Guillermo Lasso, dos años turbulentos de mandato marcados por varias crisis

Este miércoles 17 de mayo fue marcado por un nuevo episodio en la crisis política que atraviesa Ecuador. El presidente Guillermo Lasso decidió disolver la Asamblea Nacional con un proceso conocido popularmente como "muerte cruzada", argumentando una "grave conmoción interna y política".

La “muerte cruzada”, introducida en la Constitución en 2008, nunca había sido usada hasta ahora. Pone fin al mandato de los diputados del parlamento, pero también obliga el presidente a convocar nuevas elecciones generales.

Para el presidente, esta opción era probablemente la única forma de salvarse de esta crisis política y mantenerse en el poder unos meses más. En efecto, llegó unos días antes de la votación de la moción de censura para destituirlo por la Cámara. Para expulsar al presidente, se necesitaban los dos tercios de votos a favor, es decir 92.

La oposición acusa al presidente ecuatoriano de malversación de fondos públicos por no actuar al tener conocimiento de presuntas irregularidades en un contrato firmado por una empresa estatal de transporte de petróleo. Lasso se defendió este martes frente a la Asamblea Nacional argumentando, entre varias cosas, que este contrato había sido firmado por el antiguo gobierno antes de que llegara al poder.

Lasso podrá gobernar por decreto en un periodo de máximo seis meses antes de la organización de nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales. Ahora tiene que intentar solucionar los problemas más urgentes de Ecuador, es decir la crisis de seguridad y del narcotráfico y la economía. Todos sus decretos tendrán que pasar por el filtro de la Corte Constitucional.

Como indicado en la Constitución, Guillermo Lasso podrá presentarse en las próximas elecciones, aunque todavía no ha anunciado su decisión al respecto. Sin embargo, la probabilidad que su mandato presidencial se acabe en seis meses es alta ya que, tras dos años en el poder, el país sigue sumergido en una crisis social, política y de seguridad y su popularidad está particularmente baja.

Crisis de violencia e inseguridad

Guillermo Lasso llegó en el poder en mayo de 2021, obteniendo más del 52% de los votos frente a su adversario de izquierda, Andrés Arauz. El antiguo banquero y conservador fue elegido sobre un programa económico neoliberal y la promesa de una campaña de vacunación contra el Covid-19.

Pero después de haber disfrutado altas tasas de aprobación, su Gobierno se enfrentó a un creciente problema de seguridad en el país, especialmente en el sistema carcelario. Varias cárceles del país fueron escenario de masacres de prisioneros, llevando a más de 100 el número de asesinatos carcelarios en el año 2022. Por ejemplo, en la cárcel el Inca, de Quito, 15 reclusos fueron asesinados el pasado noviembre.

El país también se enfrentó a olas de asesinatos en las calles, generando temor entre la población. Los carteles de la droga controlan cada vez más las instituciones del país, así como su territorio.

Para responder al problema, Lasso decretó varias veces el estado de excepción en el país, aumentó los efectivos de las fuerzas de seguridad y trasladó miles de prisioneros hasta otras cárceles, pero sin bajar de manera eficaz las tasas de homicidios e incluso, a veces, llevando a más oleadas de violencia.

Detrás de estas matanzas están las bandas armadas relacionadas con el narcotráfico que se disputan el control interno de las cárceles y el negocio de la venta y la exportación de droga. Ecuador, al ser fronterizo con Perú y Colombia, dos grandes productores de cocaína, es un país de tránsito de la droga hacia Estados Unidos y Europa.

Acusaciones de corrupción

El presidente Lasso fue acusado varias veces de posibles casos de corrupción.

El nombre de Lasso apareció en los Pandora Papers en 2021, una investigación revelando que varios líderes y personalidades ocultaron activos en paraísos fiscales. Ecuador prohíbe a candidatos y funcionarios tener inversiones en paraísos fiscales. Tras la revelación, una comisión del Congreso sugirió iniciar un proceso para su destitución, pero fue rechazado por el Gobierno. La investigación fue luego archivada por la Contraloría.

Además del presunto caso de malversación debatido esta semana en la Asamblea nacional, y que debía llevar al debate de una posible destitución, el presidente se enfrentó a otra mención de censura para su destitución en junio de 2022. En este momento, largas protestas por el aumento de los precios del combustible y los alimentos sacudieron al país y llevaron a un paro nacional del mayor movimiento indígena del país.

En consecuencia, se pidió un proceso de destitución por grave crisis política y conmoción interna, pero no recibió suficientes votos para ser aprobado.

En febrero de 2023, el movimiento indígena de Ecuador pidió la renuncia del presidente y se declaró en movilización permanente.

Desde el inicio de su mandato, Lasso también ha enfrentado una fuerte oposición legislativa que ha bloqueado su gestión. Aunque la tasa de desempleo bajó durante estos dos años, la crisis económica y el empleo siguen siendo mayores preocupaciones para la población.

De hecho, junto a la violencia, la inseguridad económica llevó a miles de ecuatorianos a abandonar el país en el año 2022, dirigiéndose hacia el norte y pasando por el Tapón del Darién.

Con medios locales