La lista de espera, se pensaba, sólo se vivía si se quería adquirir un automóvil en México. Pero eso ya lo experimentan los inversionistas, quienes, atraídos por el nearshoring, sacaron sus fábricas de China para traerlas a México. Ellos esperan hasta medio año para que les entreguen una nave industrial en Tijuana, Ciudad Juárez o Monterrey donde instalarán sus líneas de producción. 

Y es que hay mucha demanda de la industria estadounidense, china, coreana y japonesa por construir fábricas en ciudades fronterizas de México, luego de la disrupción comercial provocada por la pandemia de Covid-19, afirma Alfredo Ángeles, director de Desarrollo Económico e Industrial de Tijuana (Deitac). 

Actualmente, Tijuana tiene una lista de espera de 20 empresas que quieren instalar una planta o construir una fábrica. Otras 15 compañías están en fila para poner su línea de producción en una nueva nave industrial en Mexicali, dice a Forbes México. 

“Y Chihuahua ha de tener entre 15 y 20 inversionistas en su lista de espera, por lo que se construirán parques industriales durante el año”, dice el representante de Deitac, un organismo privado encargado de organizar y planear la llegada de inversionistas a Baja California. 

Las empresas vieron que en México hay bajos costos laborales, tiempos cortos de distancias entre cualquier ciudad mexicana y cualquier mercado de Estados Unidos, así como calidad en las facilidades logísticas e infraestructura y un marco regulatorio óptimo y eficiente. 

Lee también: México puede crecer al 6% por nearshoring; 400 firmas buscan relocalizarse: Economía

Unas 55 empresas de Estados Unidos, Corea del Sur, China, Alemania y Francia invirtieron 1,220 millones de dólares (mdd) en la ampliación de sus plantas o en nuevas fábricas en el primer semestre de 2022, según la Secretaría de Economía e Innovación de Baja California. Y el próximo año se invertirán más de 899 mdd en ciudades como Tijuana y Mexicali. 

Aproximadamente, 58% de la inversión que ha ingresado a la economía bajacaliforniana proviene de la industria de dispositivos médicos, que es la reina indiscutible. Otras industrias que pisan fuerte son la electrónica, la aeroespacial, la automotriz, la metalmecánica y la de alimentos. Ese boom en la zona donde nace la patria ya cruzó fronteras.

Los embajadores de Indonesia, Vietnam, Corea del Sur, Malasia, Filipinas, Tailandia y Taiwán exploran las oportunidades de inversión en infraestructura ferroviaria, producción de energías limpias y fabricación de baterías para autos eléctricos en Baja California. Y es así como México se convierte en la nueva fábrica de América del Norte. 

A México están llegando muchas pequeñas empresas, con rangos de entre 300 y 1,000 empleos, porque ya pasó el momento de las inversiones de las grandes compañías, asegura Luis Manuel Hernández González, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index). 

“De toda la inversión que está saliendo de China, al menos 50% se está quedando en Vietnam, ubicado muy lejos de Estados Unidos, y México sólo recibe el 5%. Si tenemos que buscar cómo atraer más inversión china a México”, dice el directivo de una empresa que fabrica jacuzzis en Tijuana para las residencias y departamentos de lujo de California, Nueva York y otras ciudades estadounidenses. 

Te recomendamos: Nearshoring: ¿el camino que salvará a México?

En un universo de 40 países, México ocupa la posición número 15 del índice de potencial de nearshoring elaborado por la consultora inmobiliaria londinense Savills. Mientras que Brasil, que es el gigante económico de América Latina, está en la posición 25 del ranking. Hoy, Vietnam ocupa el número uno a nivel mundial, algo que México no resiente, por el momento. 

“Estamos ocupados prácticamente al 100% en muchas de las principales urbes, como Tijuana, Ciudad Juárez y Monterrey, y todo lo que estaba disponible [en los parques industriales] se ha estado ocupando”, asegura Sergio Argüelles González, presidente de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP). 

La falta de agua y la violencia no ha inhibido el arribo de empresas estadounidenses, canadienses, chinas, coreanas y japonesas, las cuales han invertido 30,000 mdd en la ampliación de operaciones y traslado de fábricas de Asia a México. 

De enero a agosto de 2022, los parques industriales han recibido entre 75 y 100 empresas estadounidenses, canadienses, chinas, coreanas y japonesas, que trajeron sus plantas de Asia, o ampliaron sus plantas productivas para cumplir con sus compromisos en Estados Unidos. 

El alquiler de las naves industriales ha subido entre 35 y 40% por la alta demanda de nuevas firmas, que arriban con una fábrica o una planta a Reynosa, Ciudad Juárez, Tijuana, Monterrey y Nuevo Laredo, declara Marcos Álvarez, ceo de Market Analysis. 

“Antes, un metro cuadrado en una nave industrial costaba entre 40 y 42 centavos de dólar al mes, pero ahora ese mismo metro cuadrado se cobra en 56 centavos”. 

Han arribado empresas chinas, japonesas, alemanas, suizas, españolas, estadounidenses y turcas con proyectos para invertir en la construcción de plantas automotrices, mueblerías y de electrónica en México, apunta. 

Hofusan Industrial Park, un parque industrial ubicado en Monterrey, ha recibido más de 14 empresas de origen chino. Y van a llegar otras. Incluso, hay una lista de hasta cinco empresas esperando tener una nave industrial para arrancar sus operaciones.

“El nearshoring yo creo que va a durar unos tres años más aproximadamente”, expresa el directivo de la consultora encargada de monitorear la capacidad instalada de 19 ciudades para recibir empresas extranjeras, las cuales exigen seguridad, abasto de agua, suficiente electricidad y gas natural. Esas firmas encuentran oportunidades en México. 

La industria maquiladora dejó el fantasma de su desaparición y, ahora, es una de las más fortalecidas por el nearshoring. Román Rivas Hong, presidente de Index Chihuahua, recibió en su despacho a una decena de firmas de origen asiático con alto interés por instalar una fábrica en México. 

Nearshoring ¿el camino que salvar a México 2 (P-W pag. 84-87)
Foto: © Fernando Luna Arce.

“Hemos tenido muchas visitas de empresas, que, por primera vez, quieren instalarse ahí en Chihuahua; algunas desean relocalizar producto a través de una alianza con compañías ya localizadas”, dice el director general de MGS Plastics Chihuahua. 

Hasta ahora, ninguna de las compañías que demostraron esas bondades económicas, terminó instalándose en Chihuahua. 

“La última empresa de rines de aluminio [que fue recibida] terminó instalándose en Saltillo. Luego hubo una de maquinaria y equipo, que decidió instalarse en Monterrey”, comenta Rivas Hong. La razón por la que se fueron a esas ciudades fue la presencia de grandes acereras, la materia prima para la fabricación de los productos. 

El desfile de empresas asiáticas y de otras regiones también se ha visto en Ciudad Juárez. A esa metrópoli, que fue creada a partir de la maquiladora, arribaron cinco corporativos, que invirtieron 60 mdd en la construcción de plantas del sector automotriz, electrónico y dispositivos médicos. Todos estos proyectos habían sido detenidos por la pandemia de Covid-19. Ahora ya es común ver que pongan las primeras piedras de otros proyectos. Hay mucho interés de empresas sudcoreanas y taiwanesas por invertir en el sector automotriz y electrónico de Piedras Negras, en Coahuila. Ya llegaron un par de empresas atraídas por el nearshoring

“Son tres firmas de dispositivos médicos y automotriz que han estado en interacción con la Secretaría de Desarrollo Económico. Ya están viendo las opciones de [llegar a] Nuevo Laredo”, dice José Rodolfo Peña Casillas, presidente de Index Nuevo Laredo. Todos los días, la lista de espera para poner una fábrica en México crece.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

 

Siguientes artículos

Nearshoring: ¿el camino que salvará a México?
Por

La reubicación de las cadenas de suministro de Asia a México comienza a volverse una realidad. La ocupación de los parqu...