El coronavirus se ha llevado a Manuel Salinas, uno de los nombres fundamentales del arte sevillano. El creador, nacido en la ciudad en 1940, hijo del también pintor Manuel Salinas Benjumea y de María Asunción Milá Sagnier, fue uno de los referentes de la abstracción y uno de los creadores más valorados en la escena artística local, aunque su obra trascendió fronteras. 

El artista protagonizó más de 80 exposiciones internacionales en países como Japón, India, España, México, Alemania, Colombia, Francia, Bulgaria, Suecia, EE.UU., Venezuela, Portugal, Rumanía o Marruecos. Entre las muestras más destacadas estuvo la inaugurada el 11 de junio de 2003 en Bucarest (Rumanía), que bajo la organización del Ministerio Español de Asuntos Exteriores, mostró 60 cuadros del autor.

Su producción forma parte de prestigiosas colecciones como la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Fundación la Caixa, Banco de España, BBVA, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo o la Colección Avianca.

En 2012, Salinas realizó el paño de la Verónica para la Hermandad del Valle, su primera obra relacionada con el mundo de las cofradías. 

En 2016 recibió la medalla de oro de la ciudad de Sevilla y fue también nombrado académico de número de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla.