La banca ecuatoriana ha tomado el camino de reinvertir las utilidades que alcanzó durante el 2020 para tratar de fortalecer su solidez y otorgar créditos que apoyen principalmente a las empresas.

El sector en el que compiten 24 bancos tuvo una reducción en sus ganancias, pero igual generó utilidades: 233 millones de dólares el año pasado. Eso representa una disminución del 62,2% frente al 2019, según la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).

Durante ese periodo fiscal ninguno de los bancos se salvó de ver caer sus ganancias en medio de la pandemia. Los más afectados fueron las entidades pequeñas, que tuvieron una contracción de -125%, seguidas de los bancos grandes con -64,1% y de los medianos con -56,7%.

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Julio José Prado, presidente ejecutivo de la Asobanca, dice que la caída del total de utilidades en el 2020 responde al fuerte shock económico que vivió el país. “La banca ecuatoriana no fue inmune a la crisis económica derivada de la pandemia del COVID- 19, que golpeó a gran número de actividades productivas a escala global”, refiere.

En un año de contracción de consumo, con un deterioro de cifras de empleo y menor demanda de crédito, Prado sostiene que la banca continuó colocando créditos y apoyando al sector productivo.

El monto total de utilidades de los bancos es uno de los más bajos registrados en la última década. La menor se había registrado el 2016 con $ 221,9 millones, cuando el PIB se contrajo por la caída en el precio del crudo. Más atrás, en el 2006, con menos bancos en el sistema, las utilidades bordeaban los $ 263 millones.

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Del top de los cinco bancos más grandes, el Banco Pichincha logró utilidades por $ 50,1 millones; Banco Guayaquil, $ 33,3 millones; Banco del Pacífico, $ 30 millones; Bolivariano, $ 29,7 millones; Internacional, $ 28,2 millones.

Prado refiere que la banca reinvertirá el 100% de las utilidades. “La reinversión permitirá mantener un nivel apropiado de colocación de crédito durante este año y fortalecer los niveles de provisiones”, dice.

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Al igual que en otros sectores de la economía, la pandemia incidió negativamente en el primer semestre, pero el escenario comenzó a mejorar en los últimos meses del segundo semestre.

José Xavier Orellana, analista económico y socio de la firma BizBroker, sostiene que la banca está entre los sectores que reaccionaron rápida y efectivamente a la crisis causada por la pandemia.

El analista cree que al reinvertir la utilidades, la banca incrementa su patrimonio, lo que le permite la posibilidad de incrementar su cartera de crédito. “Recordemos que el sistema financiero presta vía depósitos a plazos (obligaciones) a los depositantes del país un múltiplo de sus patrimonios y en base a esos dineros crece la cartera de crédito, inversiones líquidas y activos fijos”, señala.

Durante la pandemia, la banca ha estado implementando procesos para digitalizar el acceso a productos y servicios financieros. El número de usuarios del sistema financiero llegó a 8,5 millones en 2020. Cortesía

A pesar del complejo momento, la banca indica que se ha mantenido abierta a otorgar créditos en diferentes segmentos. Al cierre del 2020, la banca otorgó nuevos créditos por un total de $ 23.435 millones, de los cuales el 73% fue destinado al sector productivo y el 27% restante fue destinado al segmento de consumo. Durante todo el año se realizó un total de 6,2 millones de nuevas operaciones crediticias.

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Los depósitos se recuperaron especialmente en el último tramo del año pasado. Un análisis de la firma Reditum refiere que los depósitos en el 2020 crecieron a una tasa superior a la del 2019, 11,43% contra 7,75%. Al igual que el total de activos, pues se evidencia que gran parte de este crecimiento se logró durante diciembre.

En diciembre, los depósitos subieron $ 1.874 millones de los $ 3.850 millones que crecieron durante todo el 2020. Este crecimiento, según Reditum, se atribuye principalmente a los fondos de nueva deuda que entraron al país durante los últimos meses del año.

¿Cómo arranca este 2021?

El escenario económico para este año se muestra complejo. Ya el primer mes de este 2021 ha mostrado que aún la economía siente los estragos de esta pandemia.

Según datos de la Asobanca, la utilidad del sector en enero del 2021 llegó a 28,1 millones de dólares, un descenso del 45,4% frente al mismo mes del año pasado, en que aún no se sentía el impacto del COVID-19.

Orellana afirma que las medidas sanitarias como el distanciamiento social aún afectan mucho al consumo e inversiones. Además existe la incertidumbre política que retrasa la toma de decisión sobre potenciales inversiones, sea por actores locales o extranjeros. “La recuperación depende de la vacunación y reducir las incertidumbres política, seguridad, y jurídica”, dice el analista.

Los bancos han estado realizando inversiones en materia tecnológica e instalación de nuevas agencias.

En este mes, los bancos grandes han comenzado a realizar algunos movimientos tras sus juntas de accionistas. Angelo Caputi, presidente ejecutivo del Banco Guayaquil, anunció que la Junta General de Accionistas aprobó aumentar el capital suscrito y pagado por $ 21 millones. Por lo que el capital social se situará en $ 449 millones.

Guillermo Enrique Lasso, ejecutivo de ese banco, comentó en sus redes sociales que esa decisión obedece a la confianza de clientes y más de 6.000 accionistas que han decidido incrementar el capital para que así el banco tenga mayor capacidad de prestar y afrontar cualquier adversidad. (I)

Durante el 2020 se generaron desde la banca privada más de $530 millones en impuestos y contribuciones; esto es más del doble de lo generado en utilidades. Para ser más precisos, por cada dólar de utilidades registradas en el 2020, se generaron $2,30 dólares de impuestos y contribuciones para este sector

Julio José Prado, presidente ejecutivo Asobanca