispona a gritarles pero cuando reconoc al coronel Anguiano, Juan Vit'eri, Felipe Mrquez y el jefe de la polica, que en total eran como veinte, me qued en la puerta observando todas sus maniobras y cuando acabaron de cargar las carretas, dijeron "ahora s que ya jodimos a los conservadores, a ver con qu sacan sus papeluchos" y rieron a carcajadas."
:
; ;
Se dedicaron entonces los unionistas a buscar una imprenta porque comprendan que los dueos de sta se prestaran ms a secundar sus planes que los no creyentes. El Padre Snchez fu el que primero se prest a venderles la tipografa "San Antonio", de la que era poseedor. Remataron en el acto el trato; pero al ir por ella se encontraron con que Cabrera, suspicaz, la tena ya en su poder. Al fin Csar del Garro y Beltrn espaol de origen y muy catlico el mismo que haba purgado con varios meses de prisin su delito de haber impreso la peticin por la libertad de Pinol les vendi su establecimiento tipogrfico Pero cmo conducirlo al partido? El ms negro de los policas segn del Garro lo cuidaba de noche y de da. Una carreta pudo penetrar a su zagun fingiendo que iba a sacar basura. Don Csar la llen con los chibaletes y la cubri con una capa de basura pudo llegar al partido... Ah, pero desgraciadamente "era slo un tremendo cacastn cargado de madera!" como deca Ortiz; y ste entonces
catlica,
392
mand
le
pregunt.
Y condujo
aquel que Joaqun Porras e Hiplito Rivas haban trado, meses antes, a costa de muchas penalidades, desde El Salvador. No slo
con este tipo se imprimi la primera hojita del partido. Las hermanas Cobos Mara, Julia y Luz, con sus propias seoriles manos metieron el de la imprenta de don Csar entre sus bolsas y hasta en cucuruchos de papel, y, dobladas bajo su peso, lo condujeron hasta la Casa del pueblo. Con tan pobres elementos pudieron imprimir las primeras listas de adhesiones. A esta pequea prensa de mano, as puesta a salvo, alguien la llam La Caiocha, en recuerdo de una mujer que haba amado. pregunt alguno. Por qu no le llamamos La Victoria? fu la respuesta. La Victoria vendr despus El da 8 de enero La Catocha dio a luz la primera lista de adhesiones, que contena unas pocas decenas de firmas, en cuenta las de algunas personas principales, como Julio y Rafael Samayoa. La impresin era sumamente defectuosa, pero el contenido de gran valor, porque representaba la primera respuesta ciudadana al llamado de los patriotas. El pblico la recibi con entusiasmo, pues el deseo de que creciera y prosperara el movimiento era unnime y ferviente. El 9 apareci la segunda lista y el 11 la tercera, sumando en total cerca de setecientos afiliados en la Casa central y en clubes unionistas que se empezaron a formar. Por ellas se puede ver la
:
ECCE pbriclesi
393
en la del nueve de enero se contaba que el de Escuintla haba reducido a prisin a algunos propagandistas pacficos: Manuel Gutirrez, padre del tipgrafo que imprimi el acta de organizacin, estaba en la crcel, lo mismo que Jos Demetrio Avila, presidente de la Federacin obrera. Motivo de temor fu para los unionistas saber las primeras detenciones de obreros algunos vacilaban en celebrar la segunda reunin pblica, cuando supieron que, apenas llegado el nuevo ministro de los Estados Unidos Me Millin, al que llamaban sacacorchos, porque diz que de l se haba servido el gobierno estadounidense, para sacar del poder a varios presidentes hispanoamericanos don Manuel Ubert a Jos Demetrio Avila y sus compaeros. Con el nuevo ministro vino Mximo Soto Hall. Cabrera le haba dado la misin de sondear a Me Millin durante el trayecto. En cuanto puso los pies en la ciudad corri a visitar al presidente y no deban ser muy favorables sus noticias pues el autcrata soltaba a
:
ciones al movimiento
jefe poltico
los detenidos.
se celebr el
domingo
11
como
de adhesiones de ese da ya se daba cuenta de que haban sido puestos en libertad y se refera que al robo misterioso de la imprenta haba seguido la desaparicin del rtulo social de la Casa del pueblo. Estas listas y las notas ponan ardimiento en los nimos y manifestaban la vacilacin del tirano: no se atreva a proceder con medidas enrgicas, porque no saba hasta qu punto los Estados Unidos protegan el movimiento; pero tampoco se decida a permanecer inerte y en todas partes de la repblica, en donde en tan breve tiempo se haba difundido, lo persegua declaradamente; los peridicos todos, oficiales y no oficiales, combatan a los patriotas. Nada se haca en forma definitiva; se les quitaba una imprenta, mas se les dejaba otra inferior, que bastaba para producir el reguero de la libertad. El diez de enero haba llegado a los patriotas el acta de organizacin del club unionista de Quezaltenango, con veinticuatro firmas era el que iniciaba la respuesta de las provincias y Uen de esperanzas a los capitalinos, desgraciadamente por esta vez defraula lista
En
los presos
dadas.
394
"Comienzo a buscar en toda la capital, a ver en qu taller me hacen el tiraje del periodiquito "El Unionista",^ pero todos tienen miedo porque despus de que la polica nos rob las dos imprentas mand su director, entonces el seor Pedro Reyes
;
Reinelas, a custodiar todos los talleres de imprenta y es imposible sacar un pedazo de papel.
1-
El da 19 de enero, entr a uno que estaba situado en la calle poniente, de La Libertad, hoy 19 calle poniente, nmero
;
dueo para que hiciramos el me dice Menda, que as Vender esta mierda quiero. se llamaba Y cunto vale? El que me d quince mil pesos hoy mismo, se lo entrego todo. Entonces, seor Menda, pngase su saco; yo se la tomo; vamos a que reciba el dinero; y, como no se puede sacar la imprenta por estar vigilada, me hace el servicio de esperar al mecnico a las siete de la noche para que la desarme. Con mucho gusto, le entregar la llave y que se
7 a
al
comenc
enamorarme
quede.
Le habl a Tedulo Vega para que la desarmara en la noche y para que le ayudara a l, llam a Matas Arana y a Saturnino Gonzlez indicndoles que al da siguiente a las nueve de la maana pasara hacindoles una sea para que la llevaran al partido ya cargada en una carreta, a toda prisa. Esa misma tarde me fui a la barraca de Sofa Mrida, joven de 23 aos de edad, de regular estatura, delgada, de fsico muy simptico y con unos ojazos de "ven ac"; llegu pues, y Mira Sofa, quiero que t me hagas un gran favor, le dije: por lo que valga tengo mucha urgencia de estar maana a las
;
lECCE PERICLESI
9 de la
395
maana en
la
y yo quiero que t le coquetees a ver si lo puedes traer a tu casa, y le ofreces una cerveza y un almuercito a lo tpico." Ella accede y le doy 200 pesos moneda nacional. Al otro
da a las 7
a.
m. toqu
dice:
la
puerta
no estaba y
la
vecina
me
dice,
"Acaba de
bonita y
muy
bien trajeada, se ve
ms
"Ya estuvo, don Silverio; dice el agente que despus de las 8 cuando pase revista el Inspector se viene y ya me voy al mercadito a comprar chicharrones y mollejas; y por 10 dems no tenga pena, que aqu se lo entretengo." Tom una canasta y se fu a las 9 y cuarto pas hacindoles una sea a los que haban desarmado la imprenta y me
;
me
fui
muy de
La
quierotas y esta fu la razn por la que el polizonte se volvi loco al ver aquel ngel que le coqueteaba."
una
un auto, la guardaban; ya casi llegaba a su destino cuando oyeron el paso de los policas delegados para apoderarse de ella. Entonces saltaron del carro. Uno asi la brida del caballo que la arrastraba y como en ese mismo
momento
rista",
un cuadrpedo
cabre-
haba afirmado Beltranena. Julio Bianchi dio entonces tal empujn, que la carreta entr como un blido, a pesar del macho rebelde. Como el salto de Pedro de Alvarado en la noche triste, este empujn de Bianchi es todava legendario. Cuando los esbirros alcanzaron la casa del pueblo la carreta ya haba traspuesto su donde no se atrevan a entrar
puerta.
A la tercera prensa, recibida con calurosas ovaciones y con cuyo auxilio ya se logr imprimir "El Unionista", rgano del partido, s la llamaron "La Victoria", porque estaba decidida sta a favor de los patriotas. Haban artillado su ciudadela de la Casa del
pueblo.
396
imprenfa de del Garro fueron en el carro de pasando por otro sinnmero de peripecias. El polica, ya en autos, quiso detenerlos; pero con movimiento sorpresivo Felice hizo recular a su carro hasta la prxima esquina;
el resto
Por
de
la
var
la
Das ms tarde, dando lugar a un incidente ms, se pudo prensa grande que haba vendido del Garro.
Y
tas,
son: Valerio Z. Ramrez y Miguel Tizn prensistas; Nicols Reyes, Gonzalo Osegueda y Luis O. Alvarado cajistas; y, despus, Jos Vctor Gutirrez. se constituy en
un
mano de
estadounidense.
ms
lleg a contener
cincuenta personas.
dava don
villoso".
Tomasita Palomeque cocinaba para todos. Todice: "Su caf era mara-
VI
EL VERBO DE LA LIBERTAD
segunda sesin pblica, el 11 de enero, asistieron unas ciento veinte personas. Despus del conferencista, tomaron la palabra Miguel Leal, Alberto Mejicanos, Damin Caniz, Ignacio Rodrguez Medina y varios ms los oradores hablaban slo de unin; todos la elogiaban; todos la enaltecan, todos deseaban centenario de la independencia que el ao siguiente encontrara la patria unida; pero veladamente asomaba en sus palabras el ansia d libertad. El licenciado Saravia, encargado de la primera conferencia cvica, habl en ella del herosmo dijo "que el mundo estaba en tiempos de leyenda, que acababa de salvarse Europa de la agresin germana, y que los guatemaltecos deban ponerse a tono con la poca y, para ser dignos de ella, ser heroicos. Qu es un hroe? Un
la
:
ECCE PERICLESI
397
pensamiento claro y una accin enrgica; los hroes no pensaron nunca difusamente ni obraron dbilmente, y as deban ser los guatemaltecos en esa hora definitiva de su historia, en que estaban escribiendo la pgina mejor de Centroamrica. Aqu no caben los concluy hemos llegado al da de las definiciones: castrados o con nosotros o contra nosotros yo lo afirmo por las venas de los guatemaltecos corre sangre de hroes." Esta apelacin tuvo un gran eco. La primera de las conferencias cvicas haba cumplido su misin. Un unionista al orla pensaba gran acierto fu su tema el alma de Guatemala la dict, porque si en alguna ocasin la patria tuvo necesidad de hroes es en este momento. Mejicanos al concluir Saravia en medio de ovaciones felicit a los concurrentes cumplidos esposos y ejemplares padres de familia por el acto de entereza que haban tenido al acudir a la Casa del pueblo habl de que una vez realizada la unin, los pueblos nombraran a sus gobernantes; y concluy afirmando con voz sonora: "Que acaso tal entereza tuviera por remate un calvario y por recompensa una cruz, lo que no importaba, pues todos nacemos a la vida material para desaparecer muy luego". Leal habl de que el amor es unin, de que la fuerza es pasajera, de que a nadie que no est completamente vencido se le puede imponer algo que su corazn rechaza: aludi a los ataques de la prensa separatista. Damin Caniz cont su esperanza de que la obra centroamericana destruyese los desatinos de la injusticia y protegiese las reivindicaciones justas de la clase obrera, a la que l perteneca. Rodrguez Medina llam a los congregados "reunin de hombres libres"; y, como Mejicanos, record que las fronteras del patriotismo colindan con el martirio. La repetida alusin al castigo y a la muerte ya manifestaba el estado de nimo con que se haca el movimiento a cada una de las frases libertarias contestaba una manifestacin de entu-
siasmo.
de "aqu est
Luego habl Eduardo Mayora y su primer frase fu aquella la juventud", que hizo vibrar los corazones. En todas las pocas y en todos los pueblos, la juventud haba hecho suyos los grandes ideales. Cmo no venir, pues, en esta hora en que un grupo de patriotas, ajusfando sus actos a los
ms
estrictos preceptos
de la
ley,
laboraba por
el
resurgimiento de
la gran patria?
398
unin Centroamrica era una por la sande costumbres y credos religiosos, por el ^vnculo sonoro del idioma, por los herosmos pretritos, pero an ms, por un mismo y alto destino que cumplir; bajo su ensea caban todos los propsitos honrados, todos los anhelos legtimos,
la
:
Luego habl de
gre,
por
la identidad
La voz de Mayora sonaba temblorosa; y como sala conmoconmovi; y como se haba encendido, encendi. Se mantena dentro del programa trazado no se refera a la opresin pero comunicaba, su pensamiento a la concurrencia, y cuando afirmaba que bajo la ensea de la unin caban los anhelos legtimos, todos entendan sin vocablos que se estaba refiriendo al tirano, y que una indignacin de veinte aos era la que se asomaba a sus
vida,
;
labios.
Los oradores del unionismo Pinol el primero eran el verbo de la libertad; resuman toda la queja guatemalteca por los daos que caus Cabrera; por ellos hablaban los labios abiertos de las heridas, los sufrimientos de las bartolinas, las madres que dej sin hijos, los hijos que dej hurfanos, las viudas que dej sin esposos; por ellos hablaban la dignidad ultrajada, el valor herido, el pensamiento acallado, la hacienda robada; si la crcel y el hambre hubieran tenido voz no hablaran de diferente manera. De su reclamo haba surgido aquella cosa nueva, aquella que amenazaba incendiar el lguaquella hoguera luego llama bre edificio de la tirana de Cabrera. Los guatemaltecos entraron a la casa del partido esclavos y salieron libres; entraron parias y ahora tenan patria; entraron irresolutos y salieron decididos no saban a dnde ir y ahora vean ante sus ojos la carretera gloriosa de la libertad. Al conjuro mgico de la voz de los oradores unionistas haba nacido el nuevo pueblo de Guatemala, dueo de su destino, que reducira al tirano con slo un acto de su voluntad.
VII
LOS OBREROS SON NUESTRA GRAN FUERZA
El cronista de esta maravillosa hazaa de devolver la libertad a su narracin la vida necesa-
ECCE PBRICLES!
ria;
399
el
poderoso auxilio de
ocho cartas que en insuperable estilo familiar suplirn tal pobreza; todas estn dirigidas por Manuel Cobos Batres a su hermana
doa Adela Cobos de Bertrn, residente en Pars, por entonces, y que cuando las reciba se apresuraba a ensearlas a la colonia guatemalteca provocando su alborozo. En esta primera que a continuacin copiamos queda retratado el autor de cuerpo entero, con su misticismo, su conviccin de representar el primer papel en la escena unionista en lo que no se equivocaba y estar viviendo las mejores horas de su vida. Tambin quedan presos los primeros vagidos del movimiento re-
belde.
"Guatemala, 13 de enero de 1920. Querida Adela: Estamos en plena campaa unionista, entregados en cuerpo y alma al servicio de la causa, pues como puedes comprender, el primer perodo es el ms difcil y peligroso y requiere una actividad y una energa extraordinarias. Nuestra fe en el triunfo es sin lmites, basada, eso s, en la ayuda de Dios, pues la lucha no puede ser ms desigual, entre Cabrera con todo su poder y con races de veintids aos, y un puado de valientes resueltos a salir adelante cueste lo que cueste. Hasta ahora la Providencia nos ayuda maravillosamente y no hay por qu temer que su auxilio nos falte; todo nos sale mejor de lo que esperamos; la gente se maravilla de nuestra habilidad no sabe que cada vez que hemos estado a punto de meter la pata. Dios nos lo ha impedido. En opinin de todo el mundo, la partida la vamos ganando rpidamente; pero si sobre el resultado final no puede cabernos ninguna duda, sobre las vicisitudes de la lucha nada podemos anticipar. El mayor eco lo hemos encontrado entre los obreros, que son nuestra gran fuerza y han sido una revelacin para nosotros, pues no tienes idea de la cantidad de hombres de mrito que hay entre ellos, no slo desde el punto de vista del corazn sino intelectualmente. En las dos juntas que hemos tenido, una cada domingo, los discursos de ellos han sido los ms brillantes, y colaboran con un entusiasmo que da verdadero gusto. Esto es lo que ms desmoraliza a Cabrera, pues todo el viejo repertorio contra los nobletes, oscurantistas y serviles, se estrella en el entusiasmo creciente de la masa popular
;
'
400
en nuestro favor.
universal, sin
ms excepcin que
segunda slo pudimos salvar el tipo y una prensucha que la "Catocha" y que es con la cual publicamos nuestros boletines; la prensa grande nos la quit tambin; pero ya conseguimos otra. En este momento acaba de hacer su entrada triunfal en la casa del partido, con bastante material de imprenta, de modo que muy pronto aparecer el primer nmero de nuestro peridico. La compramos en secreto y la entr Luis por sorpresa en un automvil. La nueva prensa se llama la "Victoria", familiarmente la Toya, y fu recibida con jbilo por todos los partidarios. Una guardia de adherentes vela da y noche a la ya inmortal "Catocha" y ayuda a imprimir los boletines, que repartimos nosotros mismos. El primer da registraban a la gente en la calle y se llevaban preso a todo el que peda un boletn; pero pronto tenan que soltarlos, y ahora hacemos el reparto con toda tranquilidad. Por supuesto que ya nos habra cogido y hasta fusilado si no tuviera miedo al gobierno de Washington, que ve con la mayor simpata nuestro movimiento, pues est ya perfectamente enterado de lo que es y
la
ECCE PERICLES!
4(>1
ha sido
Lo mismo
las legaciones
de
Francia e Inglaterra, que por cable transmitieron a sus gobiernos la nota que les dirigimos explicndoles nuestros propsitos y los atropellos de que
hemos
sido vctimas.
La prenlos
cando una hojita con listas de adhesiones a nuestro partido y uno que otro comentario insignificante. Es tanta la opresin que ha reinado aqu durante los eternos veintids aos de don Manuel, que me parece estar asistiendo a un sueo. Cuando recuerdo que por el ms insignificante desliz se aprisionaba y arruinaba a familias enteras,
que no hace an dos meses se apaleaba de manera feroz un periodista que hasta la fecha permanece como muerto en una bartolina (Federico Hernndez de Len) que an est
otra,
despus de cinco meses, Marcial Garca y los atormentados forman legin; este despertar del espritu pblico parece un verdadero milagro. Para m personalmente, esto representa el fruto de dos aos de trabajo, al cual colabor magnficamente el obispo Pinol, a quien se debe gran parte del buen xito. Este es seguro, pues nosotros podremos ser sacrificados al odio del tirano; pero la idea no muere ya, ha tomado sus races en el pueblo y germina maravillosamente. Qu dicha tan grande el da que logremos la libertad podamos trabajar ya tranquilamente, influyendo en los destiy nos pblicos con el derecho que hemos conquistado. De m s decirte que la poca actual es la mejor de mi vida, que nunca haba sido ms intensa ni ms interesante; vivimos de emocin, sostenidos por los nervios y enardecidos por el fuego de la lucha. Si quedamos vivos y victoriosos, lo cual habr de decidirse muy pronto, y si la Providipncia me depara una posicin de fortuna, entonces emprender la conquista de esa morenita a que te referas en una de tus anteriores y a la cual slo puedo acercarme "vincitore", porque ella tiene para m la ventaja de que no la he tratado nunca, lo cual me permite adornarla con todas las galas de mi exuberante fantasa. Posible es que no corresponda la realidad a mis ensueos pero
Salas,
encerrado en
que
las vctimas
402
de la
en
que yo he dejado siempre en las manos de una gratitud infinita, pues no hay idea especialisima proteccin con que me distingue. Mi fe es tal que nada ni nadie me arredra y eso me permite
desplegar una energa que jams sospech en m. De la fuerza de mi conviccin nace tal facilidad de persuasin que pocos
o ninguno me resisten. Adems estoy cosechando ahora mi educacin poltica en Europa; en Hamburgo no aprend alemn; pero s mucha poltica, que ahora me sirve admirablemente. Toda la familia Cobos est metida de lleno en la gran causa, mis hermanas encabezadas por la Mara hacen todo
el
a todo.
Esta va, por supuesto, con un pasajero, pues en el correo hace mucho tiempo que me registran cuanto escribo o
recibo.
Tuyo
afectsimo.
Manuel".
VIII
En
Siendo esto as, sera fcil hallar y seguir los senderos de cordialidad y de paz entre los Estados Unidos y Guatemala". William A. Deveral^, exasistente del departamento de Estado
gobierno constitucional.
yanqui, explica en "The
Sun and
the
New York
Herald",
cmo
haba obtenido la gracia americana Estrada Cabrera, a principios de la guerra mundial, y cmo la haba perdido a fines
"Estrada Cabrera comprendi que una neutralidad benvola, significaba la ocupacin militar de
Guatemala de parte
jECCE PERICLESI
403
de Norteamrica
si
"Muchas propiedades
dueos se hallaban establecidos en Alemania, pasaron a la pero ciertas casas no quedaron comprendidas en la ley. Si se mantuvo fiel a la forma, se abstuvo de ponerse en antagonismos con intereses poderosos aunque fueran alemanas".
;
A
un
seis
mitad de
la
la
segunda y
la
pequeas hojas, de veintin centmetros de largo por catorce de ancho no mayor tamao haba tenido cien aos antes, en 1820, El Editor Constitucional, que en catorce meses logr la libertad de Centro Amrica, redactado por el doctor Pedro Molina, procer de la independencia. Como primer editorial de El Unionista, apareca en el uno de Tcito Molina en que se refera a este glorioso antecesor; la misma ndole libertadora de El Editor y El Unionista, y aquel centenario en que el ltimo conmemoraba al primero se volvan, al conjuro de la pluma de Tcito, un smbolo y una anunciacin. Un unionista pensaba al leerlo en que se poda escribir libres la ascendencia de la palabra escrita y la palabra hablada en Guatemala. El proceso gentico de la palabra hablada, concretndose a la administracin de Cabrera, tena tres jalones: el primero estaba constituido por el padre Gil, que, desde el pulpito de la catedral, atac en 1905 la abyeccin y el servilismo de la Guatemala cabrerista, comparndola a la Roma de Nern; el segundo, haba sido el padre Pinol; el tercero la plyade de oradores del unionismo El proceso de la palabra escrita y peridica tena principalmente dos: en el pasado El Editor Constitucional, que emancip a Guatemala de Espaa; en el presente, El Unionista, que la emancipara de Cabrera y al que haba puesto por lema Tcito Mo:
404
lina:
libre vale
ms que
la
de siete
mil esclavos".
Un
Mayora
fu pre-
El acta de
al pie,
noventa firmas.
Las
durante
la
listas
unidades.
una cosa es darle vida, El Unionista mayor acto de fe crey en el imperio de la ley en Guatemala o procedi como si creyera, y con fecha diez y seis de enero dirigi una nota al ministro de gobernacin y justicia, protestando del robo de su imprenta. Con ese oficio inici una serie de los que deban dirigir ms tarde al mismo funcionario, a las salas de apelaciones y a la corte suprema de justicia, protestando de la prisin
hizo el
Y como
y golpes que se infligan a los unionistas y pidiendo que se cumpliese la ley de exhibicin personal o derecho de habeas corpas. Se diriga a jueces que eran hechura de Cabrera, y a pesar de ello oh milagro de la voz del pueblo clamando justicia la obtena alguEl pequeo peridico era impreso por Valerio Z. nas veces... Ramrez, Miguel Tizn, Nicols Reyes y otros obreros guatemaltecos, que vivan en la casa del partido sin salir de ella ni de noche ni de da, para impedir que los redujese a prisin el tirano y con ellos rompiese el instrumento de la libertad. En sus tres primeros nmeros, adems de sus artculos de fondo y de los discursos pronunciados, iniciaba la serie de sus protestas y lamentaba que la primera de sus imprentas se hubiera perdido como una alhaja de fcil ocultacin; que esbirros de la polica impidiesen la llegada a la casa del partido de una nueva prensa; y que varios unionistas continuasen presos en Escuintla, vctimas de su celo por la causa. Durante esos breves das la voluntad de sacrificio de los iniciadores empezaba a recoger la voluntad de sacrificio de los guatemaltecos obreros sobre todo que ofrecan al partido su hacienda, su vida y la de sus hijos. El movimiento empezaba a penetrar en los departamentos.
!
ECCE PERICLESl
405
IX
EL PRIMER DESAFIO AL TIRANO
La junta
del 18 de enero fu
un acontecimiento
el
a pesar
de
Se
ros;
inici
con
Luego
hizo su presentacin la directiva del primer club cantonal de obredel partido y, despus de
Cobos Batres se encarg de darle la bienvenida en nombre unas breves frases de saludo, termin
con estas palabras "Vuestra presencia aqu acredita la fuerza irresistible de las ideas que hemos lanzado a la consideracin del pueblo por el acta que acaba de leerse. Su poder de atraccin es tal que supera todas nuestras mejores esperanzas, porque cada hora, cada minuto, un esclavo ms rompe sus cadenas y un hombre nuevo salta a^ Con la ayuda de Dios, la arena y viene a reunirse con nosotros. nadie. Esto que se sepa detendr ni nada este movimiento no lo
aqu y afuera!". La conviccin con que pronunci las ltimas palabras sacudi
a toda la asamblea, que por la primera vez llenaba totalmente
el
espacioso local.
Era, tambin,
el
al ti-
rano por la inquebrantable voluntad de triunfo. Luis Pedro Aguirre, que se hallaba al lado del orador, alarmado por aquel exabrupto, le tir de la americana, pero el llamado no era necesario Cobos no pensaba pasar de all remat su bre:
En
habl en su nombre Rafael Castellanos; le contest el licenciado Francisco Fajardo entre salvas de aplausos; "la juventud ha sido en todos los tiempos centinela avanzado de la libertad donde todos
:
permanece de pie". Cabrera mientras tanto no saba qu hacer en aquellos primeros das en que todava su decisin rpida y cabal, pudo matar el germen de la libertad. Cuando se acudi contra l a los atentados y las revoluciones, pudo apresar, castigar y privar de la vida a los
se arrodillan ella sola
406
que transgredieron la ley el derecho positivo estaba a su lado. Pero ahora Cmo reprimir un partido que prohiba a sus afiliados llevar armas, que proclamaba su respeto a la ley y que en todos sus actos estaba dentro de ella precursor de Gandhi e imitador de Cristo?. .' Cristo, el ms grande revolucionario, haba sido el primero en acudir a la resistencia pasiva y as haba ganado la posesin del
!
;
mundo;
se
puede combatir a
los
la fuerza
bruta; los instrumentos de destruccin creados por la ciencia son asimismo fuerza bruta por poderosos que sean, tambin se pueden
;
combatir por otros superiores; pero qu se puede contra una idea, invisible en lo alto de un cerebro?, qu se puede contra tn sentimiento, escondido en lo hondo de un corazn?, qu se puede contra una voluntad encerrada en lo ms profundo del ser?... El dictador empez a entorpecerse y para acabar con la idea redentora, en aquella tercer junta, ide un remedio pueril: el de fingir
la va pblica que le diera el ansiado pretexto para suspender las garantas individuales y con ellas toda actividad poltica. Al efecto hizo que sus esbirros interrumpieran a los ora-
un motn en
dores
quemando bombas de
cohetero.
Esperaba que
los unionistas
arma
de fuego, y una escolta estaba ya lista en el callejn Normal para apresarlos cuando salieran huyendo. Escamilla, portero de turno en la casa del partido, no slo impidi que los ms temerosos lo abandonaran al empezar a tronar las bombas sino que tom fotografas, con una cmara porttil, de los agentes gubernativos, en el acto de cumplir su cometido, mientras en el interior del edificio otro afiliado explicaba la naturaleza de las detonaciones. Goyito Gonzlez, el servidor al que se haba encargado la maniobra, pag duramente su fracaso. Alguien escribi un annimo a Cabrera delatndolo como vendido: "Garca Salas, su prisionero en la CareeCale decan. lita, lo ha ganado a la causa de los unionistas" brera crey esta patraa, puso preso a Gonzlez y lo hizo apalear
diariamente.
Los patriotas enviaron las fotografas a los diplomticos y un inspector de la polica de aquel atentado a su derecho de reunirse; el inspector dijo que no poda hacer nada porque haban quemado las bombas miembros de la propia polica, por orden del gobernante uno de los prximos nmeros de "El Uniose quejaron a
;
jECCE PBRICLES!
4Q7
individuos.
Cuando estallaban las bombas de cohetero, un unionista al comedor de la casa, donde se reunan las mujeres adictas al partido, entre ellas Emilia de Escamilla, Walesca de Bianchi, Matilde de Len, Julia y Luz Cobos, Mara Cobos de Arz y otras ms. Lleg ante las damas y prorrumpi asustado; Nos matan.
temeroso corri
Walesca de Bianchi le dijo No tenga pena las tas y las abuelitas de se harn cargo de los hurfanos ...
los
que mueran,
se va a resolver esto? haba preguntado Tcito MoCobos el 20 de enero. Cobos le respondi Ningn rgimen tirnico soporta tres meses de prensa libre. Si contamos con ella, despus de ese plazo todas las instituciones de la repblica estarn a nuestro lado, y en cuenta la Asamblea. Ella puede darnos la solucin legal y favorable. No cabe duda coment Tcito es usted un iluso Cobos sonri. Al da siguiente Adrin Vidaurre, uno de los guatemaltecos ms comprometidos con Cabrera, al que haba servido en el difcil puesto de auditor de guerra y que era precisamente, diputado a esa misma Asamblea de la que tanto esperaba Cobos, solicit por medio de uno de sus amigos, conferenciar con uno de los directores. Se haba dejado venir de su finca a mediados de enero. Su Era el momento de nariz de viejo poltico olfateaba el peligro. accin para hombres como l, en pro de una o de otra de las facciones en pugna. Apenas llegado a la capital, comprendi que la
Cmo
lina a
408
Yo voy
a verlo
dijo
Manuel Cobos,
al
saber su solicitud
de hablar con uno de los directores. En la entrevista, claramente se dio cuenta de que Vidaurre quera hacer un cuarto de conversin. Se mostraba amigable.
la
Asamblea
dijo.
Alcanzaremos
y contra la Asamblea.
con
la
Asamblea, sin
la
Asamblea
Desde ese da y
directores polticos.
En su primera visita a Vidaurre, Cobos pudo admirar en el puesto de honor de la sala, un gran retrato de Estrada Cabrera, que andando el movimiento unionista cedi su lugar a una hermosa imagen
Corazn de Jess. manera trat de propiciar el diputado liberal revolucionario conservador: le habl tambin de sus creencias
del
No
slo de esta
al
religiosas.
XI
HABLABA CLARAMENTE DE TIRANA
La semana transcurrida entre la tercera conferencia y la cuarta, fu un perodo de abierta pugna la lucha estaba ya entablada. Durante esa semana el dspota acudi a la fuerza armada
;
los dos se
haban quitado
las
caretas.
incluso,
Cabrera ya no amenazaba; reduca a prisin y vapuleaba, en los ltimos das, a algunos de los principales componentes del partido, a los que hasta entonces haba respetado. El Partido Unionista ya no empleaba trminos anfibolgicos ni se parapetaba tras la ensea de unin en su rgano de publicidad y en la tribuna hablaba claramente de tirana y daba trminos precisos a los delitos del autcrata se refera al desenfreno del poder absoSu luto y le llamaba con su verdadero nombre de despotismo. mrelegir libres "hay que o o grito a los guatemaltecos era este
: ;
: :
tires"; los
lECCE PERICLES!
409
y Calgula, estaban por doquiera; las adhesiones canzaban la cantidad de diez mil.
al
partido,
al-
movimiento del pueblo libre, el presidente congreg a su mesnada y decidi en los ltimos das de enero convocar a una gran convencin liberal, en la que refluyeran representantes de todos los clubes departamentales, esperando que esta mquina poltica lo servira tan bien como en sus
el
Con
fin
de combatir
el
peridicas reelecciones.
e in-
tancia.
XII
haba puesto sus manos sobre el remendn del cuento
El veinticuatro de enero, un unionista, al salir de la casa de huspedes, que habitaba, contempl en el balcn a Josefina, la hija de su patrona; a la reja cortejaba Menocal. Josefina le deca: S por eso no bail contigo. Vio al husped; lo llam. El husped acudi.
:
Qu quieres? Que seas testigo de que voy a decir a este hombre. Y luego dirigindose de nuevo a su novio Si no haces unionista no vuelves ms a esta casa. Aqu no queremos cobardes. Y qu, Menocal, todava no es usted unionista?terci husped. Hoy mismo voy a inscribirme es que no he tenido tiempo
lo te
el
;
sucede.
Se perdi en un esfuerzo explicatorio. El unionista sigui su camino. Al pasar frente al templo de San Francisco vio a una amiga, de nombre Magdalena, de pie en Crey que eran oraciones o avisos el atrio repartiendo volantes.
piadosos
riendo
:
;
y,
410
Magdalena, cada vez que un reclamo an ms enentregaba un cendido y una llama viva fulguraba en sus ojos negros. Ella, tan enemiga de la exhibicin, repartiendo aquellas proclamas!, reflexion nuestro patriota. Y se acord del padre de la muchacha, muerto por Cabrera. Ya casi llegaba a la trece calle cuando oy un paso menudo
currir a la
y picado tras
l: se volvi
instintivamente
era Maximiliano Asturias, rico hombre de la crema capitalina, casado con una hermosa mujer y padre de tres pequeos nios se saludaron.
todos los
patriotas vi-
Voy
a inscribirme.
lo
con-
Estaba pensando que me matan en esta borrasca. Qu? La sociedad guatemalteca prohijar a mis hijos y
.
stos
recordarn mi memoria con cario y respeto. En cambio, si me dan a m el dictado de cobarde, sus condiscpulos harn mofa de ellos y me despreciarn. Adems, mi esposa lo quiere. El unionista se sonri. Se compadeca. El bolo a la patria
de aquel cobarde vala mucho; tanto como el del avaro, que, a los ojos del Seor, vale ms que el de la viuda. Murmur para s mismo nicamente Pobre don Manuel; est perdido: intervino la mujer!
:
Al separarse de Asturias nuestro paseante fu detenido por dos mancebos iba a preguntarles qu deseaban. No tuvo tiempo. Felipe Mrquez, que iba tras l, seguido de sus esbirros, lo intimaba a que se diese preso; luego, dndole un grosero empujn,
;
le dijo
As
Lo llevaron
a la penitenciara; ya metido en
lECCE PERICLESl
411
enorme
tre la
clavo; le pareci que le clavaban el alma; el aire respirable slo entraba bajo la puerta, por el intersticio comprendido en-
madera y
el suelo.
En igual forma se haban llevado a Jos Barillas Fajardo, a Rafael y Julio Samayoa, a Julio y Fridolino Bianchi, Luis Cobos Batres, Alfonso Orantes, Guillermo Rosales Alcntara y
Jorge Garca Granados.
En una
De
la
pronto sinti que a travs de los muros de su crcel se filtraba conocida tos de su hermano Julio. Entonces acudi a un medio heroico para comunicarse con l. Empez con los nudillos de los
dedos a dar toques en la pared. Cuando lleg al nmero de orden que corresponda a la letra J en el alfabeto, dio tres toques consecutivos y ms rpidos y as sigui hasta completar la palabra Julio. Entonces del otro lado hubo una manifestacin de regocijo en la forma de una gran palmada contra el muro: Julio haba entendido y le contestaba en igual forma. Dueos de aquel medio de expresin, los hermanos hablaron toda la noche, hasta amanecer con los dedos hinchados y adoloridos. Despus, cuando permitieron que sus familiares les llevasen comida, sustituyeron el instrumento de los toques en la pared con huesecitos de pollo. En ese mismo da en que lleg a la prisin vio Fridolino por el ojo de la llave que llegaba su hermano Camilo, hambriento y cansado. Lo haban trado a pie desde Cobn; esperaba frente a En ese instante lleg el carcel que le designaran su bartolina.
lero
y abri
la puerta.
Djamela
me
Aunque
entreabierta unos
momentos
rog
Fridolino
para que
entre el aire.
a regaadientes, el carcelero accedi, y a travs de la puerta pudieron verse los dos hermanos entonces Fridolino em;
pez a comunicarse con Camilo por medio de letras de mano, que entendan bien ambos desde que eran nios. Qu presos tienes inmediatos? pregunt Camilo. A mi derecha est Julio, y a mi izquierda un espa de Cabrera que se hace pasar por detenido poltico. Luego cerraron la puerta y se interrumpi la comunicacin. Los Bianchi eran fecundos en recursos Julio acerc un fsforo al reverso de un plato, hasta ahumar gran parte de su superficie luego escribi en l con otro fsforo. Invirti la fuente y
412
la llen
Llam
al
car-
celero
Lleva
.
lo
pruebe. El carcelero obedeci. Despus de varios das fu permitido a los presos que se comunicaran entre si; dispusieron juntar los alimentos que les
pde ver cuando usted haca letras de pariente s su que me han descubierto. mano a y En la misma crcel estaban detenidos Federico Hernndez de Len y Alejandro Crdova. La sociedad de Guatemala, fervorosa y agradecida, inundaba
ste;
Nodijo
Despus de estas capturas, realizadas el 24, Cabrera crey que por fin haba puesto sus manos sobre el remendn del cuento. Quin era? uno de los Samayoa? uno de los Bianchi? ? Luis Cobos, acaso. Se equivocara esta vez como se haba equivocado cuando, en los comienzos del movimiento revolucionario, puso presos al licenciado Marcial Garca Salas y al doctor Manuel Herrera, famo. .
sos
le
pero ya
XIII
QUE SELLO DE MAJESTAD!
Tomamos
misma noche
"Los directores del partido an libres supimos que esa del 24 de enero seramos capturados todos los dirigentes de la agrupacin, y con el objeto de asegurar la realizacin de la junta del siguiente da, que era domingo, resolvimos quedarnos refugiados en la que se llamaba ya casa
lECCE PERICLES!
413
del pueblo y que Cabrera crea en comunicacin subterrnea con la legacin americana, con la que efectivamente lindaba
pblico,
misma
pie-
za Tcito y yo, pero era tanta la incomodidad que a intervalos nos levantbamos a conversar o a pasearnos por los corre-
En la madrugada, me dijo
de maana.
durante uno de
Voy
meditando para
yo un alcance
le contest
para
reforzar la pro-
de asiento y los colchones de escritorio; cuando terminamos, yo llev mi alcance a la imprenta, que trabajaba de da y de noche, sin enserselo a Tcito para que no me lo desaprobara, y l tampoco me ense su escrito. La junta general del 25 de enero fu presidida por Silverio Ortiz, ante una concurrencia desbordante, y cuando se declar abierta la sesin, subi Tcito a la tribuna, que estaba situada en el centro del patio. Crey ocuparla por primera y ltima vez, porque, al terminar la junta, deberamos salir de nuevo a la calle todos los directores y era casi seguro que seramos capturados. Desde la vspera no haban cesado de rondar la casa del partido, como fieras al acecho de la presa: Felipe Mrquez, Juan Viteri, Eduardo Anguiano, Pocho Glvez, al frente de una cuadrilla de agentes de la polica secreta. En la madrugada estos mismos sujetos haban rociado la entrada de la casa del partido con substancias pestilentes y Tcito saba todo indicaba la inminencia de un atropello. bien lo que eran las prisiones en tiempos de Cabrera y no poda pensar en ellas sin horror, recordando pasados martiCuando el procer se irgui para encaminarse a la tririos. buna, yo no s qu sello de majestad haba en su figura que atrajo mi atencin, y cuando le vi dirigirse al pblico con el semblante iluminado por el fuego interior, plido por la emocin sublime de quien se juega la vida en una empresa temeraria, con la serenidad augusta de quien cumple un peligroso deber, sent por primera vez la belleza de aquel movimiento
414
un hombre como
de ser guatemalteco y de tener por compatriota Tcito. Con voz grave, distinta, vibrante,
comenz luego la lectura de sus nobles recomendaciones "La comisin directora del Partido Unionista, os dirige por mi medio, parecidas palabras a las que el gran Nelson comunic a la armada de Traf algar "La patria espera que cada uno de vosotros cumpla con su deber". "Organizado que fu el partido, hicimos un llamamien:
De
Gua-
aman
temala, fu correspondido luego y lealmente. Y ah estn nuestras listas interminables de adhesiones las muestras de
;
aprobacin en todos los hogares, y aqu vosotros, que habis venido a pesar de amenazas y de persecuciones."
una
"A nadie se pide que se coloque contra la ley, sino bajo y se previene que para laborar por el noble fin de la unin centroamericana, se usen nicamente los recursos de la paz y del derecho." "Mas no olvidis, conciudadanos, que cuando alguien est ligado a alguna causa, y obligado a trabajar por ella, es forzoso que, ante todo, trabaje sobre s mismo," "El partido descansa sobre todos y cada uno de sus afiliados y cada uno debe responder a las aspiraciones generales, y prestar su concurso como cada clula a un organismo." "La conducta individual debe ceirse a las leyes." "Aquel que se embriague queda por ello separado del Necesitamos hombres conscientes, hombres que se partido. den cuenta cabal de sus actos." "Se espera de todos los asociados que no concurran a establecimientos en que se consumen licores, ni a otros en que el orden se perturba con frecuencia. Las discusiones de palabra con quienes nos atacan son intiles, porque ellos estn, en el fondo, tan convencidos como nosotros de nuestras
ella;
;
buenas intenciones; y slo buscan el promover dificultades." "Que se observe en las juntas la mayor moderacin.
jECCE PERICLESI
415
y a la unin centroamericana, son los nicos permitidos. Los aplausos entusiasman y no son prohibidos; pero ms que ellos vale la aprobacin muda que hace
Los vivas a
la patria
pensar
al
"Y
cerebro y queda hondamente grabada en el corazn." os repito, seores que cada uno de vosotros cumpla
:
con su deber; y trabaje leal y pacficamente para descansar bajo la bandera de la unin centroamericana."
El 26 de enero el valiente periodiquito clamore que la Liga haba entrado ya en vigor y record que era no slo un esfuerzo para mantener la paz del mundo sino tambin el compromiso de mejorar la situacin interior de los pases, asegurando el goce de los derechos ciudadanos. Comprometida la palabra de los signatarios del pacto entre los que se contaba Guatemala mengua suya sera or la queja de los oprimidos por los excesos de un poder arbitrario sin que su represin corrigiera las transgresiones del derecho; no podran existir gobiernos opresores bajo el ojo avizor de la fiscalizacin internacional. Esta amplia
de
las naciones
Liga de las naciones que entonces haca soar ms grande sueo de derecho internacional que ha tenido jams fu suscrita por M. Lara Valds, pseudnimo de Manuel Valladares y por ilusa que fuera reson ampliamente
latitud
al
dada a
la
mundo con
el
en
el
XIV
EL REMENDN DEL CUENTO HABA ESCAPADO A SU REDADA
416
esperada
cita-
Juntamente con
Este ltimo
Felice.
acababa de recobrar su libertad; no as Luis Cobos Batres, que haba sido llevado a la crcel de mujeres, por un capricho probablemente ingenioso del dictador.
haber sido citados a la auditora de guerra fundadores del Partido Unionista, con excepcin de don Jos Azmitia y de don Luis Pedro Aguirre el doctor Bianchi ya estaba preso produjo, naturalmente, gran alarma entre los unionistas, mejor dicho, en todos los habitantes de la ciudad, que seguan las peripecias de la lucha con la ansiedad que es de suponer, porque no haba quien no deseara el fin de aquel rgimen opresivo y enervante de interminables 22 aos. Jams pueblo alguno ha sentido ms hambre de libertad, ms sed de justicia. Minutos antes de la hora fijada en la citacin, llegu a las puertas del Partido Unionista, donde ya me esperaban, impacientes y nerviosos, mis compaeros de lucha y candidatos probables a la corona del martirio. Todos vestan sus trajes ms viejos y portaban su abrigo, nica prenda que se consenta al reo, que deba pasar algunos das durmiendo en el suelo, sin ms muebles que una lata vaca para el servicio personal, la que slo se limpiaba una vez al da, ni ms compaa que la de los inmundos animaluchos que tienen sus nidos en esas celdas de seis pies de largo por cuatro de ancho, donde no penetra ms aire que el que logra colarse por las rendijas de su nica puerta. Por lo dems, ni un libro, ni un lpiz, ni una hoja de papel, ni nada que pueda constituir una distraccin, siquiera momentnea, para el desgraciado prisionero. Ante semejante perspectiva, nada ms humano que hayamos sentido miedo y, para disimularlo a la vista de los muchos agentes de la polica secreta que vivan rondando la casa del partido, entonamos, al subir al auto, el canto obligado de todos los revolucionarios "Allons ehfants de la Patrie; le jonr de gloire est arriv. ./"
noticia de
los principales
La
ECCE PERICLESl
417
De
la
Camacho, Escamilla, Felice y yo, porque uno de los empeos de Cabrera en esos das era hacer desaparecer a los prisioneros, a fin de que sus familias ignoraran
no.
si
estaban vivos o
Me
rreligionarios, la
mayor parte de
de
la
ellos obreros,
la
que
al
paso de
mayor
lentitud para
no
llegar antes
hora fijada
cin tal y con tales muestras de silenciosa simpata, de cario, de solidaridad, que era imposible no sentirse conmovido. A
las puertas
de todos los comercios, los empleados se agrupaban para hacernos parecidas demostraciones de afecto y, ante
aquella manifestacin muda de aprobacin y de inters, record las palabras de Tcito en sus "recomendaciones"
"Los aplausos entusiasman y no son prohibidos pero ellos vale la aprobacin muda que hace pensar al cerebro y queda hondamente grabada en el corazn". Bajo el reinado liberal de don Manuel Estrada Cabrera, las palabras rebelin, traicin y sedicin correspondan a las de libertad, igualdad y fraternidad, que forman la divisa de la repblica francesa, slo que sta aspira a servir de escudo a los ciudadanos, en tanto que la divisa de don Manuel era una lanza enderezada al pecho de los gobernados para mantenerlos sujetos a una obediencia monstica. El que se apartaba una lnea de esta obediencia, o se permita la menor censura de los actos o de las ideas del autcrata, incurra automticamente en el delito de rebelin, traicin y sedicin, castigado con la pena de muerte. Esta rara vez se ejecutaba, porque don Manuel no gustaba de las represiones escandalosas; prefera los tormentos silenciosos de la prisin o el veneno, especialmente los tsigos que no producen una muerte sbita y esconden mejor su accin. Sin embargo, en algunos casos la sentencia de muerte se ejecutaba un ao despus de dictada, como ocurri con los hermanos Prado, con los dos Viteri, con Eduardo Rubio, con el doctor Ruiz y con el coronel Mateo Morales, quienes puede decirse que permanecieron un ao entero en capilla.
;
ms que
418
Cuando
la auditoria
los directores del unionismo fuimos citados a de guerra, mal podamos ignorar que se trataba
muy
contra
l.
permiso del dictador y ya casi abiertamente Media hora despus de nuestra llegada a la antecsin
mara
del auditor,
un ordenanza
Pas
ste,
y quedamos los restantes esperando con ansiedad el resultado de la declaracin. A las dos horas se abri de nuevo la puerPocos momentos ta, y el oficial llam a Eduardo Camacho.
despus, por la ventana de nuestra estancia, que daba a la
notamos que varios unionistas nos hacan seas con muestras de alegra. Uno de ellos pudo al fin aproximarse y nos cont que Escamilla haba salido libre y que acababa de entrar triunfalmente en la casa del partido. Pas una larga espera, como de hora y media durante la cual nos entretuvo con su chistosa conversacin Eduardo Felice, y luego fu llamado ste a declarar. Nuevo aviso de los unionistas de que Camacho tambin haba salido libre, lo que no fu suficiente a curar el pesimismo de Tcito, quien a cada rato me deca "Ya ver usted que al ltimo no le sueltan, y que ese ser yo". A las siete de la noche se presenta de nuevo en el umbral de la puerta el oficial de rdenes, y nuevamente, con la insolencia que parece ser de reglamento, llam otro nombre Tcito Entonces, pens, yo voy a ser ese ltimo que se Molina. pero no fu as: a las ocho y media de la noche, me ahoga; toc mi turno, y el auditor Rosalo Reyes estaba ya tan cansado que se conform con pocas indagaciones, y a las nueve de la noche sala tambin iibre, camino de mi casa. Cuatro das despus, nueva citacin para Tcito Molina Escamilla pero como no era ya para la auditora sino Emilio y para la direccin de polica, esta llamada caus menos alarma. Se crey que se trataba simplemente de otra indagacalle,
: . . ;
y tanto Tcito como Escamilla concurrieron a la cita con menos aprensin que la primera vez, pero no bien hubieron llegado la direccin, cuando fueron declarados presos y conducidos en un coche a la penitenciara. Varios uniocin,
ms
previsores, es-
ECCE PERICLES!
419
taban ya apostados frente a la penitenciara, los que luego nos comunicaron que Emilio haba entrado a la prisin con gallarda y Tcito con abatimiento, pero con mucha dignidad. La
noticia de estas capturas, especialmente la de Tcito, caus,
dicho, una verdadera consternacin en toda la objeto de reanimar los nimos, escrib para El con y, Unionista el editorial con el que deba debutar como nuevo director don Jos Azmitia, en substitucin de Emilio Escamilla, Azmitia tuvo el acierto de suprimir algunos prrafos demasiado violentos, por ser escritos bajo la primera impresin de clera que a todos nos produjeron las mencionadas capturas".
como ya he
ciudad
Por qu cayeron Molina y Escamilla? Porque le haba bastado una sema,na al dictador para comprender que el remendn del cuento no se hallaba entre los capturados el 24 de enero pero Y por si acaso, esta vez no caba duda era seguramente Tcito.
; :
Emilio ...
XV
i
Cobos aseguraba que haba sido providencial la prisin de jolina y Escamilla. Tcito no tena naturaleza ni de poltico ni de revolucionario era un sabio inclinado a la contemplacin, al que islo su ardiente patriotismo haba conducido a la reyerta. Su prudencia pona cortapisas al movimiento renovador. En cuanto
r
i
:
Y acaso era cierto lo afirmado por Cobos pero tambin era verdad que Molina, con su sola presencia, cautivaba a las multi;
tudes.
Muy
al
mismo Cobos
dijo a
una junta:
Sera bueno que fueras inclinando al obrerismo, hacia la candidatura de Julio Bianchi para presidente.
420
Ah
muchachos
se
Ortiz
porque
los
Extractamos a continuacin un
corresponda
el
juicio critico
l
de Cobos acerca
honor de
dirigir a sus
"A un hombre tan bien dotado por la naturaleza^ como un talento poltico sobresaliente. Sin embargo, nada ms falso: sus capacidades polticas eran nulas o poco menos y, a pesar de ello, su intervencin
Tcito, se le creera en posesin de
en
el
la tirana
de Cabrera,
de su movi-
fiel
reflejo
el
Tuvo
xito, y miento unionista sin puso como primera condicin que en caso de triunfo l no ocupara ningn puesto.
De
que
la
l lo
era todo en
temaltecos la
movimiento libertador. Esto explica el 31 de enero en todos los guanoticia de que Tcito haba cado en prisin.
el
"Ya cay el cerebro del unionismo", se deca por todas partes. "Ya se perdi todo". Era precisamente lo contrario la Providencia que era la que verdaderamente diriga aquel movi:
miento, se serva
que
la
como siempre de inteligencias ms humildes de Tcito y ste, como no tena confianza en la eficacia
;
un elemento de vacilacin de suerte que en los momentos en que haba que intensificar el vigor de la campaa la ausencia de Tcito era ms bien provechosa. Pero, esto el pblico no poda saberlo y no se dio cuenta tampoco de que el buen xito del unionismo continuaba, a pesar de la incomunicacin en que haba quedado Tcito, por lo cual su prestigio no sufri la menor merma y lejos de eso fu cada vez mayor, por la aureola de que le rodearon los sufrimientos de la prisin.
ECCE PERICLES!
421
los
obispo Pinol
y Tcito Molina. La popularidad efectiva padece la misma ceguera de los enamorados todo le parece perfecto en el favoDigo esto porque Tcito, cuyo talento nadie puso en rito.
:
duda y cuya ilustracin fu proverbial, era un mediocre orador y nadie caa en la cuenta cuando le escuchaba todos crean que hablaba en un lenguaje tan elevado y simblico que por
:
un modelo de banalidad.
me
refiero a los
discursos improvisados en las asambleas pblicas y no a las oraciones escritas y meditadas, porque como escritor era otra
cosa: la elegancia de su espritu se reflejaba en sus escritos."
la
opinin
sus
Manuel y
dems compaeros
"Si Tcito representaba la duda,
la fe.
Manuel representaba
el
papel principal,
porque era el predilecto de las multitudes. Y, en honor a la verdad, hay que decir que siempre lo hizo bien. Las dudas, los temores y las diferencias de opinin, esas quedaban en la intimidad de la directiva; cuando sus miembros se presentaban en pblico, el acuerdo entre ellos era perfecto. Tcito, buen orador o malo, siempre sugestionaba a las masas y sus palabras eran escuchadas con una uncin casi religiosa. Efectivamente, resultaba a veces difcil convencerlo de la necesidad de ciertas acciones. Sus dudas, sus temores, sus vacilaciones, no cedan fcilmente pero una vez convencido de la necesidad de obrar en tal o cual sentido, se presentaba en pblico, con la cabeza erguida, el color plido y los ojos brillantes y arrastraba a las multitudes con pocas palabras casi puede decirse que con su sola presencia. All ya el papel de los dems, especialmente el de Manuel Cobos Batres, vena siendo secundario. Pero esto no era as en las juntas privadas de la directiva, donde vena siendo Tcitosel ms pusilnime y Manuel el ms audaz. Manuel y Luis Pedro Aguirre eran indudablemente los que tenan la visin poltica ms clara y sus opiniones predominaron mu;
422
A
la
Unos de
representaban
el
la
accin, otros
le
que llegaban
al
un
noticia de
una ocasin lleg una seora con la espeluznante que a La Palma se introducan furtivamente grandes cantidades de manta con el objeto de hacer un giganJEn
a
manera de moderno
Escarrila.
inocentes
las
porque la mayora de ellas eran de ese gnero apuntaba Leopoldo con letra caligrfica en un librte."
lo
Oigamo/s ahora
los
Manuel Cobos
No
es ya
un
tuvo la idea de luchar por la libertad en forma pacfica y dentro de la ley, y que la expuso a varias personas desde los
principios del ao de mil novecientos diez y ocho.
Esa idea
de Cobos fu la fundamental en que se tido por eso le tengo por iniciador." ". .La fuente, la idea madre, que miento de evolucin y no revolucin, de de martirio y no de lucha pertenece a
: .
Para cerrar
el retrato
el
de Tcito tan bien pintado por Escadicho de una dama unionista: "Tcito
la
partido ya llevaba
un mes de
arrollo.
ECCE PERICLES!
423
XVI
ENJUICIO AL EJECUTIVO
segundo mes de su existencia el periodiquito desarroll todo su programa doctrinal; enjuici al ejecutivo. Habl de que la expresin de pensamiento oral y escrita estaba reprimida en Guatemala; de que el sufragio era una vana mentira; de que el ejrcito representaba un arma de opresin y no la defensa patria; de que el rgimen de Cabrera impeda a sus gobernados salir al
Durante
el
su correspondencia y aislaba
poder ejecutivo lo abarcaba todo mientras el legislativo se presentaba slo como una figura de gran efecto y el judicial se traduca en favor para el amigo, venganza para el enemigo y subasta para el indiferente. Las crceles encerraban mientras los verdaderos crimiseres honrados presos polticos nales eran servidores del tirano; palo, hambre, fro, parsitos, olores nauseabundos, humedad, obscuridad se albergaban en ellas; a veces su nico ventanillo se tapiaba para hacer ms cruel la nios pobres, reos de represin; en ocasiones los indiferentes crcel de con pocos das alcoholismo, penados y olvidados por los eran vctimas del sistema terrorfico por descuido; no se jueces daba comida a los presos y tenan que llevarla sus familiares; cuando stos fallaban, los detenidos perecan de hambre los presos que trabajaban reciban nicamente tres tortillas de maz y un poco de frijol en los mejores casos; los carceleros se incautaban de todos sus objetos de valor y no los devolvan jams; los comandantes no visitaban nunca el interior donde a veces se aislaban en un pequeo recinto cien hombres; hizo el anlisis de los procesos falsos improvisados que caan sobre los no adictos a Cabrera como una sentencia de esclavitud, de pobreza o de muerte; su base la constituan dos policas secretos, dos espas o dos rameras; secundados por un tinterillo, atestiguaban sucesos muchas veces ocurridos al mismo tiempo en sitios diversos. La instruccin pblica era una villana mentira y constitua para Cabrera la joya falsa con que se engalana la prostituta; se pagaba a los maestros dos dlares mensuales que a eso se reducan sus asignaciones en el depreciado papel moneda. Habl de que el actual gobernante empobreca a sus admi-
Habl de que
el
424
Guatemala apenas produca caf y azcar en cantidades superadas por Estados vecinos ms pequeos y ms pobres el mismo maz, base de la alimentacin nacional, en los aos buenos engordaba gorgojos porque estaba prohibida la exportacin, y en los malos se compraba al exterior en grandes cantidades, lo mismo que el ganado, qfue se traa de Honduras y Mxico, a pesar de los buenos pastos del territorio patrio. Se haba llegado a esta produccin estancada, porque el gobierno obstaculizaba a los agricultores de mil modos, sujetndolos a las exacciones indebidas de los tiranuelos locales y prodigaba monopolios a sus paniaguados se impeda la venta de inmuebles a las personas no gratas al gobierno, negndoles la certificacin de solvencia de sus contribuciones, sin la cual los notarios no podan hacer ningn contrato. Esta pobreza haca que los bienes races hubieran bajado lamentablemente de precio la tesorera nacional no exista, haca sus veces una casa comercial extranjera; a la bolsa del presidente reflua todo lo colectado en las administraciones de la repblica. El ramo de fomento estaba reducido al de la hacienda personal de Cabrera y sus seguidores. Las relaciones internacionales eran tan deficientes, que hasta la nocin elemental de tenerlas amigables con las naciones vecinas, no era entendida el presidente trataba de intervenir en sus gobiernos y a los ms altos puestos diplomticos mandaba individuos desprovistos de toda idoneidad. La prdica constante cada da exaltaba ms los nimos. Estos artculos demoledores eran obra de plumas tan diestras como, en primer trmino, las de los abogados Manuel Valladares y Carlos Salazar, y en segundo, los de igual ttulo Gregorio Cardoza, Francisco Quinteros Andrino y varios escritores ms.
nistrados
;
;
XVII
PISTO
NO NOS FALTA
Por correo ordinario fu enviada la carta de Manuel Cobos que en la pgina siguiente ofrecemos a los lectores. Se alude en ella
a la diabetes del tirano, para dar a ste un sujeto de meditacin, pues se supone que va a violarla y leerla.
lECCE PERICLES!
425
Querida Adela
Esta es slo para enviarte un saludo, porque la campaa poltica absorbe toda mi atencin y mi tiempo. Llevamos cuarenta y dos das de batalla y el ardor de los combatientes crece y se multiplica a medida de los atropellos. Luis sigue incomunicado en la crcel de la segunda seccin, "La Carcelita", donde estuvo pap; 'pero afortunadamente parece que de la bronquitis sigue mejor, pues por un preso que sali ayer supe que
tos, a pesar de que la bartolina es muy estrecha de aire y luz, hmeda y pestilente como todas. y El 3 del presente ped su exhibicin personal, invocando el derecho de habeas corpus; pero es ya la dcima que pido sin ningn resultado. Los dems presos siguen tambin incomunicados. De nuevos han cado el licenciado Faustino Padilla y el estudiante Osear H. Espada. Ayer dio la sala 1- de la corte de apelaciones auto de libertad para Emilio Escamilla y Tcito Molina pero no fu obedecida por el director de la penitenciara. Yo mismo llev la orden, pues tengo a mi cargo todo lo que se refiere
tena
menos
falta
a los presos.
El club es un hormiguero de da y de noche, se celebran en l diariamente juntas de estudiantes y obreros, y en la casa inmediata tenemos las oficinas de la direccin del partido. Los de la directiva estamos en sesin permanente desde el V de enero y las oficinas son un verdadero cuartel general. Pisto no nos falta porque todo el mundo nos lleva y tenemos siempre a la puerta automviles y carruajes para las comisiones. Los estudiantes publican dos veces por semana su peridico "El Estudiante" que es muy divertido y han cogido por su cuenta al flamante partido liberal. Tienen completa autonoma dentro del partido y estn felices, lo mismo que los obreros. El entusiasmo es cada da mayor entre todos los partidarios de la gran causa, que es tan justa y popular que a la corta o a la larga triunfar de todos los obstculos. Ya nadie duda de que Cabrera tendr que modificar su poltica no pudiendo ignorar por ms tiempo la importancia del movimiento que hasta ahora parece haber visto con desprecio. Si as no lo hace es posible que sufra un colapso.
426
muy
mismo
esfuerzo lo est debilitando rpidamente. No te mando "El Unionista" por el correo para no hacer
mucho
bulto y que lo descubran y lo confisquen, pues lo perLa gente lo lee con avidez de hambrientos
y todo el da hay ms de doscientas personas estacionadas en nuestra casa social esperando el numerito. Hay quin ofrece hasta cien pesos por un ejemplar que le falta en su coleccin y muchos aportan donativos para ayudar a su sostenimiento. Te tengo guardada una coleccin para cuando pueda envirtela con entera seguridad.
Tuyo
afectsimo,
Manuel/'
En
Cobos de
la prisin
de Osear H. Espada,
Cabrera. El de febrero de 1920
valiente estudiante de medicina que pronunci en la casa del partido algunos de los
ms
al nmero dos de "El Estudiante" 6 "Osear H. Espada, recientemente nombrado por el club unionista de estudiantes universitarios, para que fuera su representante en los estados hermanos del istmo, fu apresado hoy". En el nmero de "El Unionista", correspondiente al siete del mismo mes, se incluye su nombre en la lista de aquellos cuyo paradero
alcance
dice:
se ignora.
XVIII
UNAS MANOS ENSANGRENTADAS
El pueblo acuda cada vez ms al partido; ya eran grandes masas las que llenaban el saln cada domingo; se multiplicaban los asistentes y se envalentonaban; empezaron a perder el miedo a la fiera; acabaron menosprecindola. Un da a alguien se le ocurri colgar de un lazo un billete de cincuenta centavos, mugriento y roto; su valor era casi nulo el cambio estaba al treinta por uno con respecto al dlar al lado del billete iba un rtulo deca "La moneda de Cabrera". La exhibicin tuvo gran xito era el smbolo de la economa patria, durante la mala administracin del
lECCB PERICLES!
427
gobernante.
billetes
;
que ya
nadie reciba por deteriorados se prolong el lazo lleg a medir ^cinco metros. Don Manuel, que haba recibido el mercado de Gua-
temala an con moneda acuada, lo dejara con depreciado papel moneda. Apenas entr a la presidencia se apresur a salir de dos
las monedas de plata todava existentes y los jefes militares de alta graduacin que no eran sus partidarios. Retir de la plaza las primeras, y las export por su cuenta, dejando paso a sucios billetes; apres, envenen, fusil o expatri a los segundos, sustitu-
cosas
Eduardo Cabarrs dibuj unas manos ensangrentadas y puso abajo "vade retro". Todos comprendieron que se aluda a Cabrera, y esa primera caricatura fu seguida por muchas otras que bien pronto decoraron los corredores de la casa. La vena satrica de los guatemaltecos se revel una vez ms con dibujos y simbolismos muy felices; menudearon los incidentes afortunados; cada unidad
del pueblo contribua con su piedrecita de iniciativa a levantar el
edificio
de
la oposicin.
XIX
su PESO EN
ORO
pasaje de Aycinena;
de Adalberto A. Saravia en el de febrero; el intermediario que pretendi pasar por representante de Cabrera, Chocano; de parte de los unionistas asistieron Adalberto A. Saravia y Federico
la oficina la fecha, el 18
El punto de cita fu
Castaeda Godoy. Cabrera ofreci a sus enemigos entregarles los ministerios y con ellos el poder, reservndose nicamente la presidencia hasta 1923, porque quera concluir su perodo. Esto para el partido. A sus dos representantes les ofreci su peso en oro si accedan. Chocano, el poeta, era grandilocuente; l tambin se jugaba la vida y aquel puerto seguro de opulencia tras el que haba corrido siempre. En sus imgenes se movan los planetas y el cielo, como en las del Apocalipsis. El que a raz del terremoto afirm que Cabrera haba detenido la tierra agarrndola por los polos, para que no siguiera movindose ms, hoy apostrofaba a los unionistas con verbo sugestivo. Era para ellos como la tentacin de Cristo en el
428
desierto,
cuando
tendrs
le
si
present
el
demonio
los reinos
de
la
tierra:
"Todo
lo
me
adoras".
Los unionistas rechazaron la entrega de los ministerios y su peso en oro. No sabian hasta qu punto podian considerar a Chocano investido del carcter de representante de Cabrera y conjeturaban que muy bien el poeta podra habrselo arrogado de motu proprio, para pescar en aquel ro revuelto de la poltica.
XX
PALIZAS Y CARCELEADAS
A GRANEL
la tercera
oficial,
Los lectores pueden disfrutar con de don Manuel Cobos, enviada por correo en este libro
que
les
Querida Adela
La
mayor entusiasmo
el
opinin pblica en masa y las adhesiones llueven de toda la repblica; las prisiones y los tormentos lejos de acobardar
a la gente la incitan
ms y hay
movimiento y a entrar
lo
estn invitando a
general, y algo
han
disminuido los atropellos en los ltimos das. A Luis le dieron la gran estropeada, pues despus de tenerlo durante doce das en bartolina sin techo,^lo pasaron a otra verdaderamente criminal, de dos varas en cuadro, atravesada por un desage que le abrieron para que respirara todas las emanaciones de los excusados de la crcel, donde hay ms de trescientos presos y guardianes, tan hmeda que brotaba agua y para aumentar la humedad le echaban agua con sal. All estuvo trece das con bronquitis y paludismo, los primeros das sin permitirle siquiera un colchn, negndole hasta un vaso de agua cuando ms ardido estaba por una fiebre de cuarenta grados. Unos das ms y lo hubieran matado; pero Dios es tan misericordioso que en ocho das que lleva de estar en una pieza medio
lECCE PDRICLESI
429
decente con luz y air, se ha repuesto y ahora est bien. Desde hace ocho das est comunicado. Lo hemos podido ver con
frecuencia y ya recobr su buen humor. Cuando sali de esa bartolina dice que no vea nada y casi no poda andar solo, tal era su debilidad. La impresin
la Emma su esposa hermana^ fu terrible. Parece increble y que se llegue a tales extremos de crueldad. Apaleados ha habido varios; pero no entre los muy conocidos. Los presos de la penitenciara s estn bien tratados. Con Luis estn Garca Salas, Len Minera y Juan Gonzlez, un pobre vieje-
que recibieron
la
al verlo la
primera vez
Mara
su
que est all desde las conferencias del obispo y por el de haber enviado una correspondencia sobre el asunto a un peridico catlico de Norte Amrica. Todos los denlas pioleros, en cuenta seis criaturas su falta fu repartir la peticin impresa que se diriga al gobierno para la libertad del
cito
delito
han salido gracias a nuestras gestiones. En los pueha habido palizas y carceleadas a granel; pero a pesar de todo se han fundado ya clubes unionistas en Quezaltenango, Retalhuleu, Antigua y Amatitln y en todas partes cunde el entusiasmo. La casa del partido aqu en Guatemala es una colmena; con todo y ser tan grande a ciertas horas no se puede ni transitar. Se han fundado clubes de profesionales, comerciantes, etctera, todos dentro .del mismo partido. Ahora se espera con gran curiosidad a ver la actitud que tomar la Asamblea, que se reunir el lunes prximo.
obispo
blos
Afectsimo,
Manuer
XXI
aqu es
donde hablan?
El primero de
Asamblea nacional e iniciar sus tareas Cabrera tuvo miedo de sus propias criaturas los
la
en que habitualmente se reunan, procur intimidarlos, llevndolos al saln de actos de la Academia militar donde los amedrentara el espectculo de la fuerza armada que le obedeca ciegamente. Al mismo tiempo
el edificio
430
orden a los clubes liberales que hicieran el veintinueve de febrero una gran manifestacin de fuerza y de entusiasmo, que contrabalanceara las actividades opuestas. La manifestacin tuvo resultados contraproducentes de gravedad.
de
conjuro de
la
voz temida
de Cabrera, con
crean arribar a la metrpoli de Cabrera y se encontraron con que era la metrpoli patria al fin recobrada los unionistas salieron a su encuentro y luego corrieron a los mesones, hoteles, casas de huspedes y casas particulares en que se hospedaban y les llevaron miles de ejemplares de su literatura incendiaria, al mismo tiempo que les predicaban de viva voz luego
;
; ;
valentonados
y por todas partes el aire de libertad, concurrieron en grandes grupos a ella; a su salida, haban aprendido a no temer a Cabrera y, como los capitalinos, lo despreciaban; en la casa del partido se haca pblica mofa de l. Al llegar el da veintinueve, sealado para que recorrieran las calles de Guatemala triunfalmente, ovacionando al gran partido liberal y a su ilustre jefe, los menos obedecieron tal orden, y la manifestacin, a la que apenas concurrieron tres mil unidades, fu un ruidoso fracaso. Daba la impresin de un desfile fnebre por el silencio y abatimiento de los participantes.
al respirar
De
ms
Se acercaban vacilantes;
la
al fin se
Esta es que dicen casa del pueblo? S; aqu Aqu es donde hablan S; aqu es; pasen adelante.
es.
El que pareca ser jefe se acerc a Fridolino y todava pregunt en voz queda:
le
al
patrn?
lECCE PERICLES!
431
Ms
que todo un
libro la postrera
lo
pregunta revelaba
el estal
XXII
HASTA AHORA, LOS PAPELITOS IMPRESOS
.
en la salita de la casa de don Emilio Escamilla, amueblada con una mesa central, un sof y sillones de alto espaldar. En esta ocasin Camacho, hombre de pocas palabras, refiri que varios militares se haban acercado a l que ya tena conexiones
ta casi todos los das
'\
con algunos desde los fracasados intentos revolucionarios de 1918 para ofrecerle su adhesin al partido. y 1919 Camacho concluy diciendo que l crea que deban aceptarse. A su modo de ver tarde o temprano la partida que se jugaba tendra solucin armada le pareca prudente prepararse para' esa eventualidad. Francisco Fajardo apoy a Camacho. dijo llevamos ya casi dos meses de esta lucha Seores armados solamente del peridico y los discursos semasin cuartel,
nales. No es posible triunfar en nuestro empeo si continuamos de igual suerte. Hasta ahora, los papelitos impresos han sostenido mas si continuamos as, el entusiasmo de manera sorprendente pronto decaer; las multitudes se aburrirn, todos se irn a sus casas y nos habremos puesto en ridculo, sin contar la grave responsabilidad que tenemos con los que se han comprometido con nosotros. No podemos retroceder en ninguna forma; y si avanzar por el mismo camino es imposible, no queda sino buscar otro. Cobos manifest que le pareca bien que se organizara la defensa militar, pero slo porque era posible que llegara el caso de que un orden legal creado por el Partido Unionista fuese combatido por Cabrera con el elemento militar; y que propona que se acordara dar a Camacho facultades omnmodas para organizar la defensa armada sin la obligacin de darle cuenta a nadie y bajo su exclusiva responsabilidad, ya que la ms ligera indiscrecin podra
;
432
La junta accedi a lo que propona Camacho, pero no en vista de las razones de Fajardo sino por las de Cobos. Camacho en breve tuvo que tocar con Saravia, portener gravsimas consecuencias.
que
las atribuciones
la
de ste
lo
procedieron a
organizacin proyectada.
He
sus memorias
"Menudo encargo
el
Me
di a
imaginar
un plan que conviniera al pueblo ahito de servidumbre y costara la menor cantidad de sangre posible y la menor interrupcin en
las
los.
a las autoridades
entonces constituidas y para ello citar a las directivas de los clubes unionistas departamentales y preguntarles: "Pueden tomar la plaza en que actan al recibir una orden ma y
en
el
caso de que
el
XXIII
LA SANCIN DE LA MUJER
Lleg
la
sesin primera.
En
los
a los representantes.
la Asamblea en su dos bandos contrarios se haba trabajado Cabrera, a trueque de ingentes sumas de di-
muchos diputados a firmar un documento en que se comprometan a serle fieles, A los que no pudo comprar los amenaz. A los que no pudo amenazar ni comprar les suplic, recordndoles que haba sido su jefe y protector durante largos aos. Del total de los representantes, haba una parte villana y ruin; otra, la menor, estaba compuesta por aquellos seres que an en las peores asambleas, en ciertos momentos definitivos, no se puede comprar ni intimidar; los ms, no tenan opinin propia; eran la masa amorfa iran a donde fuese la mayora. Por el otro lado los unionistas, desde su rgano de publinero, haba obligado a
;
ECCE PERICLES!
433
cidad y con prdicas personales, haban recordado a los representantes que deban sus enrules a la designacin hecha por el jefe
del ejecutivo, sin que la voluntad del pueblo hubiera podido mani-
festarse en su eleccin
les repitieron
Un
rado y valiente para no temer la prisin y el veneno y cumplir con su deber bastara para que el pueblo tuviera un legtimo repreultrajados.
l
sentante que defendiera su libertad y reivindicara sus derechos Guatemala entera, de un confn al otro, estara con
y velara por su conservacin, dndole en justicia el nombre que supo conquistarse de "padre de la patria". S; an era tiempo. Se sumaban las mujeres a los hombres que tan encendida apelacin hacan a la Asamblea; las esposas, las madres, las novias de los diputados, les pedan que cumplieran con su deber. "Jrame que en el congreso no tendrs otras miras que las de tu patria o me voy lejos de- ti y me llevo a mis hijos, para que no se avergendeca la esposa "Cumple con tu deber", cen de tu poca hombra" suplicaba la madre, y la hermana: "Cumple no slo por la patria y por nosotros sino por ti mismo si te acobardas, el desprecio de los guatemaltecos no nos dejar vivir"; "Si no eres valiente no podr seguir correspondiendo a tu amor", amenazaba la novia "Yo no puedo querer a un cobarde". Y por bajo que hubieran cado los guatemaltecos aquella suprema sancin de la mujer lograba sobreponerse a la voz del miedo. En estas circunstancias y en este ambiente se llev a cabo la primera sesin. A ella asisti un numeroso pblico, tanto de los fieles al gobierno como de los unionistas. Desde los primeros momentos ya se vio que no iba a ser una de aquellas sesiones corrientes a las que estaba acostumbrado Cabrera. Despus de los preliminares de rigor, uno de los diputados se refiri precisamente a que se esperaba que aquel augusto congreso no hiciera simples cumplidos como en aos anteriores, pues los momentos eran muy solemnes para la patria; habl luego del Tratado de Paz con Alemania, que el alto cuerpo haba aprobado en octubre del ao anterior, y de que la conclusin de la guerra haba hecho nacer un mundo distinto al que antes exista otro diputado pidi que se facultase al ejecutivo para pactar la unin con los pases de Centro Amrica, sosteniendo as la tesis de Estrada Cabrera; luego se propuso el
t
434
das sus esperanzas de conservar el poder, pues le dara armas que, en apariencia pedidas para reprimir al comunismo, en realidad Cuando el serviran para combatir a sus adversarios polticos. presidente pregunt si se pasaba al estudio de la comisin respectiva sin darle segunda lectura, la mayora de los representantes
asinti.
XXIV
I
greso proclamase la unin de Centro Amrica, protegiese y sostuviese los trabajos dirigidos a conseguirla pacficamente y convo-
Luego se mocin de varios diputados en la cual se peda tambin que se proclamara la unin de Centro Amrica, pero condio lectura a la
encargo de proponerla y realizarla al poder ejecutivo. En aquel instante, un hombre de los ms comprometidos con Cabrera, Adrin Vidaurre, que haba odo la suprema apelacin "an es tiempo" y se haba dispuesto a obedecerla, tom la palabra manifest que abrazaba la causa del pueblo y ste le correspondi
fiando
el
"Estamos iniciando la lucha parlamentaria del presente el de unin ao con un decreto de la ms alta importancia centroamericana. Dado este primer paso nos quedar expedito el camino para la libertad. A la libertad, oh pueblo !, no se va a saltos. A la libertad se llega por medio de conquistas, de
"ECCE PERICLES!
435
jornada en jornada.
^
la representa-
hay corazones que no tiemblan tened confianza en que ni el temor ni la promesa nos desviarn del sendero de nuestro deber. Yo faculto al pueblo para que me reproche cuando oiga la primera inconsecuencia de mis labios; pero exijo que tenga fe, porque si no tiene fe nuestros trabajos sern infructuosos.
No
primera sesin estamos interpretando sus sentimientos y levantando la voz aqu en defensa d sus derechos. Tiempo hay para que llegue a todos la conviccin de que en la Asamblea de Guatemala late el patriotismo y que ama al pueblo que representa."
la
Desde
la salida
de
la
Asamblea
en hom-
a l, ayer no ms, un sicario del bros a Vidaurre hasta su casa autcrata tributndole durante todo el trayecto una ovacin
triunfal.
'
Dos
das
ms
seor
mejores cabezas de la Asamblea y pronto se dio cuenta de que luchar contra la opinin pblica equivale a estrellarse, y que ms vala hacerse el campen del pueblo que naufragar con el absolutismo sin poder ni siquiera salvarlo de su inevitable ruina. Su discurso fu breve, pero en pocas palabras convenci a todos de que l abrazara la causa del pueblo y ste le correspondi con una ovacin indescriptible. Pidi un voto de confianza para la Asamblea y el pblico, con rara intuicin, se lo dio en el acto, franco y sincero, convencido de que ya no vacilara la augusta Asamblea en el cumplimiento de su deber. A la salida, que se efectu en el mayor orden, el pueblo sigui a su diputado y le llev en hombros hasta su casa, tributndole durante todo el largo trayecto una de esas ovaciones triunfales que por s solas bastan a resolver una
situacin."
Ya no
caba. duda.
La
436
brera proyectaba reducir de nuevo a la esclavitud al pueblo de Guatemala, haba muerto; al da siguiente el decreto de unin solicitado por los patriotas recibi la aprobacin de la Asamblea.
Haban vencido' y
el
cuatro de marzo, en
un alcance
a "El Unio-
El dictador comprendi que la presin de la barra unionista robaba la obediencia de sus diputados, y asustado ms que todo por la ovacin hecha a Vidaurre, orden que a la sesin siguiente acudieran soldados vestidos de paisanos, presidiarios y mujeres de mal vivir. Armados con puales y pistolas y previamente embriagados, llenaron el local destinado al pblico. Tenan la misin de provocar y agredir a los unionistas. Los pocos de stos que lograron entrar fueron expulsados por la polica. La Asamblea nacional careca de jurisdiccin en el interior del edificio en que celebraba sus sesiones. Para que los patriotas no pudieran entrar, agentes oficiales cerraban enrgicamente las puertas del cuartel, donde un jefe de escolta y el director de polica ejercan dictadura plena el presidente del congreso y la comisin de rgimen interior nada podan hacer. JLos unionistas protestaron contra estos abusos y recordaron que el reglamento de la Asamblea daba a su presidente la facultad de pedir auxilio a toda autoridad civil o
le
;
XXV
"TAMBIN VAN A MATAR A LUS TU HERMANO"
Las legaciones de Espaa ^cuyo ministro era el decano del cuerpo diplomtico Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Mxico, reciban diariamente un memorndum del partido, donde se referan las ocurrencias del da y cuanta noticia llegaba a la directiva sobre las actividades de Estrada Cabrera, Hacia el 5 de marzo ocurri un hecho muy digno de mencionarse. Al llegar a la legacin americana el portador del memorndum, recibi de uno de los secretarios una confidencia de la mayor gravedad la legacin tena noticias ciertas de que Cabrera haba dado rdenes de ejecutar sin ms trmites a los unionistas presos. Como es de suponer, el enviado del partido suplic la intervencin inmediata de la legacin para evitarlo. El secretario le hizo ver que,
ECCE PERICLES!
tratndose de
437
un asunto de
no poda
Estados
una
que se presentaba en Guatemala dicha intervencin indudablemente sera beneficiosa para el Partido Unionista puesto que toda la razn estaba d su parte. Al volver a la casa del partido
;
ma
el caso a los directores que se encontraban e Todos estuvieron acordes en suscribir la solicitud, cuya redaccin se encomend a Rafael Pinol. Sin embargo, la peticin no fu remitida porque faltaban las firmas de los directores ausentes. Cuando lleg a la secretara Cobos Batres, le comunic Adalberto Saravia la resolucin tomada y solicit su firma. "Me opongo", replic Saravia dijo resueltamente Cobos. "Es que se trata de salvar la vida' de Tcito y de nuestros otros compaeros que estn en la penitenciara". Y brevemente le explic el informe recibido en la legacin. Cobos tambin se constern pero reiter su nega-
el
enviado expuso
ella.
tiva.
"No
es posible
agreg
que tambin van a matar a Luis tu hermano..." "Pues... que lo maten; pero yo no autorizo eso". El secretario no insisti ms y la nota preparada fu destruida.
Adalberto
El ministro americano, como se ver despus, enrostr
dijo
ni a ese precio".
"Siento decirte
ms
vida a Tcito y a los otros presos unionistas, lo que induce a creer la peticin de la directiva del partido, intervino a
la
matanza.
XXVI
"VIDAURRE SE PRONUNCIO A NUESTRO FAVOR"
Es
insustituible
como documento
Querida Adela
la victoria
Despus de sesenta y nueve das de una batalla gloriosa, comienza a dibujarse en lontananza y todo hace
438
un prximo
triunfo.
La
cuadrilla de cincuenta y un
movida
por siete cabecillas iniciadores y preparadores del movimiento, se ha convertido en un partido enorme que cuenta ya con ms
de sesenta mil adherentes y que abarca toda la repblica. La capital y pueblos enteros estn con nosotros y todo el mundo,
hombres, mujeres y nios, coadyuvan a nuestro triunfo. Las vctimas han sido numerosas, ms de quinientos prisioneros, muchos apaleados, muchos martirizados de diversas maneras, pero hasta ahora slo un muerto, un unionista de Mazatenango que fu asesinado antenoche. La persecucin no ha cesado an, pero el miedo se va apoderando de todos los esbirros y poco a poco van obedeciendo con mayor flojera las rdenes del amo. Este est loco de pnico y vive en una agitacin que
ha reducido fsicamente a su ms mnima expresin. Al que lo han visto ltimamente est hecho un alacrn, y va de tontera en tontera y de barrabasada en barrabasada, hundindose 'cada da ms. Ya nadie duda de su cada inmediata y esto aumenta el pnico de sus allegados y servidores, f refuerza nuestras filas con el enorme continlo
decir de los
gente de los vacilantes y timoratos. Su desprestigio en el pueblo es algo colosal, los golpes que recibe por la prensa y la tribuna son formidables, y la virilidad del pueblo es tal que
lo
que estamos viendo y presenciando todos los das a proun sueo. Nuestras juntas de los domingos son cada vez ms concurridas y a pesar de haber ensanchado nuestro saln a punto de que pueda contener ya unas cinco mil personas, quedan otras tantas afuera por falta de lugar. Se anuncian para las tres de la tarde y hay que cerrar las puertas a las dos porque ya no cabe ni un alfiler. El partido se ha convertido en una federacin que comprende la liga obrera, los estudiantes universitarios, el club de profesionales, el de comerciantes, el de agricultores, el de ferroviarios, el de estudiantes del instituto, todos los clubes de cantn y, adems, las sociedades de tipgrafos, de choferes, cocheros, etctera en todos reina la ms absoluta disciplina si quisiramos, a una simple orden se paralizara la vida entera de la capital, cerrndose bancos, comercios, boticas, panaderas, mercados, talleres, oficinas, paralizndose el trfico de ferrocarri; ;
lECCE PERICLESI
439.
les,
la
que en algunas ciudades y pueblos como Retalhuleu, Quezaltenango, Escuintla, Amatitln, Santa Luca, Antigua, etctera, abarcan la totalidad de la poblacin. Todas las noches y algunas .tardes hay juntas particulares, ya
repblica los clubes
de obreros o de estudiantes, de comerciantes, etctera, y la casa del partido es un hervidero en el que a ciertas horas, como a la salida de los talleres, no se puede discurrir a pesar de que es
muy
clases sociales.
Tenemos cuatro
peridicos
"El Unionista",
rgano del partido, que es diario; dos bisemanales: "El Estudiante" y "El Obrero Libre"; un semanal: "La Unin Profesional" y publicamos adems, infinidad de alcances y hojas sueltas de propaganda; todo se imprime en la misma casa con el material de imprenta que hemos ido acumulando. Los peridicos del gobierno estn periclitando por falta de suscriptores y ya nadie los lee, como no sea los que reparten gratis para combatirnos. Entre stos descuellan "La Mascarada" y "El Bistur" que se editan en La Palma y en los cuales se nos colma de insultos particular y colectivamente. Siguen todava presos en la penitenciara central, los tres Bianchi, Tcito Molina, Emilio Escamilla, Barillas Fajardo, Faustino Padilla, Rogelio Flores, Cuevas del Cid y otros, algunos como el doctor Herrera por simples sospechas de participar en nuestro movimiento, del cual no tena ni noticia. En la segunda seccin, la antigua "Carcelita", est, desde las oonferencias del obispo, don Juan Gonzlez, el ltimo de los llamados pioleros; logramos sacar a los dems, en cuenta seis nios. Mi hermano, que ha sido uno de los ms maltratados, tambin permanece recluido; pero gracias a Dios est ya perfectamente y ya no le molestan en nada. La semana pasada salieron de la tencha Hernndez de Len, una de las vctimas que ms ha sufrido durante la administracin de Cabrera por su brillante campaa periodstica;' Juan Machado, que estaba acusado por hurto de lminas y sobre cuya actitud hay dudas, y otro compaero Alejandro Crdova. de Hernndez de Len
440
que parece muy probable pues ya Cabrera se va convenciendo de que por el camino de las violencias o hace ms que fortalecer y agrandar nuestro partido. Todava, sin embargo, persiste en carcelear gente; ayer se trajeron preso a todo el pueblo de Mixco que es furiosamente unionista, y en Mazatenango encarcelaron y apalearon a dos juntas directivas del club local de aquella cabecera. Pero con libertad de imprenta es difcil seguir apaleando gente, pues se denuncia el hecho, se sacan fotografas de los cuerpos flagelados, se exhiben las ropas ensangrentadas y se acusa a las autoridades ante el poder judicial; esto es lo que menos les importa a los esbirros, pero la indignacin que sienten pesar sobre sus cabezas y el temor de que un da se les piSan cuentas por la justicia, s es un
buen
correctivo.
En la Asamblea ha habido reuniones muy interesantes. primera sesin, creyendo que llegaramos, llenaron la barra de policas, presidiarios y soldados vestidos de paisanos, y no fuimos; a la segunda que no nos esperaban, llegamos en masa y al diputado Adrin Vidaurre, de triste memoria, pero que se pronunci a nuestro favor, el pueblo lo sac en triunfo y lo llev en hombros hasta su casa, tributndole una ovacin como jams se haba visto en Guatemala. A la tercera sesin volvieron a llenar la barra con la hez de los presidios y secciones de polica, todos armados y borrachos, y no fuimos, pues sabamos que tenan orden de asesinarnos a la cuarta volvi la chusma y volvimos nosotros tambin; pero como esta vez no estaban ebrios, no se atrevieron a atacarnos. Las sesiones se verifican en el cuartel que construy Reyna Barrios en la avenida de La Reforma y que ahora, ya reparado, es Academia militar. El saln de sesiones es muy grande; en .la delantera, inmediatamente despus de los diputados, ocupo yo mi puesto con un estado mayor de diez estudiantes; sigue la chusma hasta llenar la mitad del saln y en el fondo se apian los unionistas. A una sea ma se aplaude, se deniega o se protesta, siempre en contradiccin con la chusma que est manejada por Felipe Mrquez, Juan Viteri y Guayo Anguiano, los tres esbirros ms famosos de Cabrera. Los unionistas, que son mu-
la
ECCE PERICLES!
441
chos miles, ocupan adems el inmenso patio y las calles adyacentes al edificio, y siguen las mismas indicaciones y los mis-
mos movimientos de
han podido entrar en
observan desde
tico,
los
el saln.
el
con su
meticulosamente, mientras para los gobiernistas que van armados hasta los dientes se abren de par en par las puertas principales del cuartel. El ltimo da era tanta la aglomeracin de unionistas que estuvimos a punto de perecer asfixia-
me
un mal
todo
capitaneo y represento al partido en todas pblicas, ya sea en la corte o en la Asamblea, las funciones
rato.
Como
Una sea ma basta el mundo me conoce y me obedece. para imponer orden o para encauzar a la multitud; debido a esto soy el que ms aprovecho de todas las emociones populares.
Manuel."
XXVII
ESTO ES
DEMASIADO HERMOSO!
...
que
les faltaba,
recordndoles que
pueblo, para protegerlos y reconfortarlos en su tarea, el partido dispuso hacer una magna manifestacin el once de marzo.
estaba
el
El motivo ostensible fu mostrarles simpata por haber decretado se les hizo saber que se haca en su la unin centroamericana
;
honor y se
noche y
la le
Situ polica oportunidad tanto tiempo deseada. de lnea en la diez y ocho calle, para impedir que pasasen en el desfile mujeres y nios; escalon tropa, ametralladoras y caones
442
de los fuertes de San Jos, Matamoros y La Palma; aposent soldados en la Academia militar con orden de impedir a
la Asamblea que saliera a presenciar la manifestacin; cuid de que en los patios interiores estuviera lista una banda de criminales armados para imponerse a los diputados independientes, y en las troneras los politcnicos de ms confianza provistos de rifles otro grupo de criminales estaba listo para abrir el fuego en los alrededores. Su plan era cuidar de que el cuerpo diplomtico se retirara despus de concluida la sesin, para que no presenciara el asesinato en masa; proceder a ste y probar despus con testigos falsos que los unionistas haban provocado el motn disparando contra la fuerza armada; el ejecutivo suspendera entonces las garantas para restablecer el orden y comenzara a perseguirlos como fieras en la capital y en los departamentos. El once de marzo, a las dos de la tarde, salieron de la casa del pueblo treinta y dos mil hombres en filas de a ocho, sin armas, para poder invocar aquel artculo de la ley que permita las reuniones pblicas y la libre expresin por la palabra hablada o escrita siempre que se cumpliese con el requisito de no llevarlas Azmitia, blandiendo ua bandera de la unin, iba a la cabeza; en el bolsillo del chaleco llevaba el ltimo mensaje enviado por un adicto de La Palma. "Quinientos momostecos con diez tiros cada uno, tienen orden de disparar contra los manifestantes. Doce estn especialmente destinados para el que lleve la bandera". Se haba puesto el mensaje, porque deseaba con l hacer constar que haba entregado voluntariamente su vida por la patria.
;
;
la directiva
de la liga obrera, los estudiantes universitarios, los profesionales, comerciantes, ferroviarios, agricultores... y luego la gran masa De las puertas y ventanas, de los techos, de todas del pueblo. flores caan partes, a los pies de los patriotas; el tributo floral fu sobre todo magnfico durante el trayecto de la sexta avenida. Y era tan bello el espectculo que Luis Pedro Aguirre deca con frecuencia al abanderado
Vaya
moso.
. . !
ms
el
despacio,
don Jos;
esto
es
demasiado herla
Al llegar
desfile
frente al
edificio
de
penitenciara
para
que
los
escuchasen
ensordecieron
jECCE PERICLES!
443
unin ya frente al cuartel donde el ejecutivo tena secuestrada a la Asamblea, una comisin de la junta organizadora compuesta por Manuel Cobos,
el aire
atronadoras vivas a
la patria
y a
la
Demetrio Avila y Jos Arz Cobos este ltimo como bandern de rdei^es entrar quiso al interior del edificio para ofrecer el desfile que se haca en su honor; fu rechazada con brutalidad por un esbirro al que la propia Asamblea en sus sesiones del ao anterior haba expulsado por delitos graves cometidos en un burdel y tuvo que buscar una puerta lateral all
Adalberto Saravia,
J.
del edificQ,
el
cuando concluy
la sesin,
al fin
an
se le
cumpli su cometido. El presidente -don Arturo Ubico varios diputados aceptaron; meny daces esbirros de Cabrera los increparon a gritos de traidores por su asentimiento, hasta que les impuso silencio el diputado Jorge Ubico, amonestndoles con indignacin y hacindoles huir ame-
drentados.
Al querer pasar don Arturo y los que le acompaaban por la pequea puerta de acceso al segundo patio, los soldados dirigieron sus armas contra ellos, impidindoles avanzar. Entonces el dipu-
"Paso a la representacin Asamblea, en vez de oponrselas!" Beteta ese da se creci; era pequeo de estatura; pero pareca haberse agigantado; su voz era estentrea. Cobraba de pronto la majestad de un Mirabeau en la tribuna. La conminacin y la alta dignidad del que la pronunciaba se impusieron y los soldados dejaron pasar a la representacin nacional. El cuerpo diplomtico sali tambin en medio de veinticinco soldados vestidos de paisanos. De acuerdo con las instrucciones de Cabrera, se les ofreci vehculos para su regreso pero rehusaron diciendo que podan cuidarse solos y se pusieron sobre un parapeto; tras ellos se cerr la puerta de la Academia al resto de los concurrentes. La guardia de la escuela prepar sus fusiles, haciendo blanco en el pblico un brazo de hierro cay sobre el hombro del que los mandaba y una voz terrible le orden "alto" cuando iba a dar la voz de fuego; eran la voz y el brazo de un patriota' que llegaba en el instante decisivo y se haca obedecer. Un grupo de soldados vestidos de paisanos corri a tomar las armas. Los
:
nacional.
Presenten
las
armas a
la
444
diplomticos indignados prohibieron que se las dieran y el real diputado Manuel Maria
Girn, sorprendido in fraganti, baj obedeciendo a regaadientes, aunque un energmeno volos
derramamiento de sangre".
la cabeza,
ciferaba
"Dnde estn
rifles
para concluir
Se haban frustrado
:
pero no todas algunos de sus servidores, respaldados por ametralladoras y bayonetas, dispararon sobre el pueblo indefenso; muchas
victimas cayeron a sus disparos.
"Ajusta al de la banAzmitia escuch una voz que deca: dera". Una anciana se colg del brazo del esbirro que iba a obedecer aquella orden salvaje. Un entusiasmo delirante corra por la muchedumbre; los espectadores ya no podan permanecer indiferentes, y gritando corran a engrosar las filas; las mujeres estorbaban la direccin de los proyectiles, cubriendo con sus cuerpos a los estudiantes y obreros amenazados; un obrero caa de rodillas, rompiendo su camisa mostraba su pecho desnudo y gritaba: "Hiranme, cobardes;
estamos dispuestos a la muerte por la libertad"; una mujer con una nia de corta edad en los brazos se arrodillaba a su lado sin pensar huir de la matanza y en actitud de piadosa entrega a la voluntad "Seor, Seor, slvalos, extiende sobre el puedivina, deprecaba: blo tu providencia". La multitud pasaba con las manos en alto, para protestar de que se les asesinaba a mansalva; pero pronun-
ciando
la
palabra "Adelante".
Un
masa de gente
senta,
indignado, no tener armas, porque su carcter no era para la resistencia pasiva, a la que obedeca sin embargo, de pronto vio a una
mirada erguida y amenazadora, hablaba con indigque serva a Cabrera, aunque ste haba hecho morir en el cadalso a su padre corri el espectador a protegerla y al acercarse vio que Viteri, ante la femenil mirada, bajaba la cabeza avergonzado y oy las palabras que la muchacha No puede resistir ni la mirada de una mujer". le deca " Cobarde Viteri volvi al cinto el revlver que tena en las manos y exclam Fjense que yo no he disparado. Cuando la muchacha contempl al unionista a su lado, le
la
Viteri, el esbirro
ECCE PERICLES!
445
dijo
severamente
"Vuelva a su puesto
no necesito de su protec-
cin".
La
La joven recordaba que Cabrera haba hecho morir a su padre. El presidente don Arturo Ubico pidi que siguiese el desfile y se le obedeci, aunque Federico Castaeda Godoy an no haba pronunciado la oracin acordada. La columna, dando vuelta por otra calle, regres en el mayor orden hasta disolverse frente a la casa del partido. En los campos de La Reforma haba dejado un cadver, el del joven Benjamn Castro, barbero de la peluquera
"Londres"; veinte personas ms, entre las que se contaban mujeres y nios, estaban heridas, algunas de gravedad.
La noticia de estos sucesos sangrientos lleg hasta el abanderado por medio de varios mensajeros; pero don Jos les impuso silencio saba que continuar el desfile era triunfar y no quera que el miedo desbandara su hueste. Al regresar don Jos, rendido, a su mansin, encontr otro mensaje que se refera al primero recibido aquel da y que lo
;
rectificaba
"Vengan
l,os
momostecos
se
han comprometido
no
dispararles".
un
tercer mensaje:
Al amanecer del da siguiente y con igual procedencia recibi "Lo tenemos todo listo para asesinar a Cabrera
haremos". La contestacin inmediata fu "Guardaos de ello no lo perdonaramos nunca". En un alcance a "El Unionista", protest el partido de este nombre contra la vil acometida de Cabrera a un pueblo indefenso.
lo
:
aqu en La Palma.
verificaba en
Antes de iniciar este histrico desfile, el primero que se Guatemala despus de veintids aos de rgimen
:
Manuel Cobos
Batres,
Castaeda Godoy, Silverio Ortiz y Demetrio Avila, acordaron que la bandera centroamericana sera llevada alternativamente y durante una cuadra por cada uno de ellos el primer turno corresponda a Jos Azmitia. Azmitia empu el pabelln con marcial arrogancia. Pas la primera cuadra, la segunda, la tercera, la cuarta y el valiente procer pareca ignorar lo convenido. Nadie le reclamaba, sin duda porque todos estaban convencidos de que no aflojara
:
la
prenda.
446
Cuando
despus de tres horas de marcha, rendidos por la fatiga y por las emociones, sudorosos y polvorientos. Castaeda Godoy se desplom en un silln y, como hablando consigo mismo, exclam con des"Si don Jos Azmitia agarra la cebolla como agarr el aliento
:
.
'.'
XXVIII
"PUES SIRVE USTED
MAL A
SU
AMO"
la
1.1
manifestacin del
"La marcha triunfal de los manifestantes en el tramo comprendido entre el puente de la Penitenciara y el bulevar de La Reforma era visible desde algunos puntos de La Palma. En el ms elevado se hallaba Cabrera, que a travs de sus anteojos de larga vista segua con avidez todos los movimientos de la columna, que le ha de haber parecido interminable y no menos desconcertante su marcialidad y disciplina. Las rdenes que haba dado a sus tropas y a sus esbirros ms famosos eran realmente macabras pero los repetidos fracasos de sus agentes, la creciente debilidad que mostraban ante el empuje cada da mayor del partido unionista, le hacan desconfiar de los resultados de la proyectada hecatombe. Con qu satnica alegra ha de haber escuchado las primeras deLa refriega comenzaba tonaciones de las armas de fuego
bien!"...
endemoniado presidente, que se perda en conjeturas sobre Los instantes se le volvan siglos, el lo que estara pasando. crescendo que esperaba en la batalla no se produca. "Qu pasar? Qu diablos hacen las tropas? Por qu no disparan
las ametralladoras?
Qu
"El tiroteo comienza a debilitarse y muy pronto slo se oyen disparos sueltos. Por qu suspenden?... Por qu " Ah, canallas! Cobardes! Tradono se oyen ms tiros?.
.
ECCE PERICLES!
res
447
Me las
pagarn
Me las
bandidos!"
"Todos
los
La
Palma refirieron ms tarde, que jams haban visto a su amo ms enfurecido, ms desorbitado, ms rabioso que en las horas que siguieron a la gran manifestacin. Cada uno de los jefes militares y de los esbirros que regresaba a dar cuenta
de los sucesos, era recibido con una andanada de los insultos, de los sarcasmos, de las injurias ms hirientes. A los principales los abofeteaba, los pateaba, los cruzaba a latigazos, hasta que el cansancio al fin hizo su efecto y el abatimiento sustituy a la furia."
"Al da siguiente, y segn su costumbre, trat de echar sobre los enemigos la responsabilidad de los sangrientos atentados del 11 y comenz a urdir el proceso correspondiente.
Una de
la
de
la doctrina cabrerista, la la
Modesta Sandoval
Leonarda Camacho,
,
rompi el fuego Lola Prez y la Guadalupe Cantoral presentndose como acusadora en una hoja impresa. Segn
esa hoja,
el
mano armada a la fuerza pblica haba sido el "insolente Cobos". Como cmplices mencionaba a varios sujetos desconocidos y
al
la polica,
cuya de-
Desde luego comprend que mi captura era inminente. Los muchos espas que siguieron a la directiva durante la marcha del 11 y que no
claracin servira de cabeza de proceso.
cesaron de observar todos sus movimientos, pudieron darse cuenta de que el nico director que daba rdenes a diestra y siniestra como un general en jefe,, era yo, pues hasta Luis Aguirre que es tan mandn, no ordenaba directamente
sino sugirindome a m lo que a l se le ocurra. Esto se explica porque en todas las manifestaciones pblicas anteriores, ante la corte de justicia y ante la Asamblea, era yo el nico caudillo, cosa que haca creer a Cabrera "que mi papel era el de un simple jefe de claque". Esta vez, sin embargo, el dictador ha de haber pensado lo que el director Francisco Fajardo dijo ms de una vez en son de queja: que yo era el Cabrera de la
directiva."
"Maquinando
el
448
cuando recibi los primeros telegramas de los jefes polticos de las provincias, informndole de la excitacin que estaban causando entre las poblaciones las noticias de lo ocurrido en
Guatemala. Estas, como pasa siempre, llegaban abultadsimas, pues se hablaba de centenares de muertos y heridos, exagerndose hasta la hiprbole el herosmo de los unionistas
de
las
la capital.
las con-
En
primeras horas de la noche, las autoridades de occidente informaban que la excitacin iba en aumento y que pareca inminente una sublevacin general. Tantos y tan repetidos fueron los despachos alarmantes, que dieron al traste con la serenidad del dictador, quien dominado por el miedo y sin medir las consecuencias, solicit del cuerpo diplomtico que mediara entre su gobierno y la directiva del Partido Unionista para obtener la inmediata pacificacin del pas. Este paso significaba el reconocimiento de beligerancia del partido enemigo, de aquel "pequeo grupo de facciosos", por el que afectaba un soberano desdn. "Como a las 11 de la noche de ese da 12 de marzo, los encargados de negocios de Inglaterra y de Francia y el primer secretario de la Legacin americana se dirigieron a las oficinas de la directiva del Partido Unionista y llamaron por una de las ventanas a Camacho, que a esa hora ya se haba recostado, pues viva y moraba al pie del can. Brevemente le informaron del motivo de tan inesperada visita, y, despus de un cambio de impresiones, Camacho se mostr dispuesto a calmar a las poblaciones de occidente por medio de un telegrama circular, como lo solicitaba el gobernante, pero no sin que ste se comprometiera ante el cuerpo diplomtico a no cometer nuevos atropellos contra los unionistas, a poner en libertad a todos los presos, a reintegrar a sus hogares a los deportados y a garantizar el libre ejercicio de los derechos polticos para lo sucesivo, todo lo cual debera establecerse en un tratado en presencia del cuerpo diplomtico y bajo su garanta. Portadores de esas condiciones volvieron a La Palma los distinguidos diplomticos."
"Para
ciones era
el
soberbio
Cabrera,
aceptar
aquellas
y,
imposisin em-.
ECCE PERICLES!
bargo, acab por someterse, no sin
regateos."
449
muchas
vacilaciones y
Cerca de
altos
la
una de
el
la
madrugada regresaron
al partido los
comisionados con
solicitud para
que
inmediatamente.
el
Camacho
sali
que en esa fecha pasaban ya de cien. Esos el norte; Jalapa para el oriente; Quezaltenango, Retalhuleu y Coatepeque para el occidente. Al presentarse Saravia en el telgrafo con el despacho cifrado, el empleado "No puedo aceptarlo en clave". le dijo: porque replic Saravia Pues sirve usted mal a su amo slo instrucciones contiene que que l es el ms interesado en las y sern reconocidas como autnticas por ir en nuestra clave. El telegrafista lo transmiti en el acto.
los clubes unionistas,
XXIX
haba PUESTO AL FIN SUS MANOS SOBRE EL
En
la
para ajusfar
Eran stos los seores licenciados don Francisco Fuentes, don Juan S. Lara y don Mariano Lpez Pacheco, El partido tambin nombr a los suyos Luis P. Aguirre, doctor Julio Bianchi, Emilio Escamilla, Demetrio Avila y Silverio Ortiz, incluyendo a Tcito Molina para apresurar la libertad de Cabrera comprendi el tiro pero slo consinti en que conste. curriera Molina bajo la custodia de la Legacin americana, y con la condicin de que una vez teripinara cada una de las conferencias volviera a la crcel. La libertad definitiva prometi el tirano la obtendra con sus dems compaeros cuando se ultimaran las
: ;
negociaciones.
Tcito,
yendo por l a la prisin y devolvindolo al finalizar la conferencia. El segundo da lo retuvo a cenar en su casa y lo llev
450
hara responsable a
valiente.
al
ms
Por
fin
luego.
la
El presentimiento de Cobos de ir a la crcel se cumpli muy El mismo 13 por la maana, al visitar a su hermano Luis en
llamada "Carcelita", fu detenido l tambin y encerrado en una de las lgubres bartolinas conocidas con el nombre de Las Tres Maras. La noticia de esta captura caus verdadero desagrado a los diplomticos, puesto que se efectuaba pocas horas despus del compromiso que Cabrera haba tomado con ellos, en su calidad de intermediarios con la directiva unionista, de libertar a los presos polticos. Acudieron prontamenlos representantes extranjeros te a La Palma y al presentar sus reclamaciones al dictador, ste se excus con que la orden de captura haba sido dictada la vspera y no se haba acordado de dar contraorden, pero que lo hara inmediatamente y as lo hizo. Slo durante tres horas y ya demasiado tarde, Cabrera haba puesto al fin sus pecadoras manos sobre el remendn del cuento.
XXX
VISTIENDO EL HABITO BLANCO DE LOS DOMINICOS...
El director de la polica secreta era pariente de Cabrera y su mano derecha todos en la mansin presidencial saban esto por eso cuando forz la entrada al aposento en que estaba recluido
;
el
soldado que
la
guardaba,
una grave
noticia
el
En
la entrada porque llevaba a su amo que deban comunicarle sin perder un segundo. recinto violado se encontr con un espectculo im-
lECCE PERICLES!
previsto
451
don Manuel
una Virgen
del Rosario.
Cabrera se irgui al or entrar a alguien; lo reconoci y le dijo amenazador, sin esperar que le hablase: Esto slo usted lo ha visto. Fjese bien: slo usted lo 'ha Estaba cumpliendo un voto. visto. El director se deshizo en excusas, justificndose de su entra-
da por la importancia de la noticia que tena que comunicarle. Hizo su relacin y sali maldiciendo su suerte por haber visto lo que haba visto. La vspera, durante la noche, don Manuel se haba encerrado con unos brujos momostecos para que le vaticinasen la suerte de su guerra con los unionistas. El vaticinio no debi ser muy favorable cuando de tal modo haca oracin a la Virgen del Rosario. A los pies de la imagen cristiana cumpla con sus deberes a la parte de sangre espaola que llevaba en sus venas. Y es que don Manuel se crea perdido. La manifestacin del 11 lo haba asustado.
XXXI
AUNQUE LAS DOS ERAN REPRESENTACIN DEL PUEBLO, LA MAS GENUINA ESTABA CONSTITUIDA POR LOS DOS OBREROS ...
El 13 de marzo empezaron en presencia del cuerpo diplomtico las sesiones acordadas entre representantes de ambos
bandos.
He
meras.
aqu
cmo cuenta
"Propone el ministro ingls que las conferencias se llevaran a cabo en la Legacin americana. El licenciado Valladares, que es uno del cuerpo consultivo, aprueba las conferencias, no para obligar a que Cabrera camine dentro de la ley,
sino para exhibirlo tristemente ante el cuerpo diplomtico,
de todas sus farsas y lo mentiroso que es de no cumplir sus promesas. A las dos y media entramos a la Legacin americana ya nos espera el cuerpo diplomtico.
;
452
ltimo en entrar. Se abre la sesin. Don Tcito propone el primer punto para su discusin, que es "que el gobierno se comprometa a que las autoridades y funcionarios pblicos sin
:
excepcin, respeten y cumplan las leyes de la repblica"; se pone a discusin. Todo esto es en ingls. Los dos obreros no entendemos lo que estn discutiendo, solamente servimos de comparsas pero s entendemos cuando la presidencia se dirige a los delegados de Cabrera preguntando si estar bien discutido y si se aprueba. Los delegados de Cabrera dijeron que Segundo "que se ordenara la libertad de los reos y detes. nidos polticos". Tercero "que se ordenara la restitucin a sus hogares de los reos polticos que se encuentran confinados en otros puntos". En lo que estn discutiendo, le pregunto a don Eduardo, que est a mi lado, en voz baja, de qu se trata, y me explica el punto segundo y tercero. Como en esto no tienen facultad los delegados de Cabrera para aprobarlo, se entretienen mucho en discutirlo y aprovecho la ocasin: pido la palabra; todas las miradas se dirigen a mi humilde persona y digo "Honorable cuerpo diplomtico. Bien sabido est que en todos los pases cultos, existen partidos cuya tolerancia es motivo de orgullo para los gobiernos. Aqu en Guatemala pasa lo contrario a los que estamos afiliados en un partido poltico, que no sea el oficial, se nos apresa, se nos flagela, se nos levantan falsos procesos, o, en ltimo trmino, se nos excluye rpidamente en forma harto misteriosa. Que se recuerde la prisin de los periodistas Alejandro Crdova y Federico Hernndez de Len, la de tantos centenares de nuestros compaeros, y asimismo el flagelo que ha sufrido la mayor parte de
;
ellos".
El ministro ingls tradujo mis palabras al ministro americano y se resolvi por fin que los delegados de Cabrera gestionaran la libertad de los presos. El ministro americano se dirigi al seor Lara reforzando mi dicho, que toda la razn la tena el obrero que acababa de hablar, segn me dijo uno de mis compaeros. Se termina la sesin. El da 15 se discuten los puntos cuarto y quinto, pero los delegados gobiernistas no resuelven nada sin que Cabrera
ECCE PERICLES!
453
lo
tal
apruebe.
que
la
Volv a
tomar
Ya
palabra para decir: "Honorable cuerpo diplomtico: conocida es la farsa de Cabrera se han discutido los puntos
;
segundo y tercero y a la fecha nada contesta; se burla del pueblo y del cuerpo diplomtico para seguir saciando el despotismo en los departamentos con los ciudadanos indefensos que estn apresando, hasta nios, mujeres y ancianos. A la vista est prometiendo, como lo ha hecho en cada reeleccin, que jura y perjura cumplir con la constitucin y cada vez lo hace peor. Si nosotros, los hijos del pueblo, quisiramos, ya
estuviera arreglado este enojoso asunto; pero no,
buscamos
los
medios pacficos y legales y si el presidente no cumple sus promesas de ms est aqu la representacin del pueblo. Perdonad, cuerpo diplomtico, mi tosco lenguaje; pero as habla el obrero con el corazn en la mano". Mis palabras se las tradujo el ministro ingls al americano. El ministro americano se dirigi a los delegados de Cabrera con voz fuerte y ceudo entrecejo. Estos seores no hallan qu contestar y se dirigen al licenciado Fuentes, echndole la culpa, por ser el que preside la comisin. El seor Fuentes parece que es buen hombre, pues se avergenza. Terminada la reunin, en el corredor me abraza el joven ministro mexicano para felicitarme. Pronto se acerca el secretario de la legacin americana y me dice "El seor ministro tiene deseos de conversar con usted". Me lleva a la antesala que est en el corredor. El ministro habla muy poco el espaol, pero s le entiendo. En algunas frases el secretario nos sirve de intrprete. Me dice el ministro "Me complace ver reunido al pueblo de Guatemala, que ha formado un partido que abarca toda la nacin. Supongo que es la primera vez que este pueblo se rene, por no saberse en la historia que se haya hecho en otros tiempos". Le contesto "S, seor, en Guatemala no ha habido partido independiente; una que otra vez han lanzado candidatos a la presidencia fuera del oficial; pero son pequeos grupos que les llaman conservadores y esto ha servido para darle legalidad al oficial, porque le bastan y sobran los veintids departamentos donde existe la mquina humana que nos aplasta, que es una inmensa mayora de indios que solamente obedecen
:
454
enumerando todas las personas que Cabrera ha mandado asesinar, lo mismo que las que ha mandado envenenar, que en su mayora han sido generales, los que no se doblegan a su tirana. Respecto a la prensa, sus directores son hombres
irle
sin
pudor
tituirla
esta palabra no me la entienden y tengo que suspor la de "desvergonzados" que s conocen que
nen endiosndolo.
a estos tiranos".
les tira el
amo
se mantie-
el
"No, no se apresura a manifestar representante bienestar de estos estadounidense mi gobierno vela por pases, porque ustedes no tienen pueblo, hasta hoy que conversacin. "En cuanto estn formando" y me cambia
el
;
el
lo
la
porque tendr que intervenir para que no pase eso, no oficialmente, sino como particular, porque el gobierno de ustedes no est reconocido por el de nosotros legalmente, por lo cual no podemos hacer nada por ustedes". Me parece que el ministro americano ya se lo haba hecho saber a Cabrera que se abstuviera de cometer cualquier crimen con los altos personajes del partido. Al llegar al partidp Luis sufr una reprimenda de parte de uno de los directores hice, lo haber hablado en la forma que por Pedro Aguirre ante el cuerpo diplomtico; se lo comuniqu a Demetrio y dispusimos no llegar ms a las conferencias, y que lo arreglaran solamente ellos, los seores, porque nosotros no servimos para nada; o como se dice vulgarmente, slo servimos para meter la pata. Esto pas el da 16 de marzo. Reunido el cuerpo diplomtico y las delegaciones ese mismo da, el ministro plenipotenciario de Espaa al abrir la sesin pregunt por la representacin obrera, y como se le diera por contestacin que los delegados obreros no asistan porque Cabrera no cumpla con lo ofrecido respecto a la libertad de los presos, aquel alto funcionario, decano de los diplomticos y presidente de las sesiones, dijo ms o menos as
lECCE PERICLES!
455
faltar la repre-
mi
juicio,
constituye la verdadera
representacin del pueblo". Y as pudo acordarse que una comisin del cuerpo diplomtico, compuesta del excelentsimo
seor ministro de Francia y del honorable ministro ingls y el secretario de la legacin americana, pasara a abocarse
con Estrada Cabrera, indicndole que el pueblo renunciaba a or a sus delegados en tanto no se cumpliera con la prometida libertad de los reos polticos. El cuerpo diplomtico espera la contestacin de los delegados; como a la hora regresan dando aviso que Estrada Cabrera se ha comprometido a poner en libertad a todos los presos. Al da siguiente, 17 de marzo, efectivamente, todos recobran su libertad."
Como
que dentro de
los
delegados del Partido Unionista a las mencionadas conferencias de marzo, aunque todos eran representacin del pueblo de
Guatemala,
ros; y
la
ms genuina estaba
uno de
para con-
Slo la solicitud de los diplomticos, presionados por el delegado obrero, influyeron en el nimo de Cabrera para decidir esa libertad? No; influy acaso y mucho, la oferta del gobierno americano, que le fu hecha el propio 17, de que si cumpla determinado requisito, volvera a l el apoyo estadounidense.
seguir la libertad de los reos polticos.
El da anterior segn informe del 19 de enero de 1921 enviado por el Secretario de estado interino. Norman H. Davis al presidente Wilson Estrada Cabrera manifest al ministro ameri-
cano "que vea la situacin en Guatemala sumamente seria y que pona la suerte de su pas en manos del gobierno americano". El departamento de Estado, esperando que algunas reformas vitales tranquilizaran la agitacin existente, instruy a Me Millin, el 17 de marzo, para poner en conocimiento del presidente Estrada Cabrera, que el gobierno americano declarara pblicamente tener confianza en sus promesas y ver con horror cualquier intento de derrocarlo, si haca una proclama pblica reconociendo los derechos garantizados por la Constitucin y comprometindose a no reprimir la actividad poltica normal del pueblo y a no hacer ms arrestos por mo-
456
Adems, privadamente, deba dar su palabra de cumplir estos tres puntos, as como de que bajo ninguna circunstantivos polticos.
cia atormentara o apaleara a sus gobernados.
tal
proclama.
Pero ese
mismo
17 de marzo,
como
polticos.
Probablemente las dos solicitud de los diplomticos y oferta del gobierno americano consiguieron tal decisin. En el referido informe de Davis se cuenta que el capitn Jackson de la marina de Estados Unidos haba manifestado, aludiendo a la propaganda de los unionistas, lo siguiente "Hay juntas diarias del pueblo con disciplina maravillosa. Ningn hecho fuera de la ley, puesto que desean lograr sus fines sin derramamiento de sangre."
XXXII
CUIDABA SU REPUTACIN DE LIBREPENSADOR
En
la
maana
rquiem en San Francisco por el alma de las vctimas de la causa, asistiendo toda Guatemala y en cuenta los cabecillas libertados, salvo Tcito, que cuidaba mucho su reputacin de librepensador. La orquesta y los cantos resultaron magnficos, pues todo el mundo puso la mejor voluntad. Haca ya mucho tiempo que no se escuchaba tan buena msica en Guatemala. En su quinta carta secreta, Cobos hace estallar un grito de victoria que mueve todos los cascabeles de alegra, celebrando la libertad de los prisioneros polticos.
"Guatemala, 18 de marzo de 1920.
7S das de batalla.
Querida Adela:
Ayer ha sido un da de triunfo. Todos los presos de la creemos tambin que los de los departamentos y los deportados a climas mortferos, que eran muchos, fueron puestos en libertad.
capital y
ECCE PERICLES!
457
Ya puedes imaginar
el
y a todos los compaeros. Fu una tarde de frenticas ovaciones. Todos entraron cargados al club, algunos de,sde una cuadra de distancia, en medio de una multitud delirante de
entusiasmo.
Tcito y Bianchi, las dos figuras
ms populares
Por
la
noche,
la
Liga obrera, a
la
un
auditorio de
cuatro mil personas, se reprodujeron las ovaciones, que se han de haber odo hasta en La Palma. Fu el desquite de todas Todos los presos estn en perfecta las felonas de Cabrera. salud y felices naturalmente. Luis, que es de los conocidos el que ms ha sufrido, se halla perfectamente repuesto y glorioso, pues aunque todos esperaban aquel recibimiento entusiasta, el buen xito super todas las previsiones. Fu un mal da para Cabrera; en la maana todo el personal de correos se haba presentado al club a inscribirse como unionistas y luego comenzaron a llegar los telegrafistas y los empleados de Aduanas. Una a una van cayendo en nuestras manos todas las instituciones del Estado. Fltanos slo el ejrcito, pero ste se halla tan minado por el unionismo, que ya no puede servir de sostn por mucho tiempo al tirano; toda la penitenciara central, del coronel al ltimo hombre, es unionista. En el mismo pie est la segunda seccin y las guarniciones de los cuarteles tambalean. Cabrera se quedar solo, pues sus principales esbirros andan escondidos y ya nadie los ve; estn todos muertos de miedo. En los departamentos la propaganda se va extendiendo como un incendio. Ya son muchas las poblaciones donde los jefes polticos y comandantes locales, despus de haber agotado todos los medios de represin, se cruzan de brazos y dejan correr el movimiento. Hasta anteayer no ms hacan en algunas cabeceras aprisionamientos en masa de hombres, mujeres y nios, y el palo y las deportaciones no han cesado an del todo pero Cabrera, alarmado ante la actitud del occidente de la repblica, decidi parlamentar por medio de todo el cuerpo diplomtico, que en su totalidad simpatiza con nosotros y hemos tenido una serie c^^ conferencias en las cuales se han discutido nuestras demandas. Todava no se ha lie; ;
458
queremos que sea una revolucin pacfica y del ms puro civismo, a fin de que sirva de enseanza al pueblo y se convenza de que no hace ninguna falta el recurrir al gastado expediente de las revoluciones, cuartelazos y atentados para acabar con las tiranas. Que se sepa defender y se organice para
lo futuro no se deje imponer nuevos dspotas. Ya nadie duda de nuestro completo triunfo y ya slo es cuestin
que en
de das el barrer con el tirano y establecer un gobierno popular. Cabrera, como est encerrado en su Palma, atenido a los informes de sus paniaguados, no se da todava cuenta de su verdadera situacin y a eso se debe su obstinacin en aferrarse al poder, lo cual puede costarle la vida, pues sus
mismos
Hoy por
hoy nadie sufre tanto en Guatemala como los generales y "tropas que estn todava a su servicio, y no sera extrao que una de estas noches le dieran la puntilla; pero esta eventualidad ni nos inquieta ni nos ilusiona, pues no tenemos necesidad
de
ella
para triunfar.
afectsimo,
Tuyo
Manuel/'
XXXIII
aqu hay bonitas muchachas
.siones
Desde, el mes de febrero el partido haba designado comique fueran a propagar sus ideas en los departamentos y establecieran clubes en ellos. Una de las ltimas fu enviada el diez y nueve de marzo a Solla. La formaban J. Epaminondas Quintana, Manuel Beltranena y Carlos Padilla estudiantes de medicina prximos a graduarse Julio Garca Salas y H. Abraham Cabrera.
ECCE PERICLES!
459.
muy
an la represin ms dura y sangrienta. Acababan los miembros de l,a comisin de llegar al hotel de Solla, cuando un oficial de la Jefatura les dijo que el general deseaba hablarles. Dispusieron dividirse en dos partes una obedese poda esperar
:
pues se tema que Jos Los designados para afrontarlo fueron Garca Salas y Manuel Beltranena el secretario de la Jefatura, al verlos, se puso plido; ya los consideraba como
unionista,
aprovechando
los
instantes,
de Seor San Jos, en que el terrible emborrachndose con sus familiares y amigos hasta perder la razn y acabar a tiros, ao con ao. En ste se encontraba sobrio los malditos unionistas le haban
cadveres. Aquel da era
el
echado a perder
la fiesta.
el
Aunque llevaban
temor en
el
General, cmo ha estado? salud El general, tambin amable, contest Bien. Y ustedes?
Su
las contiendas entre los
hombres,
Flores
;
Muchachos pregunt
me comprometo
si
vinieron a pasear?
;
Yo
a darles
un
da alegre
uno o varios
les propor*
No,
Esto
un
club unionista
profiri Beltranena.
;
pero ahora no para que estn las cosas claras y sepamos a qu atenernos unos respecto a otros, bueno es que lean este telegrama del seor presidente.
Lo puso ante sus ojos; deca: "A Jefe Poltico, Solla. Tengo entendido que llegarn a esa cabecera comisiones de pseudounionistas a fundar club poltico. Se lo prevengo a usted para que
a su llegada proceda contra ellos, de conformidad con los artculos del cdigo militar que sancionan la traicin y la sedicin."
460
la traicin
la
rdenes del jefe sin misericordia. Se pona serio haba pasado la hora de las frases amables. Pues tambin usted sepa a qu atenerse: haremos todo posible por fundarlo afirm quietamente Beltranena. lo Les va la vida. Nuestras madres nos desecharan, nuestras novias no volveran a hablarnos, si ahora no cumplimos con nuestro deber. Flores lo comprendi y llam en el acto al jefe de la escolta.
;
Reduzca
Salas y Beltranena se entregaron; haban hecho bien en dividirse; mientras ellos eran conducidos a la municipalidad indgena, donde se les redujo a prisin, los compaeros formaban el club unionista en la casa familiar de H.
Abraham Cabrera.
La poblacin haba hecho un gran recibimiento
;
a los delega-
dos hasta entonces libres el club fu formado en medio de un gran entusiasmo; al clausurarse la sesin inicial, la gran masa de la poblacin corri al lugar en que Beltranena y Garca Salas estaban
tambin presos,
visitantes
el
detenidos; les llevaron comida y colchones. Pronto se les reunieron, los compaeros hasta entonces libres. Al fin los
se fueron;
meditaron melanclicamente; todos crean en la prxima muerte. Al anochecer del da siguiente lleg un delegado de Flores. Hay que partir les dijo.
.
las caras.
conviccin
Lleg Flores
era joven
la corbata.
Oiga, general, dijo Beltranena, furioso porque prxima muerte fjese que me pongo hasta
,
jECCE PERICLES!
461
No
el hotel.
podemos
dejamos en
Creyndose muerto en un prximo futuro, insisti tanto y en l haban dejado con tanta insolencia en recobrar su equipaje que al fin Flores dijo sus revlveres Est bien, vaya. Y luego dirigindose a un subordinado Acompalo t y que vea cmo ha quedado ese maldito
hotel.
En compaa de
largo rato intilmente.
Ya desesperado
a partir,
cuando una
Me
bulla.
dejaron sola
^dijo.
Beltranena entr
al hotel:
ridades se haban incautado de su equipaje y del de sus compaeros; regres a la municipalidad indgena; sus compaeros
haban partido. Le presentaron un caballo; mont en l. ^A la salida del pueblo encontrar a sus amigos le grit por despedida Flores que an estaba all. Parti, acompaado de un guarda, tambin a caballo; un fuerte instinto de vida lo empujaba a las medidas extremas; en vez de seguir por el camino que lo reunira con sus compaeros tom por otro que iba a un pueblecito cercando. Ech el caballo al mximo galope. Su escolta, mejor conocedora del terreno, en una vuelta le sali al paso. Beltranena se prepar a una lucha cuerpo a cuerpo; acaso en ella encontrara, una postrer probabilidad de escapar a la muerte; el esbirro se dio cuenta de su actitud; le dijo: No sea tonto, doctor; clmese: todo el pueblo est con ustedes, hasta nosotros, los policas. Despertamos a los sololatecos y les esperan a la salida de la poblacin, para evitar que les hagan dao primero nos matan que obedecerlos. Beltranena sinti que era verdad haban vencido ya poda dar por muerto y enterrado al tirano el contagio del patriotismo llegaba a todas partes y lo invada todo. Los unionistas, al. dejar para el ltimo momento la plaza fuerte de Solla, en que reinaba un cruel comandante, procedieron bien; haban llegado en el ins-
tante oportuno.
462
Se reuni a sus compaeros. La comisin, acompaada hasta entonces por un pueblo que la ovacionaba y la llenaba de ddivas y agasajos, tom en Patulul el tren de regreso.
XXXIV
"USTEDES INVITARON A LA JUVENTUD"
Hacia
el.
20 de marzo Eduardo
Ustedes
y no
el
invitaron
profiri a
la
instrumento poltico para entregarnos al yanqixi. Los directores, extraados, le preguntaron a qu se deba
la
esa actitud.
En
Liga obrera
una solicitud de intervencin extranjera. Era cierto lo afirmado por Mayora. Cobos y Castaeda Godoy corrieron al lugar donde se asentaban las firmas, en el mismo edificio del partido, y aun antes de hablar ya Castaeda Godoy coga el texto de la solicitud y lo haca
cientas firmas
pedazos.
hermano de un
buena
fe
de
los artesanos,
quin
XXXV
"SOMOS
60,000
OBREROS ..."
"El Unionista" apareci el 15 de enero. de febrero se public por vez primera "El Estudiante"; a mediados del mismo mes "El Obrero Libre"; y
visto,
Como ya hemos
En
lECCE PERICLES!
463
en
los
Todos
partido,
estos
rganos
del
que Cobos llama "la gran sinfona unionista". Las daba "El Obrero Libre", las ms graciosas "El Estudiante", las ms moderadas "El Unionista". En cuanto a "La Unin Profesional", tambin segn el propio Cobos, le estaban reservadas las ms anodinas. Lo que tjuiere decir que no todos los trabajos que aparecieron en "El Obrero Libre" fueron hechos por uno de este gremio, sino que muchas veces un artculo demaaunque estuviera compuesto por un profesional siado atrevido fu llevado a l. De esos trabajos atrevidos lanzados por "El Obrero Libre" dos merecen especial mencin, porque marcan el mximum de la nota emitida El 21 de marzo apareci la primera; provena de Silverio Ortiz la haba corregido Rafael Pinol quien segn el autor "le quit algunas palabras de ms". Era verdaderamente incontestable, hasta tal punto que la junta directiva se opuso a que se imprimiera "por ser muy fuerte"; pero Tcito, "a pesar de que estaba preso" aconsej "Despus de lo que ha pasado es lo que con-
componan
notas ms
altas las
viene decir".
Antes de aparecer en el peridico obrero se haban impreso de ella cinco mil ejemplares, pronto agotados, y que se cotizaron, por los que los buscaban, a un alto precio. Con una segunda edicin, en igual cantidad, pas lo mismo. En la vecina repblica de El Salvador, el general Toledo mand a reproducirla para satisfacer las mltiples solicitudes que llegaban de todas partes. Este es su texto
"AL PRESIDENTE
DE LA REPBLICA:
Somos
se-
Liga Obrera Unionista; somos pobres, pero conscientes del derecho que nos asiste y lo que Ud. est haciendo es brbaro y su obligacin es cumplir estrictamente con la ley, y sus
atribuciones, velar por la seguridad de sus habitantes en vez de mandarlos asesinar cuando estn indefensos. Hace mucho tiempo que Ud. habla de libertades y con sus hechos falta Ud, a la verdad. Nos engaa, nos tiene sujetos a su voluntad creyndonos esclavos, olvidando que somos ciudadanos tan guatemaltecos como Ud. y con tanto
464
suyos que
Ha mandado
por
la hipocresa
pueblo.
trata peor
que
el
sudor
de tanto infeliz y para colmo entre los colmos, todava guarda en sus cajas toda la generosa contribucin que el mundo civilizado
envi
bajo
el
plena capital.
ms sagrada
es
an
de los asesinos y sus descendientes hasta la ltima generacin, que llevar el estigma de la eterna maldicin del pueblo.
la frente
mo
No
tra
ms
espere Ud. de nosotros, se lo repetimos, sino nuesformal protesta. Pacficamente queremos verlo bajar
pronto de ese solio en que ya el pueblo no quiere verle ms, y debe recordar usted que el pueblo soberano es el que manda
en las democracias. Ya estamos unidos y por lo tanto fuertes. Ya ni el dinero, ni los esbirros, ni los caones nos atemorizan y no podr Ud. como sus dignos colegas, los tiranos y sicarios de otros
pueblos,
ir
pueblo.
No queremos que la sangre corra. Pacficamente hemos de arreglar las cosas. Comprndalo bien, somos fuertes y bastaramos para que, en una ola inmensamente arroUadora
y sin armas llegar a destruir la tirana, Pero n. Todos somos guatemaltecos y la concordia debe existir. La guerra civil,
iECCE'PERICLESi
465
concluira con Guatemala. La hora para Ud. y para el pueblo ha sonado. No hay otro dilema: el pueblo triunfar. La ley es un pedazo de papel para Ud. y para toda la legin de esbirros que le rodean y ni la maldicin de las
Lo nico que
el
S,
Manuel Estrada
Preprese para
asistir
Y
el
si
an quiere
la
evitar la ruina de
la
camino de
el
paz y de
manche
suelo de la patria.
QUIZAS
MAANA SERA
Guatemala, marzo de 1920. Por la Liga Obrera Unionista Silverio Ortiz, Presidente. Miguel Tizn, Se:
TARDE!
'
cretario."
la Secretara
de Guerra con
un ejemplar del anterior texto en la mano y dijo: "Qu me importa que sean 60,000; a ver cmo no son
armas y
los
desbarato!
Verdad, general
consecuencia de
Letona?"
luego dio rdenes apremiantes.
la
Como
ellas
entraron a
Sija,
capital a custodiar
Marcos,
por ser
capital.
muy
aguerridas.
Momostenango y Canales, estas ltimas famosas Con ellas dispuso de un ejrcito poderoso
El derecho de locomocin fu restrngido a la
las
bien equipado.
de
del
la
sur.
Ortiz
clamaba
Silverio
La segunda nota a la que nos referimos, aparecida poco tiempo despus en el mencionado rgano de publicidad, contena
estos prrafos
"
ms
noble,
racional y
decirle
ms
466
Manuel vayase
;
pueda tener la desventura de encontrarse con su persona. Su actitud del jueves 11 del mes en curso, nos grita que el asesinato es un medio perfectamente compatible con su temperamento y que su espritu no se perturba al ordenar que se arrolle con fusiles, pistolas y ametralladoras, a un pueblo inerme que se entrega cultamente a una fiesta
*
cvica.
El pueblo ha sufrido con paciencia de Job su desatentado gobierno, pero toda paciencia tiene su fin y la fuerza brutal de un individuo cuando llega a culminar, se rechaza
tambin con
la
fuerza bruta.
Vayase, don Manuel, vayase! Deje en paz este pueblo que tanto ha sufrido por su culpa. Del otro lado de los mares hay tierras alegres, adonde puede usted ir a disfrutar el
amontonamiento de su riqueza. No le inquiete recordar que cada centavo de Ips que componen esa riqueza, entraa una lgrima o una gota de sangre inocente usted es un hombre despreocupado. Y si no se ha curado de su afn de mando, cmprese unas tierras en la Etiopa, y all podr tratar a los africanos como nos ha tratado a nosotros, Pero considere que un pueblo como el nuestro, que en lo que va corrido del presente ao ha colocado tan alta su concie^ncia, no puede tolerar por ms tiempo su desgobierno y puede hacerle pasar muy malos ratos. iganos, don Manuel Arregle sus brtulos y tome el camino con buen viento nosotros le prometemos no acordarnos de usted, como no sea para evitar que la tirana vuelva a rasgar con su garra el corazn de uno de los pueblos ms nobles de la tierra,"
:
se deba a la
Se titulaba "Vayase, don Manuel, vayase". Segn voz popular pluma de Federico Hernndez de Len.
Otro peridico unionista, "El Pueblo", de Quezaltenango, ya ha sido mencionado al correr de esta obra. Adems de los ya citados se publicaron otros en la capital y en los departamentos, como por ejemplo, "El Comercio Unionista", que apareci por la
primera vez
el
20 de marzo.
<
ECCE PERICLES!
^
467
XXXVI
Con fecha 23 de marzo tenemos aqu dos cartas de Cobos para su hermana. En la segunda Manuel llama a la primera su boletn semanal. Muy interesantes las dos, enviadas por va secreta,
"Guatemala, 23 de marzo de 1920,
83 das de
la
gran ofensiva.
Querida Adela
La
de
la guerra europea, sigue en todo su esplendor; el va retrocediendo visiblemente y se acerca el momento del colapso final. La lnea de fuego se extiende ahora por todo el oriente que haba quedado en retardo y en la actualidad arde la repblica entera en fiebre de unionismo. Las persecuciones no cesan; pero ya se nota cierto alocamiento en la
remedo enemigo
distribucin de los palos y las autoridades locales obedecen cada da ms flojamente las rdenes del amo encarcelan por aqu, libertan presos por all, deportan por otro lado; pero en la m^-yora de las grandes poblaciones nuestros partidarios van superando a las autoridades y controlndolas de tal modo, que en algunas partes asisten los comandantes y directores de polica a las juntas y an se dejan desarmar a la entrada de los locales de reunin. Cabrera se parapeta en La Palma.
:
Amontona
Momostenango que no obedecen ms que y desconocen toda otra autoridad se rodea de ametralladoras, abre tneles, trincheras, fortines y comienza
indios de
a sus sargentos
;
revolucin y obtener con ello un triunfo sin precedente en la historia de Amrica, dada la ndole feroz de la tirana,
tambin excepcional, que ha pesado sobre nosotros. El entusiasmo de toda* la repblica por nuestra causa es desbordante, y como es imposible encarcelar y fusilar a todo un pueblo, a Cabrera no le queda ms recurso que la huida.
Se
la
468
Est sacando ya que ha robado, poniendo sus propiedades a nombre de extranjeros y tomando toda clase de precauciones para la fuga pero nunca encuentra el dia adecuado para efectuarla y es posible que cuando la quiera intentar sea ya tarde y acabe como una rata en su guarida. De su cada ya no duda nadie, no es ms que cuestin de das, de un mes a lo sumo, el tiempo que falta para acabar de realizar la organizacin unionista de toda la repblica, que adelanta a pasos agigantados. El hombre tiene tal pasin por el poder, siente tanto dejarlo, que a ltima hora nos est ofreciendo toda clase de transacciones, en cuenta un ministerio de unionistas, cosa que por supuesto nadie acepta. En este momento estn conferenciando nuestros delegados con los delegados de Cabrera en la legacin americana, en presencia de todo el cuerpo diplomtico, que sigue actuando de mediador. Tales negociaciones las seguimos nicamente por cortesa hacia el cuerpo diplomtico y para demostrar la sinceridad de nuestras intenciones pacficas; pero en realidad nosotros no ofrecemos ms que interponer la influencia del partido en todo el pas para que el movimiento no degenere en lucha sangrienta, en cambio exigimos muchas garantas y concesiones de parte del gobierno. Lo que ofrecemos, pues, es precisamente lo que ms deseamos, conservar el orden, pues el nico interesado en el bochinche es Cabrera, porque ste justificara un desembarco de tropas americanas, con lo cual l nos acusara de haber
decisin paralizan todos sus movimientos.
el pisto
todo
acarreado a Guatemala la intervencin extranjera, procurndose no slo una salida airosa sino protegida por las bayonetas americanas. Pero cuando ^no no quiere dos no pelean, dice
el refrn,
y este es
el
caso nuestro."
PESTE DE ESPARTANAS
Querida Adela
de un viajero de confianza te envo sta, acompaada de mi boletn semanal y de los ltimos
peridicos.
Hoy aprovechando
lECCE PERICLES!
469
la
En menos
regeneracin
de este pueblo; con decirte que ya ni las cantinas y fondas el partido ha prohibido la em-
que
la disciplina es
decisin y el
sociales.
Que
el
admirable y admirable tambin espritu de sacrificio de todas las clases pueblo, sobre todo, ha cogido la causa con
verdadero delirio, que a los pocos serviles que an le quedan a Cabrera se les niega el pan y el agua, pues estn sufriendo un verdadero boicoteo, que ni los comerciantes les venden sus efectos ni encuentran quin les sirva ni quin los salude hasta los chicos de las escuelas que, por corta edad, no han podido ser admitidos en los clubes de estudiantes, forman sus clubitos y manifiestan a su modo su odio al tirano, apedreando
retratos de Cabrera y amenazando a sus profesores si no hacen acto de rebelda contra el dspota. Las mujeres de los mercados nos han hecho grandes demostraciones. El domingo ltimo se presentaron en el club en corporacin para entregarnos coronas de laurel, con discursos y manifestaciones impresas. Las seoras estn bordando una gran bandera de lujo para ofrecrnosla y tambin han publicado manifestaciones de simpata. Tratndose de mujeres las exageraciones no son prohibidas y sufrimos hasta de una peste de "espartanas"; pero en honor a la verdad la mayora se ha conducido con la modestia y la discrecin que caracteriza a las chapinas. Hasta a los indios va llegando ya el eco de nuestra campaa y muchos se renen en grupos para suscribirse a nuestros peridicos y hacrselos leer por los pocos compaeros que gozan del privilegio de poder hacerlo. Cabrera ha reaUzado el milagro de la unin sagrada que poco ha realizara el Kaiser entre los pueblos amenazados por su dominacin. Jams tirano alguno sufri semejante castigo ni humillacin ms tremenda. Su cada ha sido digna de toda su historia, la del ms grande criminal de Amrica. Lo que intent hacer el 11 de marzo contra nosotros, cuando fuimos en manifestacin a la asamblea, da la medida de su perversidad. De haberse logrado sus planes, ese da deban quedar en Guatemala, segn su cnica expresin, cinco mil hogares de luto. Slo porque el plan era verdaderamente estpido y demasiado cobardes los encargados de su ejecucin con todo y ser lo ms
470
no se realiz
la
para suspender
nosotros y esto nos hace esperar que llegaremos al final sin ms derramamiento de sangre.
En
la
Manuel".
XXXVII
EL CLUB DE LA PAPA PELADA
El veintisiete del propio mes de marzo, Francisco Fuentes,
Juan
S, Lara,
P.
Molina
I.
nombre
de los detenidos polticos y que se de los poderes legislativo y judicial, ciones, el libre uso del telgrafo, la dencia y el derecho de asociacin. El partido clarine tambin este nuevo triunfo el gobierno reconoca su existencia. Era una verdadera capitulacin del ejecutivo. En batalla desigual haba conseguido antes, apelando a la Asamblea, que se decretase la unin centroamericana y apelando a la Suprema Corte de Justicia y a las Salas, que varios derechos entre ellos el de habeas corpas se reconocieran algunas veces.
:
;
El propio sbado veintisiete en que se firm transgredido por parte del mandatario.
el
acuerdo, fu
que marcaron
el
punto de su mayor
ECCE PERICLES!
crecimiento,
el
471
partido se envalenton.
l;
Muchos
indecisos hasta
entre los llegados a ltima hora se contaba compuesto por los intelectuales. Cada da queran tener mayor ingerencia en la direccin del movimiento pollegaron a exigir que se tomara ms en cuenta la asociacin ltico que haban formado bajo el nombre de "Club de Profesionales". Un obrero, Silverio Ortiz, cuando ya la junta directiva, por pundonor, no saba qu hacer, resolvi la situacin con una simple frase los llam "el Club de la Papa Pelada". En justicia eran slo abogados los que merecan este nombre. Se haban arrogado la representacin de la intelectualidad guatemalteca. Eran ellos las gritaban-^; cmo no se les tomaba en cuenta? luces patrias
entonces afluyeron a
un elemento
disociador,
Cuando
el
los
pueblos,
el alcalde
de Villa
Nueva subi
mi vara de alcalde, porque aqu pueblo. la autoridad del ahora est Este es un incidente digno de "Fuente Ovejuna" que Lope hubiera querido para s.
a depositar aqu
Vengo
XXXVIII
Y MALTRATO DE HECHO AL GENERAL LETONA
Don Manuel, aunque desmoralizado, amenazaba continuamente con bombardear la metrpoli. Se haba atrincherado en su residencia feudal de La Palma, en donde acuartel tropas cada
da mayores, al
mando de jefes ignorantes, algunos analfabetos de alta graduacin. Los batallones de San Marcos, Sij, Momostenango. Canales y otros de los ms aguerridos se turnaban en La Palma, pues el presidente desconfiaba de todos mal vestidos, mal alojados, mal pagados y peor alimentados, sufran tan grandes incomodidades en silencio; al fin, cercanos a la desesperacin, varios centenares de soldados se fueron huyendo de servir a un
;
472
de valor y de prestigio, que de un momento a otro poda obligarlos a degollar ciudadanos inermes. El furor que tal
hombre
Manuel ray en paroxismo y descarg funga como ministro de la guerra, general del que persona en don Jos Mara Letona. A presencia de numerosos militares de alta graduacin, que armados de revlveres lo protegan, Cabrera insult de la manera ms soez y maltrat de hecho al general Letona, que cay exnime y hubo de ser transportado a su casa, de donde pas a la legacin inglesa, buscando refugio. Esta explosin de ira se haba venido preparando desde el
desercin produjo en don
la
primero de enero de ese ao. Cuenta la tradicin, con suma insistencia, que don Manuel, conforme vea crecer el movimiento rebelde, ms clera senta cuando orden debelarlo, fusilando a varios, hacia aquel que
afio
se atrevi a disuadirlo.
Muchas
Usted,
Si me hubiera obedecido, fusilando a los directores unionistas, sin hacer objeciones, no estara yo en el trance en que me encuentro.
XXXIX
"AGARRO A BALAZOS AL ORADOR"
El 28 de marzo, se envi otra comisin a Chimaltenango. El jefe poltico de este departamento le haba jurado a Cabrera que
no dejara entrar a
los unionistas.
El Tejar, pueblecito que se encuentra prximo a la cabecera, una escolta rechaz a los delegados del partido obligndoles
En
el
29
Ese club
debe establecerse.
Y organiz otra comisin que parti al da siguiente encabezada por Luis Cobos Batres e integrada por Eduardo Mayora, Rogelio Flores, licenciado Jorge F. Snchez y Camilo Bianchi. El jefe poltico de Chimaltenango, temiendo que volvieran los unionistas, reforz *sus escoltas para salirles al paso, pero esta segunda vez los delegados del partido echaron su automvil a toda
lECCE PERICLES!
473
velocidad sobre los soldados, sin darles tiempo para hacer uso de
sus armas. La primera autoridad departamental, descansando en las
precauciones tomadas sali a visitar sus labores de campo, y grande fu su sorpresa y su disgusto cuando al regreso se enter de que
ya se estaba fundando el club, con asistencia de muchos vecinos, en una de las principales casas del pueblo. Corri en el acto a ella, seguido de dos matones armados. Al llegar, empezaba la sesin. La concurrencia esperaba que tomara la palabra el unionista designado, cuando entraron el jefe poltico y sus acompaantes. Se sent en la primera fila y luego el jefe apostrof asi a los congregados, con voz altanera e insolente Un momento, seores prevengo a los presentes que a la primera palabra contra el doctor Estrada Cabrera, o a mi juicio,
Se hizo
palabra
lebrar
el silencio
Mayora tom
la
empez con voz firme para cey seores una sesin pblica, pacfica y sin armas, no necesitamos el permiso de ningn mandn ensoberbecido y arbitrario. Hoy en Guatemala hay dos poderes el de La Palma, que se sostiene por
: :
"Seoras
la
fuerza y la violencia, y
la ley".
.
el del
y apoya en
durante media hora. bravatas y del tono del discurso, el jefe poltico lo bien: cerca de l, Rogelio Flores y Camilo Bianchi, las manos metidas en las bolsas, opriman la culata de un revlver; otros varios unionistas estaban dispuestos a repeler la fuerza con la fuerza: haban querido la lucha blanca, pero comprendan que se encaminaban rpidamente a la violencia, porque Cabrera, ms all de toda ley, los provocaba. Al concluir la sesin,
as sigui
el jefe se dirigi a
Mayora:
mi
tarjeta.
Joven, quiero tomar un trago con usted. Con gusto, coronel. Con quin tengo honor de hablar? Ah que usted desea es saber mi nombre Gracias
el
!
lo
aqu tiene
474
XL
A CARLOS WYLD OSPINA Y ALBERTO VELAZQUEZ
Cuando un miembro de
la
. .
comisin lleg a
ella. a
la
ther y a Federico Ibez, delegados quezaltecos. Hablaban con el licenciado Adalberto A. Saravia. No se recataron de su presencia
secretario del Partido Unio que comunicarme con ustedes en cifra. Las circunstancias
el
. . :
apremian y no podemos convenir en una larga clave escrita. Tiene que ser hablada y concisa y debemos formularla pronto. Realmente, yo slo necesito darles dos mensajes-; uno ''Cay Cabrera"; otro ''Tomen la plaza de Quezaltenango" ; se me ocurre una idea los Yela Gnther dos usamos anteojos, usted y yo me referir a ellos y Cabrera no sospechar nada; anote en su memoria la si le telegrafo clave "Compr los anteojos que me encarg", quiere deir "Cay Cabrera"; si le telegrafo: "Compr los lentes que me encargo', quiere decir "Tomen la plaza de Quezaltenango". El referido miembro de la comisin era amigo de Yela Gnther y pocos minutos despus departa con l fraternalmente. Contaba Rafael Las primeras juntas del unionismo se hicieron en mi estudio; despus pasamos a la casa de Francisco Ocheita en la calle del Calvario por ltimo, nos reunimos en la casa que actualmente ocupamos, cerca del telgrafo, A Carlos Wyld Ospina y Alberto Velzquez se les ha cuidado como oro en polvo son la voz de esta regin que excita a la libertad en su diario "El Pueblo" mulo de "El Unionista"... Primero yo iba a sus casas para recibir las colaboraciones despus Carlos se encerr en la imprenta de Alfredo Herbruger, ciudadano estadounidense que coloc el pabelln yanqui a la puerta de su oficina para protegerlo componen brillantes editoriales; no los dejamos que salgan ni un momento para que no caiga sobre ellos la ruda mano de nuestro jefe poltico el general Antonio Aguilar. Ya sabes, es un hombre tremendo desde fines de marzo puso preso a Baldomero mi hermano y a otros unionistas el primero de abril un grupo de obreros me comunic que haba ordenado la captura de la directiva; corr a esconder
:
ECCE PERICHES!
475
en
la
las diez
de
la
maana
siguiente
los quezaltecos
no somos ma-
drugadores
La
directiva abra
un
boquete en
la parte
llen de indignacin
"No
Me
debemos
Por poco trabajo. "Vamos a hablar con suspendieron el el jefe pegan; me poltico'*, sugiri uno; aceptamos; le telefoneamos; contest que nos esperaba. Cuando llegamos a su casa lo negaron. El seor
grit
;
del ndice.
ndice?
pregunt
'
:
el capitalino,
interrumV
le
as,
por
lo siguiente
el
de tomar
ndice y
la
me
:
seal con
l,
mientras
me
acusaba
"Usted
ser
responsable de toda la sangre que se vierta". T sabes que soy escultor durante media hora conserv en mi retina aquel ndice
acusador, pero no de su tamao normal sino agigantado
tuviera
.
como
si
era el
:
un palmo de longitud. Pues bien, su propietario despus ms atrevido. Por eso no me sorprend cuando orden al sar.
gento "Dgale al jefe que l ser responsable de las cosas graves que provoque su negativa a recibirnos". Por lo visto es muy amigo de acusar; esta vez tuvo buen xito. A la media cuadra nos alcanz un ayudante del general "Dice que los espera que regresen". Pasamos al zagun de su casa entramos a su sala. Sentado en el medio de un sof, con las piernas abiertas, el revlver a la vista, la
: :
;
voz insolente y
la actitud
Nos sentamos sobre sillas de Viena; encima del general colgaba un gran retrato de don Manuel Estrada Cabrera; un quetzal disecado luca en un rincn; cortinas de punto, blancas, de esas
pendan frente a los balcones y las puertas. yo tengo muy buena puntera; descorcho las botellas a cien pasos de distancia .y ahora hablen qu quieren?"'. "General dije yo por qu nos recibe en son de guerra?: no vamos contra usted sino contra el rgimen corrompido de don Manuel". "Yo tengo que obedecerlo: soy militar; el ejrcito no delibera recibo rdenes y obedezco pero soy quezalteco quiero a mi pueblo. A ver! Contra usted que me habla hay orden
usadas desde
la colonia,
476
de captura; don Manuel la envi; cmo anda libre?" "No me he ocultado". "Para que vean mi buena voluntad, suspender el cumplimiento de la orden: puede caminar libremente". Como ves, se contradeca ya no acataba las rdenes de Cabrera nos despeda con el ademn; le solt las ltimas palabras: "General; el pueblo est ardiendo hay que contenerlo nos va la vida a todos en ello; y algo ms grande que la vida: la libertad de Guatemala".
XLI
^
Esta carta es la ltima de las escritas por Cobos antes de la cada de Cabrera. Los acontecimientos se precipitaron y ya no escribi ms sobre ese tema. Nos dejan su buen gusto en la boca
el
el
trascendental
30 de marzo.
Querida Adela
ltimamente he estado con un catarrn de cuenta y la tensin en que he vivido durante los ltimos cuatro meses me ha debilitado algo flaco estoy que ya vuelo pero hay qu ver todo lo que este esqueleto ha dado de s durante estos cien das de batalla. Actualmente estamos en una especie de tregua. El gobierno se comprometi con nosotros en pacto solemne ante todo el cuerpo diplomtico a cumplir las leyes, a poner en
; ;
nuestra parte slo nos comprometimos a que el movimiento unionista no degenerara en una revolucin sangrienta. Nadie
cree que Cabrera cumpla lo prometido
;
pero
si
no cumple
jECCE PERICLES!
tanto peor para
l,
477
solicit la
pues
fu
el
que
mediacin del
fundndose cada da nuevos clubes en toda que pasan ya de ciento cincuenta, siendo cada da mayor el entusiasmo de nuestros adherentes, que casi son tantos como habitantes tiene Guatemala, pues las poblaciones en masa se convierten al unionismo. En la capital los nicos que no son unionistas son aquellos que saben que no seran admitidos por su mala reputacin y sus concomitancias con el gobierno. En la manifestacin del 11 de marzo, dos extranjeros por medio de aparatos contadores, establecieron la cifra exacta de los manifestantes treinta y dos mil doscientos, a los cuales hay que agregar todo el pueblo de mujeres y nios que nos acompaaba marchando a ambos lados del cortejo y toda la gente estacionada en plazas, caminos y bocacalles. Sobre todo era de admirar el orden militar del desfile, por rangos de ocho en fondo, orden rigurosamente guardado durante toda la marcha. Nuestros peridicos y hojas sueltas de propaganda, merced al incesante incremento de nuestra imprenta, se han multiplicado. A ms de los que ya conoces, se publican ahora "La Unin Comercial", rgano de los comerciantes, "El Instituto", rgano de los alumnos de los cuatro institutos de la repblica, y en los departamentos uno en cada centro importante. A ms de esto salen diariamente infinidad de hojas sueltas, con innumerables firmas de hombres y mujeres, pues estas ltimas han tomado la causa con verdadero calor. Nuestra oficina de la directiva est llena de coronas de laurel, que diariamente nos llevan distintos grupos de mujeres. Cuando haya oportunidad te mandar una coleccin de vistas de la gran manifestacin del 11, de varas juntas dominicales y un grupo de 49 de los 51 firmantes del acta; de los dos que faltan, uno, obrero, se raj despus de dos meses de crcel y el otro estaba confinado en El Cinchado, lugar malsano de la frontera de Honduras, del que por fortuna ya regres. Luis mi hermano se fu hoy presidiendo una delegacin a Chimaltenango, para reanimar a los de aquel pueblo muy perseguidos por las autoridades. Constantemente recorren toda la repblica comisiones del partido, compuestas de dos profesionales, dos
pacfica,
la repblica,
;
campaa
478
sacar al viejo y no entienden de evoluciones pacificas. Por fortuna hay mucha fe en la directiva del partido y la disciplina
es admirable. Pero si Cabrera persiste en sus arbitrariedades,
quin sabe
ms tarde sea posible mantener esa disciplina. Ha habido momentos en que se ha sentido venir como una
si
avalancha de los habitantes todos de la repblica, sobre la capital, y en uno de esos momentos, fu cuando Cabrera solicit mediacin del cuerpo diplomtico y puso a nuestra disposicin el telgrafo para que calmramos a esas poblaciones, lo que conseguimos fcilmente. Uno de los accidentes ms curiosos de la ltima semana es que dos subsecretarios del gobierno, sintindose amenazados, se han ido a refugiar
a las legaciones.
actualmente asilado en la legacin inglesa. Estamos en plena semana santa pero esta vez no hay procesiones porque Riveiro las prohibi, sin duda para evitar a Estrada Cabrera la humillacin de que no fueran a La Palma como en aos anteriores, en lo que no habran consentido
de
la guerra, est
;
cucuruchos y toda nuestra gente. A Riveiro lo llaman de Roma, dicen que para procesarlo; pero no lo han dejado salir. El padre Torres se ha ido a refugiar a San Juan Sacatepquez. Mr. Chayet, el ministro francs en sta, debe estar para llegar a esa. Sera conveniente que Uds. le hicieran una visita para agradecerle el mucho inters que tom por Luis durante su prisin. Es muy buena persona y con todos nosotros fu muy amable; sali disgustado con el gobierno de
los
aqu por los atropellos de que han sido vctimas varios franceses.
Uno de
ellos
amante
de
la turca
Sofa Salden
fu
el ministro no pudo que sigue pasendose por las calles haciendo alarde de su impunidad. Es adems polica secreto. La direccin de Mr. Chayet la pueden obtener en el ministerio de negocios extranjeros.
asesinado por
un
hijo de Felipe
Mrquez y
al asesino,
lECCE PERICLES!
479
ha dado por rezar y tiene un oratorio al que entra a cada rato. Ojal acabe por entrar en el buen camino. Mis hermanas rezan por l para que se
le
convierta.
Afectsimo,
'
ManaeV\
XLII
EL VOMITIVO MEXICANO
brera a lanzar la
primeros das de abril se decidi Estrada Caproclama que le exigan los yanquis como condicin para declarar que confiaban en l y veran con malos ojos
los
Hasta en
En la .primera plana de la edicin del 5 de "El Diario de Centro Amrica" y de "Excelsior", publicaciones capitalinas, aparece la "Proclama del Presidente a los pueblos de la repblica". Conclua as
"En resumen y por manera
fielmente, hacer constar
1^
Que Gobierno que presido reconoce y respeta Que, por mismo, no se reprimirn actividades polticas normales del pueblo Que no se harn ulteriores arrestos por razones poel
las
lticas,
que castigan las leyes del pas y Gobierno que presido garantiza la completa libertad de elecciones presidenciales en 1922,
delitos de otra ndole,
4-
Que
el
Manuel Estrada
Guatemala,
abril
C.
de 1920.'
Los yanquis cumplieron su promesa. En la misma primera plana de ambos diarios se publica "Declaracin oficial del gobierno americano", cuyo texto es
siguiente
la
el
480
"Mr. Benton
nistro
Me
Millin,
Plenipotenciario
en Guatemala, despus de la publicacin de la Proclama emitida por el Presidente Constitucional de Guatemala, emite, con autoridad de su Gobierno, lo siguiente, para su publicacin: La poltica fundamental del Gobierno de los Estadios Unidos de Amrica apoya a los Gobiernos Constitucionales y elecciones libres en la Amrica Central. Teniendo el mayor inters por consiguiente en el progreso constitucional de Guatemala, el Gobierno de los Estados Unidos se ha enterado con gran placer de la Proclama del Presidente Estrada Cabrera con respecto a las garantas constitucionales y tiene confianza, en vista de las declaraciones hechas a ese Gobierno por el Presidente Estrada Cabrera, que realizar plenamente las reformas proclamadas. El Gobierno de los Estados Unidos de Amrica se opone a toda medida revolucionaria y firmemente cree, en vista de la Proclama del Presidente Estrada Cabrera, que no hay pretexto para iniciar un movimiento revolucionario, y que por consiguiente a los ojos del
mundo
civilizado, la
mayor responsa-
que quisiera provocar dicho movimiento. El Gobierno de los Estados Unidos particularmente desea ver un pacfico progreso constitucional en Guatemala y mirara con horror cualquiera accin que pudiera causar el principio de una innecesaria e inexcusable revolucin en aquel pas."
anteriores, desde el 16 de
marzo
Estrada Cabrera haba informado a Me Millin "que pona la suerte de su pas en manos del gobierno americano". En contestacin el departamento de Estado declar el 17 "que si Estrada Cabrera publicaba la proclama transcrita y adems daba su palabra de cumplirla as como la de que bajo ninguna circunstancia y ninguna
:
condicin se sujetara a los presos al tormento ni al palo, el gobierno americano declarara que confiaba en las promesas del presidente y que sentira cualquier intento de derrocarlo." Todo esto
de Estado,
ya dijimos tambin en el informe del Secretario Norman H. Davis, a Wilson, presentado el 19 de enero de 1921 y transcrito en esa misma fecha al Senado.
consta
como
tECCE PERICLES!
481
puesta yanqui, publicando su proclama y dando la palabra que se le peda. Representaba mucho tiempo perdido, en el perodo de
meses que dur su lucha con los unionistas. Primitivamente el punto cuarto haba consistido en la promesa de no dar palo pero por reiterados encarecimientos de Cabrera, el Departamento de Estado convino en que esta condicin quedara como un convenio secreto; pero en cambio el gobierno americano exigi que constara, como cuarto punto, la resolucin del dictador de no reelegirse en 1923. La confesin pblica de Cabrera de que durante 22 aos haba dado palo sin misericordia a sus conciudadanos, tuvo que sustituirla por una promesa no menos dolorosa. El mismo William A. Deverral, a quien ya citamos antes, expresa en el artculo titulado "Por qu Guatemala derrot a Cabrera" publicado en "The Sun and The New York Herald":
tres
;
"Nadie que estuviera familiarizado con sus procedimientos pens por un momento siquiera que podra llevar a cabo sus promesas de obedecer la constitucin y permitir el funcionamiento independiente de los poderes legislativo y judicial. Sin embargo los Estados Unidos oficialmente expresaron su confianza y asombraron al pueblo de Guatemala al colocarse al lado del architirano y al decir con toda calma que no vean razones para que recurrieran a las armas y que veran con ojos de desaprobacin a los que fomentaran las ideas revolucionarias. Tenemos el conocimiento desagradable de que el gobierno americano, por ignorancia o por su aparente amistad con Estrada Cabrera, se afili a favor del dspota y en
contra del pueblo."
Los paniaguados del autcrata, en Estados Unidos, llevaron una campaa de publicidad a su favor, gastando el dinero a manos llenas. Se supone que de esa fuente provena la noticia de que los unionistas se haban coaligado con Carranza. Los americanos estaban tan hartos de las actividades de este caballero que se inclinaban en contra de sus aliados. Antes, haban tratado de achacarla revolucin a los alemanes residentes en Guatemala, a quienes los rebeldes devolveran las proa cabo
482
mexicano". Llamndolo
se quej en
asi,
New York
un amigo
Herald"
allende
un
editorial
de que
Suchiate, sitiando a
5 de de Cobos y uno de los fundadores del partido, en los apuntes que escribi con fecha 18 de mayo de 1941, para el autor de esta obra. Helos aqu:
abril,
"Una seal le hubiera bastado al Partido Unionista despus del 11 de marzo, en que* manifest su incontrastable fuerza y podero, para acabar rpidamente con el tirano y sus secuaces, pero el gobierno norteamericano se opuso por medio de su ministro Me Millin amenazando con el desembarco de tropas y la intervencin. El 5 de abril se nombr una comisin del Partido Unionista compuesta de agricultores, comerciantes y obreros de la cual yo form parte, para discutir la .situacin con el ministro americano a quien enrostramos el hecho de que sus amenazas no concordaban con las frases de amistad para nuestro pueblo vertidas en todos los tonos por su gobierno, pues cuando este pueblo quera con amplia justicia sacudirse el yugo nefasto de 22 aos, ellos se ponan al lado de nuestro opresor despus de la matanza del da 11. "Los oficiales de Cabrera tuvieron razn nos respondi el Sr. ministro al atacar al pueblo, pues ellos obraban en defensa de su jefe; y en cuanto a las pruebas de amistad de mi gobierno para este pueblo, est el hecho de haber defendido de la muerte en la penitenciara a don Tcito Molina y tantos ms presos de los que obtuvimos la libertad sin que ustedes nos lo agradezcan ahora."
^desde que Cabrera les americanos haba pedido su intervencin, el 16 de marzo previendo que el movimiento unionista acabara en un conflicto sangriento si el presidente no renunciaba o haca reformas vitales en su administracin, se haban propuesto exigirle dichas reformas y prohibirle otra reeleccin en 1923; pero dejarlo en la presidencia hasta
lo
Por
que se
ve, los
ese ao.
jECCE PERICLES!
483
XLIII
A LO LARGO DE ESOS
MESES, VIDAURRE
el
y a no cometer ms atropellos, ese niismo da y los subsiguientes continuaron los encarcelamientos, vejaciones y actos de violencia en las provincias. Su nuevo manifiesto de abril no tena ms valor que el de publicar el apoyo yanqui que haba conquistado a ltima hora. Para dar mayor nfasis a esta conquista y para que la impresin fuera ms fuerte, en todos los departamentos de la repblica ambos documentos la proclama del presidente y la declaracin yanqui fueron publicados por bando, hecho verdaderamente
inslito.
Momentneamente Cabrera
claracin americana produjo gran desconcierto y mucho desaliento. La directiva del Partido Unionista o poda confiar ya ni en las ms
En
posibles
:
el
ms que
tres soluciones
cada da con mayor fuerza, obligara al dictador a presentar su renuncia; 2- que la Asamblea, de acuerdo con el partido, lo destituyera; y 3- que el partido tomara la iniciativa de un movimiento armado. Por la declaracin del gobierno de Washington, la primera de esas tres soluciones, la ms acariciada por la directiva unionista, se hizo imposible precisamente en los momentos en que pareca ya al alcance de la mano, tal como lo refiere Escamilla. La segunda solucin, que implicaba un pacto con la Asamblea, haba sido prevista por Cobos Batres desde los primeros das de la lucha y por eso no haba querido perder el contacto con el diputado Vidaurre, lder de un grupo de asamblestas influyente y el primero en ofrecerse al partido desde el 20 de enero. Vidaurre se senta sumamente amenazado desde el da en que se inclin a la causa popular por el discurso que pronunciara en la Asamblea y que le vali una ovacin sin precedentes; su vida corra ya tanto riesgo
que
484
como la de los unionistas y para defenderla redoblaba sus esfuerzos con sus colegas congresistas a fin de hacerse del mayor nmero de
adeptos.
Un
Jos A. Beteta y con Mariano Cruz, otro da con Alberto Meneos, y en entrevistas sucesivas fueron apareciendo los nombres de Manuel Arroyo, J, Antonio Villacorta, Alberto Madrid. Se apuntaba tambin la conquista de Carlos Herrera, pero sta no le corres-
ponda a l sino a Escamilla y a Luis Pedro Aguirre, que desde fines de marzo le ofrecieron la presidencia de la repblica, cosa que ignoraba Vidaurre. Por qu se haba pensado en Herrera como hombre puente?... Tratndose de una labor conjunta del Partido Unionista con la Asamblea, se impona un hombre de transaccin, que fuera una garanta para ambos bandos, puesto que los diputados, todos ellos liberales, no iban a exponer su vida para colocar en el poder a un dirigente unionista, que equivala
tanto
como
decir a
un conservador,
un adversario
nato.
El can-
didato ideal para hombre-puente habra sido Guillermo Aguirre, pero ste no quiso aceptar por ms requerimientos que le hizo su sobrino Luis Pedro Aguirre, Por eso se escogi a Herrera. A pesar
de su liberalismo, cost
mucho que
lo
Las sesiones de
la
de
abril.
fines de
marzo
los representantes
Manuel Cobos en casa de don Mariano Cruz. Se primero sobre las posibilidades de ensanchar el grupo, hacindose el recuento de los conquistables, de los dudosos y de los irreductibles. Estos dos ltimos grupos formaban la inmensa mayora. Luego se trat del plan de ataque Cmo procederemos? pregunt Cobos Batres.
reunieron con
discuti
contest Gradualmente
los
Beteta
solidificando y
ensanchando
grupo de
fuerte mayora.
usted cree
replic
Cobos
tiempo para tantos dibujos? Mi primer acto de oposicin disolver la Asamblea como facciosa y asumir todos los poderes, invocando el precedente de Reyna Barrios. Yo creo que el golpe debe darse de una vez y sin prdida de tiempo. Propongo que a Cabrera se le declare loco. interrumpi Beteta, haciendo un gesto Eso no es serio
opinin
. .
lECCE PERICLES!
485
que equivala a decir Con 'este tonto iramos al desastre y luego Aqu estamos tratando asuntos muy graves, en los cuales agreg
:
; :
se juega la vida
de todos nosotros.
No eso no.
;
sin
orlo,
sin tomarle
le
entonces, quin le pone el cascabel al gato? Quin va a tomar esa declaracin?. Por el momento no se habl ms del asunto. Vidaurre se qued rumiando, lo de la locura y es de presumir que muy pronto
.
le
pareci
un recurso
excelente, el
porque en
la sesin siguiente
en
la
todos sus planes giraban alrededor de la declaracin de la indudable demencia de Cabrera. Cierto que entretanto haba ocurrido el incidente del general Letona, que daba no slo un nuevo argumento en favor de esa demencia sino al denunciante ideal de la misma. Convencer a Letona, que era diputado, para que revelara la locura de su querido jefe, al que haba servido durante todo su gobierno, era cosa fcil y ms an obtener un veredicto mdico de los mismos galenos que tenan asiento en la Asamblea. Con esos elementos haba suficiente para bajar de la silla presidencial
al
Convenido
de
la sesin
el
de
la
Asamblea.
Para esta ltima junta Cobos se hizo acompaar por Tcito Molina, Julio Bianchi y J. Demetrio Avila, para que compartieran con l las graves responsabilidades inherentes a las disposiciones que se iban a tomar. Se trataba de elegir la persona que debera
sustituir a
bierno.
el
presidencia y de organizar el nuevo Godebate presentando a Carlos Herrera como candidato del Partido Unionista. Vidaurre le opuso a Mariano
la
Cabrera en
Cobos abri
el
como el candidato ya aceptado y convenido por los diputados. Sobre estos dos nombres se entabl una discusin entre ambos lderes, apoyados por sus grupos respectivos, que dur ms de tres
Cruz,
486
Tcito Molina, que no haba querido entrar a la sala porque le repugnaba todo trato con Vidaurre, envi a decir que los unionistas no podan en ningn caso aceptar a Mariano Cruz porque ste era francmasn y en el unionismo predominaba el elemento catlico. Despus de un largo concilibulo de los diputados en la antesala, ya cerca de las ocho de la noche, volvi Vidaurre a la sala con la aceptacin de Herrera por parte de los diputados; pero con una condicin, dijo a Cobos que el gabinete se compondra de cuatro ministros elegidos de entre los diputados a la Asamblea y dos de entre los unionistas, en vez de tres carteras para cada bando como dijo Cobos a condicin de que la "Acepto estaba previsto. efecte todas carteras la a su arbitrio el nuevo distribucin de las "Convenido" dijo Vidaurre. Y en esta forma Presidente". qued sellado el pacto.
:
Sobre estos episodios, Emilio Escamilla, en "Un Debate Histrico", publicado en "Nuestro Diario" de la ciudad de Guatemala dice lo siguiente 26 de septiembre a 3 de diciembre, 1930
"Poderosos motivos indujeron a la directiva a pactar con la asamblea cabrerista. Las declaraciones del gobierno de Washington, arrancadas por los seores Dr. Luis Toledo Herrarte y Joaqun Mndez y dadas por aquel gobierno sin tomar en cuenta los informes que indudablemente le suministraba su legacin en sta, la cual estaba completamente al tanto de la magnitud de nuestro movimiento, afianzaron de nuevo tan fuertemente a Cabrera en los estribos que, no solamente se olvid del clebre pacto de los nueve puntos, sino que rompi todas las plticas que ya sostena con la directiva del partido sobre las condiciones que se le impondran y garantas que se le otorgaran al presentar su renuncia. Este pacto con la Asamblea, absolutamente indispensable si no se quera perder completamente todo lo ganado, torci el camino del movimiento y necesariamente le quit gran parte de su pureza y de su idealismo, puesto que hubo que pactar con personas de psimos antecedentes y de una actuacin vergonzosa durante pasadas administraciones. A la directiva del
Partido Unionista se le enfrent otra fuerza que,
si efectiva-
lECCE PERICLESI
487
al
y productoras del pas, tena en cambio a todo y a todas las fuerzas parasitarias.
gracia
burocratismo
una buena parte de nuestro militarismo. estaba, pues, la Asamblea tan sola como muchos han pretendido creer. La amparaba todo el burocratismo cabrerista y poda contar tambin, en un caso dado, con todo aquel militarismo formado por Cabrera. Muchos dirn que el pueblo estaba de manera absoluta del lado del Partido
No
Unionista, y esto es enteramente ajustado a la verdad; pero sera una tontera suponer que por ese solo motivo hubieran
perdido los antiguos empleados pblicos y jefes militares la influencia que ejercan sobre la masa a consecuencia de
mandado de manera irrestricta durante veintids aos. Las declaraciones de Washington cambiaron de cuajo, no solamente la conducta de don Mannel, sino tambin la del
haberla
Partido Unionista.
La
flicto.
un gravsimo conun
escritos
que
el
apoyo del gobierno de los Estados Unidos. Se limitaba a mantener una benvola ipieutralidad. Pero si en el gobierno central de los Estados Unidos no haba una simpata franca por el movimiento regenerador, indudablemente s la haba en la legacin americana, especialmente entre el elemento joven, es decir, entre los secretarios. El resto de la representacin diplomtica estaba completamente con el pueblo y en contra de Cabrera. La labor de Luis Pedro Aguirre haba sido habilsima y no cabe duda que tambin como hombres sentan todos aquellos seores aversin
contra el tirano que ni siquiera en la parte material haba hecho algo por este desgraciado pas, y cario y simpatas por este pueblo que por primera vez en la vida se enfrentaba a una tirana con la ley como escudo y con el ms abnegado espritu de sacrificio por toda arma. Esta circunstancia haba que aprovecharla. De la legacin americana poco se poda
488
muy
entrado en
aos y por eso prudente hasta la timidez, se encerr en un mutismo absoluto y los seores secretarios, hombres jvenes y francos, no tuvieron ms remedio que lamentar lo sucedido,
y decirnos que el partido desde sus principios debia haber enviado a algn agente confidencial a Washington para contrarrestar los trabajos de Cabrera. Por lo dems nos declararon
francamente que ellos riada podian hacer y que nosotros sabamos que los diplomticos americanos tienen que sujetarse estrictamente a las instrucciones que reciben del departamento de Estado, y que era de ms suplicarles la reconsideracin de aquellas desastrosas declaraciones. En cambio s podamos an aprovechar las simpatas de las otras representaciones. Cabrera mostraba cierto recato para no cometer barrabasadas en presencia del cuerpo diplomtico. Se pens entonces en aprovechar la Asamblea para legalizar la salida de Cabrera y la presencia de los seores diplomticos en esa sesin para evitar que Cabrera la disolviera a balazos. Los arreglos hechos con la Asamblea eran absolutamente indispensables, pero jams se podr negar que con ellos se le amput a nuestro movimiento algunos de sus ms vitales atributos, como eran su absoluta pureza y desinters. Al entrar necesariamente y repito que por verdadera necesidad toda aquella turba de cabreristas a tomar parte en el derrocamiento de su propio jefe, amigo y protector, no lo haca por la conviccin que desde luego no tena de que Cabrera le era nocivo al pas, sino que entraban, porque ya Cabrera no satisfaca sus instintos de mando y de lucro desmedido, porque ya el tirano iba en decadencia y tal vez no los protegera ms
tarde contra
el
pueblo.
Se pens en don Carlos Herrera para sustituir a Cabrera, Su candidatura fu propuesta casi simultneamente por Luis Pedro Aguirre y por m. Ambos habamos trabajado en empresas agrcolas, propias o ajenas. Conocamos, pues, a fondo a don Carlos como agricultor. Sabamos cmo tena d^ bien sentado su nombre entre todos los agricultores de verdaderos conocimientos, especialmente entre los administradores de fincas grandes. Conocamos muchas de sus empresas
ECCE PERICLES!
4g9
y sabamos que en ellas nada faltaba ni nada sobraba. Haba siempre lo necesario para trabajar bien; pero siempre se evitaron los ensayos costosos, o la adquisicin de maquinaria
inadecuada o innecesaria. En una palabra, tenamos la conviccin de que en aquellas empresas haba habido verdadera
y acertada administracin. Luis Redro Aguirre y yo propusimos a don Carlos para la presidencia interina, porque, adems de sus cualidades como
administrador, era indudable que gozara de las simpatas de los diputados por ser l tambin miembro de la Asamblea y era casi seguro que muchos de los militares y aun de los
miembros del gobierno civil, se rendiran con mayor facilidad si no se mencionaba alguno de los nombres de la directiva del partido, como candidato a la presidencia interina. La idea de legalizar la cada de Cabrera por medio' de la Asamblea fu de ltima hora, y provocada principalmente por el inesperado apoyo que recibi don Manuel por
Ya expliqu por qu motivo hubo que ceder cuatro carteras a miembros de la Asamblea, mientras que el Partido Unionista, que haba hecho casi
las declaraciones del
gobierno americano.
todo
dos,
el trabajo,
nmero de
Pero,
como
que
Partido Unionista
INTERINO.
partido,
el
candidato del
que ^los unionistas hicieron con los que permitirles mayor intervencin en el gobierno de la que al principio se haba pensado. Ya se ve cmo una declaracin de una gran potencia, arrancada por dos malos hijos de un pas pequeo, puede hacer la desgracia de todo un pueblo."
los
En
arreglos
490
XLIV
X
Se prepar
prxima sesin de
la
presidente y los vicepresidentes deca no concurrirn y haremos bien en no obligarlos a asistir, como habr que hacerlo con la mayora de los diputados; entonces, segn el re-
El
y por
el
expresado Cobos.
la
Asamblea
al
presidente
Comisin de Gobernacin y Justicia sealando a Jos Beteta aqu lo tenemos y las vicepresidencias a los presidentes de la Comisin de Hacienda, que es don Carlos Herrera, y de la Comisin de Fomento, que soy yo. Como se ve, todo estar en nuestras manos. Nosotros nombraremos a los secretarios que falten. Luego, leda el acta de la sesin anterior, se proceder a dar sede
la
gunda o tercera lectura a cualquiera de los proyectos de decreto que duermen en las comisiones a fin de dar a esta sesin toda la apariencia de una sesin ordinaria. Cuando se haya terminado la discusin de estos proyectos, que raras veces alcanzan ese honor, uno de ustedes presentar las acusaciones contra Cabrera, depositndolas en la mesa directiva. Se dar lectura a la primera y al no ms concluir sta, el diputado Letona pedir la palabra para una urgente cuestin previa y leer su disertacin sobre la locura de don Manuel. Magnfico ^dijo Cobos tenemos listas ya seis acusaciones espeluznantes y encargaremos a don Jos Azmitia su pre-
el
acto la
mxima solemnidad.
Aceptado el programa de la representacin en el teatro de la Asamblea, buscaron al maltratado general cabrerista. Letona, como ya se ha dicho, haba huido a refugiarse en la legacin britnica; se abocaron con l y lograron que se plegase a sus intenciones. Rafael Pinol entonces redact una hbil acusacin de locura; Letona en ella proclamara en alta voz, ante el congreso, que durante 22 aos haba sido el amigo de la mayor confianza de Estrada Cabrera y el servidor que ms ntimamente lo ayudara en su labor administrativa y que le dola hacer pblica la seguridad
jECCE PERICLESI
491
en que estaba de que sus facultades se haban vuelto anormales, pues slo as podan explicarse sus errores, aberraciones, tonteras, monomanas y desmanes. Su ntimo contacto con el mandatario lo haba llevado al convencimiento de que su existencia no era la de
una persona cuerda casi no dorma, coma poco, su irascibilidad era excesiva se ensaaba contra sus familiares y empleados prac:
;
ticaba con brujos indgenas ceremonias de hechicera; y pasaba otras veces horas enteras llorando ante las imgenes del culto
catlico.
lo
haba puesto a
en
la
disyuntiva de obedecerlo o morir y l haba elegido lo segundo pues era probo; afortunadamente pudo encontrar asilo en la
legacin britnica despus de ser cruelmente maltratado.
No
lo
el
deber
l solo.
de publicar la locura de don Manuel y depositar en los representantes del pueblo la responsabilidad que no poda asumir
el
muchos de
diputados
all
presentes, fidelidad
hoy no servan
Guatemala
la revolucin
manicomio. Cuestin previa era, pups, la tranquilidad del pas. Ya que haba doctores en medicina entre los diputados, les rogaba dictaminaran en ese caso para que la representacin nacional procediera con la urgencia que demandaba y de acuerdo con la constitucin. Hasta altas horas de la noche del 7, vspera de aquel da en que deba reunirse la Asamblea, Rafael Pinol ense la mmica y la declamacin del discurso anterior, obra maestra de psicologa poltica y popular, al obediente general Letona. Letona aprendi
la la crcel o el
tumba,
a declamarlo.
Cuenta Escamilla
el
concebido, y hay que decir con franqueza, que eran pocos los que abrigaban entonces el temor de que Cabrera se atreviera a enfrentarse al pueblo, oponindose a su voluntad casi unnime de separarlo del poder, manifestada, por medio de
492
Asamblea que, aunque de nombramiento oficial, haba simulado durante 22 aos, con anuencia del mismo Cabrera,
la
XLV
CREO QUE HAY QUE ACUDIR A LAS ARMAS
El mismo 7 de abril por la noche ocurri otro suceso no menos grave. El lugar fu aquel donde dorma Camacho, en la oficina del partido. Ante Cobos, Azmitia, Aguirre, Molina, Bianchi, Escamilla, Avila, Ortiz y Saravia,
de
buena
fuente
qu
esa
Cabrera.
Si
dijo.
Creo
que
armas; ha llegado
el
momento
decisivo.
Desde
comisionaron para organizar a la repblica de modo que en un momento dado el Partido Unionista, si lo crea justo, pudiera levantarla en armas, hemos trabajado Saravia y yo con todo secreto, como estaba acordado, sin que ustedes los dems miembros de la directiva hayan parecido interesarse por nuestra labor. Hoy estamos listos. Hasta ayer, ^n que Cabrera cambi la guarnicin del castillo de San Jos, contbamos en la capital con ste y con el cuartel nmero 3. Hoy ya slo contamos con el cuartel nmero 3. En las cabeceras departamentales y en las dems poblaciones de menos importancia, en abrumadora mayora, las directivas del Partido Unionista estn prontas a derrocar a las
autoridades cabreristas y sustituirlas. Si ahora consigna convenida, esta misma noche se dar
repblica.
me
mismo lanzamos
el
la
golpe en toda la
Cobos se opuso. no estoy de acuerdo. Reconozco que ha llegado el momento decisivo pero debemos llevar nuestro movimiento pacfico hasta sus ltimas consecuencias. Nosotros no debemos abandonar la legalidad. Si Cabrera no se inclina ante la decisin de la Asamblea y nos ataca, l ser el rebelde y toda la fuerza moral estar de nuestra parte. En cambio si nosotros somos los rebeldes, por muchas que sean nuestras probabilidades de triunfo, que yo
No dijo
ECCE PERICLES!
493
no veo sino
.
muy
pocas, el fracaso es
muy
consolidara para siempre al rgimen de Cabrera y no podramos dejar al pas ni siquiera una leccin de civismo que tarde o tem-
prano fructificar.
Si
el
campo de
el tirano,
la legalidad
movimiento no morir con nosotros. Otras varias razones expuso Cobos que ya no fueron necesarias, porque Aguirre, el primero. Tcito y Bianchi decidieron en favor de la solucin que l propona a todos los dems directores. Don Jos Azmitia no expres opinin en favor ni en contra.
porque
el espritu
XLVI
"EN ULTIMO CASO LLEVO SU CADVER" As lleg
el
cin en unos y otros. El pueblo necesitaba la presencia de sus dipudos estutados y los oblig a asistir. Comisiones de unionistas
empezaron la caza diantes y dos obreros armados de revlveres de los representantes, para conducirlos de grado o por fuerza hasta
la
Asamblea,
el histrico
;
hubo congre-
que huy de un lugar a otro, procurando sustraerse a la persecucin al fin, en una finca cercana, fu aprehendido primero lo agarraron de los faldones de la levita y luego, de los brazos, y lo metieron en un carricoche; as lleg al congreso. Otro fu habido debajo de su cama. As cuenta estos hechos Escamilla
; ;
"Se trat de interesar a la mayor parte de los diputados para que asistieran a la sesin del da siguiente. En vista de la lista de los diputados que componan la Asamblea en esc entonces se hizo una seleccin, separando a los que se crea cabreristas irredentos de los que se supona suficientemente independientes, o suficientemente honrados, o aun suficientemente miedosos, como para acceder a las insinuaciones de los unionistas. A los primeros se les descart por completo. De los segundos se hicieron listas que repartieron entre varias comisiones de los dirigentes del partido, que se encargaran
494
Con muchos diputados que eran lo suficientemente inteligentes como para comprender que la remocin de Cabrera era ya una necesidad poltica imprescindible no hubo que hablar
mucho. A otros se les hizo ver que aquello era indispensable ya que de no acceder, caeran sobre ellos graves responsabilidades en caso de un fracaso. A otros les hablaron delegaciones de sus distritos electorales exigindoles el cumplimiento de su mandato tal y como lo deseaba el pueblo, y as sucesivamente."
No
amena-
el
diputado
Un
Asamblea
fugarse.
el servilismo,
que algo peligroso se guisaba e intent Su alarma fu enorme cuando por ninguna de las tres
le
puertas se
la calle
De aqu no sale nadie dijo guardin de una puerta. Me urge replic diputado una necesidad porque padezco de la vejiga. Ms vale hacerlo en calzones que morir linchado en aconsej su interlocutor.
^le
permiti
salir.
el
el
fsica,
le
los
le
Todava insisti con los guardianes de otra puerta, hasta que Rafael Pinol le dijo al odo: "No sea tonto; no se aflija; ya vino orden de Wilson para, derrocar a Cabrera." Habrmelo dicho antes dijo el congresista completamente tranquilizado por la mentira. Su apremiante necesidad fisiolgica ces por completo.
las
nueve y media
el
lle-
naba
inundaba
palacio legislativo.
Estaba
ECCE PERICLES!
495
Tornamos de nuevo
a copiar
mticos se encontraban presentes en la Asamblea; pero* s estoy seguro que lo estaba don Pedro Quartin y de Saz Caballero,
ministro de Espaa y decano del cuerpo diplomtico, verdadero caballero castellano, quien, no obstante estar bastante indispuesto, no quiso regatearnos su ayuda en aquel trance de tanta importancia para nosotros. Estaba el seor
ac-
tuacin en esos das y en los que siguieron, no puede ser nunca lo suficientemente ponderada ni agradecida. Tambin
se encontraba presente el seor Perrot, encargado de negocios
de Francia, entusiasta defensor de la libertad y gran simpatizador de nuestro movimiento libertador. No recuerdo si estaban presentes tambin algunos de los seores representantes de las otras repblicas de Centro Amrica y el seor encargado de negocios de su majestad britnica; pero s estoy seguro de que no haba nadie de la legacin americana, porque efectivamente les hubiera sido muy difcil tomar partido, despus de las declaraciones de su gobierno tan terminantes en proteccin del tirano que tambaleaba. Todos los asistentes se hicieron acreedores a nuestra eterna gratitud."
XLVII
SE ABRE LA SESIN
.
.
Se ley el acta de la sesin anterior y un proyecto de decreto y se dio cunta de una iniciativa suscrita por varios diputados ^se le dispens primera lectura y de dos dictmenes que firmaban las comisiones de hacienda y fomento; se reserv el primero para segunda lectura y el segundo se puso a discusin. Esta fu larga. A la postre el R. Saravia dijo que crea inusitado el proyecto y que haba cosas de mayor importancia que tratar; se reserv para el trmite correspondiente. Luego el representante Lpez Ruano pidi algunas reformas constitucionales y esto tambin provoc una larga discusin, pues la Asamblea no era constituyente sino legis-
496
Lpez Ruano, por ltimo, retir su mocin. Los unionistas y los diputados que se haban puesto de acuerdo con ellos estaban nerviosos. Se estaba perdiendo un tiempo precioso. * Al fin haba llegado el solemnsimo momento de don Jos,
lativa.
pero ste nunca se decida a presentar las consabidas acusaciones. Azmitia quiere murmuraba un maldiciente Sin duda
que
anuncien con bombo y platillos. Los momentos apremiaban y al fin casi empujndolo se le oblig a depositar los documentos. Entonces el representante Letona pidi la palabra y le fu
le
el
concedida. Recit
discurso consabido.
estar representando
un paso
de loa en algn pueblecito indgena, por lo ronco de su voz y lo mecnico de sus ademanes, Rafael Pinol, el maestro de oratoria de
Letona, no estaba contento del modo como actuaba su discpulo y accionaba tras de l nerviosamente, supliendo, sin quererlo, los movimientos enrgicos que omita el orador, con lo que ste tena una duplica burlesca. En un momento dado Letona vio rerse a
Yo
le
y a usted tambin. Las risas cesaron. Hbil haba sido la artimaa poltica que haba dictado su
discurso, y sin embargo, por poco se echa a perder; los partidarios
sobre todo don Jos Azmitia, la acusacin legal contra Cabrera no que pacientemente haba compilado mil pruebas contra l conocido por estaban en el secreto, y al ver levantarse a Letona todos como el ms adicto de sus servidores y or sus primeras protestas de amistad, creyeron que su discurso era en favor del tirano y protestaron en su fuero interno; Azmitia iba a levantarse para interrumpir al orador; lograron disuadirlo de que lo hiciera, susurrndole que era un valor entendido, que destruira a Cabrera ms seguramente que todas las acusaciones reunidas por l. Don Jos no actu, pero sigui impaciente hasta que el discurso de Letona mostr sus intenciones sin lugar a duda. Tuvo un xito notable: a la vez amenazaba y compela a los diputados y les sealaba el nico camino posible para ellos hacer caer al tirano y contentar de
de
este
modo
al
como
traidores.
Al concluir Le-
ECCE PERICLES!
tona, entre aplausos y "bravos", todos se apresuraron a dar
tras visibles
solicit
497
mues-
de aprobacin, y por orden del presidente, el secretario que se pusieran de pie los diputados que estaban de acuerdo en que su mocin se discutiera en sesin pblica. Toda la Asamblea se puso de pie, otra vez entre grandes y prolongados aplausos. Vidaurre pidi la palabra y cuando le fu concedida dijo que ninguno como l hajbia estado al lado de Estrada Cabrera cuando se le atac con el delito; pero que no poda abandonar a su patria cuando de su lado estaba la justicia y era Estrada Cabrera, sin duda, culpable, el que atacaba al pueblo con el delito. Se extendi en la enumeracin de sus faltas. No se poda defender un gobierno tal; .pero la propuesta de Letona proporcionaba una oportunidad brillante para no llevar al banco de los acusados a quien fuera presidente de Guatemala durante veintids aos y amigo de los all presentes. Era mejor, como lo propona Letona, suspender en el ejercicio de sus funciones al enfermo y darle una licencia para que se fuera al extranjero a descansar su cerebro fatigado por el trabajo, lleno de honores, consideraciones y amplsimas garantas para su familia y para sus bienes, convertido en un ser sagrado para el pueblo. As el mundo civilizado exclamara: "Qu pueblo tan noble el de Guatemala, como no lo hubo en tiempos de Grecia, Roma o Egipto ni en toda la historia antigua, que hizo un movimiento democrtico sin derramar lgrimas ni sacrificar su propia sangre concluyendo tan gloriosa evolucin con un acto de genero;
sidad!"
el
uso de
la palabra, ape-
El doctor
la
Manuel Arroyo
al
concluir
Vidaurre
pidi que
comisin de doctores estuviese formada por los all presentes. Se aprob su peticin y la Asamblea se declar en sesin permanente. En la sala sonaban voces "Ningn diputado sale, el pueblo est aqu en masa y lo impide." Entonces por las ventanas de la Asamblea, de las que colgaban racimos humanos, salieron las voces de los unionistas. "Mdicos", Voces que alternaban con gritos pidiendo aguas gaseosas, porque se ahogaban de calor. Afluyeron los facultativos, pasando sobre los hombros de los
unionistas que se apelmazaban en la calle. Se form
una comisin
de
ellos.
498
te,
sntomas de la enajenacin mental y que no vacilaban en declararlo loco e irresponsable, incapaz de continuar gobernando. En este dic-
tamen
se bas la
del poder.
En
tal ins-
Asamblea para
comunicarle una grave noticia Don Luis P. Aguirre, que desempeaba una comisin del partido en casa de Armstrong, encargado de negocios de Inglaterra, situada en la 9^. avenida sur y 13 calle, haba avisado por telfono que una fuerza armada a las rdenes de un coronel vena para rodear la manzana en que actuaba la Asamblea y reducir a prisin a sus componentes. Otra fuerza se haba apoderado del edificio del Instituto nacional de varones para cortar la retirada a los diputados. Entonces,
urgente del caso y a solicitud del R, Alberto Meneos se nombr una comisin para que previniera a la fuerza amenazadora, que se retirase a veinte cuadras de distanlo
cia.
comprendiendo
ellos,
y a peticin de Vidaurre, el que era todava designado a la presidencia de la repblica, por la eleccin hecha el ao anterior. su da le dijo Vidaurre a palmadas en la espalda. Con la mirada y con la voz le prometa la presidencia. Haba pedido que lo nombraran porque, esperando ser elegido como sucesor de Cabrera, pondra gran empeo en que la fuerza no interrumpiera su eleccin.
al fin lleg
Vaya, mi general,
En cuanto salieron los comisionados se procedi a elegir la persona que deba sustituir transitoriamente en el mando a Estrada
Cabrera.
*
El secretario tom de viva voz a cada diputado su voto. Ya lo haban dado todos los presentes salvo tres, en favor de don Carlos Herrera, cuando regres la comisin anunciando que ya o haba motivo d temor, pues la fuerza haba cambiado de rumbo sin detenerse en las inmediaciones del edificio. Vidaurre anunci al designado "Acabamos de proceder a la eleccin del sustituto para Cabrera. Una mayora de treinta y tres ha votado por don Carlos Herrera. Por quin vota usted, general?"
:
ECCE PERICLES!
499
El designado se trag
el rejalgar.
lo
mismo que
bre
muy
rico y probo,
larga actuacin ni
que a pesar de los cargos que tuvo durante su provoc la animosidad del tirano ni ofendi al
el siguiente
pueblo.
Carlos He-
sin y aprobado el decreto nombrndolo y se le tom la protesta de ley. Se levant la sesin, segn el taqugrafo Marco J. Figueroa,
la 1
y 20
p.
m.
"Queremos conocer
poco rato hubo de montar en un automvil, la se dispers, yndose muchos directamente a sus casas para ponerse a derechas con el estmago, porque la sesin haba durado hasta cerca de la una y media de la tarde. Algunos, sin embargo, se fueron para la casa' del partido, rodeando a diferentes lderes, especialmente a don Jos Azmitia, que suba por la doce calle con un ramo de flores en la mano."
al
Pero como
muchedumbre
De la Asamblea se traslad el nuevo Gobierno a la legacin de Mxico, y algunas horas despus, a una casa inmediata. Comunic a Cabrera que le dara toda clase de garantas para abandonar el pas y se crey que iba a aceptar. Se susurraba que el presidente haba pedido va libre en los ferrocarriles para Puerto Barrios. El pueblo se entregaba a un gran bullicio de jbilo; gritaba de manera enloquecedora y continua: Ya se fu! Ya se fu! Los unionistas, delirantes de entusiasmo, haban asaltado las torres de las iglesias y el taido de las campanas echadas a vuelo azotaba los aires. Otros en grupos numerosos, patrullaban las calles, dando gritos y vivas y prodigando muestras de contento. Doquiera a las puertas de las casas, vecinos enardecidos ofrecan vino, coac y champaa a los transentes.
500
seno de la revolucin. Los cuatro ministerios entregados a los representantes cabreristas eran el de guerra ocupado por don Jos A. Beteta, el de hacienda entregado a Adrin Vidaurre y los de educacin pblica
y fomento que desempeaban Manuel Arroyo y Alberto Meneos mas el verdadero ministro de la guerra era Adrin Vidaurre.
XLVIII
FUMANDO CIGARRILLOS Y HABLANDO DEL TIEMPO
El cronista ha seguido la liberacin de un pueblo paso a paso, ms con nimo de poeta que de historiador, (^ree que salvo la y diferencia de escala y lo ms grande del escenario europeo no la supera ni la revolucin francesa; pero he aqu cmo se burla de
en su libro "Entre dos continentes" ("Between two continents/Notes from a Journey in Central America, 1920/by H. R. H. William of Sweden/London. Eveleigh Nash and Graipson, Limited,
ella,
1922/ Translated from the swedish by W. Worster, m.u.) el principe Guillermo de Suecia, que acert a presenciar los acontecimientos.
Para nosotros la narracin del unionismo representa el captulo mejor de nuestra historia. Para el prncipe de Suecia es slo una asonada ms en un pas de Amrica. A pesar de ello y de la donosa burla, en el gracioso relato que en sus aspectos principales se ajusta a la realidad ^^^ queda mucho *de nuestra magna epopeya y se ve algo de las proporciones que tuvo. Lo iremos copiando por
que no se adelante a
los acontecimientos.
(1) No en todos, pues, como se ver, del momento poltico slo aparecen algunos aspectos, sobre todo exteriores y tales como los pudo contemplar un visitante extranjero: por ejemplo, los mdicos no fueron a La Palma, sino dictaminaron sin salir de la Asamblea. Algunas de las cosas que cuenta el prncipe
son las que la imaginacin popular produca en ese momento; y desde este punto de vista tambin tienen su valor.
ECCE PERICLES!
501
"...Pocos das ms tarde estbamos de regreso en la capital. Se senta un cierto aire de que algo ^ staba a punto de
ocurrir, pero nadie poda predecir lo
rrira.
Los miembros del partido de oposicin, llamados uniohaban tomado desde enero una actitud ms amenazadora y abiertamente" desafiaban al gobierno. Tambin ellos haban sido suprimidos, molestados y encarcelados en debida
nistas,
de nuevo en libertad y posteriormente se les trataba con menos severidad d^ la que se haba aplicado en anteriores intentos de disputar la autoridad del todopoderoso presidente. Hasta
dnde se haba extendido la influencia de la liga unionista era difcil precisar, ya que su organizacin se mantena secreta; salvo para aquellos que merecan toda confianza, a nadie se le
permita mirar dentro de bastidores.
se
No
murmuraba que en
pas se unira al
partido.
Los unionistas se mantuvieron muy quietos durante la primera parte del invierno, pero en marzo tuvo lugar la primera manifestacin pblica. El partido exigi un nuevo gobierno, y revisin de leyes y reformas administrativas, libertad
poltica y supresin de la
censura de
la
prensa
en una pala-
bra, el establecimiento de
un programa razonable y liberal. Los lderes del Congreso haban prometido recibirlos en cierto da, pero cuando la manifestacin, que ascenda a varios miles,
Academia
militar,
lleg a la
en donde
pueblo se haban reunido, las ametralladoras abrieron el fuego por orden del presidente, dispersando a las masas y dejando sobre el terreno una media docena de muertos y heridos. La consigia de los unionistas era "no oponer resistencia armada sino obtener reformas por medios pacficos y legales." En consecuencia no hubo mayor violencia en aquella ocasin, pero
el
502
el
Todos
los intentos
;
trono con las palabras "j'y suis, de derrocarlo hasta entonces havarios atentados contra su vida
fundaba su poder enteramente apoyo de los militares y cuando el pas declar la guerra a Alemania, aprovech la oportunidad para aumentar su bien equipada artillera con iodernos caones de campaa, ametralladoras y municiones. Se le describa como hombre astuto, sin escrpulos, cruel y que se las haba arreglado para rodearse de una legin de criminales descarados' que estaban siempre
indio,
dispuestos a obedecer
el
menor de sus
gestos.
Alrededor de
mis-
mo, y se murmuraba que existan listas de personas sealadas con una cruz, lo cual indicaba que deberan ser despachadas al otro mundo en la ms prxima oportunidad. No era una bagatela, por lo que se ve, desafiar abiertamente este poder militar, bien equipado como estaba con aparatos de destruccin tcnicamente perfectos, siendo el fracaso equivalente a la muerte.
No
el
de
abril.
En
1.
Congreso en uno de
lo siguiente
los edifi-
cios pblicos
de
la
ciudad y declar
Que
la
Asamblea no poda
nuevo orden de cosas se estableciera, por lo que se peda a los miembros que trajeran ropa de cama y provisiones para el caso de que las negociaciones se prolongaran por tiempo considerable.
2.
Que
indicaban trastornos mentales y que, en consecuencia, diez mdicos seran nombrados para que fueran a La Palma en va de investigacin. Los diez nombrados partieron con basra,
tante
buena voluntad, pero bien advertidos de que al ejecutar sus instrucciones tendran que meter sus cuellos dentro de la soga, por lo que sabiamente resolvieron quedarse en la prxi-
jECCE PERICLES!
503
ma
Ms
fectamente comprobado el viejo est loco, sin duda alguna." Queda entonces declam la Asamblea. "Magnfico"
:
puesto."
Un
el
electo para
cargo de presidente, y se nombraron sus ministros, despus de lo cual el Congreso se tom unas pocas' horas de descanso,
mientras empezaba a considerar seriamente la siguiente medida que haba que tomar. Herrera fu electo, en parte por su
el pas,
sus distinguidas cualidades personales y su gran fortuna, que lo haca inmune a la tentacin de enriquecerse a expensas de
otroSj y, finalmente
porque era uno de los pocos que no se haban mezclado en poltica. Hojas sueltas se imprimieron y distribuyeron con la noticia y pronto la ciudad entera estaba en pie. Grandes masas del pueblo, gritando y agitando las
manos, se abrazaban y felicitaban por el advenimiento de una nueva era. Discursos patriticos se pronunciaban en las esquinas, automviles y otros vehculos iban y venan repletos de gente; cundan las aclamaciones y las muestras de regocijo y la emocin hacan brotar lgrimas a los ojos. Los espritus ms enrgicos se procuraban latas y trompetas de juguete para aumentar el ruido, y constantemente se oy msica en la plaza toda la noche. Fuera de los edificios del gobierno y de los cuarteles, en el centro de la ciudad, la soldadesca ociosa contemplaba el espectculo. La mayor parte haba sido ya comprada y graciosamente haba prometido mantenerse neutralhasta tanto que estuvieran mejor capacitados para determinar cul de los dos partidos ofreca mayores garantas de seguridad.
de Cabrera fueron muertos en la preocup mayor cosa. El asunto confusin, pero nadie se principal era crear una atmsfera festiva y dejarse llevar por la. embriaguez del momento. Toda la noche resonaron en las calles los gritos de "Viva", y todo el mundo pareca haberse vuelto loco. Los 22 aos de opresin llegaban a su trmino y
Dos de
los secuaces
504
igualdad y hermandad. "Viva la libertad! Viva don Carlos Herrera! Vivan los unionistas!"
Nadie, sin embargo, se preocupaba en inquirir lo que
loco de
aquello."
el
La Palma,
LIBRO TERCERO
LA PRIMERA SANGRE
El decreto de la Asamblea deponiendo a don Manuel tena una gran fuerza en el pas; por embrionaria que fuese la educacin democrtica,' hasta el ms oscuro analfabeto aceptaba que el poder supremo resida en la Asamblea, representante de la soberana popular; pero fuera de este poder moral el nuevo gobierno, aunque
muy
pocas armas.
En camr
"Contaba dice Escamilla al iniciarse la seman^. trcon fuertes contingentes de tropa en La Palma; como trescientos hombres en el castillo de San Jos, casi el doble en el castillo de Matamoros cerca de ciento cincuenta en las bagica,
;
el telgrafo; tal
vez
en La Aurora, donde tena muchas ametralladoras; algunos soldados en el Guarda Viejo y varias compaas en la Guardia de Honor, que as se llamaba en ese tiempo el cuartel situado en un edificio de madera en las cercanas de La Palma. Toda esa gente era mandada por jefes que le eran muy adictos y de su absoluta confianza. Sera una estupidez suponer que los elementos de guerra de que dispona no le hubiesen alcanzado y sobrado para triunfar sobre el pueblo sin armas, sin
direccin y sin disciplina."
no
que los directores unionistas de abril, despus de haber depuesto legalmente a don Manuel. El porvenir se presentaba
es,
Comprensible
por
lo tanto,
506
como un
cin; pero,
Ya saban cmo respondera la nacmo responderan los militares? Desde las primeras horas de la tarde empezaron a sucederse
interrogante trgico.
hechos que dieron en parte contestacin a esta ltima pregunta. Ortiz nos narra este hecho importante de la llegada de los primeros
militares.
"Ya como
al
partido los generales Apolinario Ortiz y Jos Mara Lima; Viva nuestro general el primero es aclamado con vivas y
i
aplausos.
Al
mismo tiempo
que va acompaado de su hijo Vctor Manuel Caldern, estudiante de medicina y unionista; el general Felipe S. Pereira que de meses atrs simpatizaba con el partido y unos das antes de la cada de Cabrera tuvo conversaciones con don Eduardo Camacho; el coronel Emilio Aragn Glvez, que estuvo preso por unionista, y despus pronunci un discurso en el partido; los coroneles Ramn Cceres, Antonio Contreras, este Raimundo Vsquez, Pedro Milla y Victoriano Snchez ltimo tena ms de un mes de estar refugiado en el partido y otros ms."
Y un
su concurso,
comentario de Escamilla nos indicar lo poco que vala si se entablaba una lucha.
"A la casa del nuevo gobierno se comenzaron a presenen la tarde del 8 algunos militares, de los cuales muchos iban realmente con sinceras intenciones de ayudar eficazmente en su defensa. Pero todos ellos no podan aportar ms que esas buenas intenciones, porque ninguno tena tropa a su mando, ni los unionistas disponan de soldados ni de armas. La posicin de Cabrera en ese sentido era indudablemente ventajossima. Sin embargo, no se desmay un solo momento ni en el partido, ni en el nuevo gobierno."
tar
cmo
con
el
"All
mismo, en
el recinto
de la Asamblea, haba
dis-
lECCE PERICLES!
507
An no
qu actitud tomara Cabrera al enterarse de lo dispuesto en aquella sesin y se tema que muchos ciudadanos, tal vez en seal de verdadero regocijo, se entregaran a beber licor, perdiendo as la serenidad tan necesaria en aquese saba
momentos, y dando motivo a provocaciones que a todo trance se quera evitar. Se destacaron, pues, de all mismo varias comisiones compuestas principalmente por miembros prominentes de la Liga Obrera, para que ejecutaran aquella disposicin que se llev a cabo con todo el rigor posible. Sin embargo, los cantineros, que son el mismo diablo, como dira Sancho Panza, encontraron la manera de burlar aquellas rdellos
cmo
mo comnmente
y otras personas que dispusieron organizar una manifestacin para demostrar su alegra. Este pequeo incidente fu origen del primer derramamiento de sangre. Iba efectivamente la manifestacin por una de las avenidas (novena o dcima), cuando cerca de la calle diez y siete la alcanz Eduardo Anguiano, el que sin ms ni ms se puso a disparar sobre ella. Casi todos los manifestantes salieron corriendo. No iban armados y, adems, esta agresin haba sido tan repentina, tan inesperada, que en la primera sorpresa optaron por tomar las de Villadiego. Pero como siempre a toda accin sigue la reaccin, algunos de los buenos obreros, que cabalmente eran de los comisiona4os para el cierre de fondas y cantinas, se percataron de aquel inesperado ataque y como ellos no iban desarmados, uno desenfund su revlver y dispar sobre Anguiano; pero ste que no esperaba resistencia porque no estaban acostumbrados a ella los servidores de Cabrera, huy a su vez; slo que entonces ya perseguido por gran cantidad de personas que lo ultimaron de la manera trgica que de todos es conocida."
.
II
mando
nuevo
el
508
y ochocientos hombres, y quien, desde mediados de marzo, conquistado por la prdica ardiente de los unionistas, les haba hecho saber que estaba a^ su lado. A los dramticos hechos que rodean este episodio y a las esperanzas y zozobras a que dio
Cuartel
nmero
Escamilla
"Se esperaba que el coronel Lpez Avila cumpliera con su promesa dada a Camacho, y por eso se destacaron algunos jefes, para hacerse cargo del cuartel ntiero 3, que era el que estaba a su cargo. No s a punto fijo cul haya sido la causa por la cual la entrega no se efectu en ese mismo momento, o tal vez Lpez Avila solamente haya tenido la intencin de presentarse personalmente al nuevo gobierno; lo cierto del caso es que sali de su cuartel tomando por la 5- calle por ser este el camino ms corto para llegar a la casa del gobierno; pero por el cual, por desgracia para l, tenia que pasar precisamente enfrente de la segunda seccin de polica, la cual ya estaba
en manos de
la los unionistas.
ECCE PERICLES!
509
dems
oficiales
el
difunto.
Dios gracias,
Ortiz:
siempre se rindi."
"Como a las tres y media de la tarde del 8, el general Caldern recibi rdenes de la junta directiva de organizar un batalln; lo forma frente al partido y les indica que van a armarse al cuartel nmero 3. Marchan ms de mil hombres; pero parece que van sin jefes. Al rato de haberse marchado,
don Eduardo Camacho me entrega una tarjetita para el jefe coronel Lpez Avila donde le indicaba que iban las tropas convenidas, para que se armen. Me voy en carro; al llegar al
de guardia; al rato sale pregunta por las tropas, las que hace rato que deban estar armndose; el centinela que est arriba, en la muralla, avisa que a la otra cuadra hay gente espiando y que la ha llamado, pero no avanza. Salgo a media calle y veo que son mis correligionarios; el primero en reconocerme fu don Mariano Cienfuegos, el que da aviso a todos y corren al cuartel a armarse. Fueron setecientos hombres. Se fu el capitn
cuartel, entrego la tarjetita al capitn
el
coronel y
me
Julio
Molina mandando esta fuerza, la que distribuy as: una guardia en el partido, otra en la plaza de armas y comandancia otra guardia en la quinta calle y sexta avenida, custodiando el gobierno de Herrera; y otras en la segunda seccin de polica y en la direccin de sta. El director sale huyendo al ver la fuerza armada, abandonando su puesto y a sus subalternos que estaban armados aqu no descarga la pistola como lo hizo el 11 de marzo con el pueblo desarmado. Se dijo que iba corriendo por San Sebastin, ya no tuvo tiempo de irse a refugiar con el patrn. Le persiguieron; pero es hombre de buenas canillas; corre ms que un venado. Desapareci; hasta el ao y medio se supo que se refugi en el Asilo de locos y que la hermana Superiora lo escondi y que los primeros das de la tormenta estaba vestido con un camisn y todos los das iba a comulgar pidindole a Dios que le salvara el pellejo. Adems de esas armas proporcionadas por la rendicin de Avila, fueron tomadas por algunos militares, a los que se
; ;
510
la parte poniente-norte,
Poco era este armamento en manos de los patriotas. A aumentarlo contribuy Rosa Trabanino, que anteriormente habia sido espa de Cabrera. a la administracin de dijo a los unionistas ^Vayan licores, a la aduana y a la casa de Cabrera en la sptima avenida;
en todas
ellas
encontrarn parque.
En
en
la
la administracin
aduana
dos ametralladoras y doscientos rifles calibre veintids. Cuando ensayaron las ametralladoras, los improvisados
lleros
arti-
no supieron manejarlas. Un regio husped de Guatemala, al ya nos referimos antes, el principe heredero de Suecia, les que
ense.
a Guatemala el cinco de abril en su yate paren el hotel "Grace"; pensaba partir el nueve del posaba y sobrevino la insurreccin armada y su viaje se ocho el mes; mismo hizo imposible; simpatiz en el acto con los patriotas. Su primer discpulo fu el maestro Inocencio Nolasco, que bien pronto us de su nueva ciencia de manera heroica, ponindola al servicio de la patria, en su lucha contra Cabrera. pensaban los unionistas Vaya, ya tenemos un ncleo lo vean aumentar con creciente impaciencia. Nos hacen falta caones deprecaban. Caones
Haba llegado
ticular
Sbito, vino a alguien una idea Vayan orden por los caoncitos del hospicio que son
!
feliz.
los
los asilados
para sus ejercicios militares. Lo obedecieron y fueron colocados en puntos estratgicos. Aquella simulacin sirvi de mucho, pues percibidos a distancia por los enemigos fueron tomados por lo que representaban e intimidaron a ms de un jefe cabrerista.
en aquellos das leemos en Escamilla "El hecho real tan amargos fu que, fuera de esas pocas armas y de los sida-
ECCE PERICLES!
511
dos y pertrechos del nmero 3, no contaba el nuevo gobierno con ms ayuda que la de Dios y la de los valientes que casi sin armas formaban valladares para impedir el avance del
tirano.
Cabrera supo casi en el acto la rendicin de Lpez Avila. "Hasta ahora no hay novedad", dijo a sus allegados, "solamente el cuartel nmero 3 ha traicionado pero tengo fuerzas
;
Carlos apenas
hubiera tenido
el
con todo y con todos, pormedios de defensa de que dispona el nuevo gobierno eran absolutamente insuficientes."
facilidad hubiera podido acabar
Con
qu
los
III
LOCO YO?
YA VERN SU LOCO"
tumulto que alegraba la ciudad y se hizo un gran silencio. Haba circulado el rumor de que don Manuel se preparaba a resistir, lo que no haba pasado entonces por el nimo de los capitalinos.
pronto ces
el
De
Cuando le" lleg a Cabrera la nota en que se le comunicaba que haba sido depuesto, estaba con los pocos ministros que an le eran fieles, en consejo informal.
Al saber
lo
Loco yo? Ya vern su Le tienden un puente de plata dijo entonces don Guillermo Aguirre, que acompaaba aprovchelo. La Asamblea garantiza no vida sino tambin hacienda. Es usted millonario. Vamonos pues yo acompaara a Espaa, pas de
le
lo
;
le
slo' la
la
lo
feliz.
entr
uno de
y
solicit
Cuando
don
gran
Manuel haba
La
decidido resistir.
asimismo que
el
512
poeta Chocano
la tirana
que en letras de molde se haba pronunciado por benvola y haba asegurado que slo existe la fuerza organizadora o la farsa organizada lo empuj a la accin con estas
palabras
si
cadveres
si
"Este
8
mismo
da 8
dice
Silverio Ortiz
de
la
noche comienza
el
bombardeo
del fuerte
al cuartel nmero 3 para recuperarlo. Protest el ministro de Mxico, porque el blanco era la legacin y estall una bomba en el patio de la casa; su protesta la hizo ante el gobierno de Cabrera por los daos materiales que estaban causando al edificio. Adrin Vidaurre dijo "De seguro ya saben que aqu
:
bombardeo." parque central cayeron tres bombas y al contorno del partido caen ms de quince. Esta misma noche comienzan a venir comisiones de los pueblos vecinos a la capital; la de Sanarate entra a las 3 de la maana preguntando que si se toman el cuartel; lo mismo dicen los de Falencia, se les encarga que vengan solamente los que tengan armas y escopetas por haber mucha gente en la capital. Como a la una de la madrugada les suplic Alfredo Rouanet a Francisco Contreras y su hermano, que fueran a hablar al comandante del Guarda, que es el coronel Garca porque al coronel Mirn lo ha nombrado Cabrera jefe de expedicin de la parte del Guarda hacia el sur para que se rindiera. El coronel Garca no se hizo de rogar y se vino a presentar al nuevo Gobierno fu nombrado como comandante local en sustitucin suya, el seor de Laest el gobierno del seor Herrera y esto es el
el
En
parra.
Ya con
esto
Los primeros disparos de Cabrera representaron para el aprehensor del obispo Pinol, Goyito Gonzlez, la muerte; pues la orden de ajusticiarlo fu dada al mismo tiempo que la de bombardear la ciudad. Nadie podr decir qu movi la oscura mente del mandatario a dar tal orden aun en aquellos graves momentos.
ECCE PERICLES!
513
IV
ABANDONO AL GUATEMALTECO A
SU DESTINO
Adalberto A. Saravia, que form&ba ya parte del gabinete de don Carlos Herrera como ministro de gobernacin, dirigi telegramas en la clave convenida, a todos los clubes unionistas de la repblica, para que se apoderaran del mando pacficamente o por la fuerza, all donde las autoridades locales hicieran resistencia^. Con excepcin de 4 5*cabeceras importantes en todas las otras la trasmisin de poderes se realiz sin violencias, pues la inmensa mayora de las personas investidas de autoridad, acat lo decretado
de las comunicaest tratado por Escamilla en el captulo de ciones telegrficas "Un debate histrico" que reproducimos ahora. No obstante la importancia de este aspecto le es muy superior otro que tambin queda en dicho captulo el de la realidad yanqui con respecto a Guatemala en esos instantes.
los aspectos
Uno de
ms
interesantes
el
"Como
el tel-
ltimo
momento (que
donde estaban
pensaba en utilizar el telgrafo del ferrocarril, cuyos empleados estaban todos afiliados al Partido Unionista bajo el nombre de "Club Unionista de Ferrocarrileros"; pero habamos hecho la cuenta sin la huspeda. Una de las primeras medidas tomadas por el ministerio de fomento fu poner un censor del gobierno en las oficinas del telgrafo del ferrocarril. As pues que, al querer mandar el 8 de abril los telegramas
convenidos a las provincias, utilizando esa lnea, nos encontra^ mentado censor, y en la imposibilidad absoluta de hacerlo. Entonces se dispuso al da siguiente, con ms ingenuidad que perspicacia, mandar los referidos telegramas directamente por las lneas nacionales. Los telegramas fueron
mos con
redactados en la casa del partido, y se comision a los seores Vctor Monroy, Lorenzo Santizo y otros dos ms cuyos nombres siento no recordar, para llevarlos a las barracas ocu-
514
all
la
guardia, y despojados de las comunicaciones que llevaban. No fueron, sin embargo, detenidos. Tres de ellos regresaron por
la
el
Mon-
Mansilla B., de Cabrera a dicho fuerte; Mansilla hizo prisionero a Monroy sin razn alguna, llevndoselo a La Palma, donde fu cruelmente asesinado durante los das del bombardeo. Tambin este crimen qued sin el castigo correspondiente.
camino que conduce al fuerte de San cual bajaba una escolta al mando de Gilberto quien seguramente haba llevado instrucciones
Huelga decir que los telegramas no fueron transmitidos. Estbamos, pues, virtualmente aislados del resto de la repblica. Lo que esto significa en tiempos de guerra, es incalculable.
Cuan
fcil
al
impidiendo de esa manera que en los departamentos l, a su vez, las fuerzas necesarias para aniquilarnos. Entonces tuve una feliz ocurrencia: utilizar el telfono de la empresa elctrica que va a dar directamente a Paln para comunicarnos con el resto la repblica. Yo saba de este telfono, y quise probar si no estaba tambin interrumpido. Inmediatamente me encamin al edificio de la empresa situado en la esquina de la novena calle y segunda avenida, el cual se encontraba completamente solitario. No haba all ms que un empleado de nacionalidad alemana, conocido mo, a quien ped permiso para utilizar el aparato. Me dio su consentimiento e hice la llamada temblando verdaderamente de emocin. Cul no sera mi jbilo al or que se contestaba inmediatamente. Di la noticia de la cada de Cabrera y convine de una vez con el empleado que, en caso de que se interrumpiera la lnea telefnica, utilizaramos para restablecerla los alambres de cobre de alta tensin, lo que era absolutamente posible, puesto que la planta elctrica estaba parada. Establecida de esta manera nuestra comunicacin, ya tratamos ms bien de cortar las otras lneas telegrficas a fin de aislar a su vez a Cabrera de
se secundara el movimiento, y movilizando
lECCE PERICLES!
los
515
departamentos.
lo
Si
m memoria no me
es infiel, este
tra-.
bajo
del
efeetu
el
ramo de telgrafos. Yo mantuve en secreto la manera de comunicarme, hasta del mismo gobierno de Herrera. No quera que se divulgase a fin de evitar que todos quisieran hacer uso de ella o que, por alguna indiscrecin, se cortara la nica lnea que
tanto deba de servirnos.
Los nicos que me acompaaban en esas excursiones eran los seores Saturnino Gonzlez y Demetrio Avila, y dos o tres veces Manuel Cobos Batres, Por esa nica va de comunicacin fuimos sabiendo del triunfo de los nuestros en
los
departamentos. As fu como Se pudo dar tambin notillamando a aquella gente que tan oportunamente lleg para salvarnos de la acometida de Chajn. Ya
cias a Escuintla,
puede suponerse con qu jbilo se me reciba en el gobierno cada vez que llevaba una buena noticia. A este' pequeo incidente se debi que, tanto don Carlos Herrera como algunos
mi
de sus ministros, tuvieran muy alta idea de mi eficacia y de actividad. No viene al caso relatar aqu la manera como fueron cayendo uno a uno los departamentos, y, adems, no
me
porque no estoy lo suficientemente documentado para ello. Alguna vez se escribir esa historia tan interesante por algunos de los que tomaron parte activa en esos sucesos heroicos, y se sabr la manera como se llevaron a cabo esas conquistas, en las cuales tambin hubo episosera posible hacerlo
Tambin
las legacio-
En una
un
largo ca-
gado militar de la misma, en el cual comunicaba a sus jefes que se necesitaran lo menos diez mil soldados de marina para poder pacificar el pas. Este cable era contestacin a uno cifrado, por el cual, segn parece, se comunicaba a la legacin que se pensaba dar rdenes a la estacin naval de Guantnamo, en Cuba, para el embarque inmediato de tres
516
La mayor parte de esas noticias se transmicomo se redactaban casi a presencia nuestra, de muchas de ellas supimos el contenido, siempre favorable a nuestra causa. A ultima hora pude convencerme de lo bien que haba hecho en mantener en absoluto secreto la manera de comunicarme. Me sorprendieon en la tarea de mandar unos telegramas un ingeniero americano de la emto
libertador.
con un telfono de la legacin americana, dejndonos a nosotros con un palmo de narices. A Dios gracias ya fu a la hora de nona."
Don Manuel esper la intervencin yanqui de un momento otro. No lleg nunca. Wilson recibi el informe de O'Donnell
de que el movimiento unionista era demasiado fuerte. Entonces el presidente yanqui abandon al guatemalteco a su destino, porque para enviar diez mil hombres el gobierno estadounidense tena que proceder a una movilizacin parcial, lo que no poda hacerse sin ruido y sin que provocara protesta en el congreso y en la prensa.
ECCE PERICLES!
517
EL PRIMER da DE LUCHA
V
DESATO FURIOSO BOMBARDEO
Tres fuentes histricas principales ha tenido
escribir el relato de la
el
cronista para
semana
ministerio
de relaciones exteriores por los licenciados Marcial Garcia Salas, Jos Ernesto Zelaya y Manuel Valladares, sobre la gestin diplomtica que les confi el gobierno el 9 de abril, que sigue estricto orden cronolgico, pero que se refiere slo al bombardeo desde las plazas fuertes; el trabajo de Escamilla al que ya nos hemos referido varias veces y que cuenta otros episodios de
la
el
lucha sin dar fechas que nos permitan situarlos exactamente; y trabajo indito de Silverio Ortiz que s las da. Pudimos hacer
sntesis
una
testigos presenciales
de los tres; pero esto hubiera sido quitar la palabra a que no slo renen esta calidad sino la de ser
Vamos
a copiarlos;
narracin de Silverio se orden y corrgi literariamente, tra,tanto de conservarle su sabor original. Que el discreto lector nos
perdone cuando la narracin se resienta de la forma en que fu compuesta. A las 10 de la maana del da 9 "Cabrera ya no se anduvo con chiquitas y comenz el estampido del can vomitando metralla sobre la ciudad, y las ametralladoras lanzando su lluvia de
balas."
Esa misma maana los licenciados Marcial Garca Salas, Jos Ernesto Zelaya y Manuel Valladares, representantes del nuevo encargado de la presidencia Carlos Herrera, lograron por reiteradas instancias reunir tres veces en la legacin de los Estados Unidos al cuerpo diplomtico que se haba prestado a atravesar
con
ellos las
mamiento de sangre y
nacido
zonas de fuego, con el deseo de impedir mayor derrala destruccin de la capital. No pudo dicho
cuerpo admitir a los abogados como representantes del gobierno el da anterior porque no estaba ste reconocido por las dems naciones ni pudo admitirlos en representacin del Partido Unionista militante por no ser esto aceptado en las prcticas diplomticas; pero los oy como representantes del vecindario.
;
518
noche anterior haba solicitado tambin la mediacin extranjera, que no le fu concedida; y en ese hecho y en lo inicuo y lo inhumano que era la continuacin del bombar^ deo sobre una plaza no militar, hicieron hincapi los representantes populares para suplicar al cuerpo diplomtico que reconsiderase su decisin de no intervenir. Los escasos recursos militares de los unionistas del todo que carecan de armamentos incomparables con los del enemigo y de parque, hacan que una tregua fuera elemento capital de su salvacin, pues el tiempo ganado era indispensable para que llegaran auxilios de toda la repblica y principalmente de los departamentos cercanos. En vista de las razones alegadas, el cuerpo diplomtico, por medio de jvenes unionistas que por primera vez atravesaban la lnea de fuego en medio de lo ms recio del combate, dirigi una nota al presidente Cabrera para informarle que s estaba dispuesto
a mediar.
delegado de Cabrera lleg su ministro de relaciones don Manuel Echeverra y Vidaurre, a las tres de la tarde. En esta conferencia se fij, ad referendum, una zona neutral, comprendida dentro de una circunferencia que tena por
exteriores licenciado
Como
un radio de mil
setecientos
metros, sealando el da diez a las tres de la tarde para ratificar el convenio y acordando que desde las siete de la noche hasta la hora de dicha ratificacin quedaran suspendidas las hostilidades. Lo firmaron los delegados de ambos contendientes y el cuerpo diplomtico.
*
He
"El da 9, a las 8 de la maana, tom el carro de don Arcadio Ruiz acompaado por el capitn Benito Ortiz, Cornelio Mejicanos, Vctor Avila A., y Emilio Navarro, corriendo
salir al
Guarda; todo
al
este tra-
yecto estaba descubierto y daba fcil penetracin hasta la 12 calle donde estaba el partido.
enemigo
Al llegar al Guarda pregunt al comandante cuntas armas tena y qu cantidad de tiros y me respondi que haba unas pocas de las que varias se encontraban descompuestas el parque s cwi suficiente para que los 30 hombres de lnea
lECCE PERICLES!
5I9
all
Regres por la calle real de La Libertad, y al llegar al Amatle vi muchos hombres alegando con una seora llamada Lorenza, familiar de Cabrera y que diz que tena muchas armas escondidas esperando que fueran las tropas de Mixco a armarse. La seora me jur que no tena nada, comprend que me deca la verdad y les supliqu a los obreros que no la molestaran ms. En esto estbamos cuando el castillo de San Jos hizo sobre nosotros tiroteo nutrido de ametralladoras. De all pas a mi casa a armarme y al llegar al partido nombr al capitn Perfecto Morales para que defendiera la parte del cantn Barrios, punto estratgico; colocando al sargento Narciso Ovalle y a otros hombres en la escuela Bethancourt en el interior del cementerio, lindado por barrancos que podan dar acceso al enemigo. A vigilar el barranco del Incienso, envi al capitn J. Pioquinto Velsquez. Ya con esto quedan tapadas las entradas del enemigo por la parte sur. Como a las 10 de la maana del 9 entraron los marineros a custodiar la legacin americana. El fuego de las ametralladoras del castillo lo mismo que el bombardeo de La Palma eran fuertes. La lucha se haba entablado muy desigual; el pueblo estaba desarmado; veamos a muchos obreros amarrando sus cuchillos en la punta de un palo, otros hacan estacas largas parta el alma ver las armas con que estaban defendiendo al gobierno constitucional y al partido. A esa misma hora escuch una gritera frente a dicha legacin corr a ver qu pasaba; era el pueblo que protestaba porque entenda que se estaba acordando un arreglo con Cabrera y no lo deseaba; a cada momento acuda ms gente mostrando ruidosamente su indignacin; hasta que salieron don Emilio Escamilla y Saturnino Gonzlez y explicaron lo convenido de una zona
;^
neutral.
De
esta
manera
se
pudo calmar.
maana varios almacenes de comenzaron a regalar machetes; 500 hombres se armaron con ellos; ya tenamos cmo entrar a un combate a degello si avanzaban las tropas de Cabrera.
a las once de la
ferretera,
Ya como
al
mando
de,
520
Antonio Contreras; en
el callejn
Concordia y
la 6?
7-
avenida
el
Raimundo
artillera
Adems en
avenida y 12
encontraba
el
coronel
Ramn
Cceres con su
de caoncitos de madera del Hospicio, que de lejos parecan de verdad. Las tropas de Cabrera estaban en la 19 calle dispa-
Ninguno de
ni la
lleg
toda mquina, con que por dijo Santa Cecilia vena un ejrcito inmenso y bien equipado con artillera; y que el capitn Morales preguntaba qu haca. Le di parte al general Apolinario Ortiz y ste encarg al motorista que le dijera al capitn Morales que hiciera fuego en emboscada a descarga
la 12 calle poniente, a
un motorista por
direccin al partido, y
me
cerrada detrs de los cercos y que ya pronto bamos a ayudarlo. Esta ayuda ofrecida consisti en 200 hombres armados
solamente de machetes yo iba con ellos. El general nos acompa hasta la 12 calle y 2^ avenida y se regres dicindome "De lo que pase me manda a avisar lo ms pronto." Ya como por el llano de Palomo el enemigo nos envi dos descargas corrimos a combatirlo, pero huy. Nos dijeron que vino disparando caonazos a cada veinte pasos, hasta llegar a la 21 calle y 1- avenida buscando bajar hacia el cementerio pero afortunadamente esto ya estaba previsto desde la maana cuando dej destacamentos para evitar que entraran por este lugar. El capitn Morales es militar tcnico por haberse criado en el cuartel desde corneta. Se recogieron 11 heridos y 6 muertos, de parte de las tropas de Cabrera; y solamente un particular muerto en la 24 calle de parte de nosotros. Nos contaron los vecinos que cuando pasaban las tropas cabreristas sali este ltimo a la puerta de su casa y
; : ; ;
all lo
mand
ECCE PERICLES!
521
Despus de esta derrota infligida a las tropas de Cabrera supimos que el coronel Mirn haba atacado el cuartel del Guarda; mandamos comisiones a ese lugar para averiguar lo sucedido y nos informaron que efectivamente haba recuperado el cuartel y que el comandante Laparra, nuestro, haba huido para su casa donde lo mand a fusilar Mirn y tom el camino hacia Mixco para traer las tropas de ese pueblo; ya para llegar divis unas piezas de artillera con suficientes hombres y esper que pasaran algunas gentes para tomar informes sobre aqullos. Presto pasa el cura de Mixco que viene a la capital y le pregunta que si hay muchas tropas y que si estn bien armadas. El padre Mejicanos le contesta que s hay suficientes; torna a preguntar Mirn que si no saba de dnde haban conseguido esas piezas d artillera; y el cura afirm no saberlo. Entonces Mirn se regres.
La
el
artillera
mamones de
platanares que
la
con
sol brillaban.
Como
4^
a las siete de la
noche regres
al
partido por la
avenida y vi muchos seoritos de sobretodo que estaban bien equipados con fusiles de los 700 que se tomaron en el cuartel nmero 3 y suficientes cartuchera^ llenas de tiros, ena-
morando
damas en los balcones de las casas. Era una que se cometa con retener las armas cuando las tropas aguerridas slo disponan de palos y machetes. Mand
a sus
traicin la
al teniente Jos G. Obando y al capitn Francisco Contreras, con escoltas, a que les recogieran las armas a todos los nios que no fueran capaces de entrar al combate. Se obtuvieron de
esta
manera
400.
a las 8 de la
noche del 9 fu relevado Jos Monterroso de la 4^ calle y 6^ avenida quedando en su lugar el capitn Contreras. A las 9 de la noche dio parte de que de la casa de Flix Foncea, que estaba a media cuadra de la 4^ calle y 6' avenida, sala un reflector indicando dnde se encontraba el gobierno del seor Herrera. Se le previno al seor Foncea que si volva a sacar el reflector sera fusilado, y as ces el bombardeo a la direccin donde estaba el nuevo gobierno."
Como
522
qu^ se haban presentado a la casa del gobierno, pocos entraron en accin porque el pueblo an les tena desconfianza y porque algunos de ellos preferan custodiar personalmente al presidente de la repblica y no llegar a las trincheras. El mando supremo lo tena ms de nombre que en realidad el general Jos Mara Lima. Poco se le vio en el frente de combate. En cambio hay que hacer recuerdo de algunos militares que s pelearon con arrojo y que cumplieron con su deber como bueijos. Entre ellos estaban muy en primera lnea el difunto general Apolinario Ortiz y su hijo Mario, que ya era entonces teniente coronel. Los corQneles Daniel Flores, Doroteo Monterroso, Rafael Alvarado Tinoco, Onofre Bone, Pedro Marroqun y el coronel Rodrigo Morales, muerto entonces por un fragmento de metralla que le destroz parte de la cara. Los obreros se organizaron bajo jefes improvisados por ellos mismos. No los recuerdo a todos naturalmente; pero s har mencin de los principales, y entre stos figura muy en primera lnea Tedulo Vega, muchacho valiente como pocos, originario del Guarda Viejo, y con gran prestigio entre toda aquella gente de verdadero valor y arrojo. A Tedulo lo rodearon como 120 a 150 compaeros, que tcitamente lo proclamaron su jefe. Esta columna se estuvo batiendo en todas partes en donde haba verdadero peligro; cerca del castillo de San Jos por las Cinco Calles por Santa Cecilia y por el Guarda, haciendo a veces sus excursiones por el puente de
los militares
; ;
"De
la Penitenciara.
Con l, y en acciones separadas, figuraron los seores Rafael Federico Torres, a quien se haba bautizado con el mote de "Capitn Bigotes", a causa de los marciales mostachos que luca; figuraron Rafael del Pial, Ernesto Monterroso, Arturo Abril, Ricardo Vega M., Ignacio Rodrguez Medina,
otros que
Entre los estudiantes que tomaron participacin en las operaciones militares se destacaron en primera fila: Terencio
ECCE PERICLES!
Garca, Ricardo Chamorro, Clemente Marroqun Rojas y
gotros
523
al-
ms que tampoco
recuerdo.
he venido refiriendo, San Jos, que era el que, en los primeros momentos, ocasionaba los mayores estragos entre la poblacin no combatiente. La quinta avenida era baTodas estas fuerzas a que
me
rrida de continuo por las ametralladoras de ese castillo y sus fuegos de fusilera sembraban la muerte entre las fuerzas
y'
de
las
Cinco Calles."
VI
"USTED,
El armisticio fu burlado por Estrada Cabrera que a las nueve de la noche de ese da reanud de
la
manera ms
violenta el
bombardeo sobre
la capital.
le pidi en que no procediera a destruir la ciudad de Guatemala, atentado qye traera la ruina y muerte de tanta vctima inocente, mujeres y nios en cuenta, y pondra en peligro a los extranjeros. El presidente contest que
nombre
humanidad y
civilizacin
mayor derramamiento de sangre y conferenciar con los representantes unionistas a presencia del cuerpo diplomtico; acceda
al
desembarco de
la
los marinos yanquis del "Tacoma" y propona suspensin de hostilidades por el tiempo que durara la confe-
rencia.
En la noche del da nueve dos ministros de Estrada Cabrera manifestaron a Herrera su reconocimiento y adhesin, porque no estaban conformes con el decreto de dictadura que pensaba emitir
y reprobaban
el despiadado ataque de artillera que haba ordenado contra la capital. En la maana del da diez hideron lo mismo otros dos. Los poderes legislativo y juccial y cuatro ministros de
'
Cabrera reconocan
la legalidad del
nuevo gobierno.
524
de evitar
la
nuevo mandatario Herrera no ha cumplido su misin; cualquiera otro mejor que l debera sustituirlo... Quin? interrog el general Jos Mara Orellana. Usted, por ejemplo asegur Bianchi Lo hara mejor. Al propio general Orellana haban proclamado aos antes,
como "de
la
bomba" y "de
los Cadetes".
En
la
maana
ciudad de Guatemala
de
la
toma de Quezaltenango,
rea-
LUCHA EN PROVINCIAS
VII
CIEN HOMBRES
AGUZABAN BARROTES
de
la
sujetos por
una
se refle-
jaba en
ellos.
lentes que
me
encarg".
Segn
la
clave,
esta interpretacin.
jECCE PERICLES!
525
Slo los diez y siete miembros de la directiva quezalteca tenan pistola; a pesar de ello, al recibir la orden, Rafael congreg en
torno suyo a los doscientos hombres que lo
referida casa.
lo manda el les dijo que tomar Quezaltenango Cabrera ya cay. En ese instante baj el comit de guerra, formado por seores graves, que se reunan en el piso alto de la casa. no tenemos Nada podemos, Rafael le informaron armas. En cada barrote de las ventanas de esta casa puede haber
;
acompaaban en
la
Hay
partido;
una arma
si lo
profiri
res y
componan
. .
tambin tienen
bal-
cones.
Se le obedeci veinte -minutos despus cien hombres aguzaban barrotes. A las 11 de la noche del 9, lleg un mensajero a caballo a la
;
.
se
Todo en
armados
Totonicapn manda un piquete de doscientos hombres a reforzar guarnicin quezalteca. A qu hora se calcula que llegarn? pregunt Rafael. A dos de maana. Ya tenemos armas clamore mismo osado unionista
las
la
i
el
los
barrotes.
Vamos
a arrebatr-
al
Yo
Enrquez,
ofrezco
dijo
Mariano
hora de actuar; parecan potros a los que un casa reinaba la penumbra, salvo en dos o tres sitios iluminados por dbiles bombillas elctricas; a veces brillaban las pequeas ascuas de los cigarrillos. A las dos menos cuarto se dio la seal de marcha. Salieron.
la
Esperaron
freno reprima.
En
la
526
La
un auto con
los faroles
apagados; a
los lados
Una
y blanco, con el voz atiplada de Panchito Ocheita: "Viva la unin!". Caminaron por la calle que desciende a la Cinaga, hasta un arco inconcluso; siguieron quinientos metros ms, camino de Totonicapn; donde aparta una vereda para Cantel existia una casucha en ruinas all se detuvieron. De pronto, Rafael percibi una lucecita lejana en la oscuridad; la produca un cigarro encendido; llegaba la hora de la accin. El que vena fumando era uno de los dos tenientes que al mando de dos pelotones mandaba Totonicapn en auxilio de Quezaltenango, amenazado por los unionistas. Rpidamente alguien dio rdenes Suban sobre esos bordes del camino cuando les echemos el auto encima, con los fanales encendidos para alucinarlos, caigan
;
una improvisada banderita de alpaca azul escudo de la unin; de vez en cuando sonaba la
el
cendiendo de los bordes cayeron sobre l los unionistas. La sorpresa fu completa; apenas hicieron resistencia; se entregaron: los desarmaron. En la refriega resultaron heridos los dos tenientes y algunos soldados. Emprendieron el camino de regreso con armas y prisioneros dentro .del auto se encontraban los tenientes heridos. Los patriotas haban ido con barrotes aguzados y volvan con doscientos rifles y parque. A los pocos pasos Rafael mand parar el auto, se ape y regres a impedir algo inicuo la fiera del pueblo
; :
empezaba
revelarse;
la
punta de
las
bayonetas
amenazaba
andando. En la casa del partido esperaban a los vencedores grandes canastos de paches y caf hervido. Doa Chencha Caniz de Lpez los haba llevado. El doctor Ezequiel de Len asisti a los heridos; hubo un trgico saldo. Comenzaba a clarear; grandes fogatas ardan alegremente. Los muchachos se sentaron a su redor para calentarse y se desayunaron llenos de contento; cantaban, bromeaban, beban; daban el mismo espectculo de imprevisin, valor e inconsciencia que los
evit este crimen; torn al auto; siguieron
capitalinos.
jECCE PERICLES!
527
Cllense orden
tros doscientos rifles
uno de
los jefes
improvisados
esta
hay miles en poder de Aguilar. apenas desayunados, los intim a que volvieran a la accin. Se dirigieron al parque Centro Amrica, para atacar a los soldados que guardaban la penitenciara. Sus defensores tiraban desde la oficina que da al parque y desde la parte ms alta del edificio. Los unionistas se guarecan tras de las paredes que lo enfrentaban y tras los rboles centenarios que adornaban la plazuela central. Cayeron heridos varios hombres, entre los conocidos
garon tambin
los
Como buen
de su tropa.
capitn,
quera aprovechar
el
enardecimiento
Marcharon.
ls
tal,
encontraba al final de la calle de San Nicoel campanario de la iglesia anexa al hospique da a una calle inmediata, los mejores tiradores unionistas
artillera se
la
La
rodearon. Desde
empezaron
a disparar sobre el
528
Rafael reconoca
muchos habitantes de
la
tn
el coronel Rafael Aguirre, AgusMarida, Francisco Castillo Monterroso, Alberto Velzquez, Carlos Wyld Ospina, Jos Vicente Molina, Gustavo Glvez, Rafael Castro Conde, Alejandro Montes, Ernesto Castillo... Un mexica-
Una
nero de
un
unionista, jardi-
y form en la sien derecha un pequeo chichn, sin el as herido arroj torrentes de sangre por la boca y muri pronto; murieron muchos ms. Sbitamente son un toque de rendicin; los unionistas hicieron alto al pueblo; Dionisio Santiago, Yela Gnther y algunos ms traspasaron el umbral de la puerta sitiada; les hicieron fuego; haban sido traicionados; entraron entonces al cuarto de banderas, inmediato acurrucado frente a la pared, un soldado se cubra la cabeza con una cubeta de zinc; los dems unionistas penetraron en el edificio en tropel; y a su entrada ces el fuego de los asaltados se entregaban, de veras esta vez. En la cindadela atacada
oficio,
acabar de
asom un trapo blanco, mientras los clarines del fuerte expresaban con claridad Alto el fuego Penetraron a la plaza rendida en su corredor, doscientos hombres, con las armas en el suelo y
:
los
brazos levantados, solicitaban clemencia; sus dos jefes haban muerto un individuo a quien nombraban don^ Pancho, detenindose con las manos los intestinos, clamaba: "No me hagan fuego; estoy herido"; muri de peritonitis al da siguiente, Wyld Ospina y Velzquez rodeaban la silla de mimbre en que conducan
;
a Dionisio Santiago, herido. En brazos del pueblo, Rafael Yela Gnther, a peticin de clamorosas voces, improvisaba un discurso de victoria. Eran las diez de la maana. As cay Quezaltenango el da diez de abril de 1920.
El autor de esta narracin la recibi de boca de Rafael Yela testigo presencial y actor en las escenas. Cuando le pregunt: Y a todo esto el jefe qu haca?
Gnther
ECCE PERICLESI
529
Yo slo le cuento lo que vi; Rafael subordinados de resistir y que a sus rdenes parece que haba dado en la accin, realizada durante la noche y en las primeras horas de la maana, permaneci en su casa, situada en la calle Cajol, no muy cntrica, donde se haba parapetado tras puertas y ventas
.
No
contest
nas blindadas.
Escenas parecidas a la precedente se sircedieron en algunas pocas cabeceras departamentales. En la mayora de stas las autoridades se rindieron ante la orden de la Asamblea y entregaron el mando a los directores locales del Partido Unionista.
Otros aspectos de las provincias, en esta hora, nos los da
"En Huekuetenango
mero
se'
Las fuerzas de la Antigua se renen bajo el mando de pero de pronto entran los de Ciudad Vieja, que son aguerridos, van bien armados y estn a favor de Cabrera luego le ponen sitio al cuartel. Hay tratados con el jefe cabrerista quien ve que toda lucha que entable ser un fracaso. Las guarniciones a su mandb son unionistas, por lo tanto no harn resistencia, ms bien tendrn que morir sus
los unionistas;
;
comprenden ellos mismos y ceden. En menos de una hora se rinden a las nuevas autoridades de Antigua, las fuerzas que ocupan el cuartel de Chimaltenango, Renen los unionistas de ambos departamentos ms tropas y se arman. Vienen en comisin Jos G. Mndez, a la capital a
jefes; esto lo
poner a Azmitia
es
las
le
demasiada
mas.
Ya todo
que tenemos, que vengan pocos con las aroccidente y el centro lo tenemos a nuestro
530
para evitar el derramamiento de sangre por estas razones no hubo lucha en la mayor parte de la repblica, solamente en Quezaltenango o la capital. El Progreso y Zacapa. En este lti;
mo
departamento se reunieron
los
cera con escopetas y machetes, y al ver la actitud del pueblo el jefe poltico, coronel Anzueto, huye, abandonando su cargo.
de Chiquimula, licenciado Antonio Girn y Girn, quien conoce demasiado el lado flaco del general Manuel Duarte, lo embola y de esta manera le presenta un telegrama falso donde le ordena Cabrera que recupere la
Pero
el jefe poltico
plaza de Zacapa.
Marcha con un
ejrcito
numeroso y
se to-
la plaza. Es necesario traer fuerzas de Puerto Barrios, Gualn y dems pueblos para volver a recuperar la plaza; la lucha es fuerte y sangrienta; hay varios centenares de muer-
ma
y heridos, despus de cuatro das de lucha es derrotado Duarte, quien huye para Honduras. Esta lucha fu sangrienta por la culpa de Antonio Girn y Girn. Aqu es donde mueren nuestros dos valientes Joaqun Porras e Hiplito Rivas, los que fueron a traer el tipo de imprenta a El Salvatos
Aqu es tambin donde se distinguen los negritos de Puerto Barrios por su valor y arrojo; la plaza es recuperada. Cuando pas al Rancho de San Agustn, conoc a una seora alta, blanca, pelo rubio, ojos zarcos, que fu la que capitaneaba las tropas de ese pueblo, la que iba montada en un brioso caballo. Ya estando ftente al cuartel con sus fuerdor.
zas se adelanta a sitiar el cuartel y le pide la rendicin al comandante para evitar el derramamiento de sangre. El co-
mandante accede y le entrega el cuartel. Esta mujer queda fungiendo como la primera autoridad. Tambin la mujer
oriental se
las nobles
ECCE PERICLES!
531
EL SEGUNDO DA DE LUCHA
VIII
,
LE VA
narracin de
la
"Todo
el
nuevo gobierno y
las
de Estrada Cabrera, A las 6 de la maana entr el batalln 15 de marzo proveniente de lugares vecinos a la capital; se le equip con 225 armas de las que se recogieron en toda la noche a los nios que andaban lucindolas a las novias. Este batalln cubri de la 10^ avenida hasta el final de la 18 calle, parte que estaba descubierta por no tener armas.
Este
zar,
mismo
da 10, a las 7 de la
maana
se present el
La
g solamente las restantes 175 armas de las que andaban paseando con los seoritos. Ya con estas 400 armas en manos expertas se pudo hacer algo. Se fueron a cubrir los lugares ya mencionados hasta la 18 calle. Van como jefes Francisco Contreras, su hermano Manuel, Salvador Salazar e Ignacio Rodrguez Medina.
A las 8 de la maana del 10 visit al teniente Braulio de Len que haba avanzado por el campamento del Calvario. Unas mujeres de esas barracas fueron a quejarse de que
los jefes
viviendas, robndose todo lo que tenan y violando a las nias entre stas haba una de 10 aos llamada Petrona Gmez;
tres ancianos
laran a sus hijas y a un nio de 15 aos. Las damas de la Cruz Roja llevaron a la nia al Hospital y a los 3 fusilados al cementerio. Se les notific a todos los del campamento que
Acabando de dar
desocuparan ese lugar y se fueran a refugiar al partido. estas rdenes estaba cuando comenz el
532
Una bomba pas rozndome, dio pecho de Braulio de Len, bot el borde de las gradas del Calvario y pas hasta el otro borde donde estall. Aqu acab la jornada de la vida del valiente Braulio de Len; ms adelante estaba tendido ya sin vida Arcadio el zapatero, dos de los compaeros que proyectaron matar a Cabrera durante las fiestas del ltimo noviembre. Los dos murieron a la misbombardeo de La Palma.
en
el
ma
hora.
Se oyeron unos
de 13 aos a la que
una bomba le haba deshecho la cara se llamaba Sofa Tobar y an vive. Qued al mando de la compaa el sargento Julio Molina, porque oficialidad no hay; sta se encuentra en la plaza de armas, pero donde se pelea no. Cuando llegu atrs de la estacin, el fuego de La Palma era nutrido sobre el batalln 15 de marzo le pregunto a Njera que si tena parque, contestndome que s tena un poco, como para todo el da. Regres y por la 7- avenida vi que avanzaban las tropas cabreristas hacia la capital disparando caonazos como 6 por minuto. Le pregunt a Diego Den Glvez que si tena parque para contestarles; me dijo que no tena ni un solo tiro le orden que se retirara de la Tipografa Nacional con su gente hasta la 17 calle. Glvez tampoco es militar. En el frente del Calvario, tampoco tienen parque ni en la 6^, 5^ y 4^ avenidas. Fui al partido para organizar un batalln de a machete, ponerlo dentro de las casas y al pasar las tropas cabreristas asaltarlas. En la casa del pueblo me sorprendi ver un ejrcito bien armado; para entrar haba que pedir audiencia. Me entro con mis acompaantes, sin solicitarla. Abro la gaveta de un armario donde tena unos 200 tiros. Don Jos Azmitia, que estaba recibiendo "ordenes y al mismo tiempo las imparta, comenz a gritar que me sacaran, que sin su autorizacin nadie poda entrar. Yo segu llenando el costal de tiros, y entonces Azmitia me dio un empelln y me bot al suelo; se me sube el coraje y le orden que tomara el costal de tiros y fuera a las trincheras a repartirlos. Me reconoci y me dio disculpas. Se llev los tiros Vctor Avila Saravia a distribuirlos a las tropas de Tedulo Vega. Ahora veamos los correos que sirven al castillo de
; ;
ECCE PERICLES!
533
San Jos. El da 10 antes de que entraran las tropas escuinun individuo y al rato bajaba; ya estando abajo de la garita le hicieron una descarga asesinndolo por la espalda. Las mujeres de la Cruz Roja fueron a recogerlo; todava estaba vivo; dijo que haba ido a cobrarle una cuenta de licores al jefe y ya se retiraba cuando dicho jefe se entr para dar rdenes que le tiraran. Cuando llegaron los que lo conducan a la 18 calle y 5^ avenida ya haba muerto Ignacio Rodrguez Medina lo identific resultando ser Humberto Accorsi de origen italiano, que tena almacn de licores.
tlecas vieron subir a
;
Este mismo da 10 en la tarde subi un sargento segundo, campesino, con una nota para el jefe, sin duda pidindole la rendicin del castillo y quin sabe qu ofrecimientos le
hacan.
En el mismo lugar que asesinaron al italiano le hicieron una descarga y cay muerto. Esto parece que es para despistar el primer asesinato cometido por no pagar la cuenta
de
licores.
En
Calvario;
apenas haba sentido el sobresalto de tal noticia cuando Saravia, regresando de haber dejado los tiros, me dijo que por el cementerio venan otras tropas bien armadas. Nos fuimos a encontrarlas por El Gallito. Eran las tropas de Escuintla un batalln como de 500 hombres donde venan muchos amigos. Adelante vena el licenciado Aguilera Montes, Emilio Den Glvez, Alfredo Cifuentes, Eulalio Coronado. Les indiqu que apurramos el paso, pues no podan llegar a mejor tiempo para combatir al enemigo. Se nos agreg Clotilde Guzmn con la banderita roja de su carnicera. Marcha adelante. Al llegar a la 12 calle y 6- avenida iba el general Apolinario Ortiz muy de prisa para el parque y me pregunt para dnde llevaba a la gente. "A pelear le contest." "All no ms viene el enemigo por La Concordia inform. En realidad las tropas cabreristas ya haban adelantado hasta la 16 calle. Ya fu desplegando guerrillas al llegar frente al atrio de San Francisco se entabl el combate, que fu de
importancia.
Frente al atrio cay uno de mis acompaantes, Emilio Navarro, muerto. Otro pelotn relev al primero, hace una
534
avenida y el grueso de las tropas en la 6^ avenida frente a La Concordia cay sin vida otro acompaante mi y fu herido Emilio Den Glvez en la 15 calle muri un barbero.
; ;
Ya tenemos
les
al
grit a
chachos que calaran las bayonetas para entrar al hacen otras descargas y el abanderado corre sobre el enemigo dndoles valor. Cuando ya tenemos a los contrarios a 60 pasos nos disparan nuevamente; el abanderado corre ms; las
tropas cabreristas
mis mudegello. Se
huyen y
se les persigue.
Las primeras avanzadas se desbandaron por distintos puntos y cayeron varios cabreristas prisioneros. En la carrera que llevamos vemos las armas que dejan botadas las tropas
de Reyes.
Al llegar a las gradas del Calvario dividimos la fuerza;
el
campamento donde
es
hoy
el
nuevo
ques fuertes a la puerta mayor del templo -^como contrasea para los amigos que lo ocupaban y la otra parte la tom a mi mando por el callejn del Calvario; no previ que podia estar el enemigo en ese lugar y al asomarme vi que levantaban'las armas atrs del tanque y me dej caer a tiempo de la detonacin. Eulalio Coronado manda a avisar al partido que ya me habian matado. Esto cundi muy pronto en todas partes. Al momento se oyen las descargas por las ventanas del
convento.
rios
Lps que me dispararon huyeron tambin, dejando vamuertos y heridos. Luego me levant; no me habia pasado nada. Aqu se ve el valor y arrojo de las mujeres guatemaltecas porque varias entran en medio del balero, a recoger a los muertos y heridos. Algunas aguantan con un hombre cargado, otras necesitan reunirse tres para sacarlo de las trin"Espere un cheras. Le digo a doa Virginia de Chica: hay heridos y se pueden salpoco". "No me contest var". En medio de las dos placitas de la 5? avenida un obrero tena las dos piernas pasadas; extraerlo de ese lugar era difcil por el fuego de las ametralladoras del castillo por fin se atrevi
lECCE PERICLES!
a recogerlo Sofa
535
Mrida,
.
la
la
imprenta
de
la 19 calle.
en ese lado con las tropas del castillo que bajaron y se apoderaron de la capilla evanglica donde pusieron una ametralladora. Tedulo con sus tropas se acerc y se tom la capilla; se entabla una lucha que al fin dominaron nuestras
fuerzas, capturando,
adems de
la
mencionada ametralladora,
15 fusiles y 12 soldados.
Desocuparon luego el puesto porque el fuego del casmuy nutrido hubo como ocho muertos y diez heridos, Se recogi a los heridos y a los compaeros muertos; quedando como 12 muertos de parte de las fuerzas cabreristas a los que no fu posible recoger porque apenas se acercaba la Cruz Roja le hacan fuego, tan sin ningn miramiento que ya haban muerto 3 de sus miembros. Cuando dos das ms tarde por fin se pudieron recoger, estaban inflados ya para
tillo
era
reventar.
Los hermanos Contreras, Salvador Salazar e Ignacio Rodrguez, avanzaron con las tropas del cantn Barrios hasta frente a Santa Cecilia, donde estaban las tropas de Reyes -compuesto de ladrillos cruatrincheradas tras de un fortn dos y armadps con ametralladoras y artillera. All se en-
tabl
ms
sangre.
En
esta
hubo como 80 bajas de parte del partido y como 35 de parte de las fuerzas de Cabrera por las fortificaciones en que estas ltimas estaban mientras nuestras tropas peleaban a campo raso.
En este segundo da de refriega, frente al Calvario se oyeron gritos; los proferan dos hermanos extranjeros dueos de la pastelera "La Francesita". El general Reyes lo mand a fusilar a l y la forzaron a ella. El cadver del joven extranjerito fu encontrado detrs del mostrador. Hay miles de ojos que presenciaron lo que llevo
dicho."
536
Sobre esta providencial entrada de las tropas de Escuintla encontramos nuevos detalles en Escamilla;, quien adems nos los
(1) Como se ve, discrepan los dos jefes unionistas, Ortiz y Escamilla, en cuanto al nombre del general cabrerista que fu derrotado con el auxilio de las tropas de Escuintla,
ECCE PERICLES!
ellos
537
simpatizaran de corazn con nuestra causa, lo que demostraba claramente las continuas deserciones que entre ellos se registraban. Chajn se retir, pues, al amparo de los
ces respirar de la larga caminata y del
fuegos del castillo y los pobres escuintlecos pudieron entoncombate que les haba
por unos solos momentos. Los que tenan armas se quedaron all por de pronto para evitar la repeticin del ataque, y los
dems regresaron a la casa del partido y al parque central en donde haba reunida ms gente de fuera y de la capital. Al
mando de
Beltetn, y
fle la
i>
la penitenciara
como mayot de
entonces comandante
Aurelio Molina,
Ambos haban
f.
y con sus
Adems, ambos eran muy buenas personas, y por eso mismo no hay duda que simpatizaban con los unionistas. Efectivamente, ya se tena la palabra de ellos de que se rendiran el mismo ocho de abril; pero cuando se mandaron dos
oficiales a hacerse cargo de la penitenciara, lejos de entregar inmediatamente, detuvieron a los susodichos oficiales por lo que al principio se crey que estos dos j^fes faltaban a su palabra empeada con el pueblo. Esto, sin embargo, no era
as.
No hay que
mente
San Jos y estaba enteramente expuesta a recibir los fuegos de ese fuerte en caso de que se notaran movimientos sospechosos. Y para colmo de males. Cabrera haba colocado una fuerza como de ciento cincuenta hombres, al mando del comandante Carlos de Len Rgil, en
a los pies del castillo de
las barracas
ocupadas por el telgrafo, situadas en la vecindad de aquel centro penal. Cogidos as entre dos fuegos, la
entrega para ellos en esos momentos era imposible. Ya dije en una ocasin que don Carlos Herrera viva en ese tiempo en su casa de campo denominada "Las Margaritas" y situada en las inmediaciones de Ciudad Vieja. Quin sabe si Cabrera crea que don Carlos haba tenido la imprudencia de abandonar la ciudad en la noche del 8 para pernoctar en su casa de
538
RAFAEL AREVALO MARTNEZ campo, o si haba dado orden de tirar sobre cualquier auto que pasara por debajo del llamado puente de la penitenciara, o si de Len Rgil quiso quedar bien matando gente el hecho es que, esa maana, entraba don Ignacio G. Saravia en compaa de su hijo, de los licenciados Federico y Luis Vielman, de don Guillermo Barnickel y de un chofer, cuando al pasar el auto por enfrente de las barracas donde estaba apostada la fuerza de de Len Rgil, se les hizo una descarga tan mortfera, que todos quedaron muertos instantneamente, a excepcin de uno de los seores Vielman que muri a los pocos momentos en la penitenciara, y de don Ignacio Saravia, padre, quien sobrevivi milagrosamente a aquel salvaje atentado. Tal vez crea Cabrera efectivamente que el auto de referencia conduca a don Carlos y ya se podr juzgar qu ^lase de sentimientos tenebrosos anidaban en su espritu, que rio titube en inmolar todas aquellas vctimas inocentes porque de todos esos seores, ni uno solo perteneca ni de nombre al Partido Unionista, creyendo tal vez matar a su odiado rival. Este crimen inaudito qued completamente sin
;
castigo.
Qero bien,
la penitenciara
no se poda rendir y en
el
partido y en el gobierno se hacan los ms desfavorables comentarios acerca de la conducta inexplicable de esos dos
jefes.
En
la penitenciara se
el
muerte del infortunado Francisco Madero, presidente de Mxico. Ya puede suponerse que este general era de aquellos que tenan el alma. atravesada, y era adems magnfico jinete y tirador brillante con pistola. Pues bien, este general fu llegando una noche al gobierno de Herrera para ponerle en conocimiento de todo lo sucedido y de que los seores Beltetn y Molina estaban siempre en lo dicho sobre la rendicin; que se estaba abriendo un boquete en la muralla norte para salir por all sin ser molestados por las fuerzas de San Jos, y que se diera orden a las avanzadas apostadas en la diez y ocho calle a fin de que no fueran a hacer fuego sobre los
presos y sobre la fuerza que a su custodia vena. Efectivameny la penitenciara se traslad en cuerpo al Instituto nacional de varones, habindose aumentado el armamento de
te as se hizo,
ECCE PERICLES!
los unionistas
539
e esa guardia y con dos ametralladoras Pratts, ms viejas que la maa de fiar, pero que en
con
los rifles
esos
momentos y en
piezas inmejorables.
En honor
solo,
manos de
los
a los reos hay que advertir, no obstante que las armas pasaron unionistas para servir en la defensa
de la plaza.
'haba cado ya en
divisin Canales de aquella comarca, habiendo sido tomado el cuartel y depuestos sus dos jefes, los coroneles Dmaso de Paz y Luis Alvarado pero no se saba cmo hacerla llegar la divisin Canales y con qu jefe traerla. Si mi memoria no me es infiel, se comision al entonces coronel de caballera Arturo Romero para que fuera a traer esa fuerza; pero parece que all no se conocan detala
Se saba aqu en
capital,
que
la
manos de
los unionistas
lles de la organizacin del nuevo gobierno, y por eso probablemente no se respetaron las rdenes del ministro de la guerra, licenciado Jos A. Beteta. No qued otro remedio, que el de que uno de los] directores del partido firmara juntamente con el ministro las notas que portaba el encargado de traer esa fuerza y, para mayor seguridad, tambin los sobres que las contenan, a fin de que fueran respetadas por los lderes unionistas que all 'actuaban. A m me toc poner esas firmas, por ser bastante conocido por aquellas comarcas, especialmente por Federico Amado, a quien tcitamente haban reconocido todos coino director del movimiento libertador en esa zona.
ella,
Recuerdo entre ellos al general Reyes Navarro, de Fraijanes, a un comandante Monterroso, de La Pampa, a Paco Girn, de Santa Isabel y otros, cuyos nombres ha borrado el tiempo de mi memoria. Estas fuerzas de Canales no pudieron entrar en accin de momento por falta de
armas.
La lucha ms reida era en las cercanas de la ciudad, especialmente por el lado del castillo de San Jos, por el puente de la penitenciara y por la Barranquilla. Tambin a
Matamoros
se le haba puesto sitio pero este fuerte no interesaba tanto como el de San Jos, cuyos fuegos, juntamente
;
540
para inclinar al comandante de ese fuerte a que se rindiera, por desgracia con resultados negativos. En una ocasin llegaron hasta a matar alevosamente a uno de nuestros parlamentarios, a un valiente muchacho de 16 aos de edad, llamado Manuel Zelada, del barrio de La Libertad, y quien valerosamente se haba ofrecido a llevar una nota, amparado por la bandera blanca del parlamentario.
En
esos precisos
momentos
bierno de don Carlos Herrera y del partido era sumamente desfavorable. Casi ya no haba parque, y por eso se mand
decir a los delegados que era conveniente aceptar
ad referen-
dum
las
Porque hay que saber que continuamente se reciban refuerzos de los departamentos en forma de gente, de los pocos fusiles y parque de las guarniciones, y de alguno que otro
rifle
de cacera de particulares."
En
comandaba
Chajn
lo
mucho mayor.
a los
la calle,
el
muchachos
anim
Carlos
Haban formado alambradas para ayudarse en la defensa. Un soldado cabrerista al querer pasar bajo una de ellas, sinti que sus pas le agarraban la guerrera y cay en el suelo por su precipitacin para soltarse, sin haberlo conseguido. Entonces le entr pnico y empez a dar voces de terror clamando por su auxilio. Desmoraliz de tal modo a los suyos con sus voces temerosas que stos, ya prximos al triunfo, retrocedieron huyendo. Murieron cientos de unionistas por esos das. Uno de los hermanos Leiva, alcanzado por los disparos en las calles, al lado' del cadver de su hermano, sostenindose los intestinos con las manos, clam: La tierra de Guatemala ya tiene sangre de los
los cercaba.
Leiva.
ECCE PERICLES!
541
noche las aguerridas fuerzas -de Falencia, en se tomaron Aceituno, en las afueras de aqulla, donde estaban los depsitos de plvora; dejaron en este cuartel una guarnicin y l grueso de las tropas entr a la ciudad. Entre los presos libertados al rendirse la penitenciaria, estaba el exdirector de la polica quien fu coronel Tiburcio Molina nombrado jefe de operaciones de la parte oriente, desde la Barranquilla hasta el punto en que sta termina del otro lado; se llev a las tropas palencianas para reforzar el batalln 15 de marzo. Ya estaban organizadas las tropas unionistas en todos los frentes; el enemigo iba retrocediendo. Esta noche el bombardeo sobre la capital fu muy fuerte; se calcula que por lo menos cayeron 500 bombas.
las diez
de
la
EL TERCER DA DE LUCHA
IX
"HABIENDO YA AGOTADO LOS MEDIOS DIPLOMTICOS"
El once, desde las cinco hasta las siete de la maana, Estrada Cabrera reanud un fuerte bombardeo dirigido principalmente sobre el poniente y norte de la capital; caus destrozos y prdidas de vidas. Los unionistas por medio de otra nota hicieron ver al cuerpo diplomtico la falta de cumplimiento en la palabra empeada y la ruptura del armisticio, dos horas despus de firmado con toda solemnidad en su presencia, Benton Me Millin, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de los Estados Unidos de Amrica, debi mostrarse remiso a actuar, pues fu conminado por G. Perrot, representante de Francia y Jack P. Armstrong, representante de la Gran Bretaa, en una forma perentoria. El ministro francs escribi
*
"Habiendo ya agotado todos los medios diplomticos que estaban ar nuestro alcance, una accin enrgica que llegue hasta el ultimtum debe hacerse inmediatamente ante Estrada Cabrera, quien framente, sin necesidades militares, sin
542
RAJTAEL
AREVALO MARTNEZ
nios,
previo aviso y
matando mujeres y
ha hecho bombar-
Usted tiene poder y fuerza moral para hacer cesar semejante estado de cosas; en virtud de instrucciones que he recibido de mi gobierno se lo pido de la manera ms respetuosa pero tambin ms enrgica."
;
el
representante ingls
"El
momento ha
llegado
si
es que no
ha pasado para'
que el cuerpo diplomtico ponga en conocimiento del seor Estrada Cabrera nuestra formal protesta contra el bombardeo de la ciudad. Estoy dispuesto a intimarle que la continuacin de esta accin intil, sin sentido, inhumana, puede llevarnos a romper relaciones con el gobierno. Si usted se siente inclinado a tomar accin en este sentido, no tengo inconveniente en juntarme con usted; pero en vista del peligro de atravesar las calles no estoy dispuesto a aventurarme fuera para discusiones intiles como las hemos tenido hasta ahora."
A las 10 a. m. se reuni el cuerpo diplomtico y puso en conocimiento de Estrada Cabrera, como ultimtum, que la continuacin del bombardeo y ataque de la ciudad podra obligarlo a romper sus relaciones con l, sujetando esta decisin ad referendum de sus respectivos gobiernos. Firmaron: Pedro Quartn, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Espaa y decano del cuerpo diplomtico; Mr. Benton Me Millin, enviado extraordinatio y ministro plenipotenciario de los Estados Unidos de Norte Amrica; Joaqun Mara Travassos Valdez, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Portugal; Francisco Torres Fuentes, ministro de Nicaragua; Ernesto Argueta, ministro de Honduras; Mr. J. P. Armstrong, encargado de negocios de la Gran Bretaa; George A. Perrot, encargado de negocios de Francia y Federico Jimnez O'Farril, encargado de negocios de Mxico. Benton Me Millin adems propuso al ministro de relaciones exteriores de Cabrera que se verificara una conferencia en su legacin, ofrecindole que un agregado estadounidense se encarconcluye as: "Me gara de acompaarlo. Su nota 11 de abril complazco en participar al Gobierno de Vuestra Excelencia, que el
ECCE PERICLES!
el fin
543
proceder
el
Gobierno de Vues-
mucho
una orden.
,
macana
dice
Silverio se entabl
una lucha reida desde la 10- avenida y 18 calle final, pasando el barranco, donde retrocedi el enemigo dejndonos avanzar
hasta la 22
se
calle,
punto en que
da."
para cubrir
la retaguardia
a los palencianos
Al pasar yo de regreso de la 22 calle, como a las 9 de la maana, por la plazuela de La Concordia donde estaba acuartelado un nmero regular de tropa al mando del teniente
Gregorio Flores,
a la
me
5-
avenida frente
mencionada Concordia se haban recogido muchos muertos, que los das 9 y 10 sumaron 28. Al principio se haba credo que las balas del castillo producan esa matazn y a cerciorarse de ello se destinaron dos centinelas.
al llegar a la 4?
Segu la 15 calle y un sargento quien me dijo que ya se haba averiguado de dnde provenan los disparos; eran Fontaine y su mujer quienes desde su casa de dos pisos que mira a la citada plazuela, estaban matando a
avenida, fui alcanzado por
el
sombrero
el rtulo
de nuestras tropas y pasaban frente a ellos y se haba llegado a la evidencia de su crimen porque los centinelas apostados los vieron disparar y matar a Alfonso
"Unionista"
;
divisa
mano marchaba
desempear
una comisin
al partido.
Cuando
un soldado
entonces ya no fu
Al llegar
al
lugar
de
los
y un hombre heridos. Fontaine era aquel empresario al que Cabrera, en los ltimos meses, haba comisionado reparar el teatro Coln para que, dando as trabajo a un gran nmero de obreros, stos le fueran fieles."
544
que estaban expuesque provenan de La Palma, del castillo de San Jos y del de Matamoros, hubo cabreristas que, desde algunas casas de la misma ciudad, tiraban sobre los unionistas al pasar por las calles. Recuerdo perfectamente bien que, yendo una vez en compaa de Manuel Cobos Batres al edificio antiguo de la empresa elctrica en el desempeo de una comisin, nos tiraron con rifle desde una casa, que no nos fu posible localizar; pero, por la misma situacin de esa calle, que es la 9- poniente, no podan provenir esos tiros de los fuertes de Cabrera. Algo parecido suceda por la plazuela de La Concordia, solamente que all, por tratarse de la quinta avenida sur, tan barrida por las ametralladoras de San Jos, no haba sido posible averiguar la procedencia de esos tiros, hasta que Silverio Ortiz localiz la casa, que era la ocupada por Luis Fontaine, francs de origen; pero tan cabrerista, que se crey obligado a defender a Cabrera haciendo de francotirador en un pas extrao al suyo, y contra personas que jams haban tenido ni siquiera la intencin de ocasionarle dao alguno. Cara le cost, sin embargo, esa locura. Localizada que fuera la casa por Silverio, se destac inmediatamente un piquete de unionistas que la atacaron con verdadero arrojo, matando a Fontaine y a su pobre mujer, la cual tambin haba disparado sobre los infelices transentes que deambulaban por las calles, muchas veces sin ser de los verdaderos combatientes."
los fuegos regulares a
"Adems de
En
la tarde
al
cuerpo
ques a La Palma. A las cinco de la tarde se reanudaron las conferencias. El delegado de Estrada Cabrera, licenciado don Manuel Echeverra y Vidaurre, ministro de relaciones exteriores, propuso:
Primero: Que se declararan nulos los actos veAsamblea Nacional Legislativa el jueves ocho del corriente mes. Segundo: Que el seor Estrada Cabrera prerificados en la
ECCE PERICLES!
sentara su renuncia a la
545
Asamblea Nacional
Legislativa,
depositndola
sentara
eri
manos
Tercero:
Que aceptada
poder
el
la
do
al ejercicio del
Los unionistas consideraroin esta proposicin nicamente para que se suspendieran las hostilidades desde las diez del once hasta las cinco de la tarde del doce, porque estaban escasos de parque y queran dar tiempo a que llegara el refuerzo esperado ese mismo da. Si la proposicin, vigente ad referendum hasta la hora indicada, no se ratificaba, ambos ejrcitos renovaran la lucha y Estrada Cabrera podra cumplir su amenaza de arrasar la ciudad.
EL TERCER DA DE LUCHA
..
Una cobarde
a los unionistas, y
traicin
manch
a los defensores de
Matamo-
stos,
formada por
ms de
ellos.
billaron a tiros de
Agente y cmplice de esa traicin fu una antigua amante Reyna Barrios,, mujej: de excepcional belleza y de entraas an ms excepcionales. Se llamaba Rosa Trabanino.
del presidente
546
Jos Alvarado, uno de los firmantes del acta, y Silverio Ortiz, de consuno, han de referirnos este incidente:
*
gran unionista y enemiga acrrima de Estrada Cabrera. Al coronel Garca Estrada que fu uno de los que desaloj del cuartel nmero 3 el coronel Lpez Avila, para llevar a efecto su plan, contra Estrada Cabrera, el 8 de abril design despus el cruel mandatario para lleen la tarde var, en unin de Miguel Lpez, la jefatura del castillo de
Matamoros, y bombardear y ametrallar al pueblo y al cuartel de Lpez Avila en primer trmino tarea que comenz la misma noche del 8 y que se suspendi para darle comienzo otro
;
da
muy
temprano.
la
Es indudable que
Unionista asesinando a sus principales componentes, pues al correr de la lucha armada se present la dicha seora Traba-
nio
al partido,
del fuerte con su amigo G?irca Estrada; pero qi^e era absolutamente necesario que la directiva acompaada de los ms significados unionistas fueran en grupo para entregarles el referido fuerte en donde se izara bandera blanca. Es claro que los de la directiva no se dejaron coger en la infame trampa pero un seor de apellido Cha que sin. duda era caije de la Trabanino entusiasm a un grupo de obreros y campesinos que en nmero como de 40 50 se dirigieron al castillo con bandera blanca y tambores. En la fortaleza haba tambin bandera blanca; pero fueron recibidos a tiros, barriendo la metralla con todo aquel grupo de infortunados, no quedando vivos ms que un muchacho llamado Pedro Carrera, que fu atravesado en el hombro izquierdo, y Vicente CuJos Alvarado. llar." "A las dos de la tarde pas por el partido, donde me dijeron que la Rosa Trabanino haba llegado a conquistar a un regular nmero de obreros para que se fueran a armar al
;
jECCE PERICLES!
castillo
547
dirse,
de Matamoros cuyos jefes estaban de acuerdo en renafirmndoles que ella responda de que no les pasara
Muchos la creyeron y la siguieron; iban 40 adelante con la Rosa y como 300 atrs. Convinieron que al ver arma dos a los de adelante entrara la fi^erza que iba atrs. La Trabanino salud al jefe y le dijo: "Aqu traigo a los primeros y en seguida le traer a los dems." Ya fu de irse formando y atravesndoles el pecho con las bayonetas uno se lanz sonada.
;
comandante de armas para ahorcarlo y como no lo soltaba le cortaron los dos brazos murieron 39 porque Vicente Cullar al ver esto se meti debajo del zacate que estaba cerca, el que serva para las bestias, donde pas tres das y tres noches por la noche lo encontr un cabo y en lugar de delatarlo lo escondi, llevndole agua y pan, Cullar se dio cuenta muy bien de todos los plane^ del jefe con la Rosa Trabanino y vio cuando hicieron un volcn de los asesinados, les echaron una lata de gas y les prendieron uego. Dice Cullar que se oan los ayes de los heridos cuando se estaban asando. En esto la voz chillona de la Trabanino le dijo al jefe "All abajo hay como 500 hombres esperando que se les llame para entrar." Mandaron a un sargento y a un cabo para que entraran por pequeos grupos pero parece que el sargento se puso de acuerdo con el cabo y al llegar donde estaban los obreros les informaron de lo sucedido, dicindoles que no volvieran a dejarse engaar. Los unionistas se fueron, y el sargento y el cabo anunciaron a sus superiores que no haban querido subir sino se haban retirado. La Trabanino se entr al pabelln del jefe conocido con el apodo de "Milpas Altas" Miguel Lpez. Parece que sostenan relaciones amobre
el
;
;
rosas.
De
este
modo
los indios
jefes del gobierno, imperante engaan y asesinan a indefensos soldados. Todo este relato lo dio Vicente Cullar, cuando
sali
de su escondite
el 15
de abril."
Ortiz.
Contina Silvero
"Respecto a los armisticios que puedo asegurar cmo fueron por no
slo vea pasar los delegados de se llevaron a cabo,
haberlcfe
no
presenciado;
a la legacin americana.
548
menzaba
el
bombardeo.
No
ni odo,
mi agrado escribir lo que no he presenciado como hacen muchos que se estuvieron escondidos y
es de
dan
fe de los
Este
mismo
como
como ya hemos
visto,
por jefes a los hermanos Contreras, Salvador Salazar e Ignaeste ltimo militar de escuela atacaron de cio Rodrguez nuevo a las tropas de Reyes que estaban bien atrincheradas en todo el frente de la iglesia de Santa Cecilia. Dispuso Rodrguez que se dividiera nuestra fuerza en tres sectores y
combatiendo
lograron
as al
al fin
enemigo por el frente, el sur y el norte derrotarlo, despus de tres das y dos noches
A las 5 de la tarde nuestras tropas estaban en el templo donde se encontr al anciano padre Castaeda amarrado; al quitrsele las ligas que lo sujetaban, el anciano con las manos juntas y en voz alta dio gracias al Ser Supremo por la llegada de los obreros. Le ayudaron a levantarse y bendijo a todos los presentes. "Cunto tiempo lo han tenido
de fuerte combate.
en ese martirio?" -^le preguntaron y respondi que el da como a medio da entraron las tropas de Reyes y como a la media hora lleg el general, quien le puso la pistola en el pecho para que entregara a todos los hombres que tena y el armamento, a lo que l indic que era sacerdote y no tena autoridad para tener tropas a su mando y mucho menos armamento, y que en la iglesia slo vivan tres personas entonces presentes: la seora que le daba alimentos, el anciano sacristn y el propio narrador; que Reyes entonces orden que fusilaran al sacristn, al que arrojaron en un hoyo que haba en el patro y le echaron tierra. (All existe todava el cadver). La seora que le daba sus alimentos, madre del msico que tocaba en el templo, an vive y da fe de estos relatos, lo mismo que los hermanos Contreras y un centenar de hombres que escucharon todo esto. Se* organizaron avanzadas y nuestras tropas quedaron bien atrincheradas tras unas paredes bajas, en el amplio terreno que rodeaba la iglesia.
;
ECCE PERICLES!
549
la
Como a las cinco y media de la tarde del 11 fui llamado a casa del gobierno. Encontr en ella reunidos a los generaLima y Apolinario
Ortiz
;
les
el
ramos algunos cientos de soldados para tomarse el castillo de San Jos por asalto; no estuve de acuerdo por no tener artillera para abrir boquetes a los paredones demasiado altos de entrar solamente por su puerta era la mencionada fortaleza sacrificar muchos miles de soldados; y me pareci mejor sitiarla y que se rindiera cuando le diera la gana. Para esta sitiada advert que haba que desalojar a las fuerzas que estaban en el telgrafo, hoy estadio escolar, por la parte de atrs, entrando por la estacin, lo que se debera poner en prctica el da siguiente, y esa misma noche era necesario que el inspector de aguas Ensebio Flores, cortara la caera que abastece de agua el castillo. Tambin aconsej que se buscara a las familias de los jefes cabreristas que mandaban en la fortaleza, para hacerlas rehenes, y de esta manera evitar que aqullos siguieran disparando sobre la capital. Los generales accedieron y qued nombrado para poner en prctica las medidas anunciadas. Esa misma tarde fu cortada la caera en el cerro de Santa Cecilia."
:
el
propio da subi
el jo-
al castillo
en cuestin, la entreg y baj sin que lo mataran. La prensa y don Jos Azmitia hicieron muchos elogios, "lo que le extra, porque ni
a los seores de la prensa ni a
se pelea y a pesar de ello
las
se les ve acercarse donde que pasa en el frente de guerrillas como lo-har ms tarde Adrin Vidaurre." Seguimos copiando a Silverio
don Jos
fe
dan
de
lo
"Ya como
a las 8 de la
las
tomado
la
plaza de
Chimaltenango y en compaa de tropas de esta ltima ciudad. Las fui a encontrar por El Gallito y me contaron que en
el Guarda estaba una escolta de cabreristas y que a las primeras descargas huy dejando un piquete de tropas en el cuartel. Vena el coronel Mendoza con los de Chimaltenango y el coronel Ramrez con los antigenos.
550
Pasando por
ri
encontr
al
que como 1,000 heridos ya no caban en los hospitales improvisados en varios teatros. Lo que estaba causando ms dao eran las bombas en el callejn de Escuintilla, una familia entera estaba almorzando cuando cay una en medio de ellos, muriendo los padres y dos hijos; el ms pequeo estaba grave con tres heridas. Me invit para que comiera algo porque tena varios das de pasarlos con slo lquidos y fui con l al lugar donde ejerca su piadoso ministerio. Al entrar me di cuenta que era asilo de gran nmero de altos funcionarios de
;
Cabrera.
pero
el
bom-
me
despert
como
a las tres de la
maana;
le di las
me
fui a ver
Reforzaban a los obreros que estaban en la parte norte, desde Santo Domingo hasta la Parroquia. En este sector se haban librado varios \ombates hasta el templo de San Jos; haba habido como 70 muertos de parte de los nuestros en los das anteriores a la entrada de las
tropas
antigeas.
Por esta parte nos atacaban el general Claro Chajn, el coronel Juan B. Alonso, el coronel Vicente Menndez y el coronel Rafael Snchez pero con la reforzada de las nuevas
;
tropas
salir
fuera de la
ciudad."
EL CUARTO da DE LUCHA
XI
ESPERABA LA AYUDA YANQUI
El da 12 fu uno de los ms angustiosos para los directores unionistas y desde luego tambin para sus delegados, representantes del vecindario, en las conferencias celebradas con los de Cabrera, los seores Garca Salas, Zelaya y Valladares, quienes temieron ver frustrado el fruto de sus gestiones.
ECCE PERICLES!
551
las cuatro
de
la tarde,
el
encargado de negocios de Nicaragua ley la proposicin pendiente de Estrada Cabrera y pregunt a los unionistas que si la ratificaban.
Los unionistas a su vez interpelaron al delegado de Estrada Cabrera si sostena en firme dicha proposicin o si simplemente
quera explorar su nimo con
un
tanteo.
El delegado de La Palla
ma
otra
nueva proposicin
al da siguiente
en
maana y
solicitaba
la ampliacin del armisticio hasta las diez de la noche del 13. Esto permita terminar la organizacin de las fuerzas unionistas y fu concedido por sus representantes. Qued convenido que el da 13 se reuniran ambas partes para or las propuestas.
Eran
las cinco
una
noticia
importantsima que cambi completamente el cariz de la situacin. Nos cuenta este importante acontecimiento Silverio Ortiz
"Como
'
a las siete de la
maana de
este da 12 de abril
el telgrafo
que
estaba en la parte
por la parte de oriente, haciendo un despliegue desde la penitenciara hacia el sur. Las fuerzas de Cabrera contestaron el fuego con varias ametrael
que hoy es
estadio escolar
media hora fueron derrotadas; parece que el Len Arriaga fu herido en un brazo se persigui al enemigo varias cuadras hasta obligarlo a refugiarse en La
lladoras, y a la
jefe de
Palma.
la matanza de particulares que pasaban por frente de esa dependencia gubernativa, guarne-
De
este
modo termin
En la revisin del campo donde se libr el combate, se encuentran ocho heridos y tres muertos de nuestra parte uno de los muertos fu el jefe de las tropas, nuestro comandante Pedro Daz Maltes, fundador de la Liga Obrera y uno de los obreros que iban a dar el golpe de estado durante las fiestas del 21 de noviembre con l ya son tres los que han muerto, de los conjurados entonces Braulio de Len, Arcadio el zapatero y don Pedro Daz Maltes, quedando solamente dos vivos:
; ; :
552
El enemigo perdi 5
En este hecho de armas tambin fueron mujeres las que primero recogieron a los heridos de ambos bandos. Cabrera se atorment con la derrota de sus fuerzas en todos los frentes a cada momento se vio pasar el carro de sus delegados con la bandera americana, sin duda para entrar en algn arreglo con el gobierno de Herrera. Ya estando nosotros en posesin del telgrafo, el castillo de San Jos hizo unos disparos sin duda para ver si todava dominaban las fuerzas de Cabrera ese lugar, pero sejes contest con unas descargas cerradas indicndoles que ya estaban sitiados. En este frente poseemos buenos fortines para librar cualquier combate que se presente. Su parte oriental est custodiada por las tropas que ma^nda el coronel Tiburcio Molina. A las doce de ese da, se present un muchacho como de 14 aos, descalcito, de oficio albail, para subir una nota a Ariza pidindole la rendicin. Cuando nos trajo la respuesta, no terminante, le dije que se presentara a la Liga Obrera, donde Jos Antonio Lpez tom nota de su filiacin y lo fotografi; esto se hizo por ser un hijo del pueblo muy humilde. Como a las tres de la tarde recib aviso de que los comisionados para buscar la familia del coronel Ariza haban capturado a una seora, emparentada con la esposa del mencionado jefe militar. Ya con los datos que me dio esta seora se redact una nota para el jefe del castillo, avisndole que su familia estaba en rehenes nuestros y ponindole un ultimtum para su rendicin. El padre Solares se ofreci a llevrselo a Ariza. Como a la hora baj dicindonos que el jefe del castillo haba quedado de contestar a las tres de la tarde. A esa hora bajaron a la sacrista del Calvario el mayor de la fortaleza y el doctor Vargas, quienes pusieron como condicin para rendirlo que deba un general garantizar la vida de los jefes del castillo. Inmediatamente mand a Matas Arana y Vctor Sa;
lando con el dedo Es trampa que les estn poniendo y va a pasar como en Matamoros no se lleven de esas
:
;
les ar-
gucias.
jECCE PERICLES!
553
que regresaron a comunicarme, tom con mi primo, el capitn Benito Ortiz, y dos acompaantes ms a la casa del gobierno. En la puerta estaba Federico Hernndez de Len; le pregunt por el ministro
vista de esto
el
En
carro y
me
fui
<^e la
guerra;
me
al
llev
donde estaba
ta; le
comuniqu
la condicin
un general; Cuando
momento
al
llegu
Calvario ya estaba
el
general
mayor y el doctor Vargas; ramos cinco por todos. El mayor subi el documento de la rendicin y lo firm el jefe del castillo, A los pocos momentos baj dicho militar acompaado del mayor. Estbamos presentes el general Apolinario Ortiz, doctor Vargas, Mario Ortiz, el mayor,
Ortiz con su hijo Mario, el
el jefe del castillo
Villagrn
Ariza
y
si
Silverio Ortiz.
Seis.
No
Menciono
estos
nombres por
resulta
alguna otra
persona que falsamente diga que presenci este acto. El general Ortiz estaba sentado en el lado oriente de la sacrista, con el brazo derecho apoyado en una mesa; y los otros cinco estbamos parados. Ariza, situado hacia el medio de la mesa, dijo que tena 75 ametralladoras, todas en buen estado, con cuatro millones de tiros y diez mil armas, la mayor parte muser
Reyna
mington y pocas tercerolas con cinco millones de tiros, una como 80 sacos de* harina' para elaborar pan. Despus de entregarse Ariza me pregunta el general Ortiz si no haba algn militar que subiera a recibir mand a llamar al coronel Raimundo Vsquez que en esos momentos acababa de llegar y se mantena a inmediaciones; pero ya no lo encontraron. Salimos a la puerta y vimos pasar al coronel Doroteo Monterroso; lo llamamos y el general Ortiz le orden que subiera a recibir el cuartel contest Monterroso que no poda subir porque no llevaba los galones de su grado; yo tena unos galo^ nes en mi bolsa y se los di. El general Ortiz repiti "Vaya, pues, suba con el mayor y el doctor a que le entreguen." Y entonces Monterroso contest que no tena confianza en las tropas rendidas y que por lo tanto no vsuba. En esto ya haba muchos obreros armados oyendo la discusin. Me dieron clera las disculpas
res y
; ;
554
y luego
el
al
coronel Ariza
testigos
por
la 6^ avenida.
De
hay muchos
que
an viven.
Saravia, Benito Ortiz y
Mis acompaantes del 9 de abril dan fe: Vctor Mario Ortiz, hijo del general.
Avila
De la escolta que subi ^ Monterroso al castillo formaban parte el sargento Julio Angeles, Alejandro Barillas y como 80 ms que me siguieron. Ms tarde cont Monterroso que l se haba
tratados
tomado
el
castillo.
Comenzaron
los
dos y media de la tarde cuando subi el padre Solares a convencer al jefe; y terminaron a las cinco y media. Todos estos relatos no tienen falsedad; los hechos pasaron ante centenares de testigos.
las
como a
Por un olvido no mencion que a la hora de entrega que tena piezas de artillera de todo calibre pero que Cabrera haba mandado a recoger todas las cuas y que por lo tanto estaban intiles."
del castillo Ariza dijo
;
El comandante del fuerte de San Jos, ya molesto por la desconfianza de Cabrera, que ya lo vemos, mand quitar las cuas
como nos lo cuenta Silvede los caones a sus rdenes, no slo estaba rodeado completamente, privado de agua y vveres y creyendo a sus deudos en rehenes de los unionistas, sino que adems haba recibido mensajes de sus amigos militares, aconsejndole que obedeciera al nuevo gobierno legalmente constituido. La
rio
noticia de su rendicin incondicional cambi el panorama poltico y modific el curso de las conferencias entre cabreristas y unionistas. Temerosos los* representantes del pueblo de que no fuese cierta, enviaron en el acto algunos correligionarios a confirmarla; regresaron con la confirmacin absoluta de la rendicin, que fu comunicada ya de manera oficial a la conferencia en pleno. Los delegados del autcrata, naturalmente, se asustaron sobremanera y se retiraron para poner en su conocimiento lo sucedido y recabar nuevas instrucciones. Cedemos de nuevo la palabra a Silverio
lECCE PERICLES!
555
"Ya en posesin
fo.
en la parte norte oriente estaba el primer jefe, general Claro Chajn; en el Hipdromo, el coronel Rafael Tnchez por San Jos y en la Parroquia, Juan B. Alonso; por Santo
asi:
en
la parte
el
en
so,
la parte
barrancos y no se le encontr no present combate. A Carlos de Len Rgil derrotado en la maana le haba correspondido
guarnecer
el
el
centro.
pnico se apoder de los jefes de La Palma y comenzaron a desbandarse. El primero qu se escap fu el general Jos
Mara Qrellana; lo lleva el doctor Julio Carrillo a presentarlo al nuevo gobierno Orellana era ministro de instruccin pblica, aunque Adrin Vidaurre dice que Cabrera le haba ofrecido la cartera de guerra, lo que es falso porque Cabrera no era tan tonto de confiarle las armas a un militar de escuela; los conoca muy bien, como nunca los conoci Herrera. Otro que huy de La Palma, el coronel Vctor Duran, iba acompaado de otro coronel que le dicen Patotas. Estos tomaron por el cementerio donde los sorprende el sargento Narciso
;
Ovalle
en un temblor de cuerpo y que al fin pudo hablar Duran dicindole "Seor sargento, nosotros somos unionistas de
:
corazn y vamos a presentarnos." El sargento le pregunt cul era la situacin de La Palma contest Duran que era bastante alarmante, que las tropas ya no queran pelear y se estaban desertando porque a cad* momento tenan noticias de nuevas derrotas de las fuerzas cabreristas y que por la parte oriente y poniente ya estn sitiando al dspota que tena por nica salida, Tvoli, dndole vuelta por atrs del Guarda para poder entrar al cementerio.
;
;
lle,
Ya con mand un
estos datos,
piquete de tropas al
la
que
me mand
mando de
556
Como
palabra.
La noche
de costumbre Estrada Cabrera no respet su, del 12 parece que le entr la desesperacin
de ver que sus tropas son derrotadas y orden, sin duda para imponer pnico, un bombardeo terrible sobre toda la ciudad, que lament crecido nmero de victimas, nios y mujeres entre ellas pero en lugar de acobardar a los habitantes los encendi la indignacin y los hizo avanzar ms hacia La Palma.
;
de ese
y toda dilacin o
condiciones que a
por su parte, no podan tener otro resultado que agravar las la larga se le impondran. Nunca me he podido explicar por qu causa observ
Cabrera una conducta tan vacilante durante la semana trgica. Ni atacaba con verdadero denuedo a los unionistas, ni se .renda de una vez, habiendo podido obtener as, condiciones mucho ms ventajosas para s y para sus allegados. En vez de eso, se bombardeaba de manera intermitente la ciudad, a veces de manera tan feroz, que nos haca pensar casi en los das de la gran guerra europea; o mandando, en cambio, en otras ocasiones a sus emisarios para tener plticas parlamentarias y ofreciendo continuamente suspensin de las hostilidades, ofrecimientos que infringa acto continuo, la mayor parte de las veces sin motivo aparente. Quin sabe si en el fondo de su corazn^no haya esperado una intervencin di-, recta del gobierno de los Estados Unidos, como corolario a sus declaraciones anteriores referentes a la no aprobacin por parte de ese gobierno, de movimientos revolucionarios en
estos pases.
Lo cierto del caso es que, con esas vacilaciones, perda Cabrera un tiempo preciossimo para l y tambin perda cada vez ms terreno en todo sentido, cosas que como ya dije,
lECCE PERICLESf
se traducan de
557
manera
directa en imponiendo en
las condiciones
ms
seve-
los arreglos
gados."
XII
LOS GENERALES QUE VIO EL PRINCIPE
Sigue
de Suecia:
la
el
prncipe
del 9 vino la respuesta del loco de La Palforma de fuego de ametralladoras y bombas que empezaron a caer en todos los barrios de la ciudad. Las calles
"Temprano
la
ma
en
derramamiento de sangre se inici seriamente. Y en esos momentos se lleg a la conclusin de que los unionistas no estaban preparados para una accin deciel
Su organizacin estaba lejos de ser perfecta y se careca completamente de armas. Una confusin que nada bueno presagiaba, reinaba en los centros directores, pero con sorprendente celeridad, los defectos ms serios fueron remediados. Todos los edificios pblicos de la ciudad fueron sistemticamente registrados y saqueados, encontrndose ametralladoras, rifles y municiones en los sitios ms inesperados. El tambor de una ametralladora se descubra en un escritorio y el trpode debajo de lo que pareca el cajn de la basura. Una pastelera de calidad tena cientos de revlveres debajo del mostrador, y en una tienda de ropa ocho grandes fundas de almohadas resultaron llenas de cartuchos de fusil. Todo aquello que pudiera ser aplicable a la situacin fu expropiado; cuchillos, machetes, rifles de saln, escopetas, hachas y barretas, y con juvenil entusiasmo los hombres se dedicaron a la tarea de levantar barricadas y cavar trincheras en las
siva.
calles.
Generales en caballos espumosos se lanzaban a travs de una lluvia de balas en lo ms recio de la batalla; los esplndidos uniformes se encendan en destellos de oro, los
sables despedan relmpagos de luz y las arengas reclamaban
558
ocurrir ...
del agua potable fu daada, lo mismo que de la electricidad que dejaron la ciudad a obscuras desde la primera noche. El telgrafo y el telfono tambin se suspendieron; tampoco se publicaban noticias, cada cual tena que averiguar por s mismo lo que deseaba saber, con el resultado de que circulaban los rumores ms fantsticos y nadie poda dar informacin precisa acerca de nada. Las balas le silbaban a uno por los odos, las ametralladoras mantenan un vivo tableteo; los caones de tiro^rpido martillaban constantemente imitando el ruido de mquinas remachadoras, acompaados por el bajo profundo de los caones de grueso calibre. Las bombas caan en los lugares ms inesperados, levantando nubes de polvo y de ripio; la metralla se haca sentir como violenta granizada sobre los techos en una palabra, era la guerra. Todas las fuerzas del mal estaban en campaa, todas las pasiones sueltas. Los lamentos y quejidos se mezclaban con los gritos de viva!, la voz de la muerte con las animadoras notas del clarn. Era toda una revolucin que, debido a las armas modernas, se extralimit de las acostumbradas y comparativamente inofensivas demostraciones de esta clase en las repblicas centroamericanas. Durante toda la refriega, Hammar y nosotros cuatro
La caera
los cables
lECCE PERICLES!
559
nos hospedamos en el hotel Grace. Este era un edificio de un piso construido en el acostumbrado estilo espaol, con un gran patio abierto en el centro. Gracias a sus slidos muros y techo de lmina acanalada el lugar resisti bien las descargas de rifle y de metralla, salvo en ocasiones en que las balas entraron silbando por las ventanas; solamente una bomba cay en el anexo, en donde viva una camarera pero no caus
primer contacto con las vigas del techo. La muchacha sin embargo, sufri un choque nervioso como era de esperarse. Desde el primer da el hotel haba sido puesto en un estado d defensa. Con gran desesperacin de la patrona los arriates del patio fueron vaciados, emplendose la tierra en llenar sacos para erigir un refugio contra las bombas, para las mujeres y los nios. Rieles del tranva fueron arrancados de una calle prxima para formar el techo. De un edificio derruido que estaba cerca se transport en carretillas tierra y escombros y se llenaron sacos de harina con ese material, con los cuales pronto se form una trinchera en miniatura bajo el ,arco ms ancho de la casa. Los huspedes se entregaron con muy buena disposicin a la tarea, amigablemente concertadas las distintas nacionalidades que all estaban representadas. El seor y la seora Grace a la cabeza de todos, vigilando, dirigiendo el trabajo, no dejaban de dar bondadosas palabras de aliento a los que las necesitaban. Se acumularon provisiones, se aument la provisin de agua, se repartieron armas hasta donde stas alcanzaron y, en fin, tenan a mano
gran dao, habiendo estallado
al
las vendas.
el hotel fu transformado en una forDurante los primeros das especialmente, se lleg a temer que los cabreristas intentaran un movimiento de flanco contra la ciudad, cayendo sobre los revolucionarios por la retaguardia. Si esto hubiera ocurrido la matanza se hubiera desatado furiosamente, en cuyo caso cada cual habra tenido que defenderse lo mejor que pudiera en la confusin. Sin embargo, ello no lleg a ocurrir afortunadamente. La vida en el hotel transcurri pacficamente hasta donde tal
En poco tiempo
taleza.
ral
cosa era posible durante una revolucin, y la sensacin genede seguridad fu aumentada, al apostarse dos marinos
560
tumbraba uno a ello y los ruidos se volvieron tan familiares que ya no se les haca caso; ms bien sentase una cierta inquietud cuando una pausa se prolongaba ms de lo corriente. El momento de intensa espera antes de una explosin es peor que la explosin misma. Lo mismo ocurra en las calles. El primer da, se cruagachado y a gran velocidad; pero ms adelante con ms calma, esperando hasta que el se fuego decreca. Si arreciaba poda uno guarecerse en el hueco de una puerta, pero an all tena uno que estarse limpiando los ojos de partculas de argamasa que esparcan los impactos en las puertas de enfrente. Lo peor de todo era tener que permanecer ocioso cuando todos los dems estaban tan ocupados*. Quisimos iniciar una ambulancia sueca pero hubimos de desistir porque fu imposible obtener un carro, por haber sido todos requisados. No poda hacerse ms que tomar las cosas como estaban, charlar con los guardias apostados en las esquinas y enfrentarse con lo que viniera. Sin embargo, nuestra neutralidad voluntaria termin con dos hazaas guerreras. La primera fu un esfuerzo para ayudar a un grupo de unionistas completamente desorientados acerca de la manera de cargar una ametralladora. Despus de muchas vacilaciones cedimos finalmente a sus formales ruegos, y nos las arreglamos, para obstruir el mecanismo de^la mquina con un cartucho en tal forma que qued eficazmente silenciosa para todo el resto del da. Despus de este fracaso que fu saludado con un coro de desdeosas observaciones, juzgamos prudente para nuestra propia seguridad, desaparecer a la vuelta de la esquina ms prxima, resueltos para el futuro a no mezclarnos con complicadas mquinas de destruccin. El segundo procedimiento de carcter belicoso, sentimos tener que confesar que debera ser clasificado como robo liso y llano. En la primera maana, cuando la tienda que quedaba inmediatamente enfrente de nuestro hotel fu
zaba
la calle
tomaban
las cosas
ECCE PERICLESI
561
la
libros,
mue-
bles,
domsticos,
lmparas,
candeleros,
espejos,
alfombras, lavadores, etc., y en uno de los cuartos estaba todava una cafetera hirviendo, dejada all^ por los cabreristas
en su precipitada fuga. En un cajn abierto, sin embargo, se divisaba algo con los colores amarillo y azul; result ser una bandera venezolana enrollada, all guardada por alguna razn desconocida. Como un relmpago surgi la idea: no tenamos
all,
por
lo
menos, estaban
los materiales.
as fu
al hotel,
emblema nacional de Venezuela fu llevado en donde manos hbiles pronto cortaron el campo
como
el
rojo,
obscuro, logrndose
te
y pegaron en su lugar la cruz amarilla sobre fondo azul un magnfico efecto. Y de all en adelanonde la bandera sobre el balcn de la esquina sobre una
un palo de escoba.
serio trastorno
da,
no faltaron episodios por ejemplo, nuestra patrona descubri que los condimentos se haban agotado y mand a dos muchachos negros para que probaran a encontrar al tendero que acostumbraba suministrarlos. Despus de tres horas, corriendo sin
duda
un gran saco entre los dos, que tendieron triunfalmente a los pies de Mrs. Grace.
Aqu
lo tiene,
nuestra patrona se
ilumin
el
abri el saco.
un judo moreno, en evidente estado de ebriedad, con un buen humor muy acorde con su estado, gritando en el tono ms alto de su voz: "Tengo once magnficos cadveres nuevos en mi casa! Vengan, vengan a verlos. No cobro nada, absolutamente nada. La entrada es libre. Ni siquiera una pequea comisin, >or once magnficos cadveres nuevos! Vengan a ver..." Pero al llegar a
En
este
562
Nos han producido vivo placer "los generales en espumosos", la "muchacha morena con un machete en la
caballos
cintura"
y los otros detalles pintorescos de la narracin principesca. Llamamos a este capitulo "Los generales que vio el principe" porque en los campos de batalla no aparecieron stos. Cuenta Cobos que en uno de los dias de la semana trgica, los unionistas los mandaron a pedir con apremio al presidente de la repblica,
para que dirigieran las operaciones de la guerra en las afueras de la ciudad. El presidente dio orden al ministro del ramo para que accediera a la solicitud y Beteta no pudo menos que obedecer por su orden uno de los generales adictos al nueyo gobierno y su estado mayor, con uniformes de gala y en briosos caballos, marcharon a los campos de la lucha. Acaso entonces los vio el prncipe; pero slo pudo ser en la s^xta .avenida y durante corto trayecto, pues al primer caonazo que dispar Cabrera, corrieron a acogerse en la prxima sede de una entidad social la "Convencin Liberal" donde hoy se encuentra la librera "Renacimiento" y nadie los ^ salir hizo de all. Las muchachas morenas con un machete en la cintura s son positivamente ciertas. Las fotografi para la posteridad, en su
;
que
el
tralladora. La verdad es
damente colaborando
EL QUINTO da DE LUCHA
XIII
En
la
maana
po diplomtico llamndole "representante de la civiHzacin cristiana" y hacindole ver que a las cinco de la tarde del 12, se haba prorrogado el armisticio anterior, vencido a esa hora, hasta las
ECCE PERICLES!
diez de la noche del 13 y que hora y
563
media despus de firmada la prrroga se haba roto violentamente por el despecho que caus a Estrada Cabrera la prdida del fuerte de San Jos, entregado a las fuerzas de la capital sin ltimo ataque de stas. Cuerpos destrozados de mujeres y nios clamaban contra proceder semejante.
En el asilo de las hermalias de la caridad, a orillas de la capital, haban muerto dos nios. Ms de cien cadveres de hombres, mujeres y nios yacan en sus lechos; los hospitales improvisados se encontraban atestados de heridos y una mujer haba perdido la razn ante el cuadro aterrador de la madrugada. A ello haba que agregar infinitas prdidas materiales. Todos estos actos ponan al seor Estrada Cabrera fuera del derecho de las naciones. Las tropas de los departamentos corran de todos los puntos de la repblica a sostener el orden cons*
departamentos y cuatro mino restaba ms sombra de poder que dos ministros, un ejrcito de indgenas mandado PQr generales analfabetos y enormes pertrechos y mquinas de
judicial, la casi totalidad
poder
Asamblea d*
destruccin.
Por todo esto esperaban que el cuerpo diplomtico mediara de nuevo a fin de establecer que no trataran coj Estrada Cabrera sin el pacto, previo y expreso, de no hacer ningn ataque destructor sobre la capital.
A las 8 fu llamado Silverio Ortiz a la casa del gobierno de Herrera para notificarle las propuestas presentadas por los representantes de Estrada Cabrera; lo llenaron de indignacin.
Oigmoslo
"Cuando acab de escuchar los 5 puntos del posible convenio presentado por Cabrera no s qu sent en todo el cuerpo y les contest a los seores ministros, que no estaba de
acuerdo con este cambio de gobierno, porque tendramos que quedarnos en las mismas condiciones por una parte y por la otra que ya la accin de la guerra estaba ganada por tener ya
el armamento suficiente y un ejrcito poderoso. Les hice ver asimismo que de los seores no haba muerto ni uno solo, nada ms que obreros y campesinos, y que por el da siguiente en la tarde nos tomaramos Lgp Palma, por asalto y por ultim,
;
de no parlamentar con
el
autcrata era
mi
ltima resolucin. Les ped permiso para retirarme y me dirig al partido, donde le dije a Antonio Lpez que me colocara ^n el
frente, en un poste, una pizarra que dijera asi: "Obreros y campesinos, a ustedes nos dirigimos; los que amen a su patria
vayan a armarse
al castillo
Palma por
asalto
maana en
por es-
Don
pero
Emilio Escamilla
al leer el rtulo se
pecho y los centinelas le fuego al que se atreviera a tocarlo. ^ Cuando ya lo haban ledo algunos miles de hombres que se fueron reuniendo a su rededor les hice seas que me siguieran entramos al castillo y vaciamos los almacenes de los armamentos a cada soldado de lnea se le dio arma de muser con suficiente parque. Terencio Garca, estudiante de medicina y teniente coronel, fu nombrado con su batalln de 600 hombres para reforzar a las tropas del cantn Barrios, en la parte de Santa Cecilia; el coronel Antonio Contreras pas adelante de la Escuela militar al coronel Raimundo Vsquez se le envi por el campo de Marte a modo de
;
'
coronel Rodrigo Morales debi cubrir desde puente de la penitenciara. Cuando estuvieron armadas las fuerzas de lnea se comenz a dar armas de wnchester a muchos que no saban manejarlas; unos cargaban la tolva con los 18 tiros, con lo cual no era posible que funcionara bien, pues deban ponerle slo 12 tiros para darle ms amplitud y que la palanca pudiera aventar con facilidad el cascabillo. Esto produjo una tronazn que llenaba todo el patio pero hoy no importaba que los seoritos se armaran; haba suficientes armas para todos. El castillo dominaba La Palma, sobre la que no haba hecho an fuego; se vean los movimientos de las tropas. En esto sonaron descargas nutridas del lado de Santa Cecilia; me fui a ver qu pasaba; eran los obreros del cantn Barrios que entablaban una lucha reida con fuerzas superiores del enemigo que estaba bien armado con ametralladoras y artillera. Los hermanos Contrerasg^: mandaron que desocuparan el
sitiar
;
La Palma
el
El ngel hasta
el
ECCE PERICLES!
cVialet del
5^5
la
vida
de sus habitantes;
friega.
La
artillera
de Cabrera situada en las faldas del cerro que da frente a la va frrea, donde estaba atrincherada otra fuerza de artilleros. Las balas destrozaban todos los rboles se vean caer los cipresales. Como a la hora de esta lucha avanzaron los obreros hasta el pie del citado cerro; aqu se libr el primer
tera
;
ataque cuerpo a cuerpo. Manuel Campos, albail qtuc trabaj en el teatro Coln con Fontaine, es el primero que brinca el zanjn y se abraza con un sargento artillero, ambos se atraviesan por las espaldas, de lado a lado, con las dagas. Muri primero el sargento; pero Campos no pudo destrabarse. Una muchacha como de 20 aos, descarg dos veces su pistola sobre el enemigo; me llam la atencin y pregunt cmo s.e llamaba; me informaron que Trinidad Chvez; por fin vencieron nuestros obreros; tomamos 50 hombres, armamento, una pieza de artillera de 6 centmetros y medio con suficiente parque y una ametralladora Colt con sus cintas de
parque.
Las bajas de
las tropas
combate '^ todos del cantn Barrios, capitaneados valientemente por los-hermanos Contreras, Ignacio Rodrguez Medina y Salvador Salazar 31 muertos y 67 heridos. Se distinguieron adems en esta accin el teniente Ciraco (a) To Chico, que fu herido, Gilberto Larrazbal y Gilberto Morales S.; este ltimo no tena ms armas que una varita de hierro larga, bien picuda, con la que entr a degello. Las ametralladoras nos causaron el mayor nmero de muertos y heridos. En el ataque a degello slo tuvimos dos muertos y cinco heridos, porque las tropas de Cabrera no aprendieron la esgrma de la bayoneta; no saban defenderse y mucho menos atacar; razn por la que murieron muchos. Al concluir la reida lucha vimos bajar al anciano saentraron
al
cerdote seor Castaeda; lo traen dos soldados unionistas casi cargado. Al llegar donde estaban los herdos elev las manos hacia el cielo y les dio la absolucin, ordenando a sus acompa-
antes que les dieran copitas de vino a los herdos sin distin-
566
su misin.
Su
Durante la tregua que sigui al choque de las armas, procuraron reorganizarse nuestros, obreros para continuar la contienda. La enfermera Trinidad Chvez que an vive se puso a su frente infundindoles valor. Los valientes unionistas se encontraban fatigados todos estaban con la boca abierta acezando.
;
Mand
deban entrar
pedido.
al
al
'
fuego, mientras no recibieran el refuerzo ya Nadie acept queran seguir peleando solamente pidieron agua y se mand a conseguirla. Estaban para emprender la marcha sobre el enemigo, cuando aparecieron 50 escuintlecos de La Democracia, y ya con ellos comenz el combate. Apenas se haba iniciado cuando huyeron los jefes contrarios Reyes abandon su caballo, acaso herido fu llevado al partido y corri a pie a refugiarse a la Academia militar, donde emplaz varias ametralladoras y piezas.de artillera. El coronel Srvulo Mota huy en un caballo moro. Nuestras tropas avanzaron hasta la lnea frrea donde se atrincheraron. Los fuegos nutridos de la Escuela militar y de La Palma diez;
y a ellos se uni pronto el del casaunque este fuerte estaba en nuestro poder; tuvimos que mandarle aviso con .Gilberto La,rrazbal de que nosotros defendamos el punto sobre el que estaba disparando y al mismo tiempo le ordenamos que lo hiciera sobre La Palma, que nos atormentaba. Obedecieron y pudimos recoger nuestros muertos y heridos. Las mujeres que los levantaron no pudieron destrabar a Manuel Campos y al artillero hubo necesidad de romper el gcete de hierro, que sujetaba la empuadura del pual de Campos para poderle ^abrir la mano y para sacarle el pual del artillero tuvimos que ponerle la
;
maban
tillo
nuestras tropas
Jos,
San
rodilla
en
el
pecho.
compaero que viva en la 6^ avenida del cantn Barrios nmero 7. En tal ^unto la batalla, vemos venir al batalln sijeo a reforzar el batalln momosteco; abri el fuego a descargas
cerradas. El traqueteo de las ametralladoras era intenso; corran nuestros jefes de lado a lado
dando valor
a las guerrillas.
ECCE PERICLES!
567
en mano; nuestros obreros ya estaban fatigados. Pero de pronto apareci un piquete de tropas al mando de Francisco Vega, por la calle de Tivoli, re-
pistola
forzando nuestro flanco izquierdo. Las tropas cabreristas no resistieron entonces y retrocedieron; nosotros avanzamos; las bajas del enemigo eran considerables. El pnico se apoder de las tropas de Reyes.
En
este
momento
lleg
Terencio Garca
;
al
mando de
600 cam-
pesinos y obreros bien equipados le comunicamos que refuerce a los obreros ya muy fatigados, y haga contacto con las
tropas del coronel Rodrigo Morales, adelante de la Escuela
Terencio despleg por pelotones la mitad del batalln con un paso de intervalo de hombre a hombre y entr al combate; este muchacho tiene arte en el manejo de la milicia; entra con bravura al fuego, y destroza a las fuerzas cabreristas. yno tambin el coronel Antonio Contreras con otro batalln; le refer la refriega que tuvieron sus sobrinos y le ped que hiciera contacto con las fuerzas del lado sur hasta el campo de Marte para envolver a la Escela militar y la comandancia de armas. Me comunic que atrs de l vena otro batalln al mando de Raimundo Vsquez; cuando se aproxim ste, le dije que tomara la parte del oriente hasta hacer contacto con las tropas del coronel Tiburcio Molina para envolver a La Palma y que procurara avanzar porque maana a las 5 de la tarde nos tomaremos la morada de Cabrera, por asalto; pero primero tendremos que hacerle un fuego nutrido con varias ametralladoras desde el fuerte de San Jos para debilitarla. Este sector es donde ms se ha peleado y donde ha corrido ms sangre sin duda porque los
militar.
Ya bien instruidos los jefes me para visitar a los dems frentes. En el que va desde el puente de la penitenciara hasta El ngel, acaba de ser herido gravemente el aguerrido coronel Rodrigo Morales que entr hasta las primeras lneas del combate dirigiendo a los valientes canaleos. Lo sustituy Tedulo Vega. En este frente se ve pelear con arrobo al estudiante de derecho Clemente Marroqun Rojas. Ya son dos estos muchachos que empuan el arma para batir al ehemigo. Visit luego al coronel Tiburcio Molina a quien puse
cuarteles estn inmediatos.
retir
5^
al
tomaremos La Palma y los dems cuarteles, ya sitiados, despus de un cuarto de hora de fuego con varias ametralladoras que tendrn que ser emplazadas en el castillo de San Jos a modo de aniquilar las fuerzas de Cabrera. El coronel propone que para evitar que corra mucha sangre de amos bandos se debe dejar al enemigo una salida por el campo de Marte; se acept
sus fuerzas y de que
a las 5 de la tarde
maana
su proposicin, y para realizarla se mand a notificar a los coroneles Contreras y Vsquez que dejaran libre dicha salida."
XIV
LOS JUGADORES DEL AJEDREZ POLTICO
Mientras los dirigentes unionistas se entregaban en cuerpo a la lucha contra Cabrera, para ganarle la batalla en el alma y campo militar cmo se la haban ganado ya en el terreno cvico, los ministros de Herrera, del grupo de los diputados, con Vidaurre a la cabeza, no estaban ociosos. Dando por asegurada la victoria de los patriotas, se ocupaban activamente en ensanchar y afianzar su posicin con vistas al acaparamiento del poder, norte y
-=a los
de todas sus acciones. El trabajo de eliminar a los unionistas conservadores, decan ellos era difcil; pero no imposible por el carcter dbil del nuevo presidente, que se prestaba con facilidad a toda clase de maniobras. Sin embargo, sus trabajos no
fin
eran tan ocultos que escaparan a todas las miradas y alguien haba all para observarlos. Ese alguien era Manuel Cobos Batres,
poltico.
que divida su atencin entre los dos campos, el militar y el A tiempo se enter que algo se preparaba en la Asamblea
De qu se trata? pregunt a Adrin Vidaurre, que en situacin, realidad era dueo de Se trata dijo Vidaurre de evitar un doble peligro
el
la
Conforme
a la Constitucin,
si
atravesado por una bala de las muchas que estn cayendo en La Palma, don Carlos tendra que abandonar el poder al general
el
el
carcter del
ECCE PERICLES!
569
seor Herrera es el de presidente interino mientras dura la incapacidad fsica de don Manuel, que est suspendido; pero no derrocado.
legal por el
peligro.
momento y no hay duda que su vida tambin est en Por eso hemos convocado a la Asamblea para que se
rena hoy, 13 de abril, a las dos de la tarde. Su misin se reduce a elegir los dos designados a la presidencia, que marca la Constitucin.
ra,
Muy bien, Y quienes sern ellos?... El primer designado desde luego ser don Carlos Herrecorresponda para que en todo caso poder, a Y segundo?... Para segundo designado lo^ diputados acordaron elegir don Mariano Cruz. Pues acordaron mal, porque ya usted sabe que nosotros
le
el
l.
el
no aceptamos
gir al candidato
don Mariano Cruz, de modo que tendrn que que nosotros designemos.
ele-
Y quin ser l?... Pues. don Jos Azmitia. Imposible Acurdese de que
. .
la eleccin es secreta,
de
que todos los diputados son liberales y que slo el nombre de don Jos Azmitia los asusta. Proponga otro que no sea un hombre de batalla, para que sea no slo una garanta para don Carlos, sino tambin para los liberales que lo van a elegir. Bien: elegiremos a Jos Ruiz ngulo. Imposible, tambin. Este es un aristcrata de los ms religiosos y los diputados son todos rabiosamente demcratas y casi todos anticlericales. Busquemos un hombre de transaccin como hicimos con Carlos Herrera, Don Ignacio G. Saravia apunt Cobos, que desde su sitio le vea entrar en ese momento por la puerta de la calle, con la cara vendada por las heridas que sufriera tres das antes al pasar por el puente de la penitenciara. Oh, los Saravias estn muy desacreditados! exclam
el
Jos Ernesto Zelaya nombres Cobos, a quien anodinos salan ya con fluidez. Oh, Zelaya!... Le gusta a usted ese Pachecn? Propngaipe usted entonces...
*
desacreditadsimo Vidaurre.
le
insisti
los
,f
570
la
me
ocurre ninguno.
ver,
la lista de los suscriptores de telfonos. despus Cobos y Vidaurre, con excitada curiosidad, lean, por orden alfabtico, la lista de telfonos en busca del hombre que deba ocupar el importantsimo puesto de segundo designado. Nada encontraron en la A, ni en la B, ni en la C, ni en
,
de
la
Un momento
la
a la
M llegaron ya muy
fin llegaron a la
la U.
Por
de
la Hsta!
Pues.
dijo
Vidaurre,
Una hora despus, a la puerta del ministerio de fomento donde deba celebrarse la sesin de la Asamblea, Cobos reciba a cada uno de los diputados con la amable advertencia de que los candidatos populares para primero y segundo designados eran don Carlos Herrera y don Jos Ernesto Zelaya. Por si esta advertencia no fuera suficiente, el imponente Alejandro Moncrieff lleg al frente de una tropa armada con machetes. Aqu traigo los doscientos hombres que le pidi usted a le dijo con voz tonante a don Jos Azmitia para llenar la barra
Cobos.
se los ped armados pero est bien, que pasen. Al abrirse la sesin, Cobos le orden a un diputado que pidiera la palabra para exigir que aquellos de los diputados presen;
No
tes
a la
8,
hicieran
del propio
presidente.
as se hizo.
pesar de todas las precauciones, a la hora de la votacin pero quedaron electos por secreta hubo muchos votos adversos mayora Herrera y Zelaya.
;
XV
QUE LA CULATA DEL FUSIL ARRASTRABA SOBRE EL SUELO
El doctor Julio Bianchi
ese
mismo
da
13*
muy
preocu-
pado, tena en las manos un papel de oficio y con l daba golpecidijo tos en la pared, "Una vez ms necesitamos un valiente
ECCE PERICLES!
571
las balas
vaya por
los
delegados de Cabrera
como
est convenido."
Los das anteriores, Jos Aycinena, Enrique y Luis EcheveGarca Salas, Manuel Moreno y otros Jvenes haban desempeado comisiones anlogas. Esta vez "yo voy" ofreci Fridolino Bianchi que haba odo las palabras de su hermano. T seis y yo nueve, suman quince; no importa; anda t
rra, Julio
le
dijo el doctor.
Se refera a los hijos de ambos, que en caso de una posible muerte del enviado, quedaran bajo su proteccin. En el auto de la legacin espaola, Fridolino camin hacia La Palma. A las pue'rtas de la mansin feudaL haba varias camillas manchadas de sangre y sobre ellas, cadveres y heridos en
profusin.
Reconocieron
en una
carro y lo dejaron entrar. Mientras esperaba salita, Fridolino vio pasar al general Juan P, F. Padilla;
el
Al fin llegaron los delegados de Cabrera, general Ei^rique Haeussler y ciudadano Canuto Castillo; tripularon el mismo auto de la legacin espaola en que llegara Fridolino. El general solicit
a ste
ciso
que usted d
Tendremos que regresar en este mismo vehculo es preconsigna a sus tropas para que nos respeten. Empiece usted haciendo mismo contest Fridolino
:
la
lo
estamos todava en la zona de su mando, Haeussler hizo detener el auto y dio esas instrucciones a
subordinados.
stts
Tienen ^pucha gente? pregunt despus. Ya ver asegur con su quieta voz Fridolino.
lo
Apenas
empez
al
a verlo.
puente de la penitenciara, Fridolino, a su vez, hizo detener el auto para ordenar que respetasen a los emisarios de Cabrera. Bajo las arcadas haba una ingente multitud. Un mozalbete grandulln, de tipo italiano, que tena en la diestra una fuente de frijoles parados y en la siniestra una cuchara y coma su condumio de pie, vocifer S diche adilante, io copisca; mas si dichi atrs, no ohi'
:
Sumaban
Frente
572
deseo; io querer marchar a La Palma, para quitar la sua piel a Cabrera y hacer la ma cartera. la anterior pregunta de Fridolino sonri suavemente
;
la legacin
eran nulos e inconstitucionales los actos ejecutados por la Asamblea nacional legislativa en su sesin del ocho de este mes.
Primero:
Declarar que
Segundo: Que
el
licenciado
da Cabrera, presidente constitucional de la repblica, depositara en la Legacin americana su renuncia a la presidencia, la cual seria presentada a la Asamblea despus de hecha la declaracin anterior.
Tercero:
del
Que
seor Estrada
Cabrera,
sin
restriccin
alguna y
rrespondientes
al alto
Cuarto:
le al
Que
la
asamblea
elegira para
suceder-
Cabrera.
Quinto: Que sera garantizada la vida y los bienes de los familiares, empleados civiles y militares y amigos del seor Estrada Cabrera, haciendo l una lista
de
ellos.
inijiediatamente
delitos
polticos
y militares e indulto general por toda clase de delitos en favor de las personas expresadas en el punto anterior.
A
nuaran
ticio
iniciativa
espaol, comandante de
estado mayor don Isidro de Garnica, se fijaron, mientras se contilas negociaciones, los lmites de ambos ejrcitos, establecindose una comisin mixta de jefes para cumplimentar el armis-
la
poca fe que
los
lECCE PERICLESI
573
insistencia de los
puntos siguientes:
Primero: La inmediata dejacin del mando del el seor decano del honorable cuerpo diplomtico. Segundo: Su salida del pas en un trmino no mayor de cuarenta y ocho horas y Tercero: La garanta de su vida y la de las personas de su squito, y garanta de sus bienes conforme lo estableciera la ley y se estipul que la prxima sesin debera tener lugar a las diez y media de la maana del .da siguiente.
seor Estrada Cabrera depositada ante
'
Esa noche
rosa.
se cumpli el armisticio de l
manera ms
rigu-
heridos en todo
Al terminar puse en, conocimiento del ministro de la guerra informes exactos de la anterior refriega, un clculo
aproximado de
sobre La
las bajas
ella
el
plan
maana
14 a las 5 de la tarde
Palma despus de barrerlos con un fuego nutrido de unas 50 ametralladoras desde el fuerte de San Jos que la domina, y tomarla a punta de bayoneta y a filo de machete lo que ser muy rpido porque hay ms de 10,000 soldados
que tienen en ella y los cuarteles porque se han desertado muchos y conclu advirtindole que este plan ya estaba notificado a todos los jefes y soldados y que nos sera imposible acceder a una peticin hecha por Herrera de que no se llevara a cabo. El ministro, seor Beteta, me dio por nica respuesta la de que estaba enterado de nuestros proyectos y hara que
sitindola y las pocas trops
2,000,
no pasan de
el
574
m
Se
me
me
pondra
al co-
que resolvieran.
Me
el
retir
como
a las 8
de
la
noche y
puse a
visitar
Domingo
a la
enemigo estuvo a la defensiva, por la tarde hubo pequeas escaramuzas, ya por la noche no presentaron ninguna accin. Por la parte del hipdromo del norte se mand a perseguir al jefe Tnchez quien no combati en toda la semana lo mismo que el coronel ngel Santis, quien diz que andaba por el Incienso, y no se encontr nunca. Cuando regresaba al partido donde dormja eran las diez de la noche. Encontr al padre Solares, quien andaba en su misin sacerdotal consolando a los heridos. Me lo llev conmigo para que reposramos un poco."
EL SEXTO da DE LUCHA
XVI
LOS UNIONISTAS HABAN VENCIDO
"Al da siguiente prosigue Silverio 14 de abril a de la maana, nos fuimos, el padre Solares al Calvario y yo a visitar el frente del coronel Molina, que haba avanzado hasta el puente de la Barranquilla y toda la orilla del barranco de la 12 avenida. El fuego en ese lado era violento
,
las 5
Cabrera estaban a la defensiva y replegndose de La Palma; las descargas de nuestros soldados podan hacer muy bien blanco en las viviendas de Cabrera, Nuestros soldados, bien atrincherados, esperaban solamente la orden de avanzar para entrar a la lucha cuerpo a cuerpo no reciban gran dao por el fuego de las ametralladoras y la artillera cabrerista porque la posicin del terreno los favoreca y ya haban desalojado al enemigo del barranco, que era un punto estratgico. Cabrera y sus militares comprend ai que para recuperarlo tendran que sacrificar algunos miles de hombres y que por lo tanto estaban
las tropas de
ms
hacia
el interior
ECCE PERICLES!
575
perdidos
tenerse.
el
de la retaguardia; sus avanzadas ya llegaban al sitio donde hoy existe la colonia Lima, buscando la entrada hacia La Palma; el ejrcito en este sector est muy bien organizado; primero estn las avanzadas, despus
las
prolongacin de la
avenida sur,
vanguardias y por ltimo la retaguardia. Se les dio la orden de meter una cua, para probar
si
La Palma por esa parte estaba dbil; y en obediencia a ella avanzaron hasta llegar a una distancia de 20 varas de la fortaleza enemiga e hicieron tres descargas, que no fueron contestadas pero s vieron que un oficial con un pelotn de soldados enemigos se aproximaba por ese rumbo. Un sar;
gento y tres soldados nuestros, bajaron a reconocer el terreno y cuando ya tenan cerca al oficial y su pelotn les hicieron fuego; huyeron; el sargento y sus acompaantes lograron capturarlos fueron interrogados y dijeron que la situacin
;
en el interior de La Palma es d*esesperantc, que no se duerme, que apenas se come una vez al da y que la fatiga es mucha. Les preguntamos que cules son las partes ms dbiles para poder entrar y dijeron que no se preocupaban por la parte sur, defendida por las tropas del general Reyes y que donde se peleaba da y noche era en la parte norte, porque haba avanzado mucho el enemigo y ya no tenan refuerzos; nos dijeron tambin que muchos soldados se haban desertado, otros haban muerto los quemaron y los restantes deseaban unirse a nosotros. Se les mand a dar alimentos qUe en ese momento repartan las mujeres y entraron a dirigir las primeras guerrillas, como conocedores del
terreno.
Ya con estos datos, se ordena al coronel Raimundo Vsquez que metiera otra cua por el lado oriente, centro de La Palma, o sea por La Palmita. Tambin esta parte estaba
muy
dbil.
Visit luego
Santa
Cecilia,
me comunicaron
;
que desde
el
da anterior,
como
dern y pequeo
casita
que estaba a
576
medio
un anciano como de 80 aos con un hecho horrible. Este aconde Reyes pasaban por
ese lugar y violaron a las dos nias. Cuando se acerc el general Reyes orden que fusilaran al anciano, que hincado de
pequeos ahorros para que no cometieran semejante crimen con sus hijas; fu arrojado a la orilla del cerco de magueyales. Las propias nias violadas refirieron esto a Salvador Salazar, Francisco y Manuel Contreras, Manuel Mendoza y como 20 ms. El anciano asesinado ya haba entrado en putrefaccin. Era muy hermoso, blanco, d ojos grandes y de una barba larga que le bajaba al pecho. Despus de estos relatos orden el reconocimiento del campo donde se haba luchado; se encuentran seis muertos de parte de los nuestros. Los heridos ya se haban recogido; eran 19. Las bajas de parte del enemigo ascendan a 23 heridos y 11 muertos. Entre los heridos hay algunos que lo fueron desde el da 13 en la madrugada y entre los muertos otros que ya estaban en descomposicin; parece que no se ha dado tiempo al enemigo para recoger sus heridos. En esto se oyeron unas descargas eran los nuestros que perseguan, a los cabreristas, que en desbandada, botaban las armas y huan por la Villa de Guadalupe. Su jefe no pudo correr, se meti en un rancho y se puso un colchn encima; pas revisando el sargento Hiplito Gonzlez con su escolta; pero no
rodillas ofreca sus
;
lo vieron.
Cuando ya
recibi
se volvi a meter debajo del colchn; pero esta vez s lo vieron y all fu fusilado: era Jos Mara Mirn, el clebre esbirro del Guarda. Ya con este avance qued cortada la
la
guardia de
A las diez a. m. llegaron de nuevo los delegados de Cabrera, en automvil, enviado a La Palma por los unionistas, y en presencia de stos, de aqullos y del cuerpo diplomtico, el ministro de los Estados Unidos dio conocimiento a todos de las instruccio-
lECCE PERICLESI
577
nes cablegrficas de su gobierno para que mediara en el conflicto, procurando un armisticio y ofreciendo un buque de guerra de los que la flota americana tenia anclados en costas guatemaltecas, para que en l se celebraran las conferencias. Tenan los delegados unionistas autorizacin para permitir la salida de Estrada Cabrera de la repblica; pero en el ltimo momento y a la vista de la excitacin popular y de la buena situacin militar de sus huestes, entregaron su ultimtum sin concederla, con la condicin de que si a las cinco de la tarde no haba sido aceptado se abrira el fuego sobre La Palma sitiada ya por el ejrcito patriota. El general Haeussler quedaba en rehenes para el caso de que Estrada Cabrera reanudara las hostilidades antes de la hora fijada. El ultimtum estaba concebido en estos trminos
Primero:
Capitulacin
la
absoluta del
Academia
militar,
maana
del da siguiente.
Tercero: Garanta de la vida del seor Estrada Cabrera y de sus familiares y personas de su squito, segn lista que seleccionara el gobierno del seor Herrera.
la ley.
Volvamos
narracin de
Ortiz
"Cabrera se dio cuenta de que estaba sitiado y de que toda su resistencia era intil. Nosotros tambin nos la dimos y se orden a nuestras tropas que avanzaran hacia l parte sur de La Palma a la orilla del barrio de San Pedrito donde llegaban las primeras avanzadas enemigas; no encontraron
all
^
ba
ninguna resistencia. Se mand hacer alto mientras llegahora del asalto postrero. Como una hora antes de mi llegada a, este sector me dijeron los hermanos Contreras que haban dejado que el general Reyes emplazara unas ametralladoras al frente de la
la
578
ron
enemigo.
ro que se
La pieza de artillera que manejaba el sargento artillemat con Manuel Campos ha servido para hacer
unos disparos con l intencin de abrir boquetes en la refe-, rida escuela y poder entrar; ya no contestan del interior; se le siti y se espera la hora de asaltarla al mismo tiempo que a La Palma. Terencio Garca y Francisco Vega estaban sitiando la guardia de honor y la comandancia, extendiendo su campo estude accin hacia el oriente. He notado en el primero mucha estrategia militar y diante joven como ya dijimos un valor extraordinario lleva galones de teniente coronel; en su poder tiene como 70 prisioneros, entre ellos 20 galonistas todos estn con el uniforme al revs, para no ser confundidos con los soldados de Cabrera; unos son de Sija, otros de San Marcos y Momostenango estos ltimos apenas hablan castellano los galonistas cuentan muchas ingratitudes que cometen los jefes cabreristas con los forneos, a los que hacen entrar al fuego a fuerza de latigazos y espadazos ya no aguantan el servicio porque no los dejan descansar ni un solo momento y apenas los dejan dormir dos horas; y desean pelear al lado de nosotros. Se les volvi a armar. Como ya era la una de la tarde llegaron muchas mujeres y ancianos con grandes ollas de comida y canastos de frutas, que repartimos en abundancia entre la tropa. Las personas de mediana fortuna de los barrios se han puesto, de acuerdo para contribuir a la alimentacin de un ejercit tan numeroso. En esta clase social predomina el buen corazn y el patriotismo. Lo mismo hacen los inditos de los vecinos pueblos vienen con frijol, gallinas, tortillas y hasta cerdos a regalar al partido; "para que coman las tropas" dicen estos infelices ciudadanos en su mal castellano se desprenden de su nica riqueza para contribuir al derrocamiento de la tirana ms espantosa. Antonio Lpez recibe sus regalos y los colma de elogios. Esta actitud habla muy claro. Hasta estos seres que apenas pronuncian nuestra lengua se han dado cuenta del beneficio que trae el derrocamiento de la insoportable tirana.
ECCE PERICLES!
579
Han
sufrido tanto o
ms que
de
los esjbirros.
Se nota
la alegra
al recibir
por dos veces sus alimentos y frutas y al mismo tiempo ser pagados con puntualidad en su sueldo diario de cinco pesos.
Los pagadores estn distribuidos en los diferentes campamentos. Hay un sargento que se acerca a su jefe, Terencio Garca, y lo abraza; no tiene palabras para expresar su gratitud, Terencio le devuelve el abrazo y me dice "Infelices, cmo los tienen; hambrientos y andrajosos, como si no fueran seres humanos esos canallas no se preocupan ms que de su riqueza y de su sed de mando." Despus de descansar algn tiempo, Terencio orden la organizacin de sus avanzadas hacia el cuartel sitiado, que es un barracn mal hecho; le dije que mandara por la pieza de artillera que tenan los Contreras, advirtindole que a las cinco en punto de este mismo da deba hacerle fuego a dicho
:
;
cuartel.
Me
retir
San Jos, donde se emplazaban las primeras cinco ametralladoras, con direccin a La Palma. En lo que estaban arreglando las dems. La Palma hizo un una bomba cay en el patio fuego nutrido contestando con tres caonazos. Se probaron las dems ametralladoras lo que dio lugar a un aguacero de balas. El fuego de las tropas del coronel Tiburcio Molina y los que provienen de otros lados todos contra la mansin de Cabrera tambin son nutridos; sus defensores parecen poner poca resistencia; es muy poco el fuego graneado; ya no se notan descargas cerradas. Cabrera est perdido; faltan dos horas para que
llegu al castillo de
termine su vida y la de su squito; solamente se respetar la de los infelices soldados. Todos los fuegos que sitian al tirano estn avanzando. Las tropas del coronel Molina el bata-
el
batalln 15 de marzo
estn ya en terreno de La
Palma y cuando
se les notific
al
pantalones hasta las rodillas y las bocamangas del saco hasta los codos, colocando sus maletas al frente de sus pechos; se alegran de terminar con la tirana. Se oyen vivas a la unin.
580
Al entrar
al
al
coronel
Iba" de parte del gobierno del seor Herrera a comunicar a los. jefes de los frentes de combate que suspendieran el fuego por haber pedido Cabrera armisticio para rendirse incondicionalmente!"
Era
A
cer el
por el obrero historiador. y media de la tarde, media hora antes de venplazo, haba llegado la aceptacin de Estrada Cabrera se
cierto lo referido
las cuatro
;
firm
el
siguiente
documento
"Enrique Haeussler, Canuto Castillo y Manuel Echeverra y Vidaurre, representantes del gobierno del seor Manuel Estrada Cabrera por una parte, y Marcial Garca Salas, Jos Ernesto Zelaya y Manuel Valladares,
representantes del gobierno del seor don Carlos Herrera,
y Saturnino Gonzlez, Jos Azmitia, Francisco Rodrguez y J. Demetrio Avila, en representacin del Partido Unionista, han convenido lo siguiente Primero: En que el doctor don Manuel Estrada Cabrera capitula en lo absoluto y se entrega al go-
bierno del seor don Carlos Herrera, gobierno que lo conducir y alojar en la Academia militar.
el seor Estrada Cabrera ser conducido de su residencia La Palma a dicho lugar,
Segundo: En que
ECCE PERICLESt
581
con
el
acompaamiento de
del
los
honorables miembros
exteriores.
peticin
seor
ministro
seis
de relaciones
del seor Herrera, seis representantes del "Partido Unionista" y seis jefes militares del seor Herrera. El seor Estrada
Adems, irn
Cabrera podr llevar sus ayudantes militares. Tercero: El gobierno del seor Herrera y el Partido Unionista, garantizan la vida del seor Estrada Cabrera, de su familia y de las personas de su squito, segn lista seleccionada por el gobierno del seor don Carlos Herrera. Todas estas personas se alojarn con el seor Estrada Cabrera en la Academia militar.
Cuarto: Dichas garantas las prestan ante
rable cuerpo diplomtico.
a los bienes del seor Estrada Cabrera, le
el
hono-
garanta legal.
seor Estrada Cabrera y el seor Carlos Herrera. Sptimo: Al acto de la capitulacin concurren
los seores delegados.
tambin
Gua-
temala a los catorce das del mes de cientos veinte, (f) M. Echeverra y Vidaurre, (f) Enrique Haeussler, (f) Canuto Castillo, (f) Marcial Garca Salas, (f) Jos Efnesto Zelaya, (f) Manuel Valladares, (f) Saturnino Gonzlez, (f) Jos Azmitia, (f) Francisco Rodrguez, (f) J. Demetrio Avila. Firmado en nuestra
de mil nove-
Benton McMillin, Torres (f) Joaqun Valdez, (f) Francisco Fuentes, (f) Ernesto Argueta, (f) Jack P. Armstrong, (f) G. O.
presencia,
(f) (f)
Pedro Quartn,
Jimnez O'Farril."
Los unionistas haban vencido. Por Silverio sabemos cmo recibi el pueblo combatiente noticia del armisticio y su enconada protesta contra ste:
la
582
"Se
Cabrera.
les
las guerrillas,
comunic a todos los jefes de los frentes de que suspendieran el fuego por haberse rendido
Se nota la clera de los jefes y soldados, esta notiha caido muy mal. Hay batallones que no quieren obedecer las rdenes y se disponen a tomarse La Palma a vivo fuego. Esta es una lucha para convencerlos. Aqui se oye
cia les
la
mu-
chacho bien preparado como estudiante de medicina, que convence a la muchedumbre. A las 5 de la tarde es enarbolado el pabelln blanco en La Palma. Todo el mundo lo ve, porque fu elevado en un asta bien alta. Los comentarios son muchos los que se oyen entre las tropas. Se dice que los esbirros opresores del pueblo, se quedarn impunes sus delitos y que no habr castigos para estos canallas; hay muchos descontentos en el pueblo. Esta noche se pasa tranquila; ya no se oye el zumbido de las balas, ni el estruendo de los caones, ni el traqueteo de ya hay reposo en las trincheras a cada 'las ametralladoras momento recuerdo de donde estoy sentado y veo a mis acompaantes que no rm han dejado ni un solo momento, tan fieles amigos y valientes. Reconozco mi gratitud a Hiplito
;
;
Gonzlez, sargento
capitn Benito
2-; al
al
sargento
1-
cabo Lucas Monzn; al sargento Julio Angeles, todos stos viven todava; mi cario, respeto y admiracin por su valor, Al chofer don Arcadio Ruiz^ el que vive todava, A los que mueren a mi lado, Emilio Navarro y Jos Tezn; todos stos se portaron muy valientes no importndoles perder la vida. Entraban a las trincheras donOrtiz,
de el fuego era muy nutrido. Dorman poco, sentados n las gradas de las puertas y a pesar de esta vida, de los 6 das de lucha, siempre estaban activos."
;
XVII
ms
fantsticas ver-
lECCE PERICLESJ
sienes.
583
Eran grandes
muchos militares de alta graduacin con ms fantasa que conocimientos tcnicos, hay gran diferencia. Cabrera no dispona ni de piezas de artillera ni
tiro
de municin de
sitio.
Su
artillera era
moderna y de campaa y de
montaa, inadecuadas absolutam^te para la demolicin de edificaciones, aunque stas hubiesen sido slo de adobe. Cabrera aprovech esta falta de conocimiento de la generalidad y este exceso de fantasa por parte de muchos militares, que han ganado sus galones atormentando a los finqueros y dems productores de riqueza desde las Jefaturas polticas, para hacer creer que l trat de causar el menor perjuicio posible. Eso no es verdad. Cabrera hizo todo lo posible por hacer dao. El mismo ignoraba porque no tena realmente hasta qu punto poda llegar el poder despor qu saberlo tructivo de sus piezas de artillera. El mismo se asombraba de no ver caer la ciudad como sacudida por violento terremoto. Lleg a sospechar, en su ignorancia, que los artilleros que manejaban las piezas no saban hacerlo, y los increp varias veces por los resultados obtenidos que l supona deficientes. En una ocasin les orden tirar sobre los tanques de petrleo del ferrocarril que l vea perfectamente desde La Palma, a fin de cerciorarse personalmente de la eficacia de su puntera. Los tanques todos fueron realmente horadados, derramndose el petrleo que contenan por el suelo, y hay que recordar que este capricho de Cabrera fu el origen del espantoso incendio de la Estacin, acaecido despus de su cada, probablemente por algn descuido, o por algn fsforo botado cerca de aquel combustible recalentado por los ardientes soles de abril. Repito que la artillera de Cabrera no era de sitio sino de campaa y efectivamente su poder destructivo como tal era grande. No hay que olvidar que durante la semana trgica, murieron ms de mil setecientas personas, de ellas mucho ms de la mitad no combatientes, cuyas muertes fueron ocasionadas por aquel brbaro, inicuo e inhumano bombardeo, efectuado sobre una ciudad indefensa y no fortificada, contra todas las reglas establecidas en las usanzas
584
no poda abjurar
de su sistema de llevarse de chismes de viejas y de personas ignorantes. Alguien le haba dicho que el cuartel general de
unionistas se encontraba en la cervecera "El Zapote", por eso orden que una gran parte del bombardeo fuera y dirigidp contra aquella edificacin, donde, en realidad, no
los
As fu como una parte de los pasaron por encima de la ciudad; pero no por humanidad de Cabrera, sino por ignorancia absoluta de lo que en la capital pasaba."
cas no estaban trabajando.
tiros
XVIII
EN ESOS MOMENTOS, CHOCANO
...
Contaba un sobrino de Cabrera que asisti a la rendicin de La Palma: V Mi to estaba loco; ordenaba bombardear y luego interrumpir el bombardeo; parlamentaba. No haba continuidad en sus actos. Ningiino de sus generales vala ms que l. Lo haba centralizado todo y slo de l mismo, de su mente y de su voluntad, poda esperar la salvacin; pero estaban turbadas ambas por los aos, por los excesos y por el miedo. Chocano le increpaba a
menudo
Aqu
slo
unionistas,
arra-
Al fin lleg la catstrofe presentida por Chocano capitulamos y al izarse la bandera blanca aquello pareca el caos: todos procuraban escapar como de una fortaleza sitiada. En esos momentos en que se multiplicaban los reproches y dos militares momostecos se atravesaban a balazos, Chocano, pasendose de un lado a otro con las manos a la espalda, dictaba a Andrs Largaespada, que escriba en una maquinita porttil, un largo texto.
;
Me
sin duda,
acerqu a
l,
incendio de
Roma
pulsaba la
lira.
lECCE PERICLES!
585
No, don Jos Santos no compona un poema; dictaba los artculos de una concesin que en el Peten le concedera Cabrera, para explotar el chicle y que pensaba vender a una firma de Estados
Unidos.
XIX
EL CARCTER DEL HOMBRE QUE LO ORDENO El prncipe habla an:
"El
mundo
gre y de todo lo que a ello se refiere, que sera imperdonable entrar en ms detalles acerca de los sucesos de los das siguientes. Basta decir que con la cada del fuerte de
San
Jos,
debida en parte
los unionistas,
la posicin
al
hambre y en parte
el
de
fuerte
dominaba completamente
de La Palma. La tarde siguiente, los revolucionarios eran absolutos dueos de la situacin; el fuego decreci gradualmente y Cabrera se rindi con el resto de sus fuerzas que ascendan a unos 5,000. Las condiciones de la rendicin en resumen fueron las siguientes
Seguridad personal para y para su familia. Sus propiedades legalmente adquiridas seran respetadas El propio Cabrera sera juzgado por un tribunal
1.
2,
y,
3.
de su pas.
Cuando el conflicto estaba en su mximum, los diplomticos trabajaron fervorosamente para obtener un entendido entre los dos partidos.
tregua, solamente para ser rota en la
media hora ms tarde. Hasta que los unionistas estuvieron perfectamente seguros de su victoria y Cabrera igualmente cierto de su derrota, fu posible un arreglo. Seis das son suficientemente largos para estar escuchando un bombardeo
y existe una considerable diferencia entre actuar como un blanco involuntario o tomar uno parte en la refriega, cuando
las balas se
586
Con franca
daos sufridos.
satisfaccin, pues,
al
saludamos
la suspensin
de hostilidades y salimos
un
el
feo espectculo, y el impacto de varias bombas, causando la mutilacin de madres e hijos en una forma terrible. Alrededor de 30 fueron alcanzadas en este lugar. Esta matanza, sin previo aviso, de mujeres y nios, debe considerarse como una de las violaciones ms abominables y brutales contra la humanidad y es una prueba mejor que otra cualquiera para ilustrar el carcter del hombre que la orden."
y las calles parcialmente rotas. lejos, tambin presentaban Asilo de maternidad haba recibido
XX
Y LOS MATICES CLAROS DE SU VESTIDO
Se haba decidido que el traslado de Estrada Cabrera a la militar, conforme a los trminos del ultimtum, fuera al da siguiente. A las nueve de la maana del quince, los automviles, que conducan al cuerpo diplomtico y a los comisionado^ del go-
Academia
bierno y del Partido Unionista, se presentaron a las puertas de La Palma; a nadie estaba confiada su custodia; la mayor parte de las tropas haban escapado durante la noche nicamente sus jefes y
:
algunos amigos y familiares de don Manuel lo acompaaban. Dos filas de cipreses' y una doble valla de indios momostecos puestos,
arma
al
guiaron a
la comitiva.
Llegados ante Estrada Cabrera, que estaba en una sala extensa vestido con levita de largos faldones, los delegados hicieron constar que desde la noche anterior aqul haba depositado en la Legacin americana su renuncia a la presidencia de la repblica y
haba remitido un ejemplar firmado por l del convenio de rendicin. Y en consecuencia se le entreg otro ejemplar firmado por
lECCE PERICLESl
el
587
presidente Herrera.
a
los
al
cuerpo
del
diplomtico,
tres delegados,
representantes
go-
miembros
Don Manuel an en
una actitud
Tengo
pero
dijo
me
he entregado a
derramamiento de sangre inocente. Ojal que las armas acumuladas por m para la defensa de la patria no sirvan para luchas fratricidas. Paso a organizar mi squito. convertido ya en minisEl secretario del Partido Unionista tro de gobernacin no poda aceptar que el dspota cayera tan fcilme^nte y cuando despus de pronunciadas sus ltimas palabras se volva hacia una puerta de fondo, crey que acaso iba a dar rdenes para que los sacrificaran y murmur con voz tonante A- dnde va usted? El que organizar la comitiva ser yo Usted espera aqu. Y quin es usted? interrog don Manuel.
evitar el
Don Manuel
atrs el coronel
Juan
B. Arias,
Zepeda,
el
dantes Samayoa y Casado y varias personas ms Jorge Galn, hijo se pegaba a su progenitor; y en el ngulo derecho, distanciado del grupo principal, con barba de ocho das, mordindose nerviosamente
el bigote,
el
el
fueran ciertos los rumores que por entonces corrieron de que haba aconsejado al gobernante morir como rey, combatiendo hasta el postrer moAento. Tras l frunca el entrecejo Andrs Largaespada. Como nica nota grata, la esposa de Joaqun Estrada Cabrera ofrenidaba a los espectadores su juventud, su
destino,
.
.
como
Luego, Luis Pedro Aguirre invit a partir. La comitiva se puso en marcha yendo Estrada Cabrera rodeado de los seores mi-
588
Unidos y de Espaa, y de Federico Hernndez de Len, entonces secretario del nuevo presidente. Al llegar al principio de la doble valla de momostecos, el general Enrique Ars orden presenten, armas Pasa el presidente No las presenten grit Rogelio Flores con voz airada aqu no va un. presidente; va un prisionero del pueblo. observ Ars, Es por el cuerpo diplomtico Y Rogelio, con tono seco: Usted no tiene ahora ni mando ni voz. Soldados, tercien, armas Por orden del mandatario, Hernndez de Len haba perdido seis aos de su preciosa juventud en un calabozo Flores, once, los comprendidos entre los quince que contaba al ser aprehendido cuando aconteci el "atentado de los cadetes", y los veinticinco que ya
nistros de los Estados
don Manuel se hizo entrega al gobierno constituido de las armas y del material de guerra que existan en La Palma y el fuerte de Matamoros, en preAl
sencia de los agregados militares de la legacin de los Estados Unidos y de la de Espaa. He aqu cmo cuenta Federico Hernndez de Le9n lo que llama "La caza de la fiera":
voy de espaldas. La fiera estaba acorralada en su propio cubil y no tena escapatoria. Sin embargo, no las tena todas conmigo y esperaba de su perfidia y sagacidad un ltimo
zarpazo.
iLlegu a La Palma, a la aterradora guarida, en la compaa del doctor Bianchi y de Emilio Escamilla. El automvil que nos llevara, corra ^or las calles de San Pedrito y
la
Aqullos van
se les escape
inteligente.
a cazar a la fiera!
Al doctor Bianchi se
le
un ojeo como
lECCE PERICLBSI
el
589
apetito,
va camino de su casa en
.
busca del seguro y suculento almuerzo Pasamos, a pie, la puerta seorial que resguardara
. .
al
satnico personaje.
Mis acompaantes
se adelantaron presu-
rosos, tras el cuerpo diplomtico, en tanto que yo, pudorosamente, satisfaca un menester que no vale la pena de llamarlo por su nombre. Retrasado de la comitiva, me vi de pronto en
la calle principal
a la
de aquella casa maldita, en medio de una arma terciada y una banda de guerra cabeza: era una doble hilera de moihostecos, ltimo ba-
Diablo! me
trastada.
dije
Y era de presumirse. Los soldados de Canales y el escuadrn de caballera que nos acompaara, se quedaron en el exterior del edificio, en tanto que los diplomticos y particulares, nos metamos en la guarida, sin ms armas que nuestras pistolas y nuestra
La
calle
7.
En
el
ngulo estaba
el
general Juan P. F. Padilla, con cara de dolor de barriga, y al verme, se llev marcialmente la mano a la gorra. En la linde
de
la calle
y a
mano
izquierda, se eleva
un cenador
espacioso,
vidriado y en forma octagonal. En ese sitio se hallaban los seores ministros extranjeros; los seores ministros del gobier-
no naciente, Aguirre y Saravia los seores licenciados Zelaya, Garca Salas y Valladares, que resistieron durante el bombardeo los cabildeos cabreristas y cuya labor patritica est sobre toda ponderacin; y, por ltimo, unos cuantos unio^nistas, de los que trabajaran tesoneramente en la obra libertaria. De pronto apareci don Manuel. Y con l la figura congojosa de don Chus Senz, la cara mefistoflica de Manuel Mara Girn y la marcial catadura de Ars. Don Manuel, fiel
;
a sus tradiciones verborreicas, creyse obligado a discursear y con aquella su voz de timbre tan desagradable y metlico, solt el ltimo disGursillo lleno de frases baratas y de lamentaciones
infantiles.
Y emprendimos
la
marcha.
la vista al
lado opuesto del cenador y me encontr con el cuadro de desolacin ms impresionante que he presenciado en mi vida.
590
Era un montn de personas en cuyos rostros y trajes se marcaban las seales de sufrimientos, y fatigas sin cuento. Eran los parientes, los hijos, los hermanos Quines eran?. y los amigos del mandatario derrumbado eran Yaquin y Galn; dos Manueles "Estrada Cabrera hijo"; los Hidalgos y los Cabreras; Chocano y Largaespada; los viejos oficiales del es.
. ;
T6'
con las caras de nimas en el purgatorio, manifiestas de privaciones materiales y de zozobras espirituales. Senti que algo me mordia el corazn. Cinco minutos antes me hubiera comido a toda aquella gente, una por juna. Pero ante la manifestacin de su dolor, de su impotencia, de su desgracia, de su miseria, de su abyeccin, me mov a piedad, y quit los ojos de aquel hacinamiento de desperdicios humanos.. Don Manuel se coloc en medio de los seores ministros de Espaa y de los Estados Unidos yo salt a situarme a la espalda del mandarin cado, A la cabeza de la comitiva iban Humberto Reyna Barrios, que ha mostrado ser todo un hombre, y Rogelio Flores. Caminaba don Manuel a pasos cortos, con la presencia serena de un viejo que sale a tomar el sol, vestido de chaquet negro, sombrero calas y zapatos de charol. Me fij en sus manos y not que se meta nerviosamente la ua del dedo gordo en los otros dedos, para mantener as la cmica serenidad que estaba muy lejos de sentir. Iba doblegado, casi encorvado, no por el rigor de los aos ni pov el zarandeado surmenage a que se sometiera, sino por el peso de los crmenes consumados, por los asesinatos que
dos
ellos
las huellas
gravitan sobre su conciencia, los robos, las violaciones- las malversaciones, las calumnias; la ruina provocada para la pobre
patria.
drida, con
una
incisin
quirrgica lejana.
Yo caminaba por
tirano.
el
personaje
Aqu va el espanto de los guatemaltecos, de los mansos y buenos guatemaltecos que lo toleramos veintids
{ECCE PBRICLES!
591
aos de infamias y de bajezas aqui va el que me robara seis aos, los seis aos mejores de mi juventud, para sumirme en calabozos y bartolinas aqui va el hombre cuyo endiosamiento era una consagracin olmpica y cuyo talento estaba en el manejo de los martirios aqu va el hijo modelo, el ciudadano modelo, el padre modelo, el estadista modelo, convertido de la
;
; ;
noche a la maana, en un pobre diablo. Aquel caminar silencioso me da la sensacin de que asisto a un entierro, a un entierro milagroso eni que el muerto va camino de la tumba, por sus propios pies. El ministro americano quiere armar la conversacin, pero ,no da pie con bola. El ministro de Espaa, tipo noble y gallardo, marcha erguido y silencioso, con los bigotes erizados y el talante de un caballero castellano de los tiempos del Mo Cid. Y el viejo dspota, que va delante m, sigue su peregrinacin ms encorvado conforme avanza ms. Cmo es posible, Dios santo, que esta figurilla deleznable, haya causado tan hondos quebrantos a un pueblo que no tuvo ms delito que
. .
ser tolerante?"
Ya para
dijo a
llegar al automvil
McMillin: Este ao
la
primavera se ha retrasado
no tienen
hojas an.
El representante estadounidense contest
Pronto llover
lo
...
'
esfuerzos.
ayud a subir, pues no lograba hacerlo, a pesar de sus Los dos tomaron asiento en el carro contra l que, como un rebao, buscando proteccin, se agrupaban los dems prisioneros acompaados del ministro espaol y de Federico Hernndez de Len, Rogelio Flores y un marino del "Tacoma", navio de guerra enviado a proteger las personas c intereses yanquis; luego seguidos por los dems miembros de la comitiva, en otros carros recorrieron las calles silenciosas de San Pedrito y de la Reforma hasta la Academia militar. Durante el trayecto no habl Cabrera ni una sola palabra. Frente al cuartel que deba aprisio-
narlo dijo
Vamos
al
saln de actos.
592
Seor,
La frase de Rogelio aludia a las palabras de Cabrera profeA los hombres como ese ridas al empezar el movimiento rebelde A los como usted, les los soineter a palos. otro unionista
:
quitar la cabeza.
mia est colgando don Rogelio, porque ya Lo Hernndez de Len profiri Cabrera y dirigindose a Usted debe estar muy contento. No se apresur a responder Federico desgracia de
felicito,
la
la
mis enemigos no
Despidi
me
si
me
halaga.
el
mandatario a
con
el
aspecto hu-
milde y
triste del
mayordomo de
Hace
quej.
Qued
solo
se
los apuros del primer momento y en aquella hora temcomida solicitada no vena pronto. Un soldado le dio frijoles parados y dos o tres tortillas pero no pudo proporcionarle una cuchara. El tirano cado comi en el mismo recipiente; el l-
En
la
prana
quido negro
le corra
Por
Ah!
dormir en paz!
Qu cosa ms
terrible es el poder*
Aludamos aqu, por la vez postrera, a aquel amigo corto de palabras y aun constreido por don Manuel el que abra mucho los dedos al hablar a quien hicimos aparecer en el captulo segundo de nuestro primer libro. Se recordar que nos dio como primer carcter de don Manuel el de ser desconfiado. Esta desconfianza extrema lo oblig entre otros motivos a centralizar
poder de tal modo que nada se mova mientras no lo impulsaba la voluntad del gobernante y cuando sta, por cualquier causa, dorma, la mquina administrativa se paraba. As se explica, ms que por avaricia, que ingentes cantidades de materias alimenticias se pudrieran en La Palma mientras que el pueblo sufra hambre; era que el tiempo del presidente no bastaba para todo y que no se otorgaba ni una libra de harina sin que l lo ordenara. Esto nos explicar, tambin, por qu en momentos de apremio, cuando la
el
;
ECCE PERICLES!
vejez y
tal,
593-
el
men-
aunque
amenazaba un
l
incompleta, porque
el
era el estratego,
aprovisionador,
el poltico,
hombre de estado y hasta el ama de casa de su pequeo nada se haca sin su anuencia.
reino y
LIBRO CUARTO
lado
eran Felipe Mrquez y el mico Ponce. humildito con los brazos cruzados Ponce
;
mos
treras.
Hay un
el
anda con
presos."
mundo
me voy a portar bien; pero no me vayan a matar." Sigo en direccin a La Palma cuando veo que llega huyendo a todo correr, el general Juan P. F. Padilla. Los muchachos lo siguen y al traqueteo de las armas vuelve a ver. Este valiente guerrero cae de rodillas pidiendo perdn. Hiplito Gonzlez lo toma del cuellito de la guerrera y lo entra a La Palma con sus dems camaradas.
ya
. .
como de
50 per-
sonas
se ve entre ellas a
un coronel como de
apellido Mijan-
gos, chato,
moreno, de bigotes, que anda con una tremenda exmandatario; un sargento le pregunta por el
596
Es costumbre de esta clase de militares que cuando oyen el nombre del mandatario se descubren como si fueVa alguna divinidad. Hasta ese extremo lleg el
sidente" se quita la gorra.
A
ridiculo.
mucha extraeza
:
esto tan
Los obreros que montaban guardia empezaron a hacer lo mismo ante los esbirros en son de burla se quitaban el sombrero al pronunciar el nombre del presidente. Los sicarios vean con extraeza cmo algunos se permitan profanar el nombre de don Manuel. Como a la una de la tarde Jos Mara Albir invit al dictador cado para almorzar ya se haba pegado su taco a las diez todo su squito se par haciendo el saludo al amo. El almuerzo fu sencillo al mismo tiempo arreglaron los dormitorios con las camas de los cadetes, sbanas y colchas gruesas; toda esta ropa no la devolvieron sino se la robaron ms
ellos, el
Los servidores del tirano fueron desarmados. Uno de general Ars, dio su palabra de honor de que no tena armas; pero false su palabra porque en la bota se le vea la.
pistola.
un trato como de prncipes; podan comunicarse con sus familiares, salir a asolearse y acostarse a las horas que se les daba la gana, todo lo contrario de lo que ellos hicieron con sus prisioneros. En cuanto a
todos se les dio
escribir,
Cabrera, se
le
muy
joven extranjerita y se le concedi; un sirviente estaba a sus rdenes para suministrarle lo que necesi-
me he mantenido en
las trin-
Hasta este momento tengo el gusto de volver a hablar con algunos, entre ellos don Eduardo Camacho y Saturnino Gonzlez. Con Saturnino sostengo una conversacin donde le digo que no estoy de acuerdo con la clase de gobierno que se nos ha impuesto. Herrera, el presidente, ha estado 22 aos de ro-
ECCE PERICLES!
dillas ante
597
Cabrera quemndole incienso, Adrin Vidaurre, el ministro de hacienda, fu el auditor de guerra ms cruel que he visto en la historia de Guatemala. Jos Beteta, ministro de Y que por lo tanto el momento era oportuno para guerra. cambiar tan malos directores y tener algunos conformes con los deseos del pueblo y para el pueblo; le pido encarecidamente que haga que la Liga Obrera imprima y reparta profusamente un "manifiesto a los obreros y campesinos" pidindoles que no
.
.
entreguen las armas hasta tener un gobierno conforme a sus anhelos le ofrezco que maana mismo ir con los principales jefes y el ejrcito a proponerles que exijamos la renuncia del gobierno de don Carlos Herrera y lo sustituyamos por el de don Eduardo Camacho. Saturnino se retir sin contestarme; y al rato lleg don Luis P. Aguirre quien me dijo "El gobierno
;
:
y la junta directiva del partido y el pueblo en general tienen confianza en que t ests custodiando a Cabrera y a todo su personal y de mi parte te suplico que no abandones este pues-
Yo me tragu muy bien esta pildora; era una argucia para mantenerme encerrado y que no me diera cuenta de las canto."
armamento
lo
ms pronto
posible,
Saturnino
me
haba
y
el
trai-
cionado.
fiesto
el 17
en
la
maana
mani-
II
"CABALLEROS. DESPCHENSE
SU GUSTO!".
el
"En
antigua
momento en que llegamos a La Palma, sala la guarnicin como prisioneros de guerra. Todos eran de
el
un marcado
mentados; llevaban a la espalda sus efectos personales y algunos lucan quepis de general con entorchados de oro que agitaban alegremente saludando a los curiosos; todo el asunto transcurri en la forma ms amistosa. Finalmente llegaron los tamborcitos de la banda pe:
598
de
la
maana, a
la
Academia
militar, escoltado
por
el
cuerpo
diplomtico.
Se nos dijo que cuando el anciano se rindi se present de levita negra, luciendo en la solapa una medalla en premio de su bravura, condecoracin que l mismo se haba concedido en una ocasin u otra, pero al aliviarlo de su dinero y de un pauelo de seda se sinti ofendido y regres a su cuarto para reaparecer ms tarde, despus de haberse cambiado la solemne levita traslapada por otra de corte ingls. Probablemente juzg que esta indumenttaria era ms adecuada para ir a la crcel, y que lograra impresionar a sus conquistadores. Habindose efectuado la evacuacin, las nuevas tropas entraron y con ellas nos colamos por la puerta principal. La Palma era una amplia rea rodeada de paredes y
caminos que bordeaban a ambos lados algunos bananalcs sembrados en desorden, alguno que otro grupo de bonitas acacias, pero en lo dems, sin un verdadero aspecto de parque o de jardn. Amontonados en un lugar haba u;n, grupo de edificios pequeos y de aspecto insignificante, pintados de los colores ms vivos. Cada casa pareca haber sido construida para algn objeto particular; una contena comedores, otra cocinas, una tercera, saln de recepcionies, una cuarta despacho, etc. Los cuartos eran pequeos y bajos, los muebles sencillos y de mal gusto. Pequeos espacios abiertos, construidos en rotonda, inundados de luz, ostentaban maravillosos paisajes pintados en las paredes. A poca distancia se divisaban filas de cabanas pajizas para los sirvientes y los soldados, sin ms mobiliario que un banco que serva tanto de mesa para comer como de cama para dormir. En un espacio abierto estaba formado todo el tren de la artillera; modernos howitzers de campaa franceses y "setenta y cinco" con miras antiareas, caones de tiro rpido y ametralladoras en gran nmero. El terreno estaba cubierto de cpsulas que a las claras demostraban la actividad en que se haban mantenido las piezas. En galeras toscamente cons;
ECCE PERICLES!
599
ron abiertas.
este respecto.
No
el
ea
Todo
iban y venan, soldados husmeando en todos los rincones; pronto otros elementos se colaron por las diversas entradas y a poco el saqueo estaba en todo su furor. Los oficiales se
hacan de
la vista
gorda ante
lo
to-
maban
parte los
mismos guardias en
:
La tarea
"No pueden llevarse ni armas ni cosas fijas; en lo dems, caballeros, despchense a su gusto". Por ah vena un indio arrullando una figura de bronce debajo de cada brazo, ms all iba otro con una tintineante araa sobre la espalda. Un tercero se llevaba unas cuantas valiosas cigarreras, en tanto que un cuarto se haba encasquetado ropas viejas de Cabrera y se apoyaba en un decrpito paraguas. L*as mujeres se dedicaban ms a los utensilios domsticos, tales como tazas, porcelanas, platos y cafeteras, o desviaban su atencin hacia las despensas. En las bodegas se desarrollaron escenas muy animadas cuando la sedienta soldadesca consuma un barril tras otro; en el despacho, la correspondencia privada proporcion interesante material, que podra ser valioso algn da
a fraudes antiguos o se
y perjuicios. En obra de unas pocas horas todo artculo de algn valor haba desaparecido. Pinturas haban sido cortadas de sus
portarse,
cuadros, cofres forzados y cosas demasiado pesadas para transcompletamente destruidas. El aspecto de La Palma
como si un huracn la hubiese barrido de un extremo al Cuando ya nos marchbamos pudimos notar que algunos de los ms emprendedores, a despecho de la prohibicin,
era
otro.
las
ven-
En
mitido?"
plic
:
"Es eso perSolamente se encogi de hombros y re"La gente ha sufrido y ha peleado valientemente ahora
la
pregunt.
600
toman su recompensa.
Puedo
ofrecerle
un
cigarrillo,
seor?"
Justamente en ese momento, no obstante, pas un soluna librera y al pasar golpe la extendida mano cargando dado del general, de modo que el cigarrillo cay al suelo. "Caramba! Fuera de aqu, perro!" Y el culpable saqueador recibi un puntapi que lo lanz de cabeza sobre el camino. AUi mismo un elegante landau estaba recibiendo una carga de artculos robados, al cual estaba enganchado un tronco de esplndidas muas de pura sangre, con el emblema del presidente en los arneses. Uno de los collares estaba colocado de cabeza pero nadie estaba para fijarse en esas minucias el asunto era escapar con suficiente presteza para evitar que el tesoro fuera por otros robado, o que el equipaje fuera declarado propiedad del Estado. As, pues, pronto arranc dando un violento tirn, pero mientras tanto el soldado de la librera se haba recobrado del susto en un segundo logr echar su carga en el asiento trasero y l mismo se acuclill al estilo rabe en los resortes del coche. Y envuelto en una nube de
;
Otro punto interesante era el antiguo fuerte espaol de Matamoros, situado sobre una colina en los aledaos de la
izada nos dirigimos hacia
Inmediatamente despus de que la bandera blanca fu all, y despus de prolongada discusin nos permitieron la entrada. Los gruesos muros fueron construidos en forma de estrella y de cada tronera, ngulo o
ciudad.
torre, asomaba la nariz de alguna especie de arma, desde las pequeas ametralladoras Colt hasta los grandes caones de 12 cm. Krupp de 1877. Todas haban sido usadas y todava apuntaban amenazadoras sobre la ciudad, la cual se vea dominada desde todos los puntos por los caones del fuerte. Era evidente que todas las piezas haban sido colocadas con ese
an antes del presente disturbio, toda vez mayor parte de ellas estaban empotradas en sus puestos. En una de las paredes de la cmara del comandante estaba colgado un detallado mapa de artillera de la ciudad, y a un
objeto "in mente",
la
que
lado, la ltima orden de Cabrera, fechada seis das de antelacin, para el establecimiento de
una
lo
ms
ECCE PERICLES!
ries.
601
Seis grandes stanos abarrotados de municiones que hubieran bastado para una cortina de fuego de un da en todo el frente de Flandes. Y los barriles de plvora estaban ordenados en largas filas, exactamente como uno se imagina que estaran en la santa brbara de un barco pirata de los viejos tiempos. Sobreda puerta que daba acceso a una de las cmaras ms pequeas haban fijado un papel en el que se haca confitar
que all solamente haba 3.850,000 cartuchos de ametralladora. Luego, entonces, es evidente que la guarnicin no sufri por Tambin haba una abundante existenfalta de municiones. carne, sin embargo, se haba agotado el da cia de harina; la anterior, en que se haba sacrificado la ltima mua. San Jos estaba en parecido caso, pero en este lugar evidentemente se haban gastado municiones con mucha prodigalidad, porque el suelo estaba cubierto de tal modo de cpsulas vacas que era difcil caminar. Fu de all principalmente de donde la avenida frente al Grace Hotel haba sido bombardeada; la distancia era solamente de un kilmetro
escaso.
Finalmente, haba otro aprovisionamiento grande de municiones en una de las plantaciones de Cabrera. En los alrededores de La Aurora hubo una recia pelea, donde las
tropas del gobierno se sostuvieron hasta lo ltimo.
Al considerar el amplio aprovisionamiento de armas y municiones con que contaba el expresidente, parece sorprendente que se haya rendido tan pronto pero ello se debe a que ya no poda confiar eni las tropas, las cuales desertaban en grandes grupos, pasndose a los unionistas en la primera oportunidad. Cada noche desaparecan varios cientos de ellos. Por ltimo, la nica forma en que los oficiales podan mantenerlos
;
en sus puestos era colocndose detrs de ellos y disparndole a todo el que mostrara la menor inclinacin de huir. El comisariato, adems, haba estado tan mal administrado que a pesar de una abundancia de provisiones, los hombres haban prcticamente padecido hambre. Y un estmago vaco no
hace buenos soldados."
602
Cuenta Silverio
"Volvamos a la Escuela militar el da 15 de abril: entran don Eduardo Camacho y don Manuel Cobos B., quienes estaban conversando con Fridolino Bianchi y otros ms, cuando de repente entra el coronel artillero Miguel Bonilla, todo
asustado y afligido y dice "Traigo escoltados como presos a los generales Jos Reyes, Claro Chajn y Mauro de Len; pero
:
pistolas
esperan que avancemos para ultimarlos. A la escolta le previne que si se acercan que les hagan fuego pero ellos me han
contestado que no
le
harn
un
lado."
hacen fuego
al
char este relato todos salieron a intervenir a que no pasara nada yo me qued adentro porque saba que estaba en calidad de preso por lo que le haba dicho a Saturnino, del cambio de gobierno y que no entregaran las armas las tropas, Al mo;
muchedumbre porque no
que se
atendan a
Despus de
las splicas
me
hicieron, fui y le
habl a los principales organizadores del movimiento, los que ya haban ordenado un crculo envolvente a la guardia y a los presos que no les dejaban salida por ningn lado. Me dirijo "Qu pasa, a un hombre alto, moreno, grueso y le digo: muchachos?" Este me contesta: "Vea, camarada, cuando yo estaba peleando en las trincheras, se entraron a mi casa y ordenaron que fusilaran a mi hijo de 15 aos ante mi mujer"; se acerca otro y dice "Lo mismo me hicieron con mi abuelito, el sacristn de Santa Cecilia, que no lo respetaron a pesar de sus 80 aos y qued enterrado en el atrio del templo". Hay un tercero que dice "A mis familiares, a pesar que son nias de corta edad, las han violado y mandaron fusilar al abuelito en la calle de Caldern y Pequeo Manchen"; y da referencias otro, de que su hermano, al salir a ver cuando pasaban las tropas por la 1^ avenida sur, le metieron un tiro en la frente.
ECCE PERICLES!
603
Despus de escuchar este cmulo de barbarismos les digo "No les parece que las leyes juzguen a estos hombres y que purguen sus delitos y hasta pueden ser fusilados por estos asesinatos y ustedes no mancharn sus manx)s?" Hay un sensato y dice: "Esto es lo que se debe hacer, que los juzguen las leyes mejor". Les pregunto que si estn todos de acuerdo, en no hacerles nada; dijeron que si. "Pues en prueba de ello pnganse firmes todos y que pasen los presos", orden; asi lo
hicieron.
Esta actitud fu la que ms le agrad al coronel Aurelio Molina; verlos a todos firmes. Entran al patio de la Escuela. El general Chajn dice "Mndennos a cualquier parte y vern que nosotros somos obedientes como soldados". Reyes quiso hablar pero por temblor de las mandbulas y piernas no pudo pronunciar ni una sola palabra. Se espera que se vayan todos los obreros cuando ya no ni hay uno solo sigue su marcha el coronel Bonilla, con los
: ; ;
Venga dijo
titud para
Mayora
ese
mismo
la
venga y arengue a
mul-
que no siga matando cabreristas Corrieron hacia el acto sigui al que le hablaba. el parque central, teatro de los sangrientos sucesos. En el camino su compaero no tuvo tiempo de darle explicacin ninguna; apenas Mayora le pudo entender los nombres de dos mujeres: la Salden, la Trabanino. Al llegar contemplaron a la multitud que agitaba miembros despedazados como ensea horrible. Sobre un montn de piedrin, llevado all para levantar las torres de la catedral, un hombre, con aire de matn, restregaba su machete de derecha a izquierda, mien-
Eduardo en
tras gritaba:
Otro toro En puerta del Colegio de infantes alguien respondi Ahora va uno bueno, mientras empujaba a un
la
les
hom-
bre acobardado que luchaba por no salir y dejaba las uas en las baldosas de piedra.
604
Dos
O tres seoras
guardndose del
;
Al fin
bloques de granito que formaron parte de las torres derruidas por los terremotos y apostrof a la muchedum-
los
bre pidindole que no fuera villana. Una lluvia de piedras manos piadosas lo arrancaron a la bestia colectiva.
lo
cubri
Desde una de
las
dumbre, solicitando clemencia. Entonces, sin que nadie se le opusiera, Eduardo Mayora sustituy a Villagrn, sobre aquella tosca tribuna de piedra. La muchedumbre reconoci a uno de sus oradoluego sobrevino el milagro muchas veces producido por su elocuencia. Como de costumbre, por instinto, Mayora tocaba los resortes que mueven a los hombres y encontraba las
res favoritos y lo vitore
;
palabras necesarias
por esta Guatemala hay ms muertos intervendrn las naciones extranjeras. Los soldados que libertaron a los que Guatemala no se manchan de sangre son los cobardes huyeron a la amenaza de muerte, los que corrieron a esconderse los que ahora que ya pas cuando son el can de La Palma todo peligro matan como asesinos porque no tuvieron el valor de
la patria,
Por
detnganse
deca
Si
;
combatir como soldados, A los pocos que conoca los llamaba por su nombre T, Lpez; t, Gmez; t, Alvarez, que eres un hombre honrado. no puedes hacer esto. Como los domadores, pegaba duro en los belfos de la fiera que deseaba detener; y la fiera se detuvo. El pueblo se quiere hacer justicia grit una mujerzuela.
Y Mayora T no eres
el
La mujerzuela
persarse.
le
muchedumbre empez
:
a dis-
cont
Bueno dijo Luis Cobos ha pasado peligro. La turca Sofa Salden, matrona de un lenocinio, dio
el
la pri-
ECCE PERICLES!
605
la
Diez
Mrquez
Trataba de vengar a su amante, muerto a manos de Mrquez era la excitativa para el asesinato. En el cuartelillo del Colegio de infantes, como prisin improvisada, se albergaban reos polticos; los llamaron de la casa del gobierno para interrogarlos y all se les envi guardados por un teniente y ocho soldados. Al verlos salir, Rosa Trabandno, espa de Cabrera, dio la seal macabra, matando de un balazo al coronel Alberto Garca Estrada, que iba entre los detenidos, As se mata a los cobardes grit despus de disparar. Este disparo y la sangre enardecieron a la muchedumbre que dispers a los soldados y agredi a cuatro reos hasta despedazarlos las turbas blandan en alto los miembros sangrientos; una mano compasiva escamote una cabeza separada del cuerpo que rodaba a puntapis sobre el suelo, y la cubri con un sombrero. La plebe haba credo que se sacaba a los reos con el propsito deliberado de sacrificarlos. Esta creencia inaudita y falsa e.n:ontr eco en los cobardes que hacan pagar su miedo a pobres reos inermes. En la multitud despert la bestia y como en un circo romano, pidi nuevas vctimas cualquier reo que pasara sera despedazado
;
cuando llegamos...
tarde se repitieron las escenas terribles y le toc a don Jos Azmitia desempear el papel redentor; ante Azmitia tambin
sDiti
Ms
respeto la
muchedumbre y
se logr evitar
que hubiera ms
los
vctimas.
Los
;
unionistas
areng
el
procer
no asesinan;
que
matan son cabreristas. Pero ahora para matar a un solo hombre ms tendris antes que pasar sobre mi cadver; tendris que desgarrarme y mis pedazos se levantarn para llevar a Dios la infinita vergenza de nuestra gran causa manchada por el crimen. Si segus asesinando resucitarn nuestros muertos para abofetearos. Nos dio sus armas la justicia; no las usis para ofenderla. El que ahora mata no puede ser libre ni digno el crimen le pone su grillete, basta ya!: dejemos las armas; nos impiden trabajar. Conducir estos hombres a su prisin, porque slo la justicia puede tocarlos.
:
^6
Que
exijo el
Antes de llevarlos os una voz los humille en su calvario juramento de que no mataris ms. Aquel que me lo d
!
Guando concluy de hablar, una seora vestida de negro le un gran ramo de rosas blancas con l sobre el carro llev a los cabreristas al fuerte de San Jos, salvndoles la vida. Samuel Glvez, Manuel Machado, Felipe Mrquez y dos hijos suyos, entre
;
ellos.
lo
acompa en
tal sitio
ver
Fu un momento de gran emocin; me sent conmovido al levantarse humildemente las manos de los asesinos, manchadas
:
de sangre, cuando Azmitia s los orden luego, parado sobre la lodera del auto y agarrndose de la capota con una mano mientras alzaba en la otra el gran ramo de rosas blancas, pareca verdadera-
todava se acerc
un
linchador, pual en
mano, y quiso sacrificar a Mrquez y sus compaeros, diciendo Mtenlos son cabreristas
le
su intencin criminal:
Ese mismo da en que habl don Jos, qued cerrado el ciclo Los unionistas obedecieron y entregaron las armas, como se los exigira pronto una disposicin legal. Despus, el nuevo gobierno, sorprendido por estos acontecimientos que no pudo prever, tom precauciones y domin la situacin. Por de pronto, se ley en las esquinas un bando, acompaado de msicas militares, para distraer los nimos enardecidos.
sangriento.
En
otros,
estas escenas de linchamientos perdieron la vida, entre Francisco Glvez Portocarrero, un cabrerista de apellido
el
Tambin
Alvarado
"La seora Trabanino, acompaada de un grupo de bancuando era conducido a la comandancia d armas, radicada accidentalmente en el Colegio de infantes.
didos, asesin a Garca Estrada, iniciando la matanza,
lECCE PERICLES!
607
Despus de este vituperable suceso la seora Trabanino se present al partido y dijo "Acabo de matar al carota de ayote de Felipe Mrquez disparndole un tiro al travs de esta mi bolsa. De una mordida le quit un pedazo y por el agujero saqu el can de mi revlver." Despus volvi a la calle y cometi otros atropellos. Se comprende fcilmente que la seora en cuestin nunca crey matar a don Felipe Mrquez, como dijo. Aprovechndose de la situacin para borrar todo indicio, que pusiera de manifiesto su doble papel de unionista y cabrerista, mat a Garca Estrada, su cmplice en la matanza del fuerte de Matamoros."
:
IV
LA POSTERIDAD SABR JUZGAR
Concluye
as la principesca narracin:
. .
"Los das inmediatos que siguieron a estos sucesos no fueron tampoco muy tranquilos. Varios intentos se hicieron de asaltar la Academia militar en donde se encontraba el presidente bajo custodia.
los
sangre, toda vez que el nuevo gobierno estaba firmemente decidido a sostener sus promesas de restaurar
orden en
la
No
linchamiento de doce cabreristas con palos y machetes en la plaza principal, y an menos, disparos en las calles durante la noche Tambin fueron impotentes de impedir que una gran parte de la estacin del ferrocarril se incendiara,
destruyndose una cantidad considerable de material rodante y 650,000 litros de petrleo crudo. Gruesas y sofocantes columnas de humo se elevaron del lugar de la conflagracin y se extendieron por toda la ciudad, obscurecindola completamente.
En lo dems, los nuevos lderes se mostraron capaces de dominar la situacin. Tan pronto como la sed de venganza fu satisfecha en La Palma, ces el saqueo totalmente. Las
608
avanzadas en las esquinas fueron retiradas; las tropas fueron relevadas gradualmente, sin desorden, y devueltas a sus distritos. Hubo un cierto temor de que la soldadesca, habiendo probado sangre, fuera dificil de dominar y se estableciera un rgimen de terror, pero la prudente y resuelta accin del nuevo
gobierno evit
riencia
el peligro.
Tres das ms tarde, la ciudad haba recobrado su apanormal y con un suspiro de alivio los ciudadanos volvieron a sus habituales ocupaciones, y aunque parezca extrao, no se hicieron celebraciones por la victoria. La gente tena
otros problemas en qu pensar y
En
los
pueblos
la
menos
de-
rramamiento de sa,n.gre. nicamente en uios pocos lugares, tales como Quezaltenango y Zacapa, presentaron considerable resistencia; por lo dems, el pas entero se puso de lado de Herrera y de su partido. Antes de irnos, cremos nuestro deber solicitar una audiencia privada con el nuevo presidente. Don Carlos Herrera nos recibi en la forma ms amable. Es un hombre todava en la plenitud de la vida, moreno; miembro de distinguida familia espaola que se estableci en el pas desde el siglo XVII. Sus ojos castaos miran de manera penetrante pero bondadosa, desde un rostro inteligente. En contraste con su predecesor, es un hombre de esmerada educacin y de cultura, de muchas lecturas y viajes, y con larga tradicin de buena crianza. Hombre de negocios de profesin, se ha ganado un buen nombre a travs de todo el pas por su honradez e incorruptibilidad. Sus hijos fueron educados en Inglaterra y
Francia y
l
mismo habla
y le timacin por la labor de los unionistas en pro de la libertad, una suma de dinero para ser distribuida entre las mujeres y los nios que inocentemente sufrieron durante la revolucin. dijo l parceme extrao en cierto modo de en"S
Le presentamos nuestras felicitaciones por su triunfo, rogamos que aceptara como una muestra de nuestra es-
ECCE PERICLES!
estrictamente hablando centrarme aqu sentado Siempre me he mantenido alejado de
609
contra mi
la poltica
voluntad.
por ser cosa que no entiendo; pero, toda vez que el partido ha insistido en postularme, he cedido finalmente con la reserva
el puesto hasta que nuevas elecciones, lo cual deber ocurrir en agosto, y hasta ese momento yo debo continuar la tarea, que puedo asegura*r a usted est muy lejos de ser placentera. Nos espera un enorme volumen de trabajo, toda vez que el antiguo rgimen ha dejado mucho malo que hay que liquidar; pero Guatemala es un pas de tan buenas caractersticas y riqueza que no puede permanecer mucho tiempo en el olvido. El mundo de hoy exige nuevas actividades de un pas y de su pueblo. Nuestro esfuerzo se dedicar a colocar la repblica en el mismo nivel de otras naciones libres del mundo civilizado; solamente
as
podemos
Ya
el
mundo
el ca-
En
el
futuro
ley,
la libertad
dentro de la
hasta
ms
felices."
Fcilmente se poda discernir que era un patriota el que un hombre qu se daba plena cuenta de la seriehablaba; as
dad de la nueva situacin. Estrechamos su mano y le deseamos que toda clase de triunfos coronara sus esfuerzos. La posteridad sabr juzgar si las altas esperanzas que se han concentrado en Herrera y su partido llegaron a realizarse. Despus de esto partimos de la ciudad de Guatemala,
escenario de tantos y tan inesperados sucesos.
."
.
ESE FCIL
A
camilla,
las siete
corra a cumplir
de la noche de ese mismo da 15 un ser febricente un cometido de urgencia en la casa de Rafael Es-
en
la
Los acontecimientos o la influenza le haban causado fuerte calentura. Lleg ante la directiva del Partido Uniosiones los directores.
nista y le dijo
:
610
Se nos
de lucha ya
de
tal
traiciona;
an en
los
momentos de
este ltimo da
la
Vidaurre es
cabeza
hazaa.
Ha
un hombre, como
shakespeariana "t sers rey"; se proyecta formar un partido gobiernista cosa tambin muy fcil de hacer separado del Partido Unionista y de todo otro nexo poltico; pero todava es
en
la tragedia
tiempo de recuperar lo perdido si vamos ahora con Carlos Herrera le pedimos que renuncie la primera magistratura en uno de nosotros. Al proceder as, las armas estarn en nuestro poder, y adems, la legalidad que siempre he buscado. Qu locura! comentaron los de la junta. Usted es el eterno revolucionario e intenta ya deshacer una obra que tanto nos ha costado. Usted tirita; no parece muy sano; debe tener fiebre; vayase a acostar. El que haba propuesto la abdicacin de Herrera era Manuel Cobos; obedeci el consejo y al marchar a acostarse a su casa, pensaba
y
^En realidad,
tal
muy
claras.
VI
CABRERA EMBUTE LA CABEZA EN
EL. PECHO
Ya tenemos a don Manuel preso. Es untuoso, humilde; pero no siempre logra reprimir sus instintos bestiales. Silverio Ortiz uno de sus guardianes refiere el siguiente
sucedido
abril, como a las 8 de la maana, se escucha un gran ruido como que estabgtn botando algunas mesas y sillas y a tiempo unos ayes y era en las piezas del dormitorio del seor expresidente Cabrera, quien estaba pateando al sirviente, y ste, cuando ya no aguant la pateada, se meti debajo de la cama, donde le estaba dando sillazos Cabrera. Entra el capitn de la guardia, Tedulo Vega, y al preguntarle lo que pasa, Cabrera se para y deja de pegarle al sir-
"El da 18 de
lECCB PERICLES!
viente y no
611
ra est con
Vega lo deja sentado y al sirviente se lleva al botiqun donde se le curan dos roturas en la cabeza y unos lienzos que se le ponen en la espalda, donde se quejaba que le dola de las patadas; las roturas fueron con
morados y que
era cierto que rabiaba.
los sillazos.
Se le pregunta al sirviente si era primera vez que le pegaba; dijo que era costumbre del patrn, pegar cada poco y que tenia 6 meses de servicio al lado de Cabrera. Era originario de Sija. Toda la gente da cuenta de este escndalo cometido por Cabrera la prensa de la capital lo refiere. Al sirviente se le retira y se le cancelan sus sueldos; el presidiario queda
sin sirviente."
Silverio
in-
"Ya calmado Cabrera de su ataque de rabia, que fu maana, a las 3 de la tarde, pide una entrevista con mi persona, la que acepto. Yo no recordaba el timbre de voz de Cabrera; solamente le haba visto, de cerca, una
como
a las 8 de la
vez.
la
Entro a su habitacin; al momento se para y me tiende del saludo de cortesa me invita sentarme quedamos frente a frente y dice "En el gremio obrero existen corazones magnnimos, gremio que siempre he apreciado desAqu guardo este cario por el gremio obrede mi juventud.
mano despus
;
ro
es
manos al corazn. Es una mmica notable un artista caracterstico que abarca al dramtico. Hay momentos que baja mucho la voz y lentamente la va subiendo;
!
y se lleva
las
apaga
muy
la voz delgada y presto es ronca, y robusta. Estoy bastante admirado de escucharle; es un hombre ilustrado; a cualquier ser viviente que no le conozca, le
:
engaa.
lece, la diabetes,
Contina diciendo lo de la enfermedad de que adoy el pan que come. Tiene esperanzas de recobrar su libertad, porque l juzga en su conciencia que no ha cometido ningn delito grave, porque en todo se ha ajustado a la ley y a la justicia. Vuelve al gremio obrero, " Ah! cuan feliz era cuando estaba rodeado de los iiijos del pueblo, aque-
612
los das
RAJTAEL
AREVALO MARTNEZ
me
los
amigos que
me
En
siempre
la
no
me ha dado
la
la vista;
Aprovecho una pausa y le digo: "Supongo, licenciado, que usted conoce bien a sus fieles amigos y servidores cuando usted estaba en su apogeo le colmaban de pompas y elogios sin temor de equivocarme esto lo hacan en provecho propio y hoy lo han abandonado y lo estn traicionando. Distintamente pasa eni el obrero, el que no tiene necema.
;
;
un
arte
vivir y
Todo esto ignoraba, no me di cuenta de esto ponde Cabrera. S saba usted, licenciado. Pero yo digo a usted que no. Hasta este momento
lo
le
me da
'
la vista
y se
me
encara, frunciendo
el
entrecejo,
hombre
El
acostumbrado a que no se le contradijera. La prueba que s se daba cuenta, abunda mucho. gremio de los sastres le hizo a usted una su peticin tan milde para que dejara de estar sacando a los sastres de talleres en todo tiempo; y se les pusiera el trabajo gratuito turnos de slo un mes. La respuesta fu que a todos los firmantes se les
hulos
por
en-
carcelara y se les juzg-ara por rebelin y sedicin. No me acuerdo haber recibido esa peticin.
m mismo
se
me
;
la
cuartel, all
en aquel rincn
El comandante
le
;
maestro Agustn (a) El Chato. da dinero para que compre los materiales,
le
antes de venirse
pero se
olvidan
;
y a la
maana
siguiente
cuando
se acuerda de los
el
centro a comprarlos.
En
momento
ECCE PERICLES!
613
mis compaeros no estaban trabajando; se le quedaron viendo y esto lo enoj; fu cuando le quit la verga al encargado y
usted se dirigi a nosotros para flagelarnos; fu cuando yo
me
par y le dije que si no estbamos trabajando era porque maestro se le haban olvidado los materiales pero que este al rato que estamos perdiendo lo vamos a reponer velando fu cuando usted pregunt que si era cierto le contest el jefe que fu cuando usted orden que al llegar el maestro s era cierto le dieran 200 palos; pero afortunadamente el jefe slo le manda a dar 25 palos y no los 200. Al llegar a esta ltima palabra, Cabrera embute la cabeza en el pecho y se queda en esta posicin; ya no la levanta, no me contesta. Le digo que si se le ofrece algo, que al momento se le servir viendo que no me responde le pido permiso para retirarme y lo dejo en la misma posicin; no me
;
VII
COMO
A
una
los
;
visita
la
vena decepcionado
su ros-
Quezaltenango.
Pas a decirte adis dijo me he venido huyendo de Cmo abandonas partido en estos momentos? Ya no soy miembro de directiva renunci han pa;
el
la
all
sado cosas horribles. Mataron al general Aguilar, su hijo y varios compaeros. S, ya s. Lleno de profunda indignacin, congregu, al saberlo, por ltima vez, a una sesin pblica en el teatro municipal y en ella present mi renuncia. Les grit "Estoy derrumbado moralmente; el ideal se me escapa; entr al movimiento creyendo que era una labor blanca y limpia de gentes honorables y veo que colabor con una tuadrilla de canallas, bandidos y asesinos." Las palabras ms duras brotaban espontneamente de mis labios. Enfrente, con ojos
.
^14
torvos,
me miraban
al
cuidado; a la
los acusados.
Me
A
"Ten
las
esperando desde
que entr
unionismo",
la salida
pas en medio de
mismas caras
me
hizo nada.
Haciendo un
parece
la
presente.
:
qu
te
muer-
de Viteri?
Juan
Viteri fu
a ltima hora,
esta ciudad, lo
como
mataron en
camino que
le
hizo recorrer la
mano
me
voy.
Gnther
ahogaba; el capitalino no pudo detenerlo Los verdaderos unionistas han actuado como este hombre. Yo lo vi, erguido como el asta del que penden los pabellones, al frente de las fuerzas que tomaron, la penitenciara, el telgrafo, la comandancia y el cuartel de Quezaltenango. Por la noche de ese memorable da, al ver que su pistola tena las seis balas con que empez la accin su esposa le pregunt: "Entonces, no disparaste?". "No ni un solo tiro pero marchaba por delante de todos ... Yo era slo una bandera y no un hombre avanzaba para que me siguieran; y me pareca asistir al desarrollo de una cinta en el cinema". Esto contest Rafael.
y se qued meditando
eran los legtimos unionistas todos tenan el valor de morir pero 13.0 tuvieron el valor de matar, Pobres y generosos unionistas por eso ms tarde les escamotearon el triunfo
l
:
;
Como
:
En un paseo triunfal por los departamentos, las congregaciones indgenas recibieron a los unionistas, como si fueran santos. Un orador indgena, en su tosca lengua de Castilla, dijo
]ECCE PERICLESt
615
las gracias
a los unionistas. El indio caminaba maltrecho bajo una gran piedra que lo oprima su carga era muy grande no poda resollar los mandamientos como una gran postema corrompan su organismo. Los unionistas reventaron esta gran postema y hoy el indio se siente
;
sabroso.
VIII
Vimos en
el libro tercero
de esta obra
el
caso de Guillermo F.
Cado
cmo fu la tirana de Cabrera. que suponemos .no han olvidado nuestros lectores volvi a Guatemala en unin de su familia, despus de 15 aos de ostracismo. En "El Unionista" del 6 de mayo de 1920 se public su soneto "La Cada de un Tirano". Slo en cuatro versos, HaU, a fuer de elegido de las musas, resume y compendia el proceso de la tirajiia durante 22 aos, el heroico levantamiento del pueblo y la vergonzosa cada de su opresor.
muchos aspectos
ste, el
trascendentales, de
poeta
al
"No cay cual la nieve derretida que intacta baja de la enhiesta cumbre; Cay como la fruta ya podrida, !" al peso de su misma podredumbre
IX
'YO
prisin.
Alguien visit a don Manuel en> los primeros meses de su Lo encontr trabajando en defenderse ante los tribunales, de cien procesos a la vez y se mostr admirado de su laboriosidad. Cabrera coment
Yo soy como
No
los inditos
Un
616
de honorarios las cuentas del gran capitn, transformadas en Cabrera le articul posiciones: cuentas del gran doctor.
. .
las
No
es cierto,
jefe de
el
yo
le
pedi muchas veces su cuenta, para cancelarla, y que usted, en una elemental convenie^ncia, se neg a drmela? Los gobernantes pueden pagar mejores honorarios que dinero amonedado! Qu dice,
general Haeussler?
Es Yo,
una
na,
. .
cierto, seor.
lo confieso,
abusando de mi poder
!
le
pagu con
lo
comprueban.
miles.
.
Usted us y abus
es cierto, doctor?
de
ella.
Eso
le vali
muchos
No
le
la es-
Yo,
lo
confieso
predio de la nacin.
abusando
agradecimiento usted me ofreci a su hija!... Este acreedor tambin desisti. Por una o por otra causa
todas las denuncias al fin se redujeron a 55, de las que
me
ocupar
en posterior captulo. Antonio Valladares cuenta dos ancdotas ms de esta naturaleza. "Del rbol Cado" y "Delicadeza de Cabrera", (Nuestro
Diario, 1928).
."
ver
tiva
el
barbero de don Manuel a los tribunales de justicia, una comicidad deliciosa. Consista en un pliego de posiciones que debera absoldemandado, a efecto de poder fundar la accin ejecu-
rante varios aos de sus servicios a domicilio y por los cuales exista un saldo deudor contra el exilustre cliente, que suba a
va de noticia
,
que podra interesar a los lectores que el tal peluquero de palacio, cuando el ahora demandado, tan vergonzoilustrativa
ECCB PERICLESf
617
en la desgracia, ocupaba la presidencia de la repblica, se daba humos de gran seor, muy pagado y orgulloso del alto puesto de trasquilador de confianza que desempeaba, como privilegiado de la fortuna, que podia tomarle el pelo al benemrito e rsele a las barbas fcilmente y todo ello sin metfora alguna. En el fondo, no era su trabajo el ms tranquilo y agradable, puesto que tenia que ejecutarlo con alguna nerviosidad como que su propia existencia estaba, mientras tanto, pendiente de un cabello. Durante todo el tiempo que duraba la operacin, los feroces cancerberos del dspota mantenan alerta el ojo y el arma lista, apuntando sobre el peluquero en actitud amenazadora. Perc^ ya en. la calle, se desquitaba el pobre del mal rato, pasndola a los ojos de las gentes como un hombre de gran influencia en las altas esferas del estado portando siempre en la cintura un pistoln descomunal, y creyendo de buena fe que protega con su saludo. Mejor pronto y visiblemente de posicin pecuniaria, pasando de simple oficial encargado de una silla en negocio ajeno a propietario de peluquera situada en una de las mejores avenidas de la metrpoli; precisamente en la esquina de la Universidad y a pocos pasos del sitio en que su antiguo amo y patrn haba pasado a ser, para l, un deudor insolvente y malandrn, que pretenda dejar sin pago las afeitadas con que antes lo pusiera tan cuco para sus frecuentes y muy poco envidiables conquistas amorosas.
smente, por
l,
;
Y vamos
a las posiciones
es cierto, que a l y a sus hijos los serv en mi calidad de peluquero, llegando tres veces por semana a
Diga,
como
su casa de habitacin.
Diga, como es verdad, que mi trabajo nunca fu contratado ni tampoco retribuido peridicamente. Diga, como consta, que yo llegaba en carruaje a La
le
Palma, la residencia presidencial, sin que nunca me fuera reembolsado el alquiler del vehculo que me conduca. Cabrera haba contestado afirmativamente las preguntas
anteriores; pero a esta ltima repuso:
Yo no s
si el
barbero haca
el viaje
a pe, a caballo o
consta.
n su automvil;
l llegaba,
y es cuanto
me
^1
618
Diga
siguiente
si el
ao
tal
si el
me
si el
me
dio 6,000;
de ms
ms, y si, por ltimo, me regal con mil dlares, que tal hacen tanto en billetes de Guatemala.
cambio
La respuesta fu
Cuando
Con
las
l lo dice,
debe ser
cierto.
sumas que, espontneamente, confesaba haber recibido cada ao, quedaban pagados de manera esplndida los "colochos" y las calafateadas de don Manuel; sin hacer cuenta
el puesto le daba al susodicho entre de su trato y, adems, contaba seguramente con la impunidad en el caso de la comisin de cualquier delito, pues este era otro de los medios con que acostumbraba Cabrera
de
la
"personalidad" que
;
las gentes
Ya podan
haban de temer a los tribunales ni al presidio. El castigo quedaba slo para los enemigos polticos, fueran o no culpables."
"DELICADEZA DE CABRERA"
"Los paniaguados y afectos a la persona del dictador, tenan tambin la prerrogativa de poder meter a la crcel, con la mayor facilidad y por medio de cualquier chisme, al lucero del alba, siempre que el tal lucero no resultara cabrerista. Los suculentos banquetes de La Palma, en los esplendorosos das del dictador, eran servidos por el expertsimo cordn blue don Carlos Jallade, a quien Cabrera qued debiendo por esa cuenta un saldo de $25,000 billetes. Los malvados unionistas no dieron tiempo al deudor para cancelar este crdito antes de la rendicin de aquella fortaleza, desde la cual, en los ratos de ocio de las postrimeras de su dominacin, se entretuvo inocentemente bombardeando la capital y, como no entraba en los clculos del acreedor perdonar la deuda entabl demanda judicial exigiendo el pago de esa suma que en vol-tn-vents y pastelillos se haban engullido el bueno de don Manuel y sus invitados ilustres. Y hay que hacer cumplida justicia al demandado; no neg la deuda; antes por el contrario, quiso cubrirla tan pronto como fu notificado por el tribunal respectivo, en la prisin
.
lECCE PERICLES!
619
que guardaba en
Decale en
el edificio
de
la
Universidad,
y, al efecto, es-
poco ms o menos, lo siguiente: "Careciendo en absoluto de fondos para pagarle en efectivo y de momento su justo reclamo, y en el deseo de que usted quede debidamente cubierto, le remito los dos recibos inclusos, contra a tesorera nacional, por valor de $20,000 cada uno, correspondientes a mis sueldos como Presidente de la Repblica por las ltimas dos mensualidades que no percib, proponindole a usted los presente al cobro, y, al ser pagados, cancele usted con ese dinero su cuenta, entregando los $15,000 del sobrante, a mis hijas, quienes
mucha necesidad
tienen de esos
fondos".
ntegro, y
muestra
Por supuesto que el simptico don- Garlitos (q. d. D. g.) se junt con la mosca; per bueno es dejar constancia de que el discutido estadista, conductor de pueblos, padre de la juventud y benemrito de la patria, tuvo la delicadeza, que tan mucho le honra, de haber querido pagar, con el dinero bien habido de sus salarios presidenciales, los ricos platos con que obsequi en sus residencias a la corte de favoritas, aduladores, "orejas", celestinas y correveidiles, que llenaba la panza en su deliciosa compaa."
nunca
Ya
tra
dijimos que por una o por otra causa, las denuncias conse redujeron a 55.
don Manuel
X
EN DEFENSA DE JOS SANTOS CHOCANO
El licenciado Leonardo Lara G., defendi lo que todos a los generales J. Claro del foro haban declinado Chajn, Jos Reyes y Miguel Larrave, exponiendo, entre otras co-
los
miembros
que no supieron de nuevo gobierno hasta despus del 14 y que el jefe supremo del ejrcito que lo fu don Mannl hasta el 15 de abril en que la Asamblea acept su renuncia a la presidencia hicieron ellos lo mismo.
sas,
al
entregarse
620
se les
condena se sentar
un precedente funesto. Cualquier jefe podr entregar los cuarteles a la menor intimacin y sin las formalidades legales. Se relajar
el
concepto del honor y de la lealtad". No obstante esta defensa, el consejo de guerra celebrado el 18 de mayo, los conden a muerte, lo mismo que a Felipe Mrquez,
Jorge Galn y otros tres individuos ms. El gobierno de Herrera no ejecut a ninguno de los condenados.
lo
que dice
manos de
momento
dad"; y a ellos los trataron como prncipes prisioneros y no se les juzg por sus crmenes; hubo mucha complacencia con ellos y recomendaciones de parte del presidente de la repblica y ministros,
delitos.
Las quejas
que se iban a hacer la justicia por su propia cuenta, por haberlos desarmado, engandolos con decirles "que las leyes se cumpliran y el peso de la justicia caera sobre los criminales!"
sufrir
tarde, de los obreros
ms
Jos Santos Chocano que su nica culpa poda ser la de persuadir a la comisin de un delito, falta por muchos negada.
suponer que las palabras deca Martnez "Es posible la realidad, en perpetuo code un soador, que vive apartado de mercio con las musas, tuvieran influjo en un poltico fro y solitario y lo determinaran a dar el paso ms trascendental de su vida? Su palabra no pudo ser eficaz ni en razn del consejero un poeta ni del aconsejado ni en razn de materia un Maquiavelo cuestiones jurdicoconstitucionales ni en razn de los medios que iban a emplearse funciones de guerra en las cuales poda considerarse lego el supuesto consejero, no obstante ser el cantor inspirado de "La Epopeya del Morro", "El simple consejo que los italianos llaman "exhortativo" si cae bajo la sancijn moral nunca podr caer bajo la ley penal, que no castiga intenciones, sino hechos, actos u omisiones." Chocano fu p|iesto en libertad.
,
jECCE PERICLES!
^
621
XI
las
que
lo
haban inducido
la
administracin."-Es-
Algn tiempo despus de la victoria, el ltimo dia de agosto de 1920, conversaban dos unionistas. El que estaba en el uso de la palabra referia Me dijeron algunos de mis correligionarios que haban hecho un anlisis de todos los posibles presidentes salidos del unio.nismo, porque era primordial que el nuevo jefe del estado per-
el
primero Tcito, el sabio redactor del acta de los tres dobleces al proponerle la presidencia dijo que no, de tal manera irrevocable y
;
que no pensaron ms en l. a mi padre en su lecho de muerte no hacer poltica falt una vez a mi juramento porque me convencieron de que luchar contra Cabrera era obra de simple patriotismo; pero no faltar ms; no sirvo para la presidencia. Lo que me ha tentado es el conocimiento. Un filsofo ser siempre un mal jefe de estado est a dos pasos del absolutismo. No hay nada ms tirnico que las ideas ni nadie que haga verter ms sangre ni sea ms loco que un terico en el poder. Soy un doctor Francia en potencia. No pensis ms en m, porque os matara a todos y los primeros, mis amigos. Quin entonces? Don Jos Azmitia? Don Jos era una de las primeras figuras del partido; fuerte, tozudo, valiente, bien intencionado, generoso, amante de su patria hasta la locura; pero inflexible en el poder. La rigidez es an peor que la filosofa. Manuel Cobos? Si se aquilataban los mritos de los conspiradores contra Cabrera, ste era el iniciador y si no el ms grande, por lo menos uno de los supremos tena una ciega fe catlica y algo de
sincera,
Jur afirm
;
lagros
cismo ya era una gran fuerza que lo amparaba; haba hecho misi se buscaba un hombre, antes que todos los dems hom;
622
bastaba ver su figura fina y aristocrtica, con extrao aire entre bobo e inteligente, para exclamar: "No! De esta madera no se harn nunca los gobernantes." Luis Pedro Aguirre, tan fino, hbil
tido
y aristcrata, l, cuyos servicios de ndole diplomtica al parhaban sido tan importantes que acaso sin ellos no triunfara? S; pero sin bastantes colmillos! Emilio Escamilla, dinmico y
valiente?
En qu
de prncipes."
"TamQuedaban
Eduardo Camacho y Julio Bianchi. Camacho, de origen espaol, bragado? S, l. Por otras virtudes que seguramente tena? No por las bragas Julio Bianchi, tan noble, de tan hermosa pre;
sencia?
za.
Su serenidad imperturbable
la serenidad
Era
de
los
haban compren-
dido los unionistas y era el candidato del partido, desde que Tcito haba renunciado a tan alto honor. S l en primer trmino. Des:
graciadamente se explotaba de manera implacable el desinters de los unionistas, ya que todos de comn acuerdo decan haber luchado por sus convicciones y rehusaban el poder. Adems Tcito La reaccin haba empezado y los les haba pedido esto ltimo. cabreristas postulaban candidato, el que era de suponerse, el mismo Carlos Herrera que ya estaba en el poder como gobernante
interino.
un extrao a
la
presi-
dencia.
el
que consumado, elegan a don Carlos Herrera; todava conserv las esperanzas hasta que estuvo presente en la convencin. Muchos de los principales votantes le dijeron estar con l; fu engaado. Eligieron a don Carlos Herrera. Y naturalmente, postulado por el poderoso Partido Unionista y gobernando ya de hecho, fu elegido
presidente en propiedad para el perodo 1921-1927. Y sabes por qu eligieron los unionistas candidato a la Porque la pointerrog su interlocutor. presidencia a Herrera ?
dondequiera un hecho
ltica es
jECCE PERICLES!
^3
eligi,
el
En
la
4 de mayo,
la
perso-
nalidad de los libertadores. Los patriotas habian pactado de nuevo. Y esta vez con el propio Herrera, porque ya no tenan las armas en
las
manos y hubieran necesitado acudir a una nueva revolucin para derrocarlo. (Un bando de buen gobierno haba dispuesto que, como
ya
lo
al
pueblo
Si
y ste, obe-
Herrera aceptaba darles cuatro ministerios en vez de. dos y entre ellos el de la guerra, lo postulaban para presidente en propiedad durante el perodo de 1921-27. Herrera acept. Cobos haba sido el gestor de la transaccin. Bianchi decidi en la convencin la suerte del partido. No todos sus correligionarios estaban de acuerdo con la designacin de Herrera. Los ojos se volvan hacia l Bianchi pero haban los unionistas deprecado tanto contra el caudillismo que ninguno quera representarlo. Se alz su elevada y noble figura. Renuncio a todo derecho a ser presidente dijo Lo mismo da Herrera que Bianchi. Desligo a mis compaeros de los de-
que detentaba.)
Quera dejar a
mas estaba
dis-
puesto a aceptar la candidatura; acaso no se entendi bien esto ltimo. Otra actitud menos generosa lo hubiera hecho, primero,
candidato, y despus, presidente. Cuando vio que elegan a Herrera se acerc a Tcito y le
dijo:
Manden a hacer un letrero que al pie de la fecha de hoy, 4 de mayo de 1920, diga "Aqu fu el Partido Unionista". Tan exacto hubiera sido poner otro que dijera: "Hoy muri
:
la libertad
Crees que hizo bien Bianchi? pregunt uno de conversadores. serafines en hueste guerrera Erige a No dijo
los
el otro.
en Guatemala".
los
da, se suicid
Bianchi y de-
Al saber
el
muchos
unio-
nistas no pudieron contener las lgrimas y yo record a Pascal: "El que quiere hacer el ngel hace la bestia". con De esta manera perdieron la partida los unionistas cluy uno de los conversadores con omnisciencia de necio.
524
Cuando ya en
la calle
cada uno se
Silverio Ortiz se hace eco de la protesta popular contra la designacin de Carlos Herrera como candidato por el Partido Unio-
nista
"Ha quedado
unionistas.
Fu
la
seor Herrera como candidato de los primera traicin al partido. Estos seores
el
;
no se dieron cuenta del poderio que tenia ste cualquier persona que hubiera lanzado como candidato, triunfa a pesar de los jefes polticos de los 22 departamentos.
Con lanzar
el
mismo candidato de
prestigi el partido.
No
se sabe
qu
les
Cobos y Escamilla."
Naturalmente, postulado tambin por los unionistas, Herrera fu electo presidente por gran mayora. Al discutirse la persona que ocupara el puesto de ministro de la guerra, se decidi definitivamente la suerte de los unionistas
Escamilla
ase-
los principales
de cien correligionarios para entregarles Escamilla, ya fungiendo como secretario de Estado, los desech a todos.
tena
lista
Camacho
una
fuertes y comandancias.
De
en sus
vir-
tudes como en sus defectos, haban contribuido a obtener la victoria; la inflexibilidad d Azmitia fu necesaria; y necesarios el valor de Camacho, la generosidad de Bianchi, la ductilidad de Cobos
y de Aguirre, la vacilacin y la prudencia de Tcito, la acometividad de Escamilla.
Don
imagen de
la libertad la idea
el
romanticismo; para
la
y la de unin centroamericana
el
emblema, santa como verdad que defenda. Cuando don Jos hizo suya
fu
ms
ECCE PERICLES!
esto,
625
nada ms una fuerza celeste modificando las cosas de la que se encontraban mal. Y por supuesto, l, l como una canal que recoga y encauzaba aquella fuerza... Cabrera haba cado porque un da lo golpe a l injustamente; porque l abri los ojos y vio que golpeaba a los dems tambin injustamente; porque l se rebel contra la iniquidad y habl a sus conciudadanos con palabra encendida, pidiendo que se agruparan en su rededor para luchar por la libertad. Unilateral, no entenda de otra cosa.
:
tierra
Que
terci la poltica?
Iniquidad!
Que
liiquidad!
Que
Iniquidad!
instancias suyas y de otros unionistas, Jorge Garca Granados escribi la crnica de la revolucin desde sus comienzos hasta
las prdicas
de Pinol.
la
verdad de
los
muchas de sus pginas con esta palabra: "mentira"; y otras con la siguiente frase: "Yo no supe de esto nada". Acaso era la figura ms pura del movimiento. Representaba eso que ya dijimos, el romanticismo ingenuo y la tenacidad que
suele acompaarlo, unido a
un gran
valor a su servicio.
Lo llama-
como buen soldado; pero obra; no movimiento pacfico pero obedece y cuando se le faculta para organizar una milicia que en determinada hora respalde al derecho levanta una poderosa organizacin. En esta labor ingente lo ayudar Adalberto A. Saravia que lo completa. Adalberto es slo un buen abogado llevar al movimiento unionista aquella disciplina mental que le ha enseado la jurisprudencia. Como buen abogado, har un inventario del valor, de la
delibera,
justicia,
de
la
de
la
la
enseres domsticos
lo
es el oficinista a
A todos estos hroes los mueve Cobos, a todos, hasta al obispo de Faselli. Como en tierra obscura un diamante al darle
la luz del sol as brilla el
obispo de Faselli; es
lo
la figura
el
ms
alta
del unionismo
pero Cobos
mueve, porque es
nico poltico
tablero de la
el
626
un pen que con mucho excedi en excelencia al que lo haca actuar. Un pen? No; una pieza de mayor alcance; la mayor de todas. Pinol fu la reina de diamantes en la lucha de "Manuel contra don Mannel".
patria
Cobos fu
el poltico,
El reuni las
fuerzas dispersas y les dio direccin. Y como buen poltico, ms tarde supo transar; y al transar perdi a su partido. Se puede decir
que
derrot al cabrerismo y l lo volvi a resucitar que l le dio el triunfo a su faccin y despus le dio la muerte. Es dable aadir
l
; ;
Tcito a Cobos
muy
bien la poltica.
;
Tcito representaba la razn y la razn comprende Cobos porque era poltico proclam la canTcito porque quera evitar
ellos
didatura de Herrera
un derramamienEscamilla y Agui-
Un
bin contribuy a organizar la revolucin, nos dijo Yo era slo un jurisconsulto honrado. Cmo
me pude
oponer a
cil le
la astucia
eran hombres honrados dedicados a sus tareas. Su honradez los movi; pero nunca soaron hacer poltica. Y este es acaso el aspecto ms interesante y heroico del Par:
tido Unionista
que
la
ciudadanos
hacan sus abluciones matinales; por hbito de limpieza. Su timidez y su concepcin de la dignidad hacen esta historia amplia-
mente humana.
Salvo Cobos.
Ese
La primera
partida se la jug a Cabrera y la gan. La segunda a Vidaurre y a otros como l y esta vez perdi sus adversarios fueron ms fuer:
tes
ms
hbiles
Loor eterno a estos hroes que al frgil barro de los hombres dieron consistencia de acero para resistir a la tirana!
En
radica la verdad y que su voz es la voz de Dios? relacin de Silverio genuino representante suyo
En
la
lo
lECCB PERICLESf
ligios
627
como
como Camacho. Y
lo
alto,
adems, intuitivo...
como
obrero
tallas
en
ya
otros,
lo
algunos momentos
en
seal
para su causa con una estrategia superior que jams ha. es-
armas
y,
aunque en
lo interior
regaadientes, a la clase social que lo completa y a quien venera. Cuando sta yerra y cae, cae c<^n ella. Acaso es la parte ms ad-
Vidaurre sali del ministerio de hacienda antes de que terminase el primer ao de la administracin de Herrera. Como a Fouch, con quien tiene tanta similitud, lo compensaron bien por la
prdida del alto puesto le entregaron 50,000 dlares y fu nombrado ministro de Guatemala en Cuba,
:
XII
En
esta
forma habla de
mismo
el
obrero historiador
"El lector debe de perdonarme en estas narraciones que vengo haciendo por ser mal coordinadas sin nada de literatura; pero juzgo en mi conciencia que me he ajustado a la verdad de los hechos con millares, de testigos que presencia-
ron todo
lo dicho."
La
tima vez. Nos cuenta su entrevista con Herrera, varios meses despues de haber sido ste electo presidente
"Con
tinaje.
un gobierno tan
aguacate, result
un desastre; ya no era
Un
una entrevista
628
es
a escuchar su timbre de voz y a conocer de cerca al mandatario mis acompaantes le hacen referencias del atentado
armado de Valds y
los familiares
ve para la nacin, que debe evitar cualquier derrame de sangre; despus de escucharlos, no se dirige a ellos, por ser hombres de talento, sino que se dirige a mi humilde persona por y dice "Yo no quiero derrame que en mi administracin se ni una gota de sangre. Respecto a que yo he fomentado el otro partido proporcionndole todo lo necesario, incluso dinero, si lo he hecho es para que exista ms de un partido, como en todos los pases democrticos adems, yo, si estoy en el poder es por puro patriotismo". Cuando termina le contesto "Cunta razn tuvo don Tcito cuando vinieron delegados de todos los departamentos a proponerle la presidencia, en manifestar que no la aceptaba porque no era hombre preparado para desempearla. Asi debieran de hacer todos los hombres que ambicionan puestos elevados consultar primero con su conciencia si son capaces de cumplir. En cuanto a su patriotismo, usted ^provocando justo elogio declar a la comisin que vino a proponerle la presidencia, que aceptaba nicamente para el momento de peligro y que despus dejaba libre las elecciones. Usted es testigo de los millares de vctimas y mrtires que cost la 'derrocada del gobierno desptico, y hoy tanto sacrificio va en camino de perderse porque usted quiere enconsiderar que soy
el
ms
estpido
sacin Escamilla y me dice "Acate que est hablando con el presidente de la repblica". Respond: "S seor, lo s;
:
me
corta la conver-
pero ustedes decan que si a Cabrera se le hubiera dicho la verdad de los hechos, tal vez hubiera cambiado; y hoy me
reclama." Sal decepcionado de esta entrevista. No se sabe qu les pas a don Manuel Cobos y a Escamilla al haberse enamorado de este seor para que fuera presidente.
En mi concepto le encontr que poda desempear un puesto como de abadesa en un convento de monjas y no para ma-
nejar las riendas de una nacin. Este mismo da present mi renuncia irrevocable al
partido."
ifiCCB PBRICLBSI
629
XIII
SE haba constituido en su propio carcelero
A fines
el
Qu pas con su to? Por qu no se deshizo de sus enemigos como siempre, violentamente? El sobrino contest Primero, tema que ustedes favorecieran el movimiento rebelde; a ltima hora, por el contrario, esper demasiado en su
intervencin.
podemos todo, menos resucitar un muerto. Al final de muchas gestiones, el sobrino y otro pariente lograron que el departamento de estado ofreciera mandar un buque de guerra a Guatemala, para que el comandante visitara al gobierno y sin ruido se llevaran al anciano gobernante, camino de una urbe
lo
Nosotros
estadounidense
Tal propsito no pudo realizarse porque Estrada Cabrera se
neg a aceptarlo.
dicamente.
No huir de
jur-
Manuel Estrada Cabrera se haba constituido en su propio Mat tantos hombres que no poda concebir que los guatemaltecos lo dejaran partir vivo. Tema que lo asesinasen en
carcelero.
el
camino y se apegaba a su
pellejo.
XIV
se defendi jurdicamente
el
y azarosa vida; a los veinte meses desapareca en el espacio de unas horas sin dejar la menor huella; tres aos despus era un acontecimiento remoto, que pocos recordaban. El 10 de agosto de 1923, present don Manuel en segunda instancia un escrito de defensa "en las cincuenta y cinco denuncias, acusaciones y querellas de responsabilidad oficial, que imputan-
630
han
se-
en cinco
Don Manuel
se
defiende
en
ese
interesante
alegato
aludiendo a las clusulas de los convenios de capitulacin celebrados el 13 y 14 de abril; pero de ellos el primero, que estipula "su salida del pais en un trmino no mayor de 48 horas", no lleg
a
perfeccionarse.
del
en que se y firmado asienta "que debe entregarse y ser conducido a la Academia miltimo
litar".
cuerpo diplomtico,
ratificado
Mucho ms
slida es su argumentacin
^.
en que existe un hecho capital que lo defiende y ampara: el hecho de la revolucin, ya sea sta visible o camine entre sombras. Y como desea que este hecho cubra sus 22 aos de gobierno, lo ilustra
que llama "rbol genealgico de las revoluciones", que consiste en el curioso diagrama de un rbol que tiene sus races en el ao de 1898, en que l subi al poder, y culmina con la rebelin armada de 192Q. Cada una de estas ramas tiene en el extremo el nombre de un conjurado contra l. Adems, alega entre otras cosas que slo seis causas presentan el necesario requisito de 'vun antejuicio, que le corresponda como gobernante; que varias han prescrito y que a todas las cubre la amnista decretada para los reos de carcter poltico por los gobiernos de Herrera, y Orellana. En este alegato supremo podemos conocer a don Manuel. Lo ha escrito en la pequea estancia que le sirve de crcel, a una luz elctrica porque la solar apenas entra por un pequeo espacio abierto en el techo. Lo presenta a los 4 aos y 2 meses de estar preso. Ya no tiene a su disposicin para redactar sus escritos a Rafael Spnola, Joaqun Mndez, Jos Flamenco o Canuto Castillo, En sus informes a la Asamblea no podemos juzgar al hombre sino medianamente, porque aprob los trminos en que los redactaron sus secretarios; pero aqu, en la reclusin, est abandonado de todos y l mismo escribe con su propia mano su alegato y con su propia mano dibuja en tinta negra
con
lo
lECCE PERICLESt
ese "rbol genealgico de la revolucin", tras
el
(31
que piensa
res-
guardarse.
Examinemos un poco su "Escrito de defensa". Bajo el rubro comn de "Tratado de paz y consiguiente
pitulacin" pone,
ca-
uno a continuacin de otro, el texto de la capitulacin del 13, que no lleg a ser aceptado, y el de la del 14 que s lo fu y al que llam "Corolario del convenio anterior, para hacer
efectivo y prctico ste". Al transcribir parte de su informe, en vez de "se descans en la palabra del general Haeussler", escribe: "se
descans en
unionistas
la
palabra empeada".
Ingenua artimaa!
fatal
Se refiere luego
ms
coincidencia tenan
:
orden comn
"Emilio Escami-
Los procesos falsos fueron uno de sus ms conocidos procedimientos, y an osa aludir a ellos. Otra ingenuidad! Lo que s turba el* nimo, como un suceso poltico ejemplar, es que l,
abogado inescrupuloso que transgredi todas las leyes, que colocado en el ms alto puesto de la nacin, hizo a los jueces y fu l mismo el supremo juez sin apelacin, hoy ha descendido a la condicin de reo. Fu un tiempo amo de la ley y hoy tiene que obedecerla de nuevo y eleva la pobre fbrica de sus argumentos a esa misma justicia que l ense a despreciar y que sabe cmo se corrompe. Hace, despus, un anlisis del proceso de su administracin. Principia por afirmar que "los partidos polticos son necesarios como fuerzas contrarias y competidoras que mantienen el equilibrio en la relatividad del mundo". Hoy acepta esto, l, que nunca admiti ni la sombra de un partido antagnico, as como hablar ms tarde de que "toler la prensa de oposicin", cuando jams en los aos de su mandato, salvo el primero, hubo ni partidos ni prensa independiente hasta que se le impusieron ambos. Contina "Al fin se formaliz la revolucin con aparente audacia; pero en el fondo con gran temor a la actuacin del gobierno." Y en esto no expresaba sino la pura verdad. Presenta una exposicin somera de lo que en 1917 llama rebelin Manuel y Luis Cobos Batres, el obispo Pinol, Eduardo
632
Camacho; en 1919
.
^los hermanos Bianchi, Emilio Esy en 1920 de rebelin camilla. . Los terremotos en 1917-18 impidieron de pronto el desarrollo de esta rebelin las conferencias de Pinol constituyeron "el pas las recibi con frialdad y desconsu reto ms acabado
armada
de rebelin formal
Tcito Molina
fianza"
tiene
siempre,
la rebelin
cabal manifestacin,
el
primero de enero de 1920, con el programa de un partido nacional que aparentemente trabajara por la unin de Centro Amrica, pero en realidad laborara para derrocarlo a l; por la ctedra, la tribuna y la prensa, en reuniones privadas y pblicas sostiene un cotidiano trabajo, sin reparar en medios, en pro de su desenvolvimiento; pero todo lo aplaza para cuando funcione el prximo congreso, porque comprende que sin auxilio del poder legislativo rama del poder pblico, que dar una posible bajera de xito ira derecha-
por medio de delegados a tres conferencias, respaldadas por miembros del cuerpo diplomtico, en altas horas de la noche "solicitadas oficiosamente por Chocano y Letona, lo que le hace a l Cabrera parar mientes en el prestigio que adal fracaso; asiste
mente
muy
minan
un convenio.
,
"cumple de buena fe todas las aunque tal cumplimiento constituye un verdadero suicidio, pues por una de ellas da libertad a sus adversarios y stos salen a encabezar directamente el movimiento subversivo, con nuevos mpetus; por gestiones de los diplomticos publica la proclama del tres de abril de la cual nace la manifestacin del gobierno americano en pro de la paz.. ." "Llega, por fin, el 8 de abril, y con l los acontecimientos que dan margen a una lucha armada bien preparada por los rebeldes, que se inicia con la sublevacin del cuartel N*^ 3 de infantera, y ya con las armas de ste con el ataque simultneo, a las cinco de la maana del 9, a los fuertes de Matamoros, San Jos y "La Palma". Para evitar la contienda fratricida se llevan a cabo nuevas conferencias con el cuerpo diplomtico. Esas conferencias testimonian
cuanto a
l
En
Cabrera
su firme propsito de presentar su renuncia irrevocable de la precomo remedio heroico para curar las ambiciones de sus adversarios y como bandera de paz y de legitimidad en la entrega del poder. Puesto en peligro por la revolucin, se ve obligado a
sidencia
lECCE PERICLESf
33
en todas partes
fin
al ejrcito
enemigo."
a
de encontrar con quien concertar la paz y capitula a la postre creyendo haber cumplido su anhelo cuando hace llegar la renuncia ante la representacin nacional y ese ilustre cuerpo, por unanimU dad, en forma de aclamacin, la admiti, notificndoselo al hallarse resguardado y preso en la Academia militar, conforme los tratados en que termina el combate.'*
Despus de esta irona para la Asamblea "incondicional" que tambin en forma de aclamacijii recibi sus reelecciones y aplaudi
todos sus actos, prosigue, textualmente:
"Los anteriormente reos convictos, que pretendieron derrocar al gobierno constituido, se presentan entonces como vctimas y como mis jueces, porque es fenmeno social que se efecta al terminar
las
detentadores de ayer son los jueces de sus enemigos, vencidos hoy, y la represalia, convertida en ley suprema cambia el escenario y,
sobre todo, a los actores, por
ms que en
humanidad presentando
cia y
las flaquezas
de su dolor perpetuo,"
"Una sentencia
se la decore o el inters
una apelacin suprema, horrible de leer nombre con que este ltimo consista que la dicte y aunque
en el del estado o en el de la salud del prncipe, constituye el ms grande e irreparable de los atentados, porque corrompe la fuente misma de la justicia." No puede existir condena ms terrible, como la de esta cita de Jony, que ha tirado al cielo para que luego caiga sobre l y lo anonade. Sentencias arbitrarias! El dict miles... La salud del
prncipe
en mi condicin de ibol hachazos de quienes necesitan astillas para el hogar, y ningn escrito como el qu presento ante los seores magistrados, merece con ms propiedad el nombre de^ "Expresin de agravios", ya que no hay en todas las pginas de
,
cado no
me
queda sino
recibir los
una
sola
irregularidades y ultrajes."
634
mano
tiene cada
rama
del poder pbico y que son bien conocidos." Y vaya que lo eran.
"En
el
por la novedad y audacia con que en ellos se ultraj la ley, nada me har perder la esperanza de ser odo en justicia, como lo he venido pidiendo con las voces claras y altas de la verdad y de ser examinado en mi conducta, con la luz firme y potente de la razn, por ms que
;
mis actuales jueces sean en su mayor parte mis propios adversarios polticos, que espero se revistan de la rectitud e imparcialidad necesarias para juzgar al adversario que se retir del palenque de la lucha por convenios de paz y conciliacin bien definidos, garantizados y consignados en los respectivos tratados y consiguiente capitulacin, documentos sagrados, dignos de religioso respeto y fiel cumplimiento, por honor de sus signatarios y en consideracin a Jos diplomticos garantes de la verdad y certeza de lo pactado. ." "Es axioma de Derecho que el que prueba debida y completamente su accin es el que efectivamente falla, absolviendo o condenando, porque la prueba es la fuerza nica que da vida a la sentencia sobre el hecho que se juzga; y en mi caso, todos los hechos pesquisados son de responsabilidad oficial y no de obligacione.^ personales y privadas y deben su origen al acontecimiento poltico fundamental de la revolucin." Agrega "Mas o he de ser yo quien para pedir justicia, comience por desacreditar la administracin de sta en mi pas." Ante Tcito Molina, su enemigo triunfante, se inclina como todos "Fu lo ms apto y competente de los revolucionarios".
.
all va esa flecha parta: "Los unionistas que estimaron como triunfo de ellos mi retiro del poder y se crean dueos de ste, pronto se convencieron de su error y de las veleidades de la fortuna." De las acusaciones innumerables que se pudieron presentar contra el exgobernante y a las que se refieren en trminos vagos los seores Miguel Tizn y Jos Azmitia slo se llevaron a los tribunales estas 55 a las que alude. Se pueden dividir en dos grupos las de algunos de los dirigentes unionistas, y otras gentes honradas
ECCE PERICLE81
^5
;
que
los siguieron y
no insistieron mucho en
Manuel
denunciando
prostitu-
duea de casas de
;
Aguilar: "Pancha la
segundo orden; los esposos y chulos de estas seoras y Julin Vsquez Sosa traficante con indgenas, estilo negrero, en Huchuetenango. ." El verdadero juicio de residencia contra don Manuel no se lleg a formular nunca, porque los guatemaltecos, en su mayor parte se negaron a acusarlo y aun a servir de testigos contra l, y acaso tambin porque no conviene a los gobernantes sentar como precedente la condena de uno de ellos. Segn me afirm el licenciado don Manuel Coronado Aguilar, todas las denuncias fueron sobresedas. Todas, salvo una: la que present el propio Aguilar en el juzgado 4^ de primera instancia por la muerte violenta de su hermano Jos y que llev a cabo tenazmente aunque era una de las ms fciles de cohonestar hasta obtener con fecha 8 de septiembre de 1921, que impusieran al reo la pena de muerte, mandndolo pasar por las armas y obligndolo al pago de las res-
Don Manuel
el
al fin se lleg
que dio como sentencia definitiva para de siete aos y medio de prisin y el pago milia de la vctima.
expediente, la pena
El propio lector puede juzgar de la mentalidad de don Manuel por los trminos de su alegato. Es ingenuidad la suya o es una suprema sabidura: la de conocer que las grandes frases, las
apelaciones a la verdad, a la justicia y al derecho, nunca perjudican? De todos modos, qu valor necesit para pronunciarlas des-
pus de sus 22 aos de gobierno Od, por ejemplo, esta ltima frase suya: "La conciencia es el juez de los jueges y pongo en manos de ella mi causa sin ms abogado que la razn." Don Manuel no fu nunca sino esa cosa oscura: un mal abo-
^36
gado.
podei,
Un mal abogado
un mal abogado en la prisin. El conocimiento de las leyes lo condiciona para siempre. Le dio armas en el primer decenio de su ejercicio y durante su presidencia. Entonces, preso, lo encierra en un crculo de hierro ms estrecho que el de su prisin. Morir dentro de l como
abogado.
Est acostumbrado a llenar frmulas y sabe que todo se puede esperar de presentarlas en las oficinas de la repblica, inclusa
su absolucin.
XV
DE VUELTA A LAS CUMBRES...
El 24 de septiembre de 1924, como a las 10 de la maana, marchaba al trote de sus viejos caballos nebros por la sexta avenida sur. Le segua un reducido grupo de gentes modestas, corriendo ms que andando para no perderlo de vista. Celeridad tan inusitada intrigaba a los transentes. preguntaban a los miembros reQuin es el muerto?
un
carro fnebre
zagados de
comitiva, Don Manuel Estrada Cabrera. Don Manuel. Ya dnde llevan tan ligero? A tomar tren para Quezaltenango.
la
.
.!
lo
el
edad de 67 aos, en la vivienda que a ltima hora haban dado por crcel, como cualquier hijo de vecino, de una influenza mal curada, que degener en pulmona. Sus restos des-^ cansan, como l lo quiso, en la necrpolis ltense junto a los maa la
le
Muri
ternos.
POST SCRIPTUM
La propia
historia
los
;
hechos narrados
por los historiadores y se superan los comentarios y que aun cuando siguiendo la actual se limite el narrador a reproducir documentos
no puede ser del todo imparcial por mucho que lo desee, pues aparece su espritu en la seleccin. Procuramos ser objetivos en nuestro relato, como ya lo dijimos; pero unas pocas observaciones creemos que tienen utilidad en las narraciones histricas, porque muestran las ideas flotantes en la poca historiada, amn de otras cosas. Ya concluida la obra las haremos. El jiresente trabajo es la crnica de un pequeo pas de America en cierto perodo; pero es universal como toda lucha de un pueblo por su libertad, y por eso hemos sido tan prolijos en ella. Caracteres universales tiene el tirano sube al poder valindose de tropas de asalto ^ladrones y asesinos sacados de las crceles como ms tarde lo har un gran dictador; mantiene a Guatemala subyugada por procedimientos ipuy semejantes a los empleados en una gran nacin de nuestros das; piensa que los hombres defienden con ms ardor la bolsa que la vida se pone a buen recaudo de los adversarios gana amigos, bien por la astucia,
tendencia
:
destruye las milicias desafectas y crea nuevas; gobierna de modo que en todo tiempo los ciudadanos tengan que acudir a su autoridad, centralizando sobremanera el poder; no se cuida mucho de su reputacin de crueldad siempre que trata de imponer obediencia y fidelidad a sus vasallos divide para reinar cree que los hombres ofenden antes al que aman que al que temen y que el gobernante, hombre a medias y a medias bestia, ha de ejercitar ambas naturalezas, y, as, debe faltar a sus promesas cuando stas lo perjudican o cuando desaparecieron los motivos que lo obligaron a prometer. Segn l, es mejor que parezca que un autcrata tiene buenas cualidades a que las tenga en realidad, porque las gentes se dejan guiar de las apariencias, y ya que si las tiene y las practica de continuo lo perjudican, y, en cambio, lo be;
nefician
si
slo parece
que
las tiene.
tambin, segn
l,
es arries-
538
gado que
la
ha de conservar
el
clemencia y la religin, aunque tenindolas siempre en la boca. Ha llegado a la conviccin de que el soberano ha de ser tan dctil
las circunstancias y,
el
cuando stas lo exigen Decide que, vista la dificultad de casar los intereses de la milicia con los del pueblo, hay que atender de preferencia a la milicia, curndose del pueblo slo en la medida en que se haga respetar, ya que no siendo posible que algunos dejen de odiarlo debe procurar que no sean los que cuentan con la fuerza de las armas. En fin, acepta el principio de que todo est bien al gobernante con tal de conservar el poder, y, como cierto principe italiano, no medita en cosa alguna que no sea un engao; pero encuentra esto bueno, convencido de que si hubiera sido pacfico y justo hubiera perdido muy pronto la presidencia. Combatido por el Partido Unionista, en 1920, acude a las mismas triquiuelas y medios nefastos a los que acudi en 1898, al asaltar la jefatura del Estado. Nada ha aprendido en 22 aos de usufructuar su elevado puesto. Como se ve por todos los anteriores preceptos de Maquiavelo, procede de acuerdo con los consejos de ste. Es que lo ha ledo? Daz no trae el nombre del florentino en la lista de autores ledos por don Manuel, pero esto significa muy poco, pues probablemente fu compuesta con todas las obras que conoca el bigrafo, como un rasgo de adulacin y sin atender en nada a la verdad. Creemos que Cabrera no conoca "El Prncipe" y que las mximas que puso en ejercicio fueron pura intuicin de su carcter preparado para la tirana. Emplea otras que no estn incluidas en la obra de Maquiavelo sino que son fruto de tratadistas posteriores en su gnero, como lo de que no conviene que las gentes se agrupen, pues en cuanto estn reunidas tienen la psicologa de la multitud y pueden ser peligrosas hasta las ms cobardes, adquiriendo un sentimiento de valor por el contagio colectivo. Ya hemos visto su terror por toda agrupacin siquiera fuera literaria; presenta que la primera en que consintiese lo haba de botar. Uno de nuestros psiquiatras debera hacer el estudio de Cabrera. Ya dijimos que ste tiene el sentido mgico de la vida; podemos agregar que aun para el profano son perceptibles sus caracteres de paranoico aunque no puede detenpinarse en qu meque sepa plegarse a
por suprema necesidad, ejercer
mal.
lECCE PERICLESf
dida.
^39
Segn algunos
indemnes
la
me-
moria y la voluntad y slo en el sector del pensamiento delirante afecta al entendimiento, que por lo dems puede ser muy claro;
y sus principales caracteres son: 1) el egoismo extremado, 2) desconfianza, 3) la falsedad de juicio y 4) la inadaptabilidad
la
comn a todos los enfermos mentales. Ya hemos descrito, en nuestra narracin, el yo hipertrofiado de don Manuel que todo lo subordina a si mismo. Todos los que lo conocieron sealan como su principal distintivo la desconfianza extremada. La falsedad de juicio, menos evidente, tambin se puede encontrar en sus supersticiones, en la creencia de que gobernaba a los guatemaltecos por designio de la providencia, y en otros pasajes en que aparece. En cuanto a la inadaptabilidad, poco fcil de reconocer en un dictador que ha sabido triunfar, recordemos que algunos autores en la materia declaran que los paranoicos fuertes no pudiendo adaptarse al mundo, tratan de adaptar el mundo a su personalidad. No olvidando esto, podemos seguir las huellas de la inadaptabilidad de algunos agitadores polticos o dspotas que slo en el poder pueden desahogar sus instintos regresivos y criminales de codicia y violencia. Hagamos memoria aqu de aquel Cabrera juvenil que an despus de haber obtenido el ttulo pro-
mismo que de otros incidentes que sera ocioso repetir. Su delirio de persecucin se encuentra tan motivado por el alto y peligroso puesto que desempea que ya no podemos diferenciarlo de una prudencia normal sin detenido examen. Sealamos en su sitio que esta desconfianza contribuy a su cada lo haba centralizado todo de
fesional no logra entrar en la sociedad quezalteca, lo
:
tal
la
preocupaciones de la hora y por otras circunstancias (evquese por ejemplo cmo hizo imposible que funcionaran los caones del
San Jos, quitndoles las cuas). Tambin el delirio de interpretacin puede ser aprehendido a pesar de que se envuelve con el velo del gobernante queda en varios documentos que se
fuerte de
:
encontraron despus de haber sido desposedo de su cargo, en su defensa jurdica ya en la prisin y en otras partes. Esta interpretacin, tan peligrosa en un gobernante, cost mucha sangre. Genil-Perrin, mdico jefe de los asilos de la Sanidad de Pars, en "Les paranoiaques" (Pars, Norbert Maloine, editor, 1927), dice:
^40
que desee perseverar en su ser minada; puede actuar por celos, rencor o e.nvidia y comprometer de este modo la solidez y la seguridad del grupo. Si es un sujeto provisto de gran energia puede llegar a dominar su medio y aunque su energia sea menor, puede obtener lo mismo si su medio es particularmente receptivo o sugestionable. Segn su virulencia o energia el paranoico puede ser el perturbador del orden establecido o el introductor de un orden nuevo, un criminal o un gran hombre,
;
genio. Lo que no puede ser jams es un ser medio, perdido en masa, sino que de todos modos constituye una figura original que escapa a la normalidad. Constituye muchas veces un anacronismo no es de s clima ni de su siglo. Una desviacin original, de orden degenerativo y regresivo, preside a su desenvolvimiento; realiza un verdadero fenmeno de teratologa, conforme con la escuela lombrosiana. En l se asiste a la reviviscencia de la perversidad y de la brutalidad instintiva capaces de las mayores potencias.' Tiene el esbozo mstico del pensamiento intuitivo de cuando
la
:
un un
factor de disolucin o
un
factor de progreso,
un
fruto seco o
la
bestia
humana comenzaba
a intelectualizarse y el
saber na-
de una superioridad nueva, meditaba arrebatar al msculo la dominacin de la horda. No pudiendo adaptarse al mundo trata de adaptar al mundo a su
ciente, inquieto y desconocido, pero orgulloso
personalidad."
parecen y no es preciso hacer un gran cmo en este cuadro encaja no slo Estrada Cabrera sino el terrible dictador que hoy ensangrienta al mundo y que ser objeto de nuestro prximo estudio. Caracteres universales tiene el pueblo lo moldea una posiempre es mstico todo movimiento que renueva la ltica mstica vida de una colectividad mstico fu el movimiento unionista. Por eso la lucha por las imprentas es tan hermosa, instructiva y simblica. La palabra del obispo de Faselli ejerce una accin divina: *'La verdad os har libres". "No hay que llamar bien al mal ni mal al bien." "Sois pueblo y no rebao," "La libertad no puede fingirse ni substituirse con nada ni por nada." "Si Guatemala no
Todos
los tiranos se
lECCB PERICLESI
^1
consigue
la libertad interior
que dicen escritores modernos sobre los movimientos polticos podemos aclarar que la revolucin unionista comenz desde arriba; pero que cuando el pueblo la sigui, a este ltimo debi su fuerza; y que Cabrera no cay el 15 de abril sino el 11 de marzo en que sus tropas se negaron a obedecerlo; ya que una
la luz
de
lo
el
concurso o
la
neutralidad del
que casi nunca es el iniciador. Se ve asimismo que como pasa siempre un agitador revolucionario, imbuido mstica-
este caso el
la
Manuel
blemente desconoca a
riable de
los escritores
que sealan
el
la
presencia inva-
un
cabecilla en todo
En cuanto a los linchamientos, fcil tarea es defender de ellos movimiento unionista, pues ya hemos aprendido en los textos que tratan sobre la materia que el pueblo est compuesto de una mayora de trabajadores que necesitan orden y no hacen las revoluciones, y de una minora de residuos sociales subversivos, dominados por una mentalidad criminal, a los que el miedo al castigo impide delinquir en tiempo ordinario, pero que delinquen desde el momento en que pueden ejercer sin peligro sus instintos turbas que ensangrientan con asesinatos todas las revoluciones, y se ven seguidas
al
;
ms
unen por
va de contagio,
lo
fu ese espritu de sacrificio y de amor al bien que existe en las grandes revoluciones, espritu que algunos historiadores tienden
la psicologa
negar en nuestros das a fuerza de analizarlo. Por mucho que nos haya dado los elementos de la multitud, siempre bajo ella est el substrafum del pueblo que la define; y, en el caso del unionismo en Guatemala, este pueblo era heroico, generoso y
a
valiente.
542
el libro, el
En
la
el
nunca
falla
un
ideario.
En
de
de las
una primera edad del hombre pura y feliz y el imperio indiscutido de la diosa Razn; produjo la enunciacin de los derechos del hombre y el lema eterno de libertad, igualdad, fraternidad. El idiario de la revolucin unionista fu el de la tirana probada de Cabrera, la
libertad cristiana, y la creencia de que con el triunfo de los aliados
iba a surgir
un nuevo orden en
el
la
nacin que despotizaba creyeron en la Sociedad de las Naciones, es decir, en un Estado universal que aseguraba un derecho positivo
para los pueblos. En la constitucin de la Liga haba clusulas de sancin. "El Consejo recomendar a los gobiernos los efectivos militares o
que
la
abandonaron
los
desde para
,
como recae
la
soberana de
la
nacin
en
la
Esta creencia en
a su pueblo.
las
la
Liga maniat
al
Uno de
condiciones de trabajo y asegurarn el tratamiento justo de los habitantes"; y los unionistas pensaron que si Guatemala no era
nizada.
las
sera
los
el
dada en mandato a una nacin mejor orgaEstados Unidos se retiraron de la Sociedad de partido rebelde contra Cabrera haba triunfado.
Los agitadores prestigiados actan fcilmente sobre la mulFu grave falta la de Cabrera al convocar a una Asamblea la Convencin liberal cuando se haba debilitado su poder. Las multitudes se vuelven siempre hacia la fuerza. Cuando en esa sencilla mquina que regula las relaciones entre gobernante y gobernados, aqul pasa un lmite tolerable, stos se rebelan.
titud.
ndice
Pia
Prlogo
V
XXVIl
PRIMERA PARTE
Manuel Estrada Cabrera
!
1
*
LIBRO PRIMERO
Los primeros cuarenta aos
Deposit recinnacido a la puerta de Pedro Estriada Monzn A instancias de don Manuel, regal libraco Otra copa, compadrito IV. Y cuando mova las manos, porque estas ms que manos parecan garras V. Abogado desde cabello hasta los pies VI. Defienden con ms ardor la bolsa que la vida VII. La gobernacin inmediatamente transform VIII. Aqu est tu hartazn IX. Osear Solinger, misterioso, impasible, sombro X. Esperando designacin del destino XI. La presa era codiciable, presa era fcil
I.
al
3
6 8
II.
le
el
III.
10 13
19
el
lo
23
25 26 28
la
la^
30
LIBRO SEGUNDO
La presidencia
I.
interina
III.
Y valor las propias fuerzas Otro peridico independiente "Pro-patria" "La Ley", en 26 nmeros IV. La ms desacreditada Repblica medieval V, En que los soldados y los policas votan en las
II.
:
33
36 38
46
urnas elec.>
torales
47
el
Principian a sentir que una mano inflexible VII. Como manso jefe de una democracia
VI.
el
est en
poder
49
53
644
ndice
LIBRO TERCERO
El primer perodo presidencial
Pgina
III.
El sometimiento de las facultades al ejecutivo !.... n,La imaginacin pagana de Rafael Espinla Tenga mucho cuidado con don Chema Chismeaos IV. El presidente de El Salvador, Regalado, se encuentra durI.
57
60
61
miendo bajo un
V.
el
rbol, en el
camino de Jutiapa
Cabrera.
64 66
.
Era preciso celebrar las fiestas de Minerva gesto de la Diosa la mano de Estrada VI. Y movi VII. Se jacta de haber obtenido un triunfo moral pecho VIII. Puesta la mano derecha en IX. Parches absurdos a la Legislacin X. Un Washington ecuatorial, pero ms profundo
el
68
75
^. ..
77
82
como
es-
tadista
90
95
Tan gran escritor como buen patriota XII. Ms ignorante que nuestro Bernal Daz del Castillo protector de la juventud! XIII. Viva padre del pueblo, viva
XI.
el
el
97
104
LIBRO CUARTO
El segundo perodo presidencial
I.
Gil.
Ante
un espejo y en mangas
111
Conejillo de experimento Se haba descubierto devotamente IV. El caso de Guillermo F. Hall. Quien manda soy yo ........ V.La Penitenciaria de Guatemala VI. Hall se ajust las barbas postizas VIL El valor del pan, la ms elemental cobijo VIII. El ataque en dos fronteras. Haciendo morder polvo IX. La estampa' de regalo. Un par de buques apercibidos a levar anclas X. Las cajas contenan monedas de oro XI. Fuslenlo de cabeza, para escarmiento XII. Ya no podrn referrselo a nadie XIII. Con aspecto de "Sainte Nitouche" XIV. Las conferencias del "Marble Head". Ocurre con los yanquis y nosotros mexicanos XV. Produjo indignacin en capital mexicana XVI. El atentado de la bomba. 29 de abril de 1907. El cochero
II.
113
116 117
III.
124 136
139
sal, el
el
114 147
149
150
153 154 157
167
169
los
la
fu
despedazado
les
Un huracn de estupor y de pnico Queran que trajera cianuro de mercurio Y esa fuga dantesca de perseguidos
los
172 175
179
ndice
645
Pgina
de compulsin casa por XXVII. La va interocenica. Ech XXVIII. El atentado de los cadetes. La libertad,
la
un mismo tiempo dispararon los cuatro XXI. Es la guerra, verdad? XXII.Le llamaban Enrique IV XXIII.Tena fama de sabio XXIV. Eran los buenos tiempos en que un estado triunfante XXV. El captulo de los sastres. Fund un asilo de obreros, pretendiendo granjearse su buena voluntad XXVI. Detrs de aquellas convenciones no haba ninguna fuerza
XX.
181
189
191
192
193
194
196
la
199
descendiente de suizo
200
lo
XXIX. XXX.
un nudo le cerraba la garganta XXXI.-r-Las maestras que estn formando las generaciones del fu...
203
prostitutas
XXXVII. Contra
XXXII.Muera yo y los mos XXXIII.La flagelacin como instrumento de investigacin XXXIV. En la tierra perfumada por el Hermano Pedro XXXV. Es el mediquito el que est en deuda XXXVI. En memorable sesin
todo principio de derecho natural
poltica
214 217
219
220
222
223
XL. El nmero de votos pas XLI. Donde va dolor va XLII. La circulacin de billetes
el
224
228
229
nji-
la
Uones de pesos
230
LIBRO QUINTO
El tercer perodo presidencial
I.
Cmo
hbil
237
I- A.
La estampa de Toms
Daz.
jact Zelaya
de que, ms
238
I-B.
II.
240
sobrecito
las libertades
".
244
III.
Cuna
i i
y sostn de
!
de Amrica
245
248
249 252
259
Cuidado con hacer poltica so pretexto de hacer literatura VI. La maravillosa estampa del general Carrascosa. Bilimbiques por valor de cinco millones
259
646
ndice
Pgina
VIII.
Por todas partes se engendraban sueos de derecho inter* nacional y a pesar de ellos se preparaban para guerra IX. El cmico paso legislativo del chapuln X. "Convalec de la enfermedad guatemalteca" XI. No hay Cabrera ni para un ao, XII. Diez millones de votos! ...Qu hacer para darle parte a Cabrera XIII. conflicto europeo ha demostrado a las naciones de
la
.
272
277
^El
XIV.
Amrica
tos
la
Lb. circulacin
los doscien-
millones
278 280
.
.
Si se vuelve a sacar meto a crcel XVI. Ocho hombres juramentados, resueltos a asesinarlo
XV.
.
.
281 293
al
doctor Alvarez
294
LIBRO SEXTO
Los dos primeros aos del curto periodo presidencial
" Apunta, Republiqueta, qu eya Alemania pegar II.A fines de 1917 III. Muchos liberales arrodillados ante los "sotanudos" IV. Plegumonos en torno V. Montando en un caballo blanco, vestido l tambin blanco VI. Unos se tapaban slo con un taparrabo
I.
!
303
de
304
30? 308
VII. "Mi proyecto era siguiente" VIII. Hoy que patria de Washington lucha por la democracia IX. La paz, fulgor divino que ha iluminado conciencia huel
la
310
la
mana
X.
312
Elaboraron
maestre
SEGUNDA PARTE
Cantar de gesta.
Historia del
partido Unionista
317
LIBRO PRIMERO
Las prdicas del padre Pinol
I.
319
ndice
647
III.
balanza el cdigo mundial, con sancin y autoridad jurdica para que sean efectivas las leyes internacionales VI. Toda disputa ser sometida a arbitraje VII. Y afilaban machetes para marchar sobre "La Palma" VIILComo confluyen el "Nilo azul" y el "Nilo blanco" .... IX. Mientras tanto, jefes de agrupaciones obreras, grandes de
la
.
Pin
Caifas
322
plegaria!
mi
323
en
330
332
334
335
336
amor patrio X.^Elaboraron im programa, acordando reunirse en partido obrero XI."Not que mis camaradas estaban tan embelesados" XII. "Ustedes han concluido su misin, vuelvan a recoger sus
herramientas
^En toda su plenitud de pedrera radiante XIV. "Y caiga sobre ellos toda la responsabilidad" XV. La esposa consinti XVI.La mscara unionista XVII. Siete bustos de mrmol
XIII.
364
367
368 373
LIBRO SEGUNDO
Cien das de tnfa
'
III.
Y redact su testamento remendn que maneja los hilos Fluy su palabra acadmica IV./ captulo de las imprentas.^En busca
I.
379
II.
^El
385
389
de
la ametrallado-
ra
V.
del
acta.La Catocha
Tomasita Palomeque cocina para todos.La victoria VI.El verbo de la libertad VILLos obreros son nuestra gran fuerza VIII. No mayor tamao haba tenido cien aos antes IX. El primer desafio tirano X. Su nariz de viejo poltico XI. Hablaba claramente de tirana XII. Haba puesto sus manos sobre remendn del cuento XIII. Qu sello de majestad XIV. El remendn del cuento haba escapado a su redada XV. Los muchachos se han fijado en don Tcito XVI. Enjuici Ejecutivo XVII. Pisto no nos falta XVIII. Unas manos ensangrentadas XIX. Su peso en oro
al
el
402
405
407 408
409
412
415 419
al
648
ndice
Pgina
Palizas y carccleadas a granel XXI. Aqu es donde hablan? XXII. Hasta ahora, los papelitos impresos XXIII. La sancin de la mujer XXIV. Un hombre de los comprometidos XXV. Tambin van a matar a Luis tu hermano XXVI. Vidaurre se pronunci a nuestro favor XXVII. Esto es demasiado hermoso XXVIII. Pues sirve usted mal a su amo XXIX. Haba puesto fin sus manos sobre remendn del cuento XXX. Vistiendo hbito blanco de los dominicos XXXI. Aunque las dos eran representacin del pueblo, la ms
XX.
!
432
434
436
437
441
446
449
al
el
el
450
451
456
los
XXXII.Cuidaba su reputacin de
XXXIII.
libre
Aqu
458 462
462
los palos
XXXV. 'Somos
XXXVI.
60,000
obreros"
Cierto alocamiento en la distribucin de club de la papa pelada XXXVIII. maltrat de hecho general Letona
XXXVII.El
al
467
470 471
XXXIX. "Agarr a balazos al orador" XL. A Carlos Wyld Ospina y Alberto Velzquez XLI. Que a escobazos quisieran sacar al viejo
472
474
476
479
El movimiento mexicano XLIII. largo de esos meses, Vidaurre XLIV. Como un puro acto de tramoya XLV. Creo que hay que acudir a las armas XLVI. "En ltimo caso llevo su cadver"
XLII.
^A lo
483 490
492
493
495
XLVIL Se
XLVIII.
abre la sesin
cigarrillos
Fumando
500
LIBRO TERCERO
Y una semana de
I.
sangre
505
507
511
La primera sangre El primer jefe que reconoci nuevo gobierno III. "Loco yo? Ya vern su loco" IV.Abandon guatemalteco a su destino V. El primer da de lucha. Desat furioso bombardeo VI. "Usted, por ejemplo. Lo hara mejor" VIL Lucha en provincias,Cien hombres aguzaban barrotes .... VIII.El segundo da de lucha. tierra de Guatemala ya tiene sangre de los Leiva IX. El tercer da de lucha. "Habiendo ya agotado los medios
II.
al
al
513
517
523
524
531
^La
diplomticos"
541
ndice
649
El tercer da de lucha.La Rosa Trabanino XI. El cuarto da de lucha. Esperaba ayuda yanqui XII. Los generales que vio prncipe XIII. El quinto da de lucha. Representante de la civilizacin
X.
la
el
Pgina
545 550
557
cristiana
562
568
Los jugadores del ajedrez poltico XV. Que la culata del fusil arrastraba sobre suelo XVI. El sexto da de lucha.Los unionistas haban vencido XVII. Como sacudida por un terremoto XVIII. En esos momentos, Chocano orden XIX. El carcter del hombre que XX. Y los matices claros de su vestido
XIV.
el
570
574
582
584
585
lo
586
LIBRO CUARTO
Despus de
I.
la cada
de Cabrera
595 597
Y en bota se le vea la pistola Caballeros, despchense a su gusto Los aristcratas a la linterna IV. La posteridad sabr juzgar V. Ese fcil reclamo de las brujas cabeza en pecho VI. Cabrera embute VII. Como asta del que penden los pabellones VIII. "Cay como fruta ya podrida" IX. "Yo soy como los indtos de Totonicapn" X. En defensa de Jos Santos Chocano XI. Aqu fu Partido Unionista XII. Un puesto como de abadesa de un convento de monjas XIII. Se haba constituido en su propio carcelero XIV. Se defendi jurdicamente XV. De vuelta a las cumbres
la
II.
"
!"
III.
602
607 609
610 613 615
615
la
el
el
la
619
621
el
627
629
629
636
657
Post
scriptum