Extorsiones y asesinatos afligen a El Carmen

Entre cinco mil y ocho mil d�lares exigen a comerciantes y receptores de remesas. PNC admite incremento de extorsiones

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Cuatro polic�as es la fuerza efectiva con que cuenta el municipio de El Carmen, donde desde mediados de 2012 se ha incrementado la presencia de pandilleros. Foto EDH / Marlon Hern�ndezEl muelle de la laguna de Olomega es un punto de reuni�n de mareros durante los fines de semana, seg�n manifestaron

Por sucesos@eldiariodehoy.com

2013-02-23 7:00:00

Hasta el primer semestre de 2012, las muertes en el municipio El Carmen, de La Uni�n, se deb�an a la avanzada edad de algunos de sus habitantes, otros por insuficiencia renal y otros m�s por �causas indeterminadas�, seg�n las estad�sticas de la zona; sin embargo, el a�o pasado el panorama cambi�.

De acuerdo con datos de la Polic�a, los hechos violentos en este y otros municipios de La Uni�n se dispararon. Las autoridades se�alan que fue en julio cuando las pandillas incrementaron su actividad delictiva.

Oficiales y vecinos coinciden en que despu�s de acordada la tregua entre pandillas hay m�s inseguridad en ese municipio, fuerte en ganader�a, pero m�s fuerte a�n en remesas familiares, debido a que pandilleros for�neos han llegado a fortalecer los peque�os grupos que ya exist�an.

Los registros de 2012 indican que no menos de 13 personas -todos hombres- fueron asesinadas. Dos con machete y once a balazos.

Entre estos �ltimos se encuentra un ganadero a quien lugare�os calificaron como �muy servicial�, en el cant�n donde viv�a: Olomega.

Tambi�n entre esos 13 muertos se cuenta el asesinato de Juan del Cid, un deportado que hab�a llegado a El Carmen a potenciar la clica (agrupaci�n de pandilleros), atrayendo a Olomega a muchos j�venes del departamento de La Uni�n.

Olomega es una comunidad afincada en la ribera norte de una laguna del mismo nombre. Un lugar en el que, hasta antes de mayo de 2012, sus habitantes viv�an con tranquilidad.

Pero ahora es diferente. Los sobresaltos a los lugare�os obedecen a la actividad de pandillas que se est� registrando en la zona, especialmente los fines de semana.

Dos polic�as no son suficientes para contrarrestar las acciones de las maras, y menos las extorsiones.

Dos polic�as son los que se ocupan del turno laboral, mientras otros dos descansan; aunque siempre est�n todos alerta para lo que se ofrezca en la subdelegaci�n.

Extorsiones

Entre enero y febrero de 2012, la Polic�a Nacional Civil (PNC) no recibi� ninguna denuncia de extorsi�n en ese municipio. Pero en la actualidad ya llevan registrados cuatro casos.

A esas cuatro denuncias hay que agregarles los casos no denunciados, que son muchos y que en criminolog�a se les conoce como la �cifra negra�.

Varios comerciantes afirmaron a El Diario de Hoy que no denuncian por desconfianza, que no creen ni en la misma Polic�a, aunque a muchos de ellos -ganaderos, tenderos y receptores de remesas- les est�n exigiendo entre cinco mil y los ocho mil d�lares.

La Polic�a admite que desde julio del a�o pasado los casos de extorsi�n han aumentado.

Fuentes de la corporaci�n policial indican que es en el pueblo donde hay m�s extorsiones. Sin embargo, El Diario de Hoy recogi� testimonios de habitantes de zonas rurales que tambi�n se quejan de estar o haber pagado elevadas sumas como chantajes.

Las circunstancias de seguridad en El Carmen no son alentadoras: en lugar de indicar una disminuci�n se vislumbra una tendencia al alza.

En ese municipio se ha llegado al grado de suspender las l�neas telef�nicas de oficinas estatales para evitar ser chantajeados por maras, aunque en uno de estos casos no fue para exigir dinero, sino para obtener un documento de forma fraudulenta. Ese hecho tampoco fue denunciado.

Ataque a pastor religioso

El pasado 28 de enero, siete u ocho personas de una misma familia estuvieron a punto de morir o, por lo menos, ser heridos, cuando una lluvia de disparos cay� sobre la casa de un l�der religioso del cant�n El Coyolito, aleda�o a Olomega.

El ataque no iba dirigido a la vivienda del pastor, sino a un grupo de j�venes, supuestos miembros o simpatizantes de la pandilla 18, quienes acostumbraban a hacer sus tertulias en una calle inmediata a la casa del evang�lico.

En los aleda�os cantones Salalagua y El Piche se dice que fueron miembros de la mara Salvatrucha quienes perpetraron ese ataque, y que lo hicieron desde una loma; dispararon indiscriminadamente, pero lejos de su objetivo.

La casa del religioso, que queda al pie de una loma, fue la que recibi� la lluvia de disparos, realizados por no menos de media docena de hombres armados con escopetas.

Isidro Mart�nez, el pastor en menci�n, insisti� en estar seguro de que el ataque no iba dirigido a nadie de su familia, pues dijo que no tienen problemas con nadie.

De ese hecho no hay registros policiales. Seg�n la versi�n de Mart�nez y de vecinos, la polic�a no lleg� a verificar el hecho.

En la casa quedaron muchos perdigones y varios �rboles y paredes agujereadas. �Fue un gran susto. De milagro de Dios no mataron a nadie, porque fue una lluvia de balas la que cay�, resumi�.

Veredas del narcotr�fico

Olomega es apenas una de las cuatro comunidades en la que miembros de pandillas se disputan el territorio o una ruta para el tr�fico de drogas, que casi podr�a ser segura desde que desembarcan en las playas El Jag�ey y Las Tunas hasta llegar a El Carmen, la ruta m�s expedita para llegar hasta San Miguel, la cabecera departamental.

Una calle escabrosa y la ausencia policial convierte en perfecto el tramo entre las playas de El Jag�ey, Las Tunas y El Tamarindo para trasladar droga hasta la ciudad miguele�a.

El control de esa ruta es lo que ha dado origen a la disputa y, por ende, ha transformado la zona de pac�fica a violenta. Al menos eso es lo que aseguran varias personas para quienes no pasan inadvertido el incremento de la presencia de mareros y la ausencia de agentes policiales. Como antes eran zonas tranquilas, siempre han estado descuidadas.

Varios lugare�os apoyan la teor�a de que la intenci�n de ganar el control de esa ruta segura para traficar droga ha llevado a la mara Salvatrucha (MS) a pelear contra delincuentes rivales.

Por otra parte, la recaudaci�n de dinero a trav�s de las extorsiones no es nada despreciable: al parecer, los pandilleros cobran entre siete u ocho d�lares por cada automotor que entra a proveer cualquier tipo de producto a las tiendas de cantones como El Piche, Salalagua, Los Conejos y El Coyolito.

Datos de la misma PNC indican que los chantajes a vendedores ruteros es la expresi�n m�nima del delito de extorsi�n.

Las grandes cantidades son las exigidas a personas que viven en el mero pueblo y que reciben remesas familiares desde Estados Unidos.

El Piche est� asediado

El Coyolito, Salalagua y El Piche son tres cantones que est�n situados sobre la ruta desde El Jag�ey, Las Tunas o El Tamarindo para llegar al cant�n Olomega o al pueblo de El Carmen. Esa es su mala fortuna, porque en esos tes cantones es donde se est� librando la lucha del control territorial.

De todos esos cantones mencionados, es Salalagua donde es m�s notoria la presencia de miembros de pandillas, de la mara Salvatrucha: Lique, Hansi, Manuel� son solo algunos nombres de reconocidos mareros, seg�n manifestaron a El Diario de Hoy algunos lugare�os, bajo anonimato.

Lique es el cabecilla, pero este, a su vez, obedece las �rdenes de Secundino o Cundo, quien desde hace m�s de seis meses est� recluido en un centro penitenciario, desde el cual se presume contin�a dictando �rdenes.

En Salalagua hay una pared con un solo grafiti, que indica que el lugar es territorio de la MS. Es el �nico visible, al menos desde la calle principal que atraviesa todos esos caser�os. All�, la presencia de la mara Salvatrucha ya no es un secreto.

Ellos andan en esos lugares �como Juan por su casa y montan puntos de asalto cuando se les viene en gana�.

La misma Polic�a reconoce que hab�a semanas en las que recib�an dos o tres avisos de puntos de asalto. Eran los mismos mareros.

Las fuentes policiales afirman que esa incidencia ha disminuido con la presencia de tres elementos de la Divisi�n de Polic�a Rural, sin embargo, la percepci�n de los lugare�os es la misma: los asaltos y extorsiones contin�an. Tres polic�as no pueden dar seguridad a un territorio rural tan extenso y agreste.

Las autoridades se�alan a El Piche y Salalagua como dos cantones peligrosos y tan alejados de la ciudad El Carmen, que para atender una emergencia bien se pueden demorar casi una hora en llegar, en caso de que el veh�culo policial se encuentre en la sede de la subdelegaci�n.

Muchos vecinos est�n conscientes de que el poco personal es parte de los beneficios que tienen los mareros.

Pero ese municipio es solo uno de tantos que ha puesto en el ojo del hurac�n al departamento de La Uni�n. Para la primera quincena de febrero fueron registrados 24 asesinatos.

Lo anterior ha llevado disgusto a todos los polic�as de la Delegaci�n de La Uni�n porque les han aumentado un d�a de trabajo y disminuido uno de permiso. Antes de la semana anterior, trabajaban seis d�as y descansaban tres. Hoy trabajan siete y solo descansan dos.