Crisis con China por el pedido de captura de un ex presidente

El juez Aráoz de Lamadrid exigió la detención de Jiang Zemin. Lo acusa de atacar a Falun Gong. El abogado argentino de la organización china fue defensor del represor Etchecolatz.
En un fallo que despertó una controversia entre la Argentina y el gobierno chino, el juez federal Octavio Aráoz de Lamadrid solicitó el 17 de diciembre, la orden de captura internacional del ex presidente chino Jiang Zemin y del ex secretario general del Partido Comunista y jefe de seguridad, Luo Gan. La resolución se produce a muy pocos días de la visita de Estado de Cristina Kirchner a Beijing, prevista para el 26 de enero.

Según el magistrado argentino que investigó una denuncia de los abogados querellantes, Alejandro Cowes y Adolfo Casabal Elía, los dirigentes chinos habrían encabezado una persecución, con torturas y desapariciones incluidas, contra el grupo religioso Falun Gong, por considerarlos una amenaza.

El caso significó una contradicción en la defensa de los derechos humanos para Casabal Elía, abogado que defiende a la organización china y que también representó al ex represor Miguel Etchecolatz, condenado por crímenes cometidos durante la última dictadura militar. "Escuchar a los 17 testigos que declararon en la causa, me hizo sentir en carne propia lo que es vivir bajo una dictadura comunista. Me ayudó a comprender también lo que pasó en la Argentina en el pasado", declaró Cowes.

La medida judicial produjo la inmediata reacción de las autoridades chinas, que salieron a criticar el dictamen y al movimiento religioso. "El método de Falun Gong de usar medidas de tribunales extranjeros para presentar acusaciones falsas dañan las relaciones de China con los países pertinentes y este argumento de acusaciones que faltan a la verdad no puede dar resultado. Ese complot no llevará a ningún sitio", disparó Jiang Yu, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático.

"Este fallo no puede afectar las relaciones entre ambos países. Lo que daña la relación es la falta de respeto a los derechos humanos en China ", aseveró Cowes, que confió que la causa lleva cuatro años de investigación y es un ejemplo para el derecho internacional.

Hasta el momento, se presentaron más de setenta demandas por la persecución a Falun Gong en al menos treinta países, aunque es la primera vez que se emite una orden de captura internacional contra una autoridad china.

La agrupación nació en 1992, encabezada por su fundador Li Hongzhi, nominado al Premio Nobel de la Paz en 2001. Es una escuela del budismo que cultiva la naturaleza interior y la vida del ser a través de la práctica de ejercicios especiales y meditación y está diseminada en más sesenta países. En 1999, a diez años de la masacre de Tiananmen, los practicantes del Falun Gong protestaron para reclamar una mayor apertura política.

Tres meses después, el culto religioso fue prohibido por el gobierno chino, comenzando una persecución que, según las cifras más conservadoras de sus seguidores, provocaron 100 mil desaparecidos, aunque desde la agrupación denuncian que la cantidad de víctimas asciende a 500 mil.

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