Volume 14 Issue 1, Spring 1994, pp. 3-18

Se investiga la relación con Cervantes en unas cartas de Sigmund Freud, publicadas hace poco por primera vez. El joven Freud las escribió a su íntimo amigo Eduard Silberstein entre 1871 y 1881. Muchas de las comunicaciones están escritas en castellano, firmadas “Cipión” y dirigidas a “Berganza.” Se descubre el deseo apremiante de Freud de entablar una correspondencia recíproca y sistemática que diera un informe íntimo y detallado de la vida cotidiana de cada uno. Estas cartas demuestran ciertas afinidades con el Coloquio de los perros por un lado, y, por otro, con el método del psicoanálisis, todavía por descubrir, como distintas formas de biografía dialogada.