Elden Ring es sin duda uno de los juegos más esperados de los últimos años y es que no es para menos. Estamos ante la nueva entrega de un estudio que nos ha dejado la saga Dark Souls y Sekiro: Shadows Die Twice entre otros títulos. El sello de calidad de From Software lo conforman una endiablada, pero gratificante dificultad y un diseño artístico único, todo en unos universos en los que brotan historias y leyendas por todos lados, recompensando al jugador más apasionado.
Durante la pasada semana pudimos probar largo y tendido Elden Ring, muriendo muchísimas veces a lo largo de unas 15 horas que nos han servido para entrar de lleno en el bucle jugable y de poder investigar el mapa del juego. Anteriormente ya os contamos nuestras impresiones a partir de la beta privada que se llevó a cabo a finales de 2021 y aunque la versión que hemos accedido es bastante parecida sí que podemos decir que hemos tenido una experiencia casi idéntica a lo que veremos en la versión final y la que jugaremos en nuestro análisis.
Un juego desafiante pero adictivo
Para comenzar, y siendo directos, podemos afirmar que Elden Ring es un juego difícil que inevitablemente volverá a traer a la actualidad el eterno (y pesado) debate de los ‘modo fácil’. Pero bueno, dejando de lado todo lo que suscitará ese tema en el futuro, lo que hay que tener presente antes de ponernos a los mandos es que no estamos ante un juego de acción y aventura casual y que tendremos que sufrir y adaptarnos al juego, aprendiendo de nuestros errores para acabar con los enemigos.
En este periodo de prueba anticipado hemos podido escoger de entre 10 clases que conformarán el juego final. En nuestro caso, hemos probado una por cada día para comprobar las diferencias en cuanto a peso, stamina, daño y salud, algo que se hace muy notable si pasamos de la clase más pesada Vagabond a una ligera como Confessor. También hemos pasado por otras que están a medio caballo, como Hero o Warrior. Nótese que os mencionamos los nombres en inglés porque era el idioma en el que estaba la preview, así no os inducimos a error, pero no os preocupéis porque el juego nos llegará traducido al español.
Siguiendo con el hilo de las diferencias entre clases, el hecho de dedicar un buen puñado de horas a cada clase te hace apreciar la cantidad de diferentes partidas que los jugadores pueden llevar a cabo en Elden Ring, ya que cada clase está orientada a un estilo de juego diferente. Vagabond, por ejemplo, busca un estilo de juego paciente y de defensa, para utilizar luego el contraataque. Warrior combina un gran y rápido ataque con mucha agilidad para evitar los golpes…
Y es que las formas en las que podemos hacer frente a los enemigos en Elden Ring son de lo más variadas debido a que estamos en un juego de mundo abierto, o al menos de pequeños mundos abiertos. El primer mapa del juego, Limgrave, nos choca desde el momento en que abrimos las puertas que dan acceso al exterior. La enorme belleza del entorno está acompañada por enemigos mortales en cada esquina.
Mundo abierto y sigilo, siempre de la mano
El hecho de abrir el gameplay a entornos más abiertos presenta el componente de sigilo y paciencia, que nos confundirá de vez en cuando con Assassin’s Creed (hasta que entramos en combate y las diferencias son evidentes) y es que si oteamos bien el entorno y pillamos a los enemigos desprevenidos y con sigilo podemos ir eliminando a los más débiles y hacer enorme daño a los más poderosos antes de entrar en combate. En Limgrave nos hemos encontrado con multitud de campamentos y dependiendo de la clase, lo más inteligente era tirar de sigilo para eliminar a la mayoría de los enemigos y luego enfrenarnos en combate a los más poderosos.
El flujo de combate de Elden Ring se acerca muchísimo más a Dark Souls que a Sekiro, solo conservando de este último un poco del componente de sigilo, aunque con muchas diferencias. Aun así, la gran diferencia con el último juego de From Software es que dejamos atrás ese juego de ritmo en cuanto a parry y combinación de golpes para volver a una experiencia que depende más de cada clase y enemigo. También se aleja mucho de otros títulos de From como Bloodborne, donde parecía que se premiaba más el ataque y la ofensiva; en Elden Ring toca volver a calcular cada mínimo golpe y utilizar mucho la defensa.
Uno de los movimientos más interesantes del juego es el que nos ofrece el golpe que podemos realizar mientras nos cubrimos con el escudo, devastador en la mayoría de enemigos, que si se acompaña por un buen escudo y un buen aguante puede hacer que no recibamos daño alguno en varias rachas de ataques potentes enemigos.
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Para el ataque, en esta preview hemos visto varias armas de mano como lanzas, hachas y espadas, que se combinan con escudos de varios tamaños, así como arcos y ballestas y los típicos objetos arrojadizos. También están presentes las magias, ya por defecto en clases como Confessor, mientras que en otras clases deberemos aprender los hechizos para lanzarlos por primera vez. Siguiendo con la vertiente mágica, también tenemos diferentes tipos de invocaciones que se limitarán a zonas específicas con monumentos.
Respecto a los enfrentamientos de jefe, en nuestras partidas hemos coincidido con multitud de minijefes, así como uno del elenco principal, que ya estaba presente en la beta de finales del pasado año. Como suele ser costumbre, los enfrentamientos contra jefes permiten invocar a un NPC que nos ayude, así como a un compañero mediante el cooperativo online. Y ya que estamos, hacednos caso e invocad cuando os enfrentéis cara a cara con el primer jefe de Elden Ring, porque vais a sudar de lo lindo.
La fórmula clásica de From Software, pero mejorada y a mayor escala
Como es costumbre en los juegos de From y demás RPG, podemos comprar y mejorar nuestro equipo, además de gastar diferentes tipos de objetos únicos para conseguir mayor efectividad en los frascos que nos recuperan la salud y magia. Para mejorar a nuestro personaje la metodología es la que ya tenemos más que asimilada: conseguimos unos puntos (llamados en Elden Ring runas) que podemos gastar en subir diferentes apartados de nuestro personaje, pero también en comprar elementos o mejorarlos. Si morimos, perderemos esas runas que solo podemos recuperar una sola vez si las recogemos en el punto en el que morimos, sin morir antes en el intento.
El hecho de que Elden Ring se vuelque más a un estilo de juego de mundo abierto también añade un componente de diseño de niveles y narrativo que todavía no había explorado tanto el estudio japonés, con un mapa que te guía al lugar que tienes que ir, pero que no te limita a que explores aquello que te venga en gana, siempre y cuando seas consciente del peligro que te puedes encontrar. En las diferentes horas que hemos dedicado al juego hemos tomado aproximaciones diferentes, yendo a distintos lugares de Limgrave para descubrir sus secretos, seguir el camino para derrotar a los grandes señores del juego o simplemente farmear zonas que dominamos para subir el nivel de nuestro enemigo.
Y bueno, para rematar con todo el componente de mundo abierto, Elden Ring introduce a Torrent, un caballo al que invocamos mediante un anillo especial y que nos permite recorrer grandes distancias de forma rápida. También podemos utilizarlo para enfrentarnos en duelos con otro jinetes, aunque tendremos que vigilar también la propia salud de Torrent. Además, resultará útil en multitud de situaciones donde sea más inteligente huir rápido de los enemigos que enfrentarnos a ellos e incluso nos servirá para atajar grandes distancias si lo utilizamos en corrientes de aire que nos pueden hacer evitar partes del mapa y llegar a nuevo lugares sin problemas.
Finalmente, a medida que vayamos desbloqueando puntos de acceso, parecidos a las hogueras de Dark Souls, podremos realizar viajes rápidos entre ellos. Además, durante nuestras sesiones de juego también tuvimos acceso a un lugar especial que actuará como la típica zona de reposo donde conoceremos a nuevos NPC que nos ayudarán a mejorar nuestro equipo y descubrir secretos.
Y, la verdad, poco más os podemos contar sin entrar en demasiados detalles sobre la trama, que sería interesante que descubráis, o sin spoilear a ciertos NPC o zonas. Tampoco nos aventuramos a hacer una valoración del apartado técnico, ya que hemos jugado a esta versión en PC de forma remota, por lo que hasta que no nos pongamos manos a la obra en el análisis del juego no os podemos contar mucho sobre este apartado en Xbox. Aunque sí que en el diseño nos podemos deshacer en elogios, una vez más, con From Software, aportando un bello pero aterrador mundo que sabe diferenciarse de las demás obras del estudio.
Así pues, aunque ya teníamos ganas de Elden Ring, estas horas a los mandos nos han dejado con todavía más, desenado que pronto tengamos en nuestras manos la versión de Xbox para poder traeros el análisis. Elden Ring ha comenzado su andadura cumpliendo con creces nuestras expectativas, con el que puede ser el mejor y mayor trabajo de From Software hasta la fecha.