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Sociológica (México)

versión On-line ISSN 2007-8358versión impresa ISSN 0187-0173

Sociológica (Méx.) vol.26 no.74 Ciudad de México sep./dic. 2011

 

Artículos

 

El posicionamiento de una red académica y la construcción de objetos de investigación: los casos del cuerpo y el amor

 

Positioning an Academic Network and Constructing Research Objects: The Cases of the Body and Love

 

Adriana García Andrade1

 

1 Departamento de Sociología, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. Correo electrónico: agarciaamx@yahoo.com

 

Fecha de recepción: 13/01/2011
Fecha de aceptación: 07/09/2011

 

RESUMEN

El artículo presenta una propuesta teórico–metodológica para observar una red académica y su posición en un espacio científico. La existencia de la red se sostiene con indicadores como artículos en coautoría, un proyecto común, presuposiciones compartidas y recuperación de ideas entre sus miembros. El posicionamiento se observa utilizando la propuesta bourdiana respecto de los capitales científicos. Esto se ejemplifica con la red académica de Bryan Turner, que tiene una posición importante en los temas del cuerpo y el amor en la región anglosajona. Finalizamos con la manera particular en que los integrantes de la red retoman el tema del cuerpo y el amor, ya que desde la premisa bourdiana los actores dominantes definen las reglas del juego: qué es relevante estudiar y cómo.

Palabras clave: red académica, Bourdieu, amor, cuerpo.

 

ABSTRACT

This article presents a theoretical–methodological proposal for observing an academic network and its position in a scientific space. The network's existence is verified with indicators like co–authored articles, a common project, shared suppositions, and the recover of ideas among its members. Its positioning can be observed by using Bourdieu's proposal on scientific capital. This is exemplified using Bryan Turner's network, which occupies an important position on topics related to the body and love in the English–speaking world. The article finalizes by tracing the specific way network members deal with the topics of the body and love, since, using Bourdieu's premise, the dominant actors set the rules of the game: what is important to study and how to study it.

Key words: academic network, Bourdieu, love, body.

 

PUNTO DE PARTIDA

El presente artículo es producto de la investigación "Cuerpo y afectividad en la sociedad contemporánea. Una aproximación desde la sociología",2 que se propone observar la forma en que el cuerpo y la afectividad se han convertido en objetos de estudio en las ciencias sociales en el ámbito mundial, aunque sus desarrollos presenten diferencias regionales. Para dar cuenta de ello se pretende analizar la producción hemerográfica con respecto a estos temas de 1989 a 2008, a través de plataformas electrónicas que corresponden a iniciativas regionales.3Lo que aquí se presentará se circunscribe a una de las regiones que denominamos anglosajona y que incluye primordialmente a Estados Unidos y Gran Bretaña. En este caso se utilizó la plataforma de la editorial Sage, que comenzó a funcionar en el año 2000 y que en la actualidad cuenta con más de 350 revistas en ciencias sociales y humanidades. Se retomó esta plataforma dado que las revistas que incluye son mayoritariamente estadounidenses y de Gran Bretaña y se publican casi en su totalidad en inglés. Además, es la editorial de la primera revista –por lo menos en el ámbito anglosajón– dedicada específicamente al tratamiento del tema del cuerpo, Body & Society.

 

ELEMENTOS TEÓRICOS: PIERRE BOURDIEU Y EL ENFOQUE DE REDES

El análisis de la aparición, existencia y desarrollo de un tema científico puede hacerse desde diversas perspectivas. Una de ellas es analizar la semántica, es decir, a través del análisis de las condensaciones de sentido y su confirmación o transformación (qué significa cuerpo en las ciencias sociales contemporáneas a diferencia de lo que significaba en sus inicios, por ejemplo); por medio del análisis institucional –cuántos institutos de investigación sobre el cuerpo y/o la afectividad existen; cuántos investigadores están inscritos; a qué departamentos o facultades están adscritos–; o también, analizando a los actores (sus productos y su relación con otros actores) en un campo científico. Aquí retomaremos la última opción al recurrir a varios de los planteamientos de Pierre Bourdieu, engarzados con el enfoque de redes. Así, el objetivo será mostrar a los actores enlazados en una red a través de sus productos y medir su posición en un espacio construido utilizando sus capitales (científicos y temporales). Comenzaré presentan–do algunos de los elementos de la propuesta bourdiana.

Para Bourdieu es posible observar la realidad social a través del prisma del "campo", que es una herramienta heurística aunque no por ello menos real que permite entender las lógicas de posicionamiento y desplazamiento de los actores en el tiempo de acuerdo con su habitus4 y su illusio5 depositados en el juego (del campo). En ese sentido un campo es:

[...] una red o configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones se definen objetivamente en su existencia y en las determinaciones que imponen a sus ocupantes, ya sean agentes o instituciones, por su situación (situs) actual y potencial en la estructura de la distribución de las diferentes especies de poder (o de capital) –cuya posesión implica el acceso a las ganancias específicas que están en juego dentro del campo– y, de paso, por sus relaciones objetivas con las demás posiciones (dominación, subordinación, homología, etcétera) (Bourdieu, 1992; citado por Casillas, 2003: 76).

La diferenciación entre un campo y otro tiene que ver con los tipos de capital en juego.6 En el caso de la ciencia éstos son el capital temporal y el capital científico (Bourdieu, 2003: 66). El primero se refiere a cualquier posición dentro de la estructura institucional del campo científico (desde la obtención de una plaza en una universidad hasta la dirección de un organismo encargado de distribuir apoyos económicos para proyectos de investigación, como el Conacyt,7 por ejemplo). El capital científico se refiere a la posibilidad de ser distinguido "de acuerdo con las categorías de la percepción vigentes en el campo, o sea, para los colegas 'haber aportado algo'" (Bourdieu, 2003: 100). De esta manera, la distinción aparece no sólo por el hecho de ser citado, sino también por ser publicado (que ya implicó la lectura y el reconocimiento de colegas anónimos respecto de que se "ha aportado algo"). Siguiendo los supuestos bourdianos, en un campo científico los mejor posicionados (los dominantes) generan las reglas del juego –lo que incluiría desde las temáticas a investigar hasta la forma de abordaje.

Para poner en operación estos supuestos es importante atender al propio estructuralismo genético bourdiano. En este sentido, y como lo plantea claramente Loïc Wacquant, un análisis de la praxis implica dos movimientos. El primero construye las "estructuras objetivas (espacio de posiciones)" y el segundo "reintroduce la experiencia inmediata de los agentes, con objeto de explicitar las categorías de percepción y apreciación (disposiciones) que estructuran desde adentro sus acciones y representaciones (tomas de posición)" (Wacquant, 1995: 20). De acuerdo con lo anterior, lo que aquí se presenta es sólo el primer movimiento. Esto es, el proceso de objetivación –la construcción de un espacio de posiciones– que nos permitirá visualizar la relación de los actores en el campo y los capitales a su disposición.

En el análisis que aquí se presenta se aborda el campo científico; sin embargo, esta delimitación es sumamente amplia. Es decir, en este campo entrarían los científicos de las diversas disciplinas y sus especializaciones nacionales, o incluso podría contener a los científicos en el ámbito mundial. Por ello se utiliza el concepto de espacio 8 como una forma de delimitación del campo. Este espacio se encuentra dentro del campo científico y su delimitación está dada por un criterio temático observado a través de la producción de artículos en un momento específico y en una región científica determinada. En este sentido el espacio está conformado por los autores de los artículos escritos entre 1989 y 2008 en las revistas de la región anglosajona y dedicados a los temas del cuerpo y el amor.

Debido a que el objetivo no consiste únicamente en observar a los actores científicos y su posición individual en el espacio, sino su proximidad a otros investigadores en el mismo y en la constatación de que existen (o no) relaciones objetivas entre autores, se recurrió al análisis de redes.

Este enfoque "permite [...] capturar las interacciones de cualquier unidad individual dentro de un campo más amplio de actividad al que pertenece la unidad" (Kilduff y Tsai, 2003: 13). Además presenta dos características que empatan con los supuestos teóricos aquí explicitados y con los objetivos de la investigación a futuro. Por un lado, el análisis de redes "se enfoca en las relaciones y los patrones de relaciones, más que en los atributos de los actores" y, por el otro, puede integrar datos cuantitativos y cualitativos (Kidulf y Tsai: 2003: 19).

El punto de partida para la construcción de las redes fue el análisis de artículos en coautoría. Como lo afirman Francisco de la Rosa Troyano y otros:

La abundancia de artículos científicos y su disponibilidad en Internet, tanto de los documentos como de sus referencias, ha contribuido a que unas de las mayores redes susceptibles de ser analizadas sean las redes de coautorías. Por medio de las redes de coautorías es posible analizar una de las estructuras más importantes que componen una comunidad científica, su red social. Esto es posible gracias a que la red de coautoría, en gran medida, refleja las relaciones sociales que existen entre los miembros de una comunidad (De la Rosa et al., 2005).

Así, el punto de partida es el análisis de las redes sociales, asumiendo que la interacción que forma las redes supone capital social. Esto es, recursos potenciales (Kilduff y Tsai, 2003: 27) que implican (aparecen sobre la base del) reconocimiento mutuo (Bourdieu, 2000: 152). Para Bourdieu, en el espacio social el capital social se puede traducir en capital económico y en capital cultural. Esto, para el caso del campo científico, implicaría su traducción en capital científico (que aparece en la forma de publicaciones conjuntas) o capital temporal (por ejemplo, recomendaciones para puestos como editor, miembro del comité editorial, nominaciones en instituciones, etcétera).

Dado lo anterior, sería posible medir el capital global de una red (y, por ende, su posición en el espacio científico), dada la suma de sus capitales simbólicos y temporales mediada por una relación social (por una red). Ahora bien, dado que el criterio de coautoría sólo sustenta una relación social y lo que se persigue es afirmar la posibilidad de suma de capitales científicos, se recurre a la definición de red de investigación propuesta por Jaim Royero, que implica no sólo una "conexión temática e informativa" (Royero, citado por Aguado et al., 2009: 252), sino también el desarrollo de un determinado objetivo de investigación, con el fin de orientar esfuerzos, intereses y recursos humanos y financieros en la realización de líneas de investigación (Aguado, et al., 2009: 252). Como se hace evidente en la anterior definición, la red de investigación supone un grado de institucionalización en tanto que implica estabilidad en el tiempo y se puede contabilizar por la canalización de recursos hacia un objetivo. En este sentido, se acerca la definición a lo que sería un grupo de investigación.9 Por este motivo, aquí se utilizará el término red académica, pensada como un momento intermedio entre la red social y la red de investigación. En este sentido, una red académica será aquel conjunto de autores que, además de la coautoría, comparte: 1) un objetivo de investigación planteado por alguno de los miembros de la red, y que se vuelve visible en los trabajos que se desarrollan; 2) la utilización de ideas de los miembros de la red en los propios trabajos; 3) la vinculación de los miembros más allá de las redes de coautoría. Todo ello para poder sustentar que es plausible sumar sus capitales para posicionarlos en el espacio científico.

Dado que para el propio Bourdieu los conceptos teóricos sólo tienen sentido en su utilización práctica, el espacio científico que aquí se aborda está aplicado a un número circunscrito de autores y artículos principalmente de la región anglosajona. Este microcosmos de autores (3,065) se obtuvo a través de la recuperación de artículos en 230 revistas a lo largo de veinte años, que aluden al tema del cuerpo y el amor. Como ya se mencionó, las redes entre autores se establecieron por la coautoría de artículos. Los textos en coautoría funcionan aquí como cristalizaciones de interacciones (de capital social), y como registros (Kilduff y Tsai, 2003: 19). Así, se pudo observar –en primera instancia– la red de relaciones objetivas entre autores (que entraña el espacio científico) para determinar a los mejor posicionados (de acuerdo con su acumulación de capital) y, posteriormente, sus formas de análisis y aproximación al tema del cuerpo y el amor.

 

ACLARACIONES METODOLÓGICAS

Como ya se ha mencionado, se eligió analizar material hemerográfico.10 La recopilación de artículos se limitó a 230 revistas de la plataforma Sage (incluidas en el rubro de Ciencias Sociales) que tuvieran en el título o en el abstract las palabras body11 o love,12 de 1989 a 2008. Es decir, no se incluyeron reseñas de libros13 y se eliminaron todos aquellos artículos que no hablaran del cuerpo humano. En estos veinte años se recuperaron 2,375 artículos en total.

A partir de los artículos recuperados se elaboró una lista con los autores de los mismos (en ocasiones eran individuales, en otras colectivos). Eliminando las repeticiones quedaron 3,065 autores. Para la elaboración de redes se resolvió utilizar como criterio de inicio sólo a aquellos que por lo menos hubieran escrito dos artículos a lo largo de veinte años. De los más de tres mil autores sólo 277 tenían dos artículos o más (9%).14 Se encontró que había algunos que únicamente se dedicaban al tratamiento del "amor"; otros que nada más se ocupaban del tratamiento del "cuerpo"; y en ocasiones unos escribían sobre el amor y en otras sobre el cuerpo.

Utilizando a estos 277 autores se buscó analizar los vínculos que tenían con los 2,788 restantes. Es decir, para la conformación de la "red social" se tomaron como criterios: 1) haber escrito en conjunto por lo menos un artículo; y 2) que uno de los miembros hubiera escrito por lo menos dos artículos con las palabras body o love a lo largo de veinte años.

Siguiendo estos criterios se obtuvieron 109 redes de autores. El número de integrantes varía en un rango de dos a trece. Puesto que nuestro interés es la acumulación de capital se analizaron las redes por el número de artículos publicados (capital científico). Desde esta perspectiva, 102 redes (93%) publicaron entre dos y cinco artículos; cinco entre seis y ocho artículos; y sólo dos publicaron más de diez artículos. En este sentido, en el microcosmos que analizamos sólo dos redes se destacan bajo el criterio de capital científico. Una de ellas, con quince artículos en total, se enfoca sólo en el tema del cuerpo; la otra, que produjo 19 artículos, trabaja los temas del cuerpo y del amor. Se optó por analizar a profundidad la red que incluía 19 artículos (es decir, la que contaba con mayor capital científico) y trataba ambos temas. En el apartado siguiente se tratará de fundamentar que esta red social es también una red académica –retomando la definición planteada con anterioridad.

 

LA RED ACADÉMICA DE TURNER Y SUS RELACIONES

Anteriormente se mostró que una red social sobresale entre las 109 encontradas. Para justificar su posición dominante en nuestro espacio científico se mostrará a continuación que, además de ser una red social, se trata también de una red académica. Siguiendo la definición planteada en el apartado sobre elementos teóricos de este artículo, primero se apuntará la conexión entre autores por coautoría de artículos, así como su vinculación más allá de tal colaboración. En segundo lugar, se presentará el objetivo común y cómo éste se plasma en el intercambio de ideas y objetivos de investigación particulares.

COAUTORÍA Y RELACIONES: EL CAPITAL SOCIAL COMO TELÓN DE FONDO

La red analizada incluye a los siguientes autores: Bryan Turner, Mike Featherstone, Steven Wainwright, Clare Williams y Roger Burrows.

Al observar los artículos en coautoría sobresale Turner, no sólo por la cantidad de textos escritos en total, sino porque es el autor con más artículos colectivos en la red. Uno de ellos con Mike Featherstone (la "Presentación" de la revista Body & Society) y tres con Steven Wainwright; en uno de éstos también colabora Clare Williams. En el caso de Featherstone, escribe también en dos artículos colectivos. Uno con Turner y el otro con Roger Burrows. Finalmente Clare Williams y Steven Wainwright escriben tres artículos en conjunto, dos de ellos participando únicamente ambos.

En ese sentido, el vínculo entre todos ellos es Bryan Turner y podríamos afirmar que existen dos subredes. Una en la que están Featherstone y Burrows, y otra en la que se incluyen Wainwright y Williams. Esta observación preliminar se debe puntualizar analizando los nexos existentes más allá de la publicación de algunos artículos. Desde el enfoque de redes podemos decir que esta red se encuentra centralizada (Kilduff y Tsai, 2003: 32) alrededor de Turner (que funge como bisagra de conexión entre todos los miembros).

Además de las conexiones vía coautoría es posible rastrear una relación institucional entre Turner y Featherstone desde 1982, año en que inicia Theory, Culture and Society, cuyo editor fundador es Featherstone. La revista se publica en lo que ahora es la Universidad de Teesside, y en su primer Comité Editorial aparece el nombre de Bryan S. Turner.15 Además, diez años después fundan Body and Society, la primera revista que incluye la palabra "cuerpo" en el título. En sus publicaciones es posible encontrar tres colaboraciones importantes; la edición de un libro en conjunto (también con Mike Hepworth,16 quien fallece en 2007), con el título The Body: Social Process and Cultural Theory, de 1991, en el que ambos publican dos capítulos cada uno; un artículo publicado en el Canadian Journal of Sociology, en 1998, denominado "Images of Aging: Cultural Representations of Later Life", y la "Introducción" del primer número de Body & Society, en 1995. Es decir, aquí encontramos una relación entre autores (capital social) que se traduce en capital temporal (edición de revistas) y capital científico (producción de artículos y un libro).

El inicio del nexo entre Wainwright y Turner no es claro. Aparentemente ambos trabajaban en lugares distintos (Wainwright en el King's College de Londres y Turner en Cambridge) cuando empezaron una fructífera colaboración respecto de las lesiones, el cuerpo y el retiro entre bailarines de ballet profesionales (Scott, Treas y Richards, 2004: XIV). La investigación fue financiada por el King's College de 2001 a 2004, y en 2002 aparece su primer artículo en conjunto en una traducción al italiano: "Il corpo di ballo: uno studio dell'infortunio nella danza" para un número dedicado al cuerpo en la revista Rassegna Italiana de Sociologia. A partir de allí se pudieron rastrear diez artículos escritos en conjunto (de 2002 a 2007),17 todos alrededor del tema del cuerpo de los bailarines de ballet desde una perspectiva bourdiana. En tres de ellos firma primero Turner y en los otros ocho Wainwright, con la peculiaridad de que dos de los firmados por Turner aparecieron en idiomas distintos al inglés. Uno en italiano y otro traducido al portugués para una revista de Brasil. Esto parecería mostrar que Turner tiene más capital científico que Wainwright en el ámbito internacional.

En el caso de Wainwright y Williams es posible observar un nexo institucional, además de la colaboración en artículos. En 2007, a decir de Williams, desarrollaron el Center for Biomedicine and Society (Centro para la Biomedicina y la Sociedad) en el King's College, al que ambos están adscritos y Williams dirige. Además de los artículos incluidos en la base han tenido una estrecha colaboración desde 2004 a la fecha –con más de diez artículos en conjunto18Nuevamente se observa el capital social convertido en capital temporal (creación y dirección de un centro de investigación) y en capital científico (artículos en coautoría).

Respecto de la relación entre Featherstone y Burrows, parece que el artículo recuperado en nuestras bases es el único que realizaron juntos, y se refiere a la presentación de un número de Body & Society referido a las nuevas tecnologías y el cuerpo. La conexión institucional entre ambos se da en la Universidad de Teesside, en Inglaterra, donde Featherstone dio clases de sociología y Burrows fue reader antes de llegar a su adscripción actual, la Universidad de York. Después de eso parecería que el contacto se esfuma; sin embargo, en marzo de 2010, con el relanzamiento de Body & Society (que cambia de editor y el Comité Editorial), Burrows reaparece como nuevo miembro de este último. En la presentación Featherstone y Blackman afirman: "Estamos complacidos de que Roger Burrows se integre al equipo, quien contribuye a las cuestiones editoriales con su vasto conocimiento de los campos de la sociología de la salud y la enfermedad y disciplinas relacionadas" (Blackman y Featherstone, 2010: 1). Este es otro claro ejemplo de traducción de capital social en capital temporal.

A la luz de lo anterior, podríamos hablar de dos grupos de trabajo científico consolidados (el de Wainwright–Williams, y el de Turner–Wainwright); de una relación institucional y científica entre Featherstone y Turner; y de un trabajo aparentemente coyuntural entre Burrows y Featherstone, pero que –a la luz de la incorporación reciente de Burrows a Body & Society– implica un reconocimiento científico de más largo alcance.

Queda claro, por lo anterior, que dos de los criterios de la red académica se cumplen. Estos autores, aunque no todos en un mismo artículo, han trabajado juntos y/o tienen vínculos institucionales. Sin embargo, es necesario también constatar si existe una vinculación temática o ideas compartidas, así como un objetivo común.

VINVULACIÓN TEMÁTICA Y OBJETIVO COMÚN: LOS ELEMENTOS DE LA RED ACADÉMICA

En 1995, con la presentación de la revista Body & Society, Featherstone y Turner (1995) no sólo mapean el campo de estudio sobre el cuerpo, sino que delinean un proyecto de trabajo. En el texto los autores muestran que a mediados de los años noventa del siglo pasado era posible afirmar que la producción de artículos y libros sobre el cuerpo era efervescente y abarcaba múltiples disciplinas. Además, presentan las líneas de trabajo existentes: estudios históricos y simbólicos sobre lo que le sucede al cuerpo en la sociedad; sobre lo que el cuerpo hace en la sociedad; sobre el cuerpo y su relación con la tecnología; acerca de la dupla salud–enfermedad; y sobre la sociología del deporte (Featherstone y Turner, 1995: 2–6). El escrito incluye también cuatro áreas que, desde su perspectiva, no habían sido atendidas en ese momento:

1. La definición del cuerpo, el embodiment,19 el self y su relación con el cuerpo; y advertían que todas estas ideas debían estar asociadas con el cuerpo en su tiempo vital, es decir, con un "cuerpo que envejece" (1995: 7).

2. El desarrollo de la noción de ser humano encarnado como agente social. Es decir, un agente social con cuerpo. Mencionaban que ya se había iniciado un debate "sobre el cuerpo, [las] emociones y el cuerpo como capital cultural" (1995: 7).

3. Una sociología del cuerpo que permita entender "cómo el embodiment es fundamental para el proceso de reciprocidad e intercambio entre seres humanos [...]; existe un área importante de investigación que requiere desarrollo para entender cómo la afectividad, las emociones y la imagen corporal impactan en las reciprocidades diarias y el mantenimiento de solidaridades" (1995: 8).

4. Una historia del cuerpo a largo plazo, como la de Norbert Elias, en la que se muestre cómo el control de las emociones e impulsos violentos se logra a través del cultivo de las buenas maneras y el control corporal (1995: 8).

Es evidente que estos cuatro puntos aparecen como un proyecto de trabajo a largo plazo, como objetivos valiosos e inexistentes en el campo en ese momento. A partir de ello podemos decir que dos miembros de la red plantean objetivos de investigación claramente delineados. ¿Cómo retoman estos objetivos los miembros de la red, si es que lo hacen? Para contestar esa pregunta se analizaron a profundidad seis de los 19 artículos publicados por la red. La selección de los mismos tuvo que ver con la inclusión de por lo menos un artículo colectivo por subgrupo (Featherstone–Turner; Featherstone–Burrows; Wainwright–Williams; Wainwright–Turner) y con incorporar artículos en los que se tematizara el amor (que son los menos) para visualizar cómo se vincula con el tema del cuerpo, que parece ser el primordial en este grupo.

Después de un minucioso análisis es posible afirmar que el punto general de unión de los autores es el primero de los objetivos, el referido al embodiment. Y dentro de éste, el orientado al cuerpo que envejece (ageing body).

En 1991, Mike Featherstone y Mike Hepworth publican el artículo "The Mask of Ageing and the Postmodern Life Course",20 en el libro The Body. Social Process and Cultural Theory, donde aparece la noción del envejecimiento como una máscara. Después de mostrar diversos estudios en los que gente mayor afirma sentirse de mucha menos edad de la que aparece en su cuerpo, concluyen que existe una "importante distinción entre el cuerpo físico y el self" (Featherstone y Hepworth, 1991: 381). En este sentido, la edad representada por el cuerpo físico aparece como una máscara, la máscara del envejecimiento, que muestra "la tensión existente entre la apariencia externa de la cara, el cuerpo y sus capacidades funcionales, y el sentido interno o subjetivo o la experiencia de la identidad personal" (Featherstone y Hepworth, 1991: 382). Esta idea acerca de la disparidad del cuerpo físico y el self es recuperada por Wainwright, Williams y Turner, como se verá a continuación.

En el artículo "The Embodiment of Vulnerability: A Case Study of the Life and Love of Leos Janacek and his Opera The Makropulos Case", Wainwright y Williams (2005) exploran, a través de un conjunto de cartas escritas por el músico, la forma en que el amor no correspondido puede "encarnarse" y generar acciones creativas –en este caso la escritura de óperas. Janacek conoce a los 63 años a Kamila, de 37, y se enamora perdidamente. Durante once años escribe alrededor de setecientas cartas de amor en las que se puede ver "el contraste entre la apariencia externa de un hombre que envejece y su self interior juvenil, vibrante y ardiente" (2005: 33) Este es, para los autores, un ejemplo de la "máscara del envejecimiento" de la que hablan Featherstone y Hepworth. Además, citan a Turner al afirmar que su contribución busca integrarse a las investigaciones generadas "acerca del cuerpo vulnerable en la sociedad y la cultura" (Wainwright y Williams, 2005: 38) y afirman que este tema vincula a "las humanidades, la sociedad y la medicina" (2005: 38), citando artículos en los que escriben conjuntamente Wainwright y Turner; y Wainwright y Williams.

Por otro lado, en el artículo "'Just Crumbling to Bits'? An Exploration of the Body, Ageing, Injury...", de 2006, Wainwright y Turner retoman los conceptos de habitus, capital físico y capital incorporado, de Pierre Bourdieu, para mostrar cómo los cuerpos de los bailarines de ballet son su identidad. Además, buscan demostrar cómo, dadas las particularidades del campo del ballet, el capital físico declina a una edad muy temprana, o por lesiones, y es aprovechado como capital incorporado. A través de esta ejemplificación, los autores buscan entender la relación entre el cuerpo, la sociedad y la identidad, enfocándose en el cuerpo que envejece (Wainwright y Turner, 2006: 239). Es en esta aproximación que encuentran una "variación de la productiva noción de Featherstone y Hepworth referida a la 'máscara del envejecimiento' " (Wainwright y Turner, 2006: 246). Es decir, los bailarines tienen la cara y el cuerpo jóvenes (en años acumulados), y sin embargo tienen la experiencia subjetiva de ser viejos.

Además de la recuperación del tema del cuerpo que envejece, otra relación constatable entre los autores implica una posición epistemológica compartida que crítica los excesos constructivistas que sólo ven al discurso o la narración social en los temas del cuerpo o el amor. Por ejemplo, Wainwright y Williams citan a Turner, afirmando que la posibilidad de mediar entre biología y construccionismo está en el embodiment "para explorar las relaciones íntimas entre self y sociedad, biología y cultura, y razón y emoción" (Wainwright y Williams, 2005: 29). Un año después, Wainwright y Turner proponen que el problema de las aproximaciones construccionistas radicales es que al estudiar el envejecimiento ignoran "el inevitable declive biológico en el capital físico", y sólo se remiten a lo que se dice socialmente sobre el envejecimiento (Wainwright y Turner, 2006: 244). Finalmente, Featherstone (1998: 2) afirma que tiene un aspecto discursivo (implica una filosofía del amor), pero también asevera que tiene un lado físico, "el cuerpo altera su apariencia y funcionamiento y atraviesa un estado de shock" (1998: 8). En este sentido, el estudio del cuerpo y de la forma en que las emociones se vuelven cuerpo implica siempre una parte biológico–física además de la discursiva, una parte que tiene implicaciones sociales y personales.

Por lo anterior podemos decir que tanto el tema del cuerpo envejecido como una perspectiva epistemológica que elimina los excesos constructivistas unen a la mayoría de los autores;21 además, estas cuestiones se relacionan con, por lo menos, un objetivo planteado por dos de sus miembros en 1995. Lo anterior muestra una circulación explícita de ideas y citaciones entre ellos. Ello nos lleva a concluir que la red de Turner es una red académica.

¿Podemos decir que es una red dominante en nuestro microcosmos? Hasta ahora únicamente hemos utilizado el criterio del capital científico (a través del número de artículos por red) para evaluar su posición dominante. Sin embargo, tenemos otros criterios para justificar que esta red es relevante y acumula capital científico y temporal.

En primer lugar, el autor central de la red, Bryan Turner, es el que más artículos publicados tiene entre los más de tres mil autores registrados. En total publicó doce, ocho de ellos de forma individual, cuando la media de publicación entre los 3,065 autores es de menos de uno (0.77). Desde la perspectiva del capital temporal Turner tiene no sólo una plaza (actualmente en la University of Western Sydney; anteriormente en la Universidad de Cambridge, de 1998 a 2005), sino que es coeditor fundador, junto con Mike Featherstone, de la revista Body and Society (la primera de su tipo en el mundo anglosajón y, al parecer, en el mundo en general)22 hasta 2008, es decir, fue editor en todo el periodo estudiado. Más allá del espacio científico abordado (parte de la región anglosajona), Turner es un autor conocido y reconocido en castellano (Bourdieu afirma, como ya lo mencionamos, que el capital científico está basado en el conocimiento y el reconocimiento, 2003: 66). Desde 1994 aparece traducida en la Revista Española de Investigación Sociológica (REIS) una sistematización que hace Turner respecto de la investigación teórica sobre el cuerpo.23 De los autores publicados de 1989 a 2008 con el tema del cuerpo sólo hay otro autor traducido por reis que aparece en nuestra base de 3,065 autores (David Le Breton).

En segundo lugar, dos de sus integrantes son editores fundadores (Turner y Featherstone) de dos de las revistas que más artículos publicaron sobre estos temas en el periodo estudiado (capital temporal), una de ellas la primera revista explícitamente sobre "el cuerpo"' (Body and Society) y la otra, Theory, Culture and Society.24

Finalmente, otros dos de sus integrantes, Wainwright y Williams, están adscritos al King's College y fundaron un centro de investigación que dirige Williams (capital temporal).

 

LA CONFLUENCIA TEMÁTICA AMOR–CUERPO

Ha quedado demostrado que los autores analizados forman parte de una red académica que posee capital científico y temporal que la hacen destacarse como una red dominante en nuestro microcosmos. Como ya se ha mencionado, desde una perspectiva bourdiana, los dominantes no sólo detentan gran parte del capital en el campo, sino que –para perpetuar la posición–definen qué es relevante estudiar y cómo. En este sentido resulta significativo que esta red trabaja alternativamente el tema del cuerpo y del amor y, en algunos de sus escritos, es posible rastrear una confluencia entre ambos temas. De hecho, si revisamos el proyecto de trabajo presentado por Featherstone y Turner en la "Introducción" de Body and Society es posible observar un objetivo encaminado a la inclusión del amor como parte del proyecto de investigación del cuerpo. En el punto cuatro se afirma que para entender la posibilidad de reciprocidad e intercambio entre seres humanos la afectividad es fundamental. Es decir, en el estudio de las relaciones entre cuerpos (de su imagen al interior y hacia los otros, además de los afectos y emociones que se dan en el cara–a–cara) se puede entender una de las preguntas fundamentales de la sociología: ¿cómo existe la sociedad?, ¿cómo se vinculan los seres humanos?

En los artículos analizados (publicados por la red en el periodo de tiempo en cuestión) se encontraron tres posibilidades de análisis del tema del cuerpo y el amor. Las tres están unidas por el concepto central de embodiment y muestran una observación del amor que enfatiza su lado social (y sus efectos en el cuerpo); su lado psíquico –o experiencial (y sus efectos en el cuerpo y la sociedad); y su lado interrelacional (la unión de dos cuerpos entre ellos y con la sociedad).

En el primer caso, la propuesta específica de Turner nos habla de observar al amor como control (social) del cuerpo. Esta forma de ver el amor no está muy desligada de los temas tradicionalmente estudiados del cuerpo –lo que la sociedad le hace al cuerpo se especifica ahora como lo que el amor, desde una perspectiva social, le hace al cuerpo. Esto se observa en dos vertientes: como ética discursiva (que promueve el hedonismo o que lo restringe) y como una forma de consumo (asociada a estratos socioeconómicos) que se encarna –y aquí Turner alude a la propuesta de Eva Illouz.

En el segundo, el tema relevante es la experiencia corporal de amar. Aquí se observa el amor desde la perspectiva física, es decir, la observación de cómo se experimenta el amor en el cuerpo y sus repercusiones sociales. En este ámbito se engloba la experiencia cuasi religiosa y fuera de la vida cotidiana (como lo propone Featherstone), y las percepciones internas juveniles (en contraste con un cuerpo mayor) y sus acciones creativas en el caso que presentan Wainwright y Williams.

En el tercer y último caso el amor se observa como vínculo solidario y su relación con la religión. Turner parece afirmar que el amor es una extensión de la religión en una época aparentemente secular. Aunque los vínculos más extensos se pueden perder, la relación con el otro es una relación emocional "efervescente" (Turner, 2005: 315) y vincula al individuo con la trascendencia.

Resulta relevante resaltar cómo en el trabajo de la red el concepto de embodiment es central para el desarrollo del tema científico del cuerpo, así como para el del amor. El amor deja de ser mero discurso (también en consonancia con su punto de partida epistemológico) y se observa encarnado, incorporado, embodied. Es decir, el discurso social del amor cobra sentido sólo en el análisis de su impacto en el cuerpo (y por ende en sus consecuencias psicológicas, físicas y performativas).

De tal manera, en esta red académica el amor se observa desde el cuerpo. Lo interesante aquí es que el cuerpo se concibe como un receptáculo de influjos sociales, físicos y biológicos que son procesados y generan sufrimiento, opresión, éxtasis, acción creativa, solidaridad. En otras palabras, parecería haber un desplazamiento de conceptos como los de individuo o sociedad hacia el de embodiment como el sintetizador de los procesos biológico–psíquico–sociales; y el amor sería tan sólo uno de esos procesos.

 

CONCLUSIONES

El análisis de las redes académicas es relevante no sólo para entender la forma de vinculación entre autores sino también para observar la manera en la que se generan las formas de observación y tratamiento de los temas; es decir, cómo se genera un objeto científico. Además, la propuesta bourdiana permite entender que los objetos científicos implican también reconocimiento de los pares y posicionamiento de los autores (con capital temporal, social y científico). Así, la verdad científica no es sólo producto de indagaciones objetivas sino de individuos mejor posicionados que influyen en lo que se considera objetivo y científico.

En el caso analizado, la red académica parecería estar perfilando una manera de observar los temas del cuerpo y el amor a través del embodiment. Tal concepto permitiría la inclusión de premisas sociológicas y psicológicas, es decir, un puente entre lo psicofísico y lo social que busca trascender los límites disciplinares –tal como los autores lo enuncian. Un trabajo posterior implicará el estudio del impacto de este concepto en otras regiones.

 

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Notas

2 Patrocinada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), proyecto núm. 106,627.

3 Persée para el caso de la región francesa; Sage para el caso de la región anglosajona; E–revistas y Reis para el caso de la región hispana; y Redalyc para el de la región hispanoamericana.

4 El habitus es, de forma muy somera, "un sistema de disposiciones durables y transportables" (Casillas, 2003: 75). Implica la incorporación (la ubicación en el cuerpo) de ciertas maneras de observar, percibir, sentir (de allí que sean disposiciones) que perduran a través del tiempo y transitan en diversas esferas de lo social. Estas disposiciones, aunque depositadas en la persona, son sociales. Por ello Bourdieu afirma que "hablar de habitus es plantear que lo individual, e incluso lo personal, lo subjetivo, es social, a saber, colectivo" (Bourdieu, 1995: 87).

5 Bourdieu afirma que este concepto era originalmente denominado como "interés", pero a la luz de la controversia que el nombre provocaba decidió utilizar el de illusio. Éste implica "estar involucrado, estar atrapado en el juego y por el juego. Donde estar interesado quiere decir aceptar que lo que acontece en un juego social determinado tiene un sentido, que sus apuestas son importantes y dignas de ser emprendidas" (Bourdieu, 1995: 80).

6 Bourdieu sostiene que su propuesta implica una "economía de las prácticas"; de allí que las referencias a capitales, crédito y ganancia sean centrales (Bourdieu, 2000). En este sentido, los participantes en el campo buscan maximizar sus capitales o, por lo menos, mantenerlos.

7 En México, el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt) es la institución que define y canaliza los recursos para la investigación y designa quiénes son investigadores y de qué nivel.

8 Bourdieu habla de espacio social y su distinción del espacio simbólico en relación con las posiciones de los actores en una sociedad. El espacio social es un "conjunto de posiciones distintas y coexistentes, externas unas a otras, definidas en relación unas de otras por su exterioridad mutua y por sus relaciones de proximidad, de vecindad o de alejamiento, y asimismo por relaciones de orden, como por encima, por debajo y entre [...]" (Bourdieu, 1997: 16); y se constituye por la manera en que se distribuyen el capital económico y cultural entre los actores. El espacio social constituye el primer momento del que habla Wacquant, el momento de las posiciones. Lo que el concepto de Bourdieu oculta es cuál es el criterio de selección de los agentes. Parecería que el límite del espacio social es el Estado nacional, límite difícil de sostener si hay una pretensión de univocidad en lo que se considera culturalmente valorado e, incluso, en lo económicamente valorado. Aquí se retoma la utilidad del concepto de espacio social como un momento de construcción del investigador, guiado por ciertos criterios que delimitan los actores incluidos. De la misma manera, se asume que la construcción no implica invención, en tanto que una vez delimitados los actores la medición de capitales implica criterios empíricamente contrastables.

9 Mery Hamui propone el siguiente concepto de grupo de investigación, basado en diversas definiciones de los estudiosos de los grupos sociales: "Un grupo social que consta de un determinado número de miembros, quienes para alcanzar un objetivo común (objetivo del grupo), se inscriben durante un tiempo prolongado en un proceso relativamente continuo de comunicación e interacción y desarrollan un sentimiento de pertenencia (un sentimiento de nosotros). Para alcanzar el objetivo del grupo y la estabilización de la identidad grupal son necesarios un sistema de normas comunes y una distribución de tareas según una diferenciación de roles específica" (Hamui, 2005: 47–48). Es evidente que el grupo de investigación implica algo más que una "red de investigación". Desde un sentimiento de pertenencia hasta la distribución de tareas y la continuidad en el tiempo; además, es evidente que desarrollar lo anterior implica posesión de recursos y el posicionamiento del grupo como unidad frente a otros, como también apunta la autora.

10 Específicamente artículos en una plataforma electrónica. La elección de las revistas se debe a que, como afirman los estudios de sociología de la ciencia, "las revistas académicas [...] representan el medio de comunicación par excellence en el que tiene lugar un proceso de comunicación en un campo especializado" (Schriewer, 20061: 378). Es evidente que las plataformas electrónicas de libros y revistas han revolucionado en los últimos años las posibilidades de difusión de trabajos a nivel mundial. De tal suerte, la elección de una plataforma electrónica se debió tanto a la posibilidad inmediata de conocer la existencia de trabajos científicos como a la posibilidad de acceso.

11 Es preciso decir que entre las 230 revistas incluidas aparece una denominada Body & Society. Se decidió incorporar todos los artículos de la revista desde su fundación (1995) hasta 2008, ya que la revista incluye en su título la palabra body y es la primera en su género. Para el caso del amor no existe una revista similar en Sage. La que más se acerca es Emotion Review, que apareció en enero de 2009 y, por tanto, fuera de nuestro periodo de estudio.

12 La decisión metodológica de utilizar como primer filtro las palabras "cuerpo" y "amor" engarza con un planteamiento teórico. Aquí nos apoyamos en la propuesta general de Niklas Luhmann (2007: 424 y ss) con respecto a la sociedad como semántica, como comunicación. En ese sentido, las palabras y el sentido que adquieren en un determinado periodo histórico tiene relación con cambios sociales de más amplio espectro. Además, la selección se apoya en la utilización de tecnología, pensándola como una herramienta que acota el ámbito de estudio (Della Faille, 2009: 196) y que debe acompañarse de un análisis más profundo.

13 Sin embargo, sí se incluyeron las introducciones a los números temáticos.

14 Ello puede obedecer a que algunos de los artículos fueron realizados en una colaboración alumno–profesor durante o al momento de la titulación del estudiante. Posteriormente, el estudiante se colocó en algún lugar fuera de la academia, por lo que no volvió a publicar. También es posible que la inclusión de las palabras "cuerpo" o "amor" tenía que ver tangencialmente con estos temas y no era la fuente central de preocupación. Esta es una de las limitaciones de una base como éstas, que no puede observar el dato fino. Finalmente, puede deberse al circuito de revistas revisadas. Por ejemplo, Cas Wouters, un autor holandés, aparece con tres artículos en veinte años; sin embargo, si se revisa su currículum es evidente que es un experto en el tema y ha publicado más de tres textos, algunos en otras revistas anglosajonas, y una cantidad importante en publicaciones holandesas.

15 Información retomada de la página de la revista: www.sagepub.net/tcs/default.aspx?–page=tcsHistory , consultada el 29 de junio de 2010.

16 Es significativo que en la red rastreada a partir de los artículos en nuestra base no aparezca Hepworth. Este autor colaboró sistemáticamente con Featherstone en los ochenta. En los años noventa se especializó, al parecer, en los estudios sobre el envejecimiento, dejando de colaborar con Featherstone. En nuestras bases sólo aparece un artículo suyo sobre el amor.

17 Información retomada de la página del autor, Steven Wainwright, disponible en: www.kcl.ac.uk/schools/sspp/interdisciplinary/cbas/staff/acad/sw.html, consultada el 14 de julio de 2010.

18 Información retomada de la página de la autora Clare Williams, en www.kcl.ac.uk/schools/sspp/interdisciplinary/cbas/staff/acad/, consultada el 29 de junio de 2010.

19 La traducción más correcta de embodiment sería encarnación o incorporación; sin embargo, ambas traducciones parecen proponer que el sentido se queda en–la–carne o se incorpora (introduce o vacía en el cuerpo). En ese sentido, parecería que involucra una relación unívoca entre un exterior que determina un interior (que in–corpora o encarna). Es posible decir que la posición de los autores no es unideterminista y que para ellos hay una relación de la sociedad al cuerpo y del cuerpo a la sociedad. De tal suerte, el cuerpo no es sólo un receptáculo de sentido, sino también un productor de éste. Como lo afirma Olga Sabido (2009), lo anterior estaría apuntalado por la tradición en la que se inserta el concepto y que es la fenomenología de Merleau–Ponty.

20 Que es la ampliación de un artículo que ya había aparecido en Theory, Culture & Society en 1989 (Featherstone, Hepworth y Turner, 1991).

21 El único artículo de la base en el que escribe Burrows con Featherstone es la "Introducción" a un número temático de Body & Society, referido a la "encarnación" de la tecnología.

22 Actualmente es editor en jefe de la revista Citizenship Studies y es investigador asociado de GEMAS del Centre National de la Recherche Scientifique en París. Información tomada del sitio www.worldwhoswho.com/public/views/entry.html–?id=sl2170601, consultado el 29 de julio de 2010.

23 Que es el capítulo 1 que aparece en el libro The Body. Social Process and Cultural Theory, de 1991.

24 Que actualmente tiene el factor de impacto 1.015 y está ranqueada como la número 18 de 68 catalogadas dentro de las ciencias sociales como interdisciplinarias. Información tomada del sitio: http://tcs.sagepub.com/, el 20 de diciembre de 2010.

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