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OPINIÓN: La inaceptable política de ‘Quédate en México’. Una luz al final del túnel

Estela Lazo posa para una foto con sus dos hijos en Tijuana, México, el 23 de febrero del 2021.
Estela Lazo posa para una foto con sus dos hijos en Tijuana, México, el 23 de febrero del 2021. Lazo fue enviada de vuelta a México tras pedir asilo en EEUU, en el marco de la política “Quédate en México” seguida bajo el gobierno de Donald Trump. Le dieron una cita para que volviese a presentarse más adelante, que era falsa. Su caso ya había sido desestimado.
(ASSOCIATED PRESS)
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Cuando el expresidente Donald Trump introdujo el programa ‘Quédate en México’, formalmente llamado los Protocolos de Protección al Migrante, en enero 2019, quizá ni él mismo se dio cuenta de las consecuencias devastadoras que esta acción iba a tener en las vidas de los solicitantes de asilo en la frontera entre México y Estados Unidos.

‘Quédate en México’ ordenaba a las personas que buscaban asilo en Estados Unidos a esperar en México hasta la audiencia judicial. Esto significaba que por meses vivían en deplorables campamentos temporales en las ciudades mexicanas fronterizas como Tijuana, expuestos al hambre, falta de higiene, asaltos y violaciones e incluso secuestros por bandas criminales.

‘Quédate en México’ era parte de la política migratoria de ‘tolerancia cero’ del presidente Trump, que en una ocasión declaró en contra de los solicitantes de asilo: “Ya sea asilo, ya sea cualquier cosa que deseen - es inmigración ilegal – ya no podemos aceptarlos. No podemos aceptarlos. Nuestro país está lleno. Nuestra área está llena. El sector está lleno – ya no podemos aceptarlos. Lo siento, no puede suceder, así que dense la vuelta”.

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La situación pareció mejorar cuando Biden asumió la presidencia y con ella la lucha por anular ‘Quédate en México’, la política “inhumana”, según Biden. El nuevo presidente suspendió el programa el primer día de su administración y en junio 2021 lo terminó oficialmente. Pero, el tribunal de distrito de Texas se opuso diciendo que la administración no siguió los procedimientos federales para justificar la decisión de revocar el programa. Biden fue obligado a instaurarlo por una orden de la corte federal en diciembre del mismo año. Pero Biden no se dio por vencido y buscó a eliminar esta política antinmigrante en la Corte Suprema que el día 30 de junio falló (con la decisión 5-4) que Biden puede acabar con el programa. Esta es una victoria para Biden en busca de un sistema migratorio más propicio.

Sin embargo, la manera de proceder después de esta resolución no está del todo clara, dado que la Corte Suprema devolvió el caso a la Corte Federal de Texas. El Departamento de Seguridad Nacional afirmó que “continuaremos con nuestros esfuerzos para terminar el programa tan pronto como sea legalmente permitido”.

Hay incertidumbre también entre los mismos solicitantes de asilo (unos 100.000) quienes no saben qué va a pasar con sus solicitudes. Además, parece correcto darles la razón cuando dicen que ahora el problema que continuará afectándolos es el “Título 42”, la medida introducida durante la pandemia de COVID-19, que sigue expulsando rápidamente a los inmigrantes indocumentados.

Hay quienes advierten que la anulación de ‘Quédate en México’ provocará un mayor flujo de migrantes indocumentados hacia Estados Unidos, con lo cual aumentarían también los problemas de alojamiento de los inmigrantes en los refugios migratorios. El número de caravanas hacia Estados Unidos podría crecer, mientras que los intentos de entrar con ayuda de un coyote podrían disminuir. Sin embargo, parece factible decir que el crecimiento de inmigrantes indocumentados podría dar pie a otras políticas migratorias restrictivas para controlar la entrada a Estados Unidos.

En este punto, hay que apelar a La Declaración de Los Ángeles, en la que los países del continente americano se comprometieron a buscar una salida a la migración ilegal, a través del trabajo común y compartido, incrementar las posibilidades para la migración legal, frenar el tráfico de personas y ofrecer ayuda económica para los países más pobres.

Hay que tener en cuenta que los derechos de las personas que buscan asilo y los refugiados están protegidos por la ley internacional. El artículo 14 de La Declaración Universal de Derechos Humanos defiende el derecho de cada persona perseguida en su país, a obtener el asilo en cualquier otro país. La Convención de la ONU sobre Refugiados de 1951 protege a los refugiados de ser devueltos a países donde corren el riesgo de perder su libertad o vida.

Si Estados Unidos respetaran estas dos leyes, entonces no habría dudas sobre la anulación de ‘Quédate en México’. Los solicitantes de asilo en la frontera México-Estados Unidos normalmente escapan de la violencia y corrupción de América Latina y México. De allí, según La Convención de la ONU no deberían ser devueltos a México, sino recibir asilo en Estados Unidos de acuerdo con La Declaración Universal de Derechos Humanos.

El gobernador de Texas, Gregg Abbott ha mandado a la Guardia Nacional en Texas y al Departamento de Seguridad Pública para regresar a la frontera a los inmigrantes indocumentados detenidos en Texas. Además, como respuesta a la tragedia de San Antonio en la que 53 inmigrantes fueron encontrados sin vida en un camión, Abbott también ha ordenado revisiones más estrictas a los vehículos de transporte.

El presidente mexicano López Obrador criticó esta actitud como “vulgar”, “aberrante”, “inmoral” y, además, politizada: “En efecto, él se está extralimitando, no le corresponde legalmente tomar esa decisión, es algo que tiene que ver con el Gobierno federal en Estados Unidos. Sin embargo, como hay elecciones en noviembre, entonces buscan el sensacionalismo, el amarillismo”, sostuvo.

Katia Adimora es investigadora de doctorado en Edge Hill University en Inglaterra y es experta en corrientes migratorias de México a Estados Unidos.

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